Sei sulla pagina 1di 4

GENERACIÓN DEL 27, LA MOVIDA MADRILEÑA, ESPLENDOR GEOMÉTRICO, NARCOS Y MÚSICAS

DEL MUNDO

Acaba el 2007. El año del 80 aniversario de la Generación del 27, que casi nadie ha recordado.
Aquella que transformó buena parte de nuestra cultura, hoy no merece ni un pequeño
homenaje, quizás porque esa labor está reconocida en libros y estudios obligatorios. Ahora
que tanto hablamos de Memoria Histórica sería bueno recordar a los artistas que sufrieron la
posguerra, el exilio y el olvido. Como Encarnación López Júlvez “La Argentinita” (1895-1945)
cantante, bailaora y coreógrafa, toda una pionera en su tiempo. Nació en Argentina y regreso a
nuestro país a los seis años. Debutó a los ocho en San Sebastián, desde entonces su carrera,
salvo un parón en 1926, no dejó de desarrollar. Triunfa en toda Europa y Estados Unidos.
Amiga de Rafael Alberti y Edgar Neville, entre otros. Amante del torero Ignacio Sánchez
Mejías. Federico García Lorca la acompañó al piano en la grabación “Colección de Cantos
Populares Españoles” (Sonifolk 20105). El poeta se encargó de recoger y arreglar temas como
“Zorongo gitano”, “Anda jaleo” o “Los cuatro muleros”. Cuando acaba la guerra se exilia en
Casablanca, después en otras ciudades en Europa, para recalar en Nueva York (1938-1945). En
el Metropolitan Opera House consigue un espectacular éxito con el espectáculo “El Café de
Chinitas”. Textos de Lorca, decorados de Salvador Dalí, música de José Iturbi y coreografías de
la propia artista, todo un lujo al alcance de pocos. Fue una auténtica renovadora de nuestra
escena artística. Federico García Lorca, Manuel de Falla y otros artistas de procedencias
diversas que formaban parte del Centro Artístico y Literario de Granada, organizaron en el I
Concurso de Cante Jondo en el Albaicín las noches del 13 y 14 de junio con unos premios
valorados en 8.500 pesetas. En el jurado estaba D. Antonio Chacón y entre los artistas
invitados Manuel Torre muy admirado por el propio Lorca, Rafael Alberti, Mejías y toda
aquella Generación.

En este año tenemos que felicitarnos porque nace una nueva revista musical, Rítmos del
Mundo, y por tanto cultural. Parece una heroicidad en momentos en que parece que sólo tiene
validez lo que se realiza por y para La Red. Por eso felicidades a los editores y responsables de
la misma y sobre todo larga vida. Lo mismo deseamos al diario Público. Una apuesta diferente
en la prensa diaria de difusión nacional. Cuando lo habitual es hacer publicaciones gratuitas, es
digno de resaltar una nueva publicación nacional de pago. Las páginas de cultura son de lo
mejor, no es de extrañar ya que su responsable, José Manuel Costa, lleva años intentando que
la cultura sea algo dinámico y no sólo al servicio de las grandes industrias culturales. Lo
pretendió en Radio El País, Diario 16, ABC, El País… y La Luna de Madrid, la revista “portavoz”
de la movida madrileña. A José Manuel le conocí como crítico, personalmente fue bastante
después, en mi primer concierto como organizador. Septiembre de 1982, barrio de Hortaleza.
Por primera vez en Madrid Siniestro Total con Germán Coppini, Miguel Costas, Julián
Hernández... Resultado: quince minutos de actuación, lluvia de objetos al escenario, apagón
de luces y carga policial. No estuvo mal ese debut; casi una página en El País e ignorancia para
todos los demás. Incluido Jesús Ordovás, uno de los recientes “jubilados de Radio 3” y “guru
de la movida”, en su biografía sobre el grupo (Ediciones Guía de la Música 1993) ignora ese
concierto. Como siempre los que no estamos en el circuito oficial no existimos. Lo decía Sardi
autor de uno de los fanzines más canallas de aquellos años 96 Lágrimas. Esa publicación hoy
podría calificarse como “el tomate de la movida”.
Por aquellos tiempos ya daban tumbos Esplendor Geométrico, uno de los grupos más
inclasificables de nuestra música. Sus dos primeras grabaciones no dejaron frío a nadie, a pesar
de los títulos; “Moscú helado” y “Necrosis en la polla”. Fueron una escisión de Aviador Dro y
sin duda alguna pioneros del movimiento “Do it yourself” (Hazlo tú mismo). Malditos de la
movida por su radicalismo musical y por denunciar que en la música había mucho de falsedad.
Arturo Lanz uno de los miembros del grupo se casó con una china y hoy vive en Pekín,
regentando un par de restaurantes y algunas actividades de otro índole que desconozco. Hace
poco, por encargo de la Comunidad y la Cámara de Comercio de Madrid, hizo una
introducción a las empresas madrileñas del sector sobre la música china para intentar
establecer relaciones comerciales. A Esplendor les he visto en varias ocasiones, gracias siempre
a la labor oscura y admirable de Andrés Noarbe. Con él organizamos el “Festival de Músicas
Innovadoras”. Ellos y Eduardo Polonio fueron los artistas nacionales que participaron. Una
iniciativa que sólo tuvo esa edición, la llegada de los conservadores al ayuntamiento de la
capital frustró la continuidad. Ambos artistas siempre me gustaron por sus propuestas
atrevidas y diferentes. Mitad ruido-mitad música y mucho atrevimiento. Hicimos otro
concierto con Esplendor que coincidió con la Cumbre Iberoamericana que tuvo lugar en
Madrid a principios de los noventa. El lugar, uno de los patios laterales del Centro Cultural
Conde Duque. Simultáneamente en el Patio Central se celebra el concierto de gala al que
asisten las mayores jerarquías políticas y diplomáticas de la Cumbre, entre ellos Fidel Castro.
Todos se encuentran con estos artistas indefinibles al concluir la gala protocolaria. Por una
noche Madrid parecía una secuencia de Blade Runner. Aunque realmente donde nos hubiera
gustado que actuasen fue en la antigua Fábrica de Cervezas El Águila. Un lugar que hubiera
sido ideal para este tipo de propuestas convertido en la actualidad en un centro cultural
convencional.

Llama la atención que casi treinta años después, las autoridades regionales madrileñas con la
Sra. Aguirre al frente, hayan desempolvado la famosa movida, con exposiciones, conciertos,
conferencias, cine... cuando la mayoría de los planteamientos que promovían sus participantes
más activos no tenían nada que ver con el espíritu ultraconservador de los actuales
gobernantes regionales, y quizás de los anteriores. Drogas, sexo, transgresiones diversas
estaban al orden del día, sólo hay que volver a ver Pepi, Lucy, Bom… o Arrebato para
recordarlo. Es imposible unir el conservadurismo rancio extremo y la provocación libertaria
constante. Es como imaginarse al Sr. Alcaraz, de la AVT. y Fabio McNamara en una carroza en
el Love Parade. Imposible. La institucionalización, y el tiempo, fueron los responsables de la
asfixia cultural madrileña. Los viajes a Vigo y Roma para mostrar lo mejor de aquella hornada
hoy serían difíciles de justificar y menos de calificar. Quizás lo mejor fue poder escuchar
durante horas al Presidente Leguina cantando tangos con Antonio y Edy Calvo de Malevaje,
este último también de Gabinete Caligari, en una noche en ferrocarril. Del AVE todavía ni se
hablaba. La vuelta a mostrar lo que pasó hace casi tres décadas simboliza la realidad cultural
madrileña, muy pobre institucionalmente desde hace años y en plena ebullición en las
catacumbas. Existe otro Madrid que no se refleja casi nunca, con excepciones, que muestran
una vitalidad ciudadana que esperemos no se institucionalice. Con una vez basta y sobra. La
falta de homogeneidad hizo que Madrid tuviera su movida, su seña de identidad. La
inexistencia de cualquier tipo de nacionalismo, incluido el español, permitió dar rienda suelta a
una diversidad imposible de diseñar desde el poder institucional y el económico.

Hoy en un estado totalmente descentralizado, donde el nacionalismo marca las agendas


culturales de muchas instituciones, podemos comprobar que sólo las propuestas más indies,
en un sentido muy amplio, pueden presentarse en cualquier lugar con ciertas garantías. El pop
alternativo, la electrónica y las músicas urbanas lo tienen muy claro. En el lado opuesto llenar
estadios y “grandes ventas discográficas” se reservan para los de siempre. El “Boss” con The E
Street Band llenará dos días el Nou Camp y otro el Bernabéu el próximo verano. La gira de
regreso de Héroes de Silencio ha sido un éxito a pesar de los problemas logísticos que ha
habido en algunos lugares. Todo ello con el respaldo masivo y acrítico del grupo PRISA. Igual
ha ocurrido con la gira de Sabina y Serrat. Todo perfecto y maravilloso. Happy, happy.
¿Alguien ha leído, escuchado o visto algún comentario un poco negativo sobre estas dos giras
en los medios de este grupo de comunicación? Aunque para triunfadores los de Soda Stereo.
La vuelta del grupo argentino creado en 1979 por Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti
congregó a 360.000 espectadores en Buenos Aires, llenando seis veces el estadio del River
Plate. Más de un millón de personas les han visto en este retorno.

Pero continuando con la movida uno de sus responsables fue Lorenzo Rodríguez. La música
era parte esencial de todo aquello y él era el programador real de la Sala Rock Ola, aunque se
conocen a unos cuantos que dicen haberlo sido. Luego se encargó de Autopista, –donde unas
30 personas vimos a Hombres G por primera vez– o de la Sala Astoria, donde tuvieron lugar
impresionantes conciertos como el de la Durruti Column teloneados por unos desconocidos
Ketama, P.I.L., Nina Hagen o Lene Lovich… Lorenzo se acaba de trasladar a Barcelona,
seguramente también se notará su paso por la Ciudad Condal. Su éxito fue atreverse con
aquello que era innovador, diferente. Una apuesta por lo desconocido, que existía pero que
nadie mostraba. Desde su época de programador siempre tuvo claro que las músicas son
globales y su heterogeneidad es lo que hace que merezca la pena involucrarse en estas
aventuras.

Después de años nos volvimos a encontrar en la segunda gira española de Los Tigres del
Norte. Ahora se dedican a la hostelería mexicana y todo lo relacionado con el país americano
les entusiasma. En estos días la prensa convencional ha reflejado los asesinatos de dos
cantantes de este país Sergio Gómez de K-Paz de la Sierra y de Zayda Peña vocalista de Zayda
y los Culpables. Historias de contrabando, fronteras, narcos y muertes, es lo que se suelen
contar. Nadie comenta que estos artistas son muy incómodos para el poder por sus denuncias
de los abusos de las autoridades y la conveniencia de estas con las mafias de la emigración y
las drogas. No es la primera vez que esto ocurre. Chalino Sánchez fue asesinado con 32 años.
En tan poco tiempo dejó grabados 18 discos. Lo decía en unas des sus canciones “Me moriré
cantando” y así fue.

Con la perspectiva que dan los años, lo ocurrido con la movida y con la música indie
recientemente, son muestras de atrevimiento y de realizar propuestas imaginativas adaptadas
a las nuevas realidades, aprovechando las posibilidades existentes. Con las llamadas músicas
del mundo ¿qué está pasando? Sería bueno hacer una reflexión sobre ello porque la evolución
que podemos observar en otros estilos y géneros musicales no parece que se reflejen en estas.
¿Es preciso un reciclaje de planteamientos y propuestas? ¿Es necesario modificar rutinas y
reinventar nuestra labor? ¿Debemos escuchar y difundir propuestas emergentes o nos sirve
solamente con lo que ya conocemos que garantiza un “cierto éxito”?

Quizás hemos cogido lo peor de la industria musical convencional y no hemos valorado ni


aprendido de lo más innovador de ellas. El todo vale, no es un valor. Es llevarnos por caminos
de incoherencia y alejarnos de aquello que pretendíamos y defendíamos. El olvidarnos de las
nuevas realidades es dejar todo en manos del mercado. El mercantilismo feroz en nuestro
campo llevará al traste los buenos, pocos o muchos, pasos que hayamos dado. Muchas de
nuestras propuestas e iniciativas pasarán al olvido por nuestra propia dejadez. Es negar
nuestra labor inicial, aquello que decíamos querer provocar.

Pero todo esto sólo son opiniones que quizás no interesen a nadie, pero si alguien quiere abrir
el debate. Bienvenido sea.

Rubén Caravaca (Gestor y Comunicador Cultural)

www.lafabricadeideas.net

http://rubencaravaca.blogspot.com

Potrebbero piacerti anche