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Calidad de la
democracia.
Principal animador del actual
debate teórico y metodológico
sobre la “calidad de la
democracia”, Leonardo Morlino
nos presenta en este artículo la *
propuesta más consistente
elaborada hasta ahora tanto para
Notas para su discusión
entender el significado de este
nuevo concepto como para LEONARDO MORLINO**
aproximarse a su estudio empírico
riguroso.
¿QUÉ ES “CALIDAD”?
U
n análisis de la calidad de una electoral libre y justa y un nivel mínimo de dere-
democracia, es decir, un escru- chos civiles los mantiene por debajo de los límites
tinio empírico sobre qué tan requeridos para clasificarlos como democráticos. Lo
“buena” es una democracia, re- mismo vale para las democracias imperfectas (Merkl
quiere no sólo que asumamos y Croissant, 2000). Esta categoría incluye democra-
algunas definiciones de demo- cias “excluyentes”, que ofrecen sólo garantías limi-
cracia, sino también que establezcamos una noción tadas para los derechos políticos; democracias
clara de calidad. La definición mínima de democracia “dominadas”, en la que grupos de poder usan su in-
(véase Dahl, 1971) sugiere que dicho régimen cuenta fluencia para condicionar y limitar la autonomía de
cuando menos con: sufragio universal adulto; los líderes electos; y democracias “iliberales” que
elecciones regulares, libres, competitivas y justas; ofrecen únicamente garantías parciales sobre dere-
más de un partido político y más de una fuente de chos civiles. En realidad, estos últimos tres modelos
información. No olvidemos una adición importante específicos de democracia son también híbridos
(Schmitter y Karl, 1993, pp. 45-46): las instituciones institucionales, por lo que caen por debajo del mí-
democráticas, los derechos existentes y el proceso nimo previamente especificado.
de toma de decisiones no deben estar restringidos En contraste, las democracias delegativas (O’Don-
ni por las élites no elegidas ni por poderes externos.1 nell, 1994), algunas veces denominadas democracias
Entre esos países que reúnen estos criterios mínimos, populistas, encajan bien con el objetivo del presen-
es necesario realizar todavía un análisis empírico te análisis. Estos regímenes están basados usual-
profundo para detectar el grado en que han mente en un sistema de mayoría, llevan a cabo
conseguido los dos principales objetivos de una “elecciones relativamente limpias”, “los partidos, el
democracia ideal: la libertad y la igualdad. parlamento y la prensa son usualmente libres de
Así, el análisis de una buena democracia debe expresar sus críticas” y “la corte bloquea políticas
excluir los regímenes híbridos (Diamond, 2002), anticonstitucionales”. En la práctica, sin embargo,
Botella de «Vieux Marc», 1913, Picasso.
cuyas deficiencias para asegurar una competencia los ciudadanos en estas democracias “delegan a otros
*Ponencia presentada en el Panel “Qualità della democracia: quale interdisciplinarietà? ”, en el Congreso Anual de la Sociedad Italiana de Ciencia Política,
Trento, 14-16 de octubre de 2003. Traducción del inglés de Azul Aguiar y César Cansino.
**Universidad de Florencia, Italia.
1
Es innecesario decir que las instituciones europeas no son este tipo de poder.
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Kitschelt, et. al., (1999) también considera la “rendición de cuentas” como una dimensión procedimental.
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Se hace referencia a este tema en la siguiente sección.
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La definición mínima de gobierno de la ley, sugerida por Maravall (2002), se refiere a la implementación de leyes que (i) fueron promulgadas y aprobadas siguiendo
los procedimientos preestablecidos; (ii) que no son retroactivas…, sino generales, estables, claras y jerárquicamente ordenadas…; (iii) aplicadas a casos particulares
por cortes libres de influencia política y accesibles a todos, las decisiones de las cuales siguen los requerimientos procedimentales y que establece la culpabilidad a
través de medios ordinarios.
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Por ejemplo, el análisis del caso italiano se encuentra en Della Porta y Morlino (2001).
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Además de esta distinción existe otra más tradicional entre “rendición de cuentas a” y “rendición de cuentas para”. La rendición de cuentas vertical y horizontal son
formas de “rendición de cuentas a”. La “rendición de cuentas para” puede coincidir parcialmente con otras de las dimensiones aquí analizadas. Consecuentemente,
aceptar una distinción legal tradicional y desarrollar más la “rendición de cuentas para” nos llevará a una concepción de la calidad democrática enraizada en la noción
simple de rendición de cuentas. Esto entorpecerá la concepción pluralista y multidimensional propuesta aquí.
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No señalaré los problemas teóricos asociados con la relación entre responsabilidad (responsability) y la reciprocidad (responsiveness) que ha sido discutida en el
interior de la teoría de la democracia representativa. Para abundar en este punto véase Sartori (1987).
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Una pregunta común es por ejemplo “¿Qué tan satisfecho se encuentra con la forma en que la democracia funciona en su país?” Véase Morlino, 1998, cap. 7, para
más datos sobre el sur de Europa.
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Existe un número considerable de estudios cuantitativos que analizan este tema, incluyendo el de Eulau y Prewitt (1973); Eulau y Karps (1977); Verba y Nie (1978) y,
más recientemente, King (1990); Huber y Powell (1994).
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Para investigación en corrupción, véase Della Porta y Meny (1997) y Della Porta y Vannucci (1999).
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Esta igualdad es también sancionada por el sistema legal e incluida en manuales de derechos constitucionales (véase Caretti, 2002, cap. 5).
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Esto es una parte “simple” del párrafo 2, artículo 3 de la Constitución italiana (véase Caretti, 2002, pp. 150-151)
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El sitio web de la Unión Europea y también el de la Cámara de Diputados italiana proporciona el texto de esta carta. El sitio de la UE proporciona comentarios y
explicaciones sobre el documento. El Tratado sobre la Constitución Europea, aprobado por la Convención Europea (Junio 2003), ha absorbido el contenido de la Carta.
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Para más información acerca del problema del significado de democracia en el nivel de masas, véase Morlino (1998).
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en la segunda, los ciudadanos son capaces de eva- inadecuada en cualquiera de las dimensiones arri-
luar, con base en los resultados, cómo los regíme- ba analizadas. Por lo tanto, una democracia puede
nes funcionan. En la democracia efectiva, los caracterizarse eventualmente por un sistema legal
aspectos centrales están en las reglas y en la posi- que no forma parte de los valores democráticos, don-
bilidad de que esas reglas sean capaces de hacer de existe corrupción incontrolada y crimen organi-
responsables de sus acciones a los líderes gobernan- zado, la independencia de la corte de justicia es
tes; en la democracia con reciprocidad, la evalua- limitada, la resolución de las disputas legales re-
ción de los ciudadanos es la que cuenta. La primera quiere una larga espera y el acceso al sistema judi-
es eventualmente una visión desde arriba de la ca- cial es caro y por lo tanto excluyente. El concepto
lidad democrática. La segunda es una visión desde de O’Donnell de democracias delegativas (1994)
abajo. Pero el aspecto clave es entender empírica- correspondería a dicha democracia, con corrupción
mente cuál de estos dos modelos puede ser extendida, la ausencia de rendición de cuentas ho-
implementado en un nivel más amplio, así como rizontal y una débil rendición de cuentas vertical.
mejor analizado empíricamente. Por las razones En algunos análisis (véase, por ejemplo, Mair,
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Rocio Faugier
2002), las democracias populistas son regímenes sin cuentemente quebrando otras libertades. La ex-
partidos en donde la fragmentación de las identidades periencia con movimientos terroristas en Italia y
políticas e ideológicas así como el desconcierto Alemania, y la reacción de sus respectivos regí-
organizacional caracterizan el resquebrajamiento de menes democráticos, son muy buenos ejemplos de
los mecanismos representativos. Por consiguiente, esta dinámica. La nueva legislación, aprobada en
estos regímenes experimentan un menor fortaleci- Estados Unidos después de los ataques terroristas
miento en la rendición de cuentas y una mayor pre- del 11 de septiembre de 2001, va en el mismo sen-
sencia de movimientos y de “masas” en relación tido.
directa con los líderes políticos.15 Existe una democracia pobre o sin calidad cuan-
De igual manera, una democracia sin calidad do los derechos civiles están minimamente garanti-
puede caracterizarse por la ausencia de alternati- zados y el derecho político par excellence, el voto,
vas electorales, poca competencia entre las fuerzas está limitado a elegir entre listas que son designadas
políticas dominantes activas en el parlamento o en por la oligarquía del partido. En una hipótesis así,
el país, estructuras débiles o muy intermediarias. un único medio puede monopolizar la información,
Un tercer tipo de democracia pobre o sin calidad con los resultados esperados en términos de una
se distingue por estar pobremente legitimada o influencia exagerada sobre la opinión pública y al-
ilegitimada debido a un descontento muy extendi- ternativas restringidas para utilizar otras formas y
do. Una democracia de este tipo, experimenta con fuentes de información.
frecuencia múltiples retos para sus instituciones, por Una democracia sin calidad, donde las diferen-
grupos más o menos organizados que llevan a cabo cias sociales y económicas son particularmente
protestas, huelgas y demostraciones de manera más acentuadas, puede surgir en presencia de profun-
o menos regular. El resultado es que los gobier- dos problemas económicos cuando las políticas eco-
nos, en reacción a estos retos, se defienden fre- nómicas buscadas por el gobierno se basan en fuertes
15
El fenómeno populista, con el establecimiento de su gente al centro de la democracia, ha sido recientemente analizado como una reacción a las tensiones, el
descontento, la insatisfacción y la protesta —en una palabra, al malestar democrático que ha enfrentado en los últimos años Europa Occidental (Meny y Surel, 2002).
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de la calidad democrática. Sin embargo, los pro- 7. ¿Qué tanta atención debe recibir en el presen-
blemas sin resolver y las preguntas abiertas son bas- te análisis la explicación (tales como las tradicio-
tantes. A manera de conclusiones tentativas, aquí nes autoritarias previas, la capacidad del Estado,
menciono algunas de las que considero como las etcétera) del nivel actual de la calidad democrá-
principales: tica?
1. ¿Es la multidimensionalidad de la calidad de- Por último, pero no por eso de menor impor-
mocrática la mejor estrategia empírica para reco- tancia, se abre un nuevo grupo de preguntas.
nocer las complejidades de este tema? O, ¿sería un
análisis de la rendición de cuentas, vertical u hori- 8. ¿Es posible alcanzar la calidad democrática sólo
zontal, “para” y “por”, una mejor manera de anali- mediante un proceso en el que los actores naciona-
zar la calidad democrática? les e internacionales concurren sobre la misma meta
o todavía hoy los factores internacionales restrin-
2. En el segundo apartado se declaró un meta gen la calidad democrática, como Dahl y Dahrendorf
pluralista. Es decir, debemos aceptar diferentes no- sugirieron hace unos años?
ciones de calidad para hacer más aceptable la idea
más amplia de promover la calidad democrática. Sin REFERENCIAS
embargo, al final, debo reconocer que las distin- Altman, G.A. y A. Perez-Linan (2001), “Assessing the
tas dimensiones de calidad están relacionadas. Si Quality of Democracy: Freedom, Competitiveness
existen nociones alternativas de calidad, debería- and Participation in 18 Latin American Countries “,
mos regresar a la vieja alternativa tradicional en- Kellogg Institute, Notre Dame University, Notre
tre una democracia que enfatiza el valor de la Dame paper.
libertad y una que enfatiza el valor de la igualdad Caretti, P. (2002), I diritti fondamentali: libertà e diritti
y la solidaridad. sociali, Turín, Giappichelli.
Dahl, R.A. (1971), Poliarchy. Participation and Opposition,
3. Alternativamente, puede elegirse un acerca- New Haven, Yale University Press.
miento diferente en relación con la gobernanza y Dalton, R.J. (2000), en Pharr y Putnam, Disaffected
sus problemas (véase, por ejemplo, March y Olsen, Democracies, cit.
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