recién en 1953, y que aún conserva muchas costumbres de la nación europea que lo colonizó: Inglaterra.
Cada 20 de Julio se celebra el “Día de la
Libertad” en donde se conmemora la valentía y perseverancia de los militares que lucharon por conseguir la independencia de todos los ciudadanos del país.
Justamente en esta localidad se libró una de las
últimas batallas de la guerra y cada año el Alcalde ofrece una fiesta de gala, un poco anticuada a opinión de algunos, para todas las familias de Saint Honore.
En el Gran Domo se está llevando a cabo esta
celebración en donde más de 50 mil personas están disfrutando de una gran velada. Este complejo es muy grande y tiene una gran cantidad de lugares y de recovecos, por lo cual es fácil perderse.
Mientras algunas personas, especialmente los más
jóvenes, dan rienda suelta a sus pasiones sin que los mayores los vean, otros prefieren ir a refrescarse a los jardines para tomar aire fresco, o también otros deciden sentarse en las bancas para conversar o pensar y reflexionar.
Justamente eso es lo que está haciendo Amelia
Nielsen, hija de un importante médico de la ciudad, sentada en uno de los jardines principales, llamado Elizabeth II, en honor a la Reina de Inglaterra, bautizado así en la época de la Colonia.
- ¡Wow!, no puedo creer lo aburrida que estoy –
dice la joven mientras se echa hacia atrás, para quedar tendida en el pasto. - Si tan sólo Ian estuviera aquí todo sería distinto y seguramente yo podría ser feliz. Toda esta vida de lujos no me está pareciendo tan importante después de todo, quiero buscar un punto de equilibrio en mi vida en donde pueda saber quién soy y qué es lo que realmente quiero.
Ian, a quien menciona la joven, es su ex novio que
se fue de la ciudad para ir a la capital a estudiar en la Universidad. Ellos decidieron terminar por mutuo acuerdo, ya que temían que la distancia acabara por apagar el amor, y también para no sentir presión ni celos al estar tan lejos el uno del otro. De pronto entre los arbustos se asoma un hombre, que al parecer no tiene más de 20 años…
- ¡Pues yo te puedo ayudar a encontrar tu
equilibro! – grita el joven mientras se acerca hacia donde está Amelia.
Amelia se sorprende y pega un pequeño salto, pues
ella creía que se encontraba sola.
- ¡Oh!, me asustaste, no pensé que hubiera
alguien aquí. - Pretender estar solo en un lugar donde hay más de 50 mil personas no me parece algo muy correcto… - dice el joven.
- Disculpa, ¿nos conocemos? – dice Amelia
mientras coloca una cara de extrañeza.
- ¡Oh perdón!, no me he presentado, me llamo
Máximo.
- Mi nombre es Amelia, ¡mucho gusto! – dice la
joven mientras se acerca y coloca su mejilla mientras él sutilmente la besa.
Amelia se aparta bruscamente de Máximo.
- ¡Estás muy helado!, ¿tienes frío?
- No – dice el joven con dureza – yo siempre he sido así.
- ¿A qué te refieres con que siempre has sido
así?.
- Siempre, toda mi vida, o bueno, al menos desde
que comenzó mi nueva vida, pero eso para mí es siempre.
- ¡Qué gracioso!. Hablas como si te hubieras
reencarnado… - dice la muchacha burlonamente.
- Quizás. Aunque no me gusta hablar de estas
cosas. De hecho, hay muchos aspectos de mi vida que aún no conoces…y no creo que sea conveniente conocer.
- No te preocupes, te conozco hace 10 minutos y
no pretendo conocer todo de ti. Eres bastante misterioso, ¿sabías?
- Misterioso es lo mínimo que puedo ser – el
joven se acerca hacia la chica – Aún no me has visto en todas mis facetas, dice al reírse sombríamente.
La chica lanza una gran risotada.
- Entonces, vamos a ver, señor misterio, ¿qué es
lo que traes bajo ese perfecto cuerpo?. - No te gustaría saberlo, te lo aseguro – dice Máximo mientras su rostro comienza a ponerse tenso y serio.
- ¿Ah no?, dice la joven desafiante.
- No.
- ¡Pero vamos!, a mi siempre me ha interesado
conocer los secretos más grandes de las personas misteriosas como tú, creo que soy una experta.
- ¿Estás segura que quieres conocerme?.
- Sí.
Máximo se acerca cada vez más a la joven hasta
quedarse detrás de ella.
- Yo pensé que eras tú quien quería conocerse a
sí misma, y ahora quieres saber quién soy – le dice al oído. Te aseguro que tu desgraciada vida puede empeorar mucho más si es que te atreves a desafiarme. Las niñas como tú, malcriadas, envidiosas y perdidas no merecen la pena vivir, o perdón, sí merecen la pena, pues son la presa perfecta para los hombres que quieren divertirse y aprovecharse cuando están borrachos, drogados o… Amelia le pega una cachetada.
- ¡O qué, maldito!. No voy a aguantar que un
desconocido venga a tratarme así, seré niña, pero no por eso voy a dejar que me hables de esa manera. Sabes, no vales la pena, olvídate de mí y de esta conversación. ¡Al final todos los hombres son iguales!.
Amelia comienza a caminar rápido con la intención
de alejarse del jardín.
- ¡Vamos!, pregunta, ¿¡no estabas tan interesada
en saber!? – le grita mientras avanza a mucha velocidad hasta quedar al frente de la chica que huía.
La joven se queda atónita.
- ¿Cómo…hiciste…eso? – pregunta temblorosamente.
- Te lo dije – dice sonriente – chicas como tú son la presa perfecta de borrachos, drogados, o…
- ¿O qué? – dice asustada.
- O…¡VAMPIROS! – grita Máximo mientras su boca
deja relucir sus grandes colmillos.
- ¿Qué? – murmura aterrorizada la joven.
- ¡Aléjate de mí! – dice Amelia mientras se gira en la otra dirección para correr desesperada.
Máximo corre rápidamente hasta toparse con la
joven. Lo hacen varias veces, y en cada una de ellas Máximo se ríe de los vanos intentos por escapar de Amelia. Hasta que la toma del cuello, se coloca detrás de ella y le dice:
- ¡Demasiado tarde, estimada! – le dice al oído
mientras ella intenta gritar, pero Máximo le cierra la boca con una de sus manos – demasiado tarde. Ya me he fijado en ti y te he condenado como mi alimento. O no, más bien, tú misma te condenaste, por curiosa, yo estuve dispuesto a darte una oportunidad, pero lo arruinaste, ahora ¿qué haré?...¡alimentarme de toda tu sangre!.
Amelia intenta gritar, pero sus esfuerzos son
nulos, Máximo la tiene tomada muy fuerte, mientras su mano derecha la tiene en su boca.
- Vamos a acabar con esto – dice irónicamente
Máximo - Serás mi regalo de cumpleaños.
Gira el cuello de Amelia, y sus colmillos
aparecen nuevamente, su rostro se torna sombrío y monstruoso, como un animal… - Algún día me agradecerás haber acabado con tu miserable vida – le susurra.
Máximo traga un poco de saliva, sube su cabeza,
respira hondo y luego incrusta su dentadura con firmeza y brutalidad en el cuello de Amelia. Mueve su boca como si fuera un animal atacando a su presa y le succiona su sangre, hasta que el cuerpo débil de la muchacha cae casi inerte en el pasto y Máximo se limpia, con un gesto de satisfacción en su rostro. Luego deja tirado el cuerpo y huye del lugar a una velocidad tan grande como ningún humano es capaz.
En los alrededores, una pareja está caminando
tomados de la mano y se besan a ratos. Van atravesando el jardín hasta que se encuentran con la macabra escena. La mujer, horrorizada, grita con desesperación. CAPÍTULO 1: UN EXTRAÑO VENENO
La mañana llega a Saint Honore y con ello un nuevo
día de experiencias y nuevos desafíos para Igor.
El día anterior fue noticiosamente intenso, lo
cual es bueno para un joven periodista. Igor Madden tiene 23 años y este recién es su segundo año como profesional de las comunicaciones. Ha vuelto a su pueblo natal para trabajar en el único canal de televisión que tiene la ciudad, “SH-TV” en el cual se ha desempeñado los últimos 6 meses.
Su pasión por el periodismo comenzó cuando era
pequeño y nunca dudó que eso sería lo que finalmente estudiaría. Al llegar la adolescencia una serie de eventos familiares terminarían por destruir la vida normal y feliz que llevaba hasta ese entonces. Su padre se había ido de la casa con otra mujer, dejando en la más absoluta soledad a Helena, su madre, y los dos hermanos, Igor y Steven.
Desde ese día todo fue distinto para la familia e
Igor tuvo que tomar el rol masculino en su hogar a una corta edad. Lo que tan fácilmente conseguían otros niños de su edad, para él era una verdadera odisea obtener, pues su madre trabajaba muchas horas para mantener a sus hijos. Esto marcó profundamente la personalidad del joven, pues la soledad le iría retrayendo de las relaciones con las demás personas, transformándose en una persona muy tímida. Al terminar la Universidad decidió volver a su ciudad natal para acompañar a su madre nuevamente, rechazando una gran oferta laboral en la capital, Bidaria C.F.
Igor decide que la única manera de volcar todos su
sentimientos sin miedos es a través de la escritura, por lo que creó un Blog, donde relata sus alegrías, esperanzas, miedos y decepciones sin ningún tapujo.
En propias palabras de Igor, ésta es su historia:
“Creo que nunca nací para ser feliz. Al menos no
en aquellas cosas que más quisiera serlo. A mí la vida siempre se me ha dado difícil desde temprana edad y eso me ha marcado. Creo que todos los momentos cruciales de mi vida han estado marcados por dos tipos de eventos diametralmente opuestos entre sí: el amor y la tragedia.
Cuando era muy pequeño, junto a mi hermano
teníamos una tortuga la cual era nuestra mascota favorita. A los nueve años uno no piensa en que eso puede ser superficial, pero el querer a un animal para mí siempre fue importante. Todo iba bien, le entregaba amor y todo lo necesario, sin embargo un día la tortuga desapareció y asustado le conté a mi mamá lo sucedido. Ella me dijo que la tortuga la había regalado, junto a otras cosas más que vendió, porque nuestros ingresos no eran lo suficientemente grandes para mantener ninguna otra cosa que no fuera yo y mi hermano. Tragicómico, ¿no?. No sé si reír o llorar, pero es cierto, una tortuga marcó mi vida.
Luego en la secundaria veía con tristeza como la
gran mayoría de los niños de la escuela tenían lo último de todo, yo en cambio siempre usé ropa regalada por mis primos mayores. Pero a mí eso no me importaba en lo más mínimo, hasta que un día, en clase de educación física, uno de los jóvenes más populares vio mis zapatillas de fútbol y dijo burlonamente si acaso no tenía otras zapatillas, porque con esas no iba a ser elegido en ningún equipo.
Listo. Otro hecho simple, pero trágico para mi
dañada autoestima. Creo que en la única etapa de mi vida donde no me sucedieron grandes cosas fue en la Universidad, excepto porque había un profesor que se encargaba de humillar a todos aquellos que no eran de la capital, diciéndonos pueblerinos débiles. La Universidad forjó un poco mi carácter y el vivir sólo me sirvió para dejar de aceptar atropellos en mi vida. Es increíble como estos hechos, que a la vista de cualquier persona que ha tenido todo perfecto en su vida, le parecen tontos y hasta ridículos, marcan el camino de todo lo que serás tú en el futuro. Sí, hasta el más mínimo detalle de ellos.”
Casa de los Nielsen / 08:45 am.
El matrimonio Nielsen, uno de los matrimonios de
peso de la ciudad, la pasada noche se vio involucrado en uno de los hechos más escalofriantes de la fiesta para el Día de la Libertad. Su hija fue atacada por un extraño animal que no se ha podido identificar y fue hallada en estado crítico por sus mismos padres, mientras se desangraba en uno de los jardines del Gran Domo, recinto en donde se hacen grandes celebraciones, usualmente para ocasiones especiales de la ciudad.
El doctor Leonard Nielsen se encuentra en el
comedor, tratando de desayunar algo, mientras habla por celular con su esposa, Grace.
- Sí Grace, ya estoy apunto de irme al hospital,
¿cómo sigue Amelia?, ¿el doctor Gauci la cuidó bien?...está bien, eso me reconforta, pues ayer sinceramente pensé que nuestra hija…ya sabes…moriría. - Sí, estuve con ella hasta las 5 de la mañana y luego vine a casa, discúlpame por no avisarte, pero tenía que descansar un poco, cambiarme ropa y volver al hospital. Tú estabas dormida y no te quise despertar…bien, voy casi saliendo, ¡qué bueno que Amelita se esté recuperando!, bueno, nos vemos, ¡adiós!.
El doctor Nielsen cuelga y afirma su cabeza con
sus manos…
- ¡¿Ay hija qué te ha pasado?! – dice pensativo.
Se toma el último sorbo de café y parte raudo de
su casa, toma el auto y se va.
En un bosque cercano a la ciudad, en lo más
profundo de los árboles se encuentra Máximo. Está de pie, meditando acerca de muchas cosas. Muchos recuerdos vienen a su mente, especialmente que hoy se cumple un año más desde que nació, hace tres siglos y medio.
Para la sociedad vampírica él ya dejó la etapa de
desarrollo de sus habilidades y comienza una etapa como “vampiro superior”. Sabe que eso le da mucho más rango entre sus pares, ya que ha logrado estar en este mundo durante muchos años. Dentro del mundo de los vampiros son pocos los que llegan más allá de los 400 años, ya que comienzan a enloquecer y los cambios generacionales van tornando su vida en una verdadera condena, ya no tienen intención de cubrir sus asesinatos y son tarde o temprano perseguidos y asesinados por los cazadores de vampiros. Se dice, en la mitología vampírica que actualmente hay unos 2 o 3 que tienen más de 500 años, y especialmente uno, cuyo nombre todos señalan que es Dandriel que vive escondido en Europa junto a su esposa, y que tiene nada más ni nada menos que 1238 años. En los rangos vampíricos él sería un “Elder”, un ser que ni los vampiros más temerarios desearía desafiar.
La vida de Máximo comenzó en Florencia, Italia, en
donde él era un prometedor artista plástico. Era el elegido escultor de muchas familias poderosas del siglo XVII y también el pintor de muchos frescos que él mismo, con el tiempo, se encargaría de destruir. Durante toda su vida fue un hombre de media sociedad, trabajador y excelente hijo, estando raramente envuelto en situaciones inapropiadas o truculentas.
Al cumplir 23 años, Máximo se encontraba
trabajando para una familia importante de Florencia, los Casiraghi y se enamora perdidamente de la hija menor de ellos, llamada Adela. Con el tiempo se hacen grandes amigos y poco a poco comienzan una relación oculta, pues la diferencia de clase no era aceptada por los padres de ésta.
Lograron mantenerse unidos algún tiempo, cuando la
madre de Adela los descubre y decide enviarla a Roma a vivir con unos familiares, para que se olvide de Máximo.
Todo esto fue muy triste para el muchacho, pues
Adela se había convertido en su gran amor y la razón por la cual vivir. Y así pasaron los meses y un día, inesperadamente, Adela regresa a Florencia totalmente transformada.
Había algo distinto en ella, su físico sin lugar a
dudas era más deslumbrante que antes y su personalidad más desinhibida y oscura. Ella había cambiado para siempre.
Sin embargo la relación entre ellos se mantuvo y
eventualmente llegaron a casarse sin la aprobación de la familia de ella. En la noche de bodas ocurre una revelación muy impactante: Adela había sido atacada en Roma por unos seres misteriosos que resultaron ser vampiros y ahora ella era uno de ellos. Máximo no podía creer lo que escuchaba. Y tampoco pasaron muchos minutos hasta que Adela mostraría sus relucientes colmillos y mordería a su esposo para dar lugar a una transformación lenta y dolorosa.
Como la vampira era neófita – apodo dado a los
vampiros nuevos – no fue una buena iniciadora para Máximo, lo que trajo consecuencias muy trágicas en su forma vampírica. Al ser transformado por una inexperta, él se transformó en un ser diferente, muy desquiciado y malévolo, sin normas y con ansias de poder.
El nuevo matrimonio de vampiros se fue de la
ciudad y del país para comenzar con sus nuevas vidas y viajar por el mundo haciendo las cosas más macabras que pudieran existir…
Máximo deja de recordar, pues siente a lo lejos un
olor extraño y decide ir a rastrear el lugar que le señala su nariz, su poderoso olfato.
A la velocidad de un rayo va abriéndose camino por
la vegetación hasta que llega a la carretera principal que lleva a la ciudad. En ese momento vuelve a quedarse quieto, se detiene por un momento, vuelve a respirar profundamente y luego de una pequeña brisa que le indica la dirección a tomar, sigue rumbo hacia el oeste, muy rápidamente.
Televisora SH-TV / 18:35 pm.
Igor se encuentra en su trabajo conversando con su
exigente jefe.
- Igor, tengo una gran tarea para ti mañana, un
gran reportaje que tendrás que cubrir – dice el señor mientras enciende un cigarrillo y se sienta en el gran sillón de su oficina. - ¿Ah sí?, ¿y de qué se trataría, Señor Hills? – dice Igor con poco entusiasmo, ya que sabe que las “grandes tareas” de su jefe son cosas sin emoción.
- Bueno, mañana te tocará ir a cubrir un evento
muy importante para la ciudad. Como sabes, el Alcalde está repostulando para el próximo período y él hará un acto masivo en la plaza. Necesito que vayas y cubras el evento, la sensación de la gente, lo que ella opina y que además puedas ir y quedar bien con la esposa del Alcalde, pues le debo un favor.
- ¿Un favor?, ¿y cuál sería? – dice
picaronamente.
- ¡Bah!, no es nada de lo que tu piensas,
digamos que es una cosa importante que le debo de hace algún tiempo, por lo tanto, tú deberás encargarte de que todo quede arreglado para que parezca que él será reelegido. Hasta podrías ofrecerle dinero a las personas que entrevistes para que ellas hablen a favor del Alcalde. - ¡Pero…! – dice en señal de desaprobación.
- Pero nada, yo soy el jefe y haces lo que te
mande – dice con un tono autoritario.
- Mmmm…como usted diga jefe… - dice dubitativo.
Igor sabe que aquello no es lo más ético, sin
embargo no puede oponerse porque es su trabajo.
- Supongo que te ha quedado claro, así que ahora
te puedes retirar, muchas gracias, ¡adiós!.
Lo empuja y cierra la puerta.
- Todo sea por mamá, todo sea por mamá, repite
en su mente mientras emprende camino hacia el lobby central de la televisora.
Hospital de Saint Honore / 19:00 pm.
El sol ya se está poniendo en el oeste y con ello
poco a poco las luces de la ciudad se encienden. La noche es la parte favorita del día para los seres oscuros, los no muertos.
Luego de seguir el rastro mediante su olfato,
Máximo llega al Hospital. Se para en la esquina del frente y mira hacia arriba, como queriendo reconocer ese olor. Sigue caminando hasta rodear el edificio por la parte posterior y llega al estacionamiento. Por su gran rapidez pasa desapercibido para los guardias de seguridad y mientras se va acercando el olor se hace más perceptible. Mira hacia arriba. Él ya no tiene dudas que ese olor proviene del piso número siete y de la única habitación en la cual su luz se encuentra apagada. Con mucha agilidad da un salto de por lo menos 15 metros hasta afirmarse con la cornisa de la habitación y entra por la ventana.
Al entrar observa en la única cama que hay
pareciendo reconocer a aquella mujer que se encuentra durmiendo. Por los equipos médicos se puede deducir que su vida está pendiendo de un hilo y que cualquier complicación grave podría tener consecuencias fatales.
- Así que sobreviviste – dice sorprendido y con
un tono burlesco. - Resultaste ser más fuerte de lo que pensé, y eso me gusta en las mujeres. Cuando luchan por las cosas y no se rinden en medio del camino. Por lo visto tu familia te ha dejado sola. ¡Que gran error!. Ahora estamos solos tú y yo. ¿Qué irónico, no?, pues me decías que tu vida era un asco y aún así te aferraste al último poco de fuerza que te quedaba en tu interior, no te entiendo, pero me gustas, tu gran fortaleza me ha sorprendido. Y te premiaré.
Se acerca cada vez más a la muchacha con un paso
sigiloso e imperceptible.
- Te dije que algún día me lo ibas a agradecer.
Pero no pensé que fuera tan rápido. Es más, ¿sabes?, no seguiré haciéndote sufrir más tiempo con mi veneno corriendo por tus venas.
Acomoda a la muchacha en posición vertical y abre
sutilmente su boca. Se acerca recostándose a su lado y con una navaja se corta las venas de su muñeca. La sangre cae dentro de la boca de la muchacha. Esta acción la realiza por algún momento hasta que retira el brazo y al mirarse su herida se cierra rápidamente.
- ¡Listo!, ahora sí que tu vida tendrá más
acción, Amelia. Sólo tienes que esperar que mi sangre transforme completamente cada uno de tus órganos y de tus funciones, hasta que seas una mujer nueva, deslumbrante, una hermosa joven vampira. Este es el regalo de la vida eterna que no debes desperdiciar – ríe.
Máximo escucha que a algunos metros alguien se
viene acercando, por lo que antes que abrieran la puerta él se aleja y salta los 15 metros para salir del hospital.
Quien abre la puerta es la madre de Amelia, Grace,
quien se acomoda en el sillón junto a la camilla. Pasan algunas horas y ya es tarde. Hay una gran calma en la habitación, pero de repente Amelia despierta y comienza a gritar como loca, tal cual le estuvieran haciendo mucho daño.