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video
en
el aula
Guadalupe Hernández Luviano
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Introducción
E
n el ciclo escolar 1996-1997 la
Secretaría de Educación Pública
dotó a todas las secundarias del
país de una videoteca. Unos me-
ses antes también se habían
creado los Centros de Maestros1 en las prin-
cipales poblaciones de la república. Ambas
iniciativas ponen al alcance de los centros
escolares materiales impresos y audio-
visuales2 que cumplen diversas funciones:
como fuentes de información para actuali-
zar los conocimientos de los maestros, ar-
chivos de imagen, semilleros de ideas o
ejemplos para aplicarlos en clase y gene-
rar procesos más creativos y lúdicos que
trasciendan las viejas murallas de una edu-
cación permanentemente verbal basada en
la transmisión a receptores pasivos.
1
Para mayor información consulte el texto
“Acervos de los Centros de Maestros” que se
encuentra en esta antología.
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os antecedentes del video datan de
fines de los cincuenta, y se hallan
en California, Estados Unidos de
Norteamérica; su nombre “corres-
ponde en latín a la primera perso-
na del singular del presente de indicativo
El video como parte del
del verbo vídere. Etimológicamente signifi-
proceso didáctico permite:
viajar por el espacio,...
ca yo veo”,2 aunque por tratarse de un me-
dio audiovisual debería ser yo veo y escu-
Para lograr un verdadero cambio en la cho. En español existe cierta imprecisión
educación es necesario que el uso de me- al denominar de la misma manera al equi-
dios vaya aparejado a procesos de reflexión po de reproducción (la video), al material
y de reconceptualización de la práctica edu- de grabación (el video) y a los programas
cativa. Y no porque el quehacer del maes- grabados (los videos). Los términos correc-
tro se adapte a los medios, sino porque la tos son videograbadora o videorrepro-
introducción de nuevas herramientas o ductora (que en algunos países de habla
metodologías debe realizarse en congruen- hispana denominan magnetoscopio), video-
cia con todos los elementos que intervie- caset o videocinta (en el caso de material
nen en la práctica docente. virgen) y programa de video o videograma2
Este texto está dirigido a las maestras para denominar el material ya producido.
y maestros que se inician en el uso del vi- De igual manera, se puede confundir un
deo en clase. Conscientes de que ésta es programa de video como uno de televisión,
una nueva tarea para la cual los maestros dado que se utiliza el mismo aparato
no hemos sido formados, se trata de apor- reproductor, o hablar de teleconferencia2
tar un panorama general que permita ma- y videoconferencia2 como si fueran sinó-
nejar los principios básicos, el lenguaje y nimos. En este caso la diferencia estriba
los recursos expresivos del video.2 Se hace en el tipo de transmisión; si es en vivo se
especial énfasis en el uso didáctico como trata de una teleconferencia y si es pre-
un primer momento de conocimiento y apli- grabada se denomina videoconferencia. Por
cación del medio. lo general la cobertura de transmisión es
Lo deseable sería que a partir de esta diferente. Una videoconferencia está diri-
información los maestros incursionaran en gida a un público específico, como parte de
la aplicación de este medio y generaran es- un curso o de un evento de interés particu-
trategias particulares conforme a las ca- lar, mientras que una teleconferencia abar-
racterísticas de sus alumnos y al nivel y ca a un público más amplio; sin embargo,
contexto en el que desempeñan su práctica esta consideración es relativa y no deter-
docente. El reto consiste en ir más allá de mina la diferencia.
la fascinación por la imagen; tampoco se
trata de ilustrar las clases, sino de explo- 2
Joan Ferrés y Antonio Bartolomé, El video,
tar las posibilidades que este recurso ofre-
enseñar video, enseñar con el video, México,
...observar la secuencia ce, hoy en día, en la búsqueda de nuevas Gustavo Gili, 1991 (Colección Medios
de un proceso natural,... formas de aprendizaje. de Comunicación en la Enseñanza), p.19.
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Verónica Tostado Span, Manual de producción
de video. Un enfoque integral, México,
Alhambra Mexicana, 1995, p. 62.
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Javier Arévalo Zamudio, Imágenes visuales I, Antonio R. Bartolomé, Video interactivo,
fascículos del Curso Multimedia de Educación Barcelona, Ediciones Técnicas Rede, 1990.
para los Medios, México, SEP-UPN, 1994, p. 21. p.18.
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a incorporación de un medio en • Conocer lugares remotos.
la educación implica un proceso • Ejemplificar conceptos abstractos.
de apropiación. Este proceso debe • Conocer la opinión de expertos.
estar en consonancia e interac- • Esquematizar o simplificar la realidad
tuar de manera natural en la coti- para su mejor comprensión.
dianidad escolar. Para ello, se requiere to- • Acortar en tiempo y espacio procesos
mar en cuenta las condiciones materiales que pueden durar hasta varios siglos,
necesarias para su uso, el conocimiento como es el caso de las eras geológicas.
que posee el y maestro sobre las caracte- • Estimular la expresión oral y escrita.
rísticas y manejo del medio, así como su Un mismo video, conforme a los pro-
pertinencia y congruencia con los propósi- pósitos de aprendizaje y al estilo docente,
tos escolares. podrá incorporarse en distintos momentos
Por ello, proponemos el uso didáctico del proceso didáctico y con funciones diver-
del video como una primera etapa de apro- sas: para motivar, introducir, desarrollar,
piación en la que el profesor se familiariza- confrontar ideas, recapitular, concluir o eva-
rá con el discurso audiovisual, aprenderá a luar. Cada caso merece un tratamiento es-
analizarlo y evaluarlo y diseñará estrate- pecial y diferenciado. A continuación se
gias didácticas acordes con sus condicio- plantean algunas ideas al respecto.
nes particulares.
En etapas subsecuentes, profesores y Como motivador
alumnos con cámara en mano incursionarán
en la investigación, en el registro de sus El atractivo de las imágenes de un video pue-
experiencias de aprendizaje y en la produc- de resultar muy eficaz para despertar el in-
ción de su propio material didáctico. terés sobre un contenido. Su finalidad es lla-
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Para recapitular
Se trata de la utilización del video para for-
talecer el aprendizaje de los alumnos. En
este caso se repite el problema completo
o sólo algunos segmentos del video con el
que se presentó el tema y se desarrollan
diversas actividades conforme a las nece-
sidades de los estudiantes y al propósito
de aprendizaje. Puede también hacer las
veces de una evaluación formativa en gru-
po. Para ello se puede solicitar a los alum-
nos que expliquen aspectos relevantes de
un contenido apoyándose en un video; po-
dría tratarse del que se utilizó para desa-
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Como parte de un proceso dinámico y para Hoy fueron a verme unos papás de la mesa directiva para decir-
enseñar a los alumnos a ver de manera di- me que están interesados en comprar otros videos, pero que no
ferente, y no como se ve la televisión, con- saben cómo seleccionarlos. Con todo lo que he aprendido has-
viene aprovechar las funciones de la video- ta ahora, les dije que hay tres aspectos en los que se tienen que
grabadora. fijar: el contenido, o sea de qué trata; la estructura, es decir, cómo
Las formas de uso pueden ser muy va- se organizó didácticamente el contenido, y la forma, que es la
riadas: calidad de la imagen, el sonido y otros recursos utilizados para
• Mostrar un segmento y detenerlo para presentar de manera atractiva el tema. Estuvimos un buen rato
analizarlo o profundizar en el tema. platicando; al final concluimos que ésta es una labor de equipo
• Reproducir segmentos sin audio para y vamos a consultar a los maestros según el tema que se trate.
que el maestro sea quien explique.
• Observar secuencias y solicitar a los
¿Qué hacer después de
estudiantes que lo expliquen.
• Oscurecer la imagen y dejar sólo el la presentación de un video?
audio, a fin de que los alumnos recons-
truyan lo que está sucediendo. Ningún medio es suficiente por sí mismo
• Organizar presentaciones por equipo, para alcanzar los propósitos de aprendizaje.
con el apoyo de algunas imágenes o se- Por esto, conviene considerar actividades
cuencias de video. que complementen y resignifiquen la infor-
El profesor puede adecuar el ritmo de mación obtenida.
su exposición al grado de atención de los Las actividades que se pueden realizar
alumnos o de la comprensión del tema, para después de la presentación de un video cum-
lo cual es conveniente detener la imagen o plen varias funciones, como recapitular, des-
hacer pausa. tacar los aspectos centrales, promover la li-
El uso de la pausa o detener el video bre expresión de los alumnos, el desarrollo
permitirá destacar aspectos significativos, de las capacidades de análisis y de síntesis,
palabras nuevas o conceptos. El maestro la puesta en práctica de lo aprendido o rela-
puede preguntar: ¿Qué creen que va a pa- cionar el contenido con otras asignaturas.
sar ahora? ¿Se fijaron en este aspecto? ¿De Es importante resignificar no sólo los
qué otra manera se podría resolver el conceptos, sino también los procedimien-
problema? ¿Ustedes qué habrían hecho en tos y las actitudes relacionadas con los
esa situación? ¿Cómo explicarían lo que aca- propósitos de aprendizaje. Por ejemplo,
bamos de ver? O interrogar sobre lo su- el profesor puede pedir a los alumnos que
cedido para constatar el nivel de com- relacionen el video con sus ideas, actitu-
prensión, discutir o analizar el hecho des y sentimientos, y que analicen la in-
observado. formación que aparece en otras fuentes,
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Bibliografía
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educación para los medios, México, SEP-UPN, 1994.
Campuzano Ruiz, Antonio, Tecnologías audiovisuales y educación.Una visión desde la
práctica, Madrid, Akal, 1992.
Corominas, Agusti, La comunicación audiovisual y su integración en el currículum,
Barcelona, Instituto de Ciencias de la Educación, Universitat de Barcelona, Graó
de Serveis Pedagogics, 1994.
Ferrés, Joan, Video y educación, México, Paidós, 1992.
––––– y Antonio Bartolomé, El video, enseñar video, enseñar con el video, México,
Gustavo Gili, 1991 (Medios de Comunicación en la Enseñanza).
Mallas, Santiago, Didáctica del video, Barcelona, Fundación Serveis de Cultura Popular,
Alta Fulla, 1987.
Tosi, Virgilio, El lenguaje de las imágenes en movimiento, México, Grijalbo, 1993.
Tostado Span, Verónica, Manual de producción de video. Un enfoque integral, México,
Alhambra Mexicana, 1995.
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