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Rama de la filosofía que trata de los problemas filosóficos que rodean la teoría del conocimiento. La
epistemología se ocupa de la definición del saber y de los conceptos relacionados, de las fuentes,
los criterios, los tipos de conocimiento posible y el grado con el que cada uno resulta cierto; así como
la relación exacta entre el que conoce y el objeto conocido.
INTRODUCCIÓN.
He aquí unos de los grandes temas de la filosofía de todos los tiempos elucidar en que consiste el
acto de conocer, cual es la escencia del conocimiento, cual es la relación cognoscitiva entre el
hombre y las cosas que lo rodean. A pesar de que es una operación cotidiana no hay un acuerdo
acerca de lo que sucede cuando conocemos algo. La definición más sencilla nos dice que conocer
consiste en obtener una información acerca de un objeto. Conocer es conseguir un dato o una
noticia sobre algo. El conocimiento es esa noticia o información acerca de ése objeto.
La teoría del conocimiento es una doctrina filosófica. Para precisar su ubicación en el todo que es la
filosofía, es necesario que antes aparezca una definición esencial de esta.
Por ejemplo la definición de filosofía que presentan Platón y Aristóteles como ciencia pura, es
respectivamente la búsqueda de la virtud o de la felicidad.
Como dice Dilthey: ¨Lo primero que debemos intentar es descubrir un objetivo común contenido
en todos aquellos sistemas a cuya vista se constituyen todos aquellos sistemas de la filosofía".
Estos sistemas son los de Platón y Aristóteles, Descartes y Leibnitz, Kant y Hegel ya que en todos
ellos hallaremos una inclinación en la universalidad, una orientación en la totalidad objetiva por
ejemplo: el ser, la esencia, el conocimiento.
En los principios de la edad moderna retomamos los caminos del concepto Aristotélico (tiene como
centro una ciencia universal del ser). Los sistemas de Descartes, Spinoza y Leibnitz, presentan la
misma orientación que caracteriza al Estagirita, ya que todos tienden al conocimiento del mundo
objetivo. Kant por el contrario revive el estilo Platónico (procura elevar la vida, con todos sus
conceptos a la conciencia filosófica).
Es verdad que Kant en su primera manifestación surge como una teoría del conocimiento o como
base crítica del estudio científico. Pero no se detiene en el ámbito teórico sino que avanza a formular
la base crítica de todos los campos conocibles. Al lado de la Crítica de la razón pura, se encuentra la
Crítica de la razón práctica, que aborda el tema de la valorización moral, y la Crítica del juicio, cuyo
objetivo son las investigaciones críticas de los valores estéticos. Así pues, en Kant aparece la
filosofía como una reflexión universal del pensamiento sobre sí mismo, como una reflexión del
hombre estudioso sobre los valores de su conducta.
La supresión de todos los principios materiales y objetivos, los cuales existen indudablemente en
Kant, de manera que la filosofía asume un carácter puramente formal y metodológico. Ésta postura
intelectual provoca una reacción que forja un nuevo movimiento en el pensamiento filosófico, el cual
vuelve a inclinarse a lo material y objetivo, constituyendo una renovación del carácter aristotélico.
Éste breve repaso de toda la evolución histórica del pensamiento filosófico, nos permite determinar
otros dos elementos del concepto esencial de la filosofía. Al primero se conoce con la expresión
"concepción del yo"; al segundo se le llama "concepción del universo". La filosofía es ambas cosas:
una concepción del yo y una concepción del universo.
Dicho de otra manera: el sujeto se pone en contacto con el objeto y obtiene una información acerca
del mismo. Cuando existe congruencia o adecuación entre el objeto y la representación interna
correspondiente, decimos que estamos en posesión de una verdad.
En el siglo V a.C., los sofistas griegos cuestionaron la posibilidad de que hubiera un conocimiento
fiable y objetivo. Por ello, uno de los principales sofistas, Gorgias, afirmó que nada puede existir en
realidad, que si algo existe no se puede conocer, y que si su conocimiento fuera posible, no se
podría comunicar. Otro sofista importante, Protágoras, mantuvo que ninguna opinión de una persona
es más correcta que la de otra, porque cada individuo es el único juez de su propia experiencia.
Platón, siguiendo a su ilustre maestro Sócrates, intentó contestar a los sofistas dando por sentado la
existencia de un mundo de formas o ideas, invariables e invisibles, sobre las que es posible adquirir
un conocimiento exacto y certero. Mantenía que las cosas que uno ve y palpa son copias
imperfectas de las formas puras estudiadas en matemáticas y filosofía. Por consiguiente, sólo el
razonamiento abstracto de esas disciplinas proporciona un conocimiento verdadero, mientras que la
percepción facilita opiniones vagas e inconsistentes. Concluyó que la contemplación filosófica del
mundo oculto de las ideas es el fin más elevado de la existencia humana.
Aristóteles siguió a Platón al considerar el conocimiento abstracto superior a cualquier otro, pero
discrepó de su juicio en cuanto al método apropiado para alcanzarlo. Aristóteles mantenía que casi
todo el conocimiento se deriva de la experiencia. El conocimiento se adquiere ya sea por vía directa,
con la abstracción de los rasgos que definen a una especie, o de forma indirecta, deduciendo nuevos
datos de aquellos ya sabidos, de acuerdo con las reglas de la lógica. La observación cuidadosa y la
adhesión estricta a las reglas de la lógica, que por primera vez fueron expuestas de forma
sistemática por Aristóteles, ayudarían a superar las trampas teóricas que los sofistas habían
expuesto. Las escuelas estoica y epicúrea coincidieron con Aristóteles en que el conocimiento nace
de la percepción pero, al contrario que Aristóteles y Platón, mantenían que la filosofía había de ser
considerada como una guía práctica para la vida y no como un fin en sí misma.
Después de varios siglos de declive del interés por el conocimiento racional y científico, el filósofo
escolástico (véase Escolasticismo) santo Tomás de Aquino y otros filósofos de la edad media
ayudaron a devolver la confianza en la razón y la experiencia, combinando los métodos racionales y
la fe en un sistema unificado de creencias. Tomás de Aquino coincidió con Aristóteles en considerar
la percepción como el punto de partida y la lógica como el procedimiento intelectual para llegar a un
conocimiento fiable de la naturaleza, pero estimó que la fe en la autoridad bíblica era la principal
fuente de la creencia religiosa.
El ser humano puede captar un objeto en tres diferentes niveles, sensible, conceptual y holístico. El
conocimiento sensible consiste en captar un objeto por medio de los sentidos; tal es el caso de las
imágenes captadas por medio de la vista. Gracias a ella podemos almacenar en nuestra mente las
imágenes de las cosas, con color, figura y dimensiones. Los ojos y los oídos son los principales
sentidos utilizados por el ser humano. Los animales han desarrollado poderosamente el olfato y el
tacto.
En tercer lugar tenemos el conocimiento holístico (también llamado intuitivo, con el riesgo de muchas
confusiones, dado que la palabra intuición se ha utilizado hasta para hablar de premoniciones y
corazonadas). En este nivel tampoco hay colores, dimensiones ni estructuras universales como es el
caso del conocimiento conceptual. Intuir un objeto significa captarlo dentro de un amplio contexto,
como elemento de una totalidad, sin estructuras ni límites definidos con claridad. La palabra holístico
se refiere a esta totalidad percibida en el momento de la intuición (holos significa totalidad en griego).
La principal diferencia entre el conocimiento holístico y conceptual reside en las estructuras. El
primero carece de estructuras, o por lo menos, tiende a prescindir de ellas. El concepto, en cambio,
es un conocimiento estructurado. Debido a esto, lo percibido a nivel intuitivo no se puede definir,
(definir es delimitar), se capta como un elemento de una totalidad, se tiene una vivencia de una
presencia, pero sin poder expresarla adecuadamente. Aquí está también la raíz de la dificultad para
dar ejemplos concretos de este conocimiento. Intuir un valor, por ejemplo, es tener la vivencia o
presencia de ese valor y apreciarlo como tal, pero con una escasa probabilidad de poder expresarla
y comunicarla a los demás.
La captación de valores nos ofrece el mejor ejemplo de conocimiento holístico. Podemos ver a un ser
humano enfrente de nosotros (esto es un conocimiento sensible o de primer nivel). Podemos captar
el concepto de hombre y definirlo (esto es un conocimiento conceptual o de segundo nivel). Pero
además, podemos vislumbrar el valor de este hombre en concreto dentro de su familia. Percibimos
su valor y lo apreciamos. Esto es un conocimiento holístico o de tercer nivel.
La experiencia estética nos proporciona otro ejemplo de conocimiento holístico. Percibir la belleza de
una obra de arte significa captar ese objeto sin estructuras, sin conceptos, simplemente
deteniéndose en la armonía, congruencias y afinidades con el propio sujeto. Debido a esto, la
experiencia estética se puede denominar también conocimiento por connaturalidad.
1.- Racionalismo.
Se denomina racionalismo a la doctrina epistemológica que sostiene que la causa principal del
conocimiento reside en el pensamiento, en la razón. Afirma que un conocimiento solo es realmente
tal, cuando posee necesidad lógica y validez universal. El planteamiento mas antiguo del
racionalismo aparece en Platón. El tiene la íntima convicción de que el conocimiento verdadero debe
distinguirse por la posesión de las notas de la necesidad lógica y de la validez universal.
2.- El empirismo.
Frente a la tesis del racionalismo, el pensamiento, la razón, es el único principio del conocimiento, el
empirismo ( del griego Empereimía = experiencia ) opone la antitesis: la única causa del
conocimiento humano es la experiencia. Según el empirismo, no existe un patrimonio a priori de la
razón. La conciencia cognoscente no obtiene sus conceptos de la razón , sino exclusivamente de la
experiencia. El espíritu humano, por naturaleza, está desprovisto de todo conocimiento.
El racionalismo es guiado por la idea determinada, por el conocimiento ideal, mientras que el
empirismo, se origina en los hechos concretos.
Los racionalistas casi siempre surgen de la matemática; los defensores del empirismo, según lo
prueba su historia, frecuentemente vienen de las ciencias naturales. Esto se entiende sin esfuerzo.
La experiencia es el factor determinante en las ciencias naturales.
En ellas, lo más importante es la comprobación exacta de los hechos por medio de una cuidadosa
observación. El investigador depende totalmente de la experiencia. Suelen distinguirse dos clases de
experiencia: una interna y otra externa. El fundamento de un conocimiento válido, no se encuentra
en la experiencia, sino en el pensamiento.
3.- Apriorismo.
1.- El dogmatismo.
Para el, resulta comprensible el que el sujeto, la conciencia cognoscente, aprehenda su objeto, esta
actitud se fundamenta en una confianza total en la razón humana, confianza que aún no es
debilitada por la duda.
Para Kant el dogmatismo es la actitud de quien estudia la metafísica sin haber determinado con
anterioridad cuál es la capacidad de la razón humana para tal estudio.
2.-El escepticismo.
Mientras que el dogmatismo en cierta forma ignora al sujeto, el escepticismo desconoce al objeto.
El escepticismo sostiene que no hay verdad alguna. El subjetivismo y el relativismo no son tan
radicales. Con ellos se afirma que si existe una verdad; sin embargo, tal verdad tiene una validez
limitada. El subjetivismo, como su nombre lo indica, limita la validez de la verdad al sujeto que
conoce y juzga. El relativismo afirma que no existe alguna verdad, alguna verdad absolutamente
universal.
4.- El pragmatismo.
El pragmatismo cambia el concepto de la verdad en cuanto que es originado por una peculiar
concepción de lo que es el ser humano. Dentro de tal concepción el hombre no es primordialmente
un ser especulativo y pensante, sino un ser práctico, un ser volitivo.
5.- El criticismo.
Existe una tercer postura que resolvería la antitesis en una síntesis. Esta postura intermedia entre el
dogmatismo y el escepticismo recibe el nombre de criticismo. Al igual que el dogmatismo, el
criticismo admite una confianza fundamental en la razón humana. El criticismo está convencido de
que es posible el conocimiento de que existe la verdad. Pero mientras que tal confianza conduce al
dogmatismo, a la aceptación candorosa, para decirlo en alguna forma, de todas las aseveraciones
de la razón humana y al no fijar límites al poder del conocimiento humano, el criticismo pone, junto a
la confianza general en el conocimiento humano, una desconfianza hacia cada conocimiento
particular, acercándose al escepticismo por esto.
El criticismo examina todas y cada una de las aseveraciones de la razón humana y nada acepta con
indiferencia.
Bacon inauguró la nueva era de la ciencia moderna criticando la confianza medieval en la tradición y
la autoridad y aportando nuevas normas para articular el método científico, entre las que se incluyen
el primer grupo de reglas de lógica inductiva formuladas. Locke criticó la creencia racionalista de que
los principios del conocimiento son evidentes por una vía intuitiva, y argumentó que todo
conocimiento deriva de la experiencia, ya sea de la procedente del mundo externo, que imprime
sensaciones en la mente, ya sea de la experiencia interna, cuando la mente refleja sus propias
actividades. Afirmó que el conocimiento humano de los objetos físicos externos está siempre sujeto a
los errores de los sentidos y concluyó que no se puede tener un conocimiento certero del mundo
físico que resulte absoluto.
El filósofo irlandés George Berkeley estaba de acuerdo con Locke en que el conocimiento se
adquiere a través de las ideas, pero rechazó la creencia de Locke de que es posible distinguir entre
ideas y objetos. El filósofo escocés David Hume siguió con la tradición empirista, pero no aceptó la
conclusión de Berkeley de que el conocimiento consistía tan sólo en ideas. Dividió todo el
conocimiento en dos clases: el conocimiento de la relación de las ideas —es decir, el conocimiento
hallado en las matemáticas y la lógica, que es exacto y certero pero no aporta información sobre el
mundo— y el conocimiento de la realidad —es decir, el que se deriva de la percepción. Hume afirmó
que la mayor parte del conocimiento de la realidad descansa en la relación causa-efecto, y al no
existir ninguna conexión lógica entre una causa dada y su efecto, no se puede esperar conocer
ninguna realidad futura con certeza. Así, las leyes de la ciencia más certeras podrían no seguir
siendo verdad: una conclusión que tuvo un impacto revolucionario en la filosofía.
El filósofo alemán Immanuel Kant intentó resolver la crisis provocada por Locke y llevada a su punto
más alto por las teorías de Hume; propuso una solución en la que combinaba elementos del
racionalismo con algunas tesis procedentes del empirismo. Coincidió con los racionalistas en que se
puede tener conocimiento exacto y certero, pero siguió a los empiristas en mantener que dicho
conocimiento es más informativo sobre la estructura del pensamiento que sobre el mundo que se
halla al margen del mismo. Distinguió tres tipos de conocimiento: analítico a priori, que es exacto y
certero pero no informativo, porque sólo aclara lo que está contenido en las definiciones; sintético a
posteriori, que transmite información sobre el mundo aprendido a partir de la experiencia, pero está
sujeto a los errores de los sentidos, y sintético a priori, que se descubre por la intuición y es a la vez
exacto y certero, ya que expresa las condiciones necesarias que la mente impone a todos los objetos
de la experiencia. Las matemáticas y la filosofía, de acuerdo con Kant, aportan este último tipo de
conocimiento. Desde los tiempos de Kant, una de las cuestiones sobre las que más se ha debatido
en filosofía ha sido si existe o no el conocimiento sintético a priori.
Durante el siglo XIX, el filósofo alemán George Wilhelm Friedrich Hegel retomó la afirmación
racionalista de que el conocimiento certero de la realidad puede alcanzarse con carácter absoluto
equiparando los procesos del pensamiento, de la naturaleza y de la historia. Hegel provocó un
interés por la historia y el enfoque histórico del conocimiento que más tarde fue realzado por Herbert
Spencer en Gran Bretaña y la escuela alemana del historicismo. Spencer y el filósofo francés
Auguste Comte llamaron la atención sobre la importancia de la sociología como una rama del
conocimiento y ambos aplicaron los principios del empirismo al estudio de la sociedad.
La escuela estadounidense del pragmatismo, fundada por los filósofos Charles Sanders Peirce,
William James y John Dewey a principios de este siglo, llevó el empirismo aún más lejos al mantener
que el conocimiento es un instrumento de acción y que todas las creencias tenían que ser juzgadas
por su utilidad como reglas para predecir las experiencias.
El primer gran filósofo que abordó el estudio del conocimiento fué el francés René Descartes, en el
siglo XVII. Descartes intentó descubrir un fundamento del conocimiento que fuera independiente de
límites y supuestos. Para él, conocer es partir de una proposición evidente, que se apoya en una
intuición primaria. Descartes formuló tal proposición en su célebre sentencia: "pienso, luego existo".
Kant negó que la realidad pudiera ser explicada mediante los solos conceptos y se propuso
conseguir el mismo objetivo, pero intentando determinar los límites y capacidades de la razón. Si
bien existen, efectivamente, juicios sintéticos apriori, que son la condición necesaria de toda
comprehensión de la naturaleza (trascendentales), el ámbito del conocimiento de limita, sin embargo
en el pensamiento de Kant, al reino de la experiencia.
Según el británico John Locke, representante moderado del empirismo, las impresiones de la
sensibilidad sólo formaban la base primaria del conocimiento. El también británico David Hume y
algunos autores neopositivistas posteriores consideraron, por el contrario, que las nociones de las
ciencias formales no son empíricas ni conceptuales, sino formales y, por lo tanto, vacías de
conocimiento.
EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO.
Mientras que la epistemología ha sido entendida tradicionalmente como una teoría del conocimiento
en general, en el siglo XX los filósofos se interesaron principalmente por construir una teoría del
conocimiento científico, suponiendo que si se lograra disponer de teoría adecuadas que explicaran
los mecanismos de un conocimiento de este tipo, podrían avanzar considerablemente por la misma
vía en la solución de problemas gnoseológicos (doctrinas filosófica y religiosa que pretendía tener un
conocimiento misterioso e instintivo de las cosas divinas) más generales.
La elaboración de una epistemología de este tipo constituyó la tarea abordada especialmente por los
autores del Círculo de Viena, que fueron el germen de todo movimiento del empirismo o positivismo
lógico. Para éstos filósofos se trataba de conseguir un sistema unitario de saber y conocimiento, lo
que requería la unificación del lenguaje y la metodología de las distintas ciencias. Este lenguaje
debería ser insersubjetivo - lo que exigía la utilización de formalismos y de una semántica común- y
universal, es decir, cualquier proposición debía poder traducirse a él.
Lo único que puede hacerse es formular la hipótesis de la existencia de una realidad independiente
de nuestra experiencia e indicar criterios para su contrastación en la medida en que una afirmación
de existencia implica determinados enunciados perceptivos. No hay ninguna posibilidad de decisión
respecto a una realidad o idealidad absolutas. Ello sería, en palabras de Carnap, un seudoproblema.
Todas las formas epistemológicas de la tradición filosófica inspiradas en posiciones metafísicas - el
idealismo y el realismo filosófico, el fenomelanismo, el solipsismo, etc.- caerían, así, fuera del ámbito
del conocimiento empírico, ya que buscarían responder a una pregunta imposible.
A principios del siglo XX los problemas epistemológicos fueron discutidos a fondo y sutiles matices
de diferencia empezaron a dividir a las distintas escuelas de pensamiento rivales. Se prestó especial
atención a la relación entre el acto de percibir algo, el objeto percibido de una forma directa y la cosa
que se puede decir que se conoce como resultado de la propia percepción. Los autores
fenomenológicos afirmaron que los objetos de conocimiento son los mismos que los objetos
percibidos. Los neorealistas sostuvieron que se tienen percepciones directas de los objetos físicos o
partes de los objetos físicos en vez de los estados mentales personales de cada uno. Los realistas
críticos adoptaron una posición intermedia, manteniendo que aunque se perciben sólo datos
sensoriales, como los colores y los sonidos, éstos representan objetos físicos sobre los cuales
aportan conocimiento.
Un método para enfrentarse al problema de clarificar la relación entre el acto de conocer y el objeto
conocido fue elaborado por el filósofo alemán Edmund Husserl. Perfiló un procedimiento elaborado,
al que llamó fenomenología, por medio del cual se puede distinguir cómo son las cosas a partir de
cómo uno piensa que son en realidad, alcanzando así una comprensión más precisa de las bases
conceptuales del conocimiento.
Durante el segundo cuarto del siglo XX surgieron dos escuelas de pensamiento, ambas deudoras del
filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein. Por una parte, la escuela del empirismo o positivismo lógico,
tuvo su origen en Viena, Austria, pero pronto se extendió por todo el mundo. Los empiristas lógicos
hicieron hincapié en que sólo hay una clase de conocimiento: el conocimiento científico; que
cualquier conocimiento válido tiene que ser verificable en la experiencia; y, por lo tanto, que mucho
de lo que había sido dado por bueno por la filosofía no era ni verdadero ni falso, sino carente de
sentido. A la postre, siguiendo a Hume y a Kant, se tenía que establecer una clara distinción entre
enunciados analíticos y sintéticos. El llamado criterio de verificabilidad del significado ha sufrido
cambios como consecuencia de las discusiones entre los propios empiristas lógicos, así como entre
sus críticos, pero no ha sido descartado.
CONCLUSIÓN.:
Si la epistemología - el estudio del conocimiento- constituye, por su propia naturaleza, una de las
partes esenciales de la filosofía, la creciente importancia en la ciencia y la consiguiente necesidad de
dotarla de sólidos fundamentos teóricos ha acrecentado aún más el interés por la misma en el
moderno pensamiento filosófico.
BIBLIOGRAFÍA.:
1. Enciclopedia Hispánica; 5: 402-404; 1994-1995.
1. Enciclopedia Microsoft Encarta `97.
1. Gutiérrez Saenz, Raúl; Introducción a la filosofía; Editorial Esfinge.
1. Hessen; Teoría del conocimiento; Editorial Esfinge.
Enfoques Epistémicos:
-Fenomenología Hermeneútica
-Teoría Crítica
-Complejidad.
Modelos
Génesis de un Paradigma-Clasificación
Enfoques Pedagógicos.-Clasificación
Modelos Andragógicos
El paradigma positivista[1]
El positivismo es una corriente de pensamiento cuyos inicios se suele atribuir a los planteamientos
de Auguste Comte, y que no admite como válidos otros conocimientos sino los que proceden de las
ciencias empíricas. Tan importante es la influencia de Comte que algunos autores hacen coincidir el
inicio del positivismo con la publicación de su obra “Curso de filosofía positiva”. No obstante, otros
autores[2] sugieren que algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico David
Hume y al filósofo francés Saint-Simon.
De acuerdo con Dobles, Zúñiga y García (1998) la teoría de la ciencia que sostiene el positivismo se
caracteriza por afirmar que el único conocimiento verdadero es aquel que es producido por la
ciencia, particularmente con el empleo de su método[3]. En consecuencia, el positivismo asume que
sólo las ciencias empíricas son fuente aceptable de conocimiento.
Otra de las características relevantes del positivismo tiene que ver con su posición epistemológica
central. En efecto, el positivismo supone que la realidad está dada y que puede ser conocida de
manera absoluta por el sujeto cognoscente, y que por tanto, de lo único que había que preocuparse,
indican Dobles, Zúñiga y García (1998), era de encontrar el método adecuado y válido para
“descubrir” esa realidad. En particular, asume la existencia de un método específico para conocer
esa realidad y propone el uso de dicho método como garantía de verdad y legitimidad para el
conocimiento. Por tanto, la ciencia positivista se cimienta sobre el supuesto de que el sujeto tiene
una posibilidad absoluta de conocer la realidad mediante un método específico.
Otro aspecto importante del positivismo es el supuesto de que tanto las ciencias naturales como las
sociales pueden hacer uso del mismo método para desarrollar la investigación. De acuerdo con
Tejedor (1986), citado por Dobles, Zúñiga y García (1998), los científicos positivistas suponen que se
puede obtener un conocimiento objetivo del estudio del mundo natural y social. Para ellos las
ciencias naturales y las ciencias sociales utilizan una metodología básica similar por emplear la
misma lógica y procedimientos de investigación similares. Desde esta perspectiva se considera que
el método científico es único y el mismo en todos los campos del saber, por lo que la unidad de todas
las ciencias se fundamenta en el método: lo que hace a la ciencia es el método con el que tratan los
“hechos”.
Como consecuencia de lo anterior, podemos indicar, siguiendo a Gutiérrez (1996), que los
positivistas buscan los hechos o causas de los fenómenos sociales con independencia de los
estados subjetivos de los individuos.
De acuerdo con Dobles, Zúñiga y García (1998) el positivismo se caracteriza por postular lo
siguiente:
2. El sujeto tiene acceso a la realidad mediante los sentidos, la razón y los instrumentos que utilice.
4. Hay una realidad accesible al sujeto mediante la experiencia. El positivismo supone la existencia
independiente de la realidad con respecto al ser humano que la conoce.
6. La verdad es una correspondencia entre lo que el ser humano conoce y la realidad que descubre.
8. El método de la ciencia es descriptivo. Esto significa, según Abagnaro, que la ciencia describe los
hechos y muestra las relaciones constantes entre los hechos, que se expresan mediante leyes y
permiten la previsión de los hechos.
Agregamos, siguiendo a Soto y Bernardini (1980), que al positivismo se le debe la ruptura entre la
filosofía y la educación, y una concepción de la pedagogía basada en las técnicas educativas.
1. Primera regla: la regla del fenomenalismo, que expresa que no existe diferencia real entre
esencia y fenómeno.
2. Segunda regla: la regla del nominalismo, por la cual afirman que estamos obligados a reconocer
la existencia de una cosa cuando la experiencia nos obliga a ello.
3. Tercera regla: que niega todo valor cognoscitivo a los juicios de valor y a los enunciados
normativos.
Conclusiones
1. El positivismo es una corriente que ha tenido una gran influencia y aun la tiene. Postula que
sólo el conocimiento proveniente de las ciencias empíricas es válido.
2. El positivismo asume que existe un método específico mediante el cual el sujeto puede
acceder a conocer de manera absoluta al objeto de conocimiento. Este método, asume, es el
mismo para todo los campos de la experiencia, tanto en las ciencias naturales como en las
ciencias sociales.
3. El positivismo crítica y rechaza los desarrollos metafísicos de toda clase, por tanto, no
acepta la reflexión que no pueda fundar enteramente sus resultados sobre datos empíricos, o
que formula sus juicios de modo que los datos empíricos no puedan nunca refutarlos.
8. De acuerdo con lo anterior las experiencias previas y los conocimientos anteriores del
sujeto facilitan o inhiben la construcción de nuevos conocimientos.
9. Desde el punto de vista de la dialéctica del conocimiento tenemos que asumir que el
conocimiento es continuo y progresivo, inacabado y en constante evolución.
10. Desde el punto de vista de la dialéctica del conocimiento el aprendizaje tiene lugar mediante
las actividades que desarrolla el sujeto para construir ese conocimiento.
11. La investigación que se realiza desde la óptica de la dialéctica del conocimiento privilegia el
uso de métodos cualitativos. El investigador mismo aparece como uno de los instrumentos
principales de investigación.
12. En la concepción dialéctica del conocimiento se parte de que los valores del investigador,
de la teoría que asume y del contexto particular en que se realiza, tienen influencia en los
resultados de la investigación. [1] Existe un grupo de científicos a cuyo movimiento se ha
denominado “positivismo lógico”, que además de promulgar los principios generales del
positivismo, pretendieron incorporar los descubrimientos de la lógica contemporánea.
Pensaban que el simbolismo lógico desarrollado por Frege, Peano y Russell les sería útil,
pero su actitud general era la misma de Hume, indica Ayer (1978). [2] Confróntese, por
ejemplo, a Kolakowsi (1988) o a Urbina (2000).[3] Se refiere al llamado método científico que
ha sido característico de las ciencias naturales.
MODELOS EPISTÉMICOS ORIGINARIOS
IDEALISTA
Este término se basa en la realidad, la forma o la idea, donde el idealismo como doctrina se
contrapone al realismo y reduce lo que podemos percibir por medio de los sentidos y que es
accesible al pensamiento, dado que para esta corriente lo que aún no puede verse, puede ser
comprendido y que pretende reducir el mundo a una actividad espíritual, identificando lo real con lo
racional, el objeto con el sujeto o conciencia.
Este se fundamenta en dos cosas, la primera se refiere a un idealismo de los ideales, que consiste
en la práctica y de una situación propicia o ideal, pero que se convierte en una utopia, como por
ejemplo; la igualdad social y la segunda trata del idealismo de las ideas, basandose en lo filosófico
donde el hombre es el punto de partida de toda reflexión, conocimiento, sentido y construye o
produce toda realidad sobre el mundo.
Puede decirse, sin ánimo peyorativo, que la actitud idealista lleva consigo, en los filósofos que la
asumen, cierta autovaloración elitista. Tal como si en filosofía, el realismo o todo materialismo para el
cual la conciencia humana es un epifenómeno de la materia, fuesen una facilidad mayor y algo
bastarda.
MATERIALISTA
Lo que existe no está determinado y se explica por algo superior y previo a lo experimentable y
aprehendible empíricamente y está determinado en su ser sólo por algo material y en su
comportamiento sólo por la causalidad eficiente. Ejm; Dios, Espíritu, Ideas, Inteligencia del mundo.
La materia es entendida como sustancia originaria, único fundamento existencial del mundo y
rechaza todo dualismo de materia y espíritu y lleva a la negación de Dios, dondela materia no ha
sido creada, es eterna e infinita, su causa hay que buscarla en ella misma.
Esta corriente surge en oposición al idealismo que resuelve lo fundamental de la filosofía, dándole
importancia al mundo material, por jemplo lo material precede al pensamiento y el mundo asi como el
universo es material, objetivamente fuera e independiente de la conciencia. La materia es primaria y
la conciencia y el pensamiento son propiedades de ésta a partir de un estado altamente organizado y
el pensamiento esta en un nivel superior del conocimiento humano, proceso de reflejo de la realidad
objetiva, asi mismo sostiene que la materia no ha sido creada de la nada, que existe en la eternidad
y que el mundo y sus regularidades son cognoscibles.
NATURALISTA
Se manifiesta en un estilo artistico basado en reproducir la realidad con una objetividad perfecta y
documental en todos sus aspectos, tanto en los más delicado como en lo vulgar y se deriva de la
naturaleza se utiliza frecuentemente para designar dos realidades diferentes; la primera señala que
todas aquellas concepciones filosóficas de muy diverso contenido y que tienen como característica
unificadora el considerar a la naturaleza, en cuanto totalidad de realidades físicas existentes, como el
principio único y absoluto de lo real, es éste un naturalismo filosófico. La segunda expresa un
movimiento estético de la representación artística, exclusivamente de las producciones de la
naturaleza.
HUMANISTA
Es una corriente ligada estrechamente al espíritu humano, las artes liberales o todos los saberes
dignos del hombre libre frente al dogmatismo de la teología y típicos géneros literarios humanísticos,
junto a héroes y personajes célebres que testimonian el interés por lo humano que representa un rico
repertorio de la conducta humana más sugerente para los humanistas. Su centro de observación es
el hombre y todo aquello que se encuentra relacionado con él. En este sentido alcanza sus
sentimientos e intereses, deploraban los intentos de rebajar la inteligencia humana de ofrecer
explicaciones supersticiosas del mundo y de encontrar la salvación fuera de la naturaleza. Aprecian
la belleza de la misma y desean protegerla y mejorar la tierra preservarla para generaciones futuras
y evitar el sufrimiento innecesario de otras especies y la salvación, aspiraban a alcanzar la plenitud
moral, estando convencidos de que se puede lograr una vida feliz mejorando las condiciones de la
vida humana en beneficio a todos, son optimistas, creen en la esperanza en lugar de la
desesperación, en la investigación en lugar del dogma, en la verdad en lugar dela ignorancia, la
alegría en lugar de la culpa o el pecado, la tolerancia en lugar del miedo, el amor en lugar del odio, la
compasión en lugar del egoísmo, la belleza en lugar de la fealdad y la razón en lugar de una fe ciega
o irracional.Los humanistas pretenden la plena realización de lo mejor y lo mas noble de lo que son
capaces como seres humanos.
REALISTA
Es una posición adoptada en la teoría del conocimiento o en la metafísica, donde este no se opone
al nominalismo, sino al idealismo y a su vez permite un lugar a la duda en la vida intelectual, pero
considera la vida universal como la muerte de la inteligencia, siendo el espíritu humano el que puede
conocer al ser en sí y la verdad no es otra cosa que la conformidad del juicio con la realidad.
MODELOS EPISTEMICOS
Estamos ante una crisis de los fundamentos del conocimiento científico, sino también del filosófico, y,
en general, ante una crisis de los fundamentos del pensamiento. Una crisis que genera incertidumbre
en las cosas fundamentales que afectan al ser humano. Y esto, precisa y paradójicamente, en un
momento en que la explosión y el volumen de los conocimientos parecieran no tener limites.
Esta situación no es algo superficial, ni coyuntural; el problema es mucho más profundo y serio: su
raíz llega hasta las estructuras lógicas de nuestra mente, hasta los procesos que sigue nuestra razón
en el modo de conceptualizar y dar sentido a las realidades; por ello, este problema desafía nuestro
modo de entender, reta nuestra lógica, reclama un alerta, pide mayor sensibilidad intelectual, exige
una actitud crítica constante, y todo ello bajo la amenaza de dejar sin rumbo y sin sentido nuestros
conocimientos considerados como los más seguros por ser científicos.
Nuestro objetivo fundamental, aquí, será clarificar e ilustrar que el problema reside en el concepto
restrictivo de cientificidad adoptado, especialmente en las ciencias humanas, que mutila la
legitimidad y derecho a existir de una gran riqueza de la dotación más típicamente humana, como los
procesos que se asientan en el uso de la libertad y de la creatividad.
Esta gran riqueza de dotación exige en el investigador, por un lado, una gran sensibilidad en cuanto
al uso de métodos, técnicas, estrategias y procedimientos para poder captarla, y, por el otro, un gran
rigor, sistematicidad y criticidad, como criterios básicos de la cientificidad requerida por los niveles
académicos.
La Carta Magna proviene de la rebelión inglesa del 24 de mayo de 1.215. Una pequeña reseña de
nuestras constituciones nos permitió constatar la influencia varias corrientes del pensamiento
universal dentro de las mismas, cuyo contenido resalta el pensamiento de Hobbes, Montesquieu, de
la división de los poderes, Juan Jacobo Rousseau con su Contrato Social, Voltaire con la libertad de
pensamiento, tolerancia religiosa y rechazo a la aristocracia, John Lock, quien defendía la tesis del
estado natural del hombre o estado de libertad perfecto devenido del Derecho Natural.Podemos
decir, que el parlamentarismo de calle, no es nuevo, estaba consagrado en la Constitución de 1.961,
sin embargo su aplicación práctica, era muy poca, por decir ninguna, pues los proyectos de Ley eran
cocinados y luego sancionados en el Congreso Nacional, sin la participación de la sociedad, los
electores, el pueblo, por ello el desconocimiento total del ordenamiento jurídico.
Es a partir de los últimos años de la década de los años 90 cuando empieza a ponerse en practica la
participación ciudadana con la puesta en marcha por parte de los constituyentes del proyecto de la
Constitución, que difundida por todo el País, a través de los medios de comunicación, impresiones
graficas del proyecto, discusiones en diferentes escenarios, opiniones que hacían llegar a la
Asamblea y, luego el referéndum para su aprobación definitiva.Por lo que, es a partir de 1999
cuando el concepto de ciudadanía comienza a tener significación propia en el país. La participación
ciudadana, conocida también como participación política, participación comunitaria, participación
civil, etc.
La epistemología: siempre tendrá a nuestra manera de ver una lucha en contra de los paradigmas,
por que la epistemología esta en constante evolución, y el conocimiento evoluciona con el tiempo,
las nuevas teorías del conocimiento no se pueden fijar un paradigma o como una constante.Con
respecto a la constante a los paradigmas cualitativos y cuantitativos, son objetos de estudios y de
reflexión en vista de que gran parte de nuestras investigaciones están regidas por estas
metodologías y que por lo general a empleas una o la otra.
Es por eso que los métodos cuantitativos han sido desarrollados más directamente para la tarea de
verificar o de confirmar teorías y que en gran medida, los métodos cualitativos fueron
deliberadamente desarrollados para la tarea de descubrir o de generar teorías, de esta premisa
pudiéramos pensar que estoy métodos uno genera ideas y otro las verifica, pero si la combinamos
con la teoría de la complejidad saldría algo muy interesante quizás en parte esta se la posición de
Edgar Morin, el padre la Complejidad teoría a la cual nos acogemos y compartimos.
En Venezuela estas teorías deberían ser utilizadas para incluso comprender la situación en contexto
social y político, que estamos viviendo, claro que el método cualitativo se utilizaría su subjetividad y
análisis de las causas que originan la problemática y el cuantitativo su objetividad y la capacidad de
desarrollar soluciones objetivas, por cierto de aquí también con una visión epistémica aplicaríamos
sus modelos derivados del realismo y la teoría de la complejidad.
Publicado por Adriana Sarmiento
¿QUÉ ES UN PARADIGMA?
La presente investigación tiene como objetivo reconocer los paradigmas que inciden en la
conceptualización y ejercicio de las relaciones públicas.
Entre los aspectos considerados para identificar una actitud, tendencia ó modelo paradigmático
destacan: a) Formulación de postulados; b) Ideas-Fuerza; c) Estructura de Ideas; d) Actitudes,
valores y tendencias; e) Devenir Historiográfico; f) Exponentes; g) Conocimiento Desarrollado; h)
Logros y realizaciones fundamentales; i) Contextos Socio-Históricos; j) Modelos Epistémicos
Originarios y Derivados, k) Diagnóstico Situacional y l) Análisis De Tendencias.
No obstante, es importante establecer como los paradigmas impactan a individuos en atención a sus
experiencias, a su nivel académico y cultural; así como, las percepciones sensoriales del mismo. Se
evidencia pues su influencia, en organizaciones considerando su cultura organizacional, estructura,
personas, procesos, evidencias físicas, magnitud, ubicación geográfica, factores ambientales,
tecnológicos, políticos, económicos, culturales.
Tipos de Paradigmas
Paradigmas Constructor: Cuando se utiliza de una forma más concreta, como una
instrumentación o conjunto de artefactos, o como una gramática o juego de lenguaje.
Paradigma Cientificista (o Positivista): Este paradigma está orientado por los restos de
paradigmas positivistas lógicos, lo que Habermas define como “La fe de la ciencia en sí misma”. Esta
noción de paradigma corresponde a la noción metafísica o meta paradigmática de Masterman: La
ciencia (física) y la metodología científica como único paradigma. La filosofía como la ciencia de la
ciencia.
El ser humano en su continua búsqueda por ser mejor ha transitado diversidad de cursos de acción,
unos desde la moralidad y otros desde la perversidad; pero sin duda alguna los caminos que
conducen a la excelencia son aquellos donde la conciencia En tal sentido, la construcción del
conocimiento ha hecho posible la convergencia de diversos paradigmas bajo la figura de un núcleo
sintagmático que se establece como el vínculo de asociación de los mismos. Barerra (2002) define al
sintagma como una metáfora conceptual que en holística alude al proceso integrador de ideas y
valores producto de las relaciones del conocimiento ó de distintos modelos epistémicos. Este
proceso puede ser visto como técnica, método ó como actitud intelectual, en consideración de los
diversos aspectos que le integran
Modelos Epistemológicos
El ser humano en su continua búsqueda por ser mejor ha transitado diversidad de cursos de acción,
unos desde la moralidad y otros desde la perversidad; pero sin duda alguna los caminos que
conducen a la excelencia son aquellos donde la conciencia yace comprometida con tareas nobles y
la sabiduría no negocia su transparencia comportamental (Rincón. 2004: 3).
Este proceso puede ser visto como técnica, método ó como actitud intelectual, en consideración de
los diversos aspectos que le integran Es así, como la innovación sigue siendo el elemento
predominante y garante del crecimiento desarrollo y madurez económica de individuos y
organizaciones; es por ello que con mayor frecuencia requerimos generar, exponer y analizar la
mayor cantidad de información en documentos prácticos, entendibles y que permiten organizar datos
relevantes; a objeto de establecer la afinidad, interrelación y control entre los mismos para una toma
de decisión asertiva.
El ser humano ha construido a su paso diversos modelos que caracterizan su pensamiento sistémico
y que han delineado diversos modelos epistemológicos que impulsan sus acciones entre los cuales
destacan:
Humanismo: El hombre es la medida de todas las cosas. Estudio y comprensión del ser humano
ante el universo.
Dualismos: Dos elementos distintivos y autónomos, pero necesarios entre sí para comprender la
unidad y el todo.
Psicologismo: Todo hecho, cosa e interpretación de la vida tiene como trasfondo vivencias de
carácter psicológico.
Holística: El conocimiento es variado y complejo por lo cual debe apreciarse de manera amplia,
interdisciplinaria y transdisciplinaria.