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Despejando la X

Guía Práctica del nuevo Mac OS

Autores:
Jorge Salvador Caffarena
Angel Montero Barro

Editado por Miguel Cornejo


Maquetado por Alf

2ª Ed. 30/3/01
Indice general

3 Pr—logo
4 Acerca de este Mac OS (Introducci—n)
4 Instalaci—n del nuevo Mac OS
Requisitos
Inicio de la instalaci—n
Asistente de configuraci—n

5 La nueva cara del Mac


Inicio: un Mac OS X para cada usuario
El Dock
En pocas palabras
El Dock vs el menœ Aplicaci—n de Mac OS 9.1
El Dock vs menœ Apple de Mac OS 9.1 y Lanzadera
Personalizar el aspecto del Dock
Finder - Concepto y ventanas
Finder vs Finder ÀQuiŽn ha revuelto mi escritorio?
Visi—n perifŽrica
ÀVisita guiada?
Otros cambios
Finder - Menœs
Menœ Apple, de nuevo a mano izquierda 2
Menœ aplicaci—n Finder

19 Ajustando las preferencias


ÀD—nde est‡n los paneles de control?
Los paneles

32 ÀC—mo puedoÉ?
Asociar archivos con aplicaciones
A–adir un usuario al Sistema Operativo
Modificar los privilegios de los archivos
Seleccionar una impresora
A–adir una conexi—n a Internet
Cambiar el fondo de escritorio
Instalar nuevos tipos de letra
Cambiar los iconos de las carpetas
Generar un archivo PDF
Acceder a la Ayuda Mac
Y ÀquŽ pasa con el bot—n frontal del iMac?

38 ApŽndice I - La arquitectura de Mac OS X


40 ApŽndice II - Los autores
42 ApŽndice III - Condiciones de uso
Pr—logo
Hace mucho tiempo, en una Žpoca muy, muy lejanaÉ el Mac OS era el sistema operativo de referen-
cia, lo mejor y m‡s moderno que se pod’a instalar en un ordenador personal. Desde aquellos tiempos
han cambiado muchas cosas, y aunque el Mac OS sigue siendo lo mejor que hay, hac’a falta transfor-
marlo en algo verdaderamente distinto para que siguiera destacando en la marea de versiones de
Windows que lo empapa todo. Ese algo acaba de llegar, como vas a ver :-).

Para que todos los usuarios de Macs hispanoparlantes podamos disfrutar del nuevo sistema operativo
sin perder un minuto, desde Macuarium hemos promovido la creaci—n de esta peque–a Gu’a Pr‡ctica.
Sencilla, clara y completamente gratuita (que no te cobren por ella :-) ), es la obra de dos de nuestros
mejores colaboradores, dos de los pocos expertos que hay en esta materia, y tiene el honor de ser la
primera gu’a del Mac OS X publicada en castellano.

A lo largo de la misma se ha hecho una serie de elecciones respecto a la nomenclatura de los elemen-
tos que, sin ser ex c‡tedra, nos parece la m‡s adecuada por cuanto respeta en lo posible nuestro idio-
maÉ y no lo fuerza para acomodar tŽrminos ingleses que no tienen traducci—n directa. TambiŽn, por
supuesto, nos permitimos juicios de valor y consejos con los que no es obligatorio estar de acuerdo.

Finalmente, los autores han encontrado m‡s pr‡ctico orientar la obra a los usuarios que ya conocen
los rudimentos del Mac. Primero, porque son la mayor’a de los usuarios iniciales de Mac OS X. Y
segundo, porque da una base comœn para explicar las cosas y hacer comparaciones.

Esperamos que os resulte interesante y, sobre todo, œtil. TambiŽn esperamos que nos ayudes a crear la
segunda edici—n con tus trucos, tus dudas y tus comentarios. 3
Puedes enviarlos a guiamacosx@macuarium.com (m‡s detalles en el ApŽndice III).

Un saludo,

Miguel Cornejo
Acerca de este Mac OS
Una nueva Žpoca en el mundo de los ordenadores Macintosh comienza con el lanzamiento de Mac
OS X, un sistema operativo completamente nuevo, pero compatible hacia atr‡s con las aplicaciones
hechas para versiones anteriores del Mac OS.

Apple ha terminado con la historia del Mac OS tal y como lo conoc’amos. Mac OS 9 y anteriores a
partir de ahora vivir‡n reencarnados en el entorno Classic de Mac OS X. Tan nuevo y revolucionario
es el Mac OS X que califica a sus predecesores de cl‡sicos, lo que les da un cierto aire obsoleto. Y en
muchos aspectos es cierto, pues Mac OS X es el sistema operativo del futuro. Un sistema operativo
potente, estable, r‡pido, compatible y con un interfaz de usuario atractivo y f‡cil de usar. Por otro
lado su primera versi—n no deja de ser eso, una primera versi—n y, por incre’ble que parezca, Mac OS
X seguir‡ mejorando. Pero ya no tienes que esperar m‡s para comprobarlo por t’ mismo.

El futuro es Mac OS X, el futuro es ahora.

Instalaci—n del nuevo Mac OS


Requisitos

Apple garantiza que el Mac OS X funciona con los siguientes ordenadores:


Todos los Power Mac G4
Todos los Power Macintosh G3
Todos los PowerBook G3 excepto el PowerBook G3 original 4
Todos los PowerBook G4
Todos los ordenadores iMac
Todos los ordenadores iBook

El ordenador debe disponer de lo siguiente:


64 MB de RAM como m’nimo,
128 MB de RAM como m’nimo si se va a usar el entorno Classic
1 GB de espacio libre en el disco

Inicio de la instalaci—n

Para iniciar la instalaci—n del Mac OS X, debe tener en cuenta en quŽ disco duro o partici—n va a ins-
talarlo. Mac OS X requiere tener instalado en algœn disco o partici—n Mac OS 9.1 para poder utilizar
las aplicaciones de Mac OS 9 y anteriores en el entorno Classic. Si va a instalar Mac OS X en el
mismo disco que Mac OS 9.1, debe instalar primero Mac OS 9.1, y despuŽs instalar Mac OS X en el
mismo disco. Otra opci—n en caso de tener varios discos o particiones, es instalar Mac OS X y Mac
OS 9.1 en diferentes discos. Por œltimo puede instalar Mac OS X exclusivamente, aunque en este
caso perder‡ la posibilidad de utilizar aplicaciones de Mac OS 9 y anteriores.

En cualquier caso, una vez haya elegido d—nde va a instalar Mac OS X, arranque el ordenador desde
el CD de arranque de Mac OS X, bien arrancando con el CD manteniendo pulsada la tecla "c" o bien
pulsando sobre "Install Mac OS X" que aparece al insertar el CD desde el Mac OS 9 y anteriores.

El instalador reiniciar‡ su ordenador y arrancar‡ autom‡ticamente desde el CD.


DespuŽs de que el ordenador reinicie, aparecer‡ una pantalla de arranque que mostrar‡ el siguiente
mensaje "Preparando instalaci—n", espere unos momentos y aparecer‡ el instalador de Mac OS X.

Lo primero que pide el instalador es que seleccionemos el idioma en el que queremos instalar el Mac
OS X. Seguidamente mostrar‡ el archivo lŽame y la licencia de uso. DespuŽs nos pedir‡ que seleccio-
nemos el disco r’gido en el que queremos instalar Mac OS X, d‡ndonos la posibilidad de formatearlo
previamente a la instalaci—n. Pulsamos instalar y el proceso de copia de archivos al disco duro
comienza, puede tardar entre diez y veinte minutos, despuŽs de lo cual el instalador reiniciar‡ el orde-
nador para arrancar desde el disco r’gido.

Asistente de configuraci—n

Una vez ha terminado la instalaci—n y el ordenador ha reiniciado,


aparecer‡ el asistente de configuraci—n. Primero mostrar‡ una agra-
dable pel’cula de presentaci—n prometiŽndonos que todo estar‡ en
funcionamiento en un momento. Cuando acabe la pel’cula, empie-
za el proceso de configuraci—n del Mac OS X.

Hay que responder a una serie de preguntas sobre nuestra informa-


ci—n personal, sobre la cuenta del usuario principal del ordenador y sobre la configuraci—n del acceso a
Internet. Recuerde: estamos creando la cuenta del administrador del ordenador. Luego podremos a–adir
otros o no y configurar diversas opciones, pero Žste usuario y contrase–a son los que lo controlan todo.

Primero nos pregunta el pa’s en el que estamos, luego el tipo de teclado que estamos utilizando. Con
esta informaci—n, pasa a solicitar la t’pica informaci—n de registro (nombre, direcci—n, email, etc) y
posteriormente informaci—n sobre el uso que le vamos a dar a Mac OS X (empresa, hogar, etc). Una 5
vez introducidos todos estos datos pasa a la configuraci—n de la cuenta de usuario.

El sistema Mac OS X est‡ preparado para que varias personas utilicen el mismo ordenador sin tener
que compartir documentos, carpetas ni programas. Es por esta raz—n por la que hay que crear una
cuenta de usuario, en el caso de que s—lo una persona utilice el Mac OS X este proceso s—lo se reali-
zar‡ una vez. Hay que introducir un nombre de usuario, un nombre corto y una contrase–a.

DespuŽs de crear la cuenta de usuario pasa a configurar la conexi—n a Internet, si es que disponemos
de conexi—n a Internet claro. El asistente nos va pidiendo la informaci—n necesaria para poder acceder
a Internet, como el tipo de conexi—n (m—dem, red local, cable, etc), los datos de configuraci—n, el tipo
de m—dem, etc. Adem‡s nos permite configurar nuestra cuenta de las iTools, en el caso de disponer
de una, o incluso crear una nueva cuenta en el caso de que no hayamos solicitado los servicios iTools.
Al final, el asistente se conecta a Internet y env’a la informaci—n necesaria a Apple.

Por œltimo hay que seleccionar la zona horaria en la que nos encontramos y ajustar la fecha y la hora.

La nueva cara del Mac


Ha pasado m‡s de un a–o desde que Apple nos mostrara por primera vez la nueva versi—n del Mac
OS. Por ello hoy d’a con seguridad la atractiva cara del nuevo Mac OS X no suponga secreto alguno
para usted. Aunque cabe la posibilidad, ciertamente incre’ble :-), de que haya preferido esperar a la
versi—n definitiva para acercarse a la que a partir de hoy ser‡ su ’ntimo compa–ero en su relaci—n con
su Macintosh: el Mac OS X y su novedoso interfaz.
Afortunadamente las entidades del nuevo interfaz guardan relaci—n con lo que siempre ha visto en el
monitor de su Macintosh: archivos, carpetas, alias, papeleraÉ continœan siendo elementos indispen-
sables a la hora de relacionarse con su Macintosh. Ahora bien, entran en juego dos importantes acto-
res principales, el Dock y el nuevo y sorprendente Finder... y una estructura de carpetas con caracte-
risticas muy especiales.

Inicio: un Mac OS X para cada uno

Uno de los cambios m‡s fundamentales en el uso del nuevo sistema se deriva de sus capacidades
multiusuario: ahora, adem‡s de las carpetas habituales en el disco duro de un Mac, veremos una
nueva llamada Users, y dentro de Žsta una carpeta para cada usuario. Esta carpeta es la que llamamos
Inicio, o Home en inglŽs. Aqu’ es a donde nos llevar‡ el icono de la casita en las ventanas del Finder,
y aqu’ es donde podemos guardar todos los documentos privados... y adem‡s, donde Mac OS X guar-
da cosas como la configuraci—n de Escritorio que hemos elegido (en un archivo llamado Desktop).

Mac OS X organiza el disco duro de forma m‡s eficiente, invitando al usuario a que coloque cada
item en su lugar correspon-
diente. As’, dentro de Inicio
tenemos una serie de carpe-
tas llamadas Documents,
Library, Movies, Music,
Pictures, Sites y Public.
Las cuatro primeras son el
lugar por defecto donde
guardar nuestros archivos
sin que los pueda ver nadie 6
m‡s. Sites es donde pode-
mos guardar los contenidos
de nuestro site personal,
que se publicar‡ en Internet
si elegimos la opci—n
correspondiente (ya habla-
remos de Žso) y Public es la
œnica carpeta que los dem‡s usuarios ver‡n cuando vayan a Users y abran nuestra carpeta particular.
En resumen, es el lugar donde se guardan por defecto los archivos que queremos compartir con los
dem‡s.

Fuera de Users, todo es comœn (salvo que al configurar los usuarios hayamos decidido excluir el acce-
so a algo) Las aplicaciones comunes a todos los usuarios se encuentran en la carpeta Applications del
disco duro, y las aplicaciones del Mac OS 9.1 en la carpeta Applications (Mac OS 9).

Esta estructura, algo extra–a a la forma normal de operar de los usuarios Mac, no es obligatoria. Es
decir, un usuario puede grabar sus documentos donde quiera dentro del disco duro... pero si lo hace
fuera de su carpeta Inicio estar‡n a la vista de los dem‡s usuarios. De igual modo, si guarda aplica-
ciones dentro de su carpeta Inicio, los dem‡s no podr‡n verlas ni usarlas. Se pueden abrir y usar todo
tipo de carpetas nuevas, dentro o fuera de Inicio, como siempre: la estructura no es m‡s r’gida que la
que aparece en un Mac con sistemas anteriores. Pero las funcionalidades de Mac OS X derivadas de
la capacidad multiusuario s—lo se pueden aprovechar usando Inicio del modo previsto.
El Dock

En pocas palabras

El Dock es la principal herramienta de trabajo en el Mac OS X. Se encuentra en la parte inferior de la


pantalla y su funci—n es la de almacenar iconos de las aplicaciones que se est‡n ejecutando, las venta-
nas minimizadas y las aplicaciones, documentos o carpetas favoritas.

Reœne las capacidades de tres caracter’sticas del Mac OS 9 y anteriores, que son el menœ Apple, el
menœ Aplicaci—n y la Lanzadera. Adem‡s de contener la papelera, que siempre est‡ disponible en el
Dock como el œltimo ’tem a la derecha.

El Dock de Mac OS X vs el menœ Aplicaci—n del Mac OS 9.1

Como ocurr’a en el menœ Aplicaci—n, el Dock almacena las aplicaciones que se est‡n ejecutando, y
para distinguirlas del resto de ’tems les coloca un peque–o tri‡ngulo negro debajo de su icono.
7

Estas son las aplicaciones que se est‡n ejecutando en ese momento. Para pasar de una aplicaci—n a
otra basta con hacer clic sobre la aplicaci—n que queramos utilizar. Por otro lado, y de la misma forma
que ocurr’a en el Mac OS 9 y anteriores, si queremos ocultar la aplicaci—n actual y pasar a utilizar
otra, podemos mantener pulsada la tecla opci—n al hacer clic en el icono de la aplicaci—n. Al ocultar
una aplicaci—n, las ventanas minimizadas en el Dock tambiŽn se ocultan, volviendo a ser visibles
cuando se muestra de nuevo la aplicaci—n.

TambiŽn se puede cambiar de aplicaci—n mediante el atajo de teclado comando-tabulador, es decir,


manteniendo pulsada la tecla comando, cada vez que pulsemos la tecla tabulador se seleccionar‡ en el
Dock la siguiente aplicaci—n (de izquierda a derecha) y cuando soltemos la tecla comando la aplicaci—n
seleccionada se mostrar‡ en el frente. Igualmente si pulsamos adem‡s la tecla mayœsculas m—viles
junto con comando y tabulador, el cambio de aplicaci—n ser‡ en orden inverso, de derecha a izquierda.
El Dock vs menœ Apple del Mac OS 9.1 y Lanzadera

El Dock tambiŽn sirve para almacenar las aplicaciones de uso m‡s frecuente, as’ como carpetas,
documentos e incluso discos duros, servidores, iDisk, etc. Para ello basta con arrastrar el icono del
’tem que queramos almacenar a la posici—n deseada en el Dock.

El Dock se divide en dos secciones mediante una barra vertical. La secci—n de la izquierda est‡ reser-
vada para las aplicaciones y como m’nimo est‡ ocupada por el icono del Finder. La secci—n de la
derecha est‡ reservada para el resto de ’tems, tales como carpetas, documentos, ventanas minimiza-
das, etc., y adem‡s incluye como m’nimo el icono de la papelera.

Una vez que est‡n colocados los ’tems en el Dock, se


pueden reordenar en caso de cambiar de opini—n, sim-
plemente arrastrando y soltando los iconos a las posi-
ciones deseadas. Si queremos quitar un ’tem del Dock
simplemente hay que arrastrar el icono fuera del Dock 8
y desaparecer‡ en un ilustrativo Ápoof! Quitar un ’tem
del Dock no significa borrarlo del disco duro, para
borrar ’tems es necesario arrastrarlos a la papelera.

ÀQuŽ ocurre si queremos navegar por los contenidos


de una carpeta que est‡ en el Dock sin tener que abrir
una ventana? Pues muy f‡cil, simplemente mantenien-
do pulsado el bot—n del rat—n sobre la carpeta o disco
duro aparecer‡ un menœ contextual listando todos los
contenidos de la carpeta, adem‡s de un menœ
"Mostrar en Finder" que nos permite localizar la car-
peta en el disco duro.

Esta acci—n tambiŽn se puede realizar haciendo


control-clic. Adem‡s podemos utilizar la misma
tŽcnica con los iconos de las aplicaciones, pero
para conseguir un efecto diferente. Al hacer apare-
cer el menœ contextual en un icono de aplicaci—n
en el Dock se mostrar‡n las ventanas abiertas de la
aplicaci—n, as’ como los menœs "Mostrar en
Finder" para encontrar la localizaci—n de la aplica-
ci—n en el disco duro y "Salir" para terminar la eje-
cuci—n de la aplicaci—n.
Personalizar el aspecto del Dock

Podemos personalizar el aspecto del Dock para que se ajuste a nuestras necesidades, costumbres,
fobias y filias. La manera m‡s directa es ajustar su tama–o haciendo clic y arrastrando en la barra
vertical de separaci—n entre aplicaciones e ’tems. El l’mite inferior permite almacenar una gran canti-
dad de ’tems, y el l’mite superior vendr‡ acotado por el nœmero actual de ’tems almacenados, pues el
Dock siempre muestra todo su contenido.

Para ayudar en la localizaci—n de los ’tems el Dock tiene un curioso mŽtodo llamado ampliaci—n: al
pasar el cursor sobre los iconos del Dock estos se agrandan para poder verlos y seleccionarlos con
mayor claridad.

La ampliaci—n puede activarse y desactivarse desde el menœ Apple, en el submenœ Dock. Desde este
submenœ tambiŽn se puede activar y desactivar la opci—n de ocultaci—n. Por defecto el Dock est‡
siempre visible, ocupando espacio en la pantalla. Si quiere aprovechar este espacio, puede activar la
ocultaci—n del Dock y entonces s—lo se mostrar‡ visible cuando mueva el cursor a la parte inferior de
la pantalla.

Las dem‡s opciones de personalizaci—n se encuentran en las Preferencias del Sistema en el panel Dock.
Se puede ajustar el tama–o del Dock, el tama–o de la ampliaci—n, la ocultaci—n y la apertura de aplica-
ciones animada. Esta œltima opci—n no a–ade funcionalidad y es una simple cuesti—n estŽtica. Con la
opci—n de apertura de aplicaciones animada, al hacer clic sobre el icono de una aplicaci—n en el Dock,
durante el proceso de arranque de la aplicaci—n, su icono dar‡ peque–os saltitos, qued‡ndose otra vez
quieto cuando la aplicaci—n haya arrancado. Si la opci—n est‡ desactivada, al hacer clic lo que muestra el
estado de arranque de la aplicaci—n es el triangulito negro, que parpadear‡ durante el arranque.
Finder - Concepto y ventanas

Finder Vs. Finder. ÀQuien ha revuelto mi escritorio?

Finder. Nuevo y sorprendente significa exactamente eso, no busque tŽrminos o interpretaciones ambiguas.

Flexibilidad, practicidadÉ adornan al nuevo Finder. Parta del siguiente concepto: el nuevo Finder
estar‡ presente all‡ donde vaya, le permitir‡ interactuar con los archivos y le proporcionar‡ una flexi-
bilidad y presencia a lo largo del sistema que ya quisieran para s’ los Servicios de Navegaci—n del
Mac OS 9 y anteriores.

Si anteriormente al iniciar su Macintosh ten’a ante s’ un programa llamado Finder, el cual le permit’a
gestionar aquellos elementos que conformaban la met‡fora del escritorio de trabajo de un modo casi
invisible, ahora en Mac OS X, la presencia del Finder se manifiesta por partida doble. Si dirige su mira-
da al Dock ver‡ el precioso icono con la cara sonriente dispuesto a ayudarle como nunca anteriormente
lo hab’a hecho, esta representaci—n ser‡ la œnica similitud que encontrar‡ con el Finder de versiones
anteriores de Mac OS. Haga clic sobre Žl, ver‡ ante s’ la nueva representaci—n: la ventana Finder.

Una vez ha abierto una ventana Finder, el icono del Finder en el Dock, se utilizar‡ para mostrarlas
ante usted sin permitir que restantes elementos del interfaz lo impidan. Si desea abrir una nueva o
adicional ventana del Finder pulse comando+n. Repita el procedimiento, Àobserva?, puede disponer
de tantas ventanas Finder como desee.

ÀQuŽ ha pasado con los items de mi escritorio del Mac OS 9.1? Esta es una pregunta que usted puede
hacerse despuŽs de instalar Mac OS X, y tiene f‡cil respuesta. Los items del escritorio del Mac OS
9.1 se encuentran en una carpeta Desktop Folder que puede encontrar en el disco duro que tenga ins- 10
talado Mac OS 9.1.

ÀD—nde est‡ la papelera? Si usted se asusta porque no ve la papelera en el escritorio y no sabe c—mo
deshacerse de un archivo o expulsar un disco, no se preocupe. La papelera se ha trasladado al Dock,
observe que el primer item por la derecha es nuestra querida papelera. Tener la papelera en el Dock
nos permite poder utilizarla desde cualquier aplicaci—n, ya no tendr‡ que preocuparse por dejar visi-
ble la papelera para poder arrastrar los items encima, ahora podr‡ hacerlo desde cualquier aplicaci—n.
Y cuando arrastra un disco, como por ejemplo un CD, a la papelera, puede comprobar c—mo cambia
su icono a un caracter’stico s’mbolo de expulsi—n. Ahora queda todo mucho m‡s claro.

La ventana del nuevo Finder ha pasado por distintas etapas. En un principio mostraba una amplia
banda, quiz‡ excesiva, la cual ha dejado paso a una m‡s racional y personalizable (si no la ve, pulse
comando+b y dicha banda aparecer‡ para usted). Es ella la responsable de la practicidad del nuevo
Finder. ÀRecuerda los servicios de navegaci—n limitados a los cuadros de dialogo abrir, guardarÉ?,
con estos iconos o botones de la barra superior del Finder, tendr‡ acceso inmediato desde cualquier
rinc—n de la estructura jer‡rquica de archivos del OS X a diferentes puntos vitales del sistema:

Ordenador: su Mac, donde se mostrar‡n sus discos r’gidos, de CD, DVD, servidores...
Inicio: vŽalo como su hogar privado, solo usted tiene acceso a esta carpeta.
Favoritos: no necesita mayor explicaci—n. SiŽntase libre de acomodar en Žl cuanto desee. Se
encuentra ligado a Inicio, de modo que sus favoritos son solamente suyos.
Cuando otro usuario acceda al Mac con otra cuenta particular, no ver‡ sus favoritos.
Aplicaciones: Este es el lugar en el que se almacenan las aplicaciones que los usuarios
pueden utilizar.
Si esto le parece escaso, puede personalizar la barra de herramientas del Finder a–adiendo o restando
nuevos elementos, iconos y botones, para realizar bœsquedas, expulsar discos, acceder a las jerarqu’as
del directorio como hac’amos en OS 9 haciendo click con el rat—n en la barra de t’tulo mientras pul-
s‡bamos la tecla comando, etc... Para todo esto simplemente tendremos que elegir la opci—n
"Personalizar barra de herramientasÉ" del menœ "Listado", entoces aparecer‡ una hoja con los posi-
bles iconos que podemos arrastrar a la barra de herramientas y hacer clic en el bot—n "Aceptar" cuan-
do hayamos terminado. TambiŽn es posible arrastrar a la barra de herramientas iconos que se encuen- 11
tren en el escritorio o en otras ventanas, no estamos limitados a los que ofrece el sistema por defecto.
No encontrar‡ los botones de cuadro de cierre, de reducci—n o de zoom. En su lugar existen los boto-
nes multicolor, rojo con el s’mbolo x para cerrar la actual ventana, o todas, si se pulsa a la vez la tecla
opci—n, ‡mbar con el s’mbolo - para
enviar la ventana al Dock, de igual modo
que si hace doble click en la barra de
estado, y verde con el s’mbolo +para
ajustar el tama–o de la ventana a sus
contenidos. Encontrar‡ en la misma barra
de t’tulo en el margen derecho, un bot—n
gris que actœa como el atajo de teclado
comando+b ocultando la banda que aco-
moda los anteriores objetos mencionados
(lo que resulta en unas ventanas muy
parecidas a las del viejo Finder).

Visi—n PerifŽrica

Un aspecto a destacar del nuevo Finder son los diversos modos de visualizar el contenido de su
Macintosh. Adem‡s de los habituales modos de vista en icono y lista, encontrar‡ el que a buen seguro
se convertir‡ en su predilecto: vista en columnas. Podr’a pensar en el modo de vista en columnas
como una sucesi—n de antiguas ventanas anidadas del Finder dispuestas una a continuaci—n de otra;
no solo resulta ser el modo m‡s atractivo, r‡pido e impactante para el manejo de archivos, adem‡s le
permitir‡ obtener informaci—n de un archivo o aplicaci—n, as’ como una vista preliminar de aquellos
archivos nativos del OS X: podr‡ ver en la propia ventana del Finder una pel’cula QuickTime, archi-
vo PDF, archivos de textoÉ sin necesidad de abrir la aplicaci—n correspondiente. Compruebe por
usted mismo la idoneidad de los distintos modos de vista en el Finder, aunque asegœrese de hacerlo 12
en ventanas amplias, de otro modo tendr‡ la antigua sensaci—n producida al abrir o guardar archivos,
falta de visi—n perifŽrica.
ÀVisita guiada?

Puede darle la sensaci—n que el nuevo Finder quiera llevarle de la mano por el nuevo Mac OS X. Tal
vez a–ore esa antigua ventana desnuda del cl‡sico Mac OS. No tema, lo tiene f‡cil, oprima coman-
do+b para ocultar la banda superior del nuevo Finder y elija ver en modo lista, por œltimo en las pre-
ferencias del Finder marque la opci—n que permite abrir una nueva ventana en cada ocasi—n que usted
hace doble clic en una carpeta as’ como que se mantenga esta vista para cada ventana nueva que se
abra. Acaba de recobrar el cl‡sico y venerable Finder.

13

El mejor aliado del nuevo Finder es el Dock, sin duda alguna, el elemento m‡s sorprendente del
nuevo interfaz de OS X. Arrastre desde el Finder cualquier documento o aplicaci—n al Dock y obten-
dr‡ su alias. Realmente vemos en el Dock un duro adversario para la ubicaci—n Favoritos: seguramen-
te desear‡ tener a mano todo aquello que se suponga imprescindible en su caso particular, haga una
peque–a selecci—n y distribœyalos entre el Dock, el escritorio y ubicaciones precargadas como
Aplicaciones, Documentos, Favoritos. No se sorprenda si su nuevo escritorio se muestra limpio mien-
tras el Dock tiende a ocupar todo el margen inferior de su pantalla. En su af‡n de dar vida a todo ele-
mento del OS X parece que Apple los haya dotado de fuerza gravitatoria por la atracci—n hacia la
parte inferior de su pantalla, el Dock.
Otros cambios

El nuevo interfaz de Mac OS X no es tan solo un ejercicio de estilo, encontrar‡ muchas mejoras
encaminadas a facilitarle la vida. Los di‡logos asociados a una ventana son un claro ejemplo: no vol-
ver‡ a maldecir al equipo de ingenieros en Cupertino por detenerle en el momento que deje una pre-
gunta sin respuesta o un archivo sin nombre alguno. ÀCansado de bautizar sus creaciones con el t’pi-
co sin t’tulo 13?, cŽntrese en lo que todav’a le queda por hacer y en cuanto tenga el nombre ideal
vuelva a la aplicaci—n que se lo solicit— y finalice su trabajo.

14

ÀSe ha percatado que en el cl‡sico Mac OS sucede algo que podr’amos denominar principio de super-
posici—n?, acuda a Mac OS 9.1 o anterior, abra en el Finder un par de ventanas, ahora abra una apli-
caci—n, digamos SimpleText, en ella abra dos ventanas, en una escriba uno y en la otra escriba dos
simplemente para distinguirlas. Ver‡ que en su pantalla las ventanas del Finder se han escondido tras
las dos ventanas de SimpleText, ÀquŽ sucede si en una de las ventanas de SimpleText deb’a introducir
el nombre de las carpetas de una de las ventanas del Finder y debe mantener visibles ambas ventanas
de SimpleText?, se encontrar‡ con un peque–o problema, las ventanas de una misma aplicaci—n, ocul-
tan aquellas de otra aplicaci—n como si estuviesen ligadas.

Acudamos ahora a Mac OS X, comprobar‡ como ventanas de distintas aplicaciones se pueden inter-
calar sin problema alguno. Abra igualmente un par de ventanas de TexEdit y un par de ventanas del
Finder, haga clic en una ventana de la otra aplicaci—n, es tan solo esa ventana la que ahora se muestra
ante usted, dejando la o las restantes ventanas de la misma aplicaci—n en un segundo plano. Pruebe y
ver‡ como resulta f‡cil intercalar ventanas de distintas aplicaciones sin problema alguno.

Si desea que sean todas las ventanas de una aplicaci—n las que se muestren por igual ante usted no
tiene m‡s que hacer clic en el icono de dicha aplicaci—n en el Dock y todo suceder‡ como siempre
hab’a sucedido en el Mac OS 9 y anteriores.
Un œltimo ejemplo de los cambios que implica la nueva filosof’a del interfaz. Introduzca un CD-
ROM en su Macintosh habiendo especificado que aparezca como icono en el Escritorio as’ como una
ventana mostrando su contenido, abra una nueva ventana del Finder de modo que oculte la ventana
Finder del CD-ROM completamente, e imagine que quiere acudir a esta œltima ventana.
Instintivamente hace clic en el icono del CD-ROM situado en el escritorio, Áops!, no sucede nada.
Pruebe lo siguiente: arrastre el icono del CD-ROM al Dock creando un alias, y haga clic en Žl.
ÀSorprendido?

15

Finder - Menœs

El nuevo Finder viene complementado con su menœ en la parte superior de la pantalla. Veamos como
ha cambiado desde nuestro viejo conocido as’ como cuales son sus aspectos m‡s destacados.

Menœ Apple, de nuevo a mano izquierda

El menœ Apple parec’a predestinado a convertirse en un mero objeto decorativo en la nueva versi—n
del Mac OS. Apple hab’a convertido inicialmente al menœ de la manzana, ahora azul, en el "centro"
de todas las miradas... y le hab’a privado de contenidos.

Se dice que el paso del tiempo coloca a cada cual en aquel sitio que le corresponde. El menœ Apple
se encuentra definitivamente emplazado en la esquina superior izquierda de su pantalla, cual irreduc-
tible pueblo galo. Adem‡s ha respondido a la inicial ofensa mostr‡ndose como uno de los elementos
m‡s agradables del nuevo Mac OS X. De un modo r‡pido podr’amos se–alar que en nuestro nuevo
sistema operativo, podemos acudir a Žl para abrir y modificar las Preferencias del Sistema, cambiar
los ajustes y configurar el Dock, acceder de un modo sencillo y eficiente a aquellas aplicaciones y
documentos de uso reciente...

Veamos ahora unas sutiles diferencias


respecto al, ahora cl‡sico, menœ manzana
multicolor.

Acerca de este Mac. ÀNo lo ha celebra-


do?. Al fin recuperamos nuestro Mac, no
m‡s "Acerca de este ordenador". Nuestro
Mac es mucho m‡s que un simple orde-
nador, pero olvidados tiempo atr‡s los
"maclones", los responsables de Apple
no parec’an haberse sacado la venda de
los ojos.

Obtener software de Mac OS X...


Apple no iba permitir que se sintiese
solo en sus primeros pasos con su fla-
mante adquisici—n, y le tiende una mano.
Busque actualizaciones de software
diverso, nuevos controladores compati-
bles con el Mac OS X...

Preferencias del Sistema. Cumple la 16


funci—n del anterior Paneles de Control,
aunque aqu’ no encontrar‡ submenœs.
Acuda al Dock, le resultar‡ m‡s r‡pido.

Dock. Le permite ajustar la ampliaci—n y visibilidad del Dock. Adem‡s podr‡ acceder a las preferen-
cias del propio Dock. Todo ello puedo controlarlo tambiŽn si en el Dock hace clic pulsando la tecla
control (ya sabe, el mŽtodo de menœ contextual), o bien, manteniendo pulsado el rat—n sin llegar a
hacer un autŽntico clic. Le aconsejamos llevar a cabo esto œltimo en las proximidades de la barra que
divide el espacio del Dock para aplicaciones y documentos, de otro modo obtendr‡ aquello que
corresponda a la aplicaci—n o documento m‡s cercano al puntero de su rat—n.

Ubicaci—n. Relacionado con los ajustes de Red. En ellos podr‡ crear diferentes ajustes para distintos
lugares de trabajo (piense, por ejemplo, en un usuario de PowerBook o iBook), para su m—dem, su
zona Ethernet... y en "Ubicaci—n" podr‡ elegir cualquiera de ellos.

Items recientes. Agrupa a los anteriores "Aplicaciones recientes" y "Documentos recientes" bajo un
mismo menœ pero bien diferenciados. Adem‡s tenemos la posibilidad de borrar todos aquellos ’tems
listados, al igual que sucede en las aplicaciones de Mac OS X que muestran un elemento de menœ
"’tems recientes". Si bien es una buena idea, perdemos la posibilidad de realizar esa eliminaci—n de
un modo selectivo como ocurr’a en el Mac OS 9.

Forzar salida. No necesita memorizar la combinaci—n comando+opci—n+escape, ahora tiene la


misma posibilidad a un clic de distancia.
El nuevo menœ Apple ha adquirido caracter’sticas propias de otros menœs en anteriores versiones del
Mac OS, otorg‡ndole un car‡cter "Especial". As’ lo confirman los restantes elementos: Reposo,
Reiniciar, Apagar Equipo y Cerrar sesi—n.

Notar‡ la ausencia de conocidos elementos como el "Perfil de sistema Apple", dicha utilidad se ha
trasladado a la carpeta "Utilidades" que se encuentra disponible en la ubicaci—n "Aplicaciones"
(comando+opci—n+A). El Navegador de red se ha personificado en el Menœ "Ir" (ver menœ Ir), mien-
tras Favoritos se muestra en todas y cada una de las ventanas del Finder de forma est‡ndar.

ÀDonde me han puesto el Selector?, exclamar‡ usted, pues bien, en Mac OS X se utiliza el Centro
de Impresi—n en su lugar para seleccionar las impresoras de red. Las impresoras USB que se encuen-
tren conectadas a la red se configurar‡n autom‡ticamente. Siempre puede elegir la impresora a utili-
zar, de disponer de ella, cuando se disponga a imprimir un documento desde la aplicaci—n. Para aque-
llas impresoras conectadas por AppleTalk acuda a las preferencias de Red a travŽs del Dock o del
’tem "Ubicaci—n" en el menœ Apple.

Los menœs de la aplicaci—n Finder

ÀRecuerda que deb’a acceder al menœ Apple pulsando comando+opci—n para obtener Acerca del
Finder adem‡s de una bonita postal de Cupertino?. En esta ocasi—n el "Finder" no se ha escondido, lo
encontrar‡ a la derecha del nuevo menœ Apple, y su principal cometido ser‡ el facilitarle "Vaciar
Papelera" como anteriormente lo hac’a el menœ Especial, tanto en Mac OS 9 como en versiones pre-
vias de Mac OS X.

Hemos de recordar que el Finder continœa siendo una aplicaci—n, por lo que en su menœ podr‡ ocul-
tarlo (ocultando aquellas ventanas del Finder que se muestren en su pantalla), o bien ocultando las 17
restantes aplicaciones abiertas. Del mismo modo suceder‡ si activa otra aplicaci—n: su menœ le ofre-
cer‡ estas posibilidades de "ocultaci—n". Esta caracter’stica reemplaza en cierto modo la funcionali-
dad del antiguo menœ Aplicaci—n de Mac OS 9. Lamentablemente hemos perdido la postal del
Campus de AppleÉ Pero para ello est‡n las iTools integradas en el Mac OS X, iCards all‡ voyÉ :-).

En la versi—n definitiva de Mac OS X se


ha actuado de un modo coherente al hacer
desaparecer el ’tem y a la vez elemento
de interfaz "Desktop" o "Escritorio". Al
iniciar Mac OS X el usuario se encontra-
ba en el Escritorio y ante una ventana del
Finder. Ahora todo ello se engloba en el
Finder. El Desktop o Escritorio sigue
existiendo como una carpeta donde el
usuario puede guardar sus archivos.

Menœ Archivo. Guarda bastante relaci—n


con el menœ de Mac OS 9. A diferenciar
que en esta ocasi—n el atajo de teclado
comando+n abrir‡ una ventana nueva del
Finder, dejando para la combinaci—n
comando+mayœsculas+n el crear una nueva carpeta. A destacar la presencia de las acciones
"Expulsar" y "Colocar en la Papelera". Desaparece la opci—n de encriptar archivo.
Edici—n. IdŽntico al de Mac OS 9 excepto en la posibilidad de acceder a las Preferencias, que ahora
se encuentran en el menœ aplicaci—n Finder.

Listado. Refleja los cambios obligados a la nueva apariencia del Finder y sus nuevas posibilidades.
Mantiene las opciones de visualizaci—n, las cuales variar‡n dependiendo del modo de vista, icono o lis-
tado, ambas idŽnticas al Mac OS 9 a–adiendo la posibilidad de proporcionar un fondo (imagen o color)
a la ventana que se asociar‡ a la carpeta representada; el modo columnas carece de ajustes propios.

Ayuda. En principio se ofrece Ayuda Mac al igual que en Mac OS 9, pero bien podr’a ampliarse el
nœmero de opciones presentes m‡s teniendo en cuenta el uso que Apple hace de la red para ofrecer
soporte al usuario as’ como las diferentes opciones y posibilidades que presenta OS X.

Especial. no existe en Mac OS X. Sus diferentes opciones se encuentran repartidas en los restantes
menœs. A saber: "Vaciar papelera..." en el menœ Aplicaci—n Finder", "Expulsar" en el menœ
"Archivo", "Reposo", "Reiniciar" y "Apagar equipo" se muestran ahora en el "menœ Apple".
Desaparece de los menœs del Finder la opci—n "Borrar disco...", debe acudir a la aplicaci—n "Utilidad
de Disco" y en su menœ "Opciones" elegir "Borrar Disco".

El menœ Ir. La mayor novedad en la barra de menœs de Finder refiere es un legado del sistema ope-
rativo NeXTstep que muestra la inevitable presencia de los servicios Internet de la propia Apple en el
Mac OS X: El menœ "Ir" nos proporciona un f‡cil mŽtodo para acudir a ubicaciones predeterminadas
en nuestro Mac OS X, tanto locales como remotas (iDisk); as’ como la posibilidad de conectarnos a
un servidor, o bien situarnos en aquellas carpetas usadas recientemente sin necesidad de hacerlo
manualmente a travŽs de una ventana Finder.

18
Si echa en falta la "personalizaci—n" del antiguo "Aplicaciones recientes" puede utilizar "Favoritos"
en el menœ "Ir" para ello. Sitœe en el aquellas aplicaciones predilectas y podr‡ realizar el "cl‡sico"
ejercicio de acudir al menœ para iniciarlas. Adem‡s usted no puede a–adir ’tems al actual menœ
Apple, por ello "Favoritos" en el menœ "Ir" le resultar‡ de gran ayuda, si quiere obrar a la vieja
escuela con su Mac, por medio del menœ aplicaci—n Finder. Se debe precisar que este menœ es accesi-
ble tan solo desde el Finder y no encontr‡ndose en una aplicaci—n distinta. Si quiere acceder a su car-
peta Favoritos, puede colocarla en el Dock, y obtendr‡ la misma funcionalidad pr‡ctica que ten’a
dicha carpeta en el menœ Apple del Mac OS 9 y anteriores.

19

Analice los pros y contras, y actœe en consecuencia. Encontrar‡ que la interfaz de Mac OS X le ofre-
ce una practicidad y modularidad desconocida, en sus manos est‡ el sacarle el m‡ximo provecho.
Ajustando las preferencias

Ajustando las Preferencias del Sistema


El lugar donde modificar los ajustes de red, la fecha y la hora, el idioma, el disco de arranque, etc. se
encuentra en la aplicaci—n "Preferencias del Sistema", accesible desde el menœ Apple bajo la opci—n
"Preferencias del sistemaÉ" o en la carpeta "Aplicaciones". Esta aplicaci—n est‡ dividida en paneles,
y permite seleccionar hasta seis paneles como favoritos que estar‡n accesibles desde la barra en la
parte superior de la ventana. TambiŽn en esta barra aparece, m‡s a la izquierda, un icono con la
leyenda "Mostrar todo"; al hacer clic sobre Žl se mostrar‡n todos los paneles, as’ como un menœ
"Panel" desde el que podemos elegir cualquier panel.

Para organizar los paneles favoritos basta con hacer clic y arrastrar los iconos a la barra superior. Para
modificar los ajustes correspondientes s—lo hay que hacer clic sobre el icono del panel deseado.
ÀD—nde est‡n los Paneles de Control?

En Mac OS X ya no existen paneles de control (ni extensiones) tal como las conoc’amos en el Mac
OS 9 y anteriores. Para configurar a nuestro gusto el Mac todos los paneles de control del sistema
operativo est‡n centralizados en la aplicaci—n "Preferencias del Sistema". Una de las ventajas del
nuevo sistema operativo es que desaparecen los molestos conflictos de extensiones tan comunes en 20
las anteriores versiones de Mac OS.

Los Paneles

La aplicaci—n "Preferencias del Sistema" est‡ dividida en paneles, cada uno de los cuales se puede
pensar como un hom—logo de su panel de control en Mac OS 9 y anteriores del mismo nombre. Claro
que tambiŽn hay nuevos paneles que no se corresponden con paneles de control anteriores. Ahora
pasamos a explicar los paneles uno por uno.

Acceso. Este panel se compone de dos secciones, una para configurar los ’tems de acceso y otra para
configurar la ventana de acceso. Un ’tem de acceso es un ’tem que se arrancar‡ al comenzar nuestra
sesi—n de trabajo.

Para a–adir un ’tem deber‡ hacer clic sobre el bot—n "A–adir". Una vez a–adido tiene la opci—n de
ocultarlo. La secci—n sobre la ventana de acceso permite ajustar un acceso autom‡tico, recomendable
si s—lo va a usar su Mac una sola persona. En caso de seleccionar acceso autom‡tico, deber‡ introdu-
cir su nombre de usuario y contrase–a, de forma que la pr—xima vez que reinicie el Mac directamente
se mostrar‡ el Finder sin mostrar la ventana de acceso. Aqu’ tambiŽn puede marcar la posibilidad de
que no aparezcan los botones de "Reiniciar" y "Apagar equipo" en la ventana de acceso, as’ como
activar la posibilidad de mostrar una indicaci—n en caso de que un usuario se equivoque al introducir
la contrase–a tres veces.
Actualizaci—n de Software. Este panel se comporta exactamente igual que su predecesor de Mac OS 21
9 y anteriores. Es decir, permite configurar cu‡ndo queremos que el sistema compruebe si hay alguna
actualizaci—n del software de sistema.

Podemos seleccionar comprobaci—n manual, en cuyo caso cada vez que queramos comprobar las
actualizaciones deberemos abrir el panel y hacer clic sobre el bot—n "Actualizar ahora". O bien pode-
mos programar que autom‡ticamente compruebe las actualizaciones de forma peri—dica, dando tres
posibles per’odos de tiempo: a diario, semanalmente o mensualmente.
Arranque. Desde este panel podemos seleccionar la Carpeta del Sistema que utilizar‡ el Mac la pr—-
xima vez que arranque. Aparecer‡ una lista de carpetas, mostrando la versi—n del sistema operativo y
el disco o partici—n en el que est‡ alojada la carpeta. Desde aqu’ elegiremos una Carpeta del Sistema
de Mac OS 9.1 si queremos ejecutar una aplicaci—n no compatible con Mac OS X, requiriendo por lo
tanto reiniciar en Mac OS 9.1 para poder utilizarla. TambiŽn se pueden seleccionar como discos de
arranque discos de red, CD-ROMs, etc.

Classic. Este es el lugar en el que configurar el entorno Cl‡sico del Mac OS X. ÀQuŽ es el entorno 22
Cl‡sico? Pues es una aplicaci—n que hace uso de una Carpeta del Sistema de Mac OS 9.1 para permi-
tir ejecutar aplicaciones en principio no compatibles con Mac OS X. As’ es posible ejecutar casi cual-
quier aplicaci—n de Mac OS 9 y anteriores.
La secci—n "Iniciar/Detener" permite seleccionar quŽ disco vamos a utilizar como volumen de arran-
que del entorno Cl‡sico; para que un disco pueda ser seleccionado deber‡ tener instalado el sistema
operativo Mac OS 9.1. Adem‡s podemos elegir arrancar el entorno al iniciar la sesi—n, en el caso de
que habitualmente utilicemos aplicaciones de Mac OS 9 y anteriores. TambiŽn permite iniciar o dete-
ner el entorno Cl‡sico, as’ como reiniciarlo o cerrarlo mediante forzar salida.

La secci—n "Avanzado" permite ajustar la combinaci—n de teclas para que el entorno Cl‡sico arranque
sin extensiones, o bien seleccionar que siempre arranque sin extensiones o que nos muestre el Gestor
de Extensiones al arrancar. TambiŽn podemos especificar el tiempo que debe estar inactivo antes de
ponerse en reposo.

Como œltima opci—n podemos reconstruir el escritorio de manera f‡cil pulsando un bot—n.

ColorSync. Aqu’ podemos ajustar las preferencias de color igual que ocurr’a en Mac OS 9 y anterio-
res, podemos tener diversas configuraciones, cada una con perfiles de dispositivos y de documentos
distintos. TambiŽn podemos seleccionar el mŽtodo utilizado para la correspondencia del color e
incluir informaci—n adicional sobre la configuraci—n.

23

Compartir Archivos. Desde este panel podemos activar los servicios de red correspondientes a com-
partir archivos y compartir web, esta œltima opci—n sirve para utilizar el Mac como servidor de p‡gi-
nas web.

Al activar la opci—n "Compartir Archivos" lo que conseguiremos es que otros usuarios (en una red local
o a travŽs de Internet) puedan acceder a la carpeta "Public" que se encuentra en su carpeta "Inicio".

Por otro lado, al activar "Compartir Web" estaremos habilitando las p‡ginas web que tengamos alma-
cenadas en la carpeta "Sites" tambiŽn en "Inicio". De esta forma puede usar su Mac como servidor de
su propia p‡gina personal.
TambiŽn permite acti-
var dos opciones m‡s
de acceso a su orde-
nador, ya sea median-
te una conexi—n remo-
ta segura (mediante el
uso de una aplicaci—n
terminal o telnet) o
bien activar acceso
por FTP. Estas dos
opciones hay que uti-
lizarlas con cuidado
ya que haciendo un
mal uso de ellas
puede dejar camino
libre a posibles intru-
sos no autorizados.
TambiŽn se muestra la
identidad en la red, el
nombre del ordenador
y la direcci—n IP.

Dock. En este panel


podemos configurar
el aspecto y el funcio-
namiento del Dock 24
para que se ajuste a nuestras necesidades. Es posible ajustar el tama–o del dock, activar o desactivar
la opci—n de ampliaci—n as’ como ajustar el tama–o de la misma, elegir entre tener visible todo el
tiempo el Dock o tenerlo oculto y mostrarlo cuando se pase el cursor por la parte inferior de la panta-
lla, adem‡s de poder activar la apertura de aplicaciones animada.
Economizador. Aqu’ podemos configurar las opciones para ahorro de energ’a, especificando el tiem-
po que tiene que estar el ordenador inactivo antes de entrar en reposo. Opcionalmente podemos ajus-
tar tiempos de espera inferiores para el reposo de la pantalla y del disco r’gido.

25

Fecha y hora. Como su propio


nombre indica, este panel nos
permite ajustar la fecha y la
hora del reloj de nuestro Mac.
Adem‡s podemos especificar la
zona horaria, sincronizar el reloj
con un servidor horario de red,
que puede configurarse utilizan-
do NetInfo o especificando un
servidor manualmente. Por œlti-
mo podemos activar o desacti-
var el reloj de la barra de
menœs, al estilo del Mac OS 9 y
anteriores, eligiendo entre varias
opciones visuales, tales como
mostrar el d’a de la semana,
a–adir AM/PM a la hora, parpa-
deo de separadores o visualizar
los segundos.
General. En este panel configuramos una serie de opciones generales. Por ejemplo podemos elegir
entre dos temas de apariencia, Azul o Grafito. El tema Azul es el tema por defecto y es m‡s vistoso y
colorido, por el contrario el tema Grafito es m‡s serio e imprime a los elementos de la interfaz el
mismo color gris plateado. Podemos cambiar el color de realce para el texto seleccionado y para las
listas y especificar el comportamiento de las ventanas al hacer clic en la barra de desplazamiento.

26

Habla. Este es el panel en el que podemos configurar todo lo relativo a los "’tems Hablados de
Apple" y el paso de texto a voz.
En la secci—n
"Reconocimiento de
voz" podemos activar
el servicio de "’tems
Hablados de Apple",
en cuyo caso aparecer‡
una ventana flotante
con un indicador de
sonido. A travŽs de esta
ventana podemos com-
probar si el ordenador
est‡ recibiendo sonido
a travŽs del micr—fono.
Para que el ordenador
escuche, es necesario
mantener pulsada la
tecla "Esc", aunque se
puede modificar este
ajuste en la secci—n
"Audici—n".
En la secci—n "Texto a voz" podemos elegir que tipo de voz queremos que tenga el Mac, as’ como la
velocidad de la voz.

Internacional. Desde este panel podemos ajustar todo lo relacionado con el idioma. Indicaremos el idioma
que queremos usar para el sistema operativo y las aplicaciones, especificando otros idiomas secundarios en
caso de que una aplicaci—n no se encuentre en nuestro idioma principal, que es el primero de la lista.
Adem‡s podemos seleccionar los procedimientos de texto. TambiŽn especificamos los formatos para la
fecha, la hora y los nœmeros. Por œltimo est‡n los dise–os de teclado, podemos seleccionar uno o varios, en
este œltimo caso aparecer‡ el menœ teclado para permitir cambiar de un dise–o de teclado a otro.

27

El m‡s habitual en los Mac espa–oles es el dise–o "Espa–ol ISO".

Internet. Este panel es idŽntico a su predecesor de Mac OS 9 y anteriores, excepto en el detalle de


que se a–ade una secci—n para configurar una cuenta de iTools, el servicio gratuito de Apple de cuen-
ta de correo y alojamiento de p‡ginas web. En caso de no poseer una cuenta en las iTools, si se quiere
se puede obtener una suscripci—n gratuita pulsando el bot—n habilitado a tal efecto en este panel.

En la secci—n e-mail se configuran los datos necesarios para enviar y recibir correo, pudiendo relle-
narse autom‡ticamente con los datos de la cuenta de iTools.

En la secci—n web podemos ajustar el navegador web por omisi—n, la p‡gina web de inicio y la de
bœsqueda y el lugar en el que descargar los archivos.

En la secci—n noticias se hace lo propio pero para los servicios de servidores de noticias o "news".
Monitor. Desde aqu’ podemos ajustar el tama–o de la resoluci—n de pantalla, el nœmero de colores y
la frecuencia de refresco. Algunas resoluciones de pantalla puede estar desactivadas, si queremos
poder seleccionar cualquier resoluci—n que soporte la tarjeta de video debemos desactivar la opci—n
"Mostrar modalidades segœn el monitor".
28
Hay que tener
cuidado porque
algunas resolu-
ciones pueden ser
compatibles con
la tarjeta de video
pero no con el
monitor. Aparte
de los ajustes de
la pantalla, pode-
mos seleccionar
el perfil de color
o bien calibrar el
monitor y crear
un perfil nuevo.

QuickTime. Este panel (correspondiente al panel de control Ajustes QuickTime del Mac OS 9 y
anteriores) permite configurar todo lo relacionado con la tecnolog’a QuickTime, la velocidad de cone-
xi—n, los ajustes para el m—dulo QuickTime de los navegadores web, el registro y la posibilidad de
actualizar el software a travŽs de Internet.
Rat—n. Para ajustar la velocidad
del puntero y la velocidad para
reconocer un doble clic como tal.

Red. Este panel aglutina las fun-


ciones de varios paneles de con- 29
trol del Mac OS 9 y anteriores,
que son: AppleTalk, Acceso
Remoto, TCP/IP, Gestor de loca-
lizaci—n, M—dem, y la aplicaci—n
AirPort.

Podemos configurar varias ubicaciones


si vamos a utilizar el Mac en diferentes
entornos de red, como puede ser el
caso de un PowerBook o iBook que
trasladamos del trabajo a casa, con
diferentes configuraciones de red en
cada lugar. Una vez seleccionada una
ubicaci—n, podemos configurar cada
uno de los puertos de conexi—n hacien-
do clic sobre "Configurar". En la
opci—n "Avanzado" seleccionamos los
puertos que queremos que estŽn activos
y el orden de preferencia. Segœn el
puerto que selecciones, las opciones de
configuraci—n cambiar‡n permitiŽndo-
nos introducir los datos de conexi—n a
Internet o a una red local mediante
ethernet o inal‡mbrica.
Salvapantallas.Este es un panel que en Mac OS 9 y anteriores no exist’a, y hab’a que recurrir a aplica-
ciones de terceras partes para conseguir su funcionalidad. Se trata de un conjunto de salvapantallas, que
se pueden ampliar mediante m—dulos que seguramente ir‡n apareciendo poco a poco (atentos al de
Macuarium :-) ).

30

Pero el Mac OS X trae de serie unos cuantos para poder utilizarlos. El b‡sico coloca la pantalla en
negro y el logo de la manzana de Apple de color grafito. "Aqua Icons" selecciona unos pocos iconos
de las aplicaciones de nuestro disco duro y los hace volar por la pantalla. Luego est‡n una serie de
salvapantallas basados en pase de diapositivas y que se muestran en toda su gloria gracias al uso de
OpenGL, estos muestran im‡genes haciendo transiciones suaves y zooms.

TambiŽn podemos personalizar nuestro propio pase de diapositivas colocando una carpeta (con archi-
vos de im‡genes dentro, claro) en la carpeta "Pictures" de nuestra carpeta "Inicio".

En la secci—n "Activaci—n" se
configura el tiempo que ha de
estar el Mac inactivo antes de
activar el protector de pantalla,
adem‡s de activar o desactivar la
solicitud de contrase–a al salir
del protector de pantalla. En la
secci—n "Esquinas activas" pode-
mos especificar lugares en los
que al dejar el puntero se active
directamente el protector o por el
contrario que no se active nunca.
Sonido. Aqu’ podemos ajustar el volumen del sistema, el balance entre altavoces y el sonido de alerta.

Teclado. Desde este panel configuramos la velocidad de repetici—n de las teclas y la espera entre
repeticiones, pudiendo probar los ajustes en una caja de texto.

Usuarios. En este panel podemos administrar los usuarios que tienen acceso al ordenador, sus contra-
se–as y cu‡les de ellos pueden administrar el ordenador. Los usuarios que no tengan esta caracter’sti-
ca activada no podr‡n modificar las opciones de muchos paneles de las preferencias, y tampoco ten-
dr‡n permiso para acceder y/o borrar documentos que no son de su propiedad. 31

Y ahora, Àc—mo se haceÉ?


A continuaci—n, un repaso r‡pido de c—mo se hacen ahora algunas de las cosas m‡s necesarias en el
uso normal del Mac.
ÀC—mo puedo...?

... asociar archivos con aplicaciones?

Selecciona el archivo deseado y desde el


Escritorio acude al menœ Archivo, elige
Mostrar Informaci—n, o bien utilice el atajo
comando+i, selecciona Aplicaci—n en el menœ
emergente del inspector, ah’ podr‡ indicar a
su Mac quŽ aplicaci—n abrir‡ ese archivo, as’
como si se deber‡ abrir en el entorno Classic.
Actœa de un modo similar a la pesta–a
Conversi—n de archivos en el panel de control
Intercambio de Archivos de versiones anterio-
res de Mac OS.

32
... a–adir un usuario al sistema operativo?

Mac OS X es un sistema multiusuario, lo que


permite que si varias personas van a utilizar el
ordenador, cada una puede tener una cuenta de
usuario que lo identifique mediante un nombre
y una contrase–a. De esta manera cada usuario
puede tener sus preferencias y archivos, de
manera que el Mac siempre est‡ a gusto de
todos. Para a–adir usuarios al sistema debe uti-
lizar el panel Usuarios de las preferencias del
sistema. Acceda a la aplicaci—n System
Preferences desde el menœ Apple eligiendo
Preferencias del sistemaÉ. Una vez all’ haga
clic sobre el bot—n Nuevo UsuarioÉ

Aqu’ deber‡ incluir el nombre del usuario, un


nombre corto que ser‡ utilizado por los servi-
cios de FTP en caso estar activados, una contra-
se–a y opcionalmente podr‡ incluir una pista
sobre la contrase–a, en caso de olvidarla, y per-
mitir que el usuario administre o no el ordenador. Un administrador del ordenador puede a–adir nuevos
usuarios, cambiar las preferencias de red, de arranque, etc. DespuŽs de incluir los usuarios, Žstos
podr‡n utilizar el ordenador usando sus cuentas de usuario introduciendo su nombre y contrase–a en la
ventana de Login que aparece al reiniciar el sistema operativo.
... modificar los privilegios de los archivos?

En Mac OS X todos los archivos tie-


nen unos determinados privilegios
de lectura y escritura. Los documen-
tos que cree el usuario Pepe no
podr‡ modificarlos el usuario Juan.
Pero si usted es el administrador del
ordenador, es decir usted posee una
cuenta con derechos de administra-
ci—n, puede modificar estos privile-
gios. Para ello s—lo debe seleccionar
el archivo al que quiere modificar
los provilegios, elegir Mostrar
Informaci—n del menœ Archivo y
seleccionar en la ventana de infor-
maci—n que se muestren los
Privilegios. Si usted es el propietario
del archivo podr‡ modificar los pri-
vilegios de lectura y escritura de los
dem‡s usuarios.

... seleccionar una impresora?

En Mac OS X se utiliza el
33
Centro de Impresi—n en lugar
del Selector para seleccionar las
impresoras de red. Las impreso-
ras USB que se encuentren
conectadas a la red se configu-
rar‡n autom‡ticamente.
Siempre puede elegir la impre-
sora a utilizar, de entre las dis-
ponibles, cuando se disponga a
imprimir un documento desde
la aplicaci—n. Para gestionar
aquellas impresoras conectadas
por AppleTalk deber‡ utilizar la
aplicaci—n Print Center que se
encuentra en la carpeta Utilities
de la carpeta Applications. Una
vez que estemos en el centro de
impresi—n, podremos a–adir
una impresora conectada por AppleTalk haciendo clic sobre el bot—n A–adir impresoraÉ, se mostrar‡
una hoja y en un menœ desplegable podremos elegir AppleTalk. Aparecer‡ una lista de impresoras
conectadas en la red AppleTalk y podr‡ elegir una de ellas.
... a–adir una conexi—n a Internet?

Para a–adir una conexi—n a


Internet lo que deber‡ hacer
es utilizar el panel Red de
las preferencias del sistema.
Una vez en el panel Red,
seleccione Nueva ubica-
ci—nÉ en el menœ desplega-
ble Ubicaci—n. Introduzca
un nombre apropiado para la
conexi—n, por ejemplo
Tarifa plana. Ahora deber‡
seleccionar de quŽ tipo de
conexi—n a Internet se trata,
a saber: via m—dem, red
ethernet o AirPort. S—lo
tiene que seleccionar
Avanzado en el menœ des-
plegable Configurar.
Aparecer‡ una lista de puer-
tos disponibles, seleccione
como Activo el puerto que
va a utilizar su conexi—n a
Internet, por ejemplo
M—dem interno. 34

Ahora seleccione el tipo de puerto en el menœ desplegable Configurar y rellene los datos de su cone-
xi—n a Internet. Cuando haya terminado no se olvide de hacer clic en el bot—n Guardar. La conexi—n
ser‡ accesible por todos los usuarios del sistema. Para terminar de configurar el acceso a Internet
deber‡ introducir sus datos en el panel Internet de las preferencias del sistema. All’ podr‡ configurar
su cuenta de iTools o suscribirse gratuitamente, podr‡ rellenar los datos de su direcci—n de correo
electr—nico, ajustar su p‡gina de inicio para el navegador y seleccionar un servidor de noticias.

... cambiar el fondo del escritorio?

Vaya al menœ Finder y seleccione Preferencias, y dentro de ellas Seleccionar Imagen.

... instalar nuevos tipos de letra?

Mac OS X es compatible con los tipos de letra para Mac OS 9 y anteriores. Para instalar nuevos tipos
de letra s—lo tenemos que colocarlas en la carpeta "Fonts" que se encuentra en la carpeta "Library" de
nuestra carpeta "Inicio". Sin necesidad de reiniciar los nuevos tipos de letra estar‡n disponibles. Con
la aplicaci—n "Key Caps" que se encuentra en la carpeta "Utilities" de la carpeta "Applications" pode-
mos comprobar si se ha instalado correctamente el tipo de letra, ya que esta aplicaci—n es la versi—n
de Mac OS X de la aplicaci—n "Teclado" de Mac OS 9 y anteriores.
... cambiar los iconos de las carpetas?

Para personalizar el aspecto del Mac


OS X y cambiar el icono por defecto
de las carpetas (o aplicaciones) tene-
mos que seguir un mŽtodo muy simi-
lar al utilizado en Mac OS 9. Para
guiarle paso a paso haremos un ejem-
plo sencillo. Queremos copiar el
icono de Macu a una carpeta que no
tiene icono, es decir que tiene el
icono por defecto que le asigna Mac
OS X. Lo primero que debemos
hacer es seleccionar el item que tiene
el icono que queremos copiar, en este
caso Macu, y seleccionar "Mostrar
Informaci—n" del menœ "Archivo" del Finder (o bien pulsar comando + i).

Si todo ha ido bien aparecer‡ una


ventana de informaci—n, en la que
se muestra la informaci—n del item
seleccionad, en nuestro caso nos
interesa el icono, que aparece a la
izquierda del nombre. Hacemos clic
sobre el icono en la ventana de
35
informaci—n, y seleccionamos
"Copiar" del menœ "Edici—n" del
Finder (o pulsamos comando + c).

Ahora s—lo falta pegar el icono


en el item elegido. Simplemente
lo seleccionamos en el Finder y
la ventana de informaci—n cam-
biar‡ pasando a mostrar la infor-
maci—n del item seleccionado.
Hacemos clic en el icono de la
ventana de informaci—n y selec-
cionamos "Pegar" del menœ
"Edici—n" del Finder. Si tiene
problemas en este paso, y lo que
est‡ intentando es cambiar el
icono de un disco duro o remo-
vible, el caso no tiene soluci—n
por ahora pues Mac OS X no
permite cambiar los iconos a los
discos duros o removibles. Si no
es este el caso y tiene problemas
al intentar pegar el icono, pruebe a seleccionar "Privilegios" del menœ desplegable "Mostrar" de la
ventana de informaci—n, y despuŽs vuelva a seleccionar "Informaci—n general" del mismo menœ.
Pruebe a pegar otra vez, deber’a dejarle esta vez.
... generar un arhivo PDF?

Mac OS X tiene soporte nativo del formato de archivo PDF de Adobe, y una de las consecuencias de
esto es que puede generar archivos PDF de cualquier documento que edite con una aplicaci—n de Mac
OS X, excepto en las aplicaciones que se ejecuten en el entorno Classic. El proceso es muy sencillo,
simplemente una vez que tengamos el documento listo para guardarlo, seleccionamos "Imprimir" del
menœ "Archivo", aparecer‡ la hoja solicitando los ajustes de impresi—n. Para obtener el PDF haremos
clic sobre el bot—n "Vista previa".

36

Seguidamente se arrancar‡ la aplicaci—n "Preview" y nos mostrar‡ una vista previa del archivo tal y
como quedar’a impreso o guardado en PDF. Para generar el archivo PDF seleccionaremos "Guardar
como PDFÉ" del menœ "Archivo", aparecer‡ una hoja donde seleccionaremos el nombre y el lugar
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En caso de dudas que esta Gu’a no pueda resolver (de momento), el Finder tiene un menœ Ayuda que
funciona de modo an‡logo al actual.

Y una curiosidad: ÀQuŽ pasa con el bot—n frontal del iMac?

Que ya no lanza el di‡logo de cierre: ahora, pone el ordenador en Reposo :-).

37
ApŽndice I - Arquitectura de Mac OS X

Vamos a explicar en pocas palabras la


arquitectura de Mac OS X, las tripas
que lo hacen ser un sistema operativo
del futuro.

La arquitectura de Mac OS X se divide


en cuatro capas: un nœcleo llamado
Darwin, los mejores gr‡ficos nunca vis-
tos en un sistema operativo, tremendos
frameworks para que los desarrolladores
de software los utilicen para producir
software para Mac OS X y un impresio-
nante interfaz de usuario llamado Aqua.

Darwin

El nœcleo del Mac OS X proporciona memoria protegida, lo que significa que el sistema operativo no
se cuelga tal y como sol’a ocurrir en Mac OS 9 y anteriores. Tiene un nuevo sistema de memoria vir-
tual, completamente transparente para el usuario, ya no es necesario configurar los ajustes de memo-
ria de las aplicaciones como en el Mac OS 9 y anteriores. Soporta multitarea preemptiva y multihilo,
de manera que una aplicaci—n no puede bloquear a otra que estŽ ejecut‡ndose. Multiproceso simŽtri- 38
co, lo que significa que en ordenadores con m‡s de un procesador todo se acelera autom‡ticamente.
Proporciona servicios BSD, permitiendo la comunicaci—n con servidores profesionales. Por œltimo, el
c—digo fuente de Darwin es Open Source, es decir, es gratuito y accesible a cualquier desarrollador o
usuario que quiera baj‡rselo de Internet y modificarlo o mejorarlo, al estilo de la comunidad Linux.
Esto proporciona a Apple una base de desarrolladores externa que trabaja "por amor al arte" y que
puede ayudar a mejorar el nœcleo m‡s r‡pido y mejor.

Gr‡ficos

Mac OS X tiene tres niveles de gr‡ficos, 2D, 3D y multimedia. En 2D utiliza Quartz, basado en el
est‡ndar de Internet PDF. Quartz renderiza
archivos PDF en tiempo real, adem‡s de anti-
alias, soporta todos los formatos de tipos de
letra, transparencias y composici—n directamen-
te en el sistema operativo. Es realmente r‡pido
e impresionante. En el apartado 3D Mac OS X
ha adoptado el est‡ndar OpenGL, perfecto para
los juegos y para las aplicaciones profesionales
de tratamiento de im‡genes. Adem‡s OpenGL
utiliza aceleraci—n por hardware, mediante el
uso de tarjetas gr‡ficas y est‡ optimizado para
el motor Velocity Engine del procesador G4. Por œltimo en el apartado multimedia utiliza QuickTime,
que se ha convertido en un est‡ndar. Basado en QuickTime 5, completamente integrado en el sistema
operativo y con un nuevo QuickTime Player.
Frameworks

Los frameworks son las herramientas que utiliza el Darwin, el nœcleo del sistema operativo, para
arrancar aplicaciones, como pueden ser Mail, TextEdit, Internet Explorer, etc. Mac OS X incluye cua-
tro frameworks. Classic permite arrancar la pr‡ctica
totalidad de aplicaciones para Mac OS 9 y anteriores,
tal cual, utilizando un entorno de compatibilidad
basado en Mac OS 9.1. Pero las aplicaciones funcio-
nando en el entorno Classic no obtienen todos los
beneficios del nuevo nœcleo Darwin, como pueden
ser la memoria protegida, la multitarea preemptiva o
Quartz. Para conseguir que sus aplicaciones obtengan
estos beneficios, los desarrolladores deber‡n optimi-
zar sus aplicaciones para el framework Carbon. En
pocos meses una aplicaci—n puede ser optimizada
para Carbon y obtener todos los beneficios del nuevo Mac OS X. Y cuando se desarrolle una aplica-
ci—n por primera vez para Mac OS X, Apple recomienda utilizar el framework Cocoa, un entorno de
programaci—n incre’blemente potente que permite desarrollar aplicaciones m‡s r‡pido que cualquier
otro entorno de desarrollo. Por œltimo Mac OS X tiene una completa implementaci—n de Java2.

Aqua

Mac OS X trae un interfaz de usuario completamente nuevo, basado en la facilidad de uso del Mac
OS 9 y anteriores pero con nuevas caracter’sticas que facilitan aœn m‡s el trabajo y lo hacen m‡s sen- 39
cillo y divertido. Sus principales elementos son el Dock, el Finder y su barra de herramientas.
ApŽndice II - Los autores
Esta Gu’a ha sido elaborada respectivamente por un estudiante experto en este tipo de sistemas, desa-
rrollador, pel’n hacker y fundador del GUM M‡laga; un desarrollador de software para Macs autor
(entre otros) de la versi—n espa–ola de iCab para Mac OS X; y un consultor de eCRM que edita el
mayor site de Mac en espa–ol.

Pero les pides una biograf’a y mira lo que te traen...

Jorge Salvador Caffarena


jorgesalvador@macuarium.com

Nacido en M‡laga el 29 de Julio de 1978, su primer contacto con un ordenador se produjo con un
Spectrum Sinclair (el de las teclas de goma), algo debi— saltar en el cerebro de aquel inocente ni–o,
pues comenz— a divertirse m‡s con las computadoras que con los Masters del Universo.

El primer ordenador que fue suyo se trat— de un Sony MSX, con el que aprendi— el funcionamiento
de los ordenadores y un poco de Basic. M‡s adelante se produjo el paso a la familia Motorola, con la
adquisici—n de un flamante Amiga 500. Con Žl descubri— los interfaces gr‡ficos de usuario, el dise–o
gr‡fico y la edici—n de mœsica bakalao. Hasta que un compa–ero de clase le ense–— su Macintosh LC
corriendo aplicaciones de mœsica, dise–o, 3D, animaci—n, etc. Ni que decir tiene que fue amor a pri-
mera vista. Pasaron pocos meses y el Amiga 500 fue reemplazado por un Macintosh LC II. A partir
de aqu’ ya os lo imagin‡is ;-) El siguiente fue un Power Macintosh 7200 a 90 Mhz, con el que se
conect— a Internet por primera vez, y sufri— los peligros del IRC. Fue sustituido por un Power 40
Macintosh G3 Beige a 266 Mhz, con el que pudo por fin utilizar los programas para PC bajo emula-
ci—n a una velocidad decente.

Actualmente posee un veloz Power Mac G4 (AGP Graphics) a 400 Mhz, con el que ha fundado el
Grupo de Usuarios de Macintosh en M‡laga.

http://homepage.mac.com/eevyl/
http://www.gummalaga.com/

çngel Montero Barro


angelmb@macuarium.com

Nacido en la ciudad de A Coru–a el 1 de Enero de 1974 en el Hospital Materno Infantil Terresa


Herrera, a diferencia de lo que pudiera parecer opt— por no dedicarse al fœtbol de modo profesional.

Recuerda su primer ordenador como si fuese ayer mismo, un MSX Hit Bit 55 P de Sony, que pronto
arrincon— por otro Sony HP 501, que cuadriplicaba en memoria RAM al anterior, 64 KB. Lo m‡s pro-
vechoso de aquella Žpoca fue sin duda el continuo ir y venir de "game cartridge", lo no va m‡s, com-
parado con el tedio de los casetes, por ello todav’a hoy, colecciona "Game Pak" aunque de Nintendo,
faltar’a m‡s. Su primer Apple curiosamente tuvo cuatro ruedas y un rombo en el cap—, actualmente
posee un Power Macintosh G3 azul y blanco con un Apple Studio 17 a juego por supuesto, "que corre
m‡s que el primer d’a", algo incre’ble.
Su ordenador favorito es el Power Macintosh Cube acompa–ado de un Cinema Display que evidente-
mente no posee. "ÀPc?, no necesito un diesel en mi mesa, adem‡s ignoro a aquellos que lo vulgarizan
todo con el œnico recurso de la copia".

Mac OS X es muy fuerte, demasiado como para comprenderlo en este momento, el d’a 24 es tan solo
el punto de partida que se ha se–alado para cambiarlo todo. Anima al usuario a probar la versi—n
espa–ola de iCab de la cual es co-autor.

Miguel Cornejo
miguel@macuarium.com

BarcelonŽs reciclado en residente en Madrid con querencias navarras (aunque sigue siendo del
Bar•a), lleva desde 1971 metiŽndose en todo lo que no debe. De los tres implicados es con toda segu-
ridad el que menos entiende de todo Žsto, pero eso no le impide promover el libro y poner la firma.

Su primer ordenador fue un Amstrad PCW8256, un procesador de textos glorificado que ya daba idea
de para quŽ iba a utilizarse. DespuŽs pasaron varios PCs sin pena ni gloria, hasta que (los caminos del
se–or son misteriosos) por motivos econ—micos -no poder financiar ningœn otro ordenador- vio la luz
en forma de un PowerBook 150 que todav’a respira. A partir de entonces su hobby es Internet y su
herramienta el Mac.

Actualmente convive con una autŽntica santa y un nœmero variable de ordenadores (entre tres y seis)
propios, prestados, cedidos o a prueba. Sigue promoviendo distintas iniciativas de informaci—n en
Internet, y encima consigue que le paguen un sueldo como consultor de eCRM.
41
http://www.macuarium.com
http://www.econoclasta.com

Alf
alf@macuarium.com

Dedicado a la comunicaci—n corporativa y a las relaciones pœblicas desde hace m‡s de diez a–os,
comenz— como marketing communication manager en diversas empresas multinacionales, para final-
mente establecerse por su cuenta como asesor externo para empresas de muy diversos sectores.

DespuŽs de ver como hermanos y conocidos se dejaban las u–as sobre Spectrums y Amstrad, decidi—
poner sus delicados dedos sobre el teclado de un Macintosh VI. Desde entonces s—lo entiende la
inform‡tica si es igual o mejor que un Mac (y claro, eso descalifica al 90 % del parque inform‡tico
mundial).

Ha colaborado con diversas revistas y emisoras de radio, as’ como impartido cursos sobre imagen
corporativa, publicidad y relaciones pœblicas. Es columnista habitual de Macuarium.

En estos momentos, y como actividad paralela a su ocupaci—n profesional, escribe un libro sobre el
estado actual y las tecnolog’as existentes de los Call Center.

Agradecemos a nuestras familias su paciencia y a todos los lectores su participaci—n. Muchas gracias.
ApŽndice III - Condiciones de uso de esta Gu’a

Como cualquier publicaci—n, esta tiene todos los derechos reservados y prohibida la reproducci—n total o parcial. Pero, a
diferencia de otras publicaciones, la Gu’a Pr‡ctica de Mac OS X tiene las siguientes caracter’sticas:

1. Prohibida terminantemente la reproducci—n total o parcial sin permiso de los autores y el editor.
Espec’ficamente se prohibe la reproducci—n de cualquier parte del contenido en cualquier publicaci—n web o impresa con
car‡cter comercial.

2. Prohibida la venta.
Esta Gu’a se distribuye sin coste alguno. Puede redistribuirse, en el mismo formato en el que est‡ y previa autorizaci—n
del editor, en cualquier medio digital (CD Rom) siempre y cuando se haga de modo gratuito y junto a la informaci—n:
- Autores
- Menci—n y URL de Macuarium.com (http://www.macuarium.com)

No se autoriza tampoco la venta de versiones impresas de la Gu’a.

3. Prohibida la distribuci—n directa desde webs diferentes a Macuarium.


Para evitar la difusi—n de versiones desactualizadas de la Gu’a, no se autoriza el download desde otros sites. Sin embargo,
cualquiera podr‡ ofrecer el download realizando un link a la p‡gina oportuna de Macuarium, siempre y cuando se haga de
modo gratuito y junto a la informaci—n m’nima de:
- Autores
- Menci—n y URL de Macuarium.com (http://www.macuarium.com)

El link a utilizar es http://www.macuarium.com/comunidad/guiamacosx.shtml.

4. Permitida (y alentada) la distribuci—n privada de la Gu’a.


Cualquier particular puede enviar la Gu’a en formato PDF a cualquiera, sin la menor restricci—n por nuestra parte. No
s—lo no nos oponemos, nos sentiremos halagados de resultar œtiles :-). 42
TambiŽn se autoriza la distribuci—n gratuita y no comercial (por ejemplo, no como soporte a la venta de hardware o soft-
ware: para eso hace falta autorizaci—n) de versiones impresas de esta Gu’a.

5. Se buscan sugerencias y aportaciones.


Esta Gu’a pretende evolucionar y crecer hasta convertirse en la referencia indispensable sobre Mac OS X en nuestro idio-
ma (y no s—lo la primera y mejor ;-) ).

Para ello, necesitamos que nos ayudŽis con:

- "ÀC—mo hacer...?" Esta secci—n, esencialmente unas FAQs de Mac OS X, estar‡ incompleta siempre, por definici—n. Y el
œnico modo de que sea œtil es que nos vay‡is proponiendo lo que os parece que deber’a figurar en ella.

- Cr’ticas y correcciones. Podemos habernos equivocado, podemos haber hecho algo mejorable... y nos encantar’a que nos
lo dijerais para evolucionar. Las œnicas correcciones que es mejor que no nos hag‡is son las relativas al uso del idioma :-).

- Aplicaciones esenciales. Gu’as breves y r‡pidas de aplicaciones en castellano para Mac OS X, que no podemos cubrir en
esta primera edici—n y que seguir‡n aumentando mes a mes. Si tienes una favorita y quieres comentarla de modo muy
breve, te lo agradeceremos.

Cualquier colaboraci—n incorporada se citar‡ en el texto relevante, y cualquier sugerencia aceptada en los
Agradecimientos. PodŽis hacŽrnoslas llegar en el Foro "Gu’a Mac OS X" de la Comunidad Macuarium, o mandarlas a
mailto:guiamacosx@macuarium.com.

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