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EL JURISTA Y EL SIMULADOR DEL


DERECHO.
Empezare por hacer mención que no sabía que
esperar acerca del libro, el jurista y el simulador del
derecho. Y me encantaría hacer mención en este
momento que me dejo un gran sabor de boca, junto
a un aporte de grandes ideas que anteriormente a
su lectura desconocía y espero que al realizar este
ensayo del ya anteriormente mencionado libro, sea
del agrado de quien en un futuro posterior lo pueda
leer y de la misma forma desearía hacer un aporte
extra en mis propias palabras, agradezco de
antemano el buen tino que mi maestro ha tenido a
bien encomendarme esta lectura ya que para mí en
lo personal ha sido de un gran aporte cultural.

Necesidad del derecho como orden normativo de la sociedad y del estado

Es preciso hacer mención que las sociedades humanas son por


naturaleza desorganizadas ya que el ser humano al distinguirse de los
demás animales, este no está limitado al instinto y por esta causa
goza del libre albedrío. A consecuencia de esta libertad es necesario
poner límites en su actuar, proceder, hacer, omitir y ser. Ya que de
lo contrario lo llevaría a su autodestrucción. El derecho es un orden
normativo jerarquizado. Por eso pertenece al mundo del deber-ser,
desde la norma jurídica positiva, escrita o consuetudinaria, hasta los
postulados ideales. Ese orden normativo es la estructura formal de
toda sociedad. Sin el ésta no podría existir ni subsistir, pues la vida
social, a través de sus múltiples e incontables manifestaciones de
toda especie.

Por ende la necesidad de un orden normativo que haga posible poder


vivir en sociedad ya que de otra forma sería imposible que el ser
humano lograra al menos un desarrollo individual o colectivo de
beneficio propio o común, por lo que al no poder existir aislado en
estado ermitaño debe y es preciso la existencia de un órgano que
regule la conducta humana, para incluso protegerlo de el mismo y de
sus semejantes. A este órgano se le ha llamado estado que pretende
que el hombre tenga una conducta adecuada a la sociedad en la que
vive. Lo que alude a un deber ser y con esto el surgimiento del
derecho. Puesto que el punto clave es la sociedad humana, las
normas deben ser acordes a esa sociedad siempre en constante
cambio así de igual manera la norma y el estado es, y será siempre
un ente en constante transformación. Tales normas, traducidas en
b

leyes positivas de vigencia limitada y por esencia cambiantes, pueden


tener cualidades o defectos, revelar o no el ideal diversificado de
justicia, ser o no conversivas o progresivas, buenas o malas, pero
siempre absolutamente necesarias para estructurar a la sociedad
humana. Al igual que el autor, pienso que el Derecho es la base de la
estructura de la sociedad y que sin lugar a dudas, es el velador de la
seguridad social, por lo tanto, todas las transformaciones sociales,
políticas, culturales y económicas recaen en él, debiendo por ello
estar en una constante evolución a fin de ajustarse a dichos cambios
repentinos y constantes.

Semblanza del jurista

Por otro lado, en el libro se plantea la idea de que el jurista debe


poseer diversas características para considerarse como tal, una de
ellas el ser libre, sin embargo, creo que la libertad va más allá de lo
planteado por Ignacio Burgoa, pues desde mi punto de vista, se
puede disfrutar de ella a pesar de que se esté al servicio de
dependencias o cualquier otro patrón, pues más bien ahí reside el
demostrar la capacidad como abogado, la ética, los valores y el amor
a la justicia de cada persona, proyectando asimismo las demás
características que todo jurista debe poseer, esto es, la autenticidad,
la veracidad, el valor civil, la honestidad y el espíritu de justicia; pues
puede un abogado no estar al servicio de nadie y a pesar de ello ser
deshonesto, falso, indiferente, apático, vanidoso y atado a sí mismo.

El jurista debe ser abogado de las causas justas ya que tiene la


sapiencia y el conocimiento del derecho. Que son para él las armas
necesarias para hacer que impere la justicia y seguridad pero no solo
de forma individualizada. También de manera colectiva procurando el
bien común, debe por lo tanto ser un humanista siempre a favor de la
justicia así, para poder lograrlo no tiene por qué estar atado a ningún
vinculo, que le impida ser imparcial, siempre tomando en cuenta que
su misión es una noble causa, la cual tiene que defender y para esto
es necesario gozar de libertad absoluta ya que de lo contrario
perdería su objetividad, buen juicio, imparcialidad y se vería como un
ser sin ética. El camino y vida del jurista siempre estará lleno de
tentaciones, es en esos momentos cuando debe imperar su voluntad
de hombre recto y no anteponer sus intereses personales a los de su
defendido ya que es este último el que deposita toda su confianza en
su defensor, por lo que es preciso que el abogado goce de un
carácter y fortaleza envidiables junto a una actitud de mando y no de
sometimiento a ninguna causa injusta, así tiene y debe ser un hombre
honesto.

La cultura jurídica

La cultura, el conocimiento, y el aprendizaje son parte esencial del ser


humano así la cultura surge con el hombre y es producto de este,
c

desde el inicio y a la par de su aparición en el planeta, si bien con la


cultura han surgido las sociedades y civilizaciones. De tal forma que
la cultura abarca todos y cada uno de los aspectos de la vida del
hombre, por lo tanto debemos hacer mención de la cultura jurídica
que consiste en el conocimiento del derecho que como se ha visto,
este ha evolucionado junto con el hombre y su entorno social,
político, económico, filosófico, etc. Entonces no estaríamos mal en
decir que el cultor del derecho si aspira a ser un jurista y no un
simple abogado, es preciso que conozca la historia del hombre en
todos y cada uno de los aspectos para de esa forma ser un hombre
sabio. Ya que no basta con conocer las leyes y aplicarlas es necesario
saber sus fuentes y orígenes. Ahora bien, el jurista también es
llamado jurisprudente o maestro de la ciencia jurídica, pues ambos
denotan sabiduría, entendimiento, permanente estudio y experiencia
en el cultivo del derecho, pues como bien se indica en el libro, todo
jurista debe ser científico y artista al mismo tiempo, constituyendo
con ello la cultura jurídica.

Tipología del jurista

El jurisconsulto, el abogado, el maestro de derecho y el juez, todos los


antes mencionados, deben ser personas rectas, honestas, sinceras,
responsables, ya que el ejercicio de la profesión así lo exige por sus
labores humanistas, ya que debe actuar como un coadyuvante de la
justicia y luchar por esta con todo su ser y en todo momento por lo
que en sus manos está el impartir justicia para lo cual se hace
necesario que el hombre de derecho, sea cual fuere o como se le
llamase goce del conocimiento de las leyes pues sería absurdo que un
hombre de derecho desconociera las normas jurídicas también se
hace indispensable que goce de libertad absoluta que sea poseedor
de un carácter y firmeza de hierro al momento de defender las
causas justas pero no solo lo debe de hacer por obligación si no por el
contrario, por gusto, por amor a su vocación a su ética , moral, en si
debe ser un hombre sabio poseedor de un gran intelecto pero
gozando ante todo de una calidad humana muy superior a su
sapiencia. Todo tipo de jurista lucha por el mismo objetivo.

En ese mismo orden de ideas, es posible observar que en la realidad


muchos licenciados en derecho se ostentan como juristas, cuando
realmente se encuentran corrompidos convirtiéndose como bien lo
dice el autor, en Simuladores del Derecho, quienes tienen entre otras
características el ser vanidosos, ególatras, mentirosos, fraudulentos,
falsos, mediocres y corruptos. Desafortunadamente, este tipo de
seudo-abogados son los que más encontramos a nuestro alrededor y
por ello se pierden entre sus sombras los verdaderos juristas que
salvan la profesión, es aquí cuando nos cuestionamos que es más
valiosa la vida o la libertad porque hay quien por obtener su libertad
está dispuesto a perder incluso su vida, debe en si vivir para dar,
para procurar no solo el bienestar individual sino a su vez el de la
d

colectividad, aportar a cada instante de su vida lo mejor de su ser,


tomando como base siempre la legalidad ,el derecho y el
conocimiento de estas como sus armas para poder llegar siempre a la
justicia.

El simulador del derecho

Empezaremos por mencionar que la simulación es la acción de fingir


o imitar lo que no se es, partiendo de este hecho podemos en algunos
casos mencionar que la simulación tiene sus bases en la mentira, en
la falsedad. Que siempre es cruel por ser lo contrario a verdadero –
verídico. Por lo tanto un simulador. Es un ser del cual por causa efecto
ha de emanar la farsa, la mentira, el engaño, el fraude, el cohecho, la
vanidad y el odio a sus semejantes y por qué no mencionarlo a el
mismo por lo que es un defraudador vil y ruin, carente de los
principios más básicos de ética y moral y del desconocimiento del
derecho. Los simuladores, que desafortunadamente se ostentan como
abogados, esa realidad podría desanimarme, sin embargo, con este
libro comprendí que lo importante es luchar por esa convicción de
hacer bien las cosas, yendo más allá de la descripción de la norma al
tener cualquier caso en nuestras manos, reflexionando,
profundizando, analizando y sobre todo incrementando el
conocimiento con ese amor al Derecho que tiene que caracterizar a
cualquier persona que se haga llamar ABOGADO.

El libo toca un tema muy interesante ya que habla de la importancia


de estudiar el derecho desde su origen, su enfoque filosófico,
sociológico, moralista. Y nos enfatiza que como buen abogado tienes
que estar siempre en constante estudio x que los problemas de la
sociedad no siempre serán los mismos al igual que el estudio e irán
cambiando constantemente con forme los problemas de toda una
comunidad o población.

Bibliografía

Burgoa, Ignacio.( 2009 ). El jurista y el simulador del derecho. México,


D. F., editorial Porrúa

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