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Picaflores de los Andes: el mas grande, el Patagonia gygas, y el mas pequefi, el Acestura bombis,
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LOTTA STesTer- Tee (CmSy- UMN (Ree AVCUOE MMOH CeKecerc tated MUCK M nT COA)
Natural, sin conocer el extraordinario patrimonio natural que custodia.E un solo plumazo, el Consejo
Doieresing 20 cic
Nacional Mayor de San Marcos
(UNMSM) estuvo a punto de dar la arden
de borrar del mapa el legendario Museo
de Historia Natural esta semana, Sobre
el museo, ubicado en la cuadra 12 de la
avenida Arenales, se quiere construir una
torre de 20 pisos “que destaque la presen-
cia de la Universidad de San Marcos et
un sector importante de la ciudad”, segtin
al documento oficial. La propuesta armé
tun revuelo que trascendié fronteras.
La amenaza de “bulldocear” el museo
no pudo sor més desafortunada, anuncia
a justo en los dias en que la Universidad
de Yale finalmente acoedié a devolver las
Luis Izquierdo, rector de la UNMSM,
piezas de Machu Picchu al Peri.
El Museo de Historia Natural fue
fundado en 1918, siendo rector de la
UNMSM Javier Prado, y el local se eri-
‘916 en 1984 sobre el hoy apetecido terre-
no de 12 mil m¥
La histérica easona rodeada de jardi-
nes poblados de plantas exdticas perua-
nas, cada una rotulada con nombre y cri-
gen, es visitada por miles de escolares
anualmente. Bl éxito de taquilla son los
dos esqueletos de ballena esperma. Pero
su verdadero tesoro es la coleccién de
aves, plantas y mamiferos celosamente
custodiada en el rea de investigacién, al
‘margen del cireuito turistico, que inclu-
ye la coleceién del naturalista italiano
‘Antonio Raimondi, que recorris el pais a
fines del siglo XIX.
“Esto es mucho mas valioso que el
suelo en el que estamos”, dice Letty Sali-
nas, jefe del Departamento de Ornitolo-
fa, agarréndose la cabeza,
EL almacén de ejemplares anatémi-
0s a primera vista no sorprende: varios
corredores de gavetas de metal y un pene-
68 caMeTAS, NOVIEMBRE 25,2010
EI Museo de Historia Natural rigid
trante olor a naftalina, Las gavetas estén
divididas por familias y especies: picatlo-
res, lameneos, aves rapaces siete celores,
tc. El Pert tiene a la fecha 1,835 espe-
cies de aves, el segundo registro mas alto
del mundo. Y todos los aftos se identifica
‘una mueva especie para la ciencia
Delicadamente, Salinas coge dos
cjomplares de picaflores y los deposit
en la palma de su mano: el pieaflor més
pequetio del Pert, el picaflor bolita (Aces-
frura bombis), del tamaio de una abeja,
recogido en los bosques secos de Piura
el picaflor més grande, el portentoso
Patagonia eygas, zumbante presencia en
el Colca y la Cordillera Blanca.
‘Mas alla abre la gaveta de Ia familia
“Esto es mucho mas valioso
que el suelo en que estamos",
dice Letty Salinas, jefe del
departamento de Ornitologia,
agarrandose la cabeza.
fo er 1934 os un patrimonio arquitecténico y natural. Sus 12,000 m
de aves Laddigesia mirabilis: saltan a la
vista pajaritos de intensos colores turque-
sas y capuchas azules. Son las aves del
paraiso de la Amazonia. Més ariba, el
plumaje pardo de un enorme suri o aves-
fruz andino, eazado en Puno, despunta
por encima de los madleros.
En total, més de 38 mil ejemplares
omitoligins, cada uno eon el registro de
Ande ue cazado, quién le eché a punteria
¥ cudndo, La coleccin se remonta al sigio
XIK, con ejemplares obtenidos y clasifice-
dos por el polaco Konstantin delski hace
168 afios, entre ellos a gallinitacieg, ave
parda de tamati de una tértola
“ste lugar esta lleno de Ia historia
de los centificos” dice Salinas.
‘La modestia de las instalaciones hace
inimaginable que en medio de Lince
exista uno de los regisirs centifcos ms
compleics del mundo. Lo que resulta
imperdonable es que las autoridades de
la propia UNMSM, a la que pertenece el
‘museo, tampoco parezcan saberlo.
La. eoleccién permite contrastar
medidas morfol6gicas, datos moleculees y tefidos de las nuevas especies eolec-
cionadas con las de antafo y determi-
nar muevas especies 0 cambios evoluti-
vos. En EE.UU. se descubrio los efee-
tos pemiciosos del DDT comparando el
tenue grosor de los huevos de aguilas
contemporéneas eon el cascarén de anti-
suos especimenes. El Musen de Histo-
ria Natural es escala obligada de cuanto
cientifico Mega al pais. “La actividad es
muy dinémica”, asegura Salinas.
La gestién de estas eolecciones debe
Betty Milkn,
dlirectora del
Museo de
Historia
Natural, ante
una muestra
botanica
colectada por
Antonio Raimondi
en 1879. El herbario
dol MN almacena més de 500,000
especimenes dle plantas, la coleceién de
aves 38,000 ejemplares, la de
mmamferos otros 38,000, lade insectos
¥ardcnidos 750,000 y mas de 9000
‘sles. Sus almacenes custodian las
colecciones de los primeros naturalistas
{que estuciaron el Peri como. Raimond,
Taczanowski Jelsk, Stolzmean,
‘Weberbauer, Weyrauch, Eigenmann,
Koepcke, entre otros.
Embajador de Finlandia, Mikko Pyhala, fue uno de los que alertaron al mundo.
ser cuidadosa: no ce trata de libros que
sealmacenan en cajasa la espera de que
el edificio hava sido finalmente construi-
do, Su preservacién requiere de ambien
tes climatizados y limpieza permanente
Una dama se encarga de esa tarea dise
riamenie. Se caleula que a razéin de 3
cajas diaries, tardaria 4,6 atios comple-
tara limpieza,
La directora del Museo de Historia
Natural, Betty Millan, fue informada de
Ja inminente aventura inmdbiliaria apo-
nas una semana antes del crucial consejo
tniversitario del viernes 19. Ese dia no se
le permit el ingreso al Consejo, que est
integrado s6lo por ol rector, Luis Izquier-
do, los viverrectores, decanos y el tercio
cstudiantil. Pero un comunicado en dofen-
sa del Museo de Historia Natural circula-
do por Internet logré 2,500 adhosiones en
‘menos de 72 horas. Entre los adherentes
figuran centifioos del Smithsonian In
titute, la New York Zoological Society, ¥
Mikko Pyhal, ex embajador de Finlandia
‘en el Pert y apasianado omitélogo, presi-
dente del patranato del museo.
Sensibilizado por la reaccién de la
‘comunidad cientifica internacional, el
consejo universitaro postergé la decision
hhasta nuovo aviso. En Tugar de proyec
‘tos faradnicos y trasnochados, las auto
ridades universitarias se apuntarian un
paroto con tan sélo comprar un sistema
de aire acondicionado para la valiosa ¢
irremplazable coleccién de aves.
“Nuestra misiin es preservar en el
tiempo las eoleeciones y que nos sobrevi-
van’, afirmé Mills '
CARETAS/ NOVIEMBRE 25, 2010 69