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Esta actitud irracional nos lleva a pensar que en ocasiones Bernarda cierra los
ojos a ciertas cosas obvias que ocurren en la casa, aunque en lo más fondo de su alma
sabe que es verdad, es el caso de cuando se produce la supuesta “broma” del robo del
cuadro de Pepe el Romano por parte de Martirio, el cual Bernarda acepta como tal, con
una actitud autoritaria y tajante diciendo: “¡Así es!”.
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LA CASA DE BERNARDA ALBA: ENFRENTAMIENTO ENTRE UNA MORAL AUTORITARIA Y EL DESEO DE
LIBERTAD
Aquí observamos que hace una comparación, compara a los pobres con los
animales, rebajando a los criados, pobres, es decir, gente de un estatus social bajo como
incluso no personas.
Como hemos dicho antes, actúa de matriarca, por lo tanto está especie de
matriarquismo se sostiene sobre una figura esencial, autoritaria y que implica
obediencia y sostenimiento como es el bastón.
ANGUSTIAS.-Yo… (Acto I)
BERNARDA.-¡Tú! (Acto I)
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LA CASA DE BERNARDA ALBA: ENFRENTAMIENTO ENTRE UNA MORAL AUTORITARIA Y EL DESEO DE
LIBERTAD
Dentro de la casa, por las descripciones que encontramos en la obra, hay colores
agobiantes y opresivos, como es el blanco, que nos provoca sentimientos de rutina y
austeridad.
En los dos primeros actos de la obra, Federico nos introduce a la escena con un
color blanco con el que la pared está pintada, el color blanco representa la pureza, que
quizá con esto Federico lo relacione con la virginidad de sus hijas, puras y libres de
cualquier hombre. También el blanco implica el aislamiento que sufren las hijas,
apartadas de todo cuanto esté en el exterior, de todo el pueblo, de cualquier placer.
ACTO PRIMERO
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LA CASA DE BERNARDA ALBA: ENFRENTAMIENTO ENTRE UNA MORAL AUTORITARIA Y EL DESEO DE
LIBERTAD
ACTO SEGUNDO
Sin embargo, en el tercer acto se nos cambia el color blanco por otro ligeramente
azulado, un color que nos presenta lo intermedio, quizás, otra interpretación posible que
podríamos decir de este color blanco ligeramente azulado es la salida en breve de la
verdad, ya que representa esto también, así como tranquilidad y curación. Todos estos
significados quizás los podamos relacionar con los sucesos de la obra, mientras que en
los primeros actos el ambiente es muy tenso y muy autoritario, en el tercero todo
empieza a cobrar sentido y Bernarda no puede hacer nada más por retener la furia de
Adela y el problema que les acaece.
ACTO TERCERO
Los colores son un elemento muy presente en esta obra de Federico, nos ofrecen
una visión de los dos mundos enfrentados, así pues, los colores vivos son la libertad, en
el caso del vestido verde que Adela se pone un día dentro de la casa o al igual que
Angustias hace maquillándose vivamente el día de la muerte del marido de Bernarda, a
lo que ésta replica sin pudor quitándole el maquillaje con un pañuelo de la cara, también
es muestra de esto cuando Adela le ofrece a su madre un abanico de coloridos rojos y
verdes con flores el día del entierro de su padre, así pues, Bernarda impera contra dichos
colores de forma muy tajante, imponiendo el color negro como símbolo de su autoridad
y mandato, como se ve en el siguiente fragmento:
El mundo de los colores vivos, intensos, ése es el tipo de mundo que las hijas de
Bernarda anhelan, porque todo hombre desea ser libre, ya que, ese es el estado natural
que les es propio, pero es quizás la propia libertad la mayor enemiga de Bernarda,
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LA CASA DE BERNARDA ALBA: ENFRENTAMIENTO ENTRE UNA MORAL AUTORITARIA Y EL DESEO DE
LIBERTAD
puesto que amenaza las apariencias y el concepto del “qué dirán” que ella pretende
ocultar.
Quiere vivir como cualquier chica de su edad y como tal está enamorada, de ahí
el mayor conflicto y detonante de la obra, ya que ella ama al prometido de su hermana
Angustias, Pepe el Romano, cuya figura no aparece físicamente en la obra, pero, sin
embargo, es el principal causante del conflicto.
Adela cree injusto que solo su hermana por ser la mayor y la que más bienes y
riquezas posee, tenga derecho a poder comprometerse con alguien, por ello seduce a
Pepe el Romano hasta convertirse en su amante. Adela hace hincapié en su libertad,
decidiendo que ella es la que controla de quien es su cuerpo, y que cuando se libere de
sus cadenas acudirá a los brazos de su amor indiscutible, como se puede observar
claramente en el siguiente fragmento:
Esta libertad también es mostrada por María Josefa, madre de Bernarda Alba,
que, fruto de su enfermedad, pierde la cabeza y cree que es joven, y por esa razón
Bernarda la tiene encerrada con pestillo y no quiere que sea vista, ya que quiere guardar
las apariencias. María Josefa representa todo aquello que sus nietas están obligadas a no
decir y vivir, fruto de su enfermedad, quiere casarse y salir de vivir de allí. Es la única
que dice a Bernarda a la cara lo que quiere hacer, a pesar de que aquello que diga no se
tome en verdadera cuenta.
Tiene un final trágico, una especie de lucha entre la libertad y la autoridad con
sus máximos exponentes (Adela y Bernarda), por ello, un fuerte enfrentamiento se
desata en el último acto, cuando Adela se revela en un momento de furia cuando su
madre descubre lo que hay entre ella y Pepe el Romano. Tal es la magnitud de la
situación, que Adela coge el bastón y lo rompe, indicando su fuerza y rebeldía ante un
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LIBERTAD
símbolo de autoridad de Bernarda como es el bastón. Por primera vez una de sus hijas la
desafía. Se puede observar en el siguiente fragmento:
Tras esto, Bernarda se exalta de tal manera que corre con una escopeta en mano
con la intención de matar a Pepe El romano, pero erra en el disparo y este escapa. Aun
así, Adela cree que el amor de su vida ha muerto y creyéndose derrotada, entra en su
habitación y se ahorca, finalizando el conflicto entre la libertad que representaba y la
autoridad, volviendo otra vez a la situación que había antes de que Adela se rebelara, es
decir, Bernarda vuelve a implantar firmemente su autoridad.
Con la muerte de Adela, esta vuelve a hacer alarde de su afán en cubrir las
apariencias, poner una máscara a la realidad, haciendo creer a todo el mundo que su hija
ha muerto virgen, cuando obviamente ella sabe que no, dicha reacción la podemos ver
en el siguiente fragmento:
Así pues, podemos observar que el choque entre estas dos fuerzas que se
contraponen surge la tragedia y la muerte, es un conflicto entre dos instintos totalmente
distintos, el amor o el deseo y el poder.