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La xsionsy a bed Escribiendo a la sombra Salvadora Medina Onrubia, ‘a quien lamaban ‘la Victoria ‘Ocampo de los anarquistas”, fue narradora, poeta, madre soltera y feminista. Su madre, “Brasitas de Fuego”, era una écuyere de circo que bailaba sobre un tambor: En 1915 se casé con el millonario Natalio Botana, fundador del legenda- rio diario Critica. Ala muerte de su esposo, ella misma lo di- gio entre 1946y 1951. A pesar de ser una mujer rica que iba en Rolls Royce a los mitines delos impulsores de la caida de ‘Yrigoyen, pero pronto entré en colisién con su sucesor, el ge- neral Uriburu quien clausuré el periddico, El comisario Leo- poldo Lugones, hijo del escritor homonimo ¢ inventor de la pi- cana eléctrica, conociendo las desavenencias del matrimonio Botana, hizo detener a Salva dora con la idea de usarla en contra de Natalio. Durante el interrogatorio, ella le records tun episodio sucedido en la es- tancia de Emilio Berisso, don- de el comisario habia violado ‘una gallina. El recordatorio indign6 a Lugones, que crefa olvidado el incidente y le valid ‘a Salvadora una rigurosa esta- dia en a carcel del Buen Pastor. Desde alli, escribié una memo- rable carta al general Uriburu (ver recuadro). Murié en 1972, dicen que sus iltimas palabras fueron: “Odio, odio, odio”. La carta de Salvadora Gral. Uriburu, acabo de enterarme del petitorio presentado al gobierno provisional pidiendo magnanimidad para mi, Agradezco a mis compafie- ros de letras su humanitario gesto; reconozco el valor moral que han demostrado en este momento de cobardia colectiva al atreverse por mipiedad a desafiar sus tonantes iras de Jipiter domés. tico. Pero no autorizo el piadoso pedido, Magna- ‘imidad implica perdén de una falta, ¥ yo nire- ccuergo faltas ni necesito magnanimidades, ‘Yo sé sufrir con sere- nidad e inteligencia. ¥ vvergiienza con que puede azotarse a una mujer pura y me siento por ello como ennoblecida y dignificada. Soy, eneste momento, como un sim- bolo de mi Patria, Soy en micame la Argentina misma, y los pueblos no piden magnanimidad, En este innoble rin- con donde su fantasia conspiradora me ha en- cerrado, me siento més grande y més fuerte que Ud., que desde la silla dedica sus heroi- cas energias a asolar hogares respetables y adenigrar e infamar a tuna mujer ante Tos ojos de sushijos... yeso que desde ya lo autorizo a MAGNANIMMDAD. tengo la vaga Sospecha que se ensafie conmi- Salvadorano la quise. de que Ud. debio salir go, si eso le hace sen- tirse mas general y mds presidente. Entre todas esas cosas defectuosas y subversivas en que yo creo, hay juna que se llama karma, No es un explosivo, es una ley ciclica, Esta cereencia me hace ver el momento por el que pasa mi pafs como una cosa inevitable pero necesaria pa- ra despertar en los argentinos un sentido de moral civica dormido en cellos. Yen cuanto a mi encierro: es una prueba espiritual mas y no la ‘mas dura de las que mi destino es una larga cadena. Soporto con todo ‘mi valor la mayor injuriay la mayor de algin hogar y debio también tener una madre. Pero sé bien que ante los verdaderos hom- bres de mi pais y del mundo, en este inverosimil asunto de los dos, el de- gradado y envilecido es Ud. y que Ua,, por énceguecido que esté, debe ssaber eso tan bien camo yo. General Uriburu, gudrdese sus magnanimidades junto a sus iras y sienta como, desde este rincén de ‘miseria, le cruzo la cara con todo mi desprecio, Salvadora Medina Onrubia de Botana Extracto de la nota publicada el Domingo 7 de marzo de 2010 - Diario Pecfl

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