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Introducción………………………………………………………………………..2
Antígona Vélez de Marechal
Contexto histórico………………………………………………………………….3
Vínculos entre la Antígona de Leopoldo Marechal y la Historia Argentina……….3
El mito griego: permanencia y relatividad en la Antígona Vélez de Marechal……4
Análisis de la obra…………………………………………………………………..5
Antígona de Sófocles
Contexto histórico…………………………………………………………………..7
Linajes de la tragedia griega………………………………………………………...7
Análisis de la obra…………………………………………………………………..8
Conclusión……………………………………………………………………….....10
Bibliografía…………………………………………………………………………11
INTRODUCCION
CONTEXTO HISTORICO
HOMBRE 1º (a Don Facundo).– Señor, estos dos novios que ahora duermen aquí no le
darán nietos.
DON FACUNDO.– ¡Me los darán!
HOMBRE 1º .– ¿Cuáles?
DON FACUNDO.– Todos los hombres y mujeres, que algún día, cosecharán en esta
pampa el fruto de tanta sangre.
ANALISIS DE LA OBRA
ANTIGONA DE SOFOCLES
Poeta trágico griego, en el 468 adC. se dio a conocer como autor trágico
al vencer a Esquilo en el concurso teatral que se celebraba anualmente en Atenas
durante las fiestas dionisíacas, cuyo dominador en los años precedentes había sido
Esquilo. Comenzó así una carrera literaria sin parangón: Sófocles llegó a escribir hasta
123 tragedias para los festivales, en los que se adjudicó, se estima, 24 victorias, frente a
las 13 que había logrado Esquilo.
CONTEXTO HISTORICO
ANALISIS DE LA OBRA
Las obras del género trágico están compuestas de tres tragedias (que
constituyen una trilogía), más una sátira final (conformando, en conjunto, una
tetralogía).
Su estructura era la siguiente: daba comienzo a la obra con el prólogo
de un actor que precede a la párodos, esto es, la entrada del coro cantando en solemne
procesión. Se pone en evidencia la estructura dialógica de la tragedia en la alternancia
de intervenciones entre el coro y los actores, y también entre los actores y el público,
que en ocasiones es interpelado por ellos; también son importantes los prolongados
silencios que se imponen en el escenario. Durante sus intervenciones, el coro entona los
stásimos, cantos cuya expresión y solemnidad son marcadamente religiosas, que se
acompañan de una danza denominada emméleia; estas entradas del coro (que suelen ser
de dos a cinco), se van alternando con los "episodios" que protagonizan los actores.
El fin de la obra lo marca el éxodo o último canto que el coro ejecuta
antes de salir del teatro, que suele incluir un comentario abstracto de la situación
posterior al drama representado.
En la fábula que se plantea en Antígona no descansa bajo un sostén
puramente sensacionalista e histórico, sino más bien, en la confrontación de la razón de
la Verdad y la razón de la Política en su máxima expresión.
El dramaturgo ha preferido un tema relacionado de forma indirecta con
la política. Una oposición entre dos personas, hombre y mujer, tío y sobrina, en un
encuentro entre dos maneras de atenerse a las leyes divinas o humanas; un choque de las
viejas normas religiosas y familiares con la innovadora razón del Estado representada
por un tipo de gobernante autocrático y poseído de sí mismo, alejado de la sensatez y
buen juicio que se le debía suponer. El individuo se afirma frente a este déspota con otro
modo de enfocar la vida y las relaciones entre humanos; el hijo se yergue frente al padre
en ese conflicto generacional del que mil ecos atruenan hoy en nuestra sociedad; todo en
efecto muy actual hasta el punto de que ningún drama antiguo se ha erigido como éste
en estandarte de tantas doctrinas a lo largo de un siglo
En Sófocles la tragedia cumplía una función que incluía lo moral. El
destino de la estirpe cadmes debía producir en aquel publico del siglo de Pericles,
sentimientos de compasión y temor por la acumulación de circunstancias adversas sobre
personajes que había atraído la mirada de los dioses y debían pagar caro por sus errores
y excesos, tal como le sucedía a la piadosa Antigona y al propio Creon por quebrar la
sofrocine, esto es, la conducta prudente y moderada, y caer en la demasía.
O sea que el mito llevado al teatro por Sófocles incluía un nivel
gnoseológico que alteraba, a la vez que brindaba goce estético a los receptores. Los
familiarizaba, además, con aquella regla de oro de la doxa de la Grecia tradicional que
haría coincidir las leyes de la polis con las leyes de la religión olímpica: Nada en
demasía.
CONCLUSION
BIBLIOGRAFIA