Recuerdos de una caída

Si más no recuerdo en la pequeña sala de mi casa en el cual divide los terrenos de mamá y de mi
hermana mayor. Dentro de mi casa han pasado muchos acontecimientos, creo que fue la caída
que tuve como hace tres años atrás, todo ocurrió por unas palomas que estaban anidando en el
techo de la sala, pero por los costados del techo había una rendija y por ahí caían los desperdicios
de la paloma junta a ellas sus piojos tan pequeños de tamaño pero grande su picazón.

Mi hermana enojada pide que alguien vote a esas palomas, como sus gritos no son nada liricos,
subo para terminar el problema, sin medir las consecuencias. En medio del techo limpiando y en
un descuido de segundos escucho unos sonidos de crujido y mi alma se suspende microsegundos
después estoy en el suelo de la sala tendido y sucio en el frio cemento rojo del suelo, pedazos de
eternit roto por todo lado, mi cuerpo estaba paralizado por la caída de la cintura hacia los dedos
no podía moverme y eso causo una impotencia mayor mas que el dolor. Mi hermana y mi madre
se ponen a discutir por lo ocurrido, mi cuñado sale y me quiere levantar y le pido que no lo haga, si
hemos atendido a las clases de primeros auxilios se sabe que no se le mueve al paciente ya que
puede estar fracturado y como nadie es medico en mi casa, prefiero que nadie me mueva. Espero
unos minutos más para ver cómo reacciona mi cuerpo. A los minutos restantes decido
encomendarme a Dios, rápidamente trato de mover mi pierna izquierda comenzado por los dedos
y hago lo mismo con la derecha.

Muy despacio repito los movimientos hasta sentir que mi cuerpo responde. Pido apoyo y muy
despacio trato de levantarme, muy dentro de mí estaba asustado pero no lo demostraba. El temor
más grande era quedarme paralitico, gracias a Dios no fue grave hasta ese momento, pude
caminar y me sentí feliz. En el año 2007 trabajando frente de la costa verde en Larco Mar en el
invierno de ese año, la húmeda y el frio clima del mar dentro a mis músculos afectados, que dicho
sea de paso no lo sabía. No pude moverme por unos minutos y me vino a la mente de lo ocurrido
en la casa. Me llevaron rápidamente al tópico del establecimiento, donde me ponen unos filtros
para el dolor y la inflamación, al día siguiente voy al médico, sacándome una radiografía. El
diagnostico era Lumbalgia crónica y lo que necesitaba era terapia física.

Quiero compartirte una anécdota, una semana después del incidente, Dios me dio un sueño,
donde veía a las palomas y una voz que decía “Ellas cuidan tu casa no las toques”

El tratamiento continua en la actualidad te preguntaras porque Dios no me sana, creo saber la

respuesta, y es que si lo hace no recordare de donde me salvo, llevare mi cruz que me hará
recordar que Dios es real. Ese es mi trato con Dios y trato de entenderlo, ¿Cómo trata Dios
contigo?, mira en tu vida todo lo que ocurrió y tal vez haces mea culpa Dios pero no debería hacer
así porque el culpable de todo lo que te ha ocurrido eres tú y Dios no puede intervenir si tu no le
permites pues él es un gran caballero, espero haberte ayudado con esta vivencia propia, Dios te
bendiga.

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y
tome su cruz, y sígame. “ Mateo 16:24