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CapfruLo SéPTIMO PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL JUICIO DE AMPARO Sumario: I—Principio de Ja iniciativa o instancia de paste. IL—Principio de le existencia del agravio personal y directo: a) Implicacién de “agravio”. 6) Ble- mentos del concepto de “agravio”. c) Naturaleza del agravio. @) Estimacién del agravio. ¢) Sancién juridica por ausencia del agravio, 1H—Principio de la prosecu- cién judicial del amparo. IV.—Principio de la relatividad de las sentencias de amparo: ¢) Exposicién del principio. 6) Su alcance frente a leyes declaradas incons- titucionales, ) Modalidades del principio. V.—Principio de la definitividad del juicio de amparo: 4) Significacién del principio. 6) El incidente de nulidad de actuaciones judiciales, ges un recurso 0 medio de defensa legal que deba agotarse antes de promover el amparo? ¢) Sancién juridica por la inobservancia del principio de defi- nitividad, d) Excepciones a dicho principio. VI—El principio de estricto derecho y Ja facultad de suplir la queja deficiente: A. El principio de estricto derecho: a) Su implicacién. 6) Su alcance. B. La facultad de suplir la queja deficiente: a) Su impli- cacién, 6) Su naturaleza, c) Su extensién. d) Casos en que procede. VII—Principio de procedencia del amparo contra sentencias definitivas o laudos. VII—Principios de procedencia del amparo indirecto. IX.—Referencias generales a las demés fraccio- nes del articulo 107 constitucional. El juicio de amparo, considerado como un medio de recurso (lato sensu) juridico procesal piblico de control de constitucionalidad, presenta el aspecto de una accidn, cuyo titular es el agraviado, y se funda y vive en un conjunto de principios esenciales que constituyen no sélo su caracteristica distintiva de los demés sistemas de preser- vacién constitucional, sino sus excelsitudes y ventajas respecto de éstos. Esos principios o postulados bisicos del juicio o accién de amparo se encuentran contenidos en el articulo 107 de la Constitucién vigente, que propiamente es el pre- cepto constitucional reglamentario del articulo 103, que consigna los casos generales de procedencia, como ya dijimos. La consagracién de los principios generales y fundamentales del juicio de amparo en las disposiciones constitucionales involucradas en el articulo 107 es una novedad introducida en nuestro régimen juridico por la Constitucién de 17, lo cual implica una enorme ventaja y una gran conveniencia, toda vez que quedan por ese hecho, fuera de Ja actividad legislativa del poder ordinario respectivo, pata mayor seguridad de nuestra institucién controladora, 1a cual, de lo contrario, se veria en la posibili- dad de ser constantemente alterada como acaecia durante la vigencia de la Constitucién de 57, que omitié incluir dentro de su articulado los postulados substanciales y pecu- liares del juicio de amparo, ya que s6lo se concreté a enunciar dos de sus principios en el articulo 102. 268 EL JUICIO DE AMPARO Es, pues, a todas Iuces plausible la innovacién practicada por el Constituyente de 17, por conducto de Ja cual afianz6 y reafirmé el juicio de amparo al establecer cons- titucionalmente no sélo su procedencia general, sino sus ptincipios fundamentales, re- glamentados y pormenorizados por la Ley Orginica correspondiente, Podemos, por ende, concluir que si la Constitucién de 1917 en su atticulo 123 consagr6 diversas Barantias sociales para la clase econémicamente débil, cual es a trabajadora, intangibles Por las autoridades ordinarias creadas, federales o locales, de la misma manera consolidé el juicio de amparo, cuyos principios y postulados, instituidos por el articulo 107, Permanecen también al margen de la actividad legislativa ordinaria, como ya se dijo, Patentizéndose en ello la tendencia politico-social de nuestra Ley Suprema, consistente en pfeservar arménica y compatiblemente por medio de dicha seguridad juridica, los derechos de los grupos mayoritarios de Ja sociedad y las garantias de los gobernados-*™ I. PRINcIPIO DE LA INICIATIVA 0 INSTANCIA DE PARTE Lana la fraccién I del articulo 107 constitucional, en relacién con el articulo 4° de la Ley de Amparo, descubrimos un principio bésico de nuestro juicio de garantias, que es el de la iniciativa 0 instancia de la parte “pool “El juicio de amparo —establece dicha fraccién— se seguir siempre « instancia de la parte agraviada.” Este principio fundamental es no s6lo una de las piedras angulares sobre las que descansa nuestra institucién de control, sino una de las ventajas y conve- niencias del sistema. En efecto, ) al tratar de delimitar la diferencia especifica del juicio de amparo, expusimos que una de las peculiaridades del régimen de control Por_Organo.jurisdiccional consistia precisamente en la circunstancia de que éste nunca Ptocede oficiosamente, es decir, sin que haya un interesado legitimo en provocar su actividad ‘tuteladora, sino. que siempre se _fequeria la instancia de parte, Pues bien, este principio, contenido expresamente_en la disposicién constitucional que comenta- oe ele ea ga unl Ja_vida_y el éxito de nuestra instituci6n, pues dada Ja manera como funciona, esto es, siempre y cuando exista la iniciativa del afectado Pot _un acto autoritario en los casos especificados por el. articulo.103.de la Constitucién, nunca-se_provoca el desequilibrio entre los diversos oderes del Estado, ya que no son Estos Jos que impugnan la actuacién de los demés, como sucede generalmente en los tegimenes de control por érgano politico, sino todo sujeto que se encuentre en Ia situa- ciém-de gobernailo;#* comprendiéndose dentro de esta idea a las personas fisicas (indi- ipalmentsin Cmb*B, 0 ha faltado Ia tendencia de reformar el asticulo 107 constitucional, prin- Gipalmente efecto de otorgar al Poder Legislativo ordinario facultades. para distribuir compete. cias entre los érganos que integran el Poder Judicial de la | Rederacién mediante las leyes secundarias respectivas, lo cual implica la eliminaciéa, como principio’ constitucionales, de las normas que ac Heren a Ja materia competencial en el juicio de amparo. En el capitulo dicate de_esta gba, abordamos el ccrudio de ls tendencia reformativa, gre se contene en le iniiativa presidencial iciembre de 1944, y que fue aprobada por el Congreso de la Unién sin haherse somne- tido a Ja consideracion, de jas Legislatures de Jos Estados, 23 a c le “gobemado” lo estudiamos tra cit “Las Indi- | oe ee en nuestra citada obra “Las Garansias Indi PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL JUICIO DE AMPARO 269 viduos), a las personas morales de derecho privado y social (sindicatos, comunidades agrarias), 2 los organismos descentralizados y empresas de participacién estatal y, excep- cionalmente, a las entidades morales de derecho piblico u oficiales (en este dltimo caso, cuando el agravio que produce el acto de autoridad afecta. sus_intereses. pattimo- niales, segiin lo dispone el articulo 9° de la Ley de Amparo). Si no existiera este principio de Ja iniciativa de parte para suscitar el control constitucional ejercido por Stganos jurisdiccionales federales, si fuera legalmente per- mitido a los diversos poderes o autoridades del Estado, en su cardcter de tales, entablar el juicio’ de amparo, evidentemente éste seria visto con recelo, al considerarlo como arma de que una entidad politica pudiera disponer para atacar a otra y viceversa. Siendo el afectado o agraviado el unico a quien’ incumbe el ejercicio de Ja accién de amparo, cuando ve lesionados sus derechos en los casos previstos por el articulo 103 constitucional, se descarta evidentemente Ia posibilidad de que una autoridad pueda menoscabar el respeto y el prestigio de otra, solicitando que su actuacién piblica sea’ declarada inconstitucional. Gracias a este principio, nuestro juicio de amparo ha podido abrirse paso y consolidarse a través de la turbulenta vida politica de México, y salvarse de un fracaso, como el que sobrevino a los regimenes diversos de control de constitu- cionalidad que imperaron, principalmente en la Constitucién de 36 y en el Acta de Reformas de 47, en los cuales la preservacién constitucional era ejercida por érganos politicos y a instancia de cualquier autoridad estatal, circunstancias que fincaron su propia desaparicién, por las razones ya dadas. = | Este principio aparece por primera vez en la vida constitucional de México, en su auténtica pureza, en la Constitucién de 57, cuyo articulo 102 lo consagraba en términos semejantes a los empleados por la Ley Fundamental vigente, habiendo sido corroborado por las diversas leyes orginicas de amparo que rigieron durante la vigencia de aquélla. El Acta de Reformas de 47, que instituyé un sistema de control constitucional hibrido, mixto, por todos motivos inconveniente, como ya advertimos en otra ocasién, también lo_consigné, mas. considerablemente. resttingido y combinado con el postulado con- trario segtin se desprende de los articulos 25 y 22 jrespectivos, que oportunamente transcribimos. El principio de que tratamos esti corroborado por la jurisprudencia de la Suprema Corte Ta tesis niimero 92 que aparece en la pagina 208 del Apéndice al Tomo XCVII del Sema- nario Judicial de la Federacién, estando concebida en los siguientes términos: El juicio de amparo “se iniciaré siempre a peticién de la parte agraviada, puede reconocerse tal cardcter a aquel a quien. en nada perjudique el acto que se reclama’ a), 886 Dicha tesis jurisprudencial inexplicablemente fue omitida en el Apéndice al Tomo CXVIII del Semanario Judicial de 1a Federacién, en la Compilacién 1917-1965 y en el Apéndi circunstancia que de ninguna manera tiene razén de ser, ya que el principio de la iniciativa o ins. tancia de la parte agraviada, por ser un elemento sobre el que descansa la procedencia constitucional del juicio de amparo, no pudo set en modo alguno desconocido por las ejecutorias dictadas con posterioridad a la fecha en que se edité el Apéndice al Tomo XCVII (agosto de 1949), méxime jue, segiin ya advertimos, el articulo 107 de Ia Constitucién lo consagra expresamente en. su fraccién I. Por tanto, la tesis N? 92 que aparece en el citado lice al Tomo XCVII, debe considerarse del todo subsistente, atendiendo a la imposibilidad de que se hubiere interrumpido por ejecutorias en contratio y, sobre todo, a que tanto las adiciones y reformas introducidas a la Ley de Amparo segin Decretos de 30 de diciembre de 1950 y 26 de diciembre de 1967, como el articulo 107 constitucional, reafirman el principio que dicha tesis corrobora.

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