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Octubre dosm
Octubre 2009
san cristóbal. frontera de mil caminos.venezuela
año 2 No. 17
canal/intercambio de saberes/ expresión comunitaria/ información urbana/ cultura ciudadana / construcción del poder popular
carajo!!
ya no es el día de la raza ( supuestamente) sino de la resistencia...sin embargo, se nos esta olvidando que los que de verdad
están resistiendo son ellos, nuestros hermanos y hermanas indígenas, con quienes “compartimos” el territorio, estas fronteras
inventadas por nuestra occidental y blanca cultura, no por ellos...
nosotros no resistimos, nada de eso. somos cómodos criollos, que simplemente tenemos un día libre, un fin de semana largo…
siguen ellos sin nada que celebrar, y nosotros construyendo ese “nuevo mundo posible” sustentados en la utilización y defensa del
oro negro...olvidando el origen, olvidando qué necesitamos de verdad, cual es la causa de la destrucción paulatina que como
especie hemos venido ejerciendo, sistemáticamente y con placer sadomasoquista, de nuestro planeta, de nuestra propia
posibilidad de existencia. petróleo, petróleo y mas petróleo es consigna y forma de vida para la humanidad, para la moderna, la
que se puso a investigar, pensar, escribir, teorizar, ideologizar...mientras ellos, los primeros, los originarios, los que estaban en
contacto, formando parte de un ecosistema, siendo madre tierra, sufren las mas terribles consecuencias
de tanto desarrollo y progreso.
el racismo se impone. los intelectuales dicen que el indio representa nuestras raíces, que debe ser reivindicado, dignificado…
pero los hechos, la verdad verdadera, la realidad inexorable, solo muestran el racismo mas perfecto posible.
el verdadero fondo del concepto de la autodemarcación de los territorios indígenas parece no haber sido comprendido aún. siguen
encargados de resolver el asunto algun@s que no han entendido la deuda histórica con los pueblos originarios. o que prefieren
hacerse los locos porque prevalecen otros intereses, intereses blancos, criollos, egoístas, capitalistas…no importan cuanto dolor se
viva, cuanta hambre se pase, cuanta sangre se derrame.
la misma historia desde que llego el primer colono a esta mil veces violada tierra. cubagua, potosí … la sierra. . ¿hasta
cuando?,¿que carajo es lo que pasa?
¿ porque tienen ellos que entendernos esta locura, nuestra adicción a la energía, a los hidrocarburos,
nuestro odio por el agua y la vida?
Todo empezó con las compañías petroleras gringas cuando apareció el mardito mene. Yukpas y baríes ocupaban hasta las riberas del Coquivacoa, lo que es un
territorio amplísimo; si nos podemos a ver eran unos terratenientes entonces. La exploración en búsqueda del petrolio los expuso al contacto con el watía (el
nombre con que llaman los yukpa a todo el que no es yukpa) y empezó una etapa muy negra en la historia de estos pueblos. Enfermedades, alcohol, espejitos.
Así, para empezar, los alejaron de las orillas del lago con la excusa del petróleo. Pdvsa como heredera de esas deudas históricas debería
Resarcir de alguna manera el daño causado …
La riqueza petrolera empezó las desgracias que continuó la riqueza de sus tierras. La construcción de la carretera, necesaria para la industria petrolera,
Machiques-Colón, permitió acceso rápido y seguro a los colonos con ganas de deforestar para negociar madera. Un grupo importante de watías empezó a
colonizar esas tierras para montar materas, haciendas y granjas. En esos predios los conucos aborígenes desentonaban y no eran bien recibidos. Los futuros
dueños de las tierras ancestrales de los hermanos indígenas los sacaron a plomo limpio, les destruían los conucos, atemorizaban a niños, mujeres y ancianos.
No vayan a creer que lo hacían a caballo y con lanzas, lo hacían desde camionetas pickup con armas largas y miras telescópicas. Mientras los indígenas huían
hacia la sierra los ganaderos, apoyados los rifles en el cajón de la camioneta, hacían puntería y los iban “cazando”, como ellos mismos referían, güisquicito en
mano en la casa grande de la matera. Una vez realizada la matanza se acercaban en las camionetas hasta los cadáveres, les cortaban la cabeza, las agarraban
por los pelos y con tres o cuatro cabezas en cada mano, click, se tomaban fotos.
En otros casos les llevaban comida y medicamentos en helicópteros (no dudo que tuvieran las insignias de la cruz roja). Dejaban los paquetes con la ayuda
humanitaria, cortesía de los watías, y despegaban raudos. Los remarditos ganaderos, como iluminados por Jítler, envenenaban los alimentos destinados a
grandes y niños por igual. Los actuales dueños de esos territorios tan heroicamente conquistados son, en muchos casos, hijos o nietos de los retratados
sonrientes de las fotografías referidas, de los que enviaban comida. Esos terrenos están llenos de sangre inocente que clama,
en el menor de los casos, venganza.
Sé de una comisión de demarcación de territorios indígenas nombrada por el ministerio del ambiente que estafó a los indios al reconocerle derechos a los watías
asesinos. Siguen cobrando por asesorías a la comisión de demarcación, por tanto les conviene que esto se dilate hasta el infinito y más allá. Entregaron a los
baríes un documento de demarcación que les hacía dueños de menores hectáreas que las que habían otorgado los adecos y copeyanos de la cuarta república.
Hay cuatro haciendas de miles de hectáreas en la entrada a Kasmera, propiedad de los famosos y marditos hacendados Chávez Vargas. Invadieron las tierras y
bautizaron las haciendas Ceilán, Medellín, Maracay, Brasil y Cusare, si la memoria no me falla. Nuestros panas yukpas reclaman el 100 por ciento de esas
haciendas pues está comprobado en la historia antropológica y en la memoria indígena que ese territorio les pertenece. Los invasores son tan descarados que
no tienen ni un documento de propiedad (¡lógico!) pero exigen el pago de bienhechurías. A los terratenientes no les falta cinismo: invocan la seguridad
alimentaria como justificación al despojo. Esos marditos históricamente han botado la leche a los ríos para que los precios se mantengan. Son marditos por
todos lados: al tirar la leche al río comenten un pecado horrible y de paso contaminan y se llevan por los cachos el ecosistema. Solamente por eso, el gobierno
no debería pagarle nada a los ganaderos invasores. El ejército no se mete con los indígenas mientras se mantengan en lo que los watías reconocen como
territorio indio, el problema es cuando salen a reclamar lo suyo, el terreno que ellos saben que les pertenece: el ejército y la Guardia Nacional se ponen de parte
de los ganaderos invasores contra los legítimos y ancestrales dueños.
En esa zona la presencia del estado es más bien precaria. Por ahí pasan contrabando, armas, drogas, los paracos hacen su constante agosto, en fin, tierra de
nadie. La presencia indígena entorpece todas esas actividades que los invasores toleran y facilitan. A eso tenemos que sumarle el elemento de los desplazados
por la violencia en Colombia, miles y miles de watía, que para los terratenientes significan mano de obra esclava, hombres, mujeres, niños y ancianos transitan
por esos terrenos expuestos a cualquier peligro. En este caso es la geopolítica lo que opera en contra de los indígenas.
Como se ve todos los elementos que representan riquezas naturales, recursos agropecuarios y ubicación estratégica atentan en contra de las comunidades
indígenas. Siempre ha sido así desde que los españoles llegaron.
Hay además un tipo de ganadero muy perverso: el que es a la vez ganadero y militar, se supone que en el último caso se pondrá de parte del gremio ganadero.
El papel de la ministra Nicia es patético y no lo comentaré, ya he hablado demasiadas peperas. Tampoco hablaré del papel de la UBV ni el de Fundayacucho,
pero les recomiendo que lean nuestro otro blog, Clorofila Azul, donde Cano tiene todo ordenado y bien escrito. El link de Clorofila Azul aparece aquí mismo, así
que no duden en puyarlo y acceder a información de la buena.
...Y yo que la lleve al rio, creyendo que era mozuela...pero tenia marido
ana karina rote aunicon paparoto mantoro itoto manto
no a las bases yanquis en nuestramerica