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CULTURAS POPULARES E INDÍGENAS

¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular?

¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular?


Néstor García Canclini

Imagino a un brujo o algún otro intelectual andino considera como una de las
de una comunidad indígena llegando a este principales empresas culturales al Instituto
Congreso. Imagino su experiencia de Arte Popular, que se dedica a investigar
etnológica al descubrir los ritos de una e impulsar las artesanías de los cinco
comunidad científica, las ceremonias de países que lo forman.
intercambio y reconocimiento, las maneras
extrañas para él, de nombrar y clasificar lo ¿Será la profusión de congresos y
real. Le atraerá especialmente nuestro ponencias, de políticas e instituciones, lo
modo de referirnos a ellos: los grupos que engendró la errática polisemia del
étnicos y las culturas populares. Cuando término? Algunos piensan que para saber
escuche las mil definiciones que de qué estamos hablando cuando hablamos
manejamos de lo popular, la dispersión de de lo popular hay que sumergirse en la
las tendencias y estilos con que nos existencia cotidiana del pueblo. Es obvio
representamos el mundo, tendrá una que tienen razón. Pero para confirmar que
experiencia semejante a la del antropólogo eso no basta recordemos los desacuerdos
que recorre pueblos primitivos y encuentra entre los miles de antropólogos, entre tantos
que los elementos más cotidianos, el viento militantes políticos que ya lo hicieron. Ni la
y la luz, las estructuras del parentesco y la residencia durante años en una aldea, ni la
economía, al pasar de un lado de la solidaridad con causas populares eliminan
montaña al otro se designan de manera nuestra tenaz habilidad inconsciente para
distintas. encontrar en la cotidianeidad de los otros
Ias estructuras que rigen la nuestra. O la
Quizá preguntará qué pretendemos los falta de ellas.
indígenas de las diferentes ciencias al reunir
nuestras perspectivas comunicacionales, Además de la convivencia con lo popular,
sociológicas, antropológicas en este es necesario que seamos etnólogos de
Congreso, y por qué ahora las culturas nuestros propios prejuicios. Por eso,
populares se han vuelto un tema reconocido queremos analizar los paradigmas de lo
en las escalas del prestigio intelectual y popular más influyentes en las ciencias
político. Por primera vez en un coloquio sociales y en las políticas culturales de
CLACSO se ocupa de ellas, el próximo América Latina, junto con las condiciones
Congreso Latinoamericano de Sociología sociales que los produjeron, las
las tiene como eje, y en países como operaciones y los instrumentos que
México, Brasil y Perú pocos asuntos han configuran nuestro modo de conocer y de
motivado en los últimos años tantas actuar. Esta empresa es mucho más ardua
reuniones científicas y publicaciones. Al que las acusaciones y autoacusaciones al
mismo tiempo, los estados latinoamericanos carácter "burgués" o "abstracto" de los
crearon en la década de los setenta nuevas intelectuales, que creen abolir mágicamen-
instituciones consagradas a promoverlas: te la distancia entre el mundo académico y
en Brasil, Colombia, México, Perú, la condición popular con actos de
Nicaragua surgieron museos de culturas contrición o adhesiones acríticas a lo-que-
populares y organismos gubernamentales y piensan-las-mayorías. Tan necesario como
universitarios para estudiarlas. El pacto la experiencia vivida de lo popular es

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trabajar críticamente sobre la historia y los procesos que se desarrollan, con una lógica
procedimientos que han constituido esa específica, en la vida cotidiana de las clases
experiencia y las maneras de estudiarla. subalternas. Aquí la pregunta pertinente no
es por qué ahora las ciencias sociales se
Partamos de la pregunta: ¿por qué surge ocupan de este tema, sino por qué recién
con tal vehemencia en los últimos años la ahora.
preocupación por las culturas populares?
Encontramos tres tipos de causas. Ante
todo, socioeconómicas: la industrialización Las concepciones políticas de lo popular
y urbanización aceleradas desde la década
de los cuarenta, con las consiguientes De hecho, existen estudios sobre las
migraciones masivas y creación de villas
culturas populares desde hace muchas
miseria o favelas en los grandes centros
urbanos; la expansión de los mercados décadas. Algunos escritores románticos,
económico y cultural, la incorporación de antropólogos y especialistas en folklore
nuevos sectores populares al consumo; y produjeron desde principios de siglo libros
la complejización de los conflictos entre útiles para conocer los mitos, instituciones y
clases en el campo, la ciudad, y entre costumbres de nuestros pueblos. Casi
ambos. siempre limitaron lo popular a manifesta-
ciones de zonas rurales más o menos
En segundo término, factores políticos. ajenas a las transformaciones contempo-
Desde la perspectiva del Estado se busca ráneas del capitalismo: lo redujeron a lo
conocer las estructuras culturales de los "tradicional". Los antropólogos estudiaron
grupos emergentes o migrantes para
minuciosamente "comunidades" aisladas o
entender sus movimientos sociales y
desprendidas por ellos al conocerlas de los
renovar el consenso en medio de los
cambios. En las organizaciones políticas el cambios de la sociedad nacional; los
interés por este tema surge recientemente investigadores del folklore vieron la cultura
cuando movimientos populistas y marxistas popular como una colección de objetos,
reconocen entre las causas de sus derrotas prácticas y creencias, congelaron los
las falencias de concepciones clientelistas o procesos sociales en las formas que
economicistas sobre el desenvolvimiento asumieron en algún momento del pasado.
ideológico de las masas. También procede
de otros fracasos: algunos por la desilusión Ese reduccionismo anacronizante fomentó
del foquismo guerrillero, otros al agotarse su una idealización de lo popular que subsiste
idealización del proletariado como única hoy, más que en las investigaciones, en las
clase revolucionaria, se interrogan por el políticas de exhibición. Los museos de
comportamiento de todos los sectores cultura popular y los grupos artísticos que
populares, por las necesidades no políticas recrean para públicos urbanos la música y
que los movilizan políticamente. las danzas tradicionales operan en esa
misma descontextualización: muestran los
Por último, al desmoronarse los paradigmas productos y esconden el proceso social que
economicistas en las ciencias sociales, se los engendró, seleccionan los objetos, los
ha hecho visible que la crisis económica del movimientos que mejor se adaptan a los
capitalismo y la crisis del Estado se vinculan criterios estéticos de las élites, y eliminan
con una crisis ideológico-cultural. Hoy los signos de pobreza y la historia
entendemos esta triple conmoción, al modo contradictoria de luchas con la naturaleza y
de Gramsci, como una crisis de hegemonía, entre los hombres que está en el origen de
y sabemos que no basta analizar las las artesanías y las danzas. Son los
estructuras globales de la producción y Estados, que en general patrocinan los
reproducción social para explicar y modificar museos y grupos artísticos, quienes hoy

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prolongan esta manera arcaizante de hablar narra legendariamente, como simples


de lo popular. Necesitamos detenernos en trámites arcaicos para configurar institucio-
el sentido que lo popular recibe en sus nes y relaciones sociales que garantizarían
prácticas, que suele coincidir con el de los de una vez para siempre la esencia de la
discursos políticos nacionalistas y Nación: la Iglesia, el Ejército, la familia, la
populistas. propiedad.

I. Hay una concepción biológico-telúrica de Este discurso nacionalista, explicable como


lo popular,1 que surgió como ideología reacción ideológica de autodefensa en
orgánica de los Estados oligárquicos y estancieros cultos y escritores de provincia,
sobrevive en movimientos nacionalistas de persiste todavía dentro de movimientos
derecha. Define a la nación como un populares. En la Argentina -quizá donde
conjunto de individuos unidos por lazos tuvo mayor difusión y éxito político- fue
naturales -el espacio geográfico, la raza- e elaborado originariamente por figuras como
irracionales -el amor a una misma tierra, la Leopoldo Lugones y Julio Irazusta, pero la
religión-, sin tomar en cuenta las diferencias derecha peronista retomó en años recientes
sociales entre los de cada nación. Aunque los principales temas de ese nacionalismo
desprecia los criterios históricos para definir arcaizante, su estilo metafísico de explorar
lo nacional y se apoya en componentes la identidad, la certeza de que los
raciales, en realidad este nacionalismo problemas del país se resolverán mediante
consagra un modo de relacionar la alianzas entre las instituciones que guardan
naturaleza con la historia: el orden social la herencia: el Ejército, la Iglesia y el pueblo,
impuesto, en una etapa de bajo desarrollo entendido como una fuerza mística y
de las fuerzas productivas, por los telúrica.
latifundistas y la Iglesia. Su rechazo de la
historia es, en verdad, un recurso para Si bien, la oligarquía aristocrática ha sido la
apuntalar un período histórico particular, el principal portadora de este nacionalismo,
que se derrumba ante la industrialización y muchos de sus rasgos son reasumidos por
la urbanización, esa herencia difícil de corrientes populistas e indigenistas que
reacomodar en medio de conflictos asignan a una versión idealizada del pueblo
protagonizados por nuevas fuerzas el núcleo del ser nacional. Su política
sociales. cultural consiste sobre todo en la promoción
del folklore, concebido como archivo
Sus meditaciones metafísicas sobre el ser osificado y apolítico. Este folklore se
nacional buscan preservar en el plano constituye a veces en torno de un paquete
simbólico la identificación de los intereses de esencias prehispánicas, otras mezclando
nacionales con los de los patricios y las características indígenas con algunas
grandes familias, disimulan bajo formadas en la colonia o en las gestas de la
interpretaciones aristocráticas del pasado la independencia, en otros casos convirtiendo
explotación con que la oligarquía obtuvo sus en matriz histórica ciertos rasgos que
privilegios, bajo el respeto a los orígenes y distinguirían nuestra personalidad nacional
la sumisión al orden que los benefició. La de lo otro: lo foráneo, lo imperialista. Ya sea
dinámica histórica que ha ido constituyendo como folklore rural o urbano, tales
el concepto -y el sentimiento- de nación es tendencias coinciden al pretender encontrar
diluida en la tradición. Se olvidan los la cultura nacional ya lista en algún origen
conflictos en medio de los cuales se quimérico de nuestro ser, en la tierra, en la
formaron las tradiciones nacionales o se los sangre o en virtudes del pasado despren-
didas de los procesos sociales que las
1
Desarrollamos más ampliamente este análisis sobre las engendraron y las siguieron transformando.
concepciones biológico-telúrica y estatalista de lo popular en
el artículo “Las políticas culturales en América Latina”.
Chasqui, Núm. 8, Quito, 1983.

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En países, como Argentina y Uruguay, un paquete de virtudes geográficas, ni en el


formados en parte mediante la sustitución pasado o la tradición. Se aloja en el Estado.
de los pueblos indígenas por una mezcla Como consecuencia de procesos de
heterogénea de inmigrantes, la pretensión independencia o revolución, el Estado
de absolutizar cualquiera de las raíces aparece como el lugar en el que se
desentendiéndose de la historia reciente es condensaron los valores nacionales, el
una empresa casi extravagante. Pero orden que reúne las partes de la sociedad y
tampoco resiste ante la información regula sus conflictos. Una organización más
antropológica más elemental la aspiración o menos corporativa y populista concilia los
de afirmar el nacionalismo sobre un origen intereses enfrentados y distribuye entre los
racial puro en los países andinos o sectores más diversos la confianza de que
mesoamericanos. ¿Dónde está la nación participan en una totalidad protectora que
que logró evitar el mestizaje, la penetración los abarca. Esta participación puede estar
del capitalismo en sus hábitos de sostenida por la figura carismática de un
producción y consumo? La herencia preco- líder (Vargas en Brasil, Perón en la
lombina primero sometida a la violencia y la Argentina)2 o por una estructura partidario-
fusión colonial, refuncionalizada después en estatal jerárquicamente cohesionada (el
la reorganización transnacional de la sistema mexicano).
cultura, no puede darnos hoy más que
versiones desdibujadas, desarticuladas, de Decimos que para esta concepción lo
lo que en otro tiempo fue esa vida. nacional reside en el Estado y no en el
pueblo, porque éste es aludido como
Una historia de tantos siglos, un mestizaje destinatario de la acción del gobierno,
ya tan sedimentado, no admite los artificios convocado a adherir a ella, pero no
del arqueólogo que quita prolijamente lo reconocido genuinamente como fuente y
que se fue sumando sobre las ruinas, justificación de esos actos al punto de
recoge las piedras caídas y reconstruye someterlos a su libre aprobación o
-fuera de la realidad- la ilusión de otro rectificación. Por el contrario, se exige a las
tiempo. La conciencia de los hombres y de iniciativas populares que se subordinen a
los pueblos no se parece a las vitrinas de “los intereses de la nación” (fijados por el
los museos ni a los yacimientos Estado) y se descalifican los intentos de
arqueológicos, sino a la indecisa o aturdida organización independiente de las masas.
organización de nuestras ciudades. Aún en También suele recurrirse al origen étnico o
países donde lo étnico ha subsistido con al orgullo histórico para reforzar la
fuerza, como en México o Perú, la identidad afirmación nacional, por lo cual esta
fue reelaborándose una y otra vez según lo corriente prolonga en parte la anterior; pero
revela su iconografía pluricultural: formas el ejercicio y el control de la identidad no se
vegetales y animales precortesianas se derivan prioritariamente del pasado sino de
mezclan con la figuración barroca y la la cohesión presente tal y como el gobierno
arquitectura neoclásica, con altos edificios, nacionalista la representa. La política
automóviles y carteles luminosos propios cultural identifica la continuidad de lo
del desarrollo industrial. Pensar en nuestra nacional-popular con la preservación del
identidad es pensar la coexistencia, la Estado. Promueve, entonces, las
combinación de las luchas étnicas con las actividades capaces de cohesionar al
de clases, la interpenetración de estas pueblo y a algunos sectores de la
fuerzas en la historia. “burguesía nacional” contra la oligarquía,
caracterizada como antinación.
2. Otra concepción sustancialista de lo
nacional-popular, la estatalista, rige en
varios países la política cultural. Para ella la 2
Juan Carlos Portantiero y Emilio de Ipola. “Lo nacional
identidad no está contenida en la raza, ni en popular y los populismos realmente existentes” en Nueva
Sociedad, Núm. 54, Caracas, mayo-junio 1981, pp. 7-18.

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Esta afirmación de lo nacional impulsó en el ser reformulados, ni se plantea cómo la


primer gobierno peronista un desarrollo cultura de otros pueblos puede aprovechar-
inusitado de la cultura subalterna (por se en tanto brota de experiencias libera-
ejemplo, el auge del tango y la poesía doras.
popular); generó una industria cultural bajo
la protección del Estado (política nacional
de radiodifusión, creación de estudios de Comunicación y cultura: la discusión
cine) que por primera vez reconoció y científica sobre lo popular
divulgó masivamente muchos temas y
personajes populares. En los primeros Algo nos resulta insatisfactorio en nuestra
meses del último gobierno peronista, en propia crítica del estatalismo populista.
1973, un proyecto político semejante, Proponemos una hipótesis: que la
radicalizado fugazmente por la izquierda, insuficiencia de estas objeciones deriva de
propició talleres barriales de plástica, la manera en que la izquierda ha analizado
música y teatro, experiencias creativas y las relaciones entre cultura y política en las
críticas en la comunicación masiva, avances ciencias sociales. Entonces, tratemos de
en la producción cultural del pueblo. criticar la crítica política debatiendo los
modelos científicos con que se estudia lo
¿Por qué tantas veces -no sólo en popular:
Argentina- este crecimiento de la cultura
popular se desvanece al poco tiempo o es La mayor parte de la bibliografía puede ser
manipulado (o reprimido) por los Estados agrupada en dos vertientes que aparentan
populistas? Hay razones derivadas de la ser alternativas: describen los mecanismos
descomposición económica y política de supuestamente omnipotentes de la
tales procesos, pero también se debe a una dominación ideológica o exaltan la
caracterización inadecuada de lo popular, capacidad de resistencia política de las
entendido como el conjunto de gustos, clases subalternas.
hábitos sensibles e intelectuales "espontá-
neos” del pueblo, sin discriminar lo que La primera tendencia prevaleció en los años
representa sus intereses y lo que los sesentas. Simultáneamente con la
aparatos estatales y privados inocularon en expansión industrial y urbana de América
las masas a través de la educación escolar Latina, la ampliación del consumo a
y comunicacional. Al no quebrar radical- sectores medios y populares, el desarrollo
mente las estructuras ideológicas impuestas de la televisión y otras comunicaciones
por la dominación en la vida cotidiana, masivas, se intentó explicar la dominación
ciertos programas de democratización cultural con el concepto de manipulación.
educativa y reivindicación de la cultura Bajo la influencia de la escuela de Francfort
popular, como los emprendidos por y de teorías críticas sobre la etapa
gobiernos peronistas, quedan a mitad de monopólica del imperialismo, mecánica-
camino. Su caracterización chauvinista de lo mente transferidas al proceso cultural, éste
popular y lo nacional, explicable en el primer fue analizado a partir de tres supuestos:
gobierno de Perón como la ideología que
acompañaba la política de sustitución de a) Una concepción que podríamos
importaciones, hizo rechazar en bloque lo llamar “teológica” del poder, pues lo
extranjero y encumbrar indiferenciadamente pensaba omnipotente y omnipresen-
los temas y el lenguaje del pueblo te: se deducían de las estrategias de
mezclando lo reaccionario y lo progresista, los dominadores los efectos sobre
los intereses de los oprimidos y los de la los dominados; se creía, por
industria cultural. Rara vez este nacionalis- ejemplo, que con sólo analizar los
mo reconoce que muchos ingredientes objetivos económicos e ideológicos
conformistas o fatalistas del folklore deben de los medios masivos podía

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saberse qué necesidades genera- científicas (o confundiéndolas), se atribuye


ban, cómo sometían a los consumi- propiedades de resistencia contra el poder a
dores; fenómenos que son simples recursos
populares para resolver sus problemas u
b) Consecuentemente, los consumi- organizar su vida al margen del sistema
dores fueron vistos como pasivos hegemónico (solidaridad barrial, fiestas
ejecutantes de las prácticas tradicionales).
inducidas por la dominación,
incapaces de distinguir en los bienes En otros casos, las manifestaciones de la
el valor de uso (que se suponía pretendida “impugnación” o “contrahegemo-
“auténtico”), el valor de cambio y el nía” representan más bien ambigüedad, el
valor simbólico (que se consideraba carácter irresuelto de las contradicciones en
“artificial”); las clases subalternas (por ejemplo, defen-
sas de intereses localistas que no cuestio-
c) No se reconocía ninguna autonomía nan los resortes básicos del capitalismo).
a los vínculos entre consumidores, Para saber si estos hechos pueden pasar
objetos y espacio social. La relación de la mera autoafirmación conservadora a
entre ellos fue concebida como un la resistencia revolucionaria hay que
simple lugar-pretexto para que el empezar reconociendo en ellos componen-
capital realice su plusvalía y tes que mezclan lo autónomo con la
manipulación. reproducción del orden impuesto, que por
tanto no son ubicables en una polarización
En la década de los setenta, los estudios extrema sólo interesada en registrar
encarados desde el modelo anterior enfrentamientos entre lo hegemónico y lo
demostraron su unilateralidad, su fatalismo, subalterno.
sus deficiencias para explicar muchos
aspectos de la cultura popular. Bajo la Varios hechos impulsan hoy la revisión de
influencia gramsciana, se prestó atención a estos modelos: las derrotas de movimientos
la capacidad de réplica y autonomía de las revolucionarios, las crisis de paradigmas
clases subalternas. El avance de los políticos liberales y populistas, un renovado
movimientos políticos alternativos y la interés científico por los procesos de
inserción esperanzada de intelectuales en consumo, comunicación y organización
ellos fomentaron una exageración opuesta a popular. Nuevas maneras de concebir estos
la del decenio anterior: se insistió tanto en tres procesos, y su relación con la
contraposición de la cultura subalterna y la hegemonía, están cambiando las disco-
hegemónica, y en la necesidad política de siones sobre el conocimiento y la transfor-
defender la independencia de la primera, mación de lo popular.
que ambas fueron pensadas como
exteriores entre sí. Con el supuesto de que 1. La hegemonía es entendida -a
la tarea de la cultura hegemónica es diferencia de la dominación, que se
dominar y la de la cultura subalterna es ejerce sobre adversarios y mediante la
resistir, muchas investigaciones no parecen violencia- como un proceso de dirección
tener otra cosa que averiguar fuera de los política e ideológica en el que una clase
modos en que una y otra cultura o sector logra una apropiación
desempeñan sus papeles en este libreto. En preferencial de las instancias de poder
los últimos años, al volverse rutinarias las en alianza con otras clases, admitiendo
denuncias sobre el “imperialismo cultural”, espacios donde los grupos subalternos
vemos multiplicarse los trabajos que desarrollan prácticas independientes y
descubren por todas partes la resistencia no siempre funcionales para la
popular, basándose más en aspiraciones reproducción del sistema.
políticas que en las escasas descripciones

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2. El consumo abarca los procesos de capital; la medicina tradicional, que


sociales de apropiación de los posibilita a reproducir la fuerza de
productos, y por tanto de lucha entre las trabajo a quienes por razones
clases por participar en la distribución y económicas, culturales o por el
hacer presentes sus demandas en la deficiente servicio de la medicina estatal
planeación social. En este sentido, el no tienen atención a las formas
consumo es mucho más que el hegemónicas de atención a la salud). A
repertorio de actitudes y gustos veces, el Estado o las empresas
catalogados por las encuestas privadas logran apropiarse en una
funcionalistas de mercado y opinión, o segunda instancia de la producción
que el área donde se completa el popular y subordinarla a sus estrategias
proceso productivo, donde “se realiza el (por ejemplo, las artesanías y las fiestas
producto”, como decía Marx. El indígenas convertidas en folklore para
consumo es el lugar en el que los incentivar el turismo); en otros casos,
conflictos entre las clases, originados los productores populares se desarrollan
por la desigual participación en la independientes del poder y éste no
estructura productiva, se continúan a puede más que admitir su existencia
propósito de la distribución de bienes y paralela.3
la satisfacción de necesidades. Es
también el concepto clave para explicar ¿Cómo vincular dialécticamente estos tres
la vida cotidiana, desde el cual podemos aspectos en la investigación de los
entender los hábitos que organizan el procesos sociales? Una primera regla
comportamiento de diferentes sectores, metodológica es no sustancializarlos en
sus mecanismos de adhesión a la agentes determinados: no existen sectores
cultura hegemónica o distinción grupal, que se dediquen full time a construir la
su subordinación o resistencia. hegemonía, otros entregados al consumis-
mo y otros tan concientizados que viven
3. Las formas propias de organización de sólo para la resistencia y el desarrollo
los sectores populares y de resolución autónomo de una existencia popular
de sus necesidades. En la medida en alternativa. Tampoco hay que limitarse a
que la hegemonía no es simple atribuir a instituciones el ejercicio exclusivo
dominación, admite que las clases de estas funciones, como cuando se
subalternas tengan sus propias adjudica a los aparatos ideológicos la tarea
instituciones (sindicatos, partidos) y permanente de moldear las conciencias, a
redes de solidaridad. Dado que la clase los medios masivos la de empujar
hegemónica y el Estado no pueden compulsivamente al consumismo y a las
incorporar a todos los sectores a la organizaciones populares a la representa-
producción capitalista ni proporcionar ción inmarcesible de los intereses
bienes y servicios suficientes para su oprimidos. En los hechos, si bien unas y
reproducción material y simbólica deben otras instituciones corresponden predomi-
aceptar que parte del pueblo establezca nantemente a estrategias de clases diver-
formas propias de satisfacer sus sas, todas están atravesadas por las
necesidades. (Tres ejemplos: ante la contradictorias relaciones que viven sus
incapacidad de la explotación agraria de miembros al participar en el proceso global.
dar trabajo a todos los campesinos, La hegemonía, el consumo y la
muchos lo buscan en la producción organización popular para satisfacer sus
artesanal, cuyos motivos visuales y necesidades deben ser analizados como
técnicas de fabricación son ajenos a la instancias, funciones o dispositivos (en el
lógica capitalista; las fiestas populares,
que implican gastos y usos del 3
Estudiamos este proceso en México, respecto de las
excedente contrarios a la acumulación artesanías y las fiestas, en nuestro libro Las culturas
populares en el capitalismo. Nueva imagen, México, 1982.

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sentido foucaultianio) más que como ámbi- necesidad recíproca, entre clases opuestas.
tos institucionales o propiedades de clases La consistencia de sus alianzas políticas se
estrictamente recortados.4 asienta, parcialmente, en su habilidad para
aliar las transformaciones de la producción
En segundo lugar, al vincular la hegemonía con la redistribución en el consumo.
con el consumo se advierte por qué no
puede ser mera imposición. Sabemos que Hay otras razones por las cuales la
la burguesía, como propietaria de los hegemonía no es imposición absoluta. En la
medios de producción y circulación, tiene un circulación, y sobre todo en el consumo, los
papel decisivo en la organización material e bienes y mensajes hegemónicos interactúan
ideológica de la vida popular. Pero, sí con los códigos perceptivos y los hábitos
pretende ejercer eficazmente su cotidianos de las clases subalternas. El
hegemonía, desde el momento de la repertorio de bienes y mensajes ofrecidos
producción debe incluir en los productos (en por la cultura hegemónica condiciona las
el número y diseño, en la función y el opciones de las clases populares, pero
sentido) no sólo sus intereses sectoriales éstas seleccionan y combinan los
sino aquella parte de la cultura subalterna materiales recibidos -en la percepción, en la
que vuelva a esos productos útiles y memoria y en el uso- y construyen con
significativos para la mayoría. Para ellos, como el bricoleur, otros sistemas que
entender la eficacia persuasiva de las nunca son el eco automático de la oferta
acciones hegemónicas hay que reconocer, hegemónica.
según la expresión de Godelier, lo que en
ellas existe de servicio hacia las clases En tan compleja interacción ni las clases, ni
populares 5. los objetos, ni los medios, ni los espacios
sociales tienen lugares sustancialmente
Si no pensamos al pueblo como una masa fijados, de una vez para siempre. Por eso
sumisa que se deja ilusionar siempre sobre están mal formuladas preguntas tales como
lo que quiere, admitiremos que su si el tango o el rock son hegemónicos o
dependencia deriva, en parte, de que subalternos: su origen cultural y su
encuentra en la acción hegemónica cierta contenido no bastan para adscribirlos en un
utilidad para sus necesidades. Debido a que sentido u otro; lo decisivo será examinar su
este servicio no es enteramente ilusorio, las uso, la relación con los dispositivos de
clases populares prestan su consenso, poder actuantes en cada coyuntura.
conceden a la hegemonía una cierta Además de conocer las estrategias
legitimidad. Al tratarse de hegemonía y no generales de una tendencia o una
de dominación, el vínculo entre ambas se institución, hay que estudiar el sentido
apoya menos en la violencia que en el ocasional de sus tácticas, cada reubicación
contrato: una alianza en la que y resignificación de los objetos y los
hegemónicos y subalternos pactan mensajes.
prestaciones recíprocas. La importancia
objetiva y subjetiva de este intercambio Por otra parte, si interrelacionamos las
explica por qué la explotación no aparece políticas de las organizaciones populares
todo el tiempo como el aspecto de sus con la hegemonía y el consumo, descu-
relaciones. Explica también el éxito del brimos la unilateralidad de las interpreta-
populismo -político y comunicacional- no por ciones que sólo registran su resistencia al
ser una operación manipuladora sino por su poder, que las analizan siempre como
capacidad de comprender este enlace, esta agentes contrahegemónicos. Las organiza-
ciones populares -además de representar
4
Michel Foucault, Microfísica del poder, La Piqueta, Madrid, los intereses de trabajadores o consumido-
1978.
5
res- participan de las relaciones sociales y
Michel Godelier, “La part idéelle du réel”, L’ Homme, julio- las reglas de poder fijadas por el sistema.
diciembre, 1978, XVIII (3-4), pp. 155-188

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Sus miembros que militan en sindicatos o sectores la cultura hegemónica, en qué


partidos también intervienen en procesos de condiciones logran desarrollar su organi-
consumo, en la competencia sexual, zación autónoma y su capacidad de réplica.
cultural, barrial, en otros espacios de lucha
material y simbólica.
Consumo, habitus y vida cotidiana
Esta doble o triple o quíntuple vinculación
de cada sujeto ayuda a entender las La teoría clásica de la ideología y los
contradicciones y ambigüedades de las estudios conductistas sobre los efectos se
organizaciones populares, de sus líderes y empantanan casi en el mismo lugar.
militantes. En la decisión de declarar una Aunque relacionan de modos diferentes las
huelga u ocupar una fábrica intervienen, determinaciones objetivas y las reacciones
además de lo laboral y lo político, otros subjetivas, la teoría del reflejo en un caso y
factores que casi nunca se nombran en las el mecanismo estímulo-respuesta en otro
asambleas: las disputas entre facciones del hacen creer que las acciones ideológicas se
sindicato, el estado de las necesidades ejercen puntualmente sobre los receptores y
familiares y subjetivas, alianzas de pueden generar prácticas inmediatas. A
parentesco y compadrazgo, etc. Quienes ambas concepciones les falta una
luchan contra el poder desempeñan esa elaboración más compleja sobre los proce-
lucha desde un contexto multideterminado, sos psicosociales en que se configuran las
donde la resistencia y la impugnación prácticas y representaciones de los sujetos.
coexisten en la reproducción de hábitos y
relaciones sociales instaurados por el Cuando un anuncio comercial o un mensaje
sistema hegemónico. político se dirige a los receptores, se inserta
en sistemas de habitus, constituidos en su
¿Significa esta complejidad y relativa mayoría desde la infancia. Las correspon-
indeterminación de los agentes sociales que dencias fuertes de las estructuras sociales
no existe un sentido histórico global, de con el comportamiento de los individuos se
larga duración? Nada de eso. Lo que producen a través de un largo proceso de
queremos decir es que ese sentido no se formación de habitus y gustos, no por las
haya sedimentado ahistóricamente, ni influencias ocasionales con que los medios
distribuido en instituciones inconmovible- o los partidos políticos buscan orientar la
mente hegemónicas o subalternas. Más que conducta.
establecer catálogos de unas y otras, es
preciso captar cómo el sentido circula y Si hay una homología estructural entre el
varía en el desenvolvimiento (o el orden social y las prácticas de los sujetos es
desvanecimiento) de los conflictos. porque éstos han interiorizado las
determinaciones sociales. Como lo demues-
Para no identificar maniqueamente la tra Bourdieu, los hábitos, generados por
reproducción de lo establecido con las estructuras objetivas, generan a su vez las
clases hegemónicas y la transformación con prácticas individuales, dan a la conducta
las subalternas, debemos vincular estas esquemas básicos de percepción, pensa-
oposiciones con otras dos problemáticas: miento y acción. Por ser “sistemas de
primero, la manera en que las estructuras disposiciones durables y transponibles,
sociales se reproducen cotidianamente en estructuras estructuradas a funcionar como
los hábitos de consumo y de representación estructuras estructurantes”6, los habitus
populares; segundo, cómo reelaboran estos sistematizan el conjunto de las prácticas de
cada persona y cada grupo, garantizan su

6
Pierre Bourdieu, Le sens praqtique, Minuit, París, 1980,
p.88

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Néstor García Canclini

coherencia con el desarrollo social más que centra más en los primeros que en las
cualquier condicionamiento ejercido por segundas. Al reducir su teoría social casi
campañas publicitarias o políticas. Los exclusivamente a los procesos de
habitus programan el consumo de los reproducción, no distingue entre las
individuos y las clases, o sea lo que van a prácticas (como ejecución o reinterpretación
“sentir” como necesario. “Lo que la de habitus) y la praxis (transformación de la
estadística registra bajo la forma de sistema conducta para la transformación de las
de necesidades -dice Bourdieu- no es otra estructuras objetivas). No examina, por eso,
cosa que la coherencia de elecciones de un cómo los habitus pueden variar según el
hábitus”.7 proyecto reproductor o transformador de
diferentes clases y grupos.
La sociedad organiza la distribución
-desigual- de los bienes materiales y De cualquier modo, su aporte nos permite
simbólicos, y al mismo tiempo organiza en precisar en qué condiciones socioculturales
los grupos y los individuos la relación opera el conflicto político entre lo
subjetiva con ellos, las aspiraciones, la hegemónico y lo subalterno. Permite situar
conciencia de lo que cada uno puede la potencialidad transformadora de las
apropiarse. En esta estructuración de la clases populares en los límites que le pone
vida cotidiana se arraiga la hegemonía; no la lógica de los hábitos y del consumo, ese
tanto en un conjunto de ideas alineadas consenso interior que la reproducción social
sobre la dependencia o la inferioridad de los establece en la cotidianeidad de los sujetos.
sectores populares como en una ¿Cómo se manifiestan estas contradiccio-
interiorización muda de la desigualdad nes en las formas actuales de los movi-
social, bajo la forma de disposiciones mientos populares?
inconscientes, inscriptas en el propio
cuerpo, en el ordenamiento del tiempo y del
espacio, en la conciencia de lo posible y de Organización popular y réplica sociopo-
lo inalcanzable. lítica

Sin embargo, las prácticas no son meras Vemos por qué el análisis sobre la
ejecuciones de los habitus producidos por resistencia de las clases subalternas debe
la educación familiar y escolar, por la complementarse con el estudio del
interiorización de las reglas sociales. En las consumo: el solo registro de
prácticas se actualizan, se vuelven acto..., manifestaciones de resistencia tiende a
las disposiciones del habitus que han sobrevalorar la autonomía, la capacidad de
encontrado condiciones propicias para iniciativa y oposición popular. Pero
ejercerse. Por tanto, existe una interacción también el estudio unilateral del consumo,
dialéctica entre la estructura de las el estilo de Bourdieu o Braudrillard, acentúa
disposiciones y las oportunidades u la pasividad del comportamiento popular, su
obstáculos de la situación presente. Si bien dependencia de la reproducción social.
los habitus tienden a reproducir las
condiciones objetivas que los engendraron, Un lugar para observar cómo la resistencia
un nuevo contexto, la apertura de o la capacidad de réplica política se articula
posibilidades históricas diferentes, permiten con el consumo es la ampliación ocurrida en
reorganizar las disposiciones adquiridas y los últimos años en ciertas luchas
producir prácticas transformadoras. populares. Además de realizarse en lo que
acostumbramos llamar conflicto de clases, o
Pese a que Bourdieu reconoce esta sea en la producción, se extienden a otras
diferencia entre habitus y prácticas, se contradicciones sociales. Antagonismos que
hasta hace pocas décadas eran marginales,
7
Pierre Bourdieu, Le distinction, Minuit, París, 1979, p.437.
y a veces invisibles dentro de la política

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CULTURAS POPULARES E INDÍGENAS
¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular?

general, como los étnicos, sexuales, que ver con la llegada al gobierno y las
regionales, urbanos, han pasado a ocupar alianzas con fuerzas tradicionales
posiciones protagónicas. Estos nuevos (sindicatos, ejército, empresas, iglesia). Por
conflictos se localizan fuera de la eso, las demandas surgidas en el consumo
producción o no sólo en la producción, y y la vida cotidiana quedan representadas
son de dos tipos: a) luchas contra formas de por movimientos extrapartidarios, que
poder, represión y discriminación, generan así una relación no convencional
principalmente en la vida cotidiana; b) entre cultura y política, entre valores y
luchas por la apropiación de los bienes y poder.
servicios, o sea en el campo del consumo.
El crecimiento de estos movimientos
En la primer área, incluimos a movimientos atípicos se observa tanto en países donde
que quieren la democratización integral de se produce, dentro de la continuidad
la sociedad (no sólo suprimir la desigualdad institucional, una crisis de las formas
en el trabajo; también entre el hombre y la tradicionales de hegemonía (por ejemplo,
mujer entre etnias, etc.), o que luchan en México) como en aquellos donde después
campos parciales contra la arbitrariedad del de largas dictaduras militares -que implican
poder y la represión mediante nuevos un agotamiento de los partidos y formas
procedimientos y recursos organizativos parlamentarias de representación- el
(asociaciones para la defensa de derechos descontento generalizado se expresa en
humanos y de los desaparecidos, como Las irrupciones múltiples: junto a las huelgas y
madres de Plaza de Mayo). manifestaciones partidarias en la calle,
asociaciones por los derechos humanos,
En el segundo caso, nos referimos a comunidades cristianas de base,
movimientos sociales urbanos, agrupa- agrupaciones de amas de casa,
ciones de consumidores, organizaciones movimientos musicales y teatrales, etc. A la
barriales, que actúan más en las relaciones inversa del estatalismo, que busca
de distribución que en las de producción. A subordinar las expresiones populares al
veces el núcleo movilizador de estos grupos Estado-Nación, estos movimientos
se halla en el consumo: lucha por la promueven formas independientes y
vivienda, contra la inflación, por el acceso a horizontales de organización de base.
la educación y la atención médica, o puede
ser que el consumo sea el lugar donde se Estas manifestaciones suelen destacarse
manifiestan protestas sofocadas en otros como indicadores de la capacidad de
espacios y que buscan la transformación resistencia de los sectores populares a la
global: en julio pasado, la jornada nacional hegemonía, y aún a la dominación violenta,
de la oposición chilena, cuando los hay que decir que revelan también en qué
trabajadores, en vez de hacer huelga, instancias los mensajes y acciones
dejaron de comprar ese día en los impuestos son seleccionados y
comercios, no usaron los transportes reprocesados: en las relaciones familiares,
públicos ni pagaron cuentas . barriales, religiosas, culturales, sindicales.8
Por más que los medios tecnológicos de
Como ha observado Manuel Castells, estas comunicación quieren atomizar a los
nuevas áreas de conflicto social, y los receptores e influir a cada uno por
movimientos que operan en ellas, se separado, por más que los partidos (aún de
caracterizan por dos rasgos: a) su escasa, y izquierda) se dirigen a la “libre” conciencia
a veces nula, incidencia en el proceso individual de cada ciudadano, esos
productivo; b) el bajo interés que suscitan mensajes son recibidos por los grupos más
en los partidos políticos tradicionales, cuyos
programas y acciones rara vez se ocupan 8
Así lo analiza L. Gonzaga Motta en “Cultura de resistencia
de los problemas de poder que no tienen en Comunicacao alternativa no Brasil” Comunicacao e
política, Vol. 1, núm. 1 Paz e Terra, Sao Paulo.

Diálogos en la acción, primera etapa, 2004 DGCPI 163


Néstor García Canclini

que por las personas, o por las personas en 2) El carácter integral de la transformación
tanto miembros de esos grupos. ¿Hay que social
recordar que lo popular es, básicamente, un
proceso colectivo? Diversos agentes sociales indican hoy la
amplitud que debe tener un cambio popular:
Las acciones hegemónicas y las los movimientos indígenas que conciben
contrahegemónicas pueden suscitar unificadamente, como tratándose de lo
algunos comportamientos, en el consumo mismo, la lucha por la tierra, la lengua y la
cotidiano como en la acción política, en la cultura; los movimientos sociales urbanos
medida en que los sujetos logran que reclaman a la vez mejores salarios,
compatibilizarlas con sus hábitos y con los servicios materiales y culturales; los
de sus grupos de pertenencia (familiar, movimientos feministas que cuestionan
barrial, cultural). Estos grupos son los conjuntamente la desigualdad en el trabajo
organizadores colectivos primarios: lugares y en la vida cotidiana. Lo popular se
de obtención de informaciones básicas para construye en la totalidad de las relaciones
la subsistencia, de constitución y renovación sociales, en la producción material y en la
de las experiencias históricas y personales, producción de significados, en la
y por eso, en los procesos más avanzados, organización macroestructural, en los
el soporte vivencial de las luchas hábitos subjetivos y en las prácticas
macrosociales. interpersonales.

Las preguntas pendientes 3) Los sujetos sociales

¿Cómo se vinculan la discusión política y la No pueden ser únicamente las clases, si


discusión científica sobre lo popular? seguimos entendiéndolas como el marxismo
Ambas convergen, más que en estrategias clásico, sólo por su posición en las
de transformación de conocimiento ya relaciones de producción económica. En la
consolidadas, en tres campos problemáticos constitución de lo popular también
donde hoy se juega la redefinición de lo intervienen los aspectos étnicos, sexuales,
popular: de consumo, las formas más diversas de
lucha contra la represión. Podríamos seguir
hablando de clases como sujetos
1) La estructura de las contradicciones y la protagónicos si logramos desustancializar
localización social de los conflictos su definición e incluir en ella, junto a la
participación en el proceso productivo, los
Hemos visto que la lucha social no es demás hábitos, prácticas, creencias, que
siempre una lucha polar entre lo dan identidad a esos grupos: esas prácticas
hegemónico y lo subalterno. Tampoco y esos discursos que se realizan también
ocurre enteramente en la producción. Lo fuera de la producción, y que a veces no
popular se constituye como consecuencia derivan de ella sino de otras determina-
de las desigualdades entre capital y trabajo, ciones materiales y culturales. Entre tanto,
pero también por la apropiación desigual la noción de popular –cuyas ambigüedades
-en el consumo- del capital cultural de cada y riesgos se ven claros en los usos racistas,
sociedad, y por las formas propias con que populistas y estatalistas del término- puede
los sectores subalternos reproducen, servir para identificar la diversidad de
transforman y se representan sus relaciones sociales y culturales de los
condiciones de trabajo y de vida. sectores subalternos. Dentro de esta noción
amplia, las determinaciones de clase son
indispensables para evitar la disolución
culturalista de lo popular.

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CULTURAS POPULARES E INDÍGENAS
¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular?

Esta reelaboración no elimina las viejas Parecen ser éstos algunos de los mayores
preguntas acerca de cómo manifestaciones problemas abiertos en la actual coyuntura
disgregadas de resistencia pueden conver- latinoamericana.
tirse en una alternativa para el sistema en
su conjunto. ¿Cómo vincular las luchas Las nuevas formas de lucha no pueden
sectoriales con las de los partidos y clases, sustituir las que seguirán desarrollándose
cómo combinar las batallas en el consumo, en las instancias centrales de la producción
o simplemente las prácticas cotidianas, con y el poder político. Pero estos espacios
los conflictos en la producción? ¿Puede clásicos deben reformularse si
mantenerse la independencia, la reconocemos el cambio (o el quiebre) de las
especificidad de las luchas parciales, y a la relaciones tradicionales entre Estado,
vez superar la fragmentación social en que partidos y hegemonía, entre lo social y lo
el capitalismo basa el control multifocalizado político. Digámoslo directamente: por el
de los conflictos? agotamiento de una historia de mediaciones
y desencuentros entre la cultura cotidiana
de los sectores populares y las estructuras
de poder.

México, agosto de 1983.

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