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Febrero 2.008
Maquinaria eléctrica 7
Herramienta manual 8
Herramienta de corte
Herramientas para medir y marcar
Herramientas de sujeción
Madera 9
Cordel para las ligadas
Tejido para la cubrición
Barniz
Cordón de cuero
Otros materiales
4.- Dimensiones………………………………………………………… 15
Diseño de la cubierta 47
Biselado de la unión 49
Alineación de centros y simetría del conjunto 50
Travesaños 84
Unión de las bordas 89
Asegurar los travesaños 97
La afición al kayak de mar nos lleva, cada día a más de nosotros, a interesarnos por
la construcción de nuestra propia embarcación. En general no se puede decir que
seamos gente demasiado experta en el trabajo de la madera. Nos metemos en estos
berenjenales con mucha ilusión pero pocos conocimientos así que cualquier ayuda
que se nos preste puede ser de gran utilidad y solo desde esta perspectiva me
atrevo a escribir de estos temas.
Lo primero que hay que decir sobre la herramienta que vamos a utilizar en la
construcción de un kayak es que es peligrosa. Incluso muy peligrosa,
especialmente la herramienta eléctrica. No se trata de asustar a nadie pero si de
concienciar a los más confiados. Nuestro primer objetivo debe ser acabar cada
jornada con todos los dedos en su sitio y conste que esto lo digo más para mi que
para cualquier otro que pueda leerlo.
Maquinaria eléctrica
También puede ser de gran utilidad una fresadora y una sierra de cinta. Una
lijadora orbital o de banda también hará alguna función.
Prácticamente cualquier utensilio que sirva para cortar madera nos puede ser de
utilidad. Para realizar los distintos trabajos tenemos que elegir una herramienta
adecuada de entre las que tengamos disponibles y sepamos utilizar. Hay quien con
un simple cuchillo bien afilado consigue resultados que otros no pueden alcanzar
ni con la herramienta más sofisticada. Por otro lado puede que en algún momento
tengamos que clavar una punta y necesitemos un martillo, o que tengamos que
sacarla y necesitemos unas tenazas, o que necesitemos un destornillador para
apretar la cuchilla de un cepillo. Quiero decir que dar una lista exhaustiva de toda
la herramienta que podemos llegar a necesitar no viene al caso. Cuanta más
tengamos mejor. De todos modos la herramienta que con mayor frecuencia se va a
utilizar es la que sigue:
Herramientas de corte.
Bastrenes: Es muy útil durante todo el proceso tener a mano al menos uno
de suela plana. Esporádicamente viene bien otro de suela convexa para
cepillar en curvas cóncavas.
Escofina: Aunque menos elegante que las anteriores nos puede sacar de
algún atasco.
La madera
Me hubiera gustado ser más exigente con la orientación del grano en el tablón pero
creo que todo no puede ser... madera no muy cara, pocos nudos, largo suficiente...
Aserrado longitudinal
Las bordas deben tener un grosor de 20 mm y una anchura que puede variar desde
los 65 hasta los 80 mm. En cuanto a la quilla y los stringers del casco (chines) las
medidas pueden variar desde los 20 x 20 mm que recomiendan algunos hasta los
30 x 25 que recomiendan otros. Es precisamente H.C. Petersen, el único autor
groenlandés, el que siempre recomienda las mayores dimensiones para las
distintas piezas.
2 bordas de 20 x 70 mm
1 quilla de 20 x 25 mm
2 chines de 20 x 25 mm
Ya tenemos la 1ª pieza
Ya se vio en la sección de ripping que los tablones que se utilizarán para las bordas,
en inglés gunwales (pronunciado “ganels”) o apummat en groenlandés (en singular
apummaq), tienen una sección de 7 x 2 cm. La longitud a la que hay que cortar estos
tablones es igual a la eslora total menos un codo. El codo es la distancia que va
desde la articulación del mismo nombre hasta el extremo de la mano. Para este
kayak las bordas miden 525 cm de largo (eslora total 570 cm).
Una vez que tenemos las bordas cortadas a su medida en largo, ancho y grueso,
procedemos a la distribución de los otros elementos estructurales que se van a
alojar en ellas. No es difícil pero hay que dedicarle cierta atención.
Cogemos un tablón de unos 2,20 x 0,20 m., de grueso suficiente para soportar
nuestro peso y lo equilibramos sobre un listón atravesado de unos 4 x 4 cm.
Marcamos sobre el tablón el punto correspondiente al centro del travesaño. Este
será el punto de equilibrio del tablón. A continuación nos sentamos sobre el tablón en
posición de paleo con las piernas estiradas (apenas si cabe un puño bajo las
rodillas) de modo que este siga equilibrado sobre el listón. Nuestro centro de
gravedad estará en la vertical de ese punto de equilibrio. Los pies, calzados con los
escarpines de suela más gruesa que usemos para palear, apuntarán hacia delante
con los dedos ligeramente arqueados hacia atrás. Queremos saber hasta donde
alcanzamos con la base de los dedos, o en términos más científicos con las cabezas
de los metatarsianos. Con una escuadra marcamos sobre el tablón el punto que
Ahora metemos una mano bajo el trasero y localizamos la protuberancia ósea que
hace contacto con la madera, el isquion para ser exactos. Marcamos este punto
sobre el tablón.
Colocamos otro listón sobre los muslos, unos 2 ó 3 cm por detrás de las rótulas y
con la ayuda de una escuadra marcamos sobre el tablón la vertical del borde
delantero de ese listón. Este punto se corresponderá a la posición del seeqqortarfik,
el travesaño de cubierta en que anclaremos las rodillas, o mejor los muslos, para
controlar el kayak. Este seeqqortarfik puede ser o no, dependiendo del sistema de
construcción, la misma pieza que el masik (el masik es el bao inmediatamente a proa
de la bañera donde se apoya la brazola. Está considerado como el travesaño de
cubierta más importante desde el punto de vista estructural.)
Hecho esto aún nos queda por hacer una última marca sobre la tablilla de
mediciones. Antes de seguir adelante debemos tener en cuenta que no nos interesa
que nuestro centro de gravedad (el punto de equilibrio del tablón) caiga sobre el
centro geométrico del kayak. Es preferible que vaya un poco retrasado. De ese
modo la proa irá más levantada que la popa con lo que el kayak mantendrá mejor
el rumbo y remontará mejor las olas ¿Cuánto retrasamos nuestro centro de
gravedad, o lo que es lo mismo el punto de equilibrio del tablón, respecto al centro
geométrico de las bordas? Hay varios modos de determinar esto. Unos dicen que
la posición teórica del respaldo estará a popa del centro geométrico de las bordas
una distancia igual a nuestro pie más nuestro puño. Petersen marca la posición
teórica del respaldo a 25 cm a popa de ese centro geométrico pero me da la
impresión que eso coloca el centro de gravedad del tripulante casi sobre el centro
geométrico de las bordas. El método más sencillo y el utilizado en este caso es el
que nos explica Cunningham. Consiste en medir la distancia desde la posición
teórica del respaldo al punto de equilibrio del tablón y dividir esa distancia entre 3. Ya
está.
Para la marca del seeqqortarfik (anclaje de las rodillas) y todas las marcas
correspondientes a travesaños de cubierta que estén a popa del seeqqortarfik
Algunas de las marcas del borde superior de las bordas serán borradas en
próximas fases de la construcción, por lo que antes de seguir adelante pasaremos a
las caras exteriores de las bordas todas las marcas referentes a travesaños de
cubierta.
A 60 cm del extremo delantero de las bordas hacemos una marca que sitúa el bao o
travesaño de cubierta, ajaaq para entendernos, que marcaremos como nº 1
(usaremos baos de 20 x 45 mm de sección). Entre el bao nº 1 y el apoya pies o
tukerumiak se sitúan otros dos travesaños que se espaciarán a intervalos regulares.
Entre el apoya pies, o travesaño nº 4 y el que sirve de anclaje para las rodillas,
seeqqortarfik o travesaño nº 6 se sitúa equidistante de ambos, el travesaño nº 5.
La marca del bao nº 11 se sitúa a 63 cm del extremo trasero de las bordas. Entre el
bao nº 11 y el respaldo, que como dijimos se ha retrasado 10 cm respecto a su
posición teórica, se colocan otros tres travesaños espaciados a intervalos regulares.
Al masik no se le asigna número. Recordemos que todos los travesaños a popa del
seeqqortarfick y este incluido llevan una X a popa de su marca de posición, mientras
que para los travesaños a proa del seeqqortarfick la X irá a proa de su marca de
posición.
Unos hablan de poner más y otros menos costillas. Unos dicen que esas costillas o
cuadernas serán de mayor sección y otros que de menos. En este caso se colocan 21
costillas, espaciadas de centro a centro 20 cm (este intervalo se altera ligeramente
para algunas costillas en la zona de la bañera) y de una sección de 25 x 6 mm. La
costilla nº 1 se sitúa inmediatamente a popa del bao nº 1 (Petersen la coloca a 60 cm
del extremo delantero de la borda). La costilla nº 21 se sitúa inmediatamente a proa
del bao nº 11 (Petersen coloca también esta costilla a 60 cm del extremo trasero de
la borda). En la ubicación de las costillas se atiende a los siguientes criterios:
Que ninguna costilla coincida bajo el punto de apoyo del trasero, las
protuberancias del isquion, ni bajo los talones. Antes bien procuraremos que
estos dos puntos anatómicos coincidan en el punto medio entre dos costillas.
Por esta razón en la zona de la bañera muy posiblemente nos veamos
forzados a alterar el intervalo entre las costillas. De hecho Cunningham
recomienda que comencemos en estos dos puntos y atendiendo a este criterio
el reparto de las costillas.
En los cantos inferiores de las bordas tendremos que realizar una serie de
escopladuras donde se alojarán los extremos de las costillas. Estas cajas o
escopladuras serán de igual ancho y largo que la sección de las costillas. En el kayak
que nos ocupa 25 x 6 mm. Es importante que la escopladura quede bien centrada en
el canto de la borda de modo que a cada lado nos quede una pared de madera de
idéntico grosor. En este kayak y teniendo las bordas un grosor de 20 mm, la pared
de madera a cada lado de la escopladura es de 7 mm.
También es muy importante que todas las cajas tengan la misma profundidad; 20
mm en este caso.
Hay muchos modos de hacer las escopladuras, con un formón, con el taladro, con
máquinas especiales, etc. Yo prefiero usar la fresadora. Es seguramente el método
con mayor relación calidad/precio o lo que es lo mismo precisión/tiempo. La
fresadora que se ve en las fotos me da la precisión suficiente para este trabajo (bien
es verdad que tengo que reforzar con prensillas la sujeción de la guía.) La compré de
oferta en unos grandes almacenes dedicados al bricolaje y si no recuerdo mal me
costó 50 €. En la oferta se incluía un juego de fresas y un estuche de madera para
guardar el conjunto.
Por supuesto antes de hacer nada sobre las bordas hago pruebas sobre algún
sobrante de los tablones que utilizo para las mismas bordas. De ese modo
compruebo los ajustes de la máquina y observo sus reacciones sobre la madera.
Se que el mantel con fresitas que aparece en las fotos resta profesionalidad.
Reconozco que siempre he sido un poco adán. En las fotos se puede ver toda la serie
referente al cajeado de las costillas:
Se dice que este arrufo hace que la embarcación sea más fuerte. Tiene consecuencias
claras sobre el rocker y desde luego sobre el comportamiento del kayak. Cuanto
mayor sea el arrufo más influenciable será el kayak a los vientos laterales pero
tendrá mayor facilidad a montar por encima de la ola permitiéndonos un navegar
más seco en mares de grandes olas. El arrufo que demos a nuestro kayak será como
siempre una cuestión de equilibrio.
Algunos constructores para aumentar el arrufo añaden a los extremos de las bordas
unas cuñas como de 30 cm que sujetan al borde superior. La altura de estas cuñas
dependerá del suplemento en altura que queramos conseguir en los extremos de las
bordas y en consecuencia del arrufo que persigamos. Un buen ejemplo de este
sistema lo podemos ver en:
http://wolfgangbrinck.com/boats/boatbuilding/greenlandprocess/sternriser.jpg.
Otros constructores parten de tablones más anchos de los que recortan las bordas de
manera que los extremos de estas sean más elevados que la parte central.
Para dibujar una línea curva continua que pase por los puntos indicados en el dibujo
lo mejor es utilizar un listoncillo elástico de madera de unos 2 m. Clavamos una
punta sin cabeza a 50 cm del extremo del tablón y 1,5 por debajo de su canto
superior. Esta punta servirá de tope superior al listón de madera que usamos como
regla flexible. Por el lado contrario del listón seguimos clavando las puntas
necesarias para forzar una curva en el listón de modo que su borde delantero pase
por los puntos indicados en el dibujo. A continuación no tenemos más que pasar por
el borde delantero del listón un lápiz bien afilado. Dibujado el nuevo contorno curvo
solo nos queda tallarlo.
Hay multitud de métodos para recortar el tablón hasta esa línea curva que hemos
marcado. Trataremos en primer lugar de aproximarnos a la línea utilizando algún
sistema que nos permita avanzar con rapidez. La precisión aquí es secundaria. Una
vez que hayamos hecho el primer desbaste de material utilizaremos un cepillo para
rebajar la madera justo hasta la línea marcada dejando al mismo tiempo un acabado
satisfactorio. Un método sencillo y rápido de hacer la primera fase de este trabajo
consiste en dar varios cortes verticales desde el canto superior del tablón.
Utilizaremos para ello una sierra y daremos los cortes en los puntos donde la línea
curva se aleja más del borde recto del tablón (daremos un corte en el punto de
mayor profundidad a 50 cm del extremo.) Ninguno de estos cortes llegará a tocar la
línea. Después utilizaremos un formón para labrar la madera rápidamente siguiendo
la línea aunque apartados de ella prudencialmente. Los cortes verticales evitarán
que el formón profundice más allá de lo que profundizan esos cortes verticales.
Tallado el borde superior debemos dar forma a los extremos del tablón. Para
aumentar la superficie de contacto entre las dos bordas, en su encuentro a los
extremos de la embarcación, debemos tallar un chaflán en su canto inferior.
Una vez que hemos dado forma a las bordas tendremos que separarlas para seguir
trabajando con ellas de manera individual. En este caso, una segunda comprobación
de la flexibilidad de cada una de las bordas me da como resultado que una de las
bordas flexa menos que la otra. Para solucionarlo he puesto un peso sobre la tabla
más rígida y la he dejado así durante toda la noche. Espero que esto sea suficiente.
De otro modo podría probar a rebajar muy ligeramente el grosor de la borda más
rígida.
La manera más sencilla de unir los travesaños de cubierta a las bordas es mediante
el empleo de clavijas de madera. Yo prefiero sin embargo realizar esta unión
mediante un ensamble a caja y espiga. Se trata de una unión mucho más fuerte que
la anterior y no es tan complicada de realizar como pudiera parecer a primera vista.
Empecemos por las cajas. Debemos practicar en las bordas unas entalladuras
rectangulares de 30 x 10 mm donde luego se alojaran las espigas que recortemos en
los travesaños. Estas entalladuras son pasantes, es decir traspasan el tablón de la
borda de un lado al otro, y forman con él un ángulo igual al flare, en nuestro caso
17º. No es tan complicado.
Todas las cajas son paralelas al canto superior de la borda. La distancia de cada caja
al canto superior de la borda medida por la cara exterior de la borda es de 10 mm.
Recordemos las marcas que habíamos hecho en las bordas para situar los travesaños
sobre ellas. Habíamos puesto una X por uno u otro lado de las marcas. Pues bien,
por el lado de la X de cada marca hacemos otra marca separada 30 mm de la
anterior. Ya hemos determinado la longitud de la caja y su emplazamiento en la
borda. Recordemos también que el masik no se une con este tipo de ensamble, por lo
que no se hará ninguna entalladura destinada a él.
Probablemente el mejor procedimiento para tallar estas cajas es el que nos describe
Cunningham. Al menos es el que menos herramienta necesita, aunque si requiere
del empleo de una plantilla (Cunningham es muy aficionado al empleo de las
plantillas).
La plantilla se prepara de tal manera que una vez apoyada sobre el tablón de la
borda el orificio perforado en la plantilla debe formar con el tablón de la borda un
Al taco de madera que usamos como plantilla le añadimos una tablilla contra la
que apoyaremos el canto superior de la borda a la hora de practicar los taladros. La
misión de esta tablilla es ayudarnos a emplazar cada taladro en el sentido
longitudinal de la borda. La tablilla se confecciona y se coloca de tal modo que desde
cada uno de sus extremos al borde contrario del taladro realizado en el taco de
madera tiene que haber exactamente 30 mm (la longitud de las cajas de los
travesaños). Cuando alineemos la tablilla con una de las dos marcas que hemos
trazado en las bordas para cada travesaño, sabremos que el taladro de la plantilla
quedará justo sobre la vertical del extremo contrario de la caja que queremos tallar.
En resumen, si las escopladuras van a tener 30 mm de longitud y vamos a utilizar
una broca de 10 mm (10 mm es el diámetro del orificio de la plantilla) la tablilla debe
medir 50 mm de largo; 30 x 2 – 10 ó (30 – 10/2) x 2.
Por último acabo de lisar las paredes de la escopladura con una lima plana y
otra redonda de diámetro adecuado.
La plaquita está
ahora alineada con
la marca derecha en
la borda. (Por
debajo de la
plantilla vemos
asomar el primer
taladro)
En todo este proceso de dar forma a los tablones que van a constituir las bordas del
kayak nos falta un último paso. Biselar el borde interior del canto superior.
Debido al ángulo lateral, flare, con que colocamos las bordas para formar la cubierta,
el borde interior de su canto superior estará a más altura que el borde exterior. Esto
provocará sendas aristas en la tela, una a cada lado, que recorrerán la cubierta
longitudinalmente de proa a popa. Para evitar estas protuberancias, en el supuesto
de que queramos hacerlo, tendremos que biselar los cantos superiores de las bordas
de manera que una vez colocadas con el ángulo lateral que hayamos elegido, ese
bisel presente una superficie horizontal donde se apoyará la tela con que
recubramos el kayak.
De nuevo las fotos ilustran mucho mejor el proceso que las palabras.
Empezamos por marcar una línea a lo largo del canto superior de cada borda. Está
línea será paralela al borde exterior de ese canto superior y estará a 6 mm de él. El
gramil es la herramienta más útil para este tipo de marcaciones. Sobre el extremo
puntiagudo de la borda, en la cara que redujimos a 20 x 35 mm de sección,
marcamos con la falsa escuadra un línea que forme un ángulo igual al flare, 17º, con
el canto superior y que tenga su origen en la línea longitudinal que acabamos de
marcar. Esta línea inclinada nos marca la pendiente del bisel. En el punto de
encuentro de esta línea inclinada con la cara interior de la borda arranca otra línea
que debemos marcar y que recorre la borda a lo largo de la cara interior
paralelamente al canto superior. Si usáramos la trigonometría veríamos que esta
segunda línea que discurre por la cara interior se separa en todo momento 4 mm del
canto superior de la borda (esto para una borda de 20 mm de grosor y un flare de
17º).
Creo que me cuesta más explicarlo que hacerlo. Como digo las fotos lo aclaran mejor
que las palabras.
Diseño de la cubierta.
En la fase anterior perfilamos los dos tablones que van a configurar las bordas de
nuestra embarcación (quizá fuera más apropiado hablar de regalas). Nuestro
siguiente objetivo es ensamblar esas dos bordas definiendo el primer boceto de la
cubierta. El trabajo adquiere un nuevo interés. Empezamos a ver formas que se
asemejan a un kayak. Aún así no debemos dejarnos llevar por el entusiasmo. Esta
fase tiene una importancia trascendental en la definición de la forma resultante de
nuestro kayak y aunque nos sirvamos de algunos útiles y de algunas
recomendaciones al final será nuestro ojo y nuestro buen o mal criterio quienes
tengan la última palabra. Se puede decir que dos kayaks serán con toda seguridad
distintos aún teniendo las mismas dimensiones y esta es una de las fases en que
conferimos al nuestro un mayor grado de su distintiva individualidad, y lo hacemos
además de un modo en gran parte subjetivo.
¡Al tajo! Lo más práctico en este proceso es hacer uso de cinco plantillas que
fabricaremos preferentemente de tablero contrachapado de 20 mm de grosor. Para
no aburrir con palabrerío lo mejor es una vez más referirnos a la figura. En las cinco
plantillas los extremos laterales forman un ángulo de 73º con el borde superior e
inferior, justo el flare. En todas, excepto en la central, la anchura puede variar
ligeramente, pero es muy importante ser precisos en cuanto a ese ángulo de 73º. La
anchura de las plantillas será tal que sus extremos laterales se apoyen en toda la
anchura de las bordas sin sobresalir excesivamente.
La plantilla central tendrá una longitud total justo igual a la manga que hayamos
elegido menos la anchura de las dos bordas en conjunto. Será el primer separador
que coloquemos y lo haremos centrándolo justo en la línea central de las bordas.
Algunos autores prefieren conseguir la mayor anchura del kayak a la altura del
masik. Otra cuestión de preferencias personales.
Las dos plantillas de los extremos tendrán una anchura interior de entre 14 y 20 cm.
Son las que colocamos a continuación, primero una en un extremo y luego en el otro.
Al colocar la primera de ellas debemos tener cuidado. En el otro extremo las bordas
se separarán tanto que se caerán del caballete a no ser que hayamos tenido la
precaución de acercar ese caballete al centro de las bordas o de hacernos ayudar por
otra persona. Hacemos avanzar estos tirantes hacia el centro del kayak hasta que los
extremos de las bordas se toquen.
Colocamos en su sitio los dos nuevos separadores, uno a la altura del travesaño nº 3
y otro a la altura del travesaño nº 9 y los empujamos un poco hacia sendos extremos
del kayak, el del nº 3 hacia proa y el del nº 9 hacia popa. Aquí es donde empieza el
juego. Cuanto más empujemos hacia afuera esos dos tensores más volumen
conferiremos al kayak. Si queremos un kayak de uso general Cunningham
recomienda mover el tensor de proa una distancia igual a la mitad de la separación
entre el travesaño nº 3 y el nº 2 y el tensor de popa un tercio de la distancia entre el
travesaño nº 9 y el nº 10. Morris por el contrario recomienda que el tensor de popa
esté más cerca del extremo que el tensor de proa. Con esto conseguiremos un poco
más de volumen a popa compensando en parte el hecho de que en la mitad
posterior del kayak la cubierta es más baja y su consiguiente implicación en una
merma de volumen con respecto a la mitad anterior. Al dar un poco más de
volumen a popa conseguiremos que el kayak no se clave tanto de atrás y
reduciremos su tendencia a aproarse al viento.
También podemos mover hacia el centro de la embarcación los dos tirantes de los
extremos afilando más o menos las puntas del kayak y variando por tanto los
volúmenes tanto a proa como a popa. También aquí, según Morris, es conveniente
que el tirante de popa esté más próximo al extremo que el tirante de proa para
conseguir a popa un aumento relativo de volumen. En general debemos buscar
fluidez de líneas evitando forzar en exceso la estructura.
Una vez que hemos determinado la posición de las plantillas nos aseguraremos de
que están perpendiculares a la línea central del kayak (el eje de simetría de las dos
bordas). Una forma de hacer esto es medir a lo largo de cada una de las bordas la
distancia de cada plantilla al extremo más cercano de las bordas. Las dos medidas
deben ser lógicamente iguales. Hecho esto marcaremos sobre las bordas la posición
de las plantillas. Si se produce una caída o desplazamiento accidental de cualquier
plantilla podremos volver a colocarla exactamente en la misma posición. No
obstante para evitar esos desplazamientos accidentales colocaremos en cada borda
un taco de madera que hará de tope a cada una de las plantillas por la parte más
ancha de la abertura entre las bordas y sujetaremos el taco con una prensilla.
Biselado de la unión
Hay algunas tareas del proceso constructivo que a primera vista nos parecen casi
imposibles de realizar y sin embargo, cuando nos explican el cómo, resultan
sorprendentemente fáciles. Uno no puede dejar de pensar en esos viejos esquimales
con admiración y respeto.
Este es el caso de la unión de las bordas en los extremos. Los tablones entran
inicialmente en contacto solamente en un punto de cada extremo, la esquina inferior
e interior del extremo de cada uno de ellos. Para aumentar la superficie de unión
entre ambos tablones debemos biselar sus extremos en un ángulo compuesto que
como digo resulta imposible de calcular pero cuya ejecución es bien sencilla. Lo
único que tenemos que hacer es pasar repetidas veces la hoja de una sierra entre las
dos bordas justo por la unión. En cada pasada la sierra cortará un poco de madera
de cada tablón biselando simultáneamente ambos tablones y aumentando
paulatinamente la superficie de contacto entre ellos. Para esta tarea es preferible usar
un serrucho de tipo europeo de hoja más gruesa que los japoneses. Debemos ser
cuidadosos y trataremos de cortar por igual ambos tablones. A medida que
avanzamos en este proceso veremos que los extremos de las bordas se van
estrechando en su parte inferior. Trataremos que las dos mantengan el mismo
grosor.
Una vez que tenemos una buena superficie de unión entre los tablones cambiaremos
la sierra por un pliego de lija de grano 80 doblado a la mitad. Al pasar la lija por la
unión haremos lo mismo que hacíamos antes con la sierra, solo que ahora buscamos
mejorar el acabado de los biseles o caras de contacto de las bordas. Si con la sierra
hubiéramos comido más madera de un lado que del otro podemos compensar ahora
con la lija, pasando el pliego sin doblar de modo que lijemos solo del lado que ha
quedado más grueso.
Antes de nada debemos comprobar que hemos hecho correctamente todos los pasos
anteriores y que las plantillas están correctamente colocadas en su sitio, si la
respuesta es afirmativa y la falta de simetría persiste sabremos que uno de los
tablones es más rígido que el otro. El cordel se desplaza fuera del centro de las
plantillas hacia el tablón más rígido. Si la desviación del cordel no es muy grande
podemos probar a sujetar con una prensilla uno de los extremos de las dos bordas
unidas y deslizar en el otro extremo una borda con respecto a la otra. Observaremos
que este deslizamiento relativo desplaza el cordel acercándolo o alejándolo del
centro. Si esta operación es suficiente para corregir a falta de simetría, en el
momento en que el cordel se sitúe sobre el centro de las plantillas con un lapicero
hacemos una marca atravesada a las bordas en el extremo que estamos deslizando.
También puede ocurrir que el cordel se sitúe sobre el centro del separador central
pero se produzca cierta desviación respecto al centro de alguna de las plantillas más
exteriores. Esto sería síntoma de que uno de los tablones se dobla en exceso en
alguna zona local o que uno de ellos es muy rígido en esa zona donde el cordel se
desvía del centro. Si queremos reducir un exceso de curvatura en un tablón
podemos cepillar ligeramente a un lado o al otro del punto donde se produce ese
exceso de curvatura. Si queremos aumentar localmente el grado de curvatura de un
tablón debemos cepillar ligeramente la zona donde queremos que se produzca la
curvatura o hacer unos cortes verticales no muy profundos. Para esos cortes nos
serviremos de una navaja o de un cuchillo y los espaciaremos uno o dos centímetros
teniendo en mente que siempre podremos reprofundizarlos para aumentar
gradualmente la curvatura del tablón en esa zona.
Pasando el serrón
entre la unión de
las bordas
aumentamos la
superficie de
contacto entre
ellas
Sin contar el masik tenemos en este kayak 11 travesaños de cubierta. De ellos 9 son
rectos y dos, el 5 y el 6 son curvos. Vamos a ocuparnos ahora de los travesaños
rectos.
Para hacer estos travesaños usamos una madera del mismo grosor que las bordas, 20
mm y de 4 cm de anchura. Lo más complicado del proceso es tallar en cada extremo
una espiga que se acople en la correspondiente caja practicada en la borda. La
complicación de este proceso está en que está unión se produce en un ángulo
compuesto, o dicho de otro modo, son dos ángulos los que interviene en este
ensamble. El primer ángulo a tener en cuenta se forma en el plano vertical y es
consecuencia del flare que hemos aplicado a las bordas. Este ángulo vertical formado
entre cada travesaño y la borda es por tanto constante e igual en este caso a 73º. Aún
así mediremos el ángulo vertical en cada travesaño para tener en cuenta las
pequeñas desviaciones que se hayan podido producir respecto al ángulo teórico de
73º.
Todo el proceso de marcado de los travesaños y corte de las espigas está ilustrado en
las fotos y explicado a pie de ellas. Conviene realizar este proceso metódica y
meticulosamente, entendiendo lo que estamos haciendo y comprobando que
estamos marcando correctamente antes de efectuar ningún corte. Es importante
recordar en todo momento que la espiga está al ras de la cara superior del travesaño
y que el sobrante al recortar la espiga está del lado de la cara inferior. Prestaremos
atención al lado en que está el sobrante. Un error tan tonto como común es cortar del
lado de la espiga en lugar de hacerlo del lado del sobrante.
En las fotos se ilustra el proceso en uno de los extremos del travesaño. Aunque se
supone que el otro extremo es simétrico yo personalmente prefiero repetir el proceso
por completo en el otro extremo, recalculando incluso los ángulos vertical y
horizontal y reajustando la profundidad de la escuadra deslizante. Si por cualquier
Es conveniente realizar los cortes por el lado del sobrante de las líneas, muy pegados
a ellas pero sin llegar a borrarlas. Aquí será de gran utilidad una sierra de precisión
como pueda ser el caso de una dozuki japonesa.
Alineamos el travesaño con las marcas de ambas escopladuras más próximas al centro del
kayak. Sujetamos el travesaño con una prensilla. En el paso anterior ajustamos la profundidad
de la escuadra deslizante. Desplazamos la escuadra deslizante apoyada sobre el travesaño hasta
que toca la cara interior de la borda. Marcamos hasta que toca la cara interior de la borda.
Marcamos la arista superior y por tanto lo que estamos marcando es el punto de contacto de la
arista superior del travesaño con la borda
En algunos travesaños
hay tan poca madera que
retirar por el lado
correspondiente al
centro del kayak que
para aproximarnos a la
línea usamos el formón e
incluso la lima
Una última aclaración a las fotos. A parte del masik hay dos travesaños a los que se
les va a solicitar mayores esfuerzos que al resto. Estos son el nº 6 y el nº 7. En ambos
se apoya el aro de la bañera. En el nº 7 o isserfik, es frecuente que nos sentemos en el
momento de embarcar o desembarcar, y en el nº 6, aparte de las solicitaciones
propias relativas al control del kayak es muy posible que tenga que soportar
esfuerzos derivados de apoyar otro kayak en la cubierta delantera como
consecuencia de algún rescate. Para asegurarme de que estos dos travesaños tienen
la robustez necesaria, una vez que están acabados, los coloco sobre un par de tacos
de madera, apoyados sobre sendas espigas, y los cargo con mi peso. Vamos, que me
pongo de pie encima de ellos, primero de uno y luego del otro, y les obligo a
soportar mis 85 Kg. de hueso y músculo. Confiando en la tenacidad del fresno
reduje la anchura del seqqortarfik a 4 cm, igual que el resto de los travesaños, lo que
Sujetamos la pieza a las bordas para evitar que pueda moverse durante el proceso de
marcado. La pieza está alineada con las marcar de las cajas más cercanas al kayak
Travesaños
Antes de proceder a ensamblar las bordas y los travesaños para formar la cubierta
debemos matar todos los cantos vivos. Lo mejor para ello es cepillar ligeramente las
aristas y/o redondearlas con una lima. También se puede usar papel de lija de grano
120 pero a mi me parece desaconsejable. Las arenas que deja la lija en la madera
desgastan muy rápidamente el filo de la herramienta y aún tendremos que hacer
más cortes en algunas de estas piezas.
Nos cercioramos de que las puntas de las bordas están igualadas una con la otra o en
relación a las marcas de posición relativa que habíamos hecho con lápiz en el
ensamblaje previo de las bordas. Bloqueamos temporalmente el conjunto mediante
prensillas. En la posición donde irá el masik colocamos un listón de madera apoyado
en las bordas perpendicularmente al eje del kayak. Marcamos el punto de contacto
entre este listón y cada una de las bordas. Marcamos una línea perpendicular al eje
"Palo de atortorar". Con este dispositivo apretamos las bordas contra los
travesaños. Las bordas se protegen con unos tacos de madera para evitar que
la cuerda, e este caso la cinta, las muerda.
Con unos golpes suaves junto a la caja acabamos de introducir la espiga por completo.
Empezamos con las ligadas. Para fijar la unión entre las bordas lo primero que
haremos será literalmente atar una a la otra en cada uno de los extremos.
A quien no esté familiarizado con ellas, estas lazadas le pueden parecer una pobre
forma, curiosa todo lo más, de ligazón entre elementos constructivos. Sin embargo
acabaremos por descubrir en ellas ingenio, elegancia, simplicidad y sobre todo
eficacia. En la misma medida en que profundizamos en el conocimiento de estos
kayaks tradicionales suele aumentar nuestra admiración por quienes los
desarrollaron y perfeccionaron. La construcción de un primer kayak es sobre todo
una sucesión de pequeños descubrimientos; pequeñas sorpresas que nos suelen
dejar cuando menos un poco atónitos. Los asomos de desdén con que en un
principio pudiéramos mirar a una sociedad aparentemente poco evolucionada se
transforman en un profundo respeto por quienes se supieron adaptar tan
admirablemente a un medio tan hostil y can tal escasez de medios.
Damos unas 4 vueltas con el hilo alrededor de las dos bordas. A medida
que aumenta el número de vueltas es más difícil pasar el hilo por los
taladros, por lo que es útil ayudarse de una aguja
Para asegurar la ligada hacemos una serie de nudos simples (mínimo 2) alrededor
de una de las ramas de las lazadas (alrededor de una de las aspas de la X que se
ha formado.) Por último hacemos un nudo simple alrededor del extremo del hilo
(como hicimos al principio con el nudo esquimal y cortamos dejando un sobrante
de hilo de 2 ó 3 cm. La ligada está completa
Para finalizar el ensamble de la cubierta solo nos queda afianzar las uniones de los
travesaños a las bordas.
Una vez que las espigas estén correctamente alojadas en sus respectivas cajas
haremos para cada una de ellas un talado de 3 mm de diámetro. Abocaremos este
taladro en el canto superior de la borda, sobre la vertical del centro de la espiga y le
daremos la misma inclinación lateral que tiene la propia borda, es decir 73º. Si
nuestra taladradora no tiene tope de profundidad haremos en la broca una marca
con cinta aislante a 28 mm de la punta. Lo que pretendemos es darle al taladro esa
profundidad de 28 mm., de modo que atraviese por completo la espiga del
travesaño y siga profundizándose en la borda otros 8 mm. A continuación
introduciremos en el taladro que acabamos de realizar una clavija de madera de los
mismos 3 mm de diámetro y longitud algo mayor que el taladro. En las tiendas del
ramo no se encuentran clavijas tan delgadas como las que necesitamos aquí. Existen
de todas formas diversas maneras de conseguirlas, para mi la más sencilla es ir a una
tienda de todo a cien y comprar una caja de palillos para hacer pinchos morunos.
Estos palillos son justo de 3 mm de diámetro y de cada uno de ellos corto varias
clavijas. A veces utilizo el extremo puntiagudo de estos palillos para hacer una
pequeña cuña que coloco en el extremo de la clavija que introduzco en el taladro. A
medida que voy forzando la clavija en el agujero la cuña se va clavando e impide
que la clavija pueda salir hacia atrás.
Una vez que acabemos de colocar todas las clavijas, una por cada extremo de cada
travesaño, serraremos sus extremos al ras del canto superior de las bordas. Lo
mismo haremos con el extremo de cada espiga que sobresale más allá de la borda.
Lo serraremos al ras de la borda. Existen sierras especiales para este trabajo, pero si
no disponemos de una lo mejor es una sierra japonesa, una dozuki a ser posible. Por
el lado de la hoja que va estar en contacto con la borda pegamos paralelamente al
dentado y unos 3 mm de este una tira de cinta aislante o de cinta de carrocero. Con
esto evitaremos que el dentado arañe la borda cuando serramos el sobrante de
travesaño o de clavija.
Por último, es conveniente rematar el extremo del travesaño con un formón o con
una lima, o con ambas cosas, para dejarlo perfectamente a paño con la borda.
Con el fin de que el hilo con que hacemos las ligadas no sobresalga por encima del
plano de la borda con el consiguiente abultamiento que eso implicaría en la “piel”
del kayak, debemos hacer una entalladura de unos 3mm de ancho y profundidad
suficiente para soterrar el hilo que vaya desde el taladro que acabamos de perforar
hasta el canto inferior de la borda.
En cada uno de los extremos del travesaño perforamos otro taladro pasante de 3mm
de diámetro que se sitúa como a 10 mm del canto del travesaño y a otros 25 de la
borda. Lógicamente nos referimos al canto del travesaño que está del mismo lado en
que hicimos el taladro de la borda.
Por los dos taladros mencionados pasaremos el hilo necesario para realizar la ligada
cuya ejecución de esta se ve mejor en las fotos. Una vez que hayamos completado
todas las ligadas ya podemos retirar los palos de atortorar, prensillas o cualquier
otro medio de sujeción. El armazón es ahora una unidad estructural auto portante.
Hemos finalizado lo que seguramente constituye la parte más compleja de todo el
proceso constructivo.
¡¡¡Tenía que haber elegido precisamente este travesaño para las fotos!!!! No
es que el ensamble hubiera quedado perfecto pero tampoco así de mal.
Entre la espiga y la caja hay una cuña que trata de compensar cierto
desalineamiento de las bordas en el plano horizontal. Nada importante y
mejor no hubiera puesto esa cuña
Introducción
Hemos completado la cubierta y nos toca ahora el casco. Esta es sin duda la fase en
que vamos a determinar las características más importantes del kayak, las que más
afectarán a su comportamiento en el agua. Dependiendo de la longitud de las
costillas el kayak tendrá más o menos volumen y dependiendo de la curva que
describa la quilla el kayak tendrá más o menos rocker. Nos espera por tanto una serie
de toma de decisiones; seguramente la más espinosa será la de determinar la
longitud de las costillas. Aún así no hay porque preocuparse ya que cualquier error
que cometamos, tanto por hacer las costillas demasiado largas como por hacerlas
demasiado cortas tiene fácil corrección. Si las hacemos demasiado largas solo
tendremos que recortarlas para hacerlas un poco más cortas y si las hacemos
demasiado cortas bastará con colocar un taco de ajuste para conseguir el resultado
deseado.
Mientras que el método tradicional nos conduce a colocar primero las costillas y
después la quilla, hay algunos autores como Morris, que recomiendan hacerlo al
revés, es decir colocar primero la quilla y después las costillas. De este modo
ajustamos la quilla a la profundidad del casco y al rocker deseados y ajustamos
después las costillas a una longitud tal que se adapten en cada punto a la quilla. Con
este sistema es más fácil determinar la longitud de las costillas para conseguir
nuestros objetivos en lo que a profundidad del casco y rocker se refiere, pero la quilla
se va a convertir en un estorbo a la hora de colocar las costillas bajo ella.
La roda y el codaste son las piezas que configuran la proa y la popa respectivamente
y que me perdonen los puristas si es que estoy usando estos términos
incorrectamente. Por si acaso diré que en inglés se refieren a estas piezas con el
nombre de “stem.” Sobre estas piezas se va a apoyar la quilla en sus extremos de
proa y popa y su forma está por tanto directamente relacionada con la posición que
ocupe la quilla. Pero esto ya lo veremos más adelante, ocupémonos ahora de la
unión entre estas piezas y las bordas.
Tanto la roda como el codaste se asientan contra el bisel que habíamos tallado en los
extremos de las bordas. Las bordas se unen entre si en sus extremos de proa y popa
a lo largo de estos biseles y en el estado actual de nuestro proyecto los biseles
configuran al unirse un marcado perfil en “V”. Debemos planificar esa “V” para
ofrecer a la roda y al codaste una superficie plana sobre la cual asentarse.
Debemos ser cuidadosos al realizar este trabajo. Colocamos la cubierta boca abajo y
cepillamos poco a poco la unión acanalada en los extremos de las bordas. Primero
un extremo y luego el otro. No es necesario planificar por completo esa unión
acanalada. Basta con conseguir una superficie plana lo suficientemente ancha como
para ofrecer un asiento estable a la pieza que vamos a apoyar ahí. Haremos el
trabajo despacio comprobando frecuentemente el resultado de lo que hacemos.
En cada uno de los dos extremos debemos conseguir una superficie plana
perfectamente perpendicular al plano vertical de simetría (*) de la cubierta. En las
fotos se ve el modo de comprobar esto. Basta con apoyar un perfil metálico o de
madera atravesado sobre ambas bordas en el centro de la cubierta y otro también
atravesado al eje longitudinal pero que descanse sobre la superficie que estamos
planificando. Ambos perfiles deben estar paralelos. Si el perfil que descansa sobre la
superficie que estamos planificando levanta más de un lado que del otro debemos
cepillar la superficie rebajando más por ese lado y comprobando de nuevo. Es muy
importante que para esta comprobación utilicemos perfiles metálicos o listones de
madera de bordes perfectamente paralelos y rectos.
Para la roda y el codaste utilizaremos sendas tablas de madera del mismo grueso
que la quilla, es decir 20 mm. En la superficie que acabamos de planificar marcamos
dos líneas paralelas separadas 20 mm entre si y equidistantes con la línea
longitudinal de la cubierta. Seguidamente apoyamos sobre esta superficie una tabla
de otros 20 mm de anchura. Centramos esta tabla sobre las líneas paralelas y con la
ayuda de unos trozos de cartulina un poco rígida trazamos el contorno de cada uno
de los extremos de la cubierta tal como se ve en las fotos. Tanto en la roda como en
el codaste vamos a tener que tallar una muesca que se adate al correspondiente
contorno de popa o de proa.
Una vez que hayamos tallado estos dos encajes situamos ambas piezas sobre sus
respectivos asientos a popa y a proa y comprobamos, de nuevo, las alineaciones.
Tanto la roda como el codaste deben estar en el mismo plano vertical que deberá
coincidir además con el plano vertical de simetría de la embarcación. También en las
fotos se ve el modo de hacer estar comprobaciones.
Una vez que estemos satisfechos con la unión entre estas piezas y las bordas las
dejamos colocadas en su sitio, sujetas provisionalmente con cinta de carrocero o con
prensillas. Acabaremos de darles forma más adelante, de momento vamos a centrar
nuestra atención sobre la quilla.
(*)Aunque me parece obvio y por tanto innecesario insistir sobre ello puede que a
los menos familiarizados con ciertos términos les resulte útil recordar que el plano
vertical de simetría es un plano que además de ser vertical pasa por el hilo que
habíamos tensado desde un extremo de la cubierta al otro para revisar la alineación
de los centros de los travesaños. Este plano divide la cubierta y/o la embarcación en
dos mitades iguales.
Utilizamos como plantilla una tabla del mismo grosor que la roda o el codaste
y nos ayudamos de unas cartulinas rígidas para delimitar el contorno de lo
que será la unión entre roda o codaste y proa o popa
Recortamos siguiendo las líneas con una sierra de cinta o con una sierra manual.
El corte debe ser lo más perpendicular posible a la superficie de la tabla. Ya
Antes de calcular la
longitud de las costillas y
precisamente para ello
colocamos la quilla en
posición de manera
provisional.
Morris recomienda que la profundidad al arrufo medida a la altura del respaldo sea
igual a un fistmele o igual a un fistmele más el grosor de la quilla si la medimos en el
masik. Entendemos por fistmele la medida de la anchura del puño cerrado con el
pulgar extendido, que no andará muy lejos de las 7 pulgadas, es decir de 17 a 18 cm.
Morris también recomienda que la profundidad de la proa se sitúe entre el 130% y
140 % de la profundidad al arrufo que tengamos en el centro del kayak y que la
profundidad de la popa esté entre el 117% y el 122% de la misma profundidad al
arrufo aunque esta regla, si se la puede llamar así, es muy cuestionada y se dice que
solo es aplicable para barcos de arrufo muy acusado. Sin embargo el mismo Morris
nos viene a decir que necesitaremos tanto del arte como de las matemáticas a la hora
de tender la quilla y nos recomienda que observemos otros kayaks prestando
atención a las proporciones. En cualquier caso se admite como verdad universal el
En la foto siguiente se puede ver el modo en que coloqué la quilla para el kayak que
nos ocupa. Busqué en primer lugar que a popa de la bañera la quilla discurriera casi
paralela a la línea de arrufo y que ganara profundidad de modo gradual pero no
excesivamente acusado hacia la proa. Por otro lado buscaba un kayak de fondo
mucho más plano que el de mi anterior experiencia y también con menos rocker.
Para medir el rocker practiqué unas ventanas en los tacos de madera que suportan la
quilla de modo que pudiera pasar un cordel a través de ellas. Tensé ese cordel desde
un extremo de la quilla al otro y medí después la mayor distancia desde el cordel a
la quilla. Esta medida de la flecha del segmento oval no se puede considerar una
manera adecuada de medir el rocker pero nos da una indicación del grado de
curvatura que describe la quilla y sirve también como indicador a la hora de
comparar unos kayaks con otros.
Medida del rocker. Ya hemos visto que por rocker entendemos la curvatura que
describe la quilla en el plano vertical. Se trata de una característica fácil de visualizar
pero difícil de medir. Es frecuente entre los constructores de kayaks tradicionales
medir la flecha del arco de circunferencia que describe la quilla como valor
indicativo del rocker. En lugar de arco de circunferencia sería mucho más apropiado
hablar de segmento oval.
Una vez que hemos determinado la posición y forma que queremos que adopte la
quilla tenemos que dimensionar las costillas de forma tal que cuando apoyemos la
quilla sobre ellas, una vez instaladas estas en las bordas, la quilla vuelva a ocupar la
misma posición y a describir la misma curvatura que previamente habíamos
determinado.
Sin embargo este suplemento de longitud respecto a la anchura del kayak en cada
punto (medido por la parte inferior de las bordas) no es igual para todas las costillas
sino que se va reduciendo de proa a popa con objeto de que también la profundidad
del casco se vaya reduciendo hacia la popa ¿Pero y en que medida se va reduciendo
el suplemento de longitud de las costillas? Pues aquí es donde empieza el auténtico
lío. La longitud total de las costillas va a tener una influencia decisiva en la
profundidad del casco y por tanto en el volumen del kayak y el modo que acortemos
el suplemento de longitud va a influir también de un modo decisivo en el rocker de
la embarcación. Sin embargo y como ya he dicho no tenemos porque sentirnos
abrumados ante esta tarea. Los errores, a no ser que sean de bulto, tienen fácil
corrección. Por otro lado tampoco creo que debamos obstinarnos en buscar una
especie de regla infalible que nos guíe de manera inapelable durante todo el proceso.
Creo más bien que debemos tratar de comprender tal proceso, observar otros kayaks
y luego darle una oportunidad a nuestro propio instinto.
Existen muchos y diversos métodos para determinar la longitud de las costillas. Hay
quien hace las costillas abundantemente largas, las dobla al vapor y las sujeta con
prensillas a las caras exteriores de la bordas. Una vez que ha transcurrido cierto
tiempo, una noche o un día, y las costillas han adquirido su forma curva de manera
definitiva, las recortan a la medida adecuada para conseguir el casco deseado.
Otros optan por la regla de los 5-4-3 dedos; colocan los listones para las costillas
sobre las bordas, por encima de las cajas en las que se van a alojar sus extremos, con
uno de sus extremos a paño con la cara exterior de una de las bordas y el otro
extremo sobresaliendo en voladizo más allá de la otra borda. Al extremo que vuela
le hacen una marca a la siguiente distancia de la borda más cercana:
Para las costillas situadas entre la proa y el reposapiés la distancia será igual a la
anchura de 5 dedos.
Para las costillas situadas entre el respaldo y la popa la distancia será igual a la
anchura de 3 dedos.
Cunningham nos propone otro método del que ya se ha hecho mención con
anterioridad. De un modo muy resumido lo que hace Cunningham es determinar un
suplemento de distancia igual a la anchura de ambas manos juntas, unidas a lo largo
de los dedos índice y con el pulgar remetido hacia dentro. A la costilla más a proa le
aplica todo este suplemento de distancia y a la costilla más a popa le aplica los 2/5
del suplemento anterior. La diferencia entre uno y otro suplemento, es decir los 3/5
del que determinamos con las manos unidas y aplicamos a la costilla de proa se
divide entre el número de costillas que tenga nuestro kayak menos una y el
resultado es la cantidad en que iremos reduciendo el suplemento de distancia para
cada costilla al movernos de proa a popa. Cunningham toma la precaución no
obstante de fabricar una costilla falsa con alambre grueso a la que le aplica un
suplemento igual a los 2/5 del total y la coloca en el lugar en que va la última
costilla. Si la costilla de alambre se mantiene en su lugar no hace ninguna corrección
pero si esta costilla falsa tiende a saltar fuera de las cajas en que se aloja,
Cunningham fabrica otra un poco más larga que se aguante en su alojamiento.
Cuando queda satisfecho con el resultado mide el suplemento de distancia para esta
última costilla y recalcula el rango de reducciones de los suplementos de distancia.
De la longitud medida con las manos unidas resta ahora el suplemento de distancia
obtenido para la costilla más a popa y divide el resultado entre el número total de
costillas menos una.
Brian Schulz de Cape Falcon Kayak nos presenta otro sistema fácil de entender y de
aplicar y que resultó adaptarse perfectamente al kayak que nos ocupa. Conviene
remarcar que Schulz nos advierte que él aplica este sistema para kayaks de menos
de 51 cm de manga y cuya profundidad al arrufo esté por debajo de los 18 cm.
En cuanto a las costillas situadas a popa de la central Schulz les aplica a todas ellas el
mismo suplemento de longitud, es decir 100 mm en nuestro ejemplo.
Si se necesita recortar la longitud de alguna costilla una vez que está ya ha sido
curvada y alojada en sus correspondientes cajas, como es el caso del que hablamos,
hay que tener en cuenta que se debe recortar por igual ambos extremos de la costilla.
La cantidad que hay que quitar en cada extremo es teóricamente igual a la cantidad
en que queremos reducir la profundidad del casco en ese punto, sin embargo
conviene ser prudente y recortar una medida considerablemente inferior. Después
de observar los resultados de este recorte podemos hacer, si es necesario, un
segundo recorte de la longitud de la costilla para ajustarnos mejor a la profundidad
del casco que buscamos. También es conveniente recortar las costillas de una en una
observando los resultados cada vez.
... Me sigo preguntando si será oportuno utilizar aquí estas dos palabritas.
Correctos o no los términos es hora de retomar nuestro trabajo con estas piezas en el
punto en que lo habíamos dejado. Ya tenemos las costillas enclavijadas a las bordas
y listas para servir de asiento a la quilla en su posición definitiva, que dicho sea de
paso, tras algunos ajustes en la longitud de las costillas posteriores a su doblado y
colocación y tras algunas reconsideraciones en cuanto al rocker y profundidad del
casco las cifras indicativas de la posición y curva de la quilla han pasado de los
valores que ya habíamos visto y que se indican en la primera columna a los valores
definitivos que se indican en la segunda:
También en este punto tendremos que tomar alguna decisión, aunque de menor
trascendencia. El ángulo que forma el borde exterior de la roda o el codaste, tajamar
para el caso de la roda, con el borde superior de la misma pieza, es decir la línea del
arrufo, varía normalmente entre l0º y 15º. La elección del ángulo preciso será una
vez más una cuestión de gustos personales. Cuanto más obtusos sean estos ángulos
más larga será la línea de flotación, más rápido y estable el kayak y mayor facilidad
para mantener el rumbo. Por contra será más vulnerable a los vientos laterales y más
torpe en las maniobras. No obstante la incidencia de estos ángulos en las
características del kayak no es tan notable como para hacer de esto la elección de
nuestra vida y la decisión final depende casi siempre, para nosotros los occidentales,
de consideraciones más estéticas que funcionales.
Un día de invierno mi padre y su amigo salieron con sus kayaks. El kayak de su amigo era un
modelo con roda y codaste largos pero tenía un ángulo acusado donde la roda y el codaste se
encuentran con la quilla. Además los extremos de los chine stringers se había colocado rectos
y bajos.
Mientras paleaban descubrieron una extensa placa de hielo reciente que se les acercaba
flotando a la deriva, empujada por el viento y la corriente. Aunque lo intentaron no pudieron
evitarla. Cuando el hielo les alcanzó giraron sus kayaks para ponerse de cara a la placa.
El hielo fresco elevó el kayak de mi padre y en cuestión de segundos mi padre estaba sobre la
placa sin que ni él ni su kayak hubieran sufrido daño. Pero el hielo no se pudo deslizar bajo el
kayak de su amigo. Lo aprisionó por debajo, por encima de los extremos de los stringers.
Cortó la piel y su amigo se perdió.”
Una vez que coloquemos estas dos piezas sobre sus respectivos emplazamientos,
pero sin fijarlas de modo permanente al armazón, conviene cerciorarnos que están
perfectamente perpendiculares a las bordas. En las fotos se ve de qué modo
podemos hacerlo. También debemos cerciorarnos de que cada una de las piezas
apunte hacia el otro extremo del kayak, es decir que esté alineada con el eje
longitudinal. Después de que hayamos hecho las ligadas que sujetan estas piezas al
armazón aún tendremos cierto juego para ajustar esa alineación longitudinal pero en
lo que respecta a la perpendicularidad con las bordas esta es nuestra última
oportunidad de hacer un buen trabajo. La secuencia de fotos es, creo,
suficientemente ilustrativa del resto del proceso.
Sujetamos la quilla a las piezas de proa y de popa con clavijas, tal como se ve en las
fotos.
Recortamos los extremos de la quilla de modo que sean una prolongación del borde
exterior tanto de la pieza de proa como de la de popa. También esto se ilustra en las
fotos.
Si queremos que el kayak navegue recto, la quilla tiene que estar derecha. Lo que
debemos hacer ahora es centrarla sobre las costillas. También en las fotos se ve como
podemos hacer esta tarea con la ayuda de una pequeña tablilla. Centramos la quilla
en una de cada tres o cuatro costillas sujetándola cada vez a esa costilla, después de
que haya sido centrada, con una prensilla. Cuando hayamos acabado de centrarla
sobre las costillas echamos una visual desde una punta del kayak para evaluar la
alineación general. Laquilla tiene que formar un arco suave sin desviarse en ningún
punto ni a izquierdas ni a derechas. Podemos servirnos de un hilo tenso sujeto a los
bordes exteriores de la roda y codaste para comprobar esa alineación. Hilo y quilla
deben discurrir paralelos a lo largo de toda su longitud. El hilo debe estar paralelo
también con las caras de la roda y el codaste sin formar ninguna inflexión ni
torcedura en el borde interior de estas piezas.
La quilla se apoyará a lo largo de todo el borde inferior de la roda y del codaste pero
es muy improbable que las dos o tres costillas de más a proa y las dos o tres de más
a popa sean de altura suficiente como para hacer contacto con la quilla. Lo más
probable es que necesitemos interponer entre estas costillas y la quilla unos
pequeños tacos de ajuste que haremos con sobrante del mismo listón empleado para
hacer la quilla y de una longitud de unos 6 cm.
Una vez que estemos satisfechos con las alineaciones y que hayamos colocado los
tacos de ajuste necesarios ya solo nos queda sujetar la quilla a las costillas de un
modo permanente, pero eso lo veremos en el próximo apartado.
Introducimos la clavija en
el taladro con la cuña
hacia el interior. La cuña
estará atravesada a las
fibras de la madera de la
quilla y de la pieza de
proa.
Ya tenemos las cuatro clavijas colocadas. Nótese que se han dispuesto con
distintas angulaciones para evitar que la quilla se pueda separar de la roda
Para centrar la quilla en las costillas nos servimos de una tablilla que
colocamos por el lado de popa de la costilla. Hacemos una marca en el
punto en que la tablilla se apoya sobre la arista de la quilla
Cuando tengamos la arista de la quilla bajo el punto medio entre las dos
marcas que acabamos de hacer, la quilla estará centrada
Comprobamos
Las ligadas que unen la quilla o los stringers a las costillas son continuas, o lo que es
lo mismo interrumpidas desde la primera costilla hasta la última. Por supuesto
también se podrían utilizar ligadas individuales para cada costilla u otros sistemas,
pero esta ligada continua es el método más usual. Como inconveniente de esta
técnica se podría aducir que la rotura del hilo en cualquier punto arruina toda la
ligada pero no parece que en la práctica esto presente mayor problema.
La ligada que se utiliza para fijar la quilla es idéntica que la utilizada para los
stringers. Dentro de las distintas maneras que hay de ejecutar esta ligada usaremos
aquí la que conlleva por cada costilla un pequeño taladro horizontal de 3 mm de
diámetro que centramos en el eje longitudinal de la quilla. Este taladro evita que el
hilo tenga que pasar por encima de la quilla (por debajo en la posición de
navegación) rodeándola, lo que provocaría pequeños abultamientos sobre la “piel”
que a su vez reducirían la velocidad del kayak.
Además del taladro que hacemos en la quilla por cada costilla hacemos otros dos
taladros iguales que los anteriores; el primero de ellos lo haremos como 25 mm a
proa de la primera costilla y el segundo a unos 25 mm a popa de la última costilla.
Para hacer la ligada cortamos una longitud de hilo igual a 2,5 veces la longitud de la
quilla. Afirmamos el hilo a la quilla pasándolo por el primer taladro, el que está a
proa de la primera costilla o el que situamos a popa de la última, depende por
donde empecemos. Como siempre usamos para esto un nudo esquimal y
comenzamos la ligada propia dicha.
Esta ligada se entiende muy bien con el sistema de los cuadrantes que nos explica
Cunningham. La quilla al cruzarse con una costilla divide el espacio en cuatro
cuadrantes (ver la foto). La secuencia es como sigue (tenemos el kayak boca abajo):
Una vez que atamos la última costilla nos vamos al siguiente taladro y atamos el hilo
como se ve en las fotos.
Tensamos
“Había capturado cuatro focas de casco y mientras giraba para irme a casa el hielo comenzó a
formarse. La costa no estaba lejos así que con gran dificultad arrastré sobre el hielo la caza y
el kayak. Fue un extenuante y sudoroso trayecto. Acercándome a tierra me topé con un área
de agua despejada y embarqué en el kayak.
Aquí me percaté de la presencia de un kayakista que paleaba hacia tierra con gran esfuerzo y
muy despacio. Y sin embargo no parecía transportar nada. Al adelantarlo lo reconocí. Era
Konrad, esforzándose por llegar a casa en un kayak roto.
Había intentado palear su kayak entre las placas de hielo hasta que fue demasiado tarde. El
hielo lo había aprisionado rompiendo tanto el kayak como sus piernas. Cuando la presión del
hielo aflojó, él casi había perdido la consciencia y luchó por abrirse camino sufriendo atroces
dolores y pensando que su espalda estaba aplastada. Tuvimos que desmontar el kayak para
liberarlo y llevarlo luego a su casa.
Estuvo acostado todo el verano y cuando finalmente pudo caminar tenía que apoyarse en una
vara que desde entonces ha tenido que seguir usando.”
“En kayaks poco profundos con una marcada inflexión (se refiere al cambio de plano
mencionado anteriormente), por ejemplo los hechos con cajas oblicuas en las bordas, el
hombre puede balancear su kayak contra el hielo haciendo que este fluya bajo el kayak. En
lugar de ser aplastado entre los icebergs es elevado sobre la superficie de hielo. Sin embargo,
cuando la placa de hielo es muy gruesa al kayakista no le queda más opción que salir del
kayak lo más rápidamente posible y subirlo al hielo tras de él."
Petersen nos explica que tanto la forma como la anchura que adquiere el fondo de
un kayak están más relacionadas con la posición de los largueros de pantoque y con
la forma de las costillas que con la propia manga del kayak. Cuando la curvatura de
las costillas se acentúa en los laterales la embarcación tendrá un fondo más bien
plano, propio, según Petersen, de zonas en que el kayak se utilizaba solo durante
una parte del año.
“Un kayak con fondo ancho y plano navega elevado sobre el agua y se desliza con facilidad.
Puede llevar carga en cubierta sin hundirse demasiado en el agua y no vuelca fácilmente por
lo que es bueno para los principiantes y kayakistas menos hábiles.
Muchos cazadores sin embargo, ven demasiadas desventajas en un fondo ancho y plano.
Navegar elevado sobre el agua es muy peligroso con vientos fuertes y mares agitados cuando
al cazador se le hace difícil controlar el kayak.
En kayaks con el fondo en una “V” más marcada es por supuesto más difícil mantener el
equilibrio pero esta forma ofrece al kayakista mayor control sobre su embarcación.”
Lo cierto es que de lo dicho hasta aquí parece deducirse que vamos a tener un
amplio margen de maniobra a la hora de colocar los largueros de pantoque sobre el
casco. Pues bien, no es así. Si tanto nuestra quilla como nuestros largueros tienen 20
mm de altura, apenas si vamos a tener unos milímetros de juego para emplazar los
largueros. Lógicamente a medida que aumentemos la altura de esas piezas más
posibilidades tendremos de desplazar lateralmente los largueros en busca del fondo
de nuestra elección.
Manos a la obra.
Cuando estemos satisfechos con la posición y curvatura del primer stringer pasamos
a colocar el segundo. Utilizamos una tablilla auxiliar para anotar en una de cada 3 ó
4 costillas la distancia del primer stringer al canto inferior de la borda que está de su
mimo lado (el canto superior en la posición invertida del kayak) y ajustamos el
segundo larguero a la misma distancia para cada una de las costillas en que
realizamos la medición.
Los chine stringers se sujeten a las costillas con una ligada continua exactamente del
mismo modo que la quilla. Justo antes de su encuentro con las piezas de proa o de
popa los stringers se amarran uno al otro con una ligada igual a la que empleamos en
los extremos de las bordas. Si fijásemos los largueros a las piezas de proa o de popa
el armazón no tendría suficiente elasticidad en mares agitados.
Es muy importante que la punta del stringer haga contacto con la pieza de proa antes que el talón
del bisel que acabamos de tallar en el stringer. De otro modo al apretar las lazadas las puntas
tenderán a separarse de la pieza de proa
Aquí será mucho más prudente dejar un margen de al menos 9 mm entre piel y
costilla. Hacemos esta comprobación y la anterior para todas las costillas. A medida
que vamos situando el stringer lo vamos sujetando con prensillas cada 3 ó 4 costillas
Y colocamos el otro stringer manteniendo en cada costilla las mismas distancias a la borda.
Comprobamos para este stringer la distancia entre cada costilla y la piel. Si en alguna costilla la piel se
acerca más de los estipulados 9 mm tendremos que mover los dos stringers y repetir todo el proceso.
Una vez que hemos sujetado los stringers a las costillas con una ligada
continua marcamos el punto de encuentro de sus extremos con el canto
interior de la roda o del codaste.
Repetimos los 3 ó 4 nudos simples alrededor de los dos ramales de la ligada. Puede que
necesitemos ayudarnos de una aguja para pasar el hilo entre la ligada y el canto interior en
este caso del codaste. Después acabamos la ligada como siempre con una serie de nudos
simples alrededor de uno de los ramales de la ligada y finalmente un nudo simple
alrededor de si mismo en el extremo del hilo
Las placas de enlace o de transición o como se las quiera llamar son unas placas
trapezoidales como de 8 mm de grosor que sirven de conexión entre el extremo de
las bordas y las piezas de proa o de popa.
Marcamos al ras del otro extremo del encaje para definir la longitud de
la tablita. A continuación cortamos por la marca.
Unimos con sendas líneas rectas los extremos de ese contorno y cortamos
por esas líneas. En la foto, por claridad, se ha remarcado de color azul el
contorno que se había dibujado in situ y en color negro las líneas por las
que se hará el corte
Vemos las líneas que trazamos con ayuda del listón flexible.
A modo de piel provisional podemos utilizar película de plástico del que viene en
rollo y que se usa en la industria para envolver palets y similares; muy parecido al
de cocina pero más fuerte. Varias vueltas alrededor del armazón, envolviéndolo de
la forma más parecida posible a lo que será su piel definitiva, serán suficientes. Al
fin y al cabo basta con que esta piel provisional mantenga el kayak a flote durante
algunos minutos, los suficientes para obtener esa primera impresión. Realizaremos
la prueba en aguas tranquilas tratando de no someter el kayak a grandes esfuerzos.
Podemos sujetar las vueltas de plástico con cinta americana, mejor cuanto más
resistente al agua.
Más que la piel, amiq, o cualquier otro componente del kayak, el “masik” es para
muchos la única pieza cuyo nombre les resulta familiar. Es sin duda la pieza más
emblemática del kayak y no solo porque no tenga traducción a ninguno de los
idiomas más extendidos en el mundo occidental. Hay otras razones para ello. En los
kayaks de un solo masik, los más habituales, este travesaño de cubierta curvo tiene la
triple función de servir de anclaje a los muslos para transmitir nuestras órdenes al
kayak, de servir como apoyo al borde delantero de la brazola de la bañera y de
servir asimismo de apoyo al extremo trasero de los stringers de la cubierta de proa.
Es de entender que el masik deba ser una pieza robusta que soporte todos los
esfuerzos a los que se verá sometido. El masik es también el travesaño de cubierta
que se coloca en último lugar y el modo de hacerlo, tal como se ve en la secuencia de
fotos, es totalmente diferente a los otros travesaños.
Para fabricarlo disponemos de tres opciones: laminado, talla de una pieza curva de
madera y talla de una pieza de madera rectangular. El laminado, sin duda la opción
menos tradicional, consiste en pagar chapas delgadas de madera en número
suficiente para alcanzar el grosor necesario. Las chapas se pegan unas a otras
conformando la curva que queremos dar al masik. Tallar un masik a partir de una
pieza curva de madera es, al contrario que el laminado, la opción más tradicional. Al
partir de una pieza curva, las fibras de la madera seguirán de manera natural una
curva similar a la del masik con lo que conseguiremos robustez sin necesidad de
recurrir a una sección sobredimensionada, lo que al final redundará en ligereza. La
tercera opción, sin duda la más sencilla, es la que hemos elegido para este kayak. Al
tener doble masik no necesitamos una pieza de tanta robustez como si se tratara de
un kayak con un solo masik. En este kayak es el bao justo a proa del masik el que
sirve tanto de anclaje para los muslos como de soporte a los stringers de cubierta.
Aún así se ha tallado partiendo de una pieza rectangular de madera dura de 7 cm de
grosor, lo que garantiza la resistencia necesaria.
Con la falsa ajustada al ángulo de flare trazamos una línea que pasa por
el punto de encuentro con las bordas trasladado a la paralela al borde
inferior del tablero
Recortamos por la línea. Basta con recortar media plantilla para asegurar
la simetría del masik
En rojo vemos las líneas que acabamos de marcar. Los puntos 1 y 2 nos sirven de
referencia para la explicación del siguiente paso.
Con la falsa ajustada tal como se vio en la foto anterior trasladamos las
líneas de contacto entre tocho y bordas de modo que sus paralelas pasen
por los puntos 1 y 2 respectivamente (ver dos fotos atrás.) Nos queda
cortar siguiendo las líneas rojas y los dos pequeños tramos exteriores de
la línea negra paralela al canto inferior del tocho. (Para guiar mejor el
corte dibujamos en la cara anterior del tocho otra línea paralela al canto
inferior y a 3 cm de este.)
Seguimos con la pieza de madera falsa, ahora para ver el tocho colocado
en su posición definitiva
Los stringers de cubierta son unos delgados listones de madera que discurren a lo
largo de las cubiertas enlazando dos o más travesaños. Ayudan a distribuir entre
tales travesaños cargas como las debidas nuestro propio peso cuando nos sentamos
sobre la cubierta de popa en el momento de embarcar o desembarcar o al peso de
otro kayak que apoyamos sobre el nuestro durante la práctica de un rescate o al peso
del equipo que podamos transportar sobre la cubierta. También aportan a la
estructura una rigidez especialmente necesaria cuando se navega entre olas grandes,
paliando en gran medida la tendencia a flexar que tiene el kayak en estas
situaciones. Por otro lado también proporcionan soporte a la piel y ayudan a
mantener el volumen del kayak.
Stringers de popa
Para los stringers de popa emplearemos sendos listones de 4 x 1 cm que van desde el
travesaño nº 7, es decir el que podríamos denominar respaldo, hasta el nº 8. La
cubierta de popa es plana, de modo que el grosor de los stringers será tal que estos
no sobresalgan por encima del plano de las bordas. Un extremo de estos listones
quedará al ras del borde de proa del travesaño nº 7 mientras que el otro lo podemos
cortar a paño con el borde de popa del travesaño nº 8 o llevarlo un poco más allá
dejándolo en voladizo entre los travesaño 8 y 9. Redondeamos los extremos y los
cantos de los stringers para evitar aristas afiladas. Sobre cada uno de los travesaños 7
y 8 hacemos dos marcas que dividan el travesaño en tres tramos iguales y
emplazamos los stringers de modo que sus ejes se sitúen sobre estas marcas. La
distancia entre los ejes de cada stringer será por tanto, en cada travesaño, igual a 1/3
de la longitud del travesaño.
Empezamos a pasar el hilo que usamos para las ligadas. Nótese el sobrante que se
deja por la parte inferior del travesaño. Nótese también la ranura que se ha tallado
en la parte superior del stringer que evita que el hilo sobresalga por encima de la
superficie del stringer, lo que provocaría un abultamiento en la tela
... tensamos. Para tensar tiramos del sobrante que habíamos dejado por la
parte inferior del travesaño y del hilo que sale hacia arriba por el taladro de la
izquierda, el más cercano al centro de la cubierta
Evidentemente no podremos poner la tela hasta que el aceite haya secado por
completo así que mientras tanto podemos sentarnos a contemplar el resultado de
nuestro esfuerzo o entretenernos fabricando la brazola de la bañera.
Depende de la fuente que consultemos los términos con que los inuit de
Groenlandia designaban la brazola de la bañera podrían ser paava, paaq o
simplemente paa, o quien sabe si algún otro. Claro está que Groenlandia es un
territorio muy amplio.
Si los inuit adaptaron sus brazolas e incluso sus kayaks a esos aros para mástiles de
barcos por qué no habíamos de adaptarnos nosotros a las medidas de algún kayak
Para fabricar la brazola lo más conveniente es fabricar en primer lugar una horma
que nos sirva para doblar los distintos listones de madera que la componen. Y para
fabricar esa horma lo mejor es empezar haciendo una plantilla. En las fotos se
explica en detalle el proceso de fabricación de la plantilla.
La misma figura de antes pero ahora con las medidas interiores reales
de nuestra brazola. Tratamos de hacer una brazola de las mismas
dimensiones que la Skua de FUN RUN
Recortando por las líneas tendremos una plantilla que nos permita
dibujar las dos mitades de la horma que usaremos para fabricar la
brazola
“...En aguas incansablemente barridas por las tormentas y fuertes olas, la piel de la foca
barbuda parece ser la única capaz de soportar la fuerza de las olas. Las sagas hablan de
grandes cazadores en tales regiones.
Los habitantes de Nunakuluut, donde la costa Oeste forma un ángulo con la bahía de
Qaqortoq, son conocidos por sus capaces e intrépidos kayakistas. El mar allí es tormentoso.
Las olas del océano Atlántico rompen con toda su furia y el túnel de viento de 1.000 km de
longitud que supone el estrecho de Davis para los vientos del norte a menudo produce olas
crueles. Los grandes cazadores que se atreven a palear más allá del abrigo de la costa
preferían la piel de la foca barbuda a ninguna otra.” (H. C. Petersen 1986, 30)
Quizá precisamente por eso, porque es una tradición que se ha perdido para
siempre, merezca la pena pararse un momento para ver en cierto detalle, de la mano
de Petersen y con la ayuda de Golden y otros, las técnicas que se utilizaban.
Antes de colocarlas sobre el armazón era necesario coserlas unas a otras para crear
una piel única con la que cubrir el kayak. Escoger y cortar las pieles para luego
unirlas entre si era un trabajo muy delicado en el que se requería experiencia. Una
mujer experta era capaz de cubrir un kayak con tan solo tres pieles pequeñas y
ahorraría trabajo a las costureras. Una mujer inexperta sería incapaz de hacerlo con
pieles grandes y sería causa de un trabajo extra para las costureras obligándolas a
coser más parches o pequeñas piezas de remate.
Al igual que con los tendones trenzados también se empleaban diferentes costuras
según la finalidad que tuvieran, pero todas ellas tenían en común que, tal como se
ve en el dibujo, para evitar filtraciones las puntadas no podían traspasar
simultáneamente las dos solapas. No podemos olvidar aquí que la piel tenía un
grosor de 2 a 3 mm.
Para la unión de las pieles se usaba una costura de más o menos un dedo de ancho.
En el dibujo aparece con nombre de transversal. Además de colocar la piel en el
armazón cuidando de que el solape quedase hacia atrás en el kayak, la costura
interior solía dejarse ligeramente floja mientras que la exterior se cosía tensa. Con
esto se pretendía evitar la formación de crestas o protuberancias en la piel que
pudieran suponer un obstáculo al suave discurrir del agua en torno al casco y ser
motivo de algún ruido al navegar.
Por último, finalizadas todas las costuras y tras haber instalado la brazola de la
bañera, toda la piel se untaba con grasa o aceite prestando especial atención a las
costuras que se frotaban con aceite de foca para impermeabilizarlas. La piel así
En un kayak bien cuidado la piel podía durar hasta tres años o más; si el
mantenimiento no era tan cuidadoso o el kayak se usaba con mucha frecuencia
podía ser necesario cambiarle la piel incluso dos veces al año.
Para cubrir la estructura de madera, igual que para todo lo demás, tenemos varias
alternativas, cada una con sus ventajas en inconvenientes. Los materiales más
utilizados actualmente son el algodón el poliéster y el nylon balístico en diferentes
grosores. En el kayak que nos ocupa se ha utilizado nylon balístico crudo, sin tratar,
de 328gr/m2 en tafetán (tipo de tejido o trama de la tela.) Seguramente habría sido
suficiente con un nylon más ligero, y por tanto más delgado, que al encoger no
sometiera a la estructura a tanta tensión como lo puede hacer este, pero hay que
supeditarse a los imperativos del mercado. En cuanto a los otros materiales prefiero
no entrar en el debate sobre sus ventajas e inconvenientes debido simplemente a mi
falta de experiencia con ellos. El nylon balístico es un buen tejido, resistente y
duradero. Se supone que no es necesario reemplazar la tela de un kayak cubierto
con nylon en al menos 5 ó 6 años. Es además un tejido con el que es fácil trabajar y se
adapta muy bien a los diferentes contornos de la estructura.
Una de las características más distintivas del nylon es que encoge con el calor. Se
dice que es termo retráctil. Los días de sol y calor notaremos que la piel de nuestro
kayak está más tensa, mientras que los días fríos y húmedos la veremos más floja. Es
muy importante entender el comportamiento del nylon ante los cambios de
temperatura y humedad si queremos utilizar este material.
El nylon necesita una combinación de humedad y calor para encoger. Por este
motivo después de colocar y coser la tela en el armazón, la empapamos de agua y
después la secamos con el calor de una plancha, o mejor si es calor húmedo como el
de una “vaporeta.” Hay quien simplemente deja que el kayak se seque al sol. Con
esto conseguiremos que la tela encoja un cierto grado adquiriendo una mayor
tensión en la estructura. Aún así seguirá reaccionando ante los cambios de
temperatura y humedad pero con ese sistema habrá encogido de manera definitiva y
lo que es más, con el tiempo veremos que la piel de nuestro kayak está cada día más
tensa.
Para colocar la tela sobre la estructura hay también distintos métodos. En la serie
fotográfica se explica el proceso que hemos seguido para cubrir nuestro kayak y que
sigue casi al pie de la letra el método que recomienda Brian Schulz, de Cape Falcon
Kayak, en su página Web.
Para coser definitivamente la tela a la brazola se puede usar un hilo fuerte de nylon
sin encerar. Un hilo de 1,5 mm de diámetro y de longitud igual a 1,5 veces el
perímetro de la brazola puede ser suficiente. Sacamos una de las puntas. Pasamos
un extremo del hilo por el agujero que deja en la tela, doblamos el borde de tela
hacia el marco de la brazola y lo atamos con el nudo esquimal que a estas alturas
sabemos de memoria. El otro extremo del hilo lo enhebramos en una aguja y lo
pasamos hacia el exterior por el agujero vacío del marco. Quitamos la siguiente
punta y pasamos aguja e hilo por el taladro hacia el interior de la bañera. Pasamos la
Para impermeabilizar la
tela es necesario aplicar
algunas manos de barniz
o pintura. El producto
más utilizado para este fin
es sin duda el barniz de
poliuretano de dos
componentes con
protección ultravioleta. A
día de hoy, sin embargo,
los pocos constructores de
kayaks tradicionales que
puede haber en España no
parecen haber encontrado
el producto definitivo o al
menos un producto que
de una respuesta
satisfactoria a un precio
razonable. En el foro de kayakdemar.com hay un debate abierto sobre este tema y es
de esperar que pronto se puedan recomendar con rotundidad algunos productos
concretos.
Para aplicar el barniz tendremos que seguir las instrucciones del fabricante sobre
todo en lo relativo a los tiempos de secado entre una mano y otra. Nos debemos
preocupar eso si de que la tela esté bien seca.
Podemos comprar barniz con color o incoloro, en cuyo caso podemos teñirlo con
pigmentos que cumplan las recomendaciones del fabricante o podemos dejar la tela
en su color natural lo que resultará en un acabado traslucido que deja entrever la
estructura de madera.
También conviene encintar la brazola o incluso tapar por completo la bañera con
papel para evitar mancharla con la pintura.
“Son las líneas de cubierta y aparejos lo que convierten un kayak groenlandés en un kayak de
caza” (Harvey Golden, Kayaks of Greenland)
En este kayak se ha buscado una distribución sencilla. Una correa simple justo a
proa del travesaño nº 1, una correa doble emplazada sobre el travesaño nº 5 y otra
sencilla 4 ó 5 cm más a proa, otras dos líneas sobre el travesaño nº 8 y otra línea
simple en el extremos de popa junto al último travesaño.
Para las líneas se suele usar lo que en inglés llaman cuero látigo, un tipo de cuero
curtido al cromo que tolera la acción del agua sin decolorarse ni ponerse rígido. Es
fácil encontrar en el comercio cordón de cuero en diámetro de 6 ó 7 mm
perfectamente apto para este uso.
En las líneas se suelen insertar, aunque no siempre, cuentas y tensores. Las cuentas
son especialmente útiles en las líneas de los extremos para mantenerlas a cierta
altura sobre la cubierta y poder deslizar la pala de repuesto, por ejemplo, debajo de
ellas. Este tipo de cuentas a veces también se colocan en las líneas centrales con el
mismo fin de que resulte fácil deslizar bajo ellas lo que queramos sujetar allí y al
mismo tiempo que impidan un deslizamiento lateral del objeto en cuestión, como
pueda ser, por ejemplo, un cuchillo.
En cada línea doble hemos insertado dos tensores que se ven en la serie de
fotografías. Los agujeros en cada tensor están unos 35 mm más próximos entre si
que los agujeros de las bordas correspondientes al mismo par de líneas. Al deslizar
los tensores hacia el centro de la cubierta las líneas se aflojan mientras que si los
deslizamos hacia los laterales, las líneas se tensan.
La distancia entre los agujeros de los tensores es en este caso de unos 7 cm, de modo
que podamos pasar la pala por debajo de ellos y sujetar una hoja sobre la cubierta
mientras que la otra sobresale hacia un lado perpendicularmente al kayak. La pala
actúa entonces de balancín ayudándonos a estabilizar el kayak cuando embarcamos
o desembarcamos o cuando en medio de una travesía necesitamos las dos manos
libres para lo que sea.
Los taladros en las bordas se hacen unos 15 ó 20 mm por debajo del canto superior.
Conviene que tengan 1 mm menos de diámetro que los cordones de cuero para
evitar que se filtre el agua por ellos. También debemos alejarnos como 2 cm de las
Por último hacemos pasar ambos extremos del cordón por el agujero central
de una bola o cualquier abalorio que nos sirva para mantener la línea elevada
sobre la cubierta. En la foto vemos la línea situada en el extremo de popa
Poco más hay que decir. El kayak está terminado y listo para navegar.
En las primeras salidas, con cada maniobra, cada vez que nos alcance una ola o una
racha de viento, casi con cada palada, estaremos analizando las reacciones de
nuestro kayak. De un modo a veces consciente y a veces inconsciente nos estaremos
preguntando si hemos conseguido los objetivos que nos propusimos durante la
construcción, si nuestra embarcación se comporta como esperábamos. Lo cierto es
que poco importa la respuesta. El mayor beneficio de ese juego de ensayo y error es
el aprendizaje. Nuestro modo de entender y de practicar el kayak de mar habrá
Ahora es más esbelto y más ágil. Se muestra más indiferente al viento, navega más
agazapado en la ola y es dócil al rumbo que se le marca sin obstinarse en
mantenerlo. Se podría esperar un temperamento inquieto como consecuencia de una
manga más ceñida, pero la pérdida de volumen le ha dado serenidad. Parece que la
1986 Skinboats of Greenland. Ships and Boats of the North, Vol. 1. Roskilde: The
National Museum of Denmark, The museum of Greenland and the Viking Ship
Museum in Roskilde.
Sitios web:
Cape Falcon Kayak: http://www.capefalconkayak.com/
Wolfgang Brinck Small Boats: http://www.wolfgangbrinck.com/boats/index.html
Traditional Kayaks by Harvey golden: http://www.traditionalkayaks.com/
Foro de Kayak de mar: http://www.kayakdemar.org
Asociación Galega de Kaiak de Mar: http://www.agkm.org/
Qajaq USA: http://www.qajaqusa.org/