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Derecho Penal
II
Análisis sobre la figura “Homicidio
en estado de emoción violenta”
Integrantes:
Castronuovo, Diego Hernán
Gayo, Darío Hernán
Gramajo, Martin
Introducción
Los tipos penales que contempla el Capítulo I del Título I, esto es los llamados
delitos contra la persona, comprenden una realidad distinta y abarcan todos aquellos tipos
penales que sólo tienen relación con el aspecto físico del ser humano. De este modo lo que
se ha denominado delitos contra la vida, vienen a proteger la vida y la integridad humana,
en toda su extensión, esto es, desde la gestación en el seno materno hasta la muerte. Claro
está que dicha protección se realiza mediante normas jurídicas independientes, con bienes
jurídicos autónomos1.
Se puede afirmar que en el homicidio el tipo penal básico doloso está tipificado en
el artículo 79 del Código Penal. Los restantes artículos se refieren a distintas formas del
homicidio, ya sea agravado, ya atenuado.
1
GOSSEL, Karl Heinz, Strafrecht Besonderer Teil, and Band I, C. F. Müller, Müller, 1987, Cap. I, par. 1.
2
GÓSSEL, ob. cit., Cap. I, par. 1.
3
MAURACH y SCHROEDER, 1 & 2-IV A. En otra posición aunque con igual efecto, GÓSSEL, ob. cita, Cap. I, par. 1.
4
GOSSEL, ob. cit., Cap. I, par. 1.
5
BACIGALUPO, Enrique, Los delitos de homicidio, en Estudios sobre la parte especial de Derecho Penal, Akal,
Madrid, España, 1991, p. 13.
6
LISZT, cit. por GOSSEL, ob. cit., Cap. I, par. 2, I, a).
9
HURTADO POZO, ob. cita, p. 25.
10
Art. 23, ley 24.193: El fallecimiento de una persona se considerará tal cuando se verifiquen de modo acumulativo los
signos, que deberán persistir ininterrumpidamente seis horas después de su constatación conjunta: a) ausencia irreversible
de respuesta cerebral, con pérdida absoluta de conciencia; b) ausencia irreversible de respiración espontánea; c) ausencia
de reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no reactivas; d) inactividad encefálica corroborada por medios técnicos
y/o instrumentales adecuados a las diversas situaciones clínicas, cuya nómina será periódicamente actualizada por el
Ministerio de Salud y Acción Social con el asesoramiento del Instituto Nacional Único Coordinador de Ablación e
Implante. La verificación de los signos referidos en el inc. d, no será necesaria en caso de paro cardiorrespiratorio total e
irreversible.
11
ídem nota anterior.
Concepto de emoción
Bien se ha hecho notar la dificultad de hacer una conceptualización de lo que es la
emoción. Krueger ha sostenido que "la vivencia más íntima y profunda que
experimentamos en el sentimiento se resiste por su propia naturaleza a toda elaboración
científica"19. Ahora bien, en la emoción pueden distinguirse dos aspectos: "Un determinado
contenido del horizonte vivencial y otro del centro de las vivencias del fondo endotímico.
Los valores del horizonte vivencial no son otra cosa que la cualidad de lo que a nuestra
interioridad llega cuando nos sentimos afectados, la fisonomía valiosa positiva o negativa
con que nos es dada la realidad que nos sale al encuentro. Así, aquello que de lo que nos
alegramos tiene, en tanto que es objeto de la alegría, otra faz que lo que nos lleva a la
emoción religiosa [...] éstos son rasgos característicos de la cualidad objetiva de valor de
determinadas vivencias estimulantes"20. En los procesos de la estimulación la realidad con
que nos hemos encontrado y enfrentado, dice Lersch, queda inmediatamente incorporada a
la intimidad del centro endotímico adquiriendo siempre determinado contenido21. En cada
emoción se distinguen dos facetas, una que corresponde a un estado actual del ánimo, que
19
KRUEGER, F., Das Wesen der Gefühle, 1929, cit. por LERSCH, Philipp, La estructura de la personalidad, Scientia,
Barcelona, España, 1968, p. 189.
20
LERSCH, ob. cit., p. 190.
21
ídem nota anterior.
La emoción violenta
La emoción, según la ley, para que pueda llegar a ser una eximente incompleta y por
ende disminuir la pena, debe ser violenta, en el sentido de que con su intensidad
disminuyan o se debiliten los frenos inhibitorios de la voluntad. Si, en cambio, la intensidad
de la emoción lleva a que se pierdan tales frenos inhibitorios, la conducta se encuadraría en
la eximente completa del artículo 34, inciso 1°, del Código Penal, esto es la incapacidad de
culpabilidad o inimputabilidad27. Este cuadro puede verse cuando hemos explicado el grado
de la emoción y como ella puede, según Lersch, afectar de manera profunda la inteligencia.
De acuerdo a lo expuesto, el tipo penal requiere dos elementos: uno subjetivo, que
es la emoción, y otro normativo, que consiste en que esa emoción, por las circunstancias
dadas, sea excusable, con lo cual lo que se debe justificar es la emoción, pero no el
homicidio. Y esto tiene una explicación dogmática, ya que si lo que se justificase fuese el
homicidio, entonces se estaría frente a una causa de justificación, que como es obvio,
excluiría la pena y no la atenuaría.
La emoción, como hemos visto, se puede caracterizar como una crisis, circunscripta
y visible del sentimiento, motivada por sensaciones que la percepción introduce en el
campo de la conciencia, o por representaciones, es decir, imágenes, recuerdos e ideas que
surgen de ella. Esta conmoción del ánimo se puede traducir en ira, dolor, miedo y
excitación28. Es un estado subjetivo duradero, por lo cual es una cuestión de hecho, que
depende, obviamente, de la prueba que se produzca en el juicio.
26
ídem nota anterior.
27
DONNA, Teoría del delito y de la pena cit., t. II
28
CABELLO, Vicente P., Psiquiatría forense en el Derecho Penal, t. 2-B, Hammurabi, Buenos Aires, ps. 85 y ss.
29
FRÍAS CABALLERO, La cólera como elemento del homicidio emocional. Doble homicidio por emoción violenta.
Homicidio provocado en el Código Penal argentino, en Temas de Derecho Penal, p. 285.
30
SOLER, ob. cita, ps. 79/80.
3) EL TIPO OBJETIVO
El tipo objetivo del delito de homicidio está constituido, tanto por la acción de matar
como por el resultado muerte de otro ser humano, que deben estar unidos ambos por una
relación de imputación objetiva o de causalidad, según sea la terminología que se utilice.
a) La acción de matar
Se puede definir como la causación de la muerte de otra persona física, si bien parte de
la doctrina también afirma que la acción de matar consiste en acortar la vida de otro, esto es
adelantar la muerte en el tiempo. De todas formas, ambas ideas expresan sustancialmente la
misma cosa.
La primera consecuencia de lo hasta aquí expresado es que, de acuerdo a la ley, el
suicidio no es punible, ya que se trata de la muerte del autor como tal y no de otra persona,
que es una exigencia del tipo penal, sin perjuicio de que la ley puna la inducción al suicidio
(art. 83, Cód. Pen.).
Es punible, y ésta es la segunda consecuencia, la eutanasia (sin perjuicio de una fuerte
tendencia a aceptar su desincriminación), especialmente la llamada eutanasia pasiva, esto
es, la muerte de una persona aunque sea para aliviar sus dolores. Distinta es la legislación
alemana, que en el parágrafo 216 prevé el homicidio a ruego, con fuerte disminución de la
pena.
Hay un movimiento que busca desincriminar la eutanasia en casos límites; como
ejemplo se encuentra el "Proyecto alternativo de ley de ayuda a morir" de la República
Federal de Alemania31.
Las líneas fundamentales del proyecto alemán son las siguientes: la vida debe ser
protegida, porque ninguna persona está obligada a vivir, de modo que la dignidad del
31
Véase el "Proyecto Alternativo de Ley de Ayuda a Morir de la República Federal Alemana". Hay comentario de
DONNA, Edgardo y BARREIRO, Miriam, en Doctrina Penal, 1990, año 13, N" 49/52, ps. 493 y ss. El proyecto fue
editado en 1986 por la editorial Thieme y trabajaron en él tanto juristas como médicos. Entre los primeros figuran autores
como Baumann, Callies, Eser, Roxin y médicos como Zülch y Wawerasik.
b) Sujeto Activo
De la forma en que está descripta en la ley, autor del delito de homicidio puede serlo
cualquier persona. Sin embargo, como bien se ha hecho notar, esta afirmación sólo es
válida en cuanto al homicidio por acción, ya que en cuanto al homicidio por omisión sólo
podrá serlo la persona que se encuentre en la posición de garante. En el clásico ejemplo del
niño que se ahoga en un estanque, muy distinta será la situación del padre que deja que su
hijo se ahogue, de la del tercero que observa el mismo hecho. En el primer caso, habida
cuenta del papel de garante que tiene el padre, se habrá tipificado un homicidio agravado,
en cambio para el tercero sólo habrá una omisión de auxilio previsto por el artículo 108 del
Código Penal32.
c) Sujeto Pasivo
Si algún problema se ha presentado como conflictivo en la reconstrucción dogmática de
esta norma, es el relativo al sujeto pasivo.
El sujeto pasivo de homicidio es una persona en el sentido que a esa expresión le hemos
otorgado precedentemente. Pero la previsión penal del aborto nos fuerza a distinguir desde
cuándo la persona deja de ser sujeto pasivo de este delito para convertirse en sujeto pasivo
de homicidio.
32
DONNA y PINA, El delito de omisión, en prensa.
d) Circunstancias
Excusabilidad de la emoción. –
El estado de emoción debe ser excusable porque las circunstancias que lo produjeron
normalmente pueden tener repercusión en las particulares situaciones que vivió el agente,
con referencia a cualquier persona. Eso es lo que quiere significar la ley con la expresión
"que las circunstancias hicieren excusable". En definitiva, lo que las circunstancias tienen
que excusar es el hecho de haberse emocionado violentamente.
5) TIPO SUBJETIVO
33
Remítase explicación sobre Sujeto Pasivo en la hoja 13 del presente trabajo.
Actualidad de la emoción.
La aplicación del tipo atenuado requiere la actualidad de la emoción con respecto a
la acción de homicidio. Éste debe cometerse en estado de emoción violenta. La emoción
pasada, la que se ha extinguido en el momento de la acción, aunque violenta, obviamente
no cabe en la fórmula legal.
6) CONSUMACIÓN Y TENTATIVA.
Puesto que estamos en presencia de un delito de resultado, esté es decir, la muerte,
debe haber sido causada por la acción del autora lo cual ocurre tanto cuando el ataque
infligido es, de suyo, normalmente letal (p.ej., una herida de bala que atraviesa el corazón),
como cuando, sin serlo normalmente, ha resultado letal en el caso concreto al unirse con
circunstancias que han contribuido a la causación, sin haber interrumpido la secuencia
causal entre la acción del agente y el resultado (p.ej., pequeña herida de arma blanca en la
piel que produce una septicemia); esto último integra el tema de las concausas, que se
estudia en la parte general.
8) CONCURSO DE DELITOS
Se fija para el homicidio emocional una doble escala penal: reclusión de 3 a 6 años o
prisión de 1 a 3 años (conf. Art. 81). Se contempla la concurrencia de la “emoción violenta
con el parricidio” y se le fija una pena de reclusión o prisión de 10 a 25 años (conf. Art.
82). Nótese, que queda sin contemplar la concurrencia de “emoción violenta con la
preterintencionalidad”
46
Cám. Crim. 5a de Córdoba, 15-9-78, "Nanni de Reyes, Lujan A.", B. J. C. XXII-823. En el caso, sin embargo se consideró que
concurrían circunstancias extraordinarias de atenuación, ya que "...la víctima desplegó una serie de actos injuriosos para con su esposa
que se tradujeron en golpes, insultos, aventuras amorosas, resultando aquélla un desorbitado sexual, que orientó su libido hacia
personas del sexo opuesto, sin límites de edad, lo que fue minando la estabilidad del matrimonio y que la esposa fue soportando
penosamente en aras de mantener a flote el grupo familiar constituido, hasta que se produjo el desenlace letal..."
47
Cám. Nac. Crim. y Corr., sala VI, 1-4-80, "Montes, R.", BCNCyC 980-VI-109.
48
SCJ de Buenos Aires, 28-12-90, "Domingo de Armoa, María E.", D. J. B. A. 141-3969 (del voto del Dr. Rodríguez Villar).
49
Cám. Nac. Crim. y Corr., sala VII, 16-8-87, "Arizzi, Raúl E.", L. L. 1990-B-630, Jurisp. Agrup., caso 7056 (del voto del Dr. Ouvifta).
50
Búsquedas realizadas en “http://www.scba.gov.ar/jurisprudencia/default.asp”
“Para que el estallido emotivo resulte excusable será necesario que el cuadro
emocional encuentre explicación no por la misma conmoción anímica, sino por
alguna circunstancia de la que pueda predicarse capacidad generadora de esa
emoción excepcional violenta. Es decir, que pueda constatarse la existencia de
un hecho de aquellos que en el acontecer ordinario de las cosas son
generadores de una emoción violenta, esto es, de una emoción superior a la
que de por sí es propia de suponer en todo aquel que mata.”
Jurisprudencia de la CSJN
Dentro de las búsquedas efectuadas al respecto de este tema51, no surgen fallos
actuales al respecto de la interpretación del estado de emoción violenta; sin embargo en
1979, hubo un fallo al respecto de la emoción violenta, en los autos “Recurso de hecho
deducido por el abogado defensor en la causa Fernández Agustín J. s/ homicidio
calificado”, en que se invalida un criterio puramente objetivista de la sentencia de cámara
51
Búsquedas realizadas en “http://www.csjn.gov.ar/cfal/fallos/cfal3/cons_fallos.jsp”
La figura del homicidio para el código penal español (vigente del año 1995) es
eminentemente DOLOSA, siendo exigible cualquier forma de dolo, ya sea directo o
eventual. Los homicidios atenuados no se encuentran configurados, se aplican, en función
de un riguroso estudio jurisprudencial y doctrinario, en la mayoría de los casos, UN
CONCURSO DE DELITOS entre el homicidio y la figura delictiva de que se trate. El
castigo se fundamenta en la violación del bien jurídico.
ARTÍCULO 122-1: Una persona no es criminal obligada quién, cuando el acto fue
cometido, sufría de un desorden psicológico o neuropsicológica que destruyó su
discernimiento o su capacidad de controlar sus acciones.