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Prisciliano y el priscilianismo:

Entre lo viejo y lo nuevo: Breves consideraciones acerca de la


doctrina y contexto de Prisciliano.

Alberto Moradillo Martín (Erasmus)


Contextualización:

Dentro de las herejías llamadas gnósticas, parece cobrar especial relevancia para los
estudiosos de la historia cultural y religiosa del noroeste peninsular aquello que se ha
hecho llamar priscilianismo, que no es sino el conjunto de la doctrina interpretada, y no
pocas veces transformada de un personaje que vivió dentro de la orbita romana, mas
concretamente en la Hispania romana del siglo IV. Esta persona se llamaba Prisciliano.

El periodo que va del siglo II al IV después de cristo esta considerado según los
estudiosos actualmente, como una época de especial efervescencia de sectas o grupos
socio-intelectuales interesados por encontrar un medio de comunicarse con la divinidad
y , aun mas, de fundirse en el Uno, digamos mejor: Des-hacerse en el Uno-Divinidad.

Dentro del contexto cultural del mediterráneo del siglo II al IV podemos observar un
sincretismo de doctrinas y de religiones que pugnan por ganar fieles. Dentro de este
conglomerado de posiciones vemos que toman cuerpo concepciones orientales; el
desarrollo ulterior de la filosofía griega en Plotino y infinidad de persecuciones sufridas
por los cristianos. Todo este clima de sincretismo, tendremos que verlo dentro de la
óptica de un mundo, el mediterráneo romano, con una apreciable movilidad comercial,
en el cual, no solo se comerciaba con materias, sino también con ideas. Esta es una de
las razones para que podamos ver como aparece en la Hispania romana, este tipo de
religiosidad gnóstica, representada por Prisciliano.

Prisciliano se convierte en el baluarte de esta nueva religiosidad en la península ibérica.


Prisciliano tendrá la llave que abrirá el noroeste peninsular a la nueva religiosidad
cristiana. Generalmente solemos ver, en un primer acercamiento muy superficial, que el
priscilianismo es un tipo de religiosidad que pugna con el cristianismo, así mismo,
teniendo un carácter animista y/o ocultista.

II
Según las lecturas que he ido haciendo, he llegado a la conclusión de que, la orbita del
priscilianismo más bien podría ser un acercamiento de las regiones menos romanizadas
de la península ibérica a un nuevo tono cosmológico cristiano. Y que, lejos de significar
un rechazo a la Iglesia, bien puede significar un tímido y responsable acercamiento
desde concepciones mas idolátricas o animistas de una religión puramente sideralísta, a
otra forma de pensamiento netamente monista y antropomórfica1.

El recorrido que va entre esa vieja forma de pensar y el nuevo Cristianismo es el tema
de Prisciliano. Todo ello sin olvidarse que, doctrinalmente, el mundo conceptual de
Prisciliano excede lo que podríamos asumir razonablemente de un superficial
movimiento socio-político. La originalidad de Prisciliano le hace entrar con derecho
propio en el ámbito de los reformistas cristianos, con una carga teórica y profundidad
que le alejan de un mero agitador de las masas.

Prisciliano comienza a predicar en torno al año 370 D.c. En el año 382 es elegido
obispo de Ávila y finalmente es condenado y decapitado en Treveris en el año 385. Tras
estos años llenos de luchas con la Iglesia, Prisciliano consigue hacer notar fuertemente
su queja hacia la Iglesia oficial, acusándola de mantener una opulencia y riquezas
indignas del verdadero credo cristiano. Así mismo, recomienda la abstinencia de alcohol
y el celibato; pero no prohibe el matrimonio de monjes ni clérigos (a pesar de ello
mantiene un rechazo al matrimonio desde la explicación gnóstica, aunque esta norma
afectaría, sobre todo, a los hombres hylicos o materiales), utiliza el baile como parte de
la liturgia y se niega a condenar algunos apócrifos prohibidos. Por otra parte fundó una
escuela ascética, rigorista, de talante libertario, precursora del movimiento monacal,
inspirada en la tradición gnóstica, la cual chocaba frontalmente con la Iglesia.
Todo esto le lleva a ser tremendamente impopular dentro de ciertos círculos poderosos
dentro de la Iglesia, lo cual, hará que fuese acusado de las mayores aberraciones
heréticas.

Finalmente es decapitado en Treveris (Alemania), acusado de brujo y maniqueo.


Convirtiéndose en el primer hereje ajusticiado por el gobierno secular en nombre de la
Iglesia Católica.

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III
Normalmente dentro de la cuestión de Prisciliano, así como dentro de las herejías
cristianas, tenemos que basarnos para su conocimiento e interpretación en fuentes
indirectas, que si bien, nos abren los ojos a sus doctrinas, nunca son tan completas y
gratificantes como las fuentes directas1. En todo caso, todas estas fuentes indirectas nos
hablan del Priscilianismo, pero no de Prisciliano. Debo destacar aquí que San Agustín
fue uno de los padres de la iglesia mas activo contra el priscilianismo.

El descubrimiento de la principal fuente directa acerca de prisciliano la podemos


encontrar en el año 1885 en la Universidad de Wurzburgo (Baviera), donde es
descubierto un manuscrito integrado por once Tratados, los cuales son atribuidos a
Prisciliano desde el primer momento. Aquí ya se puede leer a Prisciliano de primera
mano. El problema con estos tratados aparece cuando ciertos estudiosos afirman que
estos tratados son de descargo, pudiendo, en tal caso reflejar una visión deformada de su
doctrina. Lo cierto es que un análisis profundo de los Tratados, muestra que de unos a
otros hay diferencias en cuanto a su intención y destinatarios2.

El movimiento llamado Priscilianismo abarca desde el concilio de Zaragoza del año 382
hasta el concilio Bracarense segundo del año 572 en el cual es condenado como herejía.
Estas son las fechas entre las que se mueve el priscialismo como tal, aunque, delimitarlo
entre estas dos fechas poco nos da a entender de este movimiento que tiene unas hondas
resonancias en la mentalidad y la formación de la personalidad cultural y religiosa del
noroeste peninsular. De tal manera que para la actual Galicia y Portugal el estudio del
priscilianismo pueda ser considerado, en cierta manera, el estudio de una parte
importante de su identidad histórica3.

La cuna de Prisciliano no sabemos donde situarla. Algún estudioso la sitúa al norte de la


Bética o mas concretamente en la Lusitania. Pues teniendo en cuenta el origen
aristocrático de Prisciliano, observamos que los patrimonios fundiarios de familias
aristocráticas eran mas numerosos aquí que en la región de Galaecia. La atribución
gallega de Prisciliano por otros estudiosos, bien podría responder al ulterior principal
desarrollo que tuvo el movimiento priscilianista en lo que aproximadamente ocuparía
históricamente la región gallega del noroeste peninsular. No hay que olvidar el uso
regionalista-histórico de Prisciliano del que se ha hecho uso por parte del nacionalismo-

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intelectual gallego. Que bien podría quedar fuera de este trabajo, pues, lo que a mi me
interesa en este breve estudio es, como interactuó esta novedosa doctrina, de tintes
gnósticos-maniqueos, con las antiguas formas de religiosidad, en un contexto mucho
mas extenso que el pequeño e interesante rincón gallego.

El porqué y el cómo del triunfo en el


noroeste peninsular:

Volviendo al porque del surgimiento o emergencia de prisciliano dentro de el contexto


de la Hispania romana de finales del siglo IV. Vemos que, realmente, lo que prisciliano
representa es el choque entre formas de religiosidad antiguas del noroeste peninsular,
poco romanizadas, y por otro lado un credo cristiano que no deja de expandirse y
consolidarse como poder soberano a lo largo de todo el imperio romano. El edicto de
Milán es una primera señal visible del triunfo del cristianismo.
El credo oficial se define, se completan las jerarquías, se establecen las normas, y
finalmente, se puede ya condenar. Recordemos que prisciliano en su Tratado I, hace ya
una enumeración de las principales herejías del cristianismo.

La nueva religiosidad que llega al noroeste peninsular en nombre del cristianismo,


aparece con un gran poder teogónico de corte más trascendente. Con un Dios-Uno por
encima de todo lo visible, el cual, a su vez no es visible y esta situado en un lugar de
difícil acceso explicativo. Un dios lejano pero que paradójicamente siempre esta
presente y nunca es percibido si no es por medio del espíritu.

El cristianismo, un tipo de religiosidad de una talla más sutil y fina que el sideralismo
animista presente en el noroeste peninsular, hacen que la salida de este al mundo
romano solo pueda ser a través de concepciones más panteístas del mundo1. Un Dios, el
de Prisciliano, accesible a todos y en todo.

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Prisciliano, a su vez convencía a aquél pueblo poco romanizado que, poco a poco, iría
acercándose paulatinamente a un mundo conceptual más amplio, con resonancias
lejanas profundamente exóticas, que podían resultar tan atractivas para las gentes de
esos pueblos.

El aspecto sideralísta en Prisciliano es de marcada importancia. De tal manera


conceptos tales como los de los círculos celestes, peregrinación sideral del alma, los
signos del zodiaco y las estrellas. Así como la antropomorfización de la física celeste
impregnan la concepción del hombre en Prisciliano1. La pervivencia de ancestrales
creencias religiosas en medio de los nuevos aportes de la cultura romana, es una
problemática que, en absoluto, le era ajena a Prisciliano.

Prisciliano condena firmemente a aquellos que consideran a Marte, Mercurio y Saturno


como dioses. Pero, a pesar de ello, la tradición antipriscilianista le acusa de mezclar
prácticas paganas con elementos cristianos.

Cierto es que Prisciliano tiene un gran conocimiento de la religión pagana y de sus


cultos. Pero la religión pagana para él aparece como incompleta y no útil para conseguir
la verdadera sabiduría o acercamiento a Dios. Tenemos que recordar que Prisciliano
alentaba a los fieles a la lectura de los textos y para él no había que poner limites a la
lectura, es decir, tiene que haber una búsqueda continua de la verdad2 (en el tono de los
movimientos gnósticos).

Aun y todo, después de la condena de la idolatría hacia los cuerpos, lo cual esta en
consonancia con el cristianismo. Prisciliano usará activamente la función salvifica del
símbolo, considerando a éste como un punte hacia la sabiduría; Pues por medio de las
formas visibles la mente conecta con dios, recordemos que es consonancia con el
movimiento gnóstico, este mundo es una copia del mundo real, y aunque sea mera
ilusión, no deja de ser un fiel reflejo. Es por ello que esta doctrina visualista y simbólica
de Prisciliano3 podrá funcionar como un puente entre formas de religiosidad simbólicas
y animistas más antiguas; y el cristianismo por otra parte. Para Prisciliano el símbolo no
es real como tal, y sería una ignorancia profunda adorarlo, pero por otra parte, aun

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siendo imagen, y por su semejanza con el verdadero mundo, nos puede ayudar como
entrenamiento mental (aunque no real, si semejante).

De aquí parte una gran originalidad de Prisciliano, pues aun negando toda realidad al
cuerpo. Usa a éste como imagen de lo real, y por lo tanto, según esta tesis, nosotros,
seres corporales, podemos conocer toda naturaleza corporal y astral, siempre y cuando
tengamos presente que en realidad aquello que vemos no es `real´.

Para Prisciliano, la obra de cristo fue hacer del mundo un `espacio de libertad donde la
obra de Cristo se reflejase en la naturaleza de lo visible1. De tal manera que desde ese
momento de liberación, Dios se revela en todas partes; El hombre es su templo, la
naturaleza es su templo, las montañas, los ríos, los manantiales, los árboles y los
bosques.

Es de tal manera que bajo este presupuesto, en mi opinión importantísimo, se da puerta


abierta a una convivencia con las antiguas tradiciones mas naturalistas y adoradoras de
lo visible, de lo perceptible de primera mano. En un mundo liberado por Cristo, todo lo
visible ya no esta manchado por el pecado, pues pasa a ser obra de Cristo. A modo de
resumen: Todo lo que rodea al hombre es amigo. De ahí que los ritos ancestrales de las
poblaciones indígenas, los cuales se basaban en la relación con poderes ajenos a los
hombres, con los que tenían que convivir mejor o peor, pase a significar la relación del
hombre con la gran creación visual y simbólica de Cristo.

Los cuerpos, astros, estrellas, árboles, animales y todo lo `real´, dentro de la imagineria
indígena eran Ídolos. Ahora todos esos cuerpos pasan a ser Símbolos. Dentro de este
nuevo sistema priscilianista, digamos, todo sigue en su sitio, pero, por el contrario, será
cambiado el profundo sentido de el todo. En mi opinión, este proceso panteísta es la
clave del porqué del éxito del priscilianismo en la región del noroeste peninsular. La
sabia conjunción entre lo viejo y lo nuevo, es una formula difícil de conseguir, pero si
se llega a élla (y este fue el caso del Priscilianismo), nos podemos encontrar ante una
marca que sella por largo tiempo el destino de la cosmovisión de un pueblo.

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Por otro lado, estoy en la obligación de reseñar la relación entre el priscilianismo y el
surgimiento del monaquismo anacoreta en Occidente1. Pues esta posición naturalista de
retiro a los bosques, las montañas o los valles inaccesibles, y el consecuente contacto
con culturas indígenas ancestrales, así como (muy importante) un rechazo de los
templos o ambiente cristiano oficial unido a un fuerte carácter misionero, llevaron al
Priscilianismo a considerarse una clara muestra o prototipo de lo que después serian los
movimientos anacoretas y sistemas religiosos como el franciscanismo2. Prisciliano
supo canalizar lo viejo con lo nuevo, por un lado; por otro lado, realizo una tarea
reformista y misionera dentro del mundo cristiano de aquellos tiempos, siendo un
ejemplo para movimientos religiosos posteriores.

La relación con el gnosticismo y


el maniqueísmo:

En el priscilianismo se presentan conexiones con el Gnosticismo y el Maniqueísmo. Lo


que no sabemos es como exactamente llegaron estas corrientes a Prisciliano. Podemos
suponer que entre sus lecturas de juventud podrían encontrarse retazos de estas dos
corrientes.
Conductas como la prohibición de la ingesta de carnes, el esoterismo, la utilización y
defensa de los libros apócrifos, la distinción de tres tipos de hombres, el ascetismo
rígido, la conexión con el mundo femenino y ciertas formas litúrgicas allanan el camino
para la asunción de un carácter gnóstico en la doctrina de Prisciliano, que obligado es
señalar, algunas de estas características se pueden atribuir a gran parte de movimientos
religiosos de esta época, sin ser inequívocamente de origen gnóstico3.

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Respecto a las formulas litúrgicas, encontramos una relación con el maniqueísmo, así
podemos ver que las acciones de el beso, el saludo, el darse la mano, los rezos, los
ayunos y los cantos pueden verse reflejadas en la doctrinas de Prisciliano. Otra
característica maniquea es el énfasis puesto en la instrucción y predicación, cuestión que
no cabe ninguna duda, prisciliano la ejerció con suficiente interés, y esto queda
reflejado claramente en los Tratados.

En el priscilianismo podemos ver el mito de la caída del alma y su descenso hasta la


materia, los principios antagónicos del bien y el mal, la doctrina de la iluminación
superior y el mito del eterno retorno. Con respecto al mito de la falta cósmica, el
pecado primordial que obliga a las almas a bajar al mundo y a encerrarse en un cuerpo
hasta lograr la total purificación para, una vez así, poder retornar al mundo originario,
vemos que, como tal, no se encuentra en Prisciliano y si en el priscilianismo1. Para
Prisciliano la llegada de las almas al mundo material es debida a una libre
determinación de la Voluntad puesta en función de una lucha cósmica. Es en este
aspecto en el que el priscilianismo acerca posturas hacia un gnosticismo y, por otro
lado, un maniqueísmo dualista en el que Prisciliano no creía. Vemos como Prisciliano
tiene una visión mas “benigna” del mundo en relación con la divinidad, y comparado
con el siguiente priscilianismo, este da pasos hacia una mayor integración dentro de la
orbita de las herejías gnósticas y maniqueas.

Es necesario repetir aquí que, en el caso de la relación entre la autentica doctrina de


Prisciliano, y el consiguiente priscilianismo, podemos encontrar una brecha en los
principios que, por otra parte, no es extraño a ningún movimiento que haya surgido a lo
largo de la historia.
Es realmente interesante observar como mientras avanza el priscilianismo; éste va
tomando rasgos que en un principio no eran suyos y que por el contrario eran atribuidos
a ellos por los anti-priscilianistas. Para luego formar parte del credo priscilianista.

Pero volviendo al tema de las conexiones ideológicas con el gnosticismo y


maniqueísmo, observamos que para Prisciliano la negación del matrimonio forma parte
de la doctrina gnóstica que rechaza la generación por ser responsable del encerramiento
sucesivo de las almas en los cuerpos. Aunque es obligado resaltar que esta posición era

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aplicada principalmente al pueblo, y no tanto a los lideres espirituales (gnósticos)1. Esto
crea un verdadero problema para Prisciliano, pues esta doctrina si es, efectivamente,
contraria a la Iglesia.

Con respecto a la antropología de Prisciliano, encontramos influencias maniqueas en la


idea de que el dualismo de la naturaleza humana es la replica del dualismo cósmico. De
tal manera el hombre no es mas que un reflejo, a escala microcósmica del gran drama
macrocósmico del enfrentamiento entre el Bien y el Mal. La única manera de intentar
liberar el alma de esta eterna lucha entre los principios antagónicos es el conocimiento
(gnosis).

Aquí entramos en la absoluta reprobación de la ignorancia por parte de prisciliano.


Recordemos que la ignorancia, para un gnóstico, es la primera consecuencia de la caída
del alma. El alma olvida su origen divino y es éste el mayor problema al que, según los
gnósticos, nos tenemos que enfrentar en este mundo. De ahí que Prisciliano promulgue
un exhaustivo conocimiento de los libros sagrados para, así, vencer el mayor vicio
humano que es la Ignorancia.

Muchos textos del movimiento priscilianista muestran una valoración positiva del
Antiguo Testamento, apareciendo entre ellos un entretejido de citas bíblicas. El uso de
los Apocrifos era de utilización frecuente en la interpretación más espiritual de los
pasajes más profundos del texto bíblico2.

Con respecto a la influencia del gnosticismo-maniqueísmo y por otro lado de el


fatalismo sideral, señalar que: A raíz del pacto al que llegan el Príncipe de la Luz y el
Príncipe de las Tinieblas después del apresamiento del alma por los eones, se impone
como única condición que sobre cada una de las dos partes de la naturaleza humana,
alma y cuerpo, persista el influjo directo de el mundo al que pertenezcan. Por lo que
Prisciliano expondrá concretamente qué parte del cuerpo pertenece a cada parte del
Zodiaco, y en que parte del alma influye cada uno de los Patriarcas3. Recuerdo
finalmente que esta doctrina astral estará muy presente a lo largo de toda la historia del
priscilianismo, y como consecuencia una (posible) merma de la libertad individual, por
otra parte no confirmada por el propio Prisciliano.

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Para finalizar, y a modo de conclusión, debo señalar que la lectura de la bibliografía
acerca de Prisciliano me ha resultado muy grata. También resalto que los comienzos del
conocimiento conceptual en este arduo tema de la religiosidad de los primeros siglos del
cristianismo me ha resultado de una complejidad sobresaliente.

Siento que el lenguaje con el que me he familiarizado, es muy novedoso dentro de mi


formación académica. Hace ya mucho tiempo que estaba buscando más información
acerca de algún tipo de conocimiento que intentase integrar mi gusto por la filosofía y el
análisis conceptual, con otro punto de partida más místico de mi personalidad. De ahí
que primeramente encontrase en autores como C.G Jung, una gran inspiración para leer
acerca de esta materia de conocimiento. Ahora, he tenido la oportunidad de estudiar de
primera mano aquello que C.G Jung daba tanto valor.
El gusto por materias de conocimiento cada vez más ricas en contenido y mas
desdibujadas en su contorno, es un anhelo de mi pensamiento que ha ido ganando
terreno a lo largo de los años. Siento que la `Gnosis´ es un tipo de conocimiento, diría
yo, mas sutil, mas fino y no por ello menos fuerte.

Estoy convencido de que la carga conceptual de una asignatura como ésta, es muy
grande. De la misma manera, las ramificaciones son tantas, tan sincréticas y tan ricas,
que lo mejor que ha echo ésta asignatura, Gnosis y Gnosticismo, para mi cultura general
filosófica, es abrirme las puertas al enlace intelectual entre el mundo de la antigüedad y
el mundo posterior a ella, en el (¿quién sabe?) aun moramos.

Alberto Moradillo Martín

XI
Bibliografía consultada:

[FJC] Prisciliano y el priscilianismo: historiografía y realidad / Francisco Javier Conde


Asturias: Ediciones Trea, 2007

[BSR] Tratados y Cánones / Prisciliano; preámbulo y traducción de Bartolomé Segura


Ramos
Madrid: Editora Nacional, 1975

[RLC] Prisciliano: su pensamiento y su problema histórico / por Ramón López Caneda


Santiago de Compostela: Instituto Padre Sarmiento de Estudios Gallegos, 1966

[SFA] Religiosidad cósmica y simbología pagana en Prisciliano/ Santiago Fernández


Ardanaz
(Recurso electrónico)

Portada de mi trabajo:
Les Très Riches Heures du duc de Berry, Musée Condé, Chantilly. Siglo XV

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