dío, que unos 20.000 peregrinos de todo el mundo ce-
Año nuevo, lebran en Umán (Ucrania). Van a cumplirse dos siglos
desde que en esa pequeña ciudad a 200 kilómetros de Kiev muriese el rabino Najmán de Breslev, uno de los pilares del jasidismo que, cuentan, combinó la cábala y el estudio de la Torá y aconsejó oración y alegría
pelillos a la mar contra los males del mundo.
Desde entonces, sus seguidores visitan su tumba en multitudes para prepararse ante el nuevo año. No hay uvas, presentadores estrella, cotillones, ni mata- suegras. Son los Días Temibles, que terminan con el Yom Kippur y conmemoran el día en que llegó Adán :: TEXTO: FRANCISCO APAOLAZA al mundo. En ese tiempo, Dios juzga a la Humanidad :: FOTOGRAFÍA: IGOR BOROBYOV/EFE y decreta lo que sucederá en el año siguiente. Los mortales no llegan a tanto: comen manzanas con miel y azúcar para esperar un tiempo dulce. También El cuerpo desnudo, el hombre, la música de un vio- celebran el Tashlij, una ceremonia en la que la perso- lín sobre el atardecer reflejado en el lago, la eterni- na se acerca al agua y se desnuda de sus malas accio- dad de las piedras y el instante del agua que pasa con nes, un rito que puede ir acompañado de la música de la vida asomándose en destellos verdes. La imagen un violín. La oración dice: «¡Qué Dios como tú, que de Igor Borobyov tiene, además de composición y perdonas la maldad e ignoras el pecado del resto del profundidad, una carga importante de espirituali- pueblo escogido! No retiene para siempre su enojo, dad, casi de intimidad revelada. No se trata de la últi- porque desea ser benevolente. De nuevo mostrará ma ocurrencia de un grupo de sanación estrafalaria. compasión, someterá nuestros pecados y los arrojará Retrata una escena del Rosh Ashaná, el año nuevo ju- a las profundidades». O sea, pelillos a la mar.