mil hermanos y hermanas de todo el mundo sirvieron de precursores regulares y especiales. Estos hermanos sacrifican las primicias, dan lo mejor de su tiempo, energías y recursos materiales a fin de difundir las buenas nuevas del Reino (Pro. 3:9). ¡Qué contento debe sentirse Jehová al ver su esfuerzo! Y nosotros, ¿reflejamos su modo de pensar? ¿Cómo podemos contribuir al gozo y aguante de los fieles ministros de tiempo completo?
Proverbios 3:9 “Honra a Jehová con tus cosas
valiosas y con las primicias de todos tus productos.”
Para empezar, con palabras bien escogidas
podemos animarlos a seguir sirviendo como precursores (Pro. 25:11). Además, tal vez podamos acomodar nuestro horario semanal para salir al servicio del campo con alguno de ellos. Cuando estemos juntos, podríamos sugerirle usar nuestro automóvil en vez del suyo. Y si viajamos en el vehículo del precursor, podríamos darle una contribución para los gastos (1 Cor. 13:5; Fili. 2:4). También les demostramos amor y apoyo a estos siervos de tiempo completo siendo hospitalarios e invitándolos de vez en cuando a casa para tomar una comida (1 Ped. 4:8, 9).
Proverbios 25:11 “Como manzanas de oro en
entalladuras de plata es una palabra hablada al tiempo apropiado para ella.”
1 Corintios 13:5 “no se porta indecentemente,
no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño.”
Filipenses 2:4 “no vigilando con interés
personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás.”
1 Pedro 4:8-9 “Ante todo, tengan amor intenso
unos para con otros, porque el amor cubre una multitud de pecados. Sean hospitalarios unos para con otros sin rezongar.” Las Santas Escrituras garantizan que Jehová proveerá para las necesidades de los que buscan primero Su Reino (Sal. 37:25; Mat. 6:33). Un medio que él usa es la cariñosa hermandad cristiana (1 Juan 3:16-18). Lógicamente, los precursores no esperan que otros se encarguen de sus responsabilidades económicas, y es posible que no les cuenten a los hermanos si están pasando alguna necesidad. Por eso es necesario que estemos pendientes y seamos observadores, pues así podremos hacer algo práctico que "compense lo que les falta" (2 Cor. 8:14, 15).
Salmo 37:25 “Un joven era yo, también he
envejecido, y sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente, ni a su prole buscando pan.”
Mateo 6:33 “”Sigan, pues, buscando primero el
reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas.”
1 Juan 3:16-18 “En esto hemos venido a
conocer el amor, porque aquel entregó su alma por nosotros; y nosotros estamos obligados a entregar [nuestras] almas por [nuestros] hermanos. Pero cualquiera que tiene los medios de este mundo para el sostén de la vida, y contempla a su hermano pasar necesidad, y sin embargo le cierra la puerta de sus tiernas compasiones, ¿de qué manera permanece el amor de Dios en él? Hijitos, no amemos de palabra ni con la lengua, sino en hecho y verdad.”
2 Corintios 8:14-15 “sino que, mediante una
igualación, el sobrante de ustedes precisamente ahora compense lo que les falta a ellos, para que el sobrante de ellos también llegue a compensar lo que les falte a ustedes, para que se efectúe una igualación. Así como está escrito: “La persona que tenía mucho no tuvo demasiado, y a la persona que tenía poco no le faltó”.”
Cuando Febe, entusiasta evangelizadora de la
congregación de Cencreas del siglo primero, viajó a Roma, Pablo les dijo a los cristianos de allí: "Les recomiendo [...] que la reciban con gusto en el Señor, de una manera digna de los santos, y [...] que le presten ayuda en cualquier asunto en que los necesite" (Rom. 16:1, 2). Hoy, nosotros tenemos la oportunidad de demostrar nuestro amor con el mismo tipo de apoyo a los miembros de la congregación que declaran las buenas nuevas sin cesar como precursores regulares y especiales (Hech. 5:42).
Hechos 5:42 “Y todos los días en el templo, y de
casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.”