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PSICOLOGÍA DE LA VEJEZ

ROCÍO FERNÁNDEZ-BALLESTEROS*
Catedrática de Psicología. Departamento de Psicología Biológica y de la Salud.
Facultad de Psicología. Universidad Autónoma de Madrid.
Madrid (España)

Introducción gen en los fenómenos psicológicos, pero también se


ocupa de en qué condiciones los comportamientos o
La vejez es un estado en la vida y el envejeci- atributos psicológicos difieren entre los individuos;
miento un proceso que sucede a lo largo del ciclo vi- o, en otros términos, bajo qué supuestos se produ-
tal. Tanto la vejez como el envejecimiento humano cen diferencias individuales en el comportamiento
son objetos de conocimiento multidisciplinar en el de las personas con base en su edad, su sexo u
sentido en el que el individuo humano es un ente otras condiciones biológicas o sociales. O sea, hasta
bio-psico-social. Por esta razón, el individuo enveje- qué punto las mujeres difieren de los hombres en
ciente o viejo es un sujeto de conocimiento psicoló- ciertas características de la personalidad o en qué
gico. medida las personas de más educación difieren de
La psicología es una ciencia básica dedicada al las de menos estudios.
estudio del comportamiento humano a los niveles Igualmente, la psicología se ocupa del compor-
de complejidad necesarios y, por tanto, incluye tan- tamiento humano a lo largo de la vida, de cómo
to la conducta motora (lo que una persona hace), evoluciona y se desarrolla. Es del común saber que
emocional (lo que siente) y cognitiva (lo que pien- un recién nacido es un organismo biológico que
sa), como complejos atributos humanos como la emite unos comportamientos muy primarios (algu-
conciencia, la experiencia, la personalidad, la inteli- nos reflejos), que no se diferencian básicamente de
gencia o la mente. los que emiten otras especies. Es con el paso del
Como ciencia básica, la psicología tiene por obje- tiempo, con la maduración de ese organismo en
tivo el establecimiento de principios básicos que ri- interacción recíproca con el contexto sociocultural
en el que vive, cuando emergen toda una serie de
*Fundadora y Directora (Editor-in-Chief) del European Jour-
complejas constelaciones comportamentales que
nal of Psychological Assessment y miembro del Comité Edito- van desde habilidades motoras (desde subir esca-
rial de 17 revistas de Psicología. Fue Presidenta de la Europe- leras a conducir el más sofisticado artificio) a los
an Association of Psychological Assessment. Sus áreas de
más complicados sistemas de pensamiento (ser ca-
interés en cuanto a investigación y publicaciones son la eva-
luación psicológica y la gerontología. Autora de numerosos paz de inventar un teorema matemático) o las más
trabajos sobre vejez y envejecimiento. excelsas emociones (en el gozo de escuchar una

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ENVEJECIMIENTO

sinfonía de Bethoven). Es en esa evolución cuan- esos complejos repertorios comportamentales referi-
do el ser humano adquiere (siempre en contacto dos anteriormente.
con otras personas) las dos condiciones más pro- ¿Qué sucede en la edad adulta y en la vejez? En
piamente humanas: la propia conciencia de sí mis- principio, la creencia más común en nuestra cultura
mo y el lenguaje como forma de comunicación. es que la edad adulta implica estabilidad; ello tam-
Así pues, la psicología también se ocupa del bién sería coincidente con lo que sostienen las cien-
comportamiento a lo largo de la vida tratando de es- cias biomédicas. Sin embargo, la investigación de lo
tablecer tanto cuáles son las pautas o los patrones que ocurre comportamentalmente en la edad adulta
típicos o cuáles son los cambios que se producen es que, aunque con un menor incremento, el indivi-
con el paso de la edad o a través del ciclo vital y, duo sigue desarrollándose o perfeccionando sus re-
como derivación, cuáles son las más notables dife- pertorios comportamentales. Es más, en nuestra so-
rencias a lo largo de la vida desde el nacimiento ciedad actual, la verdadera profesionalización llega
hasta la muerte. mucho después de la adolescencia y la máxima in-
versión educativa y formativa no sólo se produce en
los primeros años de la vida, sino a todo lo largo de
Las etapas de la vida ésta. En un mundo tecnificado como el nuestro, el ser
humano ha de seguir inserto en procesos de aprendi-
Como en otras ciencias sociales y biológicas, los zaje a lo largo de toda su vida adulta, y nuestra so-
expertos han convenido en establecer distintas eta- ciedad ha sido bautizada como una sociedad del co-
pas evolutivas que ocurren a lo largo de la vida. És- nocimiento en el que éste se convierte en un objetivo
tas varían de unos autores a otros pero, en síntesis, preciado a todo lo largo del ciclo de la vida.
los expertos son coincidentes en que la evolución ¿Y en la vejez? Ello está todavía más claro: la
del comportamiento humano cuenta con cuatro común creencia es que a partir de una determinada
esenciales períodos: la infancia, la adolescencia, la edad empieza «la vejez». La idea más extendida es
edad adulta y la vejez. que existe un comienzo de esa vejez, generalmente
Si tratamos de establecer qué esenciales diferen- establecido en la edad de jubilación, y, lo que es
cias se producen en estas cuatro etapas podríamos peor, que ello conlleva pérdida, declive y deterioro.
decir que desde el nacimiento hasta la edad adulta Y es que la psicología -o mejor aún, algunos psicó-
(incluyendo la infancia y la adolescencia) se produ- logos- han asumido un modelo biomédico por el
ce un fortísimo crecimiento en prácticamente todos que sabemos que, a lo largo de la vida, pasado un
los sistemas comportamentales y, por tanto, los psi- período de fuerte crecimiento, todos nuestros siste-
cólogos evolutivos lo han denominado período del mas biológicos pierden eficiencia. Es a este compor-
desarrollo. Estas primeras dos etapas de la vida son tamiento de los sistemas biofísicos a lo que, desde la
perfectamente coincidentes con lo que ocurre en el biología, se llama envejecimiento y se expresa como
ámbito biológico: en ellas se produce la maduración una involución que tiene el signo contrario a lo que
del individuo que, en estrecha interacción con el llamamos desarrollo. Pero, ¿ocurre realmente eso
medio ambiente familiar y social, es responsable de mismo en los sistemas comportamentales?

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Antes de contestar a esta pregunta deberemos re- psicológica, dura mientras siguen produciéndose las
cordar cuál es el objeto de la psicología (el comporta- transacciones entre el organismo biológico y el con-
miento a los niveles de complejidad necesarios) y texto sociocultural. Pero, desde luego, en esa ecua-
cómo se conforma. Hemos dicho que en cualquier ción del cambio a lo largo de la vida -en ese balance
comportamiento humano existe una base biológica, entre evolución y desarrollo e involución y deterioro
pero que el comportamiento se construye a través de (o, en otros términos, entre pérdidas y ganancias)-
una compleja transacción entre el individuo y el con- existen factores psicológicos que experimentan ga-
texto sociocultural. De esta forma, todos los compor- nancias y otros que experimentan pérdidas.
tamientos que tengan un mayor componente bioló- Teniendo en cuenta un amplio conjunto de ca-
gico se verán afectados en forma paralela a lo que racterísticas psicológicas, Heckhausen y Schulz1 es-
ocurra con el sistema del que dependen. Así, por tablecieron cuáles de ellas experimentaban ganan-
ejemplo, la habilidad motora depende del sistema lo- cias y cuáles presentaban pérdidas a lo largo del
comotor y si éste es dañado impedirá esa habilidad. ciclo de la vida desde los 20 a los 90 años de edad.
Sin embargo, también sabemos que en esa transac- En la figura 1 podemos apreciar cuáles fueron los
ción entre los elementos biológicos y los comporta- resultados: si bien es cierto que en los primeros
mentales, lo psicológico influye extraordinariamente años de la vida se producen máximamente cambios
(a todo lo largo de la vida) en lo biológico, por lo positivos (desarrollo), y que también lo es que se
que una fuerte motivación determinará la reinstaura- produce una cierta meseta de estabilidad comporta-
ción de una habilidad comportamental en ausencia mental en la edad adulta (que llega a los 70 años) y
del sustrato que la hizo posible en un primer mo- que se experimentan amplios declives a partir de los
mento. En otras palabras, aunque el sustrato natural 70 años, los autores concluyen que existen ganan-
en la plasmación de la creación pictórica sea la mano cias o mejoras, en distinta medida y proporción, a
diestra que guía el pincel, ésta puede ser sustituida todo lo largo del ciclo de la vida, aun a los 90 años.
fácilmente por cualquier otro sustrato comportamen- Así, por ejemplo, sabemos que mientras que existen
tal en la expresión artística; de ello tenemos miles de funciones cognitivas (en las que el tiempo de reac-
ejemplos. En este, como en otros muchos casos, el ción o ejecución es importante) que declinan muy
comportamiento (en este caso la motivación como tempranamente (a partir de los 20 años), otras apti-
motor de la conducta) explica mucho más el desa- tudes cognitivas, como la amplitud de vocabulario o
rrollo o la involución del individuo que ningún otro los conocimientos, no lo hacen hasta muy avanza-
factor biológico o, incluso, social. da edad (a partir de los 70 años) o, incluso, que
El ser humano no se «termina» psicológicamente otras funciones socioafectivas (como el balance en-
hablando (o no termina su desarrollo) cuando acaba tre el afecto positivo y negativo) se articulan mucho
su máxima maduración física y biológica ni empieza mejor en la vejez. En definitiva, existe crecimiento y
su deterioro cuando termina, en la edad adulta, su declive a todo lo largo de la vida.
etapa laboral, se marchan los hijos del hogar o cuan- También es verdad que existen determinadas ca-
do ocurre cualquier otra condición física, biológica y racterísticas psicológicas como, por ejemplo, el neu-
social. El desarrollo humano, desde una perspectiva roticismo, la sociabilidad, o las actitudes y los inte-

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FIGURA 1. Estimación de ganancias y pérdidas en características psicológicas a lo largo


del ciclo de la vida
100

80

60

40

20

0
20 30 40 50 60 70 80 90
Pérdidas Ganancias

Heckhausen, J. y Schulz, R. (1993).

reses que, una vez instauradas en la edad adulta, se que expresan que algunos factores psicológicos ex-
modifican muy poco a todo lo largo de la vida. En perimentan deterioro o declive (isomórficamente
definitiva, la teoría de la continuidad2 establece que con lo que sucede con nuestros sistemas biofísicos),
existe un escasísimo cambio por lo que se refiere a mientras que otros experimentan desarrollo o cam-
las preferencias, actitudes y actividades que las per- bio positivo. Hay que resaltar que se consideran de-
sonas realizan a lo largo de su vida. clives aquellos cambios que sucederán con probabi-
A pesar de que la investigación psicológica pre- lidad al envejecer, mientras que hablamos de
senta el panorama aquí sintetizado, la visión estero- deterioro cuando se produce un cambio patológico
tipada de lo que acontece durante la vejez nos pre- (excedente del declive) generalmente causado por
senta un cuadro sombrío en el que, paralelamente a una determinada enfermedad.
lo que ocurre en el plano físico, lo que necesaria-
mente se produce según avanza la edad son cambios
negativos, es decir, deterioro y decrepitud en todos Algunos ejemplos de cambio
los planos del psiquismo humano. Estos clichés son y estabilidad en la vejez en funciones
extraordinariamente importantes, no sólo porque im- cognitivas y afectivas
plican falsas creencias, sino porque tiene efectos per-
versos en las personas, como se verá más adelante. Dado que la psicología agrupa múltiples manifes-
Lo importante ahora es ejemplificar estos patro- taciones, no resulta aquí posible tratar con la nece-
nes de cambio que ocurren a lo largo de la vida y saria extensión los cambios que en el conjunto de la

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PSICOLOGÍA DE LA VEJEZ

actividad psíquica ocurren en la vejez. Tan sólo va a del proceso de aprendizaje. En definitiva, cabe pre-
ser posible realizar un breve resumen de aquello guntarse qué funciones cognitivas cambian con el
que sucede en relación con las más importantes paso del tiempo y cuáles permanecen estables.
funciones psicológicas. Teniendo en cuenta que la recepción de informa-
Sin embargo, conviene comenzar resaltando que ción depende de los sentidos y que el procesamiento
estamos considerando la vejez como una etapa de de la información tiene como soporte el sistema ner-
la vida. Los individuos llegan a esa (no bien deter- vioso central, una primera conclusión es que duran-
minada) etapa con muy distintos bagajes y expe- te el proceso de envejecimiento se produce un
riencias debido no sólo al estado de su organismo enlentecimiento y una menor eficiencia del funcio-
en su sentido biológico sino, sobre todo, de la histo- namiento cognitivo. En definitiva, el ser humano
ria de aprendizaje y de las circunstancias que les ha mayor tarda más en responder a la información que
tocado vivir. De hecho, una de las características recibe que la persona más joven, sobre todo cuando
más notables del proceso de envejecimiento es su las tareas que se le demandan requieren muchos re-
enorme variabilidad. En otras palabras, en la medi- cursos atencionales. No obstante, conviene también
da en que se incrementa la edad aumentan las dife- resaltar que esos cambios o declives en las primeras
rencias existentes entre los individuos enjevecientes fases de procesamiento ocurren desde muy tempra-
debido, lógicamente, a la diversidad de circunstan- no en la vida.
cias y de contextos históricos vividos, de forma tal Sin embargo, no cabe duda de que el procesa-
que, aunque aquí vamos a presentar unos determi- miento de información lleva consigo el aprendizaje,
nados patrones de cambio en la vejez, la variabili- la retención o la memoria de esa información. Tras
dad entre los distintos procesos, funciones psicológi- el examen de los distintos tipos de aprendizaje, los
cas y comportamientos es extraordinariamente autores ponen de relieve que las personas mayores,
divergente entre los distintos individuos. amén de requerir un mayor número de ensayos de
aprendizaje y mayores tiempos de ejecución (en
comparación con las más jóvenes), tienen una am-
Funciones cognitivas plia capacidad de aprendizaje.
Un alto porcentaje de personas mayores afirma
El ser humano puede ser entendido como un pro- tener fallos en el recuerdo de nombres, números de
cesador activo de información. A través de sus senti- teléfono, cosas que tiene que hacer, si han apagado
dos la información es captada, almacenada, analiza- el gas y otros muchos eventos de la vida cotidiana.
da y elaborada y, finalmente, el ser humano En la tabla 1 se presentan los distintos sistemas de
responde a esa información. En este sentido, el indi- memoria, junto a ejemplos, y los que declinan con
viduo debe atender y percibir esa información, pro- el paso del tiempo y los que permanecen estables.
cesarla y retenerla. En realidad, cualquier comporta- Como podemos apreciar en dicha tabla, tan sólo la
miento humano está dependiendo tanto de los memoria de trabajo (también llamada operativa) y
estímulos y circunstancias externas como de esas la memoria episódica sufren cambios negativos aso-
funciones psicológicas aprendidas a su vez a lo largo ciados a la edad3.

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ENVEJECIMIENTO

TABLA 1. Patrones de cambio en los sistemas de memoria


Sistema de memoria Ejemplos Patrón de cambio

Semántica La lista de los Reyes Godos Estabilidad


Procedimental Conducir un coche Estabilidad
De trabajo u operativa Recordar una secuencia al revés de como se ha aprendido Declive
Episódica Cuándo se vio por última vez a alguien Declive

Sin embargo, llegado este punto, tal vez lo más fiere a la inteligencia biológica (también llamada
importante sea señalar que existen recursos para fluida), que aglutina aptitudes como la velocidad
mejorar aquellos sistemas de memoria que han de- perceptiva, la fluidez verbal, el razonamiento o la
clinado. Así, Ruiz Vargas pone de relieve cuáles son aptitud espacial, ésta se desarrolla exponencialmen-
los recursos que pueden ponerse a contribución te en las primeras etapas de la vida para declinar
para la mejora de la memoria durante la vejez: 1) muy tempranamente, a partir de los 30 años. Sin
estar muy motivado; 2) jugar a recordar en forma embargo, la inteligencia cultural (también llamada
deliberada: ¡recordar por recordar!; 3) prestar mucha inteligencia cristalizada), que abarca aptitudes de
atención; 4) repetir, repetir y repetir; 5) dedicar mu- información, comprensión, vocabulario, etc., una
cho tiempo al aprendizaje y la memoria; 6) organi- vez alcanzada una cierta meseta, se mantiene cons-
zar mentalmente la información a recordar; 7) bus- tante o, incluso, puede ser incrementada hasta eda-
car y establecer asociaciones entre la información des avanzadas de la vida.
que se quiere recordar y otros eventos cotidianos; Sin embargo, el funcionamiento intelectual tam-
8) crear imágenes mentales de lo que se quiere re- bién se puede compensar; existen pruebas sólidas
cordar y, finalmente, 9) utilizar ayudas externas de que la actividad intelectual (desde hacer cruci-
como agendas, libretas, etc.
Las funciones cognitivas o intelectuales se ex-
FIGURA 2. Cambio y estabilidad en la
presan en un producto o estructura psicológica: la inteligencia fluida y cristalizada
inteligencia. La inteligencia puede ser entendida
como la capacidad de adaptación al medio o como el 100
conjunto de competencias que permiten resolver
problemas contextualmente relevantes. Por supues- 50
to, la inteligencia es también el producto interactivo
entre factores biológicos y ambientales. ¿Qué cam- 0
bios se producen en el funcionamiento intelectual? 20-29 40-49 60-69
En la figura 2 podemos apreciar los patrones de Inteligencia fluida Inteligencia cristalizada
cambio y estabilidad del funcionamiento intelectual
a lo largo del ciclo de la vida. Así, por lo que se re- Tomado de Baltes et al, 1997.

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gramas a jugar al ajedrez) mejora el funcionamiento ría se produce con mayor probabilidad en la vejez,
intelectual en la vejez e, incluso, disponemos tam- aunque con una frecuencia reducida. Por otra par-
bién de datos experimentales según los cuales las te, también cabe resaltar que la sabiduría tampoco
personas que realizan actividad intelectual en su se puede conceptualizar como un atributo exclusi-
vida cotidiana son menos propensas a presentar de- vamente cognitivo, sino que tiene componentes
mencia4. afectivos, emocionales y, cómo no, intelectuales.
Los psicólogos del envejecimiento han investi- En resumen, existen funciones intelectuales que
gado esencialmente el funcionamiento cognitivo de declinan en función de la edad y, también, existen
las estructuras más comunes que comienzan su de- otras que se mantienen a lo largo de la vida e, in-
sarrollo en la infancia y llegan a su culmen al final cluso, existen ciertas formas de juicio y compren-
de la adolescencia. No ha sido hasta los años 90 sión que se incrementan en la vejez.
cuando se han ocupado de ciertas condiciones cog-
nitivas que pudieran ser propias de la vez. Cuando
uno conversa con una persona mayor y le pide Funciones afectivas
consejo o ayuda o, también, cuando uno mismo
envejece, cabe apreciar que el consejo del mayor o Pero este procesador de información, como muy
su forma de pensamiento tienen componentes es- bien puede ser conceptualizado el ser humano, no
peciales que expresan una forma especial de resol- parece atender, percibir, aprender o memorizar
ver problemas, por lo que pudiera hipotetizarse que como si fuera una máquina (por muy inteligente
junto a los declives señalados ocurren también al- que la máquina fuese). El ser humano es un orga-
gunos cambios positivos en el funcionamiento inte- nismo emocional en el que la inteligencia se entre-
lectual. Así, la sabiduría ha emergido en los últimos mezcla con el sentimiento y la pasión a la hora de
años como un nuevo constructo sujeto a investiga- comportarse inteligentemente. Los sentimientos y
ción científica y se postula que pudiera ser un atri- las emociones conforman la afectividad como im-
buto que se diera con mayor probabilidad en la portante ámbito psicológico. Así pues, a continua-
vejez. Este relativamente nuevo objeto de investi- ción va a presentarse una síntesis de los esenciales
gación ha sido definido por Baltes y colaboradores5 cambios que ocurren en la vejez en el ámbito de la
como un conjunto de conocimientos de experto en afectividad y del mundo emocional.
la pragmática de la vida. Pero la sabiduría no pare- La vejez conlleva una serie de situaciones conflic-
ce ser sólo una característica de la vejez; cabría de- tivas: la jubilación, la pérdida de seres queridos, la
cir que ni todos los viejos son sabios ni todos los marcha de los hijos, con frecuencia la enfermedad
jóvenes no sabios. Como señalaba Epicuro en su crónica y, lo que es peor, un conjunto de polipatolo-
carta a Meneceo: «han de amar la sabiduría tanto gías, en ocasiones discapacidad y dependencia y,
el joven como el viejo, éste para que sintiéndose desde luego, mayor proximidad a la muerte, y todo
anciano rejuvenezca..., aquel para que sea joven y ello junto a otros eventos negativos más que ocurren
viejo al mismo tiempo». Sin embargo, las pruebas casi inevitablemente. Es lógico pensar que todos esos
hoy disponibles nos llevan a pensar que la sabidu- eventos producirán en los individuos que los sufren

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ENVEJECIMIENTO

reacciones afectivas negativas: depresión, soledad, 1.- Cuando se es mayor, se experimentan emo-
malestar, en definitiva, sufrimiento. Examinada la ciones con la misma intensidad que cuando se es
cuestión «fríamente», habría que concluir que con joven y los mayores sienten emociones positivas
alta probabilidad las personas mayores han de expe- con igual frecuencia que las personas más jóvenes.
rimentar una afectividad displacentera. ¿Es esto así? 2.- Existen pruebas sólidas de que la experiencia
Una primera respuesta a esta pregunta es clara- emocional negativa se da en mucha menor frecuen-
mente negativa. Las personas mayores no expresan cia a partir de los 60 años. Así, a esas edades, exis-
una menor felicidad, bienestar o satisfacción con la te más expresión de «felicidad», «gratitud», «conten-
vida cuando se las compara con las más jóvenes. to» que de «frustración», «tristeza» o «rabia».
Muy al contrario, las investigaciones existentes 3.- La conclusión de la mayor parte de los auto-
(tanto en el Estudio Mundial de Valores como en el res que investigan el mundo afectivo de los mayo-
Euro-barómetro, y lo mismo puede verificarse con res es que en la vejez existe una mayor complejidad
datos en España o en Estados Unídos6) ponen de y riqueza emocional. En otras palabras, que en la
manifiesto, como podemos apreciar en la figura 3, vejez se incrementa el manejo adecuado de los afec-
que no existe influencia de la edad en la expresión tos y que, por tanto, existe una mayor «madurez»
verbal de la experiencia de la felicidad. afectiva.
A este hecho -la falta de incidencia de la edad en Dos preguntas asaltan ante este panorama clara-
la percepción de bienestar- se le ha llamado la «pa- mente positivo: qué otras condiciones pueden expli-
radoja de la felicidad». ¿Cómo es posible que la edad car o justificar estos tres hallazgos y, por ende, la
no influya en la felicidad cuando la edad está aso- paradoja de la felicidad en la vejez, y de qué forma
ciada a eventos vitales negativos, a penalidades y puede integrarse esta visión globalmente positiva
situaciones conflictivas que, necesariamente, deben del mundo afectivo en la vejez cuando esencialmen-
conllevar sufrimiento? Veamos brevemente qué te se utilizan instrumentos de autoinforme y no
ocurre con los afectos en la vejez. existe ni un «felizómetro» que evalúe objetivamente
En la última década han proliferado los estudios la felicidad ni ninguna otra medida de la experiencia
en los que se compara la afectividad a distintas eda- subjetiva de contento que no pase por su expresión
des (desde la juventud hasta la vejez) así como, verbal.
dentro de la vejez, a los jóvenes-viejos y los viejos- Los autores han examinado minuciosamente en
viejos, y ello tanto en estudios transversales (en los qué medida el contexto (la condición socioeconómi-
que se compara la experiencia afectiva de personas ca, el estado civil, etc.), la salud y la situación fun-
de entre 18 y más de 90 años, en un momento con- cional y las relaciones interpersonales influyen en la
creto) como en estudios longitudinales (en los que se afectividad (positiva y negativa) en la vejez y en
compara a las mismas personas en el proceso de en- qué medida estos factores son más importantes que
vejecer y se va siguiendo su experiencia afectiva, la edad. Nuevamente, la conclusión parece ser bas-
por ejemplo, cada 5 años (a los 50, 55, 60, 65, 70, tante contundente: no se encuentran efectos de la
etc.). Tanto unos como otros estudios llegan a los edad en la afectividad positiva cuando se controlan
tres siguientes hallazgos: otras variables. En otras palabras, la edad es una

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PSICOLOGÍA DE LA VEJEZ

FIGURA 3. Porcentaje de personas que expresan su grado de «felicidad» según su edad (N=32.029)

60

50

40

30

20

10

0
18-27 28-37 38-47 48-57 58-67 68-77 78-89
Muy feliz Bastante feliz No demasiado feliz

Mroczek y Kolarz, 1998.

variable vacía y tan sólo conlleva los efectos de mente ligados a un declive de la emocionalidad ne-
otras covariantes. De entre ellas, no son precisa- gativa que algunos autores han conceptualizado
mente la salud o el estado funcional los mejores como una mejor integración o elaboración emocio-
predictores de la afectividad, sino la personalidad y nal. Por supuesto, resulta vital continuar investi-
el funcionamiento intelectual. gando estos aspectos de afectividad y emocionali-
Carstensen7 ha elaborado una teoría que permite dad en la vejez con el fin de descifrar lo que a mi
explicar tanto el bienestar como el balance entre el entender sería no sólo una «paradoja» sino la «cul-
afecto positivo y el negativo en la vejez: la teoría de minación» de la experiencia de la vejez.
la selectividad socio-emocional. En breve, el rol del Llegados a este punto, parece conveniente refle-
afecto y de la cognición van reestructurándose con xionar sobre la congruencia entre lo que la experi-
la edad. Ello permite una mayor cohesión entre los mentación científica afirma que sucede en el funcio-
dos e influye en que haya una mayor regulación de namiento cognitivo y afectivo a lo largo de la vida y
la emoción en la vejez, lo que lleva consigo una el común sentir y pensar en nuestra sociedad.
maximización de los aspectos positivos y una mini-
mización de los negativos, cuyo producto es una
mayor satisfacción o bienestar. Estereotipos sobre la vejez y sus efectos
En definitiva, si en el mundo cognitivo ocurren
cambios negativos debidos a la edad, en el mundo La percepción y la conceptualización (o, en otros
afectivo parecen ocurrir cambios positivos esencial- términos, las «teorías implícitas») sobre el envejeci-

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ENVEJECIMIENTO

miento y la vejez forman parte de las más clásicas natorios. Por ejemplo, se ha demostrado que, cuan-
corrientes de pensamiento. Así, por ejemplo, Platón do personas de distintos grupos de edad son some-
conceptualizaba la vejez como sinónimo de pérdida, tidas subliminalmente a elementos verbales aso-
enfermedad y deterioro, mientras que Aristóteles la ciados a la vejez, toman decisiones negativas
concebía como una etapa de oportunidad, de sabi- perjudiciales más rápidamente que si se enfrentan a
duría y de conocimiento. De estas dos visiones, la estímulos relativos a la juventud8.
que cuenta con una mayor inserción en nuestra cul- Es más, estos estereotipos desencadenan actitu-
tura es la que conceptualiza la vejez negativamente. des negativas que, a veces, provocan desigualdades
No es de extrañar; la belleza, la salud, la rapidez es- sanitarias o sociales. Tan es así que Naciones Uni-
tán en la base de los valores de nuestra época y to- das y la Organización Mundial de la Salud han ve-
das estas condiciones físicas son algunas de las que nido emitiendo recomendaciones que tratan de pro-
declinan a lo largo del ciclo de la vida. Pero empece- vocar decisiones gubernamentales que combatan
mos por aclarar previamente a qué llamamos este- los estereotipos o falsas creencias en torno a la ve-
reotipo. jez9.
En breve, un estereotipo es un cliché o un mode- Hace algunos años, investigamos las creencias
lo fijo, compartido por una determinada colectivi- de la población española referidas a la vejez10. Ha-
dad, que se utiliza para conceptualizar a un determi- cíamos preguntas del tipo: «La mayor parte de los
nado sujeto de conocimiento abstracto como la adultos mantiene un nivel de salud aceptable hasta
vejez o la juventud, la inmigración o el poder, y nos los 65 años, aproximadamente, edad en la que se
sirve a modo de teoría implícita respecto de ese su- produce un fuerte deterioro de la salud», o «Las
jeto de conocimiento. Estos clichés, en términos ge- personas mayores son, en muchas ocasiones, como
nerales negativos, son aprendidos a través del pro- niños». Pues bien, el 72,6% de la muestra encues-
ceso de socialización del individuo, el cual tada (representativa de la población española ma-
transcurre en un ambiente sociocultural determina- yor de 18 años) estaba de acuerdo con la primera
do. Lo importante es que estas imágenes o clichés, afirmación y el 75% estaba de acuerdo con la se-
una vez aprendidos, tienen un poder causal en el gunda. En resumidas cuentas, es cliché muy co-
sentido de que son la causa de la conducta tanto in- mún que la gente mayor está deteriorada, es inca-
dividual como social referida a ese objeto de conoci- paz de aprender nuevas cosas, no pueden cuidarse
miento e, incluso, pueden convertirse en profecías a sí mismos, y son desagradables y regañonas. To-
que tienden a su autocumplimiento. das estas afirmaciones son falsas; los datos con los
Pero esas imágenes o clichés actúan no sólo ex- que contamos no avalan la existencia de un mo-
plícitamente a través de opiniones y juicios, sino mento puntual en el que la salud se deteriore; a
que lo hacen en forma implícita; en otras palabras, todo lo largo de la vida existe una amplia capaci-
los individuos no son conscientes de que algunas de dad de aprendizaje, y la gente no cambia su perso-
sus formas de conceptualización sobre la vejez son nalidad cuando llega a la vejez sino que, muy al
extraordinariamente negativas e influyen -incluso contrario, avala el aserto de que se envejece como
determinan- comportamientos «edaístas» discrimi- se ha vivido.

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PSICOLOGÍA DE LA VEJEZ

Es más, los datos experimentales y empíricos e, incluso, predicen menor sobrevivencia. Visto des-
con los que contamos expresan la existencia de una de otra vertiente, en estudios longitudinales, las
extraordinaria variabilidad en la vejez; en resumi- personas que tenían asumidos estereotipos más po-
das cuentas, las diferencias entre las personas ma- sitivos vivieron 7 años más que las que tenían con-
yores superan a las que existen entre las de cual- cepciones negativas en torno a la vejez.
quier otra edad. Por tanto, no podemos generalizar
entre individuos mayores e, incluso, cuando afirma-
mos que a una determinada edad declina una deter- Conclusiones
minada función psicológica, queremos decir que la
puntuación promedio en esa función en ese grupo La vejez es una etapa de la vida y el envejecimiento
de edad es más baja que la que presenta otro grupo un proceso que ocurre a lo largo de la vida. Ambos ob-
de menor edad o el mismo grupo de edad cuando jetos de conocimiento son multidisciplinares, puesto
era más joven pero, incluso, tendríamos que decir que el ser humano es una realidad bio-psico-social. La
también que existen personas, en ese grupo de psicología, como disciplina científica que se ocupa del
edad, en las que esa función no declina en absoluto. comportamiento humano a los niveles de complejidad
Pero, además, sabemos que en gran parte de con- necesarios, es una disciplina básica que estudia los
diciones psicológicas la práctica es más importante cambios psicológicos que se producen en el transcurso
que la edad. Por ejemplo, no cabe duda de que la de la vida.
velocidad de tecleo declina con la edad; sin embargo, El proceso de envejecimiento psicológico no ocurre
una persona mayor entrenada será mucho más rápi- isomórficamente al envejecimiento biofísico. Existen
da que una no entrenada. En otras palabras, en múl- funciones psicológicas que declinan muy temprana-
tiples aspectos la edad no es más importante que la mente, una vez llegadas a su máximo desarrollo, y
práctica o la experiencia, sino que, muy al contrario, existen otras que se mantienen e incluso se desarrollan
la experiencia o la práctica tienen mayor influencia a todo lo largo de la vida.
sobre el comportamiento que la edad.
Pero los estereotipos no sólo implican al amplio
grupo social que los sustenta sino al propio grupo Notas
de personas mayores. Preguntémonos lo siguiente:
1. Heckhausen J, y Schulz R. Optimization by selection and
una vez que se ha aprendido e internalizado que compensation: Balancing primary and secondary control
con la vejez necesariamente llegan todo tipo de pe- in life span development. Int J Behav Develop 1983;16:
nalidades, ¿cómo influyen los estereotipos negati- 115-124.
2. Véase Achley RC. Continuity and adaptation in aging.
vos en torno a la vejez cuando se envejece? Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1999.
Levy11, tras realizar múltiples estudios transcul- 3. Véase Ruiz-Vargas JM. Mejore su memoria, siempre hay
turales, experimentales y longitudinales, concluye tiempo. En: Fernández-Ballesteros R (ed.). Vivir con Vi-
talidad. Tomo III: Cuide su mente. Madrid: Pirámide,
que los estereotipos negativos sobre la vejez que
2002.
asumen las personas mayores influyen en su me- 4. Véase Calero MD. La actividad mental. Prevención del en-
moria, causan estrés y peores formas de combatirlo vejecimiento cerebral. En: Fernández-Ballesteros R (ed.).

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ENVEJECIMIENTO

Vivir con Vitalidad. Tomo III. Cuide su mente. Madrid: Calero MD. La actividad mental. Prevención del envejecimiento
Pirámide, 2002. cerebral. En: Fernández-Ballesteros R (ed.). Vivir con Vita-
5. Para una revisión véase Fernández-Ballesteros R, Moya lidad. Tomo III. Cuide su mente. Madrid: Pirámide, 2002.
R, Iñiguez J, Zamarrón MD. Qué es Psicología de la vejez. Carstensen LL. Selectivity theory: Social activity in life-span
Madrid, Biblioteca Nueva, 1999. context. Annu Rev Gerontol Geriatr 1991;11:195-217.
6. Véase Fernández-Ballesteros R. Psicología del envejeci- Fernández-Ballesteros R (ed.). Mitos y realidades en torno a
miento. Lección Inaugural del Curso Académico 1996- la vejez y la salud. Barcelona: SG Ed, 1992.
1997. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid,1996, y Fernández-Ballesteros R. Psicología del envejecimiento. Lec-
Mroczek DK, Kolarz CM. The effect of age on positive and ción Inaugural del Curso Académico 1996-1997. Madrid:
negative affect. J Personality Social Psychology 1998;75: Universidad Autónoma de Madrid, 1996.
1333-1349. Fernández-Ballesteros R, Moya R, Íñiguez J y Zamarrón MD.
7. Carstensen LL. Selectivity theory: Social activity in life-span Qué es Psicología de la vejez. Madrid: Biblioteca Nueva,
context. Annu Rev Gerontol Geriatr 1991;11:195-217. 1999.
8. Perdue CW, Gurtman MB. Evidence for the automaticity Fernández-Ballesteros R (ed.). Vivir con Vitalidad. 5 Tomos.
of ageism. J Experiment Soc Psychol 1990;26:199-216. Madrid: Pirámide, 1999.
9. Véase Naciones Unidas. Plan Internacional de Acción so- Levy BR. Mind Matters: Cognitive and Physical Effects of
bre el Envejecimiento. Nueva York, 2002. UN, OMS. En- Aging Stereotypes. J Gerontol 2003;58B:203-211.
vejecimiento Activo. Ginebra: Organización Mundial de la Mroczek DK y Kolarz CM. The effect of age on positive and
Salud, 2002. negative affect. J Personality Social Psychology 1998;75:
10. Fernández-Ballesteros R (ed.). Mitos y realidades en tor- 1333-1349.
no a la vejez y la salud. Barcelona: SG Ed., 1992. Naciones Unidas. Plan Internacional de Acción sobre el En-
11. Levy BR. Mind Matters: Cognitive and Physical Effects of vejecimiento. Nueva York: UN, 2002; OMS. Envejeci-
Aging Stereotypes. J Gerontol 2003;58B:203-211. miento Activo. Ginebra: Organización Mundial de la Sa-
lud, 2002.
Perdue CW y Gurtman MB. Evidence for the automaticity of
ageism. J Experimental Social Psychology 1990;26:199-
Lecturas recomendadas 216.
Ruiz Vargas JM. Mejore su memoria. Siempre hay tiempo. En:
Achley RC. Continuity and adaptation in aging. Baltimore: Fernández-Ballesteros R (ed.). Vivir con Vitalidad. Tomo
Johns Hopkins University Press, 1999. III. Cuide su mente. Madrid: Pirámide, 2002.

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