Punto de luz Morelia, Michoacán, viernes 12 de noviembre de 2010. Sección G.

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lalpujahu
Día T a Esta comunidad prehispánica perteneciente al estado de
Michoacán, llamada en sus comienzos Real de Minas, fue
Noche
durante tres siglos uno de los principales pueblos mineros
de nuestro país, y productor de frijol y maíz

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Tlalpujahua Este pueblo es

un laberinto de calles empedradas,
con subidas y bajadas pronuncia-
das, que busca atraer turistas tras
haber sido declarado el 27 de julio
de 2005 "pueblo mágico" por el
programa del Consejo de Promo-
ción Turística de México.
Es para el turista un lugar privi-
legiado por sus bosques y montañas,
decorado con calles de adoquín y
casas de techos de dos aguas y teja;
algunas más con sus balcones de ma-
dera y con arquitectura que presen-
ta muros de adobe y techos al estilo
chalet, con fachadas ornamentadas
en cantera rosa con trabajos de muy
alta calidad en su labrado.
Su potencial turístico lo enca-
mina a la promoción y comerciali-
zación de su oferta, ya que cuenta
con la infraestructura básica para
comunicar a otros sitios de interés,
como los bosques de la Mariposa
Monarca en Sierra Chincua.
Es notable el mejoramiento de
su imagen urbana para potenciar
la afluencia de turistas, siendo su
población un ejemplo de comuni-
dad que al paso del tiempo cambió
la minería por los talleres artesa-
nos de esferas, plumaria y otras
actividades, para luego descubrir
su vocación turística.
Comenzada a construir por los mineros en honor a San Miguel Arcángel (situado en la punta), en el siglo XVIII.

La iglesia es utilizada por los ciudadanos como plaza de descanso.

La oscuridad resalta las impresionantes estructuras barrocas.

La máxima presencia de su encanto barroco se conserva serena en granito rosa en el punto más alto: La Parroquia.

Las empedradas colinas que componen a la encantadora Tlalpujahua van impreg-

nadas con la frescura del olor a pino y el matiz de las escarchas navideñas.

Foto: jesús vieyra, enviado

Los interiores de ambas iglesias semejan un gran pastel rococó con un sinnúme-
Los atardeceres pueden ser contemplados desde las montañas. ro de delicados merengues esparcidos en rededor. Las aceras y casas antiguas le dan un tono colonial, en este lugar fue donde los hermanos Rayón pusieron su cuartel general.
Frente al recinto religioso, el Cerro del Gallo es testigo de la tradicional Fiesta del Carmen que culmina en la Feria del Pueblo.