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Conceptos y panorama del rescate de fauna en el Neotrdpico Introduccion al trafico de animales vivos La explotacién de fauna viva para mascotas cons- tituye un problema de proteccién animal y de conserva- cidn de especies. En Latinoamérica varios cientos de miles de animales silvestres son anualmente victimas del maltrato y abuso por parte de traficantes y jefes de ho- gares que los mantienen como mascotas en condiciones inadecuadas. A escala mundial se estima que unos 30.000 primates, 2-5 millones de aves, 2-3 millones de reptiles y 500-600 millones de peces ornamentales se comercian anualmente para atender la demanda de animales vivos para mascotas en hogares, zooldgicos y para laboratorio (Nilsson 1977, Hemley 1994), Estos estimativos no inclu: yen la gran proporcién que muere antes ce salir al tréfi- co internacional y que en el caso de aves podria ser un {otal de 100 millones sacados del entorno silvestre anual- ‘mente (por ¢}. Inskipp 1975). Tales niveles de extraccién hhan conducido a varias especies al peligro de extincién, ‘como es el caso de los grandes psitécidos neotropicales, La demanda de mascotas ha causado que nueve de 16 especies de guacamayas estén actualmente amenaza- das y una, Cyanopsitia spixit, esté practicamente extin- taen el medio silvestre. Algunos animales de esta cadena ‘comercial legan a manos de las autoridades u organiza- ciones proteccionistas para una eventual rehabilitacién yretorno al medio silvestre, En este ensayo se revisan los conceptos asociados al rescate de fauna y se describe el panorama neotropical de tales iniciativas al iniciar el nuevo milenio (ver también Drews 1999) La regién neotropical, que se extiende desde la peninsula de Yucatan en México hasta la Tierra del Fuego, incluye pases latinoamericanos que abarcan pro- porciones significativas de la biodiversidad mundial. No es del todo sorprendente, entonces, que estos pat ses se encuentren entre los principales proveedores de fauna silvestre en los mercados internacionales desti- nados principalmente a la demanda de mascotas exéti- cas (por ej. Barborak et al. 1983, Cornelius 1996). De acuerdo alos registros oficiales, Nicaragua exporta anual- ‘mente més de 8,000 aves vivas, en su mayoria psitécidos, y més de 100.000 reptiles, en su mayoria pieles de Caiman crocodilus (Pérez. 1999). ‘Tel. (+506) 2773600, 23 $502 secescerunesine Programa Regional en Manejo de Vida Sivestre, Universidad Ni Carlos Drews‘ Los volimenes de fauna en el tréfico interna ‘ional representan movimientos de dinero de alrededor de diez billones de détares anuales (Hemley 1994), que igcilmente equiparan y a veces superan aquellos gene- rados por el comercio de estupefacientes y armas. A pesar de que la destruccién del habitat es probable- ‘mente la principal amenaza de la fauna neotropical, el comercio de animales y su sobreexplotacién para con- sumo figuran en segundo lugar como factor responsa- ble del declive de las poblaciones silvestres en el mundo (WEMC 1992, ver también Fitzgerald 1989, Rodriguez, & Rojas-Suérez 1995). Aunque existen previsiones para el comercio internacional legal y regulado de fauna si vestre por medio de la Convencién para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fau- na (CITES por sus siglas en inglés), hay un gran volu- men de animales que circulan de manera ilicita entre «el neotrépico y paises norteamericanos, europeos y asié- ticos (por ej. Poten 1991). La persistencia de estas ac- tividades ilegales queda documentada en la regularidad con que se realizan decomisos de animales silvestres, ‘en ésta, 0 provenientes de esta regién. Algunas estima- ciones sugieren que, por ejemplo, anualmente se ex portan ilegalmente por el Delta del Orinoco entre 65.000 yy 75.000 psitécidos de Venezuela, cuyo destino final es EE.UU., Jap6n y Europa (Desenne & Strahl 1991). En Brasil se ha documentado un trafico de animales que probablemente involucra varios millones de individuos anuales (RENCTAS 2001). Ademés, es preocupante que Jos esquemas de aprovechamiento oficialmente apr bbados, con frecuencia parten de cuotas de extraccién fijadas sin el debido rigor cientifico (por ej. Nicaragua, Pérez 1999) ‘Aunque mucho menos documentado, en cada pais neotropical existe un comercio de animales silves- tres en el ambito doméstico que responde, entre otros, al deseo de sus habitantes de tener mascotas silvestres en sus hogares. En Costa Rica, una encuesta nacional revelé que el 23.5% de los hogares mantiene fauna silvestre. La mayoria son aves, principalmente psitcdos, pero también hay una alta incidencia de peces y tortw gas en peceras (Drews 2000, 2001) Apartado 1350-3000 Heredia, Costa Rica 038) Fax (+506) 2377036 B-mail: edrews@unaac.cr Eloonsumoy woslocalesdefaunay su comercializacién asociada (Carrillo & Vaughan 1994), incluyendo la com pra de animales vivos por turistas extranjeros, han sido econocidos como de mayor impacto para algunas po blaciones silvestres amenazadas en Centroamérica (p.e). Psitécidos y felinos, entre los utiizados como mascotas), que el trafico internacional (Barborak et al. 1983). En Costa Rica, la demanda nacional de psitécidos silvestres ara mascotas genera una tasa de reclutamiento a este ‘mercado del orden de 29.531-37.861 pericos y loros anua- les, en su mayoria pichones (Drews 2000b). La mitad son reposiciones, generalmente de mascotas que murie- ron 0 se fugaron, y el resto primeras adquisiciones. Este estimativo de extraccién es conservador pues algunos hhogares tienen més de un psitécido y ademés hay una alta mortalidad en la captura y transporte de pichones que no se refleja en las adquisiciones de los usuarios finales. Tanto a tenencia como la comercializacién de Psitécidos nativos son ilegales en Costa Rica. No existen actualmente programas de cria en cautividad de psitécidos con fines comerciales. Muy probablemente la demanda interna de mascotas silvestres y su extraccién ilegal del habitat natural excede los voldmenes exporta- dos en la mayorta de los paises neotropicales, Fauna desplazada, centros de rescate y otros conceptos Los animales decomisados por la ilegalidad del tré- fico y la tenencia de fauna silvestre representan fauna desplazada de su entomo natural, que requiere ser resca- ada. En menor grado, a esta fatma desplazada se afia- den las donaciones de mascotas no deseadas. Con frecuencia, estas mascotas son obtenidas como juveniles, ero a medida que ctecen se torman problemsticas, bien sea por su aumento en tamafio y requerimientos de infra- estructura (por ej. calmanes) 0 porque comienzan a ma- nifestar comportamientos agresivos propios de su desarrollo Y se tornan peligrosas para las personas (por ej. monos, ‘mapaches y felinos). En estos casos, los duefios deciden deshacerse del animal. Tanto los animales decomisados, ‘como las mascotas no deseadas contribuyen al volumen de animales cuya disposicién queda a criterio de nuestra sociedad, representada en tales casos por funcionarios de Bobiemno y particulares que asumen la tarea de rescatar estos animales. Se afiaden a los decomisos de fauna y las ‘mascotas no deseadas, en menor grado, aquellos casos en que un animal huérfano, herido o enfermo es entrega- do a manos de estas entidades y personas, as{ como los Tescates directos de fauna comprometida (electrocucio- nes, atropellos, desastres naturales y antropogénicos, varamientos de cetéceos, empetrolamientos, etc.). Este escenario contrasta drasticamente con el rescate de fau- na en Norteamérica, por ejemplo, donde la gran mayorla de animales silvestres atendicios en los centtos de rescate son individuos heridos, envenenados huérfanos entre- gados por particulares (Gentz. 1999, E. Clark com. pers.). El rescate de fauna se refiere entonces a la aztencién de las necesidades de animales silvestres, que por circunstancias de origen humano han visto Comprometidas sus opciones de libertad y superviven- cia en su habitat de origen. BI “rescate” incluye en su sentido amplio las fases de: acopio, rehabilitaciGn, re adaptacién y liberacién eventual (Hernéndez 1999). Cabe anotar que una problematica similar se da en tor. no al comercioilegal de flora, y que ya existen postula- dos sobre estrategias de rescate para las plantas (por e). Guatemala: Barillas 1997, Dix 1997, Costa Rica: Mata- 'moros & Seal 1997). Otros conceptos afines al rescate de fauna y que conviene contrastar son: Liberacin: término general, acto de liberar uno © ms animales (en un entorno silvestre), por ¢. fauna rescatada Reintroduccidn: establecimiento de una especie en un érea que una vez fue parte de su distribucién ‘rica, pero de la cual se ha extinguido. Refuwerzo: introduccién de nuevos individuos para fortalecer una poblacién silvestre existente. Reubicacién: traslado de uno o varios animales de un rea de su distribucisn a otra, Introduccion benigna: establecimiento de una especie, con fines de conservacién, fuera de su area de distribucién en un area eco-geogrdficamente adecuada y en un habitat apropiado. Mientras el rescate de fauna se refiere a la aten cién de individuos, las reintroducciones y las introduc- ciones benignas son procedimientos referentes a especies. Por consiguiente, las exigencias de un pro- yecto de reintroduccién y sus indicadores de éxito son muy particulares y difieren de aquellos de una libera- cin de fauna desplazada. Las liberaciones asociadas a fauna rescatada pueden constituir en algunos casos un Tefuerzo de una poblacién silvestre diezmada, Los centros de rescate y rehabilitacién respon- den a ta necesidad de atender fauna desplazada. Estos centros se definen en principio como lugares donde se reciben animales silvestres con el fin de habilitarlos nue- vamente para regresar a su habitat natural. Su objetivo Principal, el rescate de fauna silvestre, incluye la recep- cién y diagndstico, tratamiento y/o curacién, readapta- cin y liberacién 0 reubicacién de la fauna desplazada. ‘También se incluyen a veces dentro de su quehacer la educacién y divulgacién, investigacién y capacitacién. Bl énfasis relativo de cada una de estas areas difiere entre los establecimientos de acuerdo a las politicas pro- pias de cada lugar. La misién y labor de los centros de rescate requieren procedimientos especializados, que difieren de las rutinas y el disefio tipico de los zoolégi- cos. Sin embargo en el neotrdpico, tradicionalmente, y a veces por necesidad, la fauna desplazada ha sido depo- sitada en zool6gicos, zoocriaderos y en manos de parti- culares. En Costa Rica, por ejemplo, existen en la actualidad dos centros de rescate y por lo menos 26 nj tm shene on Amsiey ateaness FR3 57] Reptiles (tortugas) 280 25 Aves (canoras y ornamentales) 18 18 Mamiferos (zorros, felinos, edentados y a ve pudties) ‘Tabla I. Liberaciones de fauna rescatada en Argentina entre 1979 y 1996, Fueron Uberados 4.449 animales en 67 eventos, incluyendo un total de 57 especies. Los decomisos representaron el 919, donaciones el 79%, rescates directos y prodkico de criael 1% de los animales iberados. Hubo entre uno y 800 individuos por lheracién. Fuente; Aprile & Bertonatti (1999) lugares con fauna ex situ que han desempefiado el pa- pel de depositarios de fauna desplazada. Un rescate de fauna profesional requiere de instalaciones disefiadas especificamente para esta labor, asi como de destrezas, personal y politicas idéneas (Drews 1999b). Dificilmente puede ser atendida la labor de rescate con el debido profesionalismo, cuando se trata de una actividad para- lela y secundaria en prioridad a los objetivos de un z00: égico o un zoocriadero. Desafios neotropicales: decomisos y biodiversidad Una de las dficultades para el rescate de fauna en el Neotrdpico es la gran diversidad taxonémica de Jos animales desplazados y Ia llegada repentina de va- rigs cientos o miles de animales decomisados a los cen- {ros de rescate. Los principales grupos taxondmicos que se rescatan tipicamente en el neotrépico son reptiles, aves y mamiferos, en ese orden de importancia (tablas Ly 2). En Colombia hubo 5.894 ingresos al centro de rescate de la Sociedad Mundial para la Proteccién Ani- mal (WSPA por sus siglas en inglés) entre 1992 y 1994, de Jos cuales el 69% fueron reptiles, el 25% aves y el 6% mamifferos (Huertas 1999). Existen recomendacio- nes de indole general para la atencién de fauna neotropical en centros de rescate (por ej. Gentz 1999, Flores 1999, White et al. 1999). Pero para muchas es- pecies se desconocen atin los valores de base para tra tamiento veterinario o las peculiaridades de dieta y cuidados necesarios. Si bien seria ideal tener centros de rescate con especializacién taxonémica (por ej. cen. tro de rescate para felinos PROFELIS, Weber & Weisel 1999), en la prdctica la mayoria de los centros reciben un amplio abanico de especies ante la ausencia de alternativas adecuadas y capacidad instalada suficien- te para la colocacion de estos animales. Esta amplia diversidad taxondémica debe ser incorporada como cri- terio en el disefio de las instalaciones y capacitacién de personal en los centros de rescate neotropicales, Ademés, es habitual que los ingresos de anima- Jes no se den a una tasa constante sino por pulsos, por ejemplo, durante la época pico de reproduccién de psitécidos o cuando se decomisan grandes embarques de fauna con destino internacional. El centro debe po: der responder con una alta flexibilidad para el acomo- 352 F rvcoocrunsoer: meaner ste do de encierros en sistemas modulares, cuyo tamafio y estructura se puedan adecuar a las necesidades inme- diatas, Asi mismo, se requiere la capacidad para ges- tionar dietas de vegetales frescos y diversos, asi como presa viva en grandes volimenes, Es indispensable pre- ver para tales casos la disponibilidad inmediata de asis- tentes (por ej. red telefdnica de voluntarios) para el procesamiento veterinario eficiente de todos los anima- les, cuya condicién al ingresar generalmente requiere de atencién inmediata. En el plan anual de operacio- nes se debe incorporar la estacionalidad de decomisos de psitacidos jévenes y otras especies, de acuerdo-a su patrén reproductivo. Liberaciones de individuos y conservacién de especies Es fundamental distinguir con honestidad entre la'motivacién personal que genera una iniciativa y la justificacién que se presenta ante la sociedad por la mis- mma, Un ejemplo es la presentacién de una iniciativa de rehabilitacién de animales decomisados, motivada por razones humanitarias, como un proyecto de conserva- cin de especies amenazadas con el énimo de captar fondos destinados a tal propésito. Es evidente que unos pocos individuos rehabilitados, y una pequefia propor: cién de ellos liberados con éxito, en nada contribuyen a mejorar la viabilidad de sus poblaciones silvestres, En algunos casos, sin embargo, el proyecto de rescaie de animales individuales tiene un componente genuino de conservacién a través de sus programas de investigacién, educacién ambiental y concientizacién, por ejemplo. Las liberaciones de fauna desplazada son a veces relativamente sencillas, como lo es la reinsercién inme- diata de un animal adulto a su lugar de procedencia, decomisado pocas horas después de su capiura. Pero en, la mayorfa de los casos las liberaciones resultan altamen- te complejas. Implican tener en cuenta consideraciones ecolégicas, etoldgicas y veterinarias para facilitar el éxito del animal liberado en el medio silvestre. Ademds, las, liberaciones deben tener en cuenta la aceptacién social del proyecto y su impacto potencial sobre las poblacio- nes silvestres. Finalmente, se debe velar porque el ani- mal liberado no quede expuesto inmediatamente a una recaptura. Por su historial particular en cautiverio, no todos los animales rescatados son buenos candidatos para

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