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Aquí está una breve historia de Oseas. Oseas era un profeta del reino de las 10 tribus de
Israel, pero también era enviado a Judá. El profetizó durante el reinado de 4 reyes,
cubriendo un período de al menos 72 años. El libro de Oseas apunta a la inminente
destrucción de las 10 tribus y de la próxima caída de Samaria predicha en el capítulo 13
versículo 16. El cumplimiento vino cuando Samaria cayó durante el año 6º del reinado de
Ezequías.
“El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas:
Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica
apartándose de Jehová. 3Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual
concibió y le dio a luz un hijo”.
¿Comprende usted eso? El Señor le pidió a Oseas casarse con una mujer infiel y adúltera.
Y más adelante nos damos cuenta que ella no deja coquetear. Hasta donde yo sé, esa es
una demanda sin precedentes que Dios hace a un humano. Generalmente Dios advierte de
las dificultades con respecto de esas acciones, pero aquí, Él se lo pide al profeta.
Se explica la razón: “Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra
fornica apartándose de Jehová”. Era una lección objetiva para Israel.
La comunicación con Israel no terminó con el matrimonio de Oseas con una adúltera.
Continuó con los nombres con los cuales se llamó a los 3 hijos nacidos de esta unión.
1. Un hijo se llamó Jezreel, — “Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo
castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de
la casa de Israel”.
3. Su otro hijo se llamó Lo-ammi, — “Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois
mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios”.
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Advertencia: Deseo puntualizar la prominencia de Oseas como LA voz del SEÑOR en el
reino y que Dios ha elegido esta manera para hablar a la nación. Siempre que uso este
pasaje estoy preocupado de que alguien vendrá a mí y me dirá: “Chuck, el Señor me ha
mostrado que voy a casarme con una prostituta como un mensaje para los Estados
Unidos”. Mi respuesta a ellos es, ‘¡No, no, no, no!’
Dios estaba llamando a Israel en su infidelidad hacia Él. Ellos habían buscado otros Dioses
así como Gomer había buscado otros amantes. Gomer había tenido hijos con otros
hombres. Dios habla por medio de Oseas y dice (2:4),
5. Su madre había sido infiel y los había concebido en deshonra. Ella dijo, ‘Iré tras mis
amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida’.
Dios toma el caso real la experiencia de Gomer e ilustra lo que Israel había hecho al dejar a
Dios.
I. EL CERCO DE ESPINAS
6(b) y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos. 7. “Seguirá a sus amantes, y no los
alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: ‘Iré y me volveré a mi primer marido;
porque mejor me iba entonces que ahora’”.
Yo creo que hay un principio en esta historia. Existe algo poderoso en orar poniendo un
cerco de espinas alrededor de alguien, lo cual tendrá un efecto en su destino eterno.
Permítame darle una ilustración.
Un joven ministro estaba continuando sus estudios en el seminario. Un día el se dio cuenta
de que su esposa lo había dejado. Ella se había ido a trabajar a un bar como bailarina y
mesera. Su relación con el propietario progresó hasta el punto en que ella iba a casarse
con él y a divorciarse de su esposo. Mientras tanto, el joven ministro había escuchado los
principios del “cerco de espinos”, y comenzó a orar poniendo un cerco de espinos alrededor
de su esposa reincidente.
2. Ella perseguirá a sus amantes pero no los alcanzará; los buscará pero no los
hallará.
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3. Ella volverá a su esposo”.
Aquí está lo que comenzó a suceder justo el día siguiente. Sin razón aparente, los clientes
del bar dejaron de darle propinas a ella. El segundo día, los clientes dejaron de ir al bar por
causa de ella. El tercer día, el propietario la despidió y canceló los planes de la boda. Ella
estaba básicamente en la calle, y llamó al único amigo que tenía, su esposo. “Todo me
está saliendo mal. ¿Puedo volver a casa?” dijo ella. Él la tuvo en casa 3 días después de
que comenzó a orar poniendo el cerco de espinas alrededor de su esposa.
Creo que un cerco de espinas construye una barrera espiritual la cual la gente no puede
atravesar sin lastimarse significativamente. Es como lanzarse contra un arbusto de espinas
real con sus afiladas puntas. Regresarías inmediatamente de de tu destino si hay espinas
en tu camino.
El cerco de espinas es un arbusto de espinas invisible que Dios pone en el camino del
rebelde. Una vez que ellos corren hacia él siente dolor de alguna manera.
Job oraba que Dios pusiera un cerco de protección alrededor de sus hijos porque él
tenía miedo de que ellos estuviesen maldiciendo a Dios en sus corazones (Job 1:10)
En Ezequiel (22:30) Dios buscó un hombre que hiciese una cerca entre el pueblo y la
ira de Dios.
Pablo probablemente sentía los efectos de algún cerco de espinas cuando Dios le
dijo, “dura cosa te es dar coces contra el aguijón” (literalmente, el aguijón para arrear a un
buey).
Dios no está en contra de permitir que el descarriado sufra el dolor de sus decisiones. Él no
está en contra de poner un cerco invisible de espinas en su camino para traerlo de regreso.
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Jesús oró por Simón Pedro (Lucas 22:31,32) “Dijo también el Señor: Simón, Simón,
he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti,
que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”.
Yo creo que esa no fue una oración de “Ahora me voy a dormir”. Creo que Jesús
intercedió por él con gran tensión y emoción.
Job intercedía por sus hijos debido a su estilo de vida. Job 1:5 dice que él los
consideraba diariamente. El versículo 10 dice que Satanás reconocía el cerco que Dios
había puesto alrededor de Job y su familia.
Somos muy propensos a las fórmulas; pero esto no es una fórmula. Esto es una persona
poniéndose de acuerdo con Dios para traer al rebelde a casa. Es el resultado de cuando
Dios se mueve a favor de uno de sus Hijos para traer de regreso a uno que está
descarriado.
IV. SEGUIMIENTO
Ponga especial atención a este punto. No todos los que desean que Dios ponga un cerco
de espinas al camino de un ser amado están listos para el seguimiento que esto requiere de
ellos.
“Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. 15Y le daré
sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los
tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. 16En aquel
tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali”.
Aquí están las 5 respuestas que se requieren de alguien que ora por un cerco de espinas
alrededor de alguien que está en desobediencia.
Sacarlos de la influencia negativa. Hacer el hogar más feliz que cualquier otro lugar en el
mundo. Note que la Palabra dice “atraeré”, no impulsar, predicar o presionar.
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El mejor ejemplo de esto es el padre del hijo pródigo. No hubo reprensión, solo consolación
y ayuda. ¡Oh, que el Señor nos dé un tono apacible para atraer al rebelde de regreso al
Señor, a la casa y a la familia!
Esto es una inversión para su seguridad y metas futuras. Estamos tentados a decir, “como
hiciste tu cama, así dormirás”, en otras palabras “Sufre las consecuencias de tu pecado!”.
¡Pero nuestra responsabilidad es dar seguridad y esperanza!
La persona que atrae al extraviado debe también trabajar para su felicidad. Todos los
errores cometidos deben ser perdonados. Nada debe estorbar en al camino de la
reconciliación.
5. “me llamarás Ishi (marido), y nunca más me llamarás Baali (amo)” (v. 16)
Esto es más que respeto, esto es una comunión íntima; como una comunión en el Espíritu.
Por ejemplo, una mujer vino a mi preocupada porque su hijo adolescente se había ido de la
casa después de una discusión. Él era un chico de buen carácter, pero cuando estaba solo,
era propenso a meterse en problemas. “¿Qué debo hacer?” preguntó la madre, quien
usualmente estaba malhumorada. Yo le pregunté qué deseaba ella que sucediera. Ella
respondió, “deseo que Tim vuelva a casa. Prefiero tenerlo aquí a que esté en las calles”.
Yo le sugerí que oráramos poniendo un cerco de espinos alrededor de Tim para que él no
encontrara satisfactorio estar fuera de la casa, que sus amigos se alejaran de él, y que él
pudiera regresar. Dentro de 10 días la madre llamó diciendo que Tim había regresado a su
casa muy cambiado. Ahora era cooperativo, ayudador, y respetuoso. Él no habló mucho
de sus experiencias, pero demostraba de muchas maneras que estaba feliz de estar en
casa.
En otro caso, un hombre estaba demandado para divorcio. Él fue con un doctor cristiano a
causa de su ansiedad. “¿Por qué me está sucediendo esto a mí?” preguntó el hombre. El
doctor le dijo, “Hay dos razones principales. La primera, porque usted no es salvo. La
segunda es porque usted no está tratando bien a su esposa”.
Fueron a la corte y él dijo al juez que había estado dando a su esposa más de lo que ella
había pedido; se estaba ateniendo a los derechos de visita; y se había portado muy amable
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hasta este punto. El juez sintió que había algo equivocado, el hombre no podía estar
haciendo todas esas cosas, y si así fuera estaba escondiendo algo. Entonces el juez
ordenó un examen psiquiátrico.
El hombre se reunió con 2 psiquiatras indicados por la corte. Uno de los psiquiatras era
divorciado y el otro estaba en proceso de divorciarse. Ellos le dijeron a él, “Sus respuestas
no muestran enojo, pero usted debe estar enojado. Todos los que están por romper su
matrimonio están enojados, así que lo vamos a poner de todas maneras”.
El abogado del hombre estaba estupefacto. “Nos van a aniquilar en la corte”, dijo. Fueron
a la corte por segunda ocasión. El abogado sugirió que usaran el hecho de que su esposa
había sido infiel en su contra. “Es el único argumento que tenemos”. Pero el hombre no
permitió que usaran algo despectivo contra su esposa. Su doctor cristiano estuvo con él
durante el proceso. En un punto él volteó con su doctor y le susurró, “¿está seguro de que
esto está funcionando?”.
El juez comenzó a hacer al hombre una serie de preguntas acerca de los términos de la
liquidación de la disolución del matrimonio.
“¿Qué va a pasar con la casa?” El hombre respondió, “Ella necesita la casa, que se la
quede toda”. “No”, dijo el juez. “Van a dividir 50% por equidad”.
“¿Qué tal los muebles?” “Déselos a ella”, dijo el hombre. “No”, contrarrestó el juez “50% y
50%”.
“¿Y las joyas?” “Son de ella. Que ella las tenga todas”. “No 50% y 50%” dijo el juez.
Su abogado salió boquiabierto de la corte. “Nunca había visto un caso como este en mi
vida. Ni siquiera consideraron el testimonio de los psiquiatras”.
Más tarde ese día, el novio de su esposa apareció y comenzó a suscitar una pelea, pero el
hombre no peleó. “Nos tendiste una trampa con este juego psicológico. Esperábamos
obtener algo mucho mejor que eso. ¡Ahora no tenemos nada!”, dijo con la cara enrojecida
de furia.
Como la esposa no consiguió la liquidación que deseaba, su novio la dejó. Ahora ella
estaba completamente sola. El plan falló. El juez de alguna manera frustró su proyecto.
Sorprendentemente, ella volvió en sí y llamó a su marido y le dijo, “Tú me has tratado mejor
que cualquiera. Todo lo que yo hice fue herirte y sólo has estado cediendo conmigo. No
hay razón para que te abandone. ¿Puedo volver a casa?”. Él la aceptó de regreso otra
vez.
Recuerdo una mujer que anteriormente estaba en el pastorado que tenía hijas gemelas, las
cuales a la edad de 15 años constantemente se escapaban de la casa y se metían en
problemas. La policía las encontraba, y las traía de regreso, y una o dos semanas después
se escapaban de nuevo. Su madre tenía un estado mental extremadamente angustiante.
Estaba desesperada. Ella no sabía si algún día iba a ver la fotografía de sus hijas en la
primera plana del periódico como víctimas de asesinato, o nunca más volver a saber de
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ellas. Ahora ellas tenían 17 años. Una estaba embarazada y la otra tenía un trabajo donde
constantemente conocía chicos sin principios. El hecho es que a pesar de que esta joven
había sido criada en una iglesia, ella misma tenía muy pocos principios morales.
La madre me había escuchado predicar acerca del cerco de espinas. Ella dijo, “Estoy
desesperada. Intentaré cualquier cosa. ¿Cómo funciona eso” Yo le expliqué y acordamos
orar por su hija.
Un día ella me llamó y me dijo, “¿Qué cree? Acabo de recibir una llamada del jefe de Amy.
Él ya no quiere que ella esté trabajando para él. Él dijo que ella molesta a los clientes y que
no desea que ella regrese. Me dijo que viniera a recogerla”.
Después de 4 meses a partir de ese día, Amy tomó la decisión por sí misma de ir a un
programa llamado Nueva Vida para Señoritas en Chicago. Cuando terminó la fase inicial,
ella fue a la fase de discipulado en Pennsylvania. Ella sigue viviendo para el Señor ahora
en Ohio.
V. EL ESPÍRITU DE PROSTITUCIÓN
En el Nuevo Testamento, Jesús sanó a una mujer, de quien él dijo que tenía un “espíritu de
enfermedad”, el cual era el causante de su enfermedad.
En otro lugar un hombre trajo a su hijo a Jesús, y mientras él estaba allí el muchacho fue
golpeado por un ataque. Jesús sanó al joven echando fuera el “espíritu de mudo y sordo”.
En los pasajes que acabamos de leer de Oseas, Dios había registrado 2 ocasiones en las
que la causa del problema de Israel fue un “espíritu de prostitución”. Note los efectos.
Síntomas:
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Crea apetito por lo ilícito. Apetito por la pornografía. Un apetito por lo
inmoral.
Trae extravío que da lugar a infidelidad tanto a Dios como a la pareja de
uno.
Crea fascinación con cosas extrañas.
Conclusión:
Si esa persona hace cosas extrañas que parece que está siendo impulsado por una fuerza
invisible para hacerlas;
La Biblia dice que las armas de nuestra guerra no son carnales, sino poderosas en Dios
para la destrucción de fortalezas.
2 Corintios 10:3-5 “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque
las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de
Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”.
Tome la autoridad sobre el “espíritu de prostitución” que aleja a las personas de Dios.
© Tomado del libro The New Every Morning Handbook – For family members and friends
(Nuevas Cada Mañana – Para familiares y amigos) de Peg. J. McCabe.
Reproducido con permiso
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info@exoduslatinoamerica.org