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Carlos Edwin Abello, Doris Hormaza León, Camilo García Sarmiento, Brigitte Urquijo Hortúa,

Edna Rocío Casas Bello

Bogotá, D.C., abril de 2010

UNIVERSIDAD
CATÓLICA DE EL PRÍNCIPE
COLOMBIA (DE NICOLÁS MAQUIAVELO)

Universidad Católica de Colombia / Facultad de Derecho / Asignatura:


Metodología de la Investigación Jurídica / Docente: Jesús Ángel Linares /
Grupo 10.B.1.

Expositores: Carlos Edwin Abello Rubiano, Doris Hormaza León, Camilo


García Sarmiento, Brigitte Urquijo Hortúa, Edna Rocío Casas Bello
El Príncipe de Maquiavelo / Metodología de la Investigación Jurídica /
Resumen de la exposición
Carlos Edwin Abello, Doris Hormaza León, Camilo García Sarmiento, Brigitte Urquijo Hortúa,
Edna Rocío Casas Bello

1. El autor
Niccolò di Bernardo dei Machiavelli (1469 – junio 21, 1527) nació en la República de
Florencia el mismo año en que Lorenzo de Medici, “El Magnífico” asumió en poder,
llevando a la cultura florentina a su mayor esplendor. Junto a Leonardo da Vinci,
Maquiavelo es considerado como uno de los modelos del “hombre del
renacimiento”. Su vida se da en forma paralela a la historia de Florencia y su época
de grandeza como la máxima potencia italiana, según se aprecia en el siguiente
cuadro comparativo:

Vida Maquiavelo Historia de Florencia


Juventud de Maquiavelo (1469 – 1498)
• Mayo 3 de 1469: • Italia no es una nación unida: escenario de inestabilidad
nace en política, está dividida en diversas repúblicas y ducados,
Sant'Andrea in ciudades – Estado, donde el poder queda en manos de
Percussina, pocas familias, rivales entre sí.
pequeña villa de • 1434: la familia Medici asume el poder en Florencia; la
la comarca de Sal ciudad es la “Atenas de la época”, y vive su “edad de
Casiano in Val di oro”, siendo el centro de las artes y ciencias de la Europa
Pesa, a 15 Km de del Renacimiento.
Florencia. • 1458: Cosme de Medici reemplaza el antiguo Consejo, de
• Tercer hijo de un más de 1000 miembros, por unos más pequeños,
abogado, nace en seleccionados por él.
el seno de una • 1469: a la edad de veinte años, al morir su padre Piero,
antigua familia Lorenzo de Medici, “Il Magnifico”, asume el poder del
florentina, de Estado florentino.
moderada • Mecenas de la filosofía y las artes: Picco della Mirandella,
riqueza. Sandro Boticelli, Leonardo da Vinci, Michelangelo
• Recibió una Buonarroti.
educación • Gobierna indirectamente, a través de alianzas, sobornos
privilegiada, y matrimonios por conveniencia.
estudiando en la • Si bien Florencia crece bajo su influencia, gobierna como
Universidad de un déspota y el pueblo no tiene mayores libertades
Florencia, de políticas.
orientación
• 1478: Lorenzo de Medici sufre un atentado y es
humanista (el
asesinado su hermano (conspiración de los Pazzi).
hombre: centro
Ejecuta al Arzobispo de Pisa (su patrón era el Papa Sixto
del mundo).
IV) y a casi todos los demás conspiradores.
• Conocedor de los
• Florencia es puesta bajo interdicto por el Papa Sixto IV,
clásicos latinos, la
quien apoyaba a los Pazzi y forma una alianza con
historia antigua y
Nápoles contra los Medici.
moderna,
apasionado por • 1480: logra un acuerdo de paz, después de declarar la
las ciencias guerra a Fernando I de Nápoles. Crea un Consejo de 70
naturales, miembros.
orientado hacia • Mantiene un delicado estado de paz y balance de poder
las artes liberales con los demás Estados de Italia.
y la • Agosto 26 – 29, 1484: muere Sixto IV. Nuevo Papa:
administración Inocencio VIII.
pública. • 1491: el fraile dominico Girolamo Savonarola, con su
• Rechaza el movimiento fundamentalista, empieza a tener influencia
idealismo en Florencia, explotando el descontento de las masas y
neoplatónico y el su temor del futuro.
idealismo místico
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de Girolamo • Abril 9, 1492: muere Lorenzo de Medici, asume el poder


Savonarola, su hijo Piero di Lorenzo.
inclinándose por • Agosto 11, 1492: es elegido como nuevo Papa, Alejandro
el naturalismo VI (Rodrigo de Borgia).
renacentista. • Noviembre, 1494: Carlos VIII de Francia invade Florencia;
Piero y los Medici son expulsados de la ciudad. Los
ciudadanos restablecen la República y el antiguo gran
Consejo de 1000 miembros.
• Savonarola, predicador carismático, opositor de los
Borgia, gobierna de hecho en la ciudad (pese a no ocupar
un cargo formal), defiende la regeneración social,
mediante el ascetismo y fanatismo religioso.
• 1497: se produce la “hoguera de las vanidades”,
promovida por Savonarola, perdiéndose muchas obras
maestras del arte florentino.
Servicio público y diplomático, carrera política (1498 – 1512)
• Junio 1498: Un mes después de la • Mayo 4, 1497: el pueblo se rebela
ejecución de Savonarola, Maquiavelo contra Savonarola, por la profunda
es nombrado Secretario crisis y decadencia económica en que
(Vicecanciller) de la Segunda ha caído Florencia.
Cancillería, por el Gran Concejo de • Alejandro VI excomulga a Savonarola.
Florencia. • Abril 8 – mayo 23, 1498: Por
• Julio – noviembre 1498: es elegido exigencia del Papa, Savonarola es
“Secretario de los Diez de la destituido, juagado y condenado a
Libertad”, el comité que dirigía la morir en la hoguera por hereje.
política exterior y militar de Florencia, • 1500: Florencia emprende una
y enviado a su primera misión campaña para recuperar la ciudad de
diplomática. Pisa, empleando tropas mercenarias,
• 1498 – 1512: poseedor de una gran fracasando por completo.
ambición y vasta cultura (era un • 1502: Pietro Soderini es elegido
lector insaciable) ejerce una intensa Gonfaloniere di Giuztizia, vitalicio, de
actividad política y se le encomiendan Florencia, e instaura una milicia
varias misiones diplomáticas, en las propia en la ciudad, en vez de
cuales conoce a líderes como Catalina ejércitos de mercenarios.
Sforza, Luis XII, el Papa Alejandro VI, • 1505: Segunda campaña de Florencia
César Borgia, Maximiliano I y para recuperar Pisa. Recurren
Fernando II de Aragón. nuevamente a mercenarios
• 1501: se casa con Marietta Orsini. extranjeros. Fracasó.
Tendrán un matrimonio muy estable y • 1508: Liga de Cambrai, o “Liga
seis hijos. Santa”, formada por el Papa Julio II,
• 1502 – 1503: Fue secretario personal Luis XII de Francia, Maximiliano I de
de César Borgia, duque de Romaña y Austria y Fernando II de Aragón,
capitán de los ejércitos papales de contra la República de Venecia.
Alejandro VI en esta región, limítrofe • Después de la batalla de Agnadello,
de Florencia, quien se volverá Florencia queda desprotegida, a
después en su principal inspirador. Se merced del Papa.
hace amigo de Leonardo da Vinci. • Agosto – noviembre 1512: impuestos
• 1503 – 1506: se hace cargo de la por el Papa (1º septiembre), los
milicia de Florencia, reclutándola y Medici retornan al poder.
defendiendo a Florencia de la ciudad • Soderini huye de la ciudad, rumbo al
de Pisa (1509). exilio. Los Medici continuarán en el
• Escribe poemas, y obras sobre temas poder hasta 1737.
históricos, económicos y políticos.
Exilio y últimos años (1512 – 1527)
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• Noviembre 12, 1512: Maquiavelo, quien aspiraba a • 1513: es elegido


conservar su puesto con los nuevos amos de Florencia, es como nuevo
destituido de todos sus cargos por decreto, y sentenciado Papa León X.
además, a confinamiento dentro del territorio florentino. Florencia se
• Febrero, 1513: es acusado de conspirar contra los Medici, convierte en un
sufre torturas (strappado) y prisión. protectorado
• Marzo – abril, 1513: amnistiado tras la elección del Papa papal
León X, se retira a su hogar familiar en Sant'Andrea in • 1522: nuevo
Percussina, donde pasa penurias económicas y se dedica a Papa, Adriano
escribir sus grandes obras (1813 – 1525). VI.
• Julio 1513: escribe El Príncipe (Il Principe). Inédito hasta su • 1523: el
muerte. Se lo dedica a Lorenzo II, duque de Urbino, sobrino cardenal Giulio
de Lorenzo El Magnífico de Medici, esperando – de Medici es
ingenuamente, dada su carrera republicana – recuperar su elegido Papa
cargo de Secretario y el favor de los Medici. Clemente VII.
• 1516: copias inéditas de El Príncipe empiezan a circular • Mayo 1527: la
por toda Florencia. ciudad de Roma
es saqueada por
• 1512 – 1517: escribe los Discursos sobre la primera
tropas españolas
década de Tito Livio (3 volúmenes). Inédito hasta su
y alemanas bajo
muerte.
el mando del
• 1518: escribe La Mandrágora (considerada como la duque de
primera comedia moderna italiana). Borbón, durante
• 1519 – 1520: escribe los Discursos sobre el arte de la la Guerra de la
guerra (publicado en 1521). Liga de Cognac.
• 1520 – 1525: escribe la Historia de Florencia (8 Los Medici son
volúmenes), por encargo de Clemente VII. Inédito hasta la expulsados de
muerte de Maquiavelo. Florencia. La
• 1523: El florentino Agostino Nifo publica De dude regnandi, ciudad adopta
obra que muchos consideran un plagio de El Príncipe. una nueva
• Junio 21, 1527: muere en su hogar, decepcionado y en la constitución.
ruina. Enterrado en la Basílica de Santa Croce en Florencia,
reza su epitafio: Tanto nomini nullum par elogium
(“ninguna eulogía sería suficiente para alabar a tan grande
nombre”).
• 1531 – 1532: publicación póstuma de El Príncipe, los
Discursos sobre la primera década de Tito Livio y la
Historia de Florencia.

2. La obra
Il Principe se puede enmarcar como un ensayo político, dentro del género de los
“espejos de Príncipes” (specula principum), textos sobre “cómo gobernar”, dando
consejos de comportamiento a estadistas y dirigentes. Siguió el pensamiento
naturalista de Aristóteles (“para comprender el significado concreto de las cosas
hay que, previamente, conocer todos y cada uno de los elementos fundamentales
que la componen”). Estableciendo en una forma muy estructurada, y con total
neutralidad, un pensamiento político basado en “presentar las cosas como son en la
realidad y no como las cree el vulgo” (Cap. XV).

Con sus consejos, Maquiavelo rompió totalmente el esquema ensayístico de su


época. Destaca por su sencillez y la forma directa, sobria y estructurada de exponer
sus ideas. Expresa una opinión y lo hace de manera esquemática: plantea la idea,
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añade ejemplos históricos (al menos uno de su tiempo, y otro de la antigüedad


clásica, modelo de la época; comparando por ej., a Oliverotto de Fermo con
Agátocles el siciliano, Capítulo VIII; “De los que llegaron a príncipes por medio de
maldades”), finalizando con una síntesis que enfatiza sus razones, con el peso de la
historia que él necesita para su argumentación. Exhibe un agudo sarcasmo, y una
tendencia por las citas o sentencias, que emplea para clarificar conceptos y reiterar
argumentos. Ejemplos: “Los hombres atacan por miedo o por odio” (Cap. VII);
“Quien deja lo que se hace por lo que debería hacerse no hace más que aprender la
ruina en vez de la salvación propia.” (Cap. XV)

Casi toda la obra fue escrita en la segunda mitad de 1513, excepto la dedicatoria y
el último capítulo. La primera edición e impresión data de 1532. Se compone de una
dedicatoria y 26 capítulos de distinta extensión, cuya sinopsis es la siguiente:

Parte de la Sinopsis Personajes


obra
Dedicatoria
Capítulo I: Tres clases de Principados: a) Hereditarios (los que han sido Francisco Sforza
De las varias adquiridos y sostenidos bajo una dinastía familiar). b) Fernando II de
clases de Nuevos (los súbditos están habituado a convivir con su Aragón
Principados y Príncipe). c) Nuevos anexionados al hereditario (también
del modo de denominados Mixtos; tomados con armas propias o ajenas,
adquirirlos. sea por valor o por ingenio; viviendo bajo un Príncipe o en
libertad).
Capítulo II: Más sencillos de gobernar que los nuevos; el Príncipe Luis XII de
De los natural solo debe mantener la organización constituida por Francia
Principados sus antecesores; aunque el Príncipe sea poco hábil, su Papa Alejandro
Hereditarios. pueblo lo amará y no tendrá que ofender para mantener su VI
Duques de
Principado. Ferrara
Capítulo III: Plantean diversas dificultades: quienes cambian de señor, Luis XII
De los armándose contra su antiguo gobernante con la expectativa
Principados de mejorar con el cambio, casi siempre se convencen con la
Mixtos. experiencia que su situación ha empeorado; pues el Príncipe
nuevo ofende a sus nuevos súbditos, con la permanencia de
tropas, o con las molestias propias de la conquista. Así, el
Príncipe nuevo tendrá por enemigos a todos los ofendidos y
no puede conservar como amigos a quienes le colaboraron
para adquirir dicho Principado, pues no puede satisfacerlos
totalmente ni reprimirlos rigurosamente, ya que, por más
tropas que tenga, el Príncipe necesitará siempre de la
voluntad de sus habitantes para gobernar el territorio.
Reconquistados los Principados que se rebelan, es más
difícil perderlos; ya que el Príncipe puede recuperar su
poder con menos reparo en cuanto a los medios para
lograrlo. Es más fácil conservar aquellos Principados que se
unen a otro más antiguo del Príncipe conquistador, o sean
del mismo país o lengua, sobre todo si están acostumbrados
a ser libres. Para poseerlos con seguridad basta haber
extinguido el linaje del Príncipe antiguo, sin alterar las
costumbres, leyes o tributos, ni imponiendo condiciones
nuevas, viviendo así los nuevos súbditos sosegadamente.
Surgen más dificultades al adquirir Principados en comarcas
distintas en usos, costumbres, leyes, lengua y régimen,
requiriéndose gran ingenio y fortuna para conservarlos.

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Entre las formas más eficaces de conseguirlo, están: a) Que


el Príncipe conquistador vaya a residir allí, lo cual asegura,
entre otras cosas, evitar la explotación impune de los
funcionarios, pues los reclamos se hacen directamente ante
el Príncipe. b) Enviar colonias, poco gravosas y casi
indiferentes al interés general, que mantener ejércitos, con
los cuales gastará infinitamente más y consumirá las rentas
del propio país. Quien adquiere un Principado de tales
condiciones, debe volverse el defensor de los Príncipes más
débiles y buscar la forma de debilitar a los más fuertes,
evitando la presencia en su territorio de Príncipes
extranjeros tan fuertes como él, pues los Príncipes débiles
se concentrarían alrededor del extranjero, dada la envidia
natural que tienen hacia el Príncipe regente. El Príncipe
prudente, resuelve los males presentes y precave los que
están por venir.
Capítulo IV: Todos los Principados han sido gobernados en dos modos Dario de Persia
Por qué, diferentes: a) Por un Príncipe absoluto, ante el cual son Alejandro
ocupado el esclavos todos los demás hombres; entre los cuales escoge Magno
reino de sus ministros para que le ayuden a gobernar el reino. En
Darío por estos Principados, el Príncipe tiene mucha más autoridad. b)
Alejandro, no Por un Príncipe rodeado de personas que no gobiernan por
se rebeló favor particular del primero, sino en virtud de un derecho
contra sus inherente a la antigüedad de su linaje, teniendo a su vez
sucesores vasallos y señorío propio. En estos reinos, la estabilidad solo
después de se logra anulando las familias de los antiguos señores, para
su muerte. que los súbditos no reconozcan otro dominio sino el del
Príncipe.
Capítulo V: Existen tres maneras de gobernarlos dichos Principados: a)
De qué Arruinar a estos Estados. b) Fijar el Príncipe conquistador su
manera residencia en ellos. c) Exigirles un tributo y constituir un
deben gobierno, compuesto por un pequeño grupo de personas
gobernarse que mantenga en paz el país. El Príncipe que se apodere de
los Estados una ciudad o provincia acostumbrada a gozar de su libertad
que, antes y no la destruya, debe temer ser destruido por ella. En
de ocupados aquellas acostumbradas a vivir sujeta a un Príncipe cuya
por un nuevo dinastía se haya extinguido, no son capaces de avenirse
Príncipe, se para elegir otro nuevo ni proclamarse libres. Mientras que
regían por en las republicanas, hay más valor; se hace más fuerte el
leyes aborrecimiento y más vivo el deseo de venganza, ante lo
propias. cual el modo más seguro es, o arruinarlas, o fijar en ellas su
residencia.
Capítulo VI: Quienes llegan a ser Príncipes por medios semejantes a los Moisés
De los de los grandes héroes de la antigüedad, adquieren la Ciro de Persia
Principados soberanía superando graves obstáculos, pero la conservan Rómulo
que se sin mayor esfuerzo. Las dificultades que enfrentan nacen de Teseo
Hierón de
adquieren las modificaciones que necesitan introducir, especialmente Siracusa
por el valor cuando se trata de nuevas leyes, pues se tendrá como
personal y enemigos a quienes se sentían satisfechos con las leyes
con las antiguas, y no puede contar sino con aquella minoría a
armas quienes estas nuevas leyes resultan más ventajosas,
propias. quienes son débiles frente a la mayoría. Por eso, todos los
profetas armados, mientras que fracasaron los desarmados,
lo cual se explica además, por la volubilidad de los pueblos,
prestos a decidirse por una opinión nueva e inconstantes
para sustentarlas. Por ello, se hace necesario tomar
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medidas para obligarles a aceptar aquello mismo que


aceptaron en su momento, pero empiezan a no querer.
Capítulo VII: Estos Príncipes no tienen más fundamento que la voluntad y Darío de Persia
De los fortuna de quienes los pusieron en el poder, bases mutables Francisco Sforza
Principados e inseguras, pues ni ellos saben ni pueden mantenerse en César Borgia
nuevos que semejante dignidad. No saben, porque quien ha vivido como Ramiro d’Orco
Papa Julio II
se adquieren particular, por lo general ignora el arte de mandar (salvo Papa Alejandro
por la que tenga un talento o espíritu excepcional), y carece de VI
fortuna y con tropas con cuyo afecto y fidelidad puedan contar.
las armas
ajenas.
Capítulo VIII: Si bien no es virtud cometer crímenes para ser Príncipes, Agátocles de
De los que puede llamarse bueno a lo que es malo en sí mismo, cuando Siracusa
llegaron a la crueldad se usa por una sola vez por la necesidad de Fermo
Príncipes por afianzar el poder y luego no se repite, procurando que lo Oliverotto
César Borgia
medio de hecho se convierta en beneficio del pueblo. Los daños
maldades. deben hacerse todos de una vez, pues cuando menos se
repitan, menos ofenden; y los beneficios conviene
ejecutarlos poco a poco, para que se saboreen mejor.
Capítulo IX: Es aquel adquirido mediante el fervor y la asistencia de sus Nabis de
Del conciudadanos, lo cual supone mucha habilidad y Esparta
Principado aprovechar una ocasión favorable. Este tipo de Principado lo
civil. fundan el pueblo o los nobles según la fortuna, en este
último caso, tomando como caudillo a uno de la primera
clase para subyugar a su pueblo. Es más fácil contentar al
pueblo que a los nobles (éstos quieren ejercer la tiranía y
son especialmente traicioneros, mientras aquellos se
contentan con evitarla). El Príncipe se verá pronto
abandonado por un pueblo que no le tenga afecto, como por
los nobles contra cuyo gusto gobierne. Debe recordar que
tiene que vivir con su mismo pueblo, pero no con sus
mismos nobles, a quienes puede elevar o abatir. El Príncipe
prudente debe conducirse de tal modo que siempre estén
sus súbditos persuadidos de que le necesitan y no pueden
vivir sin él. Así le serán fieles.
Capítulo X: Solamente pueden sostenerse por sí mismos, los
Cómo deben Principados que tengan la cantidad suficiente de hombres y
medirse las dinero para presentar en campaña un ejército contra quien
fuerzas de los acometa. Por eso, el Príncipe debe mantener bien
los abastecidas y fortificadas las ciudades de su residencia, y
Principados. no tendrá nada que temer si se ha conducido bien con otros
gobiernos y con su pueblo. El agresor no se podrá mantener
con su ejército un largo tiempo fuera de su Principado,
delante de una plaza que está bien defendida. Los hombres
no gustan embarcarse en empresas difíciles sin alguna
probabilidad de éxito.
Capítulo XI: No se adquieren con tanta facilidad como se conservan. Solo Papa Julio II
De los se obtienen por el mérito o la fortuna. Al fundarse en Papa Alejandro
Principados antiguas instituciones religiosas, los Príncipes eclesiásticos VI
eclesiásticos. se sostienen sin mayor esfuerzo, siendo los únicos que Papa León X
poseen Estados sin defenderlos y tienen súbditos sin
gobernarlos. Son los únicos Principados cuyas tierras se
respetan y cuyos vasallos no tienen medios ni voluntad para
sustraerse de su dominio, en los cuales el Príncipe
encuentra ventura y seguridad, porque se gobiernan por
medios superiores a la razón.
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Capítulo XII: Tres tipos: a) Nacionales. b) Mercenarias, empleadas por los Carlos VIII
De las Príncipes eclesiásticos. Son inútiles y peligrosas, porque Alberigo de La
diferentes tienen poca unión entre sí, son ambiciosas, cobardes frente Emisión
clases de al enemigo y no guardan disciplina ni fidelidad. El Príncipe Braccio da
Montone
milicia y de debe evitar tales tropas, pues por servir en interés de un Francisco Sforza
los soldados salario que nunca equivale al riesgo de perder la vida, solo
mercenarios. sirven con gusto en tiempo de paz. c) Mixtas.
Capítulo XIII: Las tropas auxiliares son las que recibe un Príncipe, Papa Julio II
De los prestadas de sus aliados para su socorro o defensa. Son tan Fernando I de
soldados inútiles como las mercenarias, útiles a quien las envía, pero Aragón
auxiliares, funestas al Príncipe que se sirve de ella, pues si es vencida, César Borgia
Hierón de
mixtos y es este quien sufre la pérdida, o es vencedora, queda el Siracusa
mercenarios. Príncipe a su discreción. Pues solamente se sujetan a la David
obediencia de un extranjero. Luis XI de
Francia
Capítulo XIV: El arte de la guerra es el principal objeto de estudio de los Francisco Sforza
De las Príncipes en tiempos de paz, por ser la ciencia de quienes Aquiles
obligaciones gobiernan. Nada contribuye más a perder un Príncipe su Alejandro
del Príncipe autoridad, que no ser capaz de ponerse al frente de sus Magno
Escipión
en lo tropas, por lo cual debe cuidarse siempre de no perder el Ciro de Persia
concerniente aprecio de sus súbditos. No puede compararse entre los Filipo de
al arte de la hombres armados y los desarmados, pues los primeros Macedonia
guerra. mandan y los segundos obedecen.
Capítulo XV: El propósito de Maquiavelo es presentar las cosas como son
De las cosas en la realidad, y no como las cree el vulgo, pues es distinto
por las que saber cómo viven los hombres que saber cómo deberían
los hombres, vivir. El hombre que quiere conducirse con honestidad será
y la víctima de quienes obran con maldad. Así, el Príncipe que
especialment triunfa ha de saber ser malo, y usar ese conocimiento si lo
e los necesita para defender sus intereses. Debe evitar aquellos
Príncipes, vicios cuya infamia le puede acarrear perder su mando, y
son alabados aquellos que sin ofrecer tanto peligro, puedan dominarle.
o Pero no debe hacer caso a las censuras hechas por los
censurados. crímenes que le ayuden a vigorizar su poder. Siempre habrá
virtudes que si las aplica conducirán a su ruina, y vicios que
en la práctica le producirán provecho.
Capítulo XVI: Siempre es mejor para el Príncipe ser poco generoso (y Ciro de Persia
De la contentar a unos pocos, siendo tenido por avaro) que serlo Julio César
liberalidad y demasiado, de tal manera que después no sea temido ni Papa Julio II
de la respetado, pues no reparará en gastos, y para mantener su Luis XII de
Francia
miseria. reputación suele verse obligado a gastar los recursos del
Estado e imponer impuestos a sus vasallos, con lo cual
terminará siendo aborrecido.
Capítulo Un Príncipe debe ser clemente pero a tiempo y con medida.
XVII: De la La crueldad es necesaria cuando se trata de mantener al
clemencia y pueblo dentro de los límites de la obediencia. Se muestra
de la entonces más humano haciendo un número corto de
severidad, y castigos, y la pena impuesta sobre los delincuentes solo
si vale más recae sobre algunos súbditos, evitando el desorden y el
ser amado caos general del Principado. En lo posible se debe ser
que temido. amado y temido, pero es preferible ser temido, si no se
puede ser amado, pues no es igual hacer sentir en igual
grado a todos.
Capítulo Hay dos formas de proceder, que debe saber emplear el
XVIII: De qué Príncipe: a) Por las leyes, manera de actuar propia de los
modo deben hombres. b) Por la fuerza, forma propia de las bestias. Sin
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guardar los embargo, cuando las leyes no alcanzan, es necesario


Príncipes la recurrir a la fuerza. De las cualidades de los animales, el
fe Príncipe debe tomar las que distinguen al león y al zorro, y
prometida. valerse de ambas: fuerte como el león y astuto como el
zorro. El Príncipe prudente no debe supeditarse al
cumplimiento de sus promesas, pues los hombres son malos
por naturaleza y siempre están dispuestos a incumplir su
palabra. Siempre sale mejor librado quien se presenta
astuto como el zorro, representar bien el papel y saber
disimular y fingir, pues para quien engaña, siempre habrá
quien se deje engañar.
Capítulo XIX: El Príncipe debe huir de la rapacidad, de cometer atropellos Mícer Aníbal
El Príncipe contra sus súbditos y sus bienes, pues este tipo de ofensas Bentivoglio
debe evitar no se perdonan. Al contrario, en sus actos deben Príncipe
ser resplandecer el valor, la gloria, la energía. Sus fallos deben Canseschi
aborrecido y ser irrevocables al administrar justicia, dando la impresión
despreciado. de que a toda costa mantiene la justicia. Así adquirirá
prestigio y será más difícil conspirar contra él, por la
adhesión de su pueblo. Debe dejarse a cargo de otro la
imposición de obligaciones, cargas y castigos, reservándose
el Príncipe la concesión de gracias y mercedes. El odio se
produce igualmente por proceder bien que por obrar mal:
por eso, el Príncipe puede ser malo cuando a quien necesita
halagar es corrupto, si el medio es eficaz para lograr sus
objetivos.
Capítulo XX: Para garantizar la seguridad del Principado, se puede: a) Nicolas Vitelli
Si las Desarmar a los súbditos. b) Fomentar la discordia entre Guidobaldo da
fortalezas y ellos. c) Procurarse intencionalmente enemigos. d) Construir Fontefeltro
otras fortalezas. e) Destruir las que tenían. Un Príncipe nuevo no
muchas desarma a sus súbditos, por el contrario, si están
cosas que desarmados, los arma, pues así emplean las armas a favor
los Príncipes del Príncipe, haciendo a los leales más leales y atrayendo a
hacen son quienes originalmente no lo son.
útiles o
perjudiciales.
Capítulo XXI: Lo que más contribuye a glorificar a un Príncipe son las Fernando I de
Cómo debe grandes empresas y hechos extraordinarios de que da Aragón
conducirse ejemplo, y mostrarse como verdadero amigo o enemigo, es
un Príncipe decir, mostrarse sin reparo favorable o desfavorable a
para adquirir alguien, lo cual resulta mucho mejor que permanecer
consideració neutral. No se debe aliar con otro más poderoso para atacar
n. a un tercero, pues después de la victoria se queda a su
merced. Debe procurarse la alegría de su pueblo con fiestas
y espectáculos, y mostrarse interesado en sus asuntos,
dando ejemplo de condescendencia y bondad. En saber
distinguir cual es el mal menor consiste el acierto del
Príncipe.
Capítulo Su elección es muy importante, pues da a conocer la
XXII: De los sabiduría de quien elige. La reputación del Príncipe depende
ministros o muchas veces del mérito o talento de quienes le rodean. Un
secretarios ministro debe permanecer siempre al frente de los asuntos
de los públicos y nunca ocuparse más de sus propios asuntos, o
Príncipes. entretener al Príncipe con sus asuntos particulares. Si no
están de acuerdo el Príncipe con su ministro, el primero
sufrirá más las consecuencias.
Capítulo El Príncipe debe estar siempre alerta de la adulación que
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XXIII: reina en las cortes, solo se libran de ella valiéndose de la


Cuándo debe prudencia y mucha habilidad. Pues los hombres tienen tanto
huirse de los amor propio y tan buena opinión de sí mismos, que es muy
aduladores difícil evitarla. Así, lo mejor que puede hacer el Príncipe para
librarse de los aduladores es manifestar que no les ofende la
verdad. El Príncipe debe tener consejeros y consultarlos,
cuando a él le acomode y no cuando quieran los demás.
Vengan de donde vengan, los buenos consejos deben
parecer nacidos del Príncipe, y no de sus consejeros. Hay
que tener en cuenta siempre que los hombres son malos si
la necesidad no les obliga a ser buenos.
Capítulo Un Príncipe nuevo tiene la oportunidad de adquirir gloria Federico de
XXIV: Por fundando una nueva nación, regida por leyes y ejércitos Aragón,
qué muchos nuevos y forjando alianzas convenientes. El Príncipe Ludovico el
Príncipes de antiguo, por su parte, debe congraciarse con su pueblo, Moro
Italia acertar en sus relaciones con el ejército y contener la
perdieron ambición de los grandes señores. El súbdito siempre olvida
sus Estados. los actos antiguos y desea aplaudir al Príncipe nuevo.
Capítulo Si de la fortuna depende la mitad de nuestros actos, de
XXV: nosotros depende la otra mitad. La fortuna ejerce su poder
Dominio que si no se le opone ninguna barrera. Los príncipes que se fían
ejerce la demasiado de la fortuna, se arruinan cuando ésta les
fortuna en abandona. Para sortearla, hay momentos en que es
las cosas necesario valerse de mucha prudencia y otros, por el
humanas, y contrario, en que el Príncipe puede o debe dejar algo al
cómo azar.
resistirla
cuando es
adversa.
Capítulo XXVI: Exhortación para librar a Italia de los bárbaros.

Gracias a El Príncipe, el nombre de Maquiavelo se ha asociado durante casi cinco


siglos, como sinónimo de cinismo y crueldad, una especie de apóstol de la
inmoralidad. En el s. XVI se le solía llamar “Lucifer” o Satán, “socio del Demonio en
el delito”, y toda su obra fue censurada por la Iglesia Católica, apareciendo en la
lista de los libros prohibidos (Índice Librorum Prohibitorum et Expurgatorum), hasta
1966. Bertrand Russell llamó a este libro: “un manual para gangsters”. Fue
duramente criticado, entre otros, por Diderot y por Rousseau en El Contrato Social
(lo consideraba una sátira de su tiempo); hasta Federico el Grande de Prusia escribió
un “Anti – Maquiavelo” (1740). Existe una versión con anotaciones de Napoleón
Bonaparte (encontrada en su carroza por los prusianos, después de la batalla de
Waterloo, 1815); el dictador Benito Mussolini escribió un prefacio para una edición
de este libro. Se dice que la obra fue la lectura cotidiana de estadistas como Josef
Stalin, Henry Kissinger y Richard Nixon, entre muchos otros. Curiosamente, existe
un libro oriental, muy similar a El Príncipe: el Arthashastra (“Tratado” o “Ciencia de
la política”), de Kautilya, autor hindú del s. IV aC; de gran influencia en la antigua
India hasta el s. XII dC.

3. Sus enseñanzas
Aunque Maquiavelo nunca lo dijo, se le atribuye la frase “el fin justifica los medios”,
que resume, de una manera elocuente pero sesgada, su pensamiento. Sesgada,
pues para entenderle completamente, hay que recordar la intención del libro

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(mostrar a Lorenzo de Medici como debe unificar Italia), y sus aparentes


contradicciones (y coherencia interna) respecto de su segunda gran obra, Discursos
sobre la primera década de Tito Livio, en la cual defiende una forma republicana de
gobierno.

En su obra, Maquiavelo pretende ofrecer una visión científica y realista de la política,


para lo cual se pregunta: ¿cómo se conserva el Estado? En otras palabras: ¿cómo se
conserva el poder? Para ello, plantea tres conceptos esenciales:

Neccesità (Necesidad) Virtù (Virtud) Fortuna (Fortuna)


El hombre es egoísta y Facultad de acción, vigor, Fuerza incontrolable que rige
corrupto por naturaleza. No osadía, coraje, orgullo, la nuestras vidas, la buena o
existe una ley ética natural; fuerza e inteligencia de una mala suerte, los cambios
la moralidad es exterior a la personalidad excepcional, imprevistos de las
naturaleza humana y nace cabal posesión de los medios circunstancias: “Siempre un
de la necesidad del Estado o cualidades para alcanzar cambio da pie a la
para mantener el orden un fin, incluyendo una cierta preparación de otro.” (Cap.
social (sistema de represión implacabilidad. Esta palabra II) El azar que se debe
estatal). no se refiere a la virtud, en el manejar, acomodándose a la
sentido cristiano habitual. La inestabilidad de los tiempos.
virtud del Príncipe nuovo, “Yo sostengo firmemente
consiste en saber poner las esto: que es mejor ser
pasiones humanas al servicio impetuoso que cauteloso;
del fin supremo (mantener el porque la Fortuna es mujer,
poder). y es necesario, si se la
quiere domeñar, humillarla y
golpearla.” (Cap. XXV)

La virtud del Príncipe consiste en luchar y someter a la Fortuna (“Considero que


puede ser cierto que la Fortuna es árbitro de la mitad de nuestras acciones, pero
también que nos deja gobernar la otra mitad, poco más o menos, a nosotros … ella
demuestra su poder allí donde no hay una virtud preparada para resistírsele”, Cap.
XXV), para conservar el poder: “Quien se ha confiado menos en la Fortuna se ha
mantenido más tiempo en el poder.” (Cap. VI) “Quienes con la sola ayuda de la
Fortuna se convierten de simples particulares en Príncipes llegan a su estado con
poco esfuerzo, pero les cuesta mucho mantenerse en él.” (Cap. VII) Pese a ser
caprichosa, la Fortuna puede no solo traer la ruina, sino grandes dones, como el
honor, la gloria y la fama. Puede influirse en ella, hasta dominarla, pero no para
siempre.

El interés general prima sobre el interés particular; moral y religión están


supeditadas al poder político. Lo anterior, pues la naturaleza egocéntrica y corrupta
del hombre es inmutable y sus reacciones son previsibles: “Los hombres olvidan
antes la muerte del padre que la pérdida del patrimonio”. (Cap. XVII) “Los hombres
se interesan más por las cosas presentes que por las pasadas, y cuando en el
presente encuentran el bien, disfrutan de él y no buscan nada más.” (Cap. XXIV)
“Los hombres siempre te saldrán malos a no ser que una necesidad los haga
buenos” (Cap. XXIII)

“Todos los profetas armados vencieron y los desarmados fracasaron … La


naturaleza de los pueblos es inconstante y es fácil persuadirles de algo, pero es
difícil mantenerlos convencidos. Por eso conviene estar preparado de tal manera

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que, cuando dejen de creer, se les pueda hacer creer por la fuerza.” (Cap. VI) “Entre
un hombre armado y uno desarmado no hay comparación posible, y no es de razón
que quien está armado obedezca de buen grado a quien está desarmado, ni que el
desarmado esté seguro entre servidores armados.” (Cap. XIV) El pensamiento de
Maquiavelo se basa en la atención a la realidad, sin ilusiones ni autoengaños. Así, se
desprende de una visión normativa (moralista) de la política, pues para él, el
hombre es malo, dominado por las pasiones, en especial la ambición, que conlleva
eventualmente a la discordia, como condición de la naturaleza humana, dispuesta a
presentarse cuando tenga la ocasión.

La política no es entonces, otra cosa que un arte, una técnica autónoma de


adquisición, preservación e incremento del poder, a través de la fuerza (represión).
Un plano donde la moral no es siempre aplicable, en el cual la historia se repite de
forma causal, donde la supervivencia es el único curso de acción: El Príncipe: “debe
tener un ánimo dispuesto a moverse según le exigen los vientos y las variaciones de
la fortuna y a no alejarse del bien, si puede, pero a saber entrar en el mal si se ve
obligado” (Cap. XVIII). El Príncipe personifica el poder del pueblo, quien se lo ha
delegado, permitiéndole incluso llegar al poder por la fuerza, y mantenerlo mediante
el engaño: “No pueden haber buenas leyes donde no haya buenas armas” (Cap. XII).
El Príncipe debe ser primero amado que temido; pero de no poderse lograr dicha
condición, deberá preferir ser temido que amado, pues el estado emocional del
temor es más fácil de manejar que el afecto: el temor infunde mucho mayor
respeto: “Debe (…) el Príncipe hacerse temer de manera que, si no se gana el amor,
cuando menos evite el odio; porque puede muy bien ser temido y no odiado al
mismo tiempo.” (Cap. XVII) “Los hombres atacan o por miedo o por odio.” (Capítulo
VII)

El Príncipe debe saber manejar dos facultades irracionales: la fuerza del león (el
respaldo del ejército), y la astucia del zorro (la suya propia, o la de sus consejeros):
“Debéis, pues, saber que hay dos modos de combatir: uno observando las leyes
morales, el otro mediante el uso de la fuerza: el primero es propio del hombre, el
segundo de las bestias; pero puesto que el primero muchas veces no basta,
conviene recurrir al segundo. Por lo tanto, a un Príncipe le es necesario saber utilizar
a la bestia y al hombre … Estando, pues, un Príncipe obligado a utilizar
perfectamente a la bestia, debe elegir de entre ellas al zorro y al león; porque el
león no se defiende de las trampas y el zorro no se defiende de los lobos. Es, pues,
necesario ser zorro para conocer las trampas y león para espantar a los lobos.
Quienes solo remedan al león no saben lo que hacen.” (Cap. XVIII) Así, son
cualidades del Príncipe las siguientes:

a) Excluir la apreciación moral: al Príncipe piadoso cristiano, Maquiavelo


contrapone un Príncipe preocupado solamente por la eficacia, con una moral
utilitarista, quien no asume ningún juicio moral ni sobre los fines ni sobre los
medios: “Hay tanta diferencia entre cómo se vive y cómo se debería vivir,
que quien deja lo que se hace por lo que se debería hacer encuentra antes su
ruina que su preservación: porque un hombre que quiera hacer en todo
profesión de bueno labrará inevitablemente su ruina entre tantos que no lo
son. Por eso, un Príncipe que quiera mantenerse en el poder, es necesario
que sea capaz de no ser bueno, y que aprenda a actuar de un modo o de otro
según le convenga … Si uno lo considera todo debidamente, encontrará algo
que parecerá virtud, pero que si lo siguiera sería su ruina, y algo que
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parecerá vicio, pero que si lo sigue se derivan de ello su seguridad y


bienestar.” (Cap. XV)

b) Tener conocimientos militares: “El Príncipe no debe cesar … de pensar en el


ejercicio de las armas y en los tiempos de paz, debe darse a ellas todavía
más que en los de guerra.” (Cap. XIV)

c) Ser astuto: “Es pues necesario que un Príncipe que desea mantenerse,
aprenda a poder no ser bueno y a servirse o no servirse de esta facultad
según que las circunstancias lo exijan.” Ello resultó escandaloso en una época
en la cual se pretendía mostrar al Príncipe como un modelo de bondad,
sustentándose la legitimidad de su poder, y la obediencia del pueblo, en su
virtuosidad.

d) Ser avaro, en vez de generoso: la pobreza es un mal que el Príncipe debe


evitar a toda costa, para poder mantenerse en el poder: “En nuestra época
sólo hemos visto hacer grandes cosas a quienes eran tenidos por mezquinos
… No hay nada que se consuma tanto a sí mismo como la liberalidad, pues
mientras la usas pierdes la facultad de usarla y te conviertes o en pobre y
despreciable o, para huir de la pobreza, en rapaz u odioso.” (Cap. XVI)

e) ¿Ser amado, o temido? Según fuera señalado anteriormente, es necesario ser


lo uno y lo otro. La crueldad es necesaria a veces. En general, es mejor ser
temido, pero cuidándose de no suscitar odio: “A los hombres se les debe
adular o destruir, porque se vengan de las pequeñas ofensas, ya que de las
grandes no pueden; así que la ofensa que se haga a un hombre debe ser tal
que no haya posibilidad de venganza.” (Cap. III) “Se engaña quien cree que
los nuevos beneficios hacen que los grandes hombres olviden las viejas
injurias” (Cap. VII) “Las injurias deben hacerse todas a la vez, a fin de que,
saboreándolas menos, ofendan menos; y los favores deben hacerse poco a
poco, a fin de que se saboreen mejor … Al apoderarse de un estado, el que lo
ocupa debe examinar todas aquellas ofensas que le será necesario hacer y
llevarlas a cabo todas a un tiempo para no tener que renovarlas cada día y
poder así, al no renovarlas, tranquilizar a sus hombres y ganárselos con
favores.” (Cap. VIII)

f) ¿Ser fiel a sus compromisos? Maquiavelo rechaza el modelo feudal del


Príncipe virtuoso, quien respeta el honor y cumple siempre su palabra: “No
puede … un señor prudente, ni debe, cumplir su palabra cuando tal
cumplimiento se vuelva en contra suya y hayan desaparecido los motivos que
le obligaron a darla. Y si todos los hombres fuesen buenos, este precepto no
lo sería; pero, puesto que son malos y no cumplirían su palabra contigo, tú
etiam no tienes que cumplirla con ellos.” (Cap. XVIII) Porque: “El odio se gana
tanto mediante las buenas obras como mediante las malas.” (Cap. XIX)

g) Utilizar la propaganda y la opinión pública: “A un Príncipe … no le es


necesario tener todas las … cualidades, pero sí le es necesario aparentar
tenerlas. Es más, me atrevería a decir esto: si las tiene y las observa siempre
son perjudiciales y, si aparenta tenerlas, son útiles; como aparentar ser
piadoso, fiel, humano, honesto y serlo de verdad, pero estar con el ánimo

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dispuesto de tal manera que, si es necesario no serlo, puedas y sepas


cambiar a lo contrario.” (Cap. XVIII)

Todo lo anterior, pues el Príncipe no debe tener otra guía de acción, que la “Razón
de Estado” (o “Raison d'État”, expresión popularizada en Francia en el s. XVII por el
Cardenal Richelieu): conservar el poder y, con ello, el Estado mismo, que no puede
ser distinto al fin de una República libre, pues es la única garantía de paz y orden
entre los individuos, de su propia integridad frente a la agresión interna y externa.
La “salud de la patria” es fin y bien supremo del individuo; seguridad y autonomía,
dependencia exclusiva del Estado en sí mismo.

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