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Colegio José Hernández 3ro A turno mañana Construcción de Ciudadanía

Proyecto: Adolescencia en la historia

"Juventud es sangre en las venas, frescura en


las ideas, vida en el alma y luz en la mirada"

Fundamentación y Objetivos:

Al cumplirse el Bicentenario de la Revolución de Mayo de nuestro país, una de


las pautas de trabajo en Construcción de Ciudadanía consistía en elegir un
tema de investigación que estuviera comprendido en este periodo.
Después de haberse propuesto diversas variantes de investigación, decidimos
de común acuerdo un tema que nos inquietaba a todos: La adolescencia.
Queríamos saber cómo eran los adolescentes de la época, en el siglo XIX, si
eran diferentes a nosotros, si siempre existieron, como se vestían, como eran
sus características de comportamiento.
 Comprender los cambios sociales que dieron lugar al surgimiento de esa
etapa.

 Conocer cómo eran los adolescentes del siglo XIX.

 Reconocer las similitudes con los adolescentes actuales.

Acciones:

o Recolectar información.

o Lectura y análisis de diferentes fuentes.

o Armado del Proyecto.

o Publicar el trabajo de investigación en el blog de Construcción de


Ciudadanía : www.labandadelarbolito.blogspot.com

Recursos:

Uso de internet.

Bibliotecas.

Destinatarios: Comunidad Educativa del Colegio José Hernández.


Colegio José Hernández 3ro A turno mañana Construcción de Ciudadanía

Desarrollo:

¿Cuándo surge?

La adolescencia aparece en la clase burguesa, en las últimas décadas del siglo


XIX y deriva de un conjunto complejo de factores ligados a la industrialización y
al desarrollo capitalista de la sociedad. En este período se acentúa la distancia
entre las clases sociales: la burguesa acumula el capital y el poder a expensas
de los campesinos y artesanos que son desposeídos de su oficio. El
proletariado, sometido a duras condiciones de trabajo de existencia, aparece
entonces. A menudo es víctima del desempleo, en particular los jóvenes
muchos de los cuales son expulsados del mundo del trabajo como
consecuencia de los progresos de la mecanización.

La familia que, anteriormente, era de tipo patriarcal, se transforma en forma


familiar nuclear compuesta por padres y algunos hijos que no dejan su casa a
los siete años, sino que permanecen en ella hasta que se casan.

Muchos jóvenes comienzan a frecuentar regularmente la escuela, sobre todo


los que necesitan obtener un título universitario para poder suceder a sus
padres. La escuela se especializa por grupos de edad: escuela primaria y
secundaria. Para evitar las rebeliones la escuela adoptó un estilo militar. El
ideal que les proponía a los adolescentes era el de la obediencia ciega del
soldado. Además los educadores animaban a los jóvenes a practicar los
deporten en grupo, así el deporte los alejaba de los pensamientos
revolucionarios, y del mundo de las jóvenes.

La Revolución industrial provocó una mayor marginación y subordinación de los


jóvenes, porque muchos de ellos fueron expulsados del mundo del trabajo y ya
no podían participar en la vida de los adultos como antes. Llevan una vida
separada bajo el control de la familia de la escuela, de los movimientos de
juventud, condenados al desempleo, privados del trabajo. Hasta el siglo XIX,
los jóvenes se resistieron a las tentativas de limitar sus libertades. Sus
rebeliones se manifestaron de formas variadas: revueltas estudiantiles,
participación en las revoluciones y, participación en las luchas de clase,
delincuencia, manifestaciones variadas de contracultura y de subcultura.

Hacia fines del siglo XIX los jóvenes de 14 a 18 años, se resignaron a depender
de la familia y de las demás instituciones. Orientaron la agresividad hacia si
mismos.

Consecuencias sociales de la Revolución Industrial:

El fenómeno económico conocido como Revolución Industrial es una de las dos


transformaciones fundamentales del ámbito económico de la civilización. La
industrialización tomó forma inicialmente a finales del siglo XVIII en el
occidente de Europa, más precisamente en Inglaterra. Durante las primeras
décadas del siglo XIX, sus rasgos distintivos se extendieron rápidamente a
lugares como Francia, Alemania, Bélgica y EE.UU. En los primeros años del
siglo XX, llega a lugares fuera de Europa y Norteamérica. A finales del siglo XX,
la industrialización o sus efectos habían alcanzado prácticamente a todos los
rincones del globo.

El desarrollo de la industria atrajo a miles de campesinos, los centros urbanos


crecieron y, debido a la escasez de viviendas, las familias obreras vivían
amontonadas en reducidas e insalubres casuchas.

A medida que avanzó la urbanización se agudizó la separación entre los grupos


acomodados, que habitaban en los barrios confortables, y los obreros,
condenados por la miseria a apretujarse en hileras de casas malolientes.
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La industrialización ha acarreado consecuencias abrumadoras. No sólo cambió


la vida laboral, sino también la vida familiar y el ocio personal.

La industrialización modificó gradualmente la naturaleza de la vida. Los niños


eran utilizados en ocasiones en la industria primaria, pero con la introducción
de maquinaria moderna, su trabajo ya no era necesario.

Consecuencias para la estructura familiar

La familia como institución natural, no puede considerarse como un producto


estático, pues ha recibido a lo largo del tiempo un legado histórico
considerable. Por ejemplo, la forma cómo los griegos concebían a la familia es
diferente a la que tuvieron los romanos del Bajo Imperio, influida por los
ideales cristianos; y distinta a la idea de familia del siglo XXI. La familia, pues,
como hija de su tiempo, ha sufrido muchas transformaciones, positivas y
negativas.

De acuerdo con esto, nos surge una pregunta ¿desde cuándo presenciamos la
difusión del modelo nuclear de la familia (padre, madre e hijos), tan arraigado
en la sociedad occidental? Vemos que uno de los momentos claves de la
historia y cuya influencia aún se siente fue la Revolución Industrial. Iniciada en
Inglaterra a fines del siglo XVIII, trajo un sinfín de innovaciones tecnológicas a
la producción, que originaron una migración masiva de las familias rurales,
hacia las ciudades.

Este fenómeno, de gran relevancia económica, tuvo y tiene una repercusión


enorme en la sociedad y, por supuesto en la familia. En la sociedad
preindustrial predominaba el modelo de familia rural y extensa conformada por
padres, hijos, abuelos, tíos, parientes en general, quienes, unidos por lazos de
sangre, fortalecían sus relaciones con los rituales del matrimonio, el nacimiento
y la muerte. La familia era, pues, el contexto social más importante ya que
además de lugar de residencia constituía la unidad básica de producción; sus
miembros trabajaban conjuntamente y se prestaban apoyo mutuo.

Asimismo, ejercía funciones de bienestar y de control social, no sólo criaba y


educaba a sus hijos, sino también servía cuidaba de los enfermos y ancianos.
En ella era diferente el trato y la educación de niños y adolescentes; sobre todo
en las sociedades rurales, sus miembros, desde muy pequeños eran tratados
como adultos, a diferencia de la prolongada adolescencia observada en las
sociedades actuales, que deja transcurrir más de diez años entre la pubertad y
la adopción de roles adultos.

Pese a que no se conocen bien las razones del cambio, a partir de la revolución
industrial comenzó a “generalizarse” la familia conyugal o nuclear; decimos
generalizar porque el modelo nuclear ya existía y, aunque no emergió en un
punto histórico específico, fue el Cristianismo quien más lo impulsó.

Al crecer las ciudades con el desarrollo industrial, las relaciones entre los
miembros de las familias que habían sido más personales y directas, se
vuelven impersonales y anónimas, la gente se vuelve desarraigada, y decae la
solidaridad.

Con la industrialización se produjo la separación entre el hogar y el lugar de


trabajo, estableciéndose así una frontera más visible entre el espacio público y
el privado. La familia se idealizó como un lugar perfecto donde se redujo la
distancia entre padres e hijos y se revalorizó la función social de la mujer como
esposa y como madre. La ideología liberal, nacida del desarrollo de la
burguesía y del progreso económico, empezó a proclamar el derecho del
individuo a escoger al cónyuge, el lugar de residencia y el grupo de familiares
con los que se quiera relacionar. Sin embargo, este proceso acarreó un aspecto
negativo: se produjo una individualización de las relaciones familiares, que
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causó una creciente separación entre la familia nuclear y el parentesco


extenso y el cierre del hogar a los no parientes; asimismo, causó una gran
separación entre las generaciones y, especialmente, el aislamiento de las
personas ancianas.

No debe extrañarnos por lo tanto la presencia de algunos fenómenos actuales


como el abandono de los ancianos, la indiferencia creciente hacia quienes no
forman parte de la familia nuclear, el individualismo que aísla a las familias de
una dinámica social comprometida, y las sumerge en una especie de anomia.

Donde se nota gran preocupación por la educación es en la obra de Kant, una


inquietud de los niños, ya que mediante ella es la única forma en que el
hombre puede llegar a ser hombre.

Se comienza a pensar sobre la instrucción pública, la necesidad de llevar la


escuela primaria a todo el pueblo; es decir, darle la educación básica popular,
se prepara al niño para la vida, para cuando sea adulto el objetivo es el deseo
de educar a los niños conforme a ese futuro.

En el siglo XIX es publicada la pedagogía general derivada del fin de la


educación (1806) de Juan F. Herbart, el cual fue considerado como el iniciador
de un proceso metodológico y sistemático.

Al destruir la psicología aristotélica, sienta las bases científicas de la psicología,


que a su vez da nacimiento a la pedagogía científica; esto permitió sistematizar
en la práctica todo un conjunto de normas con el fin de formar en los niños y
adolescentes la conciencia moral.

Después de la Revolución Francesa, cuando se pensó en educar al adulto como


problema específico. La educación que hasta ese momento estaba destinada
principalmente a niños y jóvenes.

De manera que si históricamente el rol de estudiante fue hasta ese momento


apropiado para la niñez y adolescencia se tomaron ciertas decisiones para
formar el sistema escolar.

Frente a ese nuevo contexto económico y socio – cultural, la pedagogía es


afectada con este cambio, ya que se comienza a atender las necesidades
educacionales de los adultos (fue necesario alfabetizar grandes masas que
acudían por primera vez a la escuela); muchas personas se preguntaban cuál
era la diferencia entre un niño y un adulto.

En la adultez se toma en cuenta los aspectos fisiológicos, psicológicos,


sociológicos y legales, pero estos varían de acuerdo a diversos factores,
principalmente a la cultura y a la época.

Los factores sociales y psicológicos son los principales intervinientes en la vida


adulta desde la niñez.

Se puede decir que la educación de adultos institucionalizada es reciente y


esta inmersa dentro de la modernización de la sociedad donde la ciencia y la
tecnología caracterizan aceleradamente los cambios sociales.

La formación de recursos humanos para las nuevas tecnologías, la lucha contra


el desempeño y otras motivaciones sociales, obligan a reflexionar sobre el
papel que juegan la educación de adultos en un mundo en constante
transformación.

¿Cómo se vestían los adolescentes en el siglo XIX?


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Los Hombres

Visten calzones con faja de seda y chaquetilla de alamares, mientras que las
clases elevadas llevan frac con hombreras anchas y cuello vuelto. Calzones
ceñidos o pantalones. Chaleco y corbatín o corbatas anchas. Redingotes.

En 1840 el frac es ajustado y con faldones más estrechos; el pantalón tiene


trabilla usándose levita con amplios faldones. El chaleco es corto y la corbata
grande. Se usaba el pelo rizado y largo, patillas y perillas. Sombreros con capa
alta.

Las mujeres

Sigue llevando los trajes con ligeras modificaciones. En 1830 se almidona y


ahueca la falda, baja el talle, vuelve el corsé y las mangas se acortan y se
abullonan. A mediados de siglo reaparece el miriñaque de crinolina, con
volantes, y se usa polizón abultado por detrás y corpiño ajustado. Peinado en
bandos con trenzas y rizos, con moño alto y tirabuzones que luego se
substituyen por bandos con tirabuzones y moños. Cofias de terciopelo,
sombreros pequeños y pamelas, con bridas de cintas. Zapatos descotados con
un cruzado de cintas.

DATO curioso:
El tatuaje moderno data de 1880, cuando se diseñó la primera
máquina para practicarlos.

El Segundo Nacimiento:

De la lectura de un fragmento de Rousseau1: El segundo nacimiento,


descubrimos que habla de la adolescencia como una etapa que surge de la
muerte de su vida infantil. Es un periodo de duelos y de desprendimientos,
tendrá que despedirse de su cuerpo infantil, de sus juguetes, del vínculo
infantil que mantenía con sus padres, de su creencia infantil sobre el mundo.

Durante su infancia conocía el mundo y estaba en relación con su realidad a


través de la mirada de sus padres: sus opiniones, sus creencias, su percepción
de la vida, etc. Las opiniones del niño son enteramente las de los padres, y
cuando éstos discrepan, el niño tiene dificultades para pensar por su cuenta. A
partir de los 11-12 años los modelos exteriores empiezan a tener peso.
Despertará a todo un mundo exterior a través de su propia mirada. Será en la
adolescencia cuando se decida a pasar la frontera entre el mundo que ha
imaginado y la realidad.

Tiene y quiere salir al mundo exterior y no puede hacerlo amarrado a sus


padres: tiene que volar solo.

Ya no le sirve su mundo infantil pero a pesar de su deseo por entrar en el


espacio de los adultos, tiene miedo de no llegar a hacerlo, de no estar a la
altura, y de no saber qué personajes albergar dentro de su nuevo cuerpo.

Es un periodo de crisis porque toda la seguridad de etapas anteriores ha


desaparecido, todo se le mueve: sus ideas, sus sueños infantiles, sus afectos.

Nacen pulsiones nuevas, desconocidas, se le presentan formas nuevas de


conocerse, de demostrar lo que es capaz de hacer. Se le presentan muchos y
desconocidos retos. Una nueva forma de vida.

1
Jean Jacques Rousseau. “Emilio” tomo quinto.
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Bibliografía y páginas web consultadas:

 Jean Jacques Rousseau. “Emilio” tomo quinto.

 http://www.sld.cu/libros/libros/libro5/tox1.pdf

 http://www.infermeravirtual.com/es-es/situaciones-de-
vida/adolescencia/informacion-general.html

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