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En la legislación societaria ecuatoriana se reconocen cinco clases de compañías: en nombre colectivo, en comandita
simple y dividida por acciones, de responsabilidad limitada, anónima y mixta.
La Ley de Compañías del Ecuador, determina que toda Compañía extranjera que negocie o contrajese obligaciones
en el Ecuador, debe tener un representante o apoderado en el país para el efecto de contestar las posibles
demandas y cumplir las obligaciones respectivas, y si la actividad que la compañía extranjera va a ejercer en
Ecuador corresponde a la ejecución de obras públicas, la prestación de servicios públicos o la explotación de
recursos naturales del país, estará obligada a domiciliarse y establecerse en el Ecuador antes de la celebración del
contrato correspondiente.
La Compañía en Nombre Colectivo se contrae con dos o más personas, las mismas que deben celebrarlo por
escritura pública, esta debe ser aprobada por un juez de lo civil, el cual ordena que se publique un extracto de la
escritura por una sola vez en uno de los periódicos de mayor circulación del lugar de domicilio de la compañía y
luego se dispone la inscripción de la compañía en el Registro Mercantil.
La Compañía en Comandita Simple debe existir siempre bajo una razón social, el nombre de uno o varios de los
socios solidarios e ilimitadamente responsables, a los que se agregan siempre las palabras "Compañía en
Comandita." O su abreviatura, la misma que se constituye en igual forma y con las mismas solemnidades señaladas
para la compañía en nombre colectivos contrae entre uno o varios socios solidaria e ilimitadamente responsables y
otro u otros, simples suministradores de fondos, llamados socios comanditarios, cuya responsabilidad se limita solo
al monto de sus suministros o aportes.
La Compañía de Responsabilidad Limitada se puede contraer entre tres o más personas, que únicamente responden
por las obligaciones sociales hasta el monto de sus aportaciones individuales, y hacen el comercio bajo una razón
social o denominación objetiva, a la que se debe añadir las palabras "Compañía Limitada" o su abreviatura. En este
tipo de compañía el capital esta representado por participaciones que son transferibles por acto entre vivos, en
beneficio de otro u otros socios de la compañía o de terceros, siempre y cuando se obtenga el consentimiento
unánime del capital social. En este tipo de compañía se puede tener como finalidad la realización de toda clase de
actos civiles, de comercio o mercantiles, aunque sus integrantes por el echo de constituirla no adquieren la calidad
de comerciantes, se exceptúan las operaciones de bancos, seguros, capitalización y ahorro.
En la Compañía Anónima, la cual es una sociedad cuyo capital dividido en acciones negociables, está formado por la
aportación de los accionistas que responden únicamente por el monto de sus acciones, esta se administra por
mandatarios amovibles, sean socios o no. Se constituye igualmente por escritura pública previo mandato de la
Superintendencia de Compañías del Ecuador, y luego de esto debe ser inscrita en el Registro Mercantil.
El capital mínimo para iniciar una compañía anónima en el Ecuador es de ochocientos dólares, capital que se divide
en acciones ordinarias y nominativas de un valor no especificado por la ley, pero que en la generalidad de los casos
se acostumbra que sea de un dólar cada una; sin embargo el valor de cada acción dependerá libremente de la
voluntad y decisión de quienes forman la compañía, las mismas que podrán ser pagadas por lo menos en un 25%
del valor de cada una de ellas al momento de la constitución, y el saldo insoluto se cancelara en el plazo de dos
años.
En la compañía anónima las acciones que son nominativas pueden transferirse fácilmente por el traspaso del titulo
mediante una comunicación firmada por cedente y cesionario, esta transferencia deberá registrarse en el libro de
acciones y accionistas de la sociedad y luego comunicarse a la Superintendencia de Compañías.
En cuanto al número de fundadores de una compañía, la ley ecuatoriana exige que sean dos los fundadores como
mínimo. En tal virtud, una compañía extranjera puede perfectamente constituirse como fundadora de una compañía
anónima en Ecuador teniendo como segundo fundador a una persona jurídica ecuatoriana.
Los requisitos para la comparencia de una compañía extranjera en el acto de constitución de una compañía
ecuatoriana son dos. En primer lugar deberá comparecer un apoderado con un poder especial, en el que se hará
constar la autorización expresa del organismo estatutariamente facultado para concederla, con el fin de que aquel
mandatario pueda suscribir la escritura de constitución de la compañía y pueda así mismo suscribir un determinado
número de acciones dentro del capital que también deberá señalarse.
En segundo lugar, es menester un certificado del organismo oficial correspondiente de la compañía extranjera, en el
que se exprese que esta se encuentra legalmente constituida y existente de acuerdo a las leyes del país de origen
de la compañía, en este certificado debe constar el capital de la compañía, su objeto social y el hecho de estar
facultada para intervenir en la constitución de otras compañías fuera del territorio de su país, y que de acuerdo al
estatuto social el directorio esta debidamente facultado para otorgar el poder que ostentara el mandatario que
compareciere a la fundación de la nueva sociedad.
Dentro del Derecho Societario Ecuatoriano no existen restricciones de ninguna naturaleza en cuanto a la
nacionalidad y el domicilio de los accionistas, sean estos personas naturales o jurídicas. Tampoco se exigen
requisitos o autorizaciones para el capital que ingrese al país como inversión extranjera.
La única exigencia al respecto es el registro en el Banco Central para efectos estadísticos del monto de la inversión,
así como sus posteriores variaciones, esto es adquisición de nuevas acciones a accionistas nacionales, incrementos
de capital o cualquier otro acto Societario que implique una modificación en la referida inversión extranjera.
Cabe destacar que los aportes que se efectúan a la constitución de la sociedad y aumentos de capital posteriores,
no generan impuestos, en la legislación societaria ecuatoriana, como tampoco lo que al accionista le corresponda en
la liquidación de la sociedad. La capitalización, la generación de utilidades o la falta de retiro de estas no esta
afectada con impuesto alguno.
En el Ecuador, el estado, las municipalidades, los consejos provinciales y las entidades u organismos del sector
público, pueden participar conjuntamente con el capital privado en la gestión social, formando de esta manera lo
que en el Derecho Societario Ecuatoriano se conoce como Compañía de Economía Mixta. Esta facultad de los
organismos del sector público debe estar relacionada con las empresas dedicadas al desarrollo y fomento de la
agricultura y de las industrias que sean convenientes para la economía nacional y a la satisfacción de las
necesidades de orden colectivo, a la prestación de nuevos servicios públicos o al mejoramiento de los servicios ya
establecidos.
Los organismos del sector público pueden participar en el capital de la Compañía de Economía Mixta suscribiendo su
aporte en dinero, o entregando equipos, instrumentos agrícolas o industriales, bienes muebles e inmuebles, efectos
públicos y negociables, o mediante la concesión de prestación de un servicio público por un periodo determinado de
tiempo.
Es importante destacar que en Ecuador las escrituras de constitución de las Compañías de Economía Mixta, las de
transformación, de reforma y modificaciones de estatutos, así como los correspondientes registros, se hallan
exonerados de todo tipo de impuestos.
La firma APOLO & ASOCIADOS, cuenta con un Departamento de Derecho Societario, conformada por profesionales
especializados en esta materia, con la experiencia idónea para proporcionar los servicios vinculados con la creación
de Compañías, disolución ,fusión y asesoría en general de las mismas.
DERECHO SOCIETARIO
Introducción.-
Referidas en los artículos 104; 115 literal a); 115 literal d); 115 literal g), primer
inciso
Dentro del concepto del derecho universal del contrato de compañía, como
bien lo define nuestra ley de compañías, está “la unión de dos o más personas
con sus capitales o industrias, para emprender en operaciones mercantiles y
participar de sus utilidades”. Es, pues, el ánimo de lucro el que une a dos o
mas personas en su “affectio societatis” quienes ponen, o unen, para utilizar el
término de la propia ley, dinero o industria con un objeto determinado en el
contrato social, para participar en las utilidades resultantes de la operación
mercantil de la compañía.
De este concepto general nace la primera gran obligación para todos aquellos
que quieren formar una compañía o sociedad, cual es, precisamente la de unir
“sus capitales o industrias”, según las palabras de nuestra ley. Siendo éste un
elemento esencial aplicable a toda especie de compañía, si no existe la
obligación del socio de unir “su capital o industria” con otra persona, no existe
la sociedad y estaríamos frente a cualquier otra figura jurídica, pero no la de un
contrato de compañía.
Naturalmente que el avalúo del bien que se aporta se refiere al “justo precio”
que tenga ese bien al momento en que se lo aporta, es decir al momento en
que se le transfiere la propiedad del mismo a la compañía, pues el mismo, una
vez en propiedad de la compañía puede variar de precio, y así, sólo para
ilustrar, si el aporte es el de un vehículo, éste estará sujeto a la depreciación
normal que tenga por el uso del mismo, y, si es un inmueble, por ejemplo,
también estará sujeto a los vaivenes de la cotización del mismo en el mercado,
sea que se haya producido un aumento o disminución del precio.
Otro aspecto importante que hay que tomar en cuenta es que el bien aportado,
por cuyo aporte se entiende trasladado el dominio a la compañía, según indica
el primer inciso del artículo 10, y cuya entrega (tradición, como modo de
adquirir la propiedad) debe constar en la propia escritura al momento de la
constitución o al aumento de capital, es un bien que debe estar saneado es
decir la compañía debe, además de tener el dominio, también la posesión
pacífica del bien el que además no debe tener defectos ocultos; si el bien
transferido no tiene estas dos cualidades, responden los socios solidariamente
frente a la compañía. La transferencia de dominio del bien, mueble o inmueble,
se realiza conforme a las normas del Código Civil, artículos 1764 y siguientes.
En cuanto al gravamen hipotecario, el dueño del bien a transferirse puede
enajenarlo, es decir, puede transferirlo, sin perjuicio de los derechos del
acreedor, al tenor de lo que dispone el artículo 2317 del Código Civil, pero
siempre y cuando el valor de la caución hipotecaria sea determinada en su
cuantía, pues solo de esa manera podrá establecerse el valor neto por el cual
el socio recibirá sus participaciones en el capital, pues al valor del avalúo del
bien en si, y por cuyo valor asignado responden los socios según el artículo
104, habrá que restarle el valor de la caución hipotecaria cuya obligación de
pago se transfiere a la compañía y por tanto ese valor no pasa a formar parte
del patrimonio y no constituye un aporte real por parte del socio aportante,
(artículo 10, cuarto inciso); si, por el contrario, la caución hipotecaria no tiene
cuantía, es decir se trata de una hipoteca abierta, no habría la posibilidad de
establecer el valor neto del bien y por tanto no pudiera transferirse a la
compañía por cuanto si bien existe la condición de asignarle un valor total o
bruto a la especie aportada no hay la condición de saber el valor neto por el
cual ese bien pasa a formar parte del patrimonio de la compañía, (artículo 10
quinto inciso) ya que ese bien responde por el total de las deudas, y en ese
caso el socio aportante lo único que estaría haciendo es transferir un pasivo, la
deuda hipotecaria, a la compañía.
• INICIO
○ Nuestra Misión
• REGISTRO OFICIAL
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
Enero
Febrero
Marzo
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Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
Enero
Febrero
Marzo
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• DOCTRINA
• LEGISLACIÓN
• JURISPRUDENCIA
• AVISOS JUDICIALES
○ QUITO
○ CARCHI
○ COTOPAXI
○ ESMERALDAS
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○ LOJA
○ LOS RIOS
○ MANABI
○ SANTO DOMINGO
○ TUNGURAHUA
○ ZAMORA
• FORMATOS
○ Juicios
Civiles
Penales
Tributario
Laboral
Contencioso
Colusiorio
Inquilinato
○ Contratos
Civiles y Mercantiles
Arrendamiento
Trabajo
○ Minutas
Varios
Pensión Alimenticia
Régimen de Visitas
Tenencia
Denuncias
Varios
○ Demandas
• CONSULTAS
COMPAÑÍAS DE COMERCIO EN
LA LEGISLACIÓN ECUATORIANA
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Por: ROBERT BLACIO AGUIRRE
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El fenómeno asociativo tiene en la actualidad
mucha importancia, de tal forma que las
http://w w w .dere personas naturales como jurídicas se reúnen
para alcanzar los más diversos fines, así por
0 ejemplo: las personas se agrupan con
finalidades políticas, religiosas, culturales,
económicas, etc.
1
1
Este portento asociativo aparece justificado por
Final del formulario nuestra propia Constitución en el Capítulo VI
Derechos de Libertad, Art. 66, numeral 15 el cual
manifiesta: “El derecho a desarrollar actividades
económicas, en forma individual o colectiva,
conforme a los principios de solidaridad,
responsabilidad social y ambiental”;
reconociendo así, el derecho a la libre
asociación para alcanzar un fin común.
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01483661436280
DEFINICIÓN DE COMPAÑÍA
FORID:11
w w w .derechoec
Noticias de Interés
Jurisprudencia
Instituciones Servicios
Legislación Estadísticas
En el Ecuador, la entidad o institución encargada
Libros Jurídicos del Control y Vigilancia de la Compañías, es la Contratanet
Superintendencia de Compañías, entidad que Registro Oficial
Links Jurídicos
por mandato constitucional y legal controla: las
Manuales Formato Pensiones Alimenticias
sociedades anónimas, compañías de
Organismos responsabilidad limitada, de economía mixta y Consulta de Causas
compañías en comandita por acciones, además Visitantes
Poderes del Estado
es quien dicta los reglamentos para la aplicación
Formatos Hoy 6793
tanto de la Ley de Compañías, así como los
Revistas Jurídicas acuerdos de las partes derivadas del contrato o
convención mercantil; la compañía en nombre Ayer 4889
Consulta de Causas
colectivo y la de comandita simple corresponde
Legislación
su aprobación al Juez de lo Civil del domicilio en
Esta semana 6793
* Ley de Régimen Tributario
que se constituyan.
Interno - Actualizada
Poderes
* La compañía anónima;
Consejo Nacional Electoral
Función Judicial
* La compañía en nombre colectivo; y,
Defensoría del Pueblo
Corte Constitucional
* La compañía en comandita simple y dividida
Ministerio Público
por acciones.
Projusticia
Foros RJ
None
Estas cinco especies de compañías constituyen
personas jurídicas.
COMPAÑÍA DE RESPONSABILIDAD
LIMITADA
Ventajas
• No demanda capital mínimo para su
constitución.
• Cada socio participa directamente en los
beneficios.
• La posibilidad de reunir un mayor capital
para la empresa.
COMPAÑÍA ANÓNIMA
Ventajas
• Se pueden transmitir las acciones
mediante su venta.
• Los acreedores tienen derecho sobre los
activos de la compañía, no sobre los
bienes de los accionistas.
• El dinero que los accionistas arriesgan al
invertir en una Soc. Anónima se limita al
valor de su inversión.
• Obtención de crédito.
• Cada socio participa directamente en los
beneficios.
Ventajas
• La posibilidad de reunir un mayor capital
para la empresa.
• Todos los socios responden de manera
subsidiaria, solidaria e ilimitadamente a
las obligaciones de la Sociedad.
• Cada socio participa directamente en los
beneficios.
• Cada socio tiene derecho a un voto
salvo pactado en lo contrario.
Ventajas
• Se rige por las convenciones de las
partes.
• Exenta de las formalidades establecidas
para las compañías con personalidad
jurídica.
• Pueden constituirse por escritura pública
o privada.
EMPRESA UNIPERSONAL DE
RESPONSABILIDAD LIMITADA
Ventajas
No se divide los beneficios con socios.
DERECHO SOCIETARIO
Introducción.-
Referidas en los artículos 104; 115 literal a); 115 literal d); 115 literal g), primer
inciso
Dentro del concepto del derecho universal del contrato de compañía, como
bien lo define nuestra ley de compañías, está “la unión de dos o más personas
con sus capitales o industrias, para emprender en operaciones mercantiles y
participar de sus utilidades”. Es, pues, el ánimo de lucro el que une a dos o
mas personas en su “affectio societatis” quienes ponen, o unen, para utilizar el
término de la propia ley, dinero o industria con un objeto determinado en el
contrato social, para participar en las utilidades resultantes de la operación
mercantil de la compañía.
De este concepto general nace la primera gran obligación para todos aquellos
que quieren formar una compañía o sociedad, cual es, precisamente la de unir
“sus capitales o industrias”, según las palabras de nuestra ley. Siendo éste un
elemento esencial aplicable a toda especie de compañía, si no existe la
obligación del socio de unir “su capital o industria” con otra persona, no existe
la sociedad y estaríamos frente a cualquier otra figura jurídica, pero no la de un
contrato de compañía.
Otro aspecto importante que hay que tomar en cuenta es que el bien aportado,
por cuyo aporte se entiende trasladado el dominio a la compañía, según indica
el primer inciso del artículo 10, y cuya entrega (tradición, como modo de
adquirir la propiedad) debe constar en la propia escritura al momento de la
constitución o al aumento de capital, es un bien que debe estar saneado es
decir la compañía debe, además de tener el dominio, también la posesión
pacífica del bien el que además no debe tener defectos ocultos; si el bien
transferido no tiene estas dos cualidades, responden los socios solidariamente
frente a la compañía. La transferencia de dominio del bien, mueble o inmueble,
se realiza conforme a las normas del Código Civil, artículos 1764 y siguientes.
Aspectos diferenciales
El ámbito de la responsabilidad de los socios por las deudas sociales de una compañía mercantil variará
según la naturaleza de ella. Como se sabe, por mandato legal del art. 2 de la Ley de Compañías, los
tipos de Cías. son cinco: En nombre Colectivo; en Comandita Simple y dividida por acciones; de
Responsabilidad Limitada; Anónima; y, de Economía Mixta.
El caso más típico de la responsabilidad ilimitada es de la Compañía en nombre Colectivo, frente a la
cual el acreedor, tiene una especie de doble garantía: la de la sociedad mercantil y la del patrimonio
propio de cada uno de los socios individualmente considerados. Es lo que denomina Garingues ¨un
doble blanco patrimonial¨. En estas sociedades no es que los socios responden de las obligaciones de la
Compañía como simples ¨fiadores¨ o garantes, sino que son ellos mismos los deudores junto con la
compañía. Por lo tanto en caso de reclamo de un acreedor a un socio en particular, por alguna deuda de
la compañía colectiva, éste ni siquiera tiene el beneficio de orden o de exclusión.
¨Todos los socios colectivos y los socios comanditarios estarán sujetos a la responsabilidad solidaria e
ilimitada por todos los actos que ejecutaren ellos o cualquiera de ellos bajo la razón social...¨
Pero la tendencia del derecho solitario ha sido encaminado a limitar esa responsabilidad y a separar los
patrimonios; y, por tanto, considerar que uno es el capital y patrimonio de la Compañía y otro muy
distinto, privativo, exclusivo, inafectable, el patrimonio del socio o accionista individualmente
considerado. En este caso se encuentran los tres tipos últimos de compañías: las limitadas, las anónimas
y las mixtas. Por lo tanto los socios o accionistas de ellas no son responsables jamás, ni con un sólo
centavo de su patrimonio, por las obligaciones de la empresa aunque éstas queden insolutas y no se
paguen jamás.
Dice el Art. 1 de la ley de Compañías: ¨Contrato de compañía es aquel por el cual dos o más personas
unen sus capitales o industrias para emprender en operaciones mercantiles y participar de sus utilidades.
De esta definición legal se desprende, el carácter esencialmente patrimonial de la sociedad o compañía
mercantil. Necesito recalcar este factor: no es la simple unión de ¨personas¨ la que crea la compañía
mercantil, sino la unión de los capitales de esas personas.
En la unión de esos capitales conque se forma la sociedad mercantil, la ley no se remite a que deban
unir ¨todos¨ sus capitales ni ¨todo¨ su patrimonio. Se sobreentiende, por consiguiente, que es la unión de
determinado capital de esas personas, en una cantidad que ellos estimen pertinente o necesaria y que por
disposiciones expresas, no puede ser inferior a los mínimos determinados por la ley de Compañías.
El hecho de que los socios puedan aportar en especies o en bienes muebles e inmuebles, para este efecto
es irrelevante.
Este factor esencial de la unión de unos capitales determinados, de unos valores patrimoniales, que no
abarcan la totalidad del patrimonio de las personas concurrentes a la celebración del contrato de
compañía van a ser una noción Doctrinario-Legislativa de suma importancia y de trascendencia jurídica
en torno a la responsabilidad por las obligaciones contraidas y por aquellas que al liquidarse queden
insolutas.
El aspecto substancial
Es que los socios de una compañía mercantil anónima o de Responsabilidad Limitada, no responden
pecuniariamente sino hasta por el monto de sus acciones o aportaciones. Por este aspecto de orden
práctico y funcional en los mercados modernos, es que una persona no dispuesta a arriesgar todo su
patrimonio en un negocio determinado, invierte constituyendo una sociedad o compañía mercantil, para
ese negocio determinado; si finalmente tal negocio emprendido no funciona o arroja pérdidas, es la
sociedad la que responde hasta el límite de su capital y de sus activos, sin que el socio, de manera
personal ni pecuniaria tenga responsabilidad adicional alguna, salvo los casos de quiebra fraudulenta
que es otro asunto y que no viene al caso.
Horizonte jurídico máximo hasta el que se extiende la responsabilidad de las personas jurídicas
mercantiles
Si todas las personas deben pagar de manera integra, total e incondicional sus obligaciones, se entiende
que este tipo de disposiciones legales se extienden a las personas jurídicas en general y a todas las
sociedades mercantiles en particular. Y as[i se da en la realidad jurídica. Ninguna sociedad puede
sustraerse la pago total de sus obligaciones, bajo ningún concepto.
Utilizando cualquiera de las formas enumeradas por el art. 1610 del C.C., se puede realizar el pago de
las obligaciones. Y por disposición del Art. 1.612 dicho pago tiene que hacerse: ¨...bajo todos los
respectos, en conformidad con el tenor de la obligación; sin perjuicio de lo que en casos especiales
dispongan las leyes; y es más, ¨El acreedor no estará obligado a recibir otra cosa que lo que se le deba,
ni aún a pretexto de ser de igualo mayor valor la ofrecida¨.
Y el artículo 1.614 dispone: para que el pago, en general sea efectivo y completo, los gastos que
ocasionare el mismo, serán de cuenta del deudor, sin perjuicio de lo estipulado uy de lo que el Juez
ordenare acerca de las costas judiciales.
La responsabilidad de cualquier compañía mercantil abarca estos ámbitos; y debe pagar sus
prestaciones a todas las instancias con las que hubiese establecido vínculos jurídicos obligacionales. No
puede sustraerse el pago total, ni siquiera por equivalencia como se acaba de ver.
Por consiguiente, no puede decir: cumplo con el pago de determinados acreedores y con estos otros no;
por la unicidad de su identificación, de su personalidad jurídica, y de sus responsabilidades, estas
obligaciones de pago también son totales e individuales.
Mas, lo que aquí nos proponemos analizar es, hasta donde llega el tope máximo de esa responsabilidad
en términos patrimoniales. La respuesta a esta situación esta dada tanto en el Código Civil cuanto en la
Ley de Compañías.
Las normas jurídicas expresas sobre la limitación de las responsabilidades son las siguientes:
a) Artículo 116 literal c) de la Ley de Compañías que refiriéndose a los ¨derechos¨, obligaciones y
responsabilidades de los socios¨, dice: ¨c) A que se limite su responsabilidad al monto de sus
participaciones sociales...¨
b) Artículo 117 literal g), segundo inciso: la responsabilidad de los socios se limitará al valor de sus
participaciones sociales..._.
c) El art. 155, respecto a la Sociedad Anónima: La Compañía Anónima es una sociedad cuyo capital ,
dividido en acciones negociables, está formado por la aportación de los accionistas que responden
únicamente por el monto de sus acciones.
Por la errónea interpretación que he escuchado respecto a estas disposiciones legales, cabe la pregunta:
Qué significa limitar la responsabilidad al monto de las participaciones sociales o de las acciones?
Significa, simple y llanamente que el capital conque está constituida una compañía limitada o una
anónima, se constituye en el monto de garantía hasta el cual van a responder dicha persona jurídica. No
es, de ninguna manera, que el socio o accionista responda por el ¨monto de la deuda¨ hasta la ¨cuota¨ o
porcentaje de su paquete accionario o de participaciones. ¨Como en la anónima, en la sociedad de
responsabilidad limitada el capital no es sólo funcional, sino fundacional. la determinación del capital
en el momento fundacional de la sociedad tiene una importancia de primer orden por cuanto sirve par
indicar a los acreedores cuál es el patrimonio que ha de servir de garantía para las deudas contraídas por
los administradores de la sociedad a nombre de ésta¨ GARRIGUES, Joaquín, Curso de Derecho
Mercantil, ED. Pórrua S.A. , México, 1.984, p. 545.
No es, entonces, que si de un capital de tres millones, yo tengo el 87% de las acciones, al liquidarse la
empresa tenga que pagar el 87% de las deudas insolutas de la empresa. Esto no es así. Lo único que en
el fondo viene a significar es que yo, como socio mayoritario de la Compañía, he perdido el 87% de
esos tres millones. Pero mi patrimonio personal es intocable, inalienable e irresponsable por las deudas
insolutas de una compañía quebrada (¨insolvente¨), aunque cientos o miles de acreedores queden
perjudicados, incluso los trabajadores.
Una última cuestión. Con respecto a la prelación de créditos se suele confundir aquellos bienes ¨no
embargables donde figuran en primer lugar los sueldos y los salarios de los trabajadores; y la verdadera
prelación determinadas en el Título XXXIX, Libro Cuarto del Código Civil, en la que se dividen a los
créditos en de primera, segunda, tercera y cuarta clases. De estos, el artículo 2398 señala cuáles son los
de primera clase, entre ellos los derechos del trabajador figuran en quinto lugar, para cuyo efecto se
debe tomar en cuenta la disposición del art. 2399 que dice: ¨Los créditos enumerados en el artículo
precedente...No habiendo lo necesario para satisfacerlos íntegramente, preferirán unos a otros, en el
orden de su numeración cualquier a sea su fecha. Los comprendidos en cada número concurrirán a
prorrata.
Esto explica, en parte, lo de la ¨solidaridad patronal¨ para el pago de las obligaciones con sus
trabajadores en caso de quiebra de una empresa que es persona jurídica. El patrono no esta obligado a
pagar con dinero de su patrimonio ninguna obligación que quede insoluta por motivo de quiebra de la
compañía en la que el sea accionista, aunque fuere mayoritario, y aunque los acreedores fueren sus
propios trabajadores.