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B) CONTRATOS VERBIS.

1. Dotis Dictio.

Es aquél contrato verbis que se empleaba para hacer obligatoria la promesa hecha al marido
de constituir una dote.

Cae en desuso cuando la promissio dotis adquirió por si sola fuerza obligatoria.

2. Jus Jurandum Liberti.

Es aquél contrato verbis mediante el cual el liberto se obliga a proporcionar ciertos


servicios a su patrón.

3. Stipulatio.

3.1. Concepto.

Es aquél contrato verbis que consiste en una petición del acreedor, seguida de la
contestación afirmativa y congruente del deudor mediante la cual este le concede al primero
un derecho personal.

3.2. Requisitos.

la stipulatio es un contrato solemne, por lo que su existencia esta supeditada a la estricta


observancia de sus solemnidades, y estas son:

a. Pregunta y Respuesta deben ser hechas verbalmente.

El acreedor pregunta al deudor si consiente en obligarse y este responde afirmativamente.


Ambas partes deben estar presentes y ambas partes deben poder hablar y oír, por esta razón
la stipulatio no puede tener lugar entre ausentes, y no pueden recurrir a ella ni los sordos ni
los mudos.

En un comienzo pregunta y respuesta se formulaban empleando el verbo spondere, con


posterioridad se admitió el uso de otros verbos e incluso el uso de lenguas extranjeras,
quedando entonces el uso del verbo spondere para los ciudadanos romanos.

b. Pregunta y Respuesta deben ser continuadas.

La respuesta debe seguir inmediatamente a la pregunta, no pudiendo las partes ocuparse de


otro negocio pendiente que sea la respuesta.

c. Pregunta y Respuesta deben ser congruentes.


En un primer tiempo este requisito fue aplicado en forma rigurosa, de manera que era nula
la stipulatio si el deudor empleaba un verbo distinto al que había utilizado el acreedor.

Con posterioridad, en el derecho clásico, era suficiente que el promitente manifestase su


consentimiento verbalmente, no importando el verbo que emplease, es decir, bastaba
cualquier expresión afirmativa, incluso se permitía el uso de un idioma distinto, siempre
que el estipulante lo comprendiese. En caso alguno, eso sí, se aceptó el empleo de gestos
afirmativos, siempre se exigió el intercambio de palabras.

Este fue el requisito que produjo mayores dificultades prácticas y que dio lugar a un gran
número de soluciones jurisprudenciales.

3.3. Prueba de la stipulatio.

En un principio la stipulatio puede ser probada x cualquier medio de prueba, sin embargo,
para facilitar esta prueba se acostumbraba recurrir a la documental, así las partes redactaban
un escrito denominado cautio, en el cual se daba cuenta del objeto del contrato y del
cumplimiento de sus solemnidades. La cautio iba sellada por los testigos asistentes. La
existencia de la cautio tenía por objeto hacer presumir el cumplimiento de las
solemnidades.

3.4. Características de la stipulatio.

a. contrato verbis.

b. solemne.

c. abstracto.

d. unilateral.

e. de derecho estricto

f. entre presentes.

3.5. Acciones que surgen de la stipulatio.

a. condictio certae creditae pecunia: que surge cuando el objeto es una suma de dinero.

b. condictio certae rei: que surge cuando el objeto de la obligación es una cosa distinta del
dinero, esta condictio toma el nombre de triticaria cuando el objeto consiste en productos
agrícolas.

c. actio ex stipulati: surge cuando el objeto es incierto, es decir, en hecho o una abstención.

3.6. Aplicaciones de la stipulatio.


La stipulatio por ser un negocio abstracto tiene múltiples utilidades, se le emplea para:

· hacer obligatorio el pago de intereses.

· para novar.

· para crear una obligación solidaria.

· para constituir una fianza

· etc..

3.7. Ad estipulatio.

Consiste en la intervención de un tercero denominado ad estipulator, el que en calidad de


mandatario del acreedor estipula del deudor la misma obligación que el acreedor principal.
El ad estipulator es un acreedor accesorio y por lo mismo no puede hacerse prometer mas
que el acreedor principal, pero si menos.

En sus relaciones con el deudor el ad estipulator es un acreedor y por lo mismo puede


perseguir al deudor y extinguir la obligación, aún respecto del acreedor principal, ya sea
recibiendo el pago o remitiendo la deuda.

En sus relaciones con el acreedor el ad estipulator es un mandatario y por lo mismo deberá


rendirle cuentas, transfiriéndole lo que haya recibido en pago o indemnizándolo si ha
remitido la deuda.

3.8. Ad promissio.

Consiste en la intervención de un tercero denominado ad promisor, el que se obliga


accesoriamente al promitente principal, a fin de asegurar al acreedor contra el riesgo de
insolvencia del deudor. La ad promissio puede ser hecha en calidad de esponsor,
fideipromisor o fiador, según el tenor de la pregunta.

3.9. La Fianza o Fidei Iussio.

a. Concepto.

Es un contrato verbis, accesorio y de derecho estricto, en virtud del cual una o más personas
responden de una obligación ajena, comprometiéndose para con el acreedor a cumplirla en
todo o parte si el deudor no cumple.

b. Características.

· contrato verbis.
· de derecho estricto.

· Accesorio, por los mismos supone siempre la existencia de una obligación principal.

· El fiador no puede obligarse a más que el deudor principal, ni en el objeto ni en las


modalidades, pero sí a menos.

· La fianza sirve para garantizar todo tipo de obligaciones.

c. Efectos de la fianza

i. efectos entre acreedores y deudores

En un comienzo los fiadores se encontraban respecto del acreedor en la misma situación


que la de los deudores solidarios. En consecuencia el acreedor podía exigir el pago íntegro
de lo adeudado a aquél de los fiadores que escogiera, sin estar obligado a dirigirse primero
en contra del deudor principal.

Estos efectos demasiado rigurosos para los fiadores que se han obligado sin un interés
personal en la obligación principal fueron modificados mediante la creación de dos
beneficios:

· beneficio de excusión: este es aquel en cuya virtud los fiadores pueden exigir al acreedor
que se dirija primero en contra del deudor principal, negándose a pagar mientras la
insolvencia de este no sea constatada mediante la venta de todos sus bienes. Si el deudor
principal no se encuentra presente el Juez debe señalar un plazo para que este sea
presentado por los fiadores. Vencido ese plazo el acreedor puede demandar a los fiadores.

· beneficio de división: fue creado por una Constitución Imperial de Adriano, es aquél en
cuya virtud el fiador demandado in solidum puede exigir al acreedor que divida su acción
entre todos los fiadores presentes y solventes al momento de la litis contestatio.

ii. entre fiadores y deudor.

Los recursos que tienen los fiadores en contra del deudor principal para obtener el
reembolso de lo pagado por su cuenta dependen de como se hayan constituido en fiadores.

· si lo han hecho a petición del deudor principal son mandatarios de este y cuentan en su
contra con la actio mandati contraria.

· si lo han hecho sin saberlo el deudor principal son agentes oficiosos y cuentan con la actio
negotiorum gestiorum contraria.

· si lo han hecho contra la expresa prohibición del deudor carecen de acción alguna.

iii. entre fiadores.


El fiador que ha pagado no cuenta con recurso alguno en contra de los demás fiadores, sin
embargo, antes de pagar cuenta además que con el beneficio de división con la posibilidad
de negarse a pagar mientras el acreedor principal no le haga cesión de las acciones q' el
tiene en contra del deudor principal y de los demás fiadores.

d. Senadoconsulto Veleyano.

A fines de la República, cuando la mujer adquirió libertad, a consecuencia de la


desaparición de la manus y el debilitamiento de la tutela, las mujeres, según Ulpiano,
fueron seducidas y engañadas en muchos casos por la debilidad de su sexo.

El senadoconsulto Veleyano prohibió a las mujeres obligarse en beneficio ajeno.

e. Extinción de la fianza.

i. directamente: cuando concurre una causal de extinción, que sin afectar la obligación
principal, extingue solo la fianza.

ii. indirectamente: cuando se extingue como consecuencia de la extinción de la obligación


principal.

1. La estipulación a favor de tercero «post mortem» en sentido propio. 2. Su viabilidad


jurídica en los ordenamientos alemán e italiano. 2.1. La estipulación a favor de
tercero «post mortem» en el Derecho alemán. 2.2. La estipulación a favor de tercero
«post mortem» en el Derecho italiano. 3. La estipulación a favor de tercero «post
mortem» en el Derecho español. 4. La estructura básica de la estipulación a favor de
tercero «post mortem». 4.1. La relación de cobertura. 4.2. La relación de valuta: su
discutible naturaleza jurídica. 4.2.a) Como disposición hereditaria especial. 4.2. b)
Como disposición afín al legado. 4.2.c) Como atribución especial a causa de muerte.
4.2. d) Como donación «mortis causa». 4.2. e) Como donación con efectos «post
mortem». 4.3. La muerte del estipulante como término inicial para la adquisición
del derecho del beneficiario. 4.4. El derecho del beneficiario a la prestación «post
mortem». 4.5. La revocación del derecho del beneficiario. 5. La designación del
beneficario en testamento.

Estipulación (Derecho romano)


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En Derecho romano, la estipulación (en latín stipulatio) consiste en una pregunta que es
formulada por el estipulante a otra persona, la cual contesta congruentemente quedando
obligada por su promesa, es decir, el estipulante se hace acreedor mientras que el
promitente se vuelve deudor. Era la forma más ordinaria de generar una obligación entre un
acreedor y un deudor.

Es necesario distinguir la situación existente en la época arcaica del derecho romano de la


época del procedimiento formulario en materia de acciones que nacen de la estipulación. En
la etapa histórica de las legis actiones, la estipulación «certi» se hallaba sancionada por la
legis actio per condictionem, mientras que la estipulación «incerti» estaba protegida por la
legis actio per iudicis postulationem.

Estipulación

.- La estipulación puede ser pura y simple, puede también estar sometida a


ciertas modalidades, es decir, que puede contener ciertas cláusulas
particulares que afecten bien a la existencia, bien a los elementos, bien a la
ejecución de la obligación. Entre estas modalidades, las más importantes son
el término y la condición. Es preciso citar también el lugar, la alternativa de la
accessio (Paulo, L. 4, pr., D., de oblig., XLIV, 7). Estas modalidades no tienen
nada de especial en la estipulación. Pueden ser insertas en otros contratos,
que producen, en general, los mismos efectos. Pero, en razón del carácter
abstracto de la estipulación, es más cómodo exponer aquí la teoría general de
ellas.

294.- I. Del término.- El término dies consiste en una fecha o en un


acontecimiento futuro y cierto; es decir, que debe acontecer ciertamente y en
día fijo: así las calendas de marzo.
Puede ser insertado en una estipulación de dos maneras diferentes: o bien se
estipula ex die, de manera que el objeto de la obligación no se puede exigir
mas que en la época fijada-este es el termino suspensivo-, o bien se estipula
ad diem, de manera que, según la intención de las partes, el deudor debe
cesar de estar obligado a la llegada del termino; este es el termino extintivo.
(L. 44 § 1, D.. de oblig. XLIV, 7).
1.- Del término suspensivo, die a quo.- Es el vencimiento fijado para la
ejecución de la obligación. He aquí un ejemplo: decem aureos primis calendis
martiis dare spondes? Lo mas frecuentemente, el termino esta expresado en la
estipulación; pero puede también ser tácito, es decir, resultar de la fuerza de
las cosas.

La estipulación a favor de tercero «post mortem»

1. La estipulación a favor de tercero «post mortem» en sentido propio

Se pregunta Nicoló si es posible realizar a través del mecanismo de la estipulación o del


contrato a favor de tercero un efecto jurídico propio de una disposición testamentaria, pero
sobre la base de prescindir de los requisitos formales que la ley impone para esta categoría
de disposiciones231.
Efectivamente hay supuestos específicos previstos en los ordenamientos jurídicos, como el
seguro de vida y la renta vitalicia a favor de tercero, que producen el efecto propio de una
disposición testamentaria sin cumplir las formalidades testamentarias que exige la ley. La
posibilidad de que puedan constituir un instrumento idóneo para burlar las normas
sucesorias ha determinado que sólo cabe acudir a este mecanismo contractual cuando la ley
lo admite expresamente. En el fondo de este modo de pensar subyace la idea de que, fuera
de supuestos legalmente previstos, el testamento es el único instrumento para realizar actos
de disposición «mortis causa»232.

No resulta fácil, dada la cantidad de dificultades que presenta, ordenar este tipo de contratos
dentro de la gama de contratos que conoce el Derecho contractual. Si bien, como señala
Skibbe, la relación entre el promitente y el promisario (estipulante) y el tercero para realizar
una atribución patrimonial, es un negocio «inter vivos» en sus fines y efectos, sin embargo,
se presta a la aplicación de disposiciones sucesorias, especialmente en cuanto a las
exigencias formales233.

Si se analiza más de cerca la estipulación a favor de tercero y su incidencia en la sucesión


«mortis causa» y dado que la misma produce efectos sólo para el momento de la muerte del
estipulante, la postura podría, sin embargo, ser otra, no tan restrictiva. Hay un margen
suficiente para la libertad de disposición, de modo que una persona puede disponer de una
parte de su patrimonio con la voluntad de que la disposición produzca efectos a partir de la
muerte del estipulante pero a través de otra persona. Esta persona no ejecuta la voluntad del
causante, sino que realiza una prestación propia, como consecuencia de la relación existente
entre él y el estipulante, a favor de un tercero previamente designado. Hay, por tanto, dos
relaciones jurídicas encaminadas a realizar una atribución patrimonial a favor de una
persona que está totalmente al margen de esta atribución, con la particularidad, a diferencia
de otras estipulaciones a favor de tercero, de que la misma sólo va a tener lugar con la
muerte del estipulante. Se utiliza, en consecuencia, un mecanismo contractual que ya
produce efectos en vida -la llamada relación de cobertura vincula al estipulante y al
promitente- y cumple su función definitivamente con la muerte del estipulante. A diferencia
de la disposición «mortis causa», ya en vida del estipulante hay un desprendimiento
patrimonial, si bien no está dirigido directamente al beneficiario. Pero precisamente como
consecuencia del desprendimiento patrimonial que en vida hace el estipulante, el
beneficiario tiene la posibilidad de recibir una prestación después de la muerte de aquél.
Constituye, pues, un presupuesto para que el beneficiario pueda reclamar la prestación que
el estipulante le quiere asegurar para después de su muerte, y se la suele diferenciar, cuando
se trata realmente de una estipulación a favor de ter-cero, entre la relación de cobertura y la
relación de valuta. La primera reúne todas las características de un negocio «inter vivos»,
además siempre oneroso; la segunda, por el contrario, presenta un carácter mucho más
polémico en lo que respecta a su naturaleza jurídica, si bien, como común denominador,
ambas son gratuitas. Si la estipulación a favor de tercero «post mortem» presenta algunas
dificultades es precisamente por la relación de valuta, muy próxima a una disposición
«mortis causa». Pero, a mi modo de ver, no se puede perder de vista que se utiliza un
esquema contractual en virtud del cual el estipulante necesariamente tiene que hacer un
acto de desprendimento patrimonial desde el momento en que suscribe un contrato a favor
de tercero (de tracto único, como, p.e., en la renta vitalicia a favor de tercero, o de tracto
sucesivo como, p.e., en el seguro de vida). Esto explicaría el hecho de que la prestación que
a cambio debe realizar el promitente (p.e., la renta vitalicia o el capital asegurado) no entre
a formar parte en el caudal relicto y que el beneficiario quede al margen de los herederos.
La estipulación a favor de tercero, cuando despliega efectos sólo a partir de la muerte del
estipulante, no puede ser analizada exclusivamente desde la relación de valuta, la cual,
efectivamente tiene cierta afinidad con disposiciones sucesorias (donación «mortis causa»,
disposición sucesoria especial, legado.

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