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Experiencia de Práctica Profesional

Introducción:

La experiencia se enmarca en una villa de la Ciudad de Buenos Aires, donde desde hace
algunos años integrantes del barrio, iniciaron una lucha reivindicativa social: disponer
un nuevo andamiaje barrial, basado en la reconstrucción de las redes solidarias…

Redes, que tendríamos que volver a definir en la intervención de nuestras prácticas


sociales; ya que a través del tiempo y el atravesamiento de los sucesivos golpes de
estado y subsumidos en políticas estales de algunos gobiernos neoliberales, muchos
conceptos se han vaciado de contenido, sementados en un plan de desnacionalización y
fragmentación popular.

Palabras como intervención social, militancia, barrio popular, colectivo social,


ideología, política, etc.; espacios político pedagógicos que generaciones enteras han
dado cuenta del fuerte compromiso asumido con sus pares, han quedado sepultadas en
el terror que nos invadió como pueblo.

Intentaron convencernos del fracaso que lo barrios habían alcanzado con la desaparición
de sus referentes políticos, adormecidos por el dolor y el desconsuelo de ver las
ausencias, es que se fue perdiendo el sentido de lo colectivo, instalándose fuertemente
el “sálvese quien pueda”, el individualismo y los antagónicos: “ellos y nosotros”, “algo
habrán hecho” y otras frases nefastas que nos desbastaron.

Proyecto Ideológico

En este barrio, duerme un viejo sueño: hacerle frente a la desigualdad y la injusticia


social, generando constantemente propuestas. En esta oportunidad, se da origen a un
espacio pedagógico – cultural, donde las diferente actividades, nos habilitan a la
participación creativa y solidaria, entendiendo la educación popular como motor de
liberación y cambio.

Concebiendo la educación como un acto plural, un encuentro entre los hombres, un acto
político en sí mismo1; la educación se convierte en un proceso de comunicación y
dialogo que se propone el encuentro entre sujetos, que reclama la reflexión crítica de
cada uno en el acto mismo de conocer. Implicando al educador – educando, en una
acción transformadora de la realidad.

Problematizando dicha realidad, es como los sujetos pueden comenzar a cuestionarse


reflexivamente aquellas acciones naturalizadas, e iniciar un proceso de cambio y
transformación, siendo sujetos libres.

1
Freire, Paulo- Pedagogo brasilero, referente latinoamericano en Educacion Popular.
1
Los proyectos de este barrio, tienen por objeto generar la participación activa de estos
sujetos, que hoy son protagonistas en el cambio. Retomando, sobre todo con los niños,
la importancia del juego en la constitución subjetiva como promotora del desarrollo y el
pensamiento crítico.

Retomando la participación popular

Entre las actividades que se promueven, existe una “Orquesta Infantil


Latinoamericana” con niñas y niños de entre 6 y 13 años de edad, aquí es dónde nos
planteamos la participación como desafío:

-¿qué podemos aportar? observar y entender: -¿para qué estamos allí?

Pensar profundamente cual es la promoción de las actividades que colaboren con el


desarrollo de los niños, visibilizarlos para la sociedad que hasta ahora los había
excluido. La exclusión se normaliza y, al hacerlo, se naturaliza. (Pablo Gentili2)

Invisibilizados, por temor y desconocimiento; estigmatizados lograron un resultado


inverso: el compromiso y la fuerza de estos niños, que merecen la oportunidad de
demostrarse a ellos, que son capaces de Brillar.

Orgullosos de sus logros, van aprendiendo instrumentos que luego comparten con sus
pares, con un sentido pedagógico, que nos permite repensar el lugar que ocupamos en
esta sociedad, nuevas experiencias, que quedarán grabadas en sus memorias y las
nuestras.

En esta etapa del trabajo, nuestro propósito fundamental, fue crear lazos solidos entre
ellos. Habían logrado perfectamente conformarse3 como grupo, cuando subían al
escenario a tocar sus instrumentos o cuando ensayaban; pero al instante de colocarlos en
los estuches, volvían a lo que para ellos hasta ahora era natural: el maltrato a través de
insultos, burlas, golpes, etc., muy comunes entre ellos. Esta práctica, les estaba
exigiendo respetar a sus compañeros en los tiempos, entradas, ensambles, para que
pudiera sonar realmente como una orquesta.

Esta observación detenida, nos mostró claramente cuál era nuestro propósito
pedagógico: necesitábamos reforzar la práctica fuera de los ensayos y, que
pudieran replicar éstas mismas acciones en su vida cotidiana.

De esta forma, estaban pudiendo permanecer activos como colectivo y nuestro


propósito era que pudieran percibir el beneficio que les significa funcionar como
equipo, unidos por un mismo objetivo; que tienen mucha más fuerza y que en el
conjunto logran sonar como orquesta. Esta, debe ser la apropiación del nuevo

2
Pablo Gentili, Un zapato perdido- Ponencia Rio de Janeiro.
3
Conformarse: entiéndase como la unión entre los vocablos, formarse-con.
2
aprendizaje para la vida, que les permite entenderse como sujetos capaces de no
reproducir aquello que los fragmentó e individualizó.

El sentido individualista, está instalado políticamente en nuestra sociedad, como marca


observable en los barrios populares también. Está enquistada en gran parte de la
subjetividad social, que va generando nuevas estructuras sociales, que destruyen y
desplazan los principios solidarios.

Pedagogía Social

El trabajo de campo, no se propone solo darles una taza de leche (en el mejor de los
caso) esa práctica, responde a un momento histórico donde en la emergencia era la
única respuesta real y concreta que se podía dar; pero paulatinamente es necesario poder
ir reemplazándolas por políticas de cambio profundas, donde cada familia recupere el
derecho a compartir la mesa en su propia casa, que estos espacios conquistados se
conviertan en lugares de encuentro para el juego y el aprendizaje.

Volver a colocar en el centro de la vida social a la familia, como núcleo fundamental


para la sociedad y para cada sujeto. Promover el desarrollo local juntamente con las
prácticas que la educación popular propicia, para generar un cambio perdurable y
definitivo como lo plantea Razeto4.

Es necesario que estos niños sean los sujetos de cambio, dando los pasos que hagan
falta, para ser liberadores de sus pasados. Por convicción y principios, propiciamos el
ensamble entre el aprendizaje musical y la vida diaria, logrando la unión necesaria entre
la reflexión y la acción, para poder obtener una mirada crítica sobre el mundo y por lo
tanto ser transformadores de su realidad.

Que estos niños, como todos aquellos a los que la adultez se les vino encima de prepo,
vuelvan a conquistar los espacios de juego y alegría, que entre risas y melodías los está
fortaleciendo…para transformar sus futuros y constituirse como sujetos reflexivos, en
pos de una revolución autentica de la sociedad y el mundo.

En este sentido, el gran educador latinoamericano Paulo Freire, sostenía que la


educación es: un acto de amor, de coraje, una práctica de la libertad dirigida hacia la
realidad a la que no le teme; más bien busca transformarla por solidaridad, por
espíritu fraternal5.

Están aprendiendo a confiar y junto a sus familias, se están reconstruyendo lazos que
habían quedado fragmentados por el capitalismo salvaje, ya no están solos porque
están aprendiendo a hacerse respetar, a encontrarse en el juego con el otro, a

4
Luis Razeto, “Educación popular y Desarrollo local”, ponencia presentada a las VI Jornadas
Iberoamericanas de Educación de Adultos. El Canelos de Nos, San Bernardo, 24-28 julio de 1989
5
Freire, Paulo- “La educación como práctica de la libertad”
3
compartir…a constituirse como grupo que se hace escuchar. A conformarse como
sujetos de derecho, que como niñas y niños tienen la prioridad, en una sociedad que está
buscando la manera de volver a encontrar la mejor forma de propiciar respuestas
perdurables.

En este sentido, es que en nuestro rol como pedagogas y educadoras sociales,


aprendemos a no adjetivar los derechos vulnerados y propiciamos una mirada que
reconstruya nuevas subjetividades, para poder rearmar estas redes y llamar a los
sustantivos por su nombre.

En este proceso de aprendizaje, es que aprendimos que la vivienda es la misma para


todos, no puede existir una vivienda que necesite ser adjetivada como digna o social, o
que la educación sea para todos; ¿Cómo podría ser si no? Que mientras exista una
educación para ricos y otra para pobres, en el marco de un discurso asistencialista, hay
que seguir dando los debates que hagan falta, para lograr nuevos consensos,
propiciadores de nuevas políticas públicas, generadoras de cambios profundos para
todas y todos.

Estamos viviendo un momento histórico: en el pasado era imposible y en el futuro


impensable. Es en este presente donde es posible generar nuevos debates que permitan
establecer nuevas prioridades para la sociedad. Donde la justa distribución, no parece
solo un discurso, sino una posibilidad emancipadora.

Encontrando nuevos parámetros, que nos permitan la profesionalización de nuestras


prácticas, dándonos un marco teórico que ponga a las ciencias al servicio del pueblo y
de esta forma, encontrar las estrategias político-sociales que hagan falta para dar las
respuestas que nos merecemos como pueblo.

Por ello, es que salimos al territorio a conquistar los espacios que nos fueron arrebatos,
haciendo circular la palabra y la acción, como motor de búsqueda y humanización.

Paula Cabanchik.-

Bibliografía:

*Freire, Paulo- La educación como práctica de la libertad. Ed. Siglo XXI Editores.

*Luis Razeto, “Educación popular y Desarrollo local”, ponencia presentada a las VI Jornadas
Iberoamericanas de Educación de Adultos. El Canelos de Nos, San Bernardo, 24-28 julio de 1989

* Pablo Gentili, Un zapato perdido- Ponencia Rio de Janeiro.

* Ranciere, Jacques “El maestro ignorante”. Buenos Aires 1º ed. 2007 – Ed. Tierra del sur.

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