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La relatividad de galileo

La Tierra gira alrededor del sol a 30 km/s, el hecho de que este movimiento sea
imperceptible se debe, según Galileo, a que las leyes de la física son
independientes de cualquier sistema de referencia.

Por ejemplo, si una piedra se soltara desde un mástil de un barco en movimiento,


se podría pensar que caería un poco atrás por el movimiento del barco, pero no es
así, caería justo al pie del mástil.

Un observador en Tierra firme ve una piedra que se arroja de manera horizontal


a la misma velocidad del barco y la ve caer al pie del mástil, en cambio, un
observador en el barco ve una caída vertical.

Dibujo figura 2

Un auto que lleva una velocidad, al frenar los pasajeros son aventados hacia
adelante, si gira a la derecha, los pasajeros son empujados a la izquierda; esto se
debe a la inercia. Un sistema de referencia inercial es aquel que se mueve en
línea recta sin variar su velocidad.

Por ejemplo, una carreta que es jalada por burros avanza a una misma velocidad
mientras la jalan, pero al dejar de hacerlo, la carreta se detendrá debido a la
fricción. En cambio, una nave espacial que alcanza una velocidad, al apagar los
motores seguirá viajando en línea recta a la velocidad que había alcanzado, si no
hay alguna fuerza que actúe sobre ella.

El espacio absoluto de Isaac Newton

Newton formuló la ley de la Gravitación Universal, con la cual tuvo un problema:


la ausencia de una explicación física al fenómeno de la atracción gravitatoria. La
ley explica cómo se comporta cuantitativamente la fuerza gravitacional entre
cuerpos masivos, pero no aclara la naturaleza de esta fuerza.

Newton especuló que el vacio no era en realidad vacio, sino que el espacio estaba
lleno de una sustancia, el éter. La existencia del éter siguió presente en la física
hasta principios del siglo XX, cuando Einstein los liquidó.

Newton también introdujo el concepto del tiempo absoluto un tiempo que es


independiente de quien lo mide. Nadie decía que el tiempo transcurre más rápido
o más lento en un lugar o en otro del universo, hasta que llegó Einstein.

Éter, luz y electromagnetismo.


-La naturaleza de la luz

Newton también contribuyó a la óptica. Uno de sus primeros trabajos fue hacer
pasar luz blanca a través de un prisma y descubrir que ésta se compone de todos
los colores del arcoíris. Newton pensaba que la luz era formada por partículas que
se movían a gran velocidad. Otros pensaban que la luz era una onda como las
olas o el aire y que era transportada por una sustancia en el espacio, el éter, La
duda permaneció hasta después de Newton.

-Electricidad y magnetismo

Los cuerpos cargados eléctricamente se atraen o se repelen. En el siglo XVIII,


Coulomb demostró que dos cuerpos cargados eléctricamente ejercen una fuerza
de atracción o repulsión entre sí, proporcional a la carga e inversamente
proporcional al cuadrado de la distancia.

En el siglo XIX, Hans Christian Oersted descubrió que las corrientes eléctricas
producen fuerzas magnéticas que influyen sobre los imanes. Jean-Marie Ampere
encontró una ley que relaciona la corriente eléctrica con el magnetismo que
produce.

En 1831, Michael Faraday descubrió que un imán puede generar una corriente
eléctrica en un cable lo que, un siglo después, sirvió para generar electricidad.

A mitad del siglo XIX hacía falta una ley que relacionara la electricidad y el
magnetismo. La solución a esto fue obra de James Clerk Maxwell, quien logró
expresar las leyes de Coulomb, Faraday y Ampere en un conjunto. Sus ecuaciones
permitieron ver que la electricidad y el magnetismo son dos manifestaciones
diferentes de un mismo fenómeno físico, el electromagnetismo. Un cuerpo
eléctricamente cargado produce una fuerza electromagnética sobre otro cuerpo
cargado.

La magnitud y la dirección del electromagnetismo dependen de la carga del


cuerpo que lo produce y su velocidad. El magnetismo ejerce una acción a
distancia entre los cuerpos, por esto, Maxwell inventó el concepto del campo
electromagnético el cual expresa que alrededor de una carga existe una fuerza
electromagnética definida por fórmulas matemáticas. La realidad física de esta
teoría trascendía toda interpretación teórica.

Maxwell demostró que la luz es una onda electromagnética que consiste en


oscilaciones del campo electromagnético. La longitud de una onda es la distancia
entre las dos crestas de una onda. En la luz, esta longitud determina el color. El
humano sólo puede percibir una fracción de los colores, más allá de la luz violeta
está la ultravioleta, los rayos X y los rayos Gamma, con longitudes más cortas.
Más allá de la luz roja, se encuentra la luz infrarroja, las microondas y las ondas
de radio

Dibujo figura 6

Pero el problema de que sustenta las ondas seguía en pie. Maxwell tuvo que
recurrir a la existencia del éter. Así mismo el éter tenía un problema con la
necesidad de un espacio absoluto. Según Galileo, las leyes de la física deben ser
independientes en cada sistema de referencia, sin embargo, las leyes del
electromagnetismo no cumplían este principio pues al pasar de un sistema a otro,
las ecuaciones de Maxwell tomaban una forma distinta. Las leyes de Maxwell sólo
eran válidas en un sistema de referencia muy especial, se especuló que sólo
podía ser el espacio absoluto.

Por ejemplo: el campo magnético actúa sobe una partícula cargada si está en
movimiento y esta partícula se mueve paralelamente a la corriente. Pero si se
está en un sistema de referencia que se mueve junto con la partícula cargada, la
partícula estaría en reposo y la corriente no debería ejercer ninguna fuerza. La
única solución a la paradoja es postular que las leyes del electromagnetismo
tienen una forma muy especial en un cierto sistema de referencia.

La existencia de un sistema de referencia absoluto es aceptable si se admite la


realidad del éter. La manera más directa de determinar la velocidad de un sistema
de referencia con respecto al éter es medir la velocidad de la luz.

-La búsqueda del éter

En el siglo pasado, ningún físico dudaba la existencia del éter pero sobre éste no
se sabía nada. Se pensaba que para confirmar su existencia era a través de
experimentos con la luz: si la luz tiene una velocidad bien definida con respecto
del éter, entonces esta velocidad debe variar según el movimiento de quien la
mida.

Por ejemplo: la Tierra se mueve a 30 km/s, si un rayo de luz emitido en el sentido


del movimiento de la Tierra debe moverse con una velocidad menor que un rayo
emitido en dirección contraria. La diferencia de velocidades entre los rayos sería
de 60 km/s, si se pudiera medir esta variación, se confirmaría la existencia del
éter, o al menos la de un sistema de referencia absoluto.

En 1887, se realizó el primer experimento para medir la velocidad de la Tierra


respecto del éter. Se utilizó un interferómetro, para realizar el experimento se
dividía un haz luminoso en dos perpendiculares que se reflejaban en sendos
espejos y se volvían a unir para calibrar el aparato. Luego el aparato se giraba,
cualquier cambio en la velocidad de la luz debería producir una interferencia entre
los haces que podía detectarse.

Al realizar el experimento, no se obtuvo ningún cambio en la velocidad de la luz:


la luz se mueve con la misma velocidad en todas direcciones. A causa del
resultado negativo se formularon varias teorías que siguieron inestables, hasta
que llegó la teoría de la relatividad.

La relatividad de Einstein

Uno de los problemas que más le interesaba era la aparente incompatibilidad


entre el principio de relatividad de Galileo y la teoría electromagnética de
Maxwell. Antes de Einstein trabajaron Hendrik Lorentz y Henri Poincaré. El
problema que se plantearon era que las ecuaciones de Maxwell describen el
comportamiento del campo electromagnético en cada punto del espacio y en
cada instante de tiempo. La pregunta era si se podía cambiar la posición y el
tiempo en las ecuaciones de Maxwell sin alterar su forma. Según las ecuaciones
de la mecánica de Newton sí debido al principio de relatividad de Galileo que dice
que se puede cambiar de un sistema de referencia a otro sin cambiar la forma de
las ecuaciones si el tiempo medido en cada sistema es el mismo.

Pero en el caso del electromagnetismo el problema es más complicado porque no


se puede recurrir a la relatividad de Galileo, sin embargo, Lorentz demostró que
existe una transformación matemática que deja invariante la forma de las
ecuaciones de Maxwell siempre y cuando se cambie la posición y el tiempo.

En la época de Lorentz, este trabajo fue considerado ingenioso pero sin sentido
físico, es decir, imaginar que el tiempo transcurre diferente en sistemas de
referencia diferentes.

Einstein publico en 1905 un artículo con el que surgió la teoría de la relatividad.


Einstein postuló que las ecuaciones de Maxwell deben tener la misma forma en
cualquier sistema de referencia inercial y es imposible distinguir a partir de
experimentos electromagnéticos un sistema de referencia inercial de otros.

Para que este principio de relatividad se cumpla, es necesaria que las


transformaciones de Lorentz sean físicamente validas, en consecuencia, el tiempo
medido entre dos sucesos depende del movimiento de quien lo mide.

Einstein también postuló que no existe un tiempo absoluto, ni un espacio absoluto


y tampoco un éter. Pero si no es el éter, y si no es el éter la base para medir la
velocidad de la luz, entonces su velocidad es la misma en cualquier sistema de
referencia inercial.

En la teoría de la relatividad, las velocidades no se adicionan o se sustraen


simplemente pues hay que tomar en cuenta como se mide el tiempo en un
sistema de referencia dado.

El tiempo y el espacio son relativos

El hecho de que el tiempo transcurre de manera diferente para distintos


observadores es una de las predicciones más sorprendentes de Einstein. Este
efecto es perceptible solo moviéndose a velocidades cercanas a las de la luz.

La relación entre los tiempos medidos en dos sistemas de referencia en


movimiento relativo está determinada por el factor de Lorentz:

1 -V2
C2

La razón por la que no percibimos estas variaciones del tiempo en la vida diaria es
debido a que nos movemos a velocidades extremadamente pequeñas con
respecto a la de la luz.

Todos los fenómenos físicos tienen su tiempo asociado. Si un cosmonauta viajara


en el espacio a una velocidad aproximada a la velocidad de la luz, no percibiría
nada con respecto a su propio tiempo, pero cuando regrese a la Tierra notaria que
su reloj y los de la Tierra no coincidirían. En teoría, el tiempo transcurrido para el
cosmonauta resulta menor que el de la Tierra.
Es por eso que si se quiere medir el tiempo que transcurre en dos sucesos se
debe en un sistema de referencia en el que los dos sucesos ocurren en el mismo
punto. En sistemas de referencia diferentes, los dos sucesos no ocurren en el
mismo punto y por lo tanto el tiempo que transcurre entre ellos es diferente.

La teoría Einstein también dice que el espacio también es relativo a quien lo mide,
es decir, si la longitud de un cuerpo en reposo es L, si esta en movimiento tendrá
un tamaño menor, esto se da con siguiente fórmula:

L´=L 1- V2
C2
Este fenómeno sólo es perceptible si la velocidad del objeto es cercana a la de la
luz.
Materia y energía

Einstein también afirmo que existe una relación entre la masa y la energía
expresada por la fórmula E=mc2 donde E es la energía, m es la masa y c es la
velocidad de la luz. En la teoría de la relatividad la energía del movimiento de un
cuerpo es (formula pag 42)

Con esta fórmula, incluso un cuerpo en movimiento posee energía que es mc2. La
conclusión fue que todo cuerpo, aun en reposo, posee una energía almacenada en
forma de masa.

La naturaleza de la luz

La teoría de la relatividad termino el concepto del éter. Ya que la luz es una onda
debe propagarse de algún modo; para encontrar la respuesta fue necesaria la
aparición de la mecánica cuántica.

Todo cuerpo caliente emite luz de diferentes longitudes de onda. La cantidad de


energía emitida en cada longitud de onda depende fundamentalmente de la
temperatura del cuerpo emisor.

El físico Max Planck postulaba que la luz se propaga en paquetes de energía cuya
energía es inversamente proporcional a la longitud de onda.

Pero en 1916, a pesar de haberse aceptado que la luz era una onda, Einstein
propuso que la luz era formada por partículas llamadas fotones cuya masa es
nula.

Espacio y tiempo

El espacio posee tres dimensiones, todo cuerpo posee altura, anchura y


profundidad. En la mecánica clásica, el tiempo y el espacio eran independientes
pero en la teoría de la relatividad se unen formando el espacio tiempo con cuatro
dimensiones: tres para describir la posición y uno para determinar el tiempo.

La contracción del tiempo


Si una nave espacial viajara a la velocidad de la luz, el tiempo desde que la nave
sale hasta su regreso a la Tierra es (formula pág. 49) veces más corto que el de la
Tierra. Mientras más cerca a la velocidad de la luz se viaje, más será la
contracción del tiempo.

Si se viajara 4 años luz, en la Tierra transcurrirían 8 años mientras que para la


nave habrán pasado solamente 7 meses. Si se viajara una distancia de 30000
años luz, pasarían 60000 años en la Tierra mientras que para la nave sólo serian
4400 años. La contracción del tiempo es notable sólo a velocidades cercanas a la
de la luz, los vehículos espaciales actuales están muy lejos de alcanzar la
velocidad de la luz sin embargo tienen un efecto de contracción del tiempo por lo
que se toma en cuenta al guiar los satélites.

Un cuerpo podría acercarse a la velocidad de la luz pero nunca alcanzarla. Pero


existe un problema con la energía requerida para alcanzar una velocidad cercana
a la de la luz.

¿Más rápido que la luz?

La energía necesaria para alcanzar la velocidad de la luz es infinita para una


partícula masiva y sólo una partícula sin masa la puede alcanzar. La luz tarda solo
0.13 segundos en dar la vuelta a la Tierra pero 20 minutos en ir hasta Marte por lo
que las comunicaciones no son efectivas para los vehículos exploradores.

La posibilidad de viajar o comunicarse a una velocidad mayor a la de la luz es una


ilusión muy cara. Las partículas que pueden desplazarse más rápido que la luz se
llaman taquiones pero son hipotéticas, que, si existieran, se resolverían los
problemas de comunicación interestelar.

Pero la posibilidad de señales más rápidas que las de la luz equivale a un viaje al
pasado. Se da un suceso A que emite una señal luminosa la cual se recibe en otro
punto que es el suceso B; el tiempo entre A y B no se puede invertir ya que se
adhiere al principio de la causalidad que afirma que si el suceso A es la causa del
B, A siempre sucede antes que B.

Pero el principio de causalidad no se aplica a partículas con mayor velocidad que


la de la luz. Si en A se emite un taquión y en B se recibe, puede existir un sistema
de referencia en el cual B antecede a A.
La apariencia óptica de los cuerpos en movimiento

Un cuerpo que se mueve no se comprime realmente sino que se trata de como se


percibe el tamaño. Un cuerpo que se mueve con una velocidad comparable a la
de la luz debe verse deformado debido a que la luz recibida simultáneamente de
un objeto en movimiento no partió simultáneamente de todas sus partes. Es
decir, si el cuerpo se aleja, la luz tarda un poco más en viajar del frente al
observador que de atrás por lo que el cuerpo se ve más corto de lo que es.

Fig 14

Materia y energía

Los astrónomos del siglo XX no se explicaban de donde venia la gran cantidad de


energía que hacia brillar al sol por tanto tiempo. En 1911, Rutherford sugirió que
un átomo se constituye por un núcleo con carga positiva rodeado de electrones
con carga negativa. Unos años después descubrieron el protón. El número de
protones determina el tipo de elemento químico.

La masa de los núcleos atómicos es menor a la suma de la masa de sus protones


y neutrones; este déficit corresponde a la energía que lo mantiene unidos.

La energía de las estrellas

En el sol y en las estrellas un protón y un neutrón se fusionan para formar


deuterio, helio 3 o berilio. En este proceso se liberan fotones, positrones,
neutrinos y calor. Al agotarse el hidrogeno se fusiona carbono, nitrógeno y
oxigeno formando núcleos cada vez más pesados, al final sólo quedan núcleos de
hierro.

Si la masa de la estrella no excede seis veces la masa solar, sus capas exteriores
se desprenderán y quedara un núcleo muy compacto, pero si tiene mucha masa
se destruirá en una enorme explosión llamada supernova transformando gran
parte de su masa en energía. Por un tiempo la estrella brillaría más que millones
de soles juntos y se producirían núcleos atómicos más pesados que el hierro.
La trasmutación de los elementos

Algunos elementos muy pesados como el uranio y el plutonio se pueden


desintegrar espontáneamente. Para romper un núcleo de uranio se le arrojan
neutrones, cuando se rompe se libera un núcleo de iodo, uno de bario y neutrones
que vuelven a chocar con más núcleos de uranio y producen una reacción en
cadena.

La energía liberada en este proceso de fisión es mucho menor que la de la fusión


del hidrogeno al transformarse en helio. Pero para esta fusión es necesario que
dos protones se unan lo que demanda que posean mucha energía y una alta
temperatura. La manera más fácil de lograr la fusión es por la reacción deuterio
+ deuterio  helio 3 + neutrón, pero para lograr fundir los núcleos de deuterio
se necesitarían varios millones de grados.

El primer uso de la fusión fue la bomba de hidrogeno, que a la vez utilizaba una
bomba de uranio para alcanzar la temperatura necesaria.

Más sobre viajes interestelares

Actualmente, un vehículo espacial puede alcanzar la velocidad de unos kilómetros


por segundo. Para propulsar un vehículo es necesario que éste arroje materia
hacia atrás; la velocidad que alcanza el vehículo depende de la cantidad de
materia arrojada y de la velocidad de eyección de ésta.

Un vehículo espacial actual necesitaría 500 millones de toneladas de combustible


para alcanzar 10 km por segundo. Con un motor de fusión, el vehículo tendría que
cargar con 8000 toneladas de hidrogeno para alcanzar 270 mil km por segundo.

Si se inventara un motor que transformara todo el combustible en fotones por


medio de antimateria, se necesitarían 140 toneladas de ésta para viajar 10 años
luz.

Relatividad y mecánica cuántica

De acuerdo con la mecánica cuántica, las partículas atómicas no se comportan


como los objetos del mundo macroscópico, sino que tienen propiedades de
partículas y de ondas.

Los electrones, protones, neutrones se manifiestan a veces como onda y a veces


como partícula y no se puede caracterizar por su posición y su velocidad, sólo se
puede calcular la probabilidad de encontrarla en cierto estado físico.
P.A.M. Dirac y el antimundo

En 1926 se propuso una ecuación basada en los principios de la mecánica


newtoniana y compatible con la relatividad pero las partículas que describían
podían poseer cualquier energía. En 1930 Paul Dirac dedujo una ecuación para
calcular la función de onda de partículas elementales tomando en cuenta la
relatividad pero tenía el mismo problema que la anterior.

Dirac propuso que los estados de energía negativa estaban ocupados por
electrones y Si faltara un electrón resultaría una partícula igual al electrón pero
con carga positiva llamada positrón que al tocar a un electrón se aniquilarían
transformándose en energía.

Las partículas y antipartículas elementales

Ya se conocían los átomos formados por electrones, protones y neutrones y la luz


formada por fotones. Con la teoría de Dirac aparecieron los positrones, los
antiprotones y los antineutrones. También se sabe que los fotones no poseen una
antipartícula.

En 1930 se descubrió que en el decaimiento beta –el proceso en que un neutrón


se transforma en protón- el electrón emitido poseía menos energía de la
esperada. El físico Wolfang Pauli propuso que también se liberaba otra partícula a
la que llamaron neutrino. Los neutrinos no se aniquilan al tocarse pues no pueden
producir fotones.

En 1970 surgió la teoría sobre los quarks; estas partículas fueron buscadas en
estado natural con mucho esfuerzo hasta que se descubrió que se encuentran
unidos entre sí y al separarse se producen otras dos parejas.

Fig. 22

Relatividad y gravitación

Según la teoría de la relatividad, los fenómenos físicos obedecen leyes sin


depender del sistema de referencia en el que se encuentren, pero esto solo se
aplica a sistemas de referencia inerciales. Einstein investigó cómo modificar la
teoría de la gravitación para hacerla compatible con la relatividad; para esto, se
tuvo que recurrir a Galileo.
El principio de equivalencia

Aristóteles creía que los cuerpos pesados caían más rápido que los ligeros, pero
Galileo demostró de manera práctica que todos los objetos, aunque sean de
diferente peso, caen a la misma velocidad ya que el influjo gravitacional de la
Tierra no depende de la masa.

No siempre vemos este fenómeno, es decir, algunas veces las cosas más pesadas
caen a mayor velocidad que las cosas ligeras pero esto se debe a la forma del
objeto y las fuerzas que ejerce el aire sobre él.

También se puede determinar la masa inercial mediante la segunda ley de


Newton, la cual dice que un cuerpo tiene una aceleración directamente
proporcional a la fuerza que le es aplicada e inversamente proporcional a su
masa. De este modo se mide la inercia que un cuerpo opone a la fuerza aplicada.

El principio de equivalencia se debe a que la masa inercial y la masa gravitacional


de cualquier cuerpo son iguales. La implicación más cercana del principio de
equivalencia es que todos los cuerpos caen de la misma forma sin importar la
masa que poseen.

Las cajas de Einstein

Si nos encontráramos en una caja cerrada sobre la Tierra sentimos la fuerza de


gravedad; si soltáramos una canica, ésta caería acelerándose 9.8 metros por
segundo, es decir a 1g. Esta fuerza ejercida sobre los cuerpos de la caja es
proporcional a su masa gravitacional.

Si la caja estuviera en el espacio en reposo, todo en su interior flotaría


ingrávidamente. Si la caja se acelerara a 1g, los objetos en su interior se pegarían
al suelo. Estas fuerzas serían inerciales y dependerían de la masa inercial de los
objetos.

No se puede distinguir entre fuerza gravitacional o fuerza inercial por lo que no se


sabría si se está en reposo sobre la Tierra o en movimiento acelerado en el
espacio.

Un cuerpo que se encuentra en caída libre se mueve sólo bajo el influjo de una
fuerza gravitacional sin ninguna restricción.
En un elevador el cual va en caída libre, los ocupantes no sienten la fuerza
gravitacional sobre ellos, como si estuvieran en el espacio.

En un satélite en órbita, los ocupantes no sienten ninguna atracción gravitacional


debido a que está en caída libre mas nunca choca con la Tierra debido a su
curvatura.

Un sistema de referencia inercial es equivalente a un sistema de referencia en


caída libre y un sistema no inercial es equivalente a un sistema sometido a la
fuerza gravitacional.

Si en una caja en caída libre se colocan dos canicas en los extremos, éstas
estarán también en caída libre por lo que estarán flotando pero sus trayectorias
no son rectas paralelas y en algún momento convergerán al centro de la Tierra.

La Tierra es redonda, pero su curvatura se manifiesta en regiones extensas, de


varios kilómetros. Si se trazaran dos rectas paralelas sobre la superficie de la
Tierra permanecerían paralelas en un principio pero si se prolongan varios cientos
de kilómetros convergerán debido a la curvatura de la Tierra y se unirían. En
realidad estas rectas serían segmentos de círculo.

Una superficie curva parece plana en regiones pequeñas y una fuerza


gravitacional no es detectable en un vehículo pequeño y en caída libre. Según
Einstein el espacio-tiempo es curvo y la gravitación es la manifestación de su
curvatura.

La curvatura del espacio-tiempo

En un espacio curvo, los postulados básicos de geometría no se cumplen. Las


geodésicas se cruzan, las paralelas no mantienen su distancia y la suma de los
ángulos de un triángulo no da 180°. El matemático Riemann especuló que podía
existir una relación entre las propiedades geométricas del espacio y los procesos
físicos que ocurren en el.

La teoría de Einstein dice que la masa de un cuerpo deforma el espaciotiempo a


su alrededor. En un espacio tiempo plano no hay masa y una partícula se mueve
en línea recta, pero en presencia de masa, el espacio se curva por lo que la
partícula viaja en una geodésica, como la Tierra alrededor del Sol.

En la teoría de Einstein se calcula la curvatura del espacio tiempo pero debido a


que también la energía ejerce una acción gravitacional tuvo que diseñar la
siguiente fórmula:

Figura 30
La gravitación en el universo

Así como una canica desvía su trayectoria sobre una superficie curvada, una
partícula masiva o un fotón siguen una geodésica en el espaciotiempo curvo. Las
ecuaciones matemáticas de la relatividad general permiten calcular la curvatura
del espaciotiempo producida por una masa dada, asi como las trayectorias de las
partículas bajo la influencia de esa masa. Einstein logro resolver sus ecuaciones
en forma aproximada.

El movimiento del perihelio de Mercurio.

El primer gran éxito de Newton fue explicar el movimiento de los planetas


alrededor del Sol. Tomando en cuenta sólo la atracción gravitacional del Sol,
demostró que las orbitas de los planetas son elipses, tal como había descubierto
Kepler en forma empírica.

La atracción de los planetas entre si es mucho menor que la atracción solar pero
aun así produce ligeras desviaciones en las orbitas planetarias las cuales se han
podido calcular y las observaciones confirman los resultados teóricos.

Fue así como en el siglo pasado los astrónomos Adams y Le Verrier predijeron la
existencia y la posición en el cielo del planeta Neptuno a partir de las
perturbaciones observadas en la órbita de Urano.

Fue Le Verrier quien descubrió una anomalía en la órbita de Mercurio; anunció


que el perihelio de Mercurio –el punto de la órbita más cercano al Sol– avanza 38
segundos de arco por siglo.

Figura 32

El fenómeno fue confirmado posteriormente por otros astrónomos


estableciéndose un valor de 43 segundos por siglo. Le Verrier sabía que no había
una explicación simple para este fenómeno y sugirió como posible explicación la
presencia de una nube de asteroides en órbita intramercurial pero nunca se
detectaron tales cuerpos.

En noviembre de 1915, Einstein trabajaba en la versión final de su artículo sobre


relatividad general. La primera aplicación que hizo de su teoría fue calcular la
órbita de un planeta alrededor del Sol y demostrar que, debido a efectos
relativistas, el perihelio de las órbitas se corre lentamente. El resultado que
obtuvo para el caso de Mercurio fue de 43 segundos de arco por siglo.
La formula de Einstein para el corrimiento del perihelio por cada revolución orbital
es: formula pág. 104. El efecto es más pequeño mientras más alejado está el
planeta del Sol por lo que sólo se ha podido detectar para mercurio.

La desviación de la luz

La pregunta es ¿Afecta la fuerza gravitacional a la luz como a cualquier partícula


material? Isaac Newton pensaba que la luz está constituida por partículas y que
por lo tanto un rayo luminoso debe desviarse bajo la acción de la gravedad, al
igual que la trayectoria de un proyectil.

En 1919, Einstein postuló que la luz se comporta como cualquier partícula


material y predijo que un rayo de luz al pasar cerca de la superficie del Sol desvía
su trayectoria en un ángulo de 0.87 segundos de arco. Figura 33

El ángulo de desviación se puede calcular según la mecánica newtoniana


invocando el principio de equivalencia, pues la trayectoria de una partícula
atraída gravitacionalmente no depende de su masa. En 1915, con la teoría de la
relatividad general bien establecida, Einstein volvió a calcular la desviación de u
rayo de luz y se dio cuenta de que la curvatura del espaciotiempo y el hecho de
que la masa del fotón es estrictamente cero, influyen en forma muy particular
sobre la trayectoria de la luz. Dedujo que un rayo de luz debe desviarse en un
ángulo de 1.7 segundos al pasar cerca del Sol.

El experimento propuesto por Einstein consistía en observar las estrellas muy


cera del disco solar durante un eclipse total de Sol. Comparando la posición
aparente de una estrella con la que tenía cuando el Sol no se hallaba cerca se
puede determinar el ángulo de desviación. Se realizaron varios intentos fallidos
pero finalmente en 1919 las observaciones fueron exitosas.

En una sesión científica en Londres del mismo año, Andrew Crommelin y Arthur
Eddington anunciaron el resultado del estudio de las fotografías: dentro de los
posibles errores de medición, se confirmaba el valor predicho por la relatividad
general.

La medición de 1919 tenía un margen de error de un 30%. Se han repetido


observaciones durante otros eclipses con precisiones de hasta 10% confirmando
la predicción de Einstein. En años más recientes, los astrónomos utilizaron
fuentes cósmicas de radio con el fin de medir la desviación de las señales de radio
al pasar cerca del Sol. La ventaja de Este método es que las fuentes de radio se
pueden detectar también de día y cerca del Sol. Los resultados más recientes han
confirmado la teoría de Einstein con una precisión de 1%.
Una comprobación más de que la luz se desvía por la gravedad surgió en 1979
con el descubrimiento de las lentes gravitacionales. Los cuasares son los objetos
más lejanos y luminosos que se pueden observar en el universo. En algunas
ocasiones, la luz que emiten puede pasar muy cerca o a través de una galaxia
que se encuentra a medio camino entre el cuasar y nosotros. En ese caso, puede
ocurrir que la luz del cuasar pase tanto de un lado como del otro de la galaxia y
como resultado el cuasar se ve doble. Figura 34.

En 1979, astrónomos estadounidenses detectaron un cuasar doble, con dos


componentes idénticas entre sí excepto por el tamaño y dedujeron que se trataba
del mismo cuasar observado a través de una galaxia actuando como lente
gravitacional. Esa galaxia fue detectada posteriormente. Figura 35.

Un caso extremo de este efecto es cuando el cuasar, la galaxia intermedia y la


Tierra se encuentran perfectamente alineados y lo que sucede es que la imagen
del cuasar ya no es doble sino que se distribuye a lo largo de un arco. Figura 36.

En 1985 se detectó un gigantesco arco luminoso alrededor de una galaxia,


algunos astrónomos sospechan que se trata de la imagen de un cuasar lejano
amplificado y deformado por una galaxia alineada. Figura 37.

El corrimiento al rojo

Cuando se arroja una piedra hacia arriba, llega a cierta altura con una velocidad
menor a la inicial, es decir, la piedra tiene que gastar parte de su energía para
subir en contra de la atracción gravitación de la Tierra, pero ¿sucede algo similar
con la luz?

En 1907, Einstein dedujo que un fotón debe perder parte de su energía para
escaparse de la atracción gravitacional de un cuerpo masivo. La energía de un
fotón es proporcional a su frecuencia así que un fotón emitido desde la superficie
del Sol llega al espacio con una frecuencia ligeramente menor que la que poseía
inicialmente, es decir, corrida hacia el lado rojo del espectro.

Einstein calculo primero este efecto en forma aproximada, recurriendo


únicamente al principio de equivalencia. Años más tarde, con la teoría de la
relatividad general bien establecida dedujo el resultado exacto y confirmó su
primer cálculo.
Todos lo átomos emiten fotones con frecuencias bien definidas, y estos fotones se
pueden observar como líneas sobrepuestas al espectro. Los fotones emitidos por
los átomos en la superficie solar deben producir líneas espectrales corridas
ligeramente hacia el lado rojo del espectro pero este efecto es demasiado
pequeño en el caso del Sol para poderlo identificar.

Los astrónomos habían descubierto que la estrella Sirio posee una extraña
compañera, cuya masa es semejante a la del Sol pero cuyo tamaño es
extremadamente pequeño de modo que la atracción gravitacional en su
superficie es treinta veces más intensa que en el Sol. Este hecho permitió
detectar en 1924 el corrimiento al rojo en el espectro de esta estrella.

El corrimiento al rojo gravitacional resurgió en los años sesenta, cuando los físicos
R. V. Pound, G. A. Rebka y J. L. Snider realizaron un experimento en el que
pudieron medir el cambio de frecuencia de un fotón emitido desde el suelo hasta
el techo de una torre a 22 metros de altura. Utilizaron el llamado efecto
Mösbauer, por el que ciertos materiales emiten rayos gamma con una frecuencia
perfectamente bien definida, lograron confirmar la predicción de Einstein con un
margen de error de solo 1%, a pesar de que el cambio en frecuencia es de apenas
una parte en mil billones.

Hoyos negros

La compañera de Sirio es una estrella que, al final de su evolución, se comprime


bajo la fuerza de su propia gravedad y alcanza densidades enormes. Cuando una
estrella agota su combustible nuclear, la presión interna ya no puede detener su
contracción gravitacional. Después de una evolución final que depende de la
masa de la estrella, ésta arroja al espacio una fracción considerable de su
materia: en forma lenta si la masa de la estrella no excede unas seis veces la
masa del Sol; o en forma violenta si la estrella es muy masiva.

En el primer caso, la estrella se transforma en una enana blanca. La masa de una


enana blanca no puede exceder una vez y media la masa del Sol. En el segundo
caso, después de la explosión, la mayor parte de la masa estelar se extiende por
espacio y solo queda el núcleo mismo de la estrella como remanente. Ese núcleo,
dependiendo de su masa, se transforma en estrella de neutrones o en hoyo
negro.

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