LA BIOLOGÍA Y LA INGENIERÍA ELÉCTRICA

La relación que se puede obtener entre la ingeniería eléctrica y la biología,

yace en la utilización de los recursos naturales, esto con el fin de mejorar la
calidad de vida de los seres humanos. La ingeniería eléctrica se ha encargado,
en gran parte, de la producción, manejo y transporte de la energía, que con la
ayuda de los recursos naturales (renovables y no renovables), es convertida en
electricidad.

Debido a los diferentes ecosistemas que se encuentran en el planeta, se

pueden ver diferentes formas de energía eléctrica dependiendo de su origen.
Se tienen así pues, la termoeléctrica que se obtiene del calor producto de
combustibles fósiles (petróleo, gas natural o carbón), de la fusión nuclear del
uranio u otro combustible nuclear o del sol, la hidroeléctrica que surge del
aprovechamiento de la energía potencial del agua embalsada en una presa, la
eólica que es el resultado de la energía cinética generada por efecto de las
corrientes de aire o de las vibraciones que el dicho viento produce, entre otras.

Lo curioso de esta interacción, es lo mal librado que se ha visto el medio

ambiente cuando se requiere obtener dicha energía, pues, los ecosistemas son
destruidos, en su totalidad o parcialmente, la atmósfera se ha visto afectada
debido a los gases que emiten los combustibles y muchas extensiones de
tierra son “colonizadas” desplazando de su hábitat a muchas especies de
animales, pues, no sino hasta hace pocas décadas se han tenido en cuenta
aquellos aspectos, que a la larga también afectan al ser humano. Por esta
razón, la ingeniería eléctrica ha decidido estudiar los procesos de generación
de la energía eléctrica con el fin de obtener mayor cantidad de ésta, con el
menor impacto ambiental posible.

Para ello, ha “atacado” con dos grandes armas, la social, y la que le compete
más, la ingeniería. La primera se trata de la concientización acerca del
derroche de la energía que se provee y un ejemplo de la segunda, creando
institutos como el iie (instituto de investigaciones eléctricas) que participan
activamente en la reducción de los efectos sobre el medio ambiente al mínimo
posible, con programas como la energía limpia.

Así pues, aunque en principio la ingeniería eléctrica sea “mala” con el medio
ambiente, ha empezado a hacer lo posible para mejorar ésta con ayuda de una
de los tantos campos de la biología como lo es la ecología, estudiando el
impacto ambiental, y las diferentes formas de ayudar a combatir los daños que
se le han ocasionados al planeta.