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Ingrata pérjida,
romántica insoluta,
tú me estrujates
todito el corazón.
Y yo benévolo
hablábate de amores
y deciáte
mi anémica pasión.
Burlábates todita
de mi ánimo extasiado
andábates creyendo
que iríame yo a matar.
Pero fallóte
y ecuánime reprocho
tu intrínsico deseo
que indúceme a olvidar
Ingrata méndiga
palabras no son obras
ahora tú me sobras
y yo te falto a ti.
PESO SOBRE PESO
(LA BARTOLA)
Mira Bartola,
ahí te dejo esos dos pesos,
pagas la renta,
el teléjono y la luz;
de lo que sobre,
coges de 'ai para tu gasto,
guárdame el resto
para echarme mi alipuz.
Uno de los grandes personajes que nos ha dado la ciudad de México es sin duda Salvador
Flores, mejor conocido como Chava Flores, el máximo exponente de la canción de humor
dentro de nuestra cultura popular. El 'Hacedor de Canciones', como le gustaba que lo
llamaran, para algunos fue un gran sociólogo por haber captado la esencia del mexicano en
esta gran metrópoli, de ese mexicano de barrio que tenia por oficio zapatero, carpintero,
policía, albañil o simplemente ciudadano común. Don Chava pudo describir y llevar de
manera extraordinaria tanto el pensar como el sentir de los mexicanos, sus virtudes, sus
defectos, pero más aun, el humor y la picardía que hasta la fecha nos caracteriza a los
chilangos.
Don Chava nace un 14 de enero de 1920 en el Centro Histórico de la Ciudad de México,
pero vivió y peregrinó por la ciudad durante casi toda su vida. Entre sus avatares, don
Chava tuvo la fortuna de poder trabajar de diversas maneras y en diversos oficios lo cual le
dio la posibilidad de conocer más a fondo la idiosincrasia de sus coetáneos, compañeros de
barrio, farra y oficio. Sólo una clara referencia afectiva se le conoce acerca de alguna de las
colonias del Distrito Federal, y me refiero a la canción de Voy en el Metro, donde cita al
barrio de Tacuba:
Adiós mi linda Tacuba
Bella tierra tan risueña.
Ya me voy de tu Legaria,
Tu Marina y tu Pénsil.
Ya me voy, me lleva el metro
Por un peso hasta Tasqueña,
si en dos horas no regreso
Guárdame una tumba aquí.
En general, don Chava demuestra un amor profundo por la Ciudad de México. Aunque por
aquella zona de Azcapotzalco se le vio mas seguido, hay quienes afirman que vivó en la
unidad Cuitláhuac. Lo que sí es que don Chava hizo una de las criticas mas divertidas del
defeño, solo basta escuchar Sábado Distrito Federal para darnos cuenta de que se trata de
nosotros mismos. Qué tino tuvo este hombre, hasta la fecha nos identificamos con esta
canción y con otras, lo que nos habla de permanencia de su obra.
Sus canciones también llegaron al cine en la voz de Pedro Infante cantando La Tertulia, o
Tin-Tan cantando el Gato Viudo y ellos dos fueron sólo algunos de sus múltiples
interpretes. Chava Flores también hizo cine; de las seis películas en la que participó sólo en
una tuvo el estelar compartiéndolo con Armando El Chicote Soto, en La Esquina de mi
Barrio. Claro que el cine no fue su fuerte y no tuvo mucho éxito en esta incursión fílmica.
Uno de los temas favoritos de don Chava era el manejo del albur o doble sentido, el cual
dominaba de manera asombrosa. Hay quienes dicen que este era el pan de cada día para
Don Chava, aunque nunca ante las mujeres (¡si oyera a las mujeres de hoy...!). Una de sus
canciones mas explicitas en este rubro lo es La Tienda de Mi Pueblo:
Tuve una tienda en mi pueblo, precioso lugar
Te vendía de un camote de puebla, un milagro a San Buto
Pitos, pistolas pa niños te hacia yo comprar,
Pa tu cruda una panzota inflaba una llanta al minuto
Aros, argollas, medallas podías tu adquirir
Un anillo un taladro, petacas tu sincho de cuero
Te enterraba en el panteón, te introducía en el cajón
Antes con un zapapico abría tu agujero
Me dabas para alquilar alguien que juera a llorar,
Mientras lloraba alumbraba con velas tu entierro.
Leche tu té chocolate tu avena o café,
Te sacaba las muelas picadas, dejaba las buenas
Pasas el chico zapote picones con miel,
Había métodos tubos o huevos o platos o leña.
Desde Apizaco ayocotes mandaba a traer,
Exportaba el chipotle en cajones también la memela
Chupones para el bebé, de un agorero hasta un buey
Chochos y mechas, bizcochos tiraba rayuela
El día de madres vendí lo que el día veinte metí,
Nabos zanorias ejotes y chile en cazuela
Plumas en sacos de lona o tela de juir,
Había linos y tallos de rosas mangueras y limas,
Mangos, mameyes, cojines trasteros de aquí
Había sumo de caña. Metates, tompiates, tarimas,
De un embutido un chorizo podría usted llevar
Longaniza de aquella qui traen los inditos di juera,
Te acomodaba al llegar el miote el particular,
Tres pesos mas te sacaba por la regadera,
pero un buen día me perdí y hasta mi tienda vendí,
Solo salve del traspaso la parte trasera,
Tuve una tienda en mi pueblo precioso lugar.
Don Chava no perdía el tiempo parodiando a personajes públicos, ya que eso hubiera sido
peligroso para él en esa época. Más bien sus parodias se centraban en personajes de la vida
cotidiana. El Bautizo de Cheto por ejemplo, donde una serie de personajes típicos de la
ciudad interactúan para darle forma a esta canción: Cheto para empezar, su mamá Camila la
gandul, su papá Quirino y un señor que se presto para ser padrino con Mimí su esposa, las
criticonas y los periodistas que lo fueron a mirar, porque señores, Cheto nació el día del
terremoto cuando el Ángel de la Independencia se cayó, y no lo duden que esta historia la
tomó de algún periódico sensacionalista de la época.
Otro de los divertidos personajes de don Chava lo encontramos en Céfira, que en voz de
Rubén Schwartzman fue una mujer que paso muchas navidades sin ninguna Nochebuena,
porque aunque la llevaban de paseo cada domingo para que encontrara marido y se casara,
nunca lo consiguió, o Herculano quien al querer cambiar su nombre y presentarse ante un
juez alburero y villano este le contesta... me prestas.
No es posible escuchar a Chava Flores o a algunos de sus interpretes sin soltar carcajadas.
De tal modo, mis queridos amigos, que no es mi deseo hacer una sinopsis de cada una de
sus canciones, pero sí les recomiendo que si tienen la oportunidad sacien su oídos con
alguno de los discos de este inmortal compositor de canciones con alguno de sus mejores
interpretes. En lo personal recomiendo escuchen los discos de su Antología y el del genial -
pero también ya desaparecido- interprete Rubén Schwartzman, donde encontraran lo
divertido de esta música, con estupendas caracterizaciones.
Y este 5 de agosto, si le es posible, busquen en la cartelera algún evento relacionado con el
aniversario de su muerte y asistan. Siempre vale la pena escuchar estas interpretaciones en
vivo y seguir disfrutando de la estupenda obra de don Salvador Flores Rivera.
Chava Flores murió en Morelia, Michoacán, ya en su retiro el 5 de agosto de 1987, pero nos
dejó un legado de canciones y obra que perdurará hasta que México deje de ser México o
nos caiga la Flaca a todos juntos y al mismo tiempo. Pero eso sí que va a estar duro.
Algunas de sus obras no citadas pero que puedes escuchar aquí son las siguientes: A Qué le
Tiras Cuándo Sueñas Mexicano, Peso Sobre Peso, Yo Soy La Criada, Ingrata Pérfida, Dos
Horas de Balazos, los 15 Años de Espergencia, El Retrato de Manuela, la Casa de Lupe,
Apolonia la bonita, Adiós Trinidá, los Pulques de Apam, Mi México de Ayer y un largo
etcétera.
Me despido diciéndoles que escuchar las canciones de este compositor mexicano es
entender un poco mas lo que nos hace ser lo que somos... hasta pronto.