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Viaje mental del cambio

Modificar alguna conducta, un hábito o una actitud, es algo a lo que nos resistimos por
que tenemos la creencia que es difícil y lo único que vemos al final del camino es el
fracaso o un esfuerzo exhaustivo que no estamos dispuestos a hacer.

Programación Neurolingüística (PNL) ha analizado los modelos mentales de


personas que sí han logrado cambios significativos en su vida. A través de estas
detalladas observaciones han encontrado que lograr los cambios es realmente sencillo,
siempre y cuando uno esté dispuesto a dirigir la mente, que es la parte más importante
para crear o motivar cualquier cambio en nuestra realidad. Al intentar realizar cualquier
cambio imagina que es como un viaje que vas a realizar. Inicias en un lugar y terminas en
otro y esto requiere de una planeación y un proceder para no perder el camino.

Los siguientes pasos los debes de seguir concienzudamente sin omitir nada y lograrás el
cambio deseado.

Lo primero que debes hacer para realizar cualquier cambio es darte cuenta en tu presente
cual es tu realidad y qué exactamente quieres cambiar. Si por ejemplo algo que quieres es
dejar de fumar, o dejar de enojarte, (ver artículo El enojo y sus consecuencias), o comer
menos, (ver artículo Estrategia para bajar de peso) dejar de preocuparte tanto o ser tan
nervioso, primero hay que ser consciente de lo que uno quiere cambiar.

Escoge qué es lo que quieres cambiar en tu presente, en tu aquí y ahora. Enúncialo con
toda claridad para que tu mente sepa por donde debe actuar.

Una vez que hayas escogido lo que quieres cambiar en tu presente, pregúntate porqué vas
a hacer este proceso:

¿Necesitas cambiar?
¿Andas probando a ver qué pasa?
¿Quizá sí funcione?
¿Quieres cambiar?

Las palabras son muy importantes en PNL, de allí viene su nombre Programación
Neurolingüística; la lingüística es vital para nuestra mente y para que entienda
exactamente lo que queremos. Si contestaste que “necesitas” cambiar, pues da la
sensación que esto es forzoso, no por convencimiento. Si “andas probando....” tampoco
harás todo lo posible de tu parte y parece ser que no tendrás mucho que perder si no lo
consigues. Si piensas “quizá funcione”, estás metido en la duda de sí o no y cuando hay
duda lo más seguro es que tampoco le darás la importancia necesaria. En cambio cuando
decimos que “queremos” cambiar eso sí tiene fuerza, energía y motivación. Usamos el
verbo “querer” con situaciones positivas, deseadas y nuestra mente sabe exactamente
cómo hacerle para conseguirte lo que “quieres”.
Por otro lado si no “quieres” dejar de fumar en realidad, pues este ejercicio no te servirá
de nada. Esto quiere decir que estás a gusto como estás y no hay por qué hacer un
esfuerzo.

Analiza si en verdad te molesta tu estado actual. Pregúntate ¿me molesta seguir fumando?
¿Afecta mi salud el seguir fumando? En el caso del enojo le recomiendo que conteste a
las siguientes preguntas: ¿quieres seguir gritando por cualquier cosa? ¿Sientes que estos
enojos afectan tu salud? ¿Las personas a tu alrededor están felices contigo? En el caso de
dejar de comer ¿qué recomendaciones te ha hecho tu médico? ¿Te gusta tu silueta? ¿Qué
pasaría si bajaras considerablemente de peso? Y si tienes algún otro cambio que quieres
lograr, elabora preguntas para ti, para estar seguro que lo “quieres” hacer.

Si sigues en el camino al cambio, te pido que contestes a una pregunta más: ¿es bueno
este cambio para ti? ¿Es ecológico para ti y los que te rodean? (ver artículo PNL y la
Ecología) Si la contestación a todas las preguntas fue sí, podemos continuar.

Ya estás listo para el viaje del cambio. ¿Qué necesitas para el viaje? ¿Con qué elementos
te vas a ayudar para lograr tu objetivo? Para llegar al otro lado exitosamente necesitas
poner a trabajar los recursosadecuados que harán el trabajo por ti. Veamos de qué se trata
esto.

Si quieres dejar de fumar necesitas uno o varios recursos como por ejemplo: la decisión,
fortaleza, disciplina, valor, convicción, etc.

Si quieres dejar de enojarte necesitarás algún recurso como: control, tolerancia, decisión,
paciencia, amabilidad, sonreír más, relajación, etc.

Si quieres comer menos necesitarás la ayuda de algún recurso como: Aprender a decir
“no”, control, orden, disciplina, valor, etc.

Tú escoges tus recursos que te harán falta para llevar a cabo tu viaje a buen término.

Ahora mueve tus hombros, brazos, cintura, cuello para relajar un poco la tensión que
puedes estar sintiendo porque vas en camino hacia el cambio. Toma los recursos que
escogiste para tu viaje y toma un par de respiraciones. Comienza a imaginarte a ti mismo
en dos situaciones con tu cambio realizado. Ejemplo: dos situaciones donde solías fumar
y ahora no estás fumando. ¿Qué estás haciendo con las manos? Imagina ¿Qué les dices a
los demás cuando te ven sin cigarro? ¿Cómo te sientes? ¿Te motivan estas escenas?
¿Crees que puedan formar parte de tu vida? ¿Crees que puedes lograr que estas escenas
se conviertan en hábito?

Para verificar si has llegado a tu meta, debes notar algunas diferencias en esta parte del
trayecto:

Tus pensamientos deben de ser más positivos y motivantes que antes


Tu fisiología, postura, gestos, posición de las manos, respiración será diferente que antes

Tu lenguaje sobre este asunto deberá ser más definido, preciso y convincente hacia ti y
hacia los demás

Tu energía debe estar alta, por la sensación de logro, y también debes experimentar una
sensación de bienestar

Sigue viviendo todas las escenas que quieras con el logro del cambio, visualiza lo que te
rodea, escucha lo que dices y te dicen, cómo te sientes con este cambio positivo para ti.
Pídele a tu mente que así sea. Que te conviertas en esta persona y que tus recursos estén a
tu disposición para que te ayuden a mantenerlo.

Ya recorriste el camino necesario para lograr tu cambio y “quieres” mantenerlo. Todo


cambio requiere un proceso. Ya te diste la oportunidad de realizar estos sencillos pasos
mentales. Felicidades. Ahora necesitas un poco de tiempo y espacio para que esta nueva
programación se fije y se convierta en un hábito. La repetición de estos pasos mentales
con frecuencia (dos o tres veces al día) te ayudarán para que se instale en ti el cambio.
Date cuenta que con un pensamiento dirigido en la dirección correcta te lleva a la acción
y a un resultado. Sin esto, no sucede nada. Feliz viaje, ahora es hora de abordar el tren del
cambio.

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