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Relatos Homoeróticos
La importancia de un narrador
Por: Van Krausser
Primeramente, ¿por qué utilizar un narrador para un escrito, cuento, fábula, novela, etc.?
Para el estudio de los diferentes tipos de narradores, se puede hacer uso de la clasificación que
realizó el teórico francés de literatura Gérard Genette, que identifica los niveles dentro de una
narración. Éste analista clasificó las obras literarias, partiendo del estructuralismo, en tres
aspectos: tiempo, modo y voz. Fue uno de los creadores de la Narratología, que es el estudio de
los elementos fundamentales de la narración.
Por el momento sólo se realizará el estudio del narrador en varias de sus divisiones.
Este artículo sólo da una base de manera superficial, por medio del método de la narratología,
de los diferentes estilos de narradores. Algunos no se verán más que en una rápida definición.
1. Narradores
2. Clasificación
Se pueden clasificar los tipos de narrador según criterios muy diversos, por ejemplo de
acuerdo a su posición respecto a lo narrado (si se ubican dentro o fuera de la historia) o a su
punto de vista.
a) Narrador homodiegético
Donde homo significa mismo y diégesis historia. Dentro de esta categoría nos
referimos al narrador como alguien que la ha vivido desde fuera, pero que es parte
del mundo del relato. Generalmente son narradores en primera persona.
b) Narrador heterodiegético
Hetero significa otro, diégesis historia. Se trata de aquellos narradores que cuentan
la historia desde fuera del mundo del relato, generalmente en tercera persona. El
caso más común es el del llamado narrador omnisciente, que se desarrolla más
abajo.
• Narrador Omnisciente: Es aquel que lo sabe todo; como lo que piensan los
personajes, lo que sienten, e incluso su pasado. Está en tercera persona, voz
narrativa que favorece siempre el objetivismo. También es propio de un
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—No sois en absoluto parecidas a mi rosa; no sois nada aún —les dijo—. Nadie
os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como mi zorro. No
era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y
ahora es único en el mundo. Y las rosas se sintieron bastante molestas.
—Sois bellas, pero estáis vacías —les dijo aún—. No se puede morir por
vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece.
Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa
a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo una campana
de cristal. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con un biombo. Puesto
que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvó dos o tres que se hicieron
mariposas). Puesto que es ella la rosa a la que escuché quejarse, o alabarse, o
también, algunas veces callarse. Puesto que es mi rosa.
—Adiós —dijo.
—No es verdad; sólo me has dicho que era porque había mucho de ti mismo en
ese cuadro. Pienso que esa explicación es infantil.
—Harry —contestó Basil Hallward mientras lo miraba directamente a los
ojos—, todo retrato pintado es un retrato del artista, no del modelo. El modelo
sólo es el accidente, la ocasión. No es a él a quien revela el pintor; quien se
revela sobre la tela coloreada es más bien el pintor. No expondré ese cuadro
debido a que tengo miedo de mostrar en él el misterio de mi propia alma.
Lord Henry comenzó a reír.
—¿Y cuál es tu temor —inquirió.
—Te lo revelaré —dijo Hallward; pero una expresión de preocupación se
dibujó en su semblante.
—Te escucho, Basil —prosiguió su compañero, observándolo.
—En verdad, tengo poco qué decir, Henry —aceptó el pintor—, y pienso que
será muy difícil que lo entiendas. Tal vez apenas lo creas.
Lord Henry volvió a sonreír e, inclinándose, desenterró una margarita de
pétalos rosados y la contempló minuciosamente:
—Estoy completamente seguro de que lo comprenderé —replicó, mientras
observaba con atención el diminuto círculo morado de pelusa blanca—, y
respecto a creer en las cosas, las creo todas con tal de que sean totalmente
verdaderas. […]
—No… —Adams se percató que había sido muy notorio su enfado, y trató de
ocultarlo—. Estoy algo desesperado, cariño. Nada más. Esto no ha resultado
como lo planee al principio.
Eso era una clara señal de la ansiedad que los estaba alterando. A ambos.
En este estilo de narrador, vemos el mundo a través de los ojos de todos los
personajes involucrados, en narración por turnos. Los personajes sólo fabrican
sus propios puntos de vista sobre ciertos cambios en la escena. (J.K. Rowling
escribe mayormente los pensamientos de Harry Potter, pero tiene uno o dos
capítulos en que está mirando a través de los ojos de alguien más).
Prácticamente, es un conjunto de perspectivas, y la acción debe escribirse según
el número de perspectivas (personajes involucrados) que existan. El siguiente
fragmento da un ejemplo de este tipo de narración.
[Primera escena] John ‘Reaper’ se detuvo justo al llegar primero adonde antes
había existido una puerta, y señaló el corredor que se extendía frente a ellos,
sintiendo cómo la adrenalina corría por sus venas con tal fuerza que casi podía
escucharla.
Debían cazar a esa ‘cosa’ para poder salir de esa trampa mortal en la que se
encontraban. Debían ser cautelosos, y no fiarse para nada de la astuta criatura
que ahora se ocultaba entre las sombras del derruido espacio, acechándolos.
Debía enfocarse en proteger a sus hombres, tanto al darles órdenes para
avanzar, como al estar alerta a cualquier indicio de ataque de la criatura.
Volteó hacia atrás en un rápido movimiento, ubicándolos. Al encontrar la
mirada inquisitiva de Sarge a unos cuantos pasos de él, una extraña calma lo
invadió.
—Avanzaremos en pares, Johnny —le escuchó decir en una orden suavizada,
tanto en el tono como en el volumen de su voz—. Tú y yo al frente. Así
tendremos más oportunidades.
[Segunda escena] Sarge se apostó detrás de la derruida división afuera del
pasillo por el que el monstruo había escapado, a unos cuantos pasos de su
oficial de confianza. Reconoció que la cautela del muchacho era bastante eficaz
en momentos como esos, así que esperó a ver cuál sería el siguiente
movimiento. Casi pudo sentir el estado de exaltación y nerviosismo en el que se
encontraba Reaper cuando éste volteó, buscándolo. Su mirada profunda y
concentrada, y el fino sudor que perlaba su frente se lo decían.
Supo entonces que debía infundirle aun más confianza.
—Avanzaremos en pares, Johnny —escuchó su voz casi como un susurro,
mostrando una serenidad que no sentía—. Tú y yo al frente. Así tendremos más
oportunidades.
En este estilo de narrador, la primera escena está contada desde el punto de vista
del personaje principal (protagonista), conociendo sus pensamientos más no los
del otro personaje que interactúa con él. La segunda escena está descrita desde
el punto de vista del otro personaje, en donde entendemos sus motivaciones,
sabemos sus pensamientos, pero especula con lo que el protagonista siente y
piensa. Las dos escenas le dan al lector más información que se complementa.
Sin embargo, existe el riesgo de que al estar utilizando los cambios de escena,
se revuelvan los puntos de vista sin darle una pauta al lector para saber qué
ocurre. La mejor recomendación en este tipo de narración es que se permanezca
en el personaje hasta que la escena cambie.
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c) La alteración de narradores
9 de mayo
24 de mayo
"Gracias, gracias y gracias otra vez por tu dulce carta. ¡Fue tan agradable poder
sentir tu simpatía!
"Querida mía, nunca llueve sino a cántaros. ¡Cómo son ciertos los antiguos
proverbios! Aquí me tienes, a mí que tendré veinte años en septiembre, y que nunca
había tenido una proposición hasta hoy; no una verdadera, y hoy he tenido hasta
tres. ¡Imagínatelo! ¡TRES proposiciones en un día! ¿No es terrible? Me siento
triste, verdadera y profundamente triste, por dos de los tres sujetos. ¡Oh, Mina,
estoy tan contenta que no sé qué hacer conmigo misma! ¡Y tres proposiciones de
matrimonio! […]
26 de mayo.
"Contad conmigo en todo momento. Llevo unos mensajes que os harán zumbar los
oídos.
ART "
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a) Primera persona
macizo, que obstruía todo el hueco de la puerta con sus anchos hombros
mientras nos miraba a Holmes y a mí con un rostro simpático pero contraído
por la ansiedad.
—¿El señor Holmes?
Mi compañero hizo una inclinación de cabeza.
—He estado en Scotland Yard, señor Holmes. He visto al inspector Stanley
Hopkins, y él me ha recomendado que acudiese a usted. Dice que el caso, por lo
que él ha podido entender, está más dentro de su campo que del de la policía.
—Siéntese, por favor, y explíqueme de qué se trata. […]
b) Segunda persona
Es un tipo de narración que se da con relativa escasa frecuencia ya que exige una
cierta restricción estilística. Es aquel que se habla a sí mismo. Algunas obras que
dan ejemplo de este tipo de narrador son La modificación de Michael Butor,
Reivindicación del Conde Don Julián de Juan Goytisolo, Aura de Carlos Fuentes.
LEES ESE ANUNCIO: UNA OFERTA DE ESA NATURALEZA no se hace todos los
días. Lees y relees el aviso. Parece dirigido a ti, a nadie más. Distraído, dejas que
la ceniza del cigarro caiga dentro de la taza de té que has estado bebiendo en este
cafetín sucio y barato. Tú releerás. Se solicita historiador joven. Ordenado.
Escrupuloso. Conocedor de la lengua francesa. Conocimiento perfecto, coloquial.
Capaz de desempeñar labores de secretario. Juventud, conocimiento del francés,
preferible si ha vivido en Francia algún tiempo. Tres mil pesos mensuales, comida
y recamara cómoda, asoleada, apropiada estudio. Sólo falta tu nombre. Sólo falta
que las letras más negras y llamativas del aviso informen: Felipe Montero. Se
solicita Felipe Montero, antiguo becario en la Sorbona, historiador cargado de
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c) Tercera persona
Sin embargo, pueden distinguirse tres tipos de narrador en tercera persona, según el
conocimiento que tienen del mundo creado por el autor. Como se mencionaba
anteriormente, es en la mayoría de los casos en los que el narrador no es un
personaje, aunque en lo otra menor parte, el narrador en tercera persona puede
serlo, sin interactuar directamente con los personajes de contexto.
—Le pido mil perdones —–dijo—. Creo que, de no haber sido cuidadoso, la
habría atropellado. Este trasto es poco fiable. Me lo prestó un inge... un
ingeniero. No se le puede pedir prestado nada a un ingeniero. Es gente poco de
fiar."
Ninguno de los dos habló durante el camino. Gantvoort iba inclinado sobre el
volante del automóvil que lanzaba a través de las calles a una increíble
velocidad. Ardía en deseos de hacerle infinidad de preguntas, pero me di cuenta
de que para mantener aquella velocidad sin estrellarnos, era necesario que
concentrara toda su atención en la conducción del automóvil. Así, pues, opté
por no molestarle y guardé silencio.
Este narrador, por lo tanto, es un mero testigo de los hechos que acontecen en la
narración, y es el más utilizado en la narración periodística. Es muy raro
encontrar obras completas con este tipo de narrador como el que totaliza la
novela o relato. En ocasiones, se utiliza en porciones dentro del uso de otro
estilo de narrador.
Esta modalidad exige un lector activo que interprete y saque sus propias conclusiones.
El enfoque narrativo múltiple o la perspectiva múltiple se da cuando dos o más
personajes se refieren a los mismos hechos, pero desde distintos puntos de vista,
interpretándolo de distinta manera, combinando varios de los tipos de relación que tiene
el narrador directamente con el relato y el recurso literario y expresivo utilizado para
contar la historia. El narrador heterodiegético o extradiegético cuenta la historia
externamente, sin tener nada que ver con los hechos relatados. El narrador
intradiegético, que cumple únicamente con la función de narrar, lo podemos identificar
a través de marcas dentro de la historia. Encontramos también al narrador
homodiegético, y cuentan la historia desde su participación en ella, dentro de este tipo
de narrador podemos encontrar una subclasificación como narrador protagonista
(autodiegético), quien es el que cuenta su experiencia directamente; y el narrador testigo
(metadiegético) que pertenece al mundo del relato, pero cuenta la historia como alguien
que la ha vivido desde fuera.
Algunas obras que utilizan total o parcialmente este enfoque son: La importancia de
llamarse Ernesto de Oscar Wilde, así como Luces de bohemia de Valle Inclán (forma
de novela dialogada, más en el contexto de guión teatral); ciertas partes del Quijote;
Rashomon de Akira Kurosawa, la cual fue magistralmente relatada con el recurso
cinematográfico del flashback. La pluralidad de perspectivas plantea nuevas dificultades
al lector, que entonces tiene que escoger entre uno o varios puntos de vista.
Ha entrado en la cueva un hombre alto, flaco, tostado del sol. Viste un traje de antiguo
voluntario cubano, calza alpargates abiertos de caminante, y se cubre con una gorra
inglesa. Es el extraño DON PEREGRINO GAY, que ha escrito la crónica de su vida
andariega en un rancio y animado castellano, trastocándose el nombre en DON GAY
PEREGRINO: Sin pasar de la puerta, saluda jovial y circunspecto.
3. Realidad,Textura y Tiempos
Este apartado sólo revisará como temas generales la forma de escritura de los narradores en
la realidad en la que se desarrollan, la textura que se le ha dado a la narración de un texto, y
los tiempos en los que se escriben, o sea, las conjugaciones principales.
Niveles de realidad
Además del espacio y tiempo, el narrador se puede mover por los distintos niveles de
realidad. En un extremo de los niveles tenemos el realismo, en el otro extremo tenemos la
fantasía pura. El narrador puede jugar con esta escala y elegir un grado mayor o menor de
realismo o libertad. Por ejemplo puede hablar como un notario que certifica cada cosa o
puede hablar como un loco cuya versión no es de fiar.
Por ejemplo, en Otra vuelta de Tuerca, de Henry James, el ama de llaves cree en los
fantasmas y nos habla como si estos existieran sin ninguna duda.
Niveles de textura
La textura se refiere a la altura intelectual del narrador. No es lo mismo que la historia la
cuente un niño a que la cuente un adulto. Si la cuenta un niño, es probable que el lector sepa
más que el narrador sobre lo que le están contando, y por tanto interprete la narración. Esto
se denomina un nivel de textura bajo. Se utilizó, para citar un ejemplo, en la película
Forrest Gump. El lector sabe más que el narrador. En un nivel medio, el narrador está a la
altura del lector. En un ejemplo de nivel alto, el autor sabe más y habla con autoridad de
algo que el lector no puede discutir, es la textura de Borges o de Proust.
Tiempos de narración
Existen en general dos tiempos populares para la escritura y el uso de los narradores: el
conjunto de tiempos Presentes y el conjunto de tiempos Pasados.
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• Tiempo Presente: Toda la acción narrativa está ocurriendo ahora. Es un tiempo muy
visceral, un tiempo que agarra al lector y lo tira hacia la historia. Allí hay un
sentimiento de urgencia. Da la impresión de que cualquier cosa podría pasar. Es
fantástico para composiciones cortas y estilizadas (One Shots, drabbles, mini y micro
cuentos), maravilloso para crear tensión y mantener al lector adivinando. Sin embargo,
no es la mejor elección para una composición larga. Es complicado de usar para
referirse a eventos del pasado.
Él observa cada movimiento que ella hace mientras se desliza por el suelo como si
fuese una reina que visita a su corte.
Puedo ver que se ha pasado muchas horas preparándose durante esta tarde,
cepillando esmeradamente su pelo y bañándose en aceites caros. Todos los ojos
están puestos en ella cuando fluye tan fácilmente a través de la muchedumbre. Bien
podría creer que es una Elemental.
Los ojos de los hombres están llenos de lujuria mientras manosean sus saludos
atentos a ella, incapaces de alzar sus ojos de la forma generosa del escote y la
carne expuesta en él.
La consideran una joya luminosa y envidian el que ella sea mi esposa, incapaces de
ver bajo la cáscara de hermosura el centro podrido. Las mujeres pueden ver la
verdad. Hierven con celos y resentimiento mientras riñen a sus maridos, hablando
en siseos suaves cuando pasa.
Cuando la veo otra vez, casi flota hacia el espejo pero sus ojos no buscan su propia
imagen. Busca confirmar lo que ya sabe, que el nuevo Lord Marshall está mirando
su paso alrededor del corredor.
• Tiempo Pasado: Es la elección más común. El narrador está revelando qué sucedió,
manteniendo al lector en un consistente punto en movimiento en el pasado. El lector
sigue conforme el narrador da vueltas a su historia. Hay un poco menos de tensión. Pero
con todo, es el tiempo preferido para la narración, ya que termina la obra de una forma
suave. Sin embargo, tiene algunas dificultades en cuanto a las conjugaciones de tiempos
pasados. Por ejemplo, es más sencillo escribir en tiempo pasado simple (fue, hice,
preguntaron, recibió, etc) que en pasado progresivo (he realizado, estaba haciendo,
hubiese decidido, etc). Aunque se podría combinar ambas conjugaciones para las
diferentes condiciones que se deseen crear en una obra.
Los oficiales del alto mando los llamaron a una misión de rutina, en una árida montaña
terrestre en la que se estaba instalando un sofisticado e innovador laboratorio de
pruebas nucleares. Al parecer, un informe de extraños seres rondando la construcción
disparó algunas alarmas burocráticas, y los más adecuados para tal encomienda eran
ellos, el E.T.T.R.
Pero de ser una rutinaria revisión de las instalaciones, la misión se complicó.
Nunca encontraron evidencia de alienígenas o entes en el lugar, pero los nervios del
personal poco entrenado y mal contenido fue suficiente para ocasionar una catástrofe.
Un desatino de uno de los oficiales de seguridad del lugar confundió un roedor con un
monstruo, y sin tomar en cuenta las precauciones recomendadas, abrió fuego hacia el
animalito, ocasionando un derrumbe en uno de los pasadizos que recién se había
excavado en la roca.
John Grimm salió ileso, pues estaba más alejado del área del derrumbe. Pero Sarge
resultó herido. Quedó semienterrado por la pequeña avalancha de piedras y tierra al
estar cerca de la pared que recibiera el impacto del arma.
[Contactos] V.K.
Mezclar los tiempos Pasado y Presente es muy confuso, ya que el lector puede perderse
e incluso, encontrar sumamente molesto el ritmo inestable del relato.
[tiempo presente]
John tiene un gusto especial por los hombres de manos grandes, con dedos largos,
con personalidad.
Gentiles, fuertes y generosos, traviesos y ágiles.
Scott posee todas esas cualidades en sus dedos. Y lo sabe.
[se utiliza ahora la conjugación en pasado simple]
Desde el principio dejó que John los midiera de todas las formas que su imaginación
le dictó.
De esa forma, Scott también aprendió a medir a John.
[regresa a tiempo presente]
Sabe en dónde encajan a la perfección sus dedos, conoce los límites de la anatomía
de John, y cada noche los acomoda en el lugar que les corresponde, en esos
recovecos especiales, marcados en el cuerpo tibio que tanto ama.
Conclusiones
Prácticamente, los estilos de narradores no son únicamente para los relatos originales, pues
también se utilizan para el fanfiction. Se puede hacer uso de cualquiera de los estilos literarios
que se requiera, y el esquema en el que se desarrolla la historia a narrar y en el que el autor
desee estructurar dicha historia no tiene límite.
Sólo se debe tener mucho cuidado en el uso de los recursos, los tiempos en los que se emplean,
las conjugaciones que se utilizan, los narradores que actuarán en el relato, etc. Esto es
imprescindible para lograr una historia bien estructurada, bien narrada, que no canse al lector, ni
que resulte un quebradero de cabeza para el autor.
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Referencias:
¾ Artículo Narradores, de la enciclopedia electrónica Wikipedia;
¾ Curso virtual Introducción a la terminología de Genette, de Ernst Rudin;
¾ Artículo el narrador, del sitio www.proyectosalónhogar.com
¾ Artículo Los tipos de narrador, del sitio L&L materiales.