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32 durante el año ciclo c

Entrada:
Con gran alegría en el día del Señor, nos encontramos reunidos en su nombre,
para celebrar el domingo trigésimo segundo del tiempo durante el año, de este
año litúrgico que ya va llegando a su fin, y en nuestras celebraciones suena ya
el recuerdo del Reino de Dios, al cual todos estamos llamados.

Oremos:
Suplicamos al Señor que aparte de nosotros todo lo que impide cumplir su
voluntad

1 Lectura:
Escucharemos la historia de la esperanza de unos mártires del Antiguo
Testamento, que más allá de las torturas y de la muerte, confían en que Dios
los resucitará.

2 Lectura:
Pablo nos proclama un mensaje de esperanza: aunque la vida del cristiano es
una trama de lucha y dificultades, Dios le ama, le da consuelo y una gozosa
esperanza, pero también le da fuerzas para el bien y para el anuncio del
Evangelio.

Aleluya:
Jesucristo es el primero que resucitó de entre los muertos. ¡A él sea la gloria y
el poder por los siglos de los siglos!

Evangelio:
Se produce una discusión entre Jesús y algunos jefes que no creían en la
resurrección. Los jefes quieren atrapar a Jesús con una pregunta engañadora,
pero el Señor aprovecha la pregunta para poner énfasis en el significado de la
resurrección.
Oración de los fieles: ¡Óyenos con bondad, Padre nuestro!

• Padre, porque queremos escuchar siempre tus enseñanzas en la palabra


de la Iglesia y del Santo Padre, para encaminarnos sin error hacia la
vida que dura para siempre. Te pedimos
• Señor, porque queremos que todos los habitantes de nuestra Patria,
actuemos con honestidad, justicia y solidaridad, para poder construir
una nación de hermanos. Te pedimos
• Padre para que tantos hermanos nuestros que se encuentran sufriendo,
puedan encontrar en el ofrecimiento de su dolor, alivio, fortaleza y
esperanza. Te pedimos
• María, que viste a tu Hijo resucitado, ayúdanos a nosotros que
caminamos en la fe a conocer lo que significa la Resurrección de Cristo
y a vivir para resucitar con El. Te pedimos

Ofrendas:
Hacemos con alegría nuestra ofrenda del pan y del vino: son dones de Dios
para el banquete eucarístico de hoy, y también anticipo del banquete
definitivo.

Comunión:
En el Evangelio el Señor nos habla de la vida eterna, del Reino de Dios al que
todos estamos llamados, y ahora Él mismo se nos ofrece como un anticipo de
ese banquete.

Salida:
Esta celebración que ahora concluimos, debe avivar de tal manera nuestra
esperanza, que debe hacernos vivir, aún en medio de las dificultades de esta
vida, la alegre certeza del amor del Señor y la firme esperanza de la vida
eterna.

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