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EJERCICIOS …………………………………………………………………………………………14 y 15
Solucionario …………………………………………………………………………………………..16 y 17
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1- Definición de semántica
La semántica es la ciencia que se ocupa de estudiar todas las cuestiones relacionadas con el significado de
las palabras.
La semántica realiza su estudio, generalmente, desde una perspectiva ‘diacrónica’; contrariamente a como
lo hacen otras ciencias de la lengua (fonética, fonología, morfología, sintaxis,…) que utilizan una perspectiva
‘sincrónica’.
- ‘Perspectiva sincrónica’: se estudia la lengua de un momento histórico cualquiera; sin preocuparse del
proceso evolutivo que la lengua ha sufrido para llegar a tener la forma que presenta en ese momento
histórico; sin preocuparse de la formación de esa lengua.
• Nivel fónico:
[fakere > fachere > hasere > hazer > haser > hacer]
[filium > filiu > filju > fillo > fizo > hiso > hijo]
• Nivel morfológico:
- Los demostrativos latinos ‘Ille’ han dado lugar a los artículos castellanos.
- Cambio de género de algunas palabras, al pasar del latín al castellano. Los nombres de árboles
en latín eran femeninos y en castellano son masculinos: pinus (fem.) > pino (masc.)
(latín) (cast.)
• Nivel sintáctico:
En latín la función sintáctica de cada elemento se explicitaba por la marca de caso; en castella-
no estas marcas desaparecen.
Nominativo (S.N.) ros- a
Vocativo (Vocativo) ros- a
Acusativo (C.D.) ros- am
Genitivo (C.N.) ros- ae
Dativo (C.I.) ros- ae
Ablativo (C.C.) ros- a
A la ciencia que le corresponde el estudio de la evolución de la lengua en todos sus niveles se le denomina
“Gramática histórica”.
Pues bien, la ‘Semántica’ necesita hacer incursiones históricas (estudio diacrónico) para explicar bastantes
de los fenómenos de que se ocupa; por ello aprovecha muchos de los estudios realizados por la ‘Gramática
histórica’.
* * *
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Pero el significado de las palabras depende en muchas ocasiones de factores sociales; es decir, la sociedad
y su cultura pueden transformar el significado de las palabras en función de sus necesidades.
Un buen ejemplo de esta manipulación semántica es el caso del eufemismo. Por motivos culturales, a todo
aquello que por pudor o elegancia no debe ser nombrado se le aplica otro término que resulte menos
incómodo. Por ejemplo el uso de ‘servicio’ o ‘lavabo’ por ‘retrete’ (el término original); o el uso de
‘demencia’ por ‘locura’; o ‘clínica mental’ por ‘manicomio’; o el uso de ‘orinar’ por ‘mear’; o la multitud de
términos para nombrar los órganos sexuales.
De la relación existente entre lengua y sociedad se ocupa la ciencia llamada ‘Etnolingüística’. Pero también
en esta ocasión la ‘Semántica’ aprovecha algunos de estos estudios de la ‘Etnolingüística’ para dar
explicación a algunos de los fenómenos que le conciernen.
Como todos sabemos el castellano es una lengua procedente del latín, “lengua romance”. Aproximadamen-
te el 75% - 80% del léxico castellano tiene un étimo latino (procede del latín). Dentro de este grupo podemos
distinguir cuatro tipos de palabras:
El castellano surgió por una evolución del latín. Durante el periodo de la romanización se impuso el latín
como lengua única en toda la Península (y en otros lugares de Europa). Tras la desaparición del Imperio
Romano los pueblos que colonizaron la Península (visigodos y árabes) permitieron que sus habitantes
siguieran usando el latín, pero obviamente no se preocuparon de que hiciesen un uso correcto de esta lengua.
Por ello los hablantes fueron introduciendo poco a poco modificaciones, debidas generalmente a errores de
uso, hasta que se llegó a un punto en que lo que hablaban era totalmente diferente al latín, y entonces se
percataron, en el siglo X, de que habían creado otras lenguas; así surgieron las lenguas peninsulares:
castellano, catalán, gallego, aragonés, leonés, portugués,…
Las ‘palabras patrimoniales’ son aquellas que están en la lengua castellana desde sus orígenes (siglos IX,
X) o poco después (Edad Media). Su evolución fonética es importante; llevan mucho tiempo en nuestra
lengua (10 siglos) y por ello han sufrido muchos cambios fonéticos. Son ejemplos de ‘palabras patrimoniales’
los dos casos que hemos visto en el apartado anterior.
Es el caso contrario al anterior; son palabras que se han incorporado en una época relativamente reciente,
siglo XIX o XX; y por ello su evolución fonética es mínima.
Son ejemplos:
espiritum > espíritu capitulum > capítulo atomus > átomo
(latín) (cast.) (latín) (cast.) (latín) (cast.)
* No es cierta la idea popular de que las palabras cultas son las palabras extrañas y poco conocidas, o muy
técnicas.
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2.1.3- Semicultismos:
Son palabras a medio camino entre las patrimoniales y los cultismos. Es decir, pasaron a la lengua
castellana en un época intermedia, siglos XV – XVIII.
2.1.4- Dobletes
Se trata de una pareja de palabras castellanas que provienen de una misma palabra latina. Por ejemplo:
llano abertura
planum aperturam
(latín) plano (latín) apertura
El proceso de formación suele ser el siguiente: en una época temprana una palabra latina pasa al castellano
y en ella se produce su correspondiente evolución fonética (por tanto, se diferencia en la forma respecto a la
latina), pero también el significado de la palabra castellana se va alejando del significado de la latina; por ello,
mucho después, en una época más o menos reciente, se puede volver a coger esa palabra latina con el
significado recto que tenía en latín, y con una forma similar a la latina, por lo que así queda diferenciada
fonéticamente de la anterior.
Por todo esto, generalmente, de las dos palabras de la pareja, una de ellas es una palabra patrimonial y la
otra es un cultismo; y en consecuencia hay una que se parece bastante a la forma latina, el cultismo, y otra que
se diferencia más, la palabra patrimonial. En el primer ejemplo ‘plano’ es el cultismo y ‘llano’ la patrimonial.
2.2- Habilitación
Es un fenómeno por el cual las palabras cambian de categoría morfológica debido a un cambio previo de
significado.
La casuística es bastante amplia:
- Don Quijote de la Mancha → ser ‘un quijote’ (= soñador de cosas imposibles, un poco loco)
* Debido a que esta es la principal cualidad del personaje literario
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c) Adjetivo → nombre común:
- pro (pref.), contra (pref.) → los pros (= cosas a favor) y los contras (= cosas que están en contra)
- lince → ser ‘un lince’ (= espabilado, que las coge al vuelo) / correr como ‘un lince’ (= correr mucho)
g) Participio → adjetivo:
Estos cambios de categoría no suponen, normalmente, el que la palabra no pueda usarse también con su
categoría morfológica original, además del uso con la categoría habilitada.
Por ejemplo: - Esa victoria fue un hecho ‘capital’ (adj. = importante) para el desarrollo de la guerra
- Mañana iremos a la capital, o sea, a Madrid
Los ‘préstamos lingüísticos’ o ‘extranjerismos’ son palabras tomadas de otras lenguas. A lo largo de la
historia, por motivos geográficos, históricos, sociales o culturales, se han ido colando en la lengua palabras de
otras sociedades.
Por ejemplo en la época de la invasión visigoda se tomaron de la lengua germana palabras del ámbito de la
guerra, un ámbito que estos invasores dominaban; en la época de la invasión árabe se colaron numerosas
palabras de esta cultura debido a los ocho siglos de ocupación, casi todas las palabras que empiezan por la
sílaba al- tienen este origen; en el llamado Siglo de Oro se coloran bastantes palabras procedentes de Italia,
debido al predominio cultural de este país en esa época; lo mismo pasó en el siglo XVIII con las palabras
procedentes del francés, pues entonces Francia era la capital cultural; a lo largo de varios siglos se han ido
incluyendo en el castellano palabras de las lenguas vecinas: gallego, portugués, vasco y catalán, debido
simplemente a la proximidad geográfica, y por tanto, al contacto con esas lenguas; en la actualidad se están
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colando en nuestra lengua numerosas palabras procedentes del inglés, debido a la hegemonía política y
económica de E.E.U.U., etc.
Suele suceder que, cuando se toman estas palabras, en un principio se mantienen con la fonética propia de
la lengua de la cual proceden por una actitud de respeto hacia esa lengua, pero con el paso del tiempo se
adecúan fonéticamente a las formas propias de la lengua receptora; dado que con la fonética original los
hablantes tienen problemas de pronunciación.
Los préstamos lingüísticos se clasifican teniendo en cuenta la lengua de la cual proceden. Los grupos más
importantes son los siguientes:
- arabismos: alférez, alcalde, alcaide, alguacil, alfombra, almohada, albornoz, alquimia, alcohol, alcanfor,
arroz, azúcar, berenjena,…
* muchas de las palabras que empiezan con la sílaba al-, en árabe es el artículo
- galicismos (del francés): cadete, bayoneta, metralla, brigada, petimetre, club, croissant, carnet,…
2.4- Acrónimos
Se trata de palabras que en su origen eran siglas. Cuando estas siglas se utilizan con bastante frecuencia, y
además sucede que se pueden pronunciar en sílabas, el proceso de lexicalización es lo más habitual; hasta
llegar al punto de que los hablantes dejan de tener conciencia de que ese término, en su origen, era unas
siglas.
Ej.: R.E.N.F.E. (Red Nacional de Ferrocarriles Españoles) → Renfe (la Renfe)
S.I.D.A. (Síndrome de inmunodeficiencia adquirida) → el Sida
O.V.N.I. (Objeto volante no identificado) → un ovni
No se da este fenómeno con aquellas siglas de uso poco habitual, ni con aquellas de difícil pronunciación
(que no se pueden estructurar en sílabas). También cabe comentar que en algunos casos el proceso de
lexicalización de las siglas se encuentra a medio camino, se suele utilizar la forma lexicalizada pero los
hablantes aún tienen conciencia de que se trata de unas siglas, es el caso de ‘la ONU’ (Organización de
Naciones Unidas).
También se consideran acrónimos aquellas palabras que se han formado tomando algunas sílabas de las
palabras que forman las siglas, por ejemplo:
- Banesto (Banco Español de Crédito)
- ofimática (oficina informática)
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3- Relaciones entre significante y significado.
3.1- Los conceptos de ‘significante’, ‘significado’ y ‘referente’.
El prestigioso lingüista Ferdinand Saussure creó los conceptos de ‘signo lingüístico’, ‘significante’ y
‘significado’. Estableció que el ‘signo lingüístico’ (= palabra) consta de dos elementos indisolubles e
inseparables el uno del otro: el ‘significante’ y el ‘significado’ (como la cara y la cruz de una moneda, aunque
no pueden unirse nunca, cada una de ellas no puede existir si no existe la otra).
Significante es, en la lengua oral, la cadena de sonidos que constituyen un signo lingüístico, por ejemplo:
[k] [a] [s] [a]; y en la lengua escrita, el conjunto de grafías (= letras) que constituyen el signo lingüístico, ej.:
c-a-s-a
El concepto de significado varía en función de si se refiere a un objeto material, o a ideas abstractas
(maldad, belleza, voluntad,…). En el primer caso el ‘significado’ es la imagen mental que se crea en la mente
del receptor cuando ésta recibe el ‘significante’ que se asocia a esa imagen; en el
segundo caso el ‘significado’ es el concepto que cada uno tiene de esa idea abstracta;
claro que este concepto es subjetivo y puede variar bastante de unas personas a otras.
En principio la relación lógica de un signo lingüístico sería que a cada significante le correspondiese un
solo significado (1 significante → 1 significado), tal y como sucede en algunos casos:
Pero en la práctica, en la mayoría de los casos no se establece esta correspondencia ideal. Y así nos
encontramos con varios significantes que se relacionan con un mismo significado, o con varios significados
que se relacionan con un mismo significante; esta especial correspondencia es la que motiva los fenómenos
que vamos a estudiar en los apartados siguientes.
3.2- Sinonimia
Es un fenómeno por el cual varios significantes se remiten a un mismo significado (+1 significante →
1 significado). Gráficamente se representaría así:
significante1
significante2 significado
significante3
Ejemplo:
mendigar
limosnear
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Sin embargo en muy pocos casos puede hablarse de sinonimia como un fenómeno absoluto. Si unos
términos son sinónimos deberían ser intercambiables en cualquier contexto, pero sucede que esto no suele ser
así: la mayoría de los sinónimos sólo son intercambiables en algún o algunos contextos, pero no en todos.
Por ello se han establecido dos tipos de sinonimia: la ‘sinonimia total o perfecta’ y la ‘sinonimia parcial’.
• Se considera sinonimia total o perfecta cuando dos, o más, términos sinónimos son intercambiables en
todos los contextos posibles; como comentaba más arriba es un caso poco habitual, suele darse sobre todo
en sinónimos de carácter científico, médico,… Ejemplo: anginas – amigdalitis
• Se considera sinonimia parcial cuando dos, o más, términos sinónimos sólo son intercambiables, sólo son
sinónimos, en algunos contextos. Éste es el caso más habitual. Ejemplo: viejo – anciano
viejo, ja
anciano, na.
En la primera oración se ha utilizado la acepción 1ª de ambos términos, acepciones que son coincidentes,
sinónimas, por ello son intercambiables Pero en la segunda oración se ha utilizado el término ‘viejo’ con su
acepción 5ª (Deslucido, estropeado por el uso), una acepción que no existe en el término ‘anciano’, por eso
aquí ambos términos no son intercambiables.
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Además sucede en muchos casos que entre los dos términos que conforman una pareja de sinónimos hay
pequeños matices diferenciadores; unos matices que en determinadas situaciones pueden dar lugar a que sólo
sea adecuado el uso de uno de los dos términos de la pareja. Veamos algunos casos:
- Uno de los dos términos pertenece al habla infantil y el otro no. Ej.: papá - padre
(+ infantil)
* Los niños pequeños utilizan ‘papá’ en cualquier situación, sin embargo, un adulto sólo lo usará en un ámbito
estrictamente familiar.
* * *
Mención especial en esta cuestión merece el caso de los ‘hiperónimos’ y los ‘hipónimos’, pues se trata de
un grupo muy productivo para crear parejas de sinónimos. Un hiperónimo es el término (a veces es un S.N.)
que le da nombre a un campo semántico, y los hipónimos son los diversos términos que corresponden a un
campo semántico cualquiera. Por tanto, un hiperónimo siempre podrá actuar como sinónimo de cualquiera de
sus hipónimos. Por ejemplo: ‘vehículo’ es el hiperónimo de un campo semántico, y podrá actuar como
sinónimo de cualquiera de sus hipónimos: coche, camión, furgoneta, autobús, autocar, taxi,…
3.3- Polisemia
En este caso la relación consiste en que un significante nos remite a dos o más significados (1 significante
+1 significado). Gráficamente se representaría así:
significado1
significante significado2
significado3
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Ejemplo:
arco arquitectónico
Nos interesa ahora comentar el proceso evolutivo de este fenómeno para poder distinguirlo luego del fenó-
meno siguiente (homonimia).
En el caso de la polisemia lo que ha sucedido es que un significante latino pasó al castellano, probablemen-
te con un solo significado, y durante su existencia en la lengua se le han ido adjudicando otros significados.
3.4- Homonimia
En este fenómeno se ha producido el siguiente proceso evolutivo: dos significantes distintos pasaron a la
lengua castellana y a lo largo del tiempo sufrieron una evolución fonética (tal y como vimos en los casos de
facere > ….> …..> hacer // filium > ….> ….> hijo) y, casualmente, esos dos significantes han acabado
teniendo la misma forma.
Ejemplo:
Si se observa este fenómeno desde una perspectiva únicamente sincrónica, sucede que la relación entre
significante y significado es la misma que en la polisemia (1 significante → +1 significado). Gráficamente
también se representaría así:
significado1
significante significado2
significado3
Por ello, para diferenciar entre homonimia y polisemia es necesario adoptar una perspectiva diacrónica y
tener en cuenta los procesos evolutivos, ya explicados, de ambos fenómenos. En la polisemia un solo
significante ha ido adquiriendo varios significados, mientras que en la homonimia dos significantes distintos
han evolucionado fonéticamente y han acabado teniendo la misma forma. Para averiguar esta cuestión, la
evolución fonética de una/-s palabra/-s, necesitaremos, obviamente, la ayuda de un diccionario etimológico.
Respecto a este fenómeno también es importante comentar que los lingüistas han establecido dos tipos de
homonimia: la homonimia homógrafa y la homonimia homófona.
Empecemos por el significado de la palabra ‘homógrafa’. La raíz griega homo significa ‘el mismo’ y la
raíz, también griega, grafo significa ‘grafía’ (= letra); por tanto, homografía viene a significar ‘con las mismas
letras’. Es decir, son homónimos homógrafos aquellas parejas de homónimos que se escriben exactamente
igual, y por tanto, también se pronuncian igual.
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El ejemplo que hemos visto antes de “haya” sería un caso de este tipo; o el caso de ‘jota’ (letra) y ‘jota’
(baile de Aragón); o el de Tarifa (ciudad) y tarifa (de precios), también serían ejemplos.
Como acabamos de comentar homo significa ‘el mismo’; y la raíz griega fono significa ‘sonido’; por tanto,
homófono viene a significar ‘con el mismo sonido’. Es decir, son homónimos homófonos aquellas parejas de
homónimos que se pronuncian igual, pero a diferencia del caso anterior, no se escriben exactamente igual.
Son ejemplos parejas de palabras como:
- hola (saludo) / ola (del mar) - vaca (animal) / baca (del coche)
- tubo (cañería) / tuvo (verbo tener) - hay (verbo haber) / ¡ay! (interjección)
- cave (verbo cavar) / cabe (verbo caber) - hora (del reloj) / ora (verbo orar)
En definitiva, que en la homonimia homógrafa las dos palabras se escriben y se pronuncian igual (por tanto,
la homonimia se da a nivel oral y a nivel escrito), mientras que en la homonimia homófona se pronuncian
igual pero se escriben de forma diferente (por tanto, la homonimia sólo se da a nivel oral).
3.5- Antonimia
Hay que iniciar este apartado comentando que en realidad este fenómeno no debería incluirse en el grupo
de casos especiales en cuanto a la relación entre significante y significado, ya que en el caso de los antónimos
la especial relación se establece entre dos significados, correspondientes a dos significantes distintos, y no
entre un significado y su/-s significante/-s, o viceversa, como ocurre en los fenómenos estudiados anterirmen-
te. Si se incluye aquí es simplemente por una cuestión de tradición, porque tradicionalmente se ha
considerado la antonimia como lo contrario a la sinonimia (sinónimos = dos, o más, palabras que significan lo
mismo \\ antónimos = dos, o más, palabras que significan lo contrario).
El fenómeno de la antonimia consiste simplemente en que entre dos significados, de significantes distintos,
se establece una relación semántica de contrariedad, de oposición.
Ejemplo:
Significantes: caro barato
opuestos
Significados: que cuesta mucho dinero que cuesta poco dinero
Al igual que sucede en la sinonimia, en la antonimia también sucede que la relación de oposición no suele
darse en todos los contextos, debido al mismo motivo ya explicado en la sinonimia: cada uno de los términos
antónimos (dos o más) puede tener dos o más acepciones, o al menos esto sucederá en uno de los términos
antónimos; y de manera lógica ocurre que la oposición de significado sólo se da en alguna/-s de esas
acepciones de cada término, pero no en todas.
Veámoslo con un ejemplo:
aprobar
(Del lat. approbāre).
1. tr. Calificar o dar por bueno o suficiente algo o alguien. Aprobar una boda, una opinión, a una
persona para un cargo.
2. tr. Asentir a una doctrina o a una opinión.
3. tr. Declarar hábil y competente a alguien.
4. tr. Obtener la calificación de aprobado en una asignatura o examen.
5. tr. ant. Justificar la certeza de un hecho.
desaprobar
(De des- y aprobar).
1. tr. Reprobar, no asentir a algo.
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Teniendo en cuenta estas acepciones, estas dos palabras funcionan como antónimos en un contexto como el
siguiente:
El Duque aprobó la boda de su hija con el joven hidalgo
desaprobó
En este caso se ha utilizado la 1ª acepción de ambos términos (‘desaprobar’ sólo tiene una), que es en la
que se da la relación de oposición.
Pero si utilizamos ‘aprobar’ con otra acepción, la 4ª por ejemplo, entonces la relación de antonimia ya no se
dará:
Carlos ha aprobado el examen de matemáticas
* ha desaprobado
Para el estudio de la antonimia se han establecido varias clasificaciones, pero son dos las que han
conseguido una mayor aceptación: la clasificación desde un criterio formal y la clasificación desde un criterio
semántico. Vamos a conocerlas.
Desde este punto de vista se tiene en cuenta la forma gramatical que presentan las palabras que constituyen
la pareja de antónimos. Y se han establecido en este caso dos tipos de antónimos, que son:
a) Antónimos gramaticales:
Son aquellos en los que la contrariedad de los significados se consigue por el hecho de que una de
las palabras de la pareja de antónimos presenta la misma raíz que la otra pero con un prefijo de valor
negativo, o de contrariedad.
Los prefijos de contrariedad son:
• a-
• des- , de- (cuando la raíz empieza por ‘s’), dis- (por cuestiones puramente fonéticas)
• in- , im- (cuando la raíz empieza por ‘p’ o ‘b’), i- (cuando la raíz empieza por ‘l’ o ‘r’)
Ejemplos:
- normal / anormal
- hacer / deshacer salar / desalar continuo / discontinuo
- correcto / incorrecto, propio / impropio, batido / imbatido, legal / ilegal, real / irreal
b) Antónimos léxicos:
Son aquellos en los que la pareja de palabras antónimas tienen raíces totalmente distintas, y por
tanto, son absolutamente distintas en su forma.
Ejemplos: vaca / toro, hombre / mujer, blanco / negro, guapo / feo, alto / bajo
Desde este punto de vista se tiene en cuenta la relación semántica concreta que existe entre las palabras que
constituyen la pareja de antónimos. Y se han establecido en este caso tres tipos de antónimos, que son:
a) Antónimos complementarios:
Son aquellas parejas de antónimos en las que la existencia de uno de los términos implica la
negación, la no existencia, del otro.
Son aquellas parejas de antónimos en las que la existencia de uno de los términos implica
necesariamente la existencia del otro. Es decir, si sucede uno, también está sucediendo el otro.
Encontramos ejemplos sobre todo con las acciones, con verbos:
c) Antónimos de gradación:
Se consideran antónimos aquellos términos que ocupan las posiciones extremas en una escala de
valores.
Ejemplos:
Evidentemente para que podamos hablar de una escala de valores tienen que haber como mínimo
tres valores.
* * *
Por último cabe comentar que estas dos clasificaciones, la formal y la semántica, son clasificaciones
globalizadoras, es decir, que todas las parejas posibles de antónimos quedarán clasificadas según el criterio
utilizado en cada una de ellas. Una pareja de antónimos cualquiera desde un punto de vista formal será por
fuerza o gramatical o léxica, y desde el punto de vista semántico será o de gradación, o complementarios o
recíprocos.
Esto implica que cualquier pareja de antónimos corresponderá siempre a dos clasificaciones. Gráficamente
podemos representarlo así:
gramaticales posible
imposible apoderar
culto desapoderar
inculto
bien enviar
mal vaca recibir
toro
léxicos
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EJERCICIOS
1) Busca en el diccionario el significado de las siguientes palabras e indica el/los fenómeno/-s
semántico/-s que se produce/-n en cada pareja.
2) “Azafata” en español antiguo significaba ‘criada de la reina’. ¿Qué causas se te ocurren para
explicar su significado actual? ¿A qué ciencia le corresponde el estudio de este cambio semántico?
m) mate (de ajedrez \\ del árabe ‘mat’) / mate (infusión \\ del quechua ‘mati’)
5) Lee atentamente el siguiente texto y sustituye los elementos subrayados por otros que sean
sinónimos. Ten en cuenta el contexto, generalmente los términos sinónimos de una palabra no
pueden utilizarse en todos los contextos, usa aquellos que sean adecuados para cada situación.
* Prepararlo
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SOLUCIONARIO
1) Busca en el diccionario el significado de las siguientes palabras e indica el/los fenómeno/-s
semántico/-s que se produce/-n en cada pareja.
2) “Azafata” en español antiguo significaba ‘criada de la reina’. ¿Qué causas se te ocurren para
explicar su significado actual? ¿A qué ciencia le corresponde el estudio de este cambio semántico?
- Para adular al cliente, con el uso de este término intentan expresarle que le van a tratar como si fuese
una reina. *Aunque hoy en día la mayoría de la gente desconoce este antiguo significado
- Puesto que se trata de un cambio de significado por cuestiones puramente sociales influencia de la
sociedad sobre la lengua, este caso le corresponde estudiarlo a la etnolingüística.
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3) Indica cuál es la habilitación existente en cada una de estas oraciones.
4) Indica el fenómeno semántico existente en cada uno de los siguientes enunciados (Si se trata de un
fenómeno con subgrupos, indica también a qué subgrupo pertenece). Consulta las dudas en un
diccionario.
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