Sei sulla pagina 1di 14

© EdikaMed S.L. • www.edikamed.

com

C A P Í T U L O 1 3

HIPERTRANSAMINASEMIA
MANTENIDA EN
VARÓN ASINTOMÁTICO
DE 41 AÑOS CON
SEROLOGÍA VIRAL NEGATIVA

CASO CLÍNICO

Varón de 41 años que acudió a la consulta de gastroenterología


en agosto de 2004 para completar un estudio de hipertransaminase-
mia de 1 año de evolución. El paciente no era hipertenso ni diabéti-
co conocido y tampoco padecía ninguna dislipemia. No reconocía
ningún hábito tóxico. Como antecedentes de interés refería haber
padecido una hepatitis A en la infancia y estaba bajo seguimiento en
el servicio de cardiología por presentar una taquicardia supraventri-
cular, bien controlada con tratamiento betabloqueante. El paciente
permanecía completamente asintomático desde el punto de vista
digestivo. No refería pesadez pospandrial ni clínica péptica. El apeti-
to estaba conservado y mantenía un peso dentro de los límites nor-
males. Realizaba una deposición al día de aspecto normal, sin pro-
ductos patológicos. No había presentado dolor ni distensión
abdominal en ninguna ocasión en el pasado y tampoco refería fiebre
ni sensación distérmica. Nunca se le había detectado ninguna pato-
logía articular, no había presentado alteraciones en la visión ni evi-
denciaba manifestaciones cutáneas.
La exploración física no mostró ningún hallazgo patológico. En
una analítica rutinaria se hallaron cifras elevadas de transaminasas
L. CRESPO PÉREZ (GOT 58 U/l, GPT 83 U/l). El resto de valores analíticos hepáticos
L. GIL GRANDE estaban dentro de la normalidad. Se solicitó entonces un estudio de
E. MARTÍN SÁEZ* hepatopatía que incluía serologías para virus de la hepatitis (VHA,
VHB, VHC, VHD, VHE), citomegalovirus (CMV) y virus de Epstein-Barr
* Dermatología (VEB), alfafetoproteína, cobre y ceruloplasmina, anticuerpos no orga-
noespecíficos (ANOES), ␣1-antitripsina, proteinograma e inmunoglo-
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
108 Hipertransaminasemia mantenida en varón asintomático…

bulinas, estudio lipídico y pruebas de función


tiroidea. Todos estos estudios, así como la eco-
COMENTARIOS
grafía abdominal, fueron normales.
En unos análisis de control realizados poste- ENFERMEDAD CELIACA DEL ADULTO.
riormente se observó ferritina baja (7,70 ng/ml), MANIFESTACIONES CLÍNICAS
con cifras de hierro en el límite bajo de la norma-
lidad (30 µg/dl). La hemoglobina, el volumen cor- INTRODUCCIÓN
puscular medio y la hemoglobina corpuscular
media eran normales. Las transaminasas seguían La enfermedad celiaca es una de las afeccio-
estando alteradas, con valores semejantes a los nes genéticamente determinadas más prevalen-
ya mencionados. Por este motivo, se decidió soli- tes en la población occidental [1-3]. Se caracteri-
citar pruebas de anticuerpos antiendomisio y za por la aparición de una reacción inmunológica
antigliadina, que resultaron positivos (anticuerpos contra el intestino delgado desencadenada por el
antigliadina Ig A 200 U —normal por debajo de gluten de la dieta. Diferentes estudios epidemio-
20 U— y anticuerpos anti-gliadina Ig G 200 U lógicos han estimado una prevalencia de 1 caso
—normal por debajo de 40 U—, con anticuerpos por cada 130-400 individuos de la población
antiendomisio positivos). Se realizó el test de D- general [4, 5]. La enfermedad celiaca general-
xilosa en orina, que resultó patológico (2,25 g), mente se presenta en los primeros años de la
así como la determinación de grasas en heces, vida, aunque puede pasar inadvertida y no ser
igualmente patológica (17 g/24 h). Se solicitó diagnosticada hasta la edad adulta, con una pre-
posteriormente una endoscopia oral, que fue sentación atípica [6]. Se estima que la enferme-
considerada normal. Se tomaron biopsias de la dad celiaca con manifestaciones extraintestinales
segunda porción duodenal, en las que se demos- es hasta 15 veces más frecuente que la enferme-
tró una atrofia parcial intensa de las vellosidades dad celiaca con síntomas intestinales y que por
con lesión del epitelio de superficie y aumento de cada paciente diagnosticado existen entre 5-
los linfocitos intraepiteliales (LIE), compatible con 10 pacientes que no lo están [3]. El descubri-
enfermedad celiaca. El estudio inmunofenotípico miento y la introducción en la práctica clínica de
demostró un aumento en el porcentaje de linfoci- pruebas serológicas sensibles y específicas (anti-
tos T gamma-delta respecto al total de LIE de cuerpos antiendomisio y antitransglutaminasa
44,5 % (normal por debajo del 10 %), un aumen- tisular) han permitido incrementar el diagnóstico
to de los linfocitos del receptor antigénico de las de casos monosintomáticos o asintomáticos.
células T (TCR) gamma-delta respecto al total del
epitelio de 4,3 % (normal por debajo del 1 %), y MANIFESTACIONES DIGESTIVAS
un porcentaje de linfocitos CD3-CD103+ (i-NK) EXTRAINTESTINALES
respecto al total de LIE de 0,2 % (normal por DE LA ENFERMEDAD CELIACA
encima del 20 %); todo ello sugería también la
presencia de enfermedad celiaca. Se realizó un Hipertransaminasemia y enfermedad celiaca
estudio de histocompatibilidad que mostró antí-
genos leucocitarios humanos (HLA) DR3-DQ2, Generalmente, ante el hallazgo de unas cifras
igualmente compatible con el diagnóstico de de transaminasas persistentemente elevadas en
enfermedad celiaca. Se instauró dieta sin gluten, un paciente asintomático, se suelen descartar
con buen seguimiento por parte del enfermo. Se patologías como la hepatitis crónica viral, la
recomendaron suplementos ferrosos durante 3 hepatopatía de origen enólico, el déficit de ␣1-
meses. Tras 4 meses con dieta sin gluten, las antitripsina, enfermedad de Wilson, hepatitis
transaminasas se habían normalizado. autoinmune, hemocromatosis o hígado graso no
alcohólico, y se suele pensar menos en un
aumento de las transaminasas secundario a
DIAGNÓSTICO DEFINITIVO trastornos tiroideos, enfermedad de Addison o
enfermedad celiaca. Se calcula que los pacien-
tes con enfermedad celiaca presentan elevacio-
Enfermedad celiaca del adulto. nes leves y asintomáticas de las transaminasas
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
L. Crespo Pérez, L. Gil Grande y E. Martín Sáez 109

en el 15-55 % de los casos. Por otro lado, se celiaca en estadio de cirrosis que se mantienen
estima que se diagnostica de enfermedad celiaca compensados gracias al seguimiento de una
hasta al 10 % de los pacientes con hipertransa- correcta dieta sin gluten [15].
minasemia persistente de origen no filiado y al
3,5 % de los pacientes con hígado graso no alco- Síndrome de Budd-Chiari y enfermedad celiaca
hólico [7-10]. Por lo tanto, y dada la elevada pre-
valencia en la población general, algunos autores El síndrome de Budd-Chiari consiste en la
proponen la realización del cribado serológico obstrucción parcial o total del drenaje venoso
para la enfermedad celiaca antes de solicitar hepático. En la mayoría de las ocasiones, esta
otras pruebas dentro del protocolo de estudio de obstrucción es debida a la trombosis de las
hepatopatía que permitirían descartar otras venas suprahepáticas, en el contexto de trastor-
enfermedades menos prevalentes, como el défi- nos trombofílicos (síndrome antifosfolípido, défi-
cit de ␣1-antitripsina (prevalencia de 1 caso cada cit de proteína C y S, déficit de antitrombina III,
1.500 individuos de la población general) o enfer- etc.), enfermedades mieloproliferativas y hemo-
medad de Wilson (prevalencia de 1 caso cada globinuria paroxística nocturna. Más excepcio-
30.000 individuos de la población general) [11, nalmente, la dificultad al drenaje venoso es con-
12]. La hipertransaminasemia persistente asinto- secuencia de la presencia de membranas en la
mática es más frecuente en varones, con una vena cava inferior, de lesiones traumáticas, o de
relación hombre/mujer de 2:1, y la enfermedad la compresión venosa por lesiones ocupantes de
celiaca es más frecuente en mujeres, por lo que espacio (infecciosas o tumorales). El síndrome de
el cribado para enfermedad celiaca debe ser Budd-Chiari puede presentarse durante el emba-
especialmente considerado en mujeres con razo y en el posparto, y parece que los anticon-
hipertransaminasemia persistente de origen no ceptivos orales podrían ejercer un papel como
filiado [13]. coadyuvantes al desarrollo de trombosis en las
Actualmente, se desconoce el mecanismo venas suprahepáticas. Se han comunicado casos
etiopatogénico exacto y, aunque inicialmente se asociados con enfermedad de Behçet o con la
relacionó con la desnutrición que presentan enfermedad inflamatoria intestinal. Sin embargo,
muchos pacientes celiacos, esta hipótesis se en la actualidad no es posible filiar la etiología de
rechazó al comprobarse la existencia de hiper- este síndrome hasta en un 10 % de los casos.
transaminasemia en individuos celiacos con un En la enfermedad celiaca se han descrito
buen estado nutricional. Hoy en día, se acepta alteraciones de los parámetros de la coagulación
como teoría más verosímil el paso de sustancias que podrían contribuir a la trombosis de las venas
tóxicas hepáticas a través de una mucosa intes- suprahepáticas: así, puede existir trombocitosis
tinal crónicamente inflamada. Incluso se ha des- variable; la malabsorción de vitamina K en el
crito mejoría analítica e histológica tras el trata- íleon terminal da lugar a un descenso en la sínte-
miento con dieta sin gluten [14]. sis de los factores de la coagulación dependien-
Generalmente, sólo se considera necesaria la tes de vitamina K, entre los que se encuentran las
realización de una biopsia hepática si, además de proteínas C y S, y los déficits de esas proteínas
la hipertransaminasemia, existe un aumento en la son causa bien conocida de síndrome de Budd-
cifra de bilirrubina y de otras pruebas de función Chiari. No obstante, la deficiente producción de
hepática, situación en la que resulta obligado factores dependientes de la vitamina K general-
descartar otras patologías. Se estima que hasta mente se traduce en diátesis hemorrágica (epis-
en el 90 % de los pacientes las cifras de trans- taxis, gingivorragias), que a veces constituyen la
aminasas se normalizan tras 1 año con dieta sin manifestación inicial y única de la enfermedad
gluten. Si en ese tiempo no se aprecia mejoría celiaca, mientras que no se ha comunicado la
analítica y se ha asegurado el buen cumplimiento existencia de fenómenos trombóticos en ningún
de una dieta exenta de gluten, estaría igualmente lugar en estos pacientes sin otra causa subya-
justificada la realización de una biopsia hepática cente que lo pueda justificar [16]. Por lo tanto, se
para descartar otras posibles patologías subya- considera que entre las causas o los procesos
centes. Hay casos descritos de pacientes con predisponentes al síndrome de Budd-Chiari no
hepatopatía crónica asociada a la enfermedad se encuentra la enfermedad celiaca. Actualmen-
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
110 Hipertransaminasemia mantenida en varón asintomático…

te se cree que este síndrome no es una entidad ros 3 meses de tratamiento con interferón (IFN)
asociada a enfermedad celiaca, pero sí se han presentaron síntomas como diarrea o anemia y
comunicado casos aislados en pacientes del finalmente fueron diagnosticados de enfermedad
norte de África, donde además son infrecuentes celiaca. En estos pacientes se estudió el anti-
ambas enfermedades [17]. En los pacientes nor- cuerpo antiendomisio, que fue positivo antes del
teafricanos se ha comprobado que el consumo tratamiento antiviral, y sus síntomas remitieron
de ciertas hierbas en esas áreas geográficas, tras dieta sin gluten. Algunos de estos pacientes,
asociado a otros factores ambientales o incluso que posteriormente estuvieron con régimen ade-
genéticos, podría justificar el síndrome de Budd- cuado, recibieron nueva terapia con IFN y ribavi-
Chiari [17]. rina sin que presentaran recurrencia o empeora-
miento de la enfermedad [20]. Es conocido el
Hepatitis crónica por virus C y enfermedad aumento de la incidencia de patologías autoin-
celiaca munes posterior a la terapia con IFN. Este fenó-
meno podría explicarse porque el IFN-␣ induce
Se ha observado que los pacientes con hepa- diferenciación de células TH2 a TH1, con produc-
topatía por virus de la hepatitis C tienen una ción de citocinas como IL-2 e IFN-␥, y aumenta la
mayor prevalencia de anticuerpos antiendomisio y citotoxicidad de linfocitos T y natural killer. Esto
antitransglutaminasa IgA, que llega al 1,2 y 3,4 %, induciría la actividad inmune en los tejidos en
respectivamente (frente al 0,4 % de la población forma similar a la activación que provoca el glu-
general), especialmente en portadores del haplo- ten en la lámina propia. Algunos autores sugieren
tipo HLA DQ2 [18]. Por otra parte, se conoce la que esta activación de una enfermedad celiaca
relación entre la infección por el VHC y la presen- silente no estaría mediada por el IFN, sino más
cia de otros marcadores inmunológicos, como bien por la ribavirina, ya que ésta aumenta la pro-
los anticuerpos antinucleares, antimúsculo liso, ducción de citocinas mediadas por reacciones
anti-LKM-1 (anticuerpos microsomales de hígado TH1 y suprimiría las respuestas TH2 [21]. No se
y riñón) y antitiroideos, como también con pato- ha descrito una asociación en los pacientes con
logías extrahepáticas como la crioglobulinemia hepatitis por VHC tratados con IFN y la aparición
mixta esencial, el liquen plano y el síndrome de posterior de marcadores serológicos de enferme-
Sjögren, entre otros. Por todo lo expuesto, resul- dad celiaca, por lo que cabe suponer que no se
ta coherente incluir la enfermedad celiaca dentro desarrolla la enfermedad celiaca de novo, sino
de estas asociaciones inmunológicas [19]. que estaría presente de forma subclínica antes
Por otro lado, se conoce la relación entre la del tratamiento [22].
enfermedad celiaca y los genes de la región de
los HLA de clase II (DR3 y DQ2), que en gemelos Hemocromatosis y enfermedad celiaca
idénticos sólo se expresa hasta en el 40 %, por lo
que su presencia no se explicaría solamente por La hemocromatosis es un trastorno autosó-
este factor genético [19]. A su vez, el VHC puede mico recesivo en el que existe un aumento en la
provocar una respuesta inflamatoria similar a la absorción del hierro de la dieta, que provoca un
que ejerce el gluten en los pacientes suscepti- depósito patológico de hierro en diferentes órga-
bles, mediada por linfocitos T y activación de nos, como el hígado, el corazón y ciertas glándu-
células TH1, en presencia del alelo HLA DQ2. La las endocrinas. En la hemocromatosis se ha des-
frecuencia de aparición de este alelo en pacien- crito una mayor mortalidad que en la población
tes con hepatitis crónica por VHC es del 52 %, general, debida a enfermedades cardiológicas, al
frente al 31 % en la población general. Por lo desarrollo de hepatopatía crónica o hepatocarci-
tanto, es posible que los pacientes con infección noma. Parece lógico pensar que el daño de la
por VHC portadores del alelo anteriormente des- mucosa intestinal que se produce en la enferme-
crito tengan mayor riesgo de asociación con dad celiaca protegería de la sobrecarga férrica al
enfermedad celiaca [18]. existir malabsorción y que, tras el inicio de la
Existen varias comunicaciones de pacientes dieta sin gluten, podría empezar a manifestarse la
con hepatitis crónica por VHC sin diagnóstico clínica secundaria a la hemocromatosis al norma-
previo de enfermedad celiaca y que en los prime- lizarse la mucosa del intestino delgado [23].
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
L. Crespo Pérez, L. Gil Grande y E. Martín Sáez 111

Patologías colestásicas autoinmunes como hepatitis autoinmune, que motivó el tras-


y enfermedad celiaca plante hepático [32]. En la infancia, la intolerancia
al gluten puede causar alteraciones en la función
Se ha investigado ampliamente la asociación hepática; la gravedad dependerá del tiempo de
entre la enfermedad celiaca y la cirrosis biliar pri- exposición al gluten y de la predisposición gené-
maria (CBP), aunque los resultados obtenidos tica de cada individuo. Determinados HLA, como
han sido contradictorios, por lo que no se puede el DR3, DR7, B8 y el DQ2, el sexo femenino y un
establecer si se trata de una asociación real o es diagnóstico tardío de la enfermedad y, secunda-
simplemente fruto del azar [24-26]. Un estudio riamente, un largo tiempo de exposición al gluten,
realizado en Gales concluye que existe un 3 % de se han asociado a un mayor riesgo de desarrollar
prevalencia de CBP en los enfermos celiacos y afección hepática [33, 34]. Ya que la gran mayo-
un 6 % de prevalencia de enfermedad celiaca en ría de los pacientes celiacos permanecen sin
enfermos con CBP [24]. diagnosticar y, por lo tanto, sin tratar, y que la
Con respecto a la colangitis esclerosante pri- enfermedad celiaca puede asociarse a enferme-
maria (CEP), existen varios estudios, aunque sólo dades hepáticas tan graves como las descritas
uno de ellos fue realizado en una serie larga de en este caso, algunos autores sugieren la necesi-
pacientes y mostró una prevalencia de la enfer- dad de un esfuerzo diagnóstico mayor en la
medad celiaca del 3 % entre estos enfermos [27]. población general para llegar a diagnosticar for-
Se ha sugerido recientemente que podría mas monosintomáticas o asintómaticas.
existir una relación entre la enfermedad celiaca y
la colangitis autoinmune (CAI), una enfermedad Síndrome Sjögren primario y enfermedad
colestásica crónica poco frecuente, también defi- celiaca
nida como una cirrosis biliar primaria con anti-
cuerpos mitocondriales negativos [28]. Referente El síndrome de Sjögren primario es una enfer-
a la asociación con la hepatitis autoinmune (HAI), medad autoinmune crónica, también conocida
existe un estudio que estima una prevalencia de como síndrome seco, caracterizada por la seque-
enfermedad celiaca del 4 % entre los enfermos dad de la mucosa oral y ocular, y por la infiltración
con HAI tipo 1 y del 8 % en la HAI tipo 2 [29]. linfocítica de las glándulas salivales. Puede exis-
Es difícil evaluar el impacto de la dieta sin glu- tir disfagia por la disminución en la producción de
ten en la evolución natural de la enfermedad saliva, cambios atróficos en el antro o disfunción
colestásica. En pacientes con enfermedad hepá- pancreática. Se ha descrito desde hace años la
tica grave y celiaca sintomática se ha descrito asociación del síndrome de Sjögren con la CBP y
que la dieta sin gluten mejora el cuadro malab- la CEP [35]. Pittman y Holub fueron los primeros
sortivo, ganancia ponderal y resolución de la ane- en describir su asociación con la enfermedad
mia; aunque la colestasis y el prurito no mejora- celiaca [36].
ron tras 1 año con dieta exenta de gluten [29]. En Se estima que hasta el 14 % de los pacientes
otros estudios en pacientes con CBP, CEP, CAI y con síndrome de Sjögren padecen enfermedad
HAI se ha demostrado una mejoría clínica y del celiaca, y este porcentaje llega hasta el 31 % si
patrón de colestasis tras el tratamiento con dieta se consideran las formas latentes, lo que conver-
sin gluten y ácido ursodesoxicólico, sin necesi- tiría el síndrome seco en el trastorno autoinmune
dad de usar agentes inmunosupresores [30, 31]. más frecuentemente asociado con la enfermedad
celiaca (37). La genética de ambas patologías es
Trasplante hepático y enfermedad celiaca similar, ya que comparten la asociación con el
haplotipo HLA DQ 2. Parece que los pacientes
Existe un único caso descrito en una niña de con síndrome de Sjögren con HLA DQ2 tienen
14 años, diagnosticada de enfermedad celiaca a mayor actividad inmunológica, lo que podría
los 2 años y con buena adherencia a la dieta sin explicar su asociación a otra enfermedad de base
gluten hasta los 7 años de edad, momento en inmunológica, como es la celiaca. Es poco pro-
que decide abandonar la dieta. Tras 7 años de bable que la gliadina de la dieta actúe como un
exposición a dieta normal, la paciente desarrolló desencadenante externo que provoque el daño
un fallo hepático grave, finalmente catalogado epitelial detectado en los pacientes con síndrome
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
112 Hipertransaminasemia mantenida en varón asintomático…

seco, por lo que se entiende que la dieta sin glu- neuropatía periférica antes de que se haya reali-
ten no siempre produzca mejoría clínica en estos zado el diagnóstico de la enfermedad celiaca.
pacientes [37]. Generalmente se trata de una afectación distal,
simétrica y de predominio sensitivo, aunque hay
PATOLOGÍAS NEUROLÓGICAS casos descritos de neuropatía motora, neuropa-
Y PSIQUIÁTRICAS ASOCIADAS tía autonómica y que simulan un síndrome de
A LA ENFERMEDAD CELIACA Guillain-Barré [45]. Existen casos de enfermedad
celiaca asociados a otros síndromes neuromus-
Se estima que hasta el 7 % de los pacientes culares menos frecuentes, como la polimiositis,
diagnosticados de enfermedad celiaca presentan dermatomiositis o neuromiotonía [41]. La función
una manifestación inicial clínica de tipo neuro- de la dieta sin gluten en el control de la neuropa-
lógico [38]. A continuación se describen las aso- tía periférica y en otros trastornos neuromuscula-
ciaciones neurológicas más frecuentes, como la res es incierto. Según algunos autores, la dieta
ataxia cerebelosa, la neuropatía periférica, el sín- realizada de una manera correcta podría frenar la
drome CEC (calcificaciones cerebrales, epilepsia, progresión de la enfermedad neurológica [46],
celiaca) o la cefalea. También se ha asociado con aunque otros estudios más recientes concluyen
patología psiquiátrica, como la depresión o el que la dieta sin gluten no afectaría a la evolución
autismo. natural de la enfermedad neurológica [47].

Ataxia cerebelosa Calcificaciones cerebrales y epilepsia

Esta asociación fue descrita por Cooke y Existe una elevada prevalencia de epilepsia
Smith en 1966, en un grupo de 16 pacientes diag- en enfermos celiacos (3,5-5,5 %), así como una
nosticados de enfermedad celiaca y que asocia- elevada prevalencia de enfermedad celiaca en
ban ataxia cerebelosa y neuropatía periférica [39]. enfermos epilépticos (0,8-2,5 %), lo que ha suge-
Se ha demostrado la existencia de una mayor rido la existencia de una asociación entre ambas
tasa de anticuerpos antigliadina en pacientes con patologías [41, 48]. El síndrome CEC (calcifica-
ataxia en comparación con la población general ciones cerebrales, epilepsia y celiaca) es un cua-
(30 % en pacientes con ataxia frente al 10 % en la dro conocido desde hace años, aunque muy
población general) [40]. La patogenia de esta poco frecuente [49]. Las crisis más comunes en
enfermedad es desconocida. Se ha asociado con este síndrome son las parciales complejas referi-
el déficit de vitamina E, aunque existen casos das al lóbulo occipital o temporal, ya que en
descritos en pacientes con cifras de vitamina E estos lóbulos se localizan más frecuentemente
normales, por lo que no parece que la ataxia sea las calcificaciones cerebrales. Otro tipo de crisis
secundaria a la malabsorción. Se desconoce si la asociado, aunque con menos frecuencia, son las
hipersensibilidad al gluten contribuye en la pato- secundariamente generalizadas. El síndrome
genia de esta enfermedad o si se trata de un epi- CEC puede diferenciarse del Sturge-Weber (que
fenómeno [41]. Hoy en día se acepta que en los no está asociado a la enfermedad celiaca) por la
casos de ataxia de origen desconocido se des- ausencia de angioma facial y por la presencia de
carte una posible asociación con la enfermedad calcificaciones generalmente bilaterales y de pre-
celiaca. El papel de la dieta sin gluten en el con- dominio occipital con una extensión hacia el área
trol de la enfermedad neurológica es incierto [42]. subcortical en la tomografía computarizada (TC)
[41]. La etiopatogenia del síndrome CEC es
Neuropatía periférica incierta, aunque se ha propuesto que en el de-
sarrollo de las calcificaciones cerebrales pudiera
Se estima que hasta el 49 % de los pacientes tener un papel importante el déficit de ácido fó-
celiacos tienen alguna forma de neuropatía peri- lico. En el síndrome de Sturge-Weber parece que
férica, aunque hasta un 8 % de los pacientes con las responsables de la aparición de calcifica-
historia clínica tienen estudios electrofisiológicos ciones cerebrales son la ectasia sanguínea, la
normales [43, 44]. En ocasiones se diagnostica la isquemia crónica y alteraciones metabólicas [41].
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
L. Crespo Pérez, L. Gil Grande y E. Martín Sáez 113

Una dieta libre de gluten parece mejorar el con- tados o poco habituales. Los casos más graves
trol de las crisis y permite el uso de menos canti- se caracterizan por un comportamiento extrema-
dad de medicación anticomicial [50], aunque en damente repetitivo, no usual, autolesivo y agresi-
los casos con calcificaciones cerebrales de gran vo. Las formas más leves se asemejan a un des-
tamaño y crisis intratables suele ser necesaria la orden de personalidad percibido como asociado
cirugía [51]. a una dificultad en el aprendizaje. Los trastornos
del espectro autista afectan aproximadamente a
Cefalea 1 de cada 1.000 nacimientos y es mucho más fre-
cuente en el sexo masculino que en el femenino,
Según estudios recientes, la cefalea es la en una proporción 4:1 [41].
manifestación neurológica más frecuente entre Hay estudios que han propuesto que existe
los niños celiacos. Generalmente se trata de una alteración de la mucosa intestinal en los
cefaleas de tipo tensional o migrañoso. Se ha pacientes autistas. El autismo se ha asociado con
registrado un 4,4 % de pacientes celiacos entre la enfermedad por reflujo gastroesofágico, y con
los enfermos que padecían migraña. Aunque la gastritis y duodenitis. También parece existir
etiopatogenia es desconocida, parece que el entre estos pacientes una mayor frecuencia de
buen seguimiento de una dieta libre de gluten patología biliopancreática y hay estudios que
mejora la cefalea [41, 52, 53]. asocian el autismo con colitis crónica y con
hiperplasia ileal linfoide [41]. En ocasiones se ha
Depresión descrito mejoría de su sintomatología psiquiátrica
tras el inicio de dieta sin gluten, aunque no exis-
La depresión y otras patologías psiquiátricas te consenso al respecto [57].
se asocian frecuentemente con la enfermedad
celiaca. Hasta un tercio de los pacientes celiacos LESIONES DERMATOLÓGICAS ASOCIADAS
tienen síntomas depresivos, como la apatía o la A LA ENFERMEDAD CELIACA
abulia, y en ocasiones pueden presentan cuadros
de ansiedad e irritabilidad [54]. La etiopatogenia En ocasiones, la primera manifestación clíni-
del trastorno depresivo asociado a la enfermedad ca de la enfermedad celiaca es mucocutánea.
celiaca no está aclarada suficientemente, aunque Este hecho, unido a la importancia del diagnósti-
se ha relacionado con la malabsorción y los défi- co precoz de dicha enteropatía, hace que deba
cits nutricionales de algunas sustancias, como la descartarse la existencia de enfermedad celiaca
vitamina B6 o el triptófano. Según algunos auto- en aquellos pacientes con dermatosis habitual-
res, la asociación entre la enfermedad celiaca y mente asociadas a ella. Existen múltiples cuadros
una diversa patología tiroidea también podría cutáneos asociados a la enfermedad celiaca,
explicar, al menos parcialmente, la sintomatología aunque la prevalencia de cada uno de ellos es
depresiva. Aunque algunos estudios concluyen muy diferente. También la patogenia varía según
que la dieta sin gluten no mejora la sintomatolo- la dermatosis, pudiendo clasificarse en dos gran-
gía depresiva, existen algunos casos de mejoría des grupos: patologías provocadas por mecanis-
espectacular tras el inicio de una dieta libre de mo inmunológico y por mecanismo no inmunoló-
gluten [55]. Incluso existe un estudio en el que se gico. Estas últimas en su mayoría son debidas a
describe una mejoría de la sintomatología depre- un déficit nutricional [58] (tabla 1).
siva tras la administración de vitamina B6 [56].
Dermatitis herpetiforme
Autismo
Se caracteriza por una erupción cutánea muy
Se trata de un trastorno del desarrollo relati- pruriginosa localizada generalmente en las super-
vamente frecuente. Los pacientes con autismo ficies de extensión. Su asociación con la enfer-
clásico presentan tres tipos de síntomas: interac- medad celiaca fue propuesta por primera vez en
ción social limitada, problemas de comunicación 1967. Hoy se acepta que todos los pacientes con
verbal y no verbal, y actividades e intereses limi- dermatitis herpetifome presentan enteropatía por
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
114 Hipertransaminasemia mantenida en varón asintomático…

TABLA 1. Clasificación de las manifestaciones cutáneas de la enfermedad celiaca


según su patogenia
Mecanismo no inmunológico
Mecanismo inmunológico
Déficit nutricional
Dermatitis herpetiforme Déficit de hierro
Eccema atópico Alopecia
Alopecia areata Prurito
Urticaria crónica Aftas orales
Estomatitis aftosa Estomatitis angular
Prurigo nodular Glositis
Vasculitis cutánea Coiloniquia
Dermatosis IgA lineal Déficit de zinc
Eritema elevatum diutinum Alopecia
Déficit de vitamina B12/ácido fólico
Estomatitis angular
Glositis
Aftas orales

Tomado de Poon y Nixon [58].

sensibilidad al gluten, asintomática en la mayoría pre una dieta libre de gluten. Se recomienda evi-
de los casos [59]. La patogenia de esta asocia- tar el uso de yoduro y de antiinflamatorios no
ción no está totalmente dilucidada, aunque se esteroideos, porque pueden empeorar la clínica
sabe que se producen anticuerpos IgA antigliadi- [59].
na en el intestino que se depositan en la dermis
cutánea. La edad de inicio más frecuente es entre Otras asociaciones
la tercera y quinta décadas de la vida. Las lesio-
nes típicas son pápulas eritematosas y vesículas La asociación entre la enfermedad celiaca y el
muy pruriginosas que rápidamente se erosionan. eccema atópico está aceptada por la mayoría de
Las áreas afectadas con mayor frecuencia son los autores [60], aunque aún no está totalmente
las superficies de extensión (codos y rodillas) y esclarecida su patogenia. En los últimos años se
las nalgas. La sospecha clínica debe ser confir- han realizado varios estudios que concluyen que
mada mediante biopsia cutánea y estudio histo- existe una mayor prevalencia de enfermedad
lógico, en el que se observan vesículas subepi- celiaca en los pacientes con urticaria crónica con
dérmicas con acumulaciones de neutrófilos. En la respecto a la población general. Por otro lado, los
inmunofluorescencia directa se encuentran acu- pacientes que padecen ambas patologías consi-
mulaciones granulares de IgA y de CD3 en la der- guen que remita la urticaria tras la suspensión de
mis papilar en el 50 % de los casos. La inmuno- la ingesta de gluten, lo que orienta a una posible
fluorescencia indirecta resulta negativa para implicación etiológica de éste en la patogenia de
anticuerpos contra estructuras cutáneas. El trata- la urticaria [61]. También se ha descrito un mayor
miento de elección es dapsona 50-100 mg/día, número de casos de enteropatía por sensibilidad
para posteriormente ir disminuyendo la dosis de al gluten en individuos con alopecia areata, aun-
manera progresiva hasta alcanzar una dosis míni- que aún no se conoce el significado de esta aso-
ma de mantenimiento. Otra opción terapéutica, ciación [62]. Otro cuadro relacionado con la en-
aunque menos empleada, es la sulfapiridina. Se fermedad celiaca es el liquen erosivo de mucosas
han señalado casos de mejoría tras el inicio sim- [63], que, a diferencia de algunas de las anterio-
plemente de una dieta libre de gluten, sin llegar a res dermatosis, no modifica su evolución con la
precisar un tratamiento farmacológico específico. eliminación del gluten de la dieta. También se ha
De todos modos y, por lo general, además del propuesto una asociación entre la enfermedad
tratamiento farmacológico debe asociarse siem- celiaca y la psoriasis [64].
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
L. Crespo Pérez, L. Gil Grande y E. Martín Sáez 115

OTRAS ASOCIACIONES POCO FRECUENTES nerlo de la dieta. La alimentación sin aportes de


vitamina C lleva al desarrollo de la enfermedad de
Tricobezoar gástrico y enfermedad celiaca Moller-Barlow o escorbuto. Esta enfermedad es
rara, en la actualidad, en los países industrializa-
La pica es un trastorno de conducta alimen- dos. Hoy en día, los casos de escorbuto en niños
taria que consiste en comer de manera compulsi- se deben a una dieta inadecuada en pacientes
va sustancias no nutritivas. Puede ser expresión con enfermedades neuropsiquiátricas, o por
de una enfermedad de base psicológica u orgáni- negligencia o error materno, o por dietas impues-
ca [65]. Existen dudas al explicar el mecanismo tas por el propio niño. En adultos se asocia a
por el que se produce la pica, aunque según enfermedad intestinal, como las enfermedades
algunos autores es consecuencia del déficit de de Crohn o de Whipple, y hay casos asociados
hierro, puesto que desaparece al aportar este ele- con el cáncer de colon. Existe un caso de escor-
mento. Realmente, la asociación entre la pica y la buto aparentemente asociado a enfermedad
anemia ferropénica es bien conocida, pero su celiaca en niños y otro en adultos [69]. La seudo-
patogenia aún no está totalmente definida [66]. parálisis, el «rosario escorbútico», las hemorra-
Una rara complicación de la pica es la formación gias en la piel, la inflamación y el dolor en las
de un bezoar, cuyo diagnóstico es clínico y radio- extremidades, y la irritabilidad son signos clínicos
lógico. Se ha comunicado un caso clínico, único típicos de escorbuto en la infancia. Las lesiones
en la literatura médica, de enfermedad celiaca de la piel y los hallazgos radiológicos del escor-
que se manifiesta con anemia ferropénica, pica y buto apoyan el diagnóstico, que se confirma
tricobezoar gástrico. Sus autores concluyen que determinando las concentraciones en suero y
el tricobezoar podría constituir una forma más de orina del ácido ascórbico. Generalmente, tras la
presentación y que ante su presencia debería ser administración de vitamina C se produce una
descartada una enfermedad celiaca [67]. mejoría rápida de los signos y síntomas clínicos.
En ocasiones es difícil asegurar si el déficit
Síndrome de Paterson-Brown-Kelly nutricional es debido a la enfermedad celiaca o al
(Plummer-Vinson) y enfermedad celiaca escorbuto. Se ha descrito en animales de experi-
mentación con déficit de vitamina C, la existencia
Existen al menos dos casos publicados de de una disminución en las funciones de absor-
enfermedad celiaca que se iniciaron con disfagia ción y digestión del intestino delgado con cam-
como consecuencia de una absorción deficiente bios ultraestructurales en el borde en cepillo.
de hierro. El síndrome de Paterson-Brown-Kelly Generalmente, los pacientes celiacos presentan
(Plummer-Vinson) consiste en una asociación de además dietas monótonas o limitadas, y no hay
disfagia ocasionada por la existencia de una duda de que la anorexia presente en los pacien-
membrana poscricoidea y anemia de origen tes con enfermedad celiaca puede contribuir
ferropénico. Para que se forme dicha membrana también a la aparición de escorbuto [69].
se considera que la anemia debe tener una evo-
lución larga e insidiosa. Se ha propuesto que, Hipertiroidismo y enfermedad celiaca
ante un caso de síndrome de Plummer-Vinson,
debe considerarse siempre la posibilidad de que Ante un paciente ya diagnosticado de enfer-
se trate también de un paciente celiaco, por lo medad celiaca que comience con diarrea debe
que debe realizarse una biopsia duodenal. La descartarse la existencia de un proceso infeccio-
dieta sin gluten realizada de una manera correcta so concomitante y asegurarse de que el paciente
corrige la anemia y también mejora en algunos no cometa transgresiones dietéticas. Una vez
casos la disfagia sin necesidad de dilatación [68]. descartadas estas dos posibilidades mediante
los estudios pertinentes, debe pensarse en otras
Escorbuto asociado a enfermedad celiaca patologías. Es conocida la asociación entre
enfermedad celiaca y patología tiroidea de origen
El ácido ascórbico es un elemento esencial autoinmune [70]. En la práctica clínica resulta difí-
para el ser humano, pero no se produce de una cil demostrar si las entidades coexistentes con la
forma endógena, por lo que es necesario obte- enfermedad celiaca (en este caso, hipertiroidis-
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
116 Hipertransaminasemia mantenida en varón asintomático…

mo) son patologías asociadas dependientes antiendomisio y/o transglutaminasa y, eventual-


entre sí o son sólo una coincidencia. En cualquier mente, con una biopsia intestinal [73, 75].
caso, el médico debe considerar la presentación
más frecuente de ciertas entidades al realizar un Obesidad y enfermedad celiaca
diagnóstico diferencial en los pacientes con
enfermedad celiaca [70]. Se estima que hasta el 30 % de los pacientes
celiacos están obesos en el momento del diag-
Edema angioneurótico hereditario nóstico [76]. En la enfermedad celiaca general-
y enfermedad celiaca mente existe una atrofia total o subtotal de las
vellosidades en el intestino delgado más próximo
El edema angioneurótico hereditario se pro- y parece que los pacientes celiacos obesos com-
duce por el déficit de inhibidor C1 estearasa y se pensan este déficit gracias a una absorción intac-
caracteriza por episodios repentinos y recurrentes ta más distal. Existe controversia acerca de si
de edema subcutáneo o submucoso, acompaña- debe iniciarse el tratamiento con una dieta libre
dos con frecuencia de dolor abdominal. Existen de gluten en un paciente celiaco obeso mórbido,
casos de edema angioneurótico hereditario aso- sabiendo que probablemente vaya a engordar
ciados a enfermedad de Crohn o a colitis ulcero- más. En general se asume que todo paciente
sa y, hasta el momento, sólo existe un caso en la celiaco, independientemente de su peso, debe
literatura médica asociado a enfermedad celiaca. realizar una dieta exenta de gluten para evitar, no
Según sus autores, debería realizarse un estudio sólo los problemas secundarios al cuadro de
adecuado para descartar el déficit de inhibidor C1 malabsorción, sino también para prevenir el des-
estearasa en aquellos pacientes celiacos con clí- arrollo de linfoma intestinal. De todos modos, no
nica de dolor abdominal recurrente a pesar de siempre que un paciente celiaco obeso comienza
realizar una dieta libre de gluten [71]. a realizar una dieta sin gluten gana peso, y hay
casos de pacientes obesos que al comenzar con
Fibrosis quística y miocardiopatía dilatada la dieta sin gluten adelgazan. Dado el elevado
idiopática asociadas a enfermedad celiaca porcentaje de pacientes celiacos obesos se con-
sidera que, ante todo sujeto con síntomas suges-
La asociación de enfermedad celiaca con tivos, déficits nutricionales o historia familiar,
fibrosis quística es ya una asociación clásica, y debe hacerse un estudio para descartar enferme-
las dos son grandes constituyentes del ahora dad celiaca, independientemente de su peso [77].
arcaico «síndrome celiaco», publicado por prime-
ra vez en 1969 por Hide y Burman [72]. La fibro- Macroamilasemia y enfermedad celiaca
sis quística es también una causa común de mio-
cardiopatía y de cor pulmonale. Se ha publicado La macroamilasa es un complejo enzimático
el caso de una niña celiaca que presentaba mio- activo formado por amilasa salival y pancreática,
cardiopatía dilatada, de instauración subaguda, unidas a un complejo de inmunoglobulinas y poli-
sin episodio febril previo y sin alteraciones elec- sacáridos, que se filtra muy lentamente por el
trocardiográficas compatibles con miocarditis, sin riñón. Por este motivo tiene una vida media larga,
alteraciones del estudio metabólico y con autoan- lo que hace que pueda detectarse hiperamilase-
ticuerpos negativos, lo que hizo pensar en una mia en suero. Hay que pensar en ella ante cifras
miocardiopatía dilatada de tipo idiopático [73]. de amilasa sérica elevadas con amilasuria normal
Existe otro caso publicado en la literatura de una en pacientes sin historia clínica de pancreatitis ni
adolescente celiaca que presentaba miocardio- de inflamación glándulas salivales. La valoración
patía dilatada asociada y que llegó a precisar un de la macroamilasa ahorra costosas pruebas
marcapasos permanente por bloqueo auriculo- complementarias. Realmente, el primer caso de
ventricular completo [74]. Los autores de ambos macroamilasemia fue descrito en un paciente con
estudios sugieren la existencia de una asociación malabsorción y atrofia de las vellosidades [78]. Se
entre la miocardiopatía dilatada idiopática y la ha descrito la asociación de la macroamilasemia
enfermedad celiaca, por lo que esta situación con otras patologías, como la enfermedad de
debería ser investigada a partir de los anticuerpos Crohn, síndrome de Gilbert y otras patologías
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
L. Crespo Pérez, L. Gil Grande y E. Martín Sáez 117

hepáticas, infección por VIH, carcinoma renal, dia- de sangre oculta en heces en los enfermos celia-
betes mellitus, artritis reumatoide, lupus eritema- cos. En la actualidad, se acepta que ante toda
toso sistémico y otras enfermedades autoinmu- anemia ferropénica en la que no se haya conse-
nes. Existen estudios que, además de sugerir una guido objetivar un sangrado digestivo (endosco-
asociación entre la enfermedad celiaca y la pia alta y colonoscopia normales) debería hacer-
macroamilasemia, demuestran que esta molécula se un cribado para descartar la enfermedad
desaparece tras el inicio de una dieta libre de glu- celiaca, sobre todo en poblaciones con alta pre-
ten [79]. Otros estudios encuentran niveles de valencia de esta enfermedad. Esta estrategia
macroamilasa, en pacientes celiacos con dieta sin tiene unos costes elevados, por lo que se ha
gluten, más elevados que en los controles [80]. sugerido que la determinación de colesterol en
Últimamente se ha descrito la asociación de enzi- pacientes con anemia ferropénica puede ser de
mas séricas pancreáticas elevadas y la celiaca. ayuda para seleccionar a quienes hacer este cri-
bado. Parece que los niveles bajos de colesterol
Osteoporosis y enfermedad celiaca se asocian a la enfermedad celiaca, por lo que se
excluirían del cribado a los pacientes con coles-
La osteoporosis es una enfermedad caracte- terol sérico normal o elevado [9, 83].
rizada por una baja masa ósea y por un deterioro
en la microarquitectura del tejido óseo, que Diabetes mellitus tipo 1 (DM1) y enfermedad
aumenta la fragilidad del hueso y, por lo tanto, el celiaca
riesgo de fractura de éste. Se han comunicado
casos de enfermos celiacos en los que una frac- En la enfermedad celiaca no tratada existe
tura ósea fue la primera manifestación de la una elevada tasa de autoanticuerpos contra los
enfermedad celiaca. Por lo tanto, ante pacientes islotes pancreáticos, que desaparecen tras el ini-
jóvenes con osteoporosis hay que pensar siem- cio de una dieta libre de gluten. La prevalencia
pre en la posibilidad de que se trate de enfermos de enfermedad celiaca en los enfermos con DM1
celiacos [81]. La presencia de osteopenia y os- es mayor que la de la población general. Se esti-
teoporosis en la enfermedad celiaca es frecuen- ma que entre el 1,5-7 % de los pacientes con
te, pero sigue sin estar claro el motivo exacto. Se DM1 son celiacos. El retraso en el diagnóstico de
estima que hasta un 28 % de los pacientes celia- la enfermedad celiaca puede aumentar el riesgo
cos diagnosticados en la edad adulta presentan de desarrollar DM1. Se ha observado que los
hallazgos compatibles con osteoporosis en la pacientes diagnosticados y tratados de enferme-
densitometría de columna lumbar y hasta un dad celiaca en la infancia tienen menos riesgo de
15 % en la de cadera. La densidad de masa ósea desarrollo posterior de DM1 [82].
se encuentra disminuida incluso en los enfermos
que toman una dieta sin gluten, por ello debe rea- Lupus eritematoso sistémico (LES)
lizarse un estudio de masa ósea en los enfermos y enfermedad celiaca
celiacos [81]. En los niños, la osteoporosis suele
responder a la dieta sin gluten; sin embargo, en Se estima que hasta el 10 % de los pacien-
adultos requiere tratamiento específico con bifos- tes con LES padecen malabsorción y que hasta
fonatos, calcitonina o tratamiento hormonal sus- el 23 % de los pacientes celiacos tienen anti-
titutivo para incrementar la masa ósea [82]. cuerpos positivos contra el ADN de doble cade-
na (el test más específico para el diagnóstico de
Anemia, niveles de colesterol y enfermedad LES). Los anticuerpos antigliadina en los pacien-
celiaca tes con LES tienen una elevada tasa de falsos
positivos, por lo que para estos pacientes lo
La enfermedad celiaca en sí misma puede ser mejor es solicitar anticuerpos antiendomisio.
causa de anemia, no sólo debido a una absorción Estudios antiguos describían la existencia de una
deficiente del hierro, sino también a las pérdidas asociación entre enfermedad celiaca y LES. Aun-
crónicas de sangre en relación con la mucosa que ambas patologías se asocian con el HLA B8,
intestinal crónicamente inflamada, lo que explica- DR3 y DQ2 (algo que haría pensar en una mayor
ría la existencia frecuente de pruebas positivas prevalencia de enfermedad celiaca en pacientes
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
118 Hipertransaminasemia mantenida en varón asintomático…

con LES), estudios más recientes apuntan a que 10. Lo Iacono O, Petta S, Venezia G, y cols. Anti-tissue trans-
no existen evidencias suficientes que justifiquen glutaminase antibodies in patients with abnormal liver tests:
dicha asociación [84]. is it always coeliac disease? Am J Gastroenterol 2005; 100:
2472-2477.
11. Gollan JL, Gollan TJ. Wilson disease: genetic, diagnostic
Helicobacter pylori y enfermedad celiaca
and therapeutic aspect. J Hepatol 1998; 28: 28-36.
12. Sifers RN, Finegold MJ, Woo SL. Molecular biology and
Es bien conocido que la infección por el genetics of alpha-1 antitrypsin deficiency. Semin Liver Dis
Helicobacter pylori se asocia con el desarrollo 1992; 12: 301-310.
de adenocarcinomas gástricos y linfomas del 13. Bardella MT, Vecchi M, Conte D, y cols. Chronic unex-
tejido linfoide asociado a mucosas (MALT). Se plained hypertransaminasemia may be causes by occult
ha propuesto que la estimulación antigénica celiac disease. Hepatology 1999; 29: 654-657.
crónica provocaría igualmente el desarrollo de 14. González Abraldes J, Sánchez Fueyo A, Bessa X, y cols.
linfomas MALT [85] en la enfermedad celiaca. Persistent hypertransaminasemia as the presenting feature
of celiac disease. Am J Gastroenterol 1999; 94: 1095-1097.
Según un estudio alemán, existiría una mayor
15. Volta U, De Franceschi L, Lari F. Coeliac disease hidden
prevalencia de infección por H. pylori en pacien-
by cryptogenetic hypertransaminasemia. Lancet 1998; 352:
tes celiacos que en controles sanos. Las cepas 26-29.
más frecuentemente involucradas serían Cag A 16. Manzano ML, Garfia C, Manzanares J, y cols. Enferme-
negativas, de una menor virulencia [86]. En cam- dad celiaca y síndrome de Budd-Chiari: una asociación
bio, otro estudio argentino, donde la prevalencia infrecuente. Gastroenterol Hepatol 2002; 25: 159-161.
de H. pylori en sanos es mayor que en Alemania, 17. Marteau P, Cadranel JF, Messing B, y cols. Association of
no demostró diferencias entre la prevalencia de hepatic vein obstruction and celiac disease in North African
infectados por H. pylori entre pacientes celiacos subjects. J Hepatol 1994; 20: 650-653.
y controles [87]. 18. Fine K, Ogunji F, Saloum Y, Beharry S. Celiac sprue: ano-
ther autoimmune syndrome associated with hepatitis C. Am
J Gastroenterol 2001; 96: 139-145.
19. Aguancha I, Valera JM, Hurtado C, y cols. Hepatitis cró-
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
nica por virus C y enfermedad celiaca: una asociación
infrecuente. Gastroentrol Hepatol 2004; 27: 408-410.
1. Farrel RF, Nelly CP. Celiac sprue. NEJM 2002; 346: 180-188. 20. Cammarota G, Cuoco L, Cianci R. Onset of coeliac dise-
2. Mulder C, Cellier C. Coeliac disease. Best Pract Res Clin ase during treatment with interferon for chronic hepatitis C.
Gastroenterol 2005; 19: 313-486. Lancet 2000; 356: 1494-1495.
3. Fernández Bañares F, Esteve Comas M, Rosinach M. Cri- 21. Adinolfi L, Mangoni E, Andreana A. Interferon and ribavi-
bado de la enfermedad celiaca en grupos de riesgo. Gas- rin treatment for chronic hepatitis C may activate celiac
troenterol Hepatol 2005; 28: 561-566. disease. Am J Gastroenterol 2001; 96: 607-608.
4. Fasano A, Catassi C. Current approaches to diagnosis 22. Volta U, De Franceschi L, Molinaro M. Frequency and sig-
and treatment of celiac disease: an evolving spectrum. nificance of anti-gliadin and anti-endomycial antibodies in
Gastroenterology 2001; 120: 636-651. autoinmune hepatitis. Dig Dis Sci 1998; 43: 120-122.
5. Riestra S, Fernández E, Rodrigo L. Prevalence of coeliac 23. Heneghan MA, Feely KM, Stevens F. Precipitation of iron
disease in the general population of Northern Spain. Strate- overload and hereditary hemochromatosis after successful
gies of serologic screening. Scand J Gastroenterol 2000; 35: treatment of celiac disease. Am J Gastroenterol 2000; 95:
398-402. 298-300.
6. Aguancha I, Valera JM, Hurtado C, y cols. Hepatitis cróni- 24. Kingham JGC, Parker DR. The association between pri-
ca por virus C y enfermedad celiaca: una asociación infre- mary biliary cirrhosis and celiac disease: a study of relative
cuente. Gastroenterol Hepatol 2004; 27: 408-410. prevalences. Gut 1998; 42: 120-122.
7. Bardella MT, Fraquelli M, Quatrini M. Prevalence of hyper- 25. Sorensen HT, Thulstrup AM, Blomqvist P. Risk of primary
transaminasemia in adult coeliac patients and effect of glu- biliary liver cirrhosis in patients with celiac disease; Danish
ten-free diet. Hepatology 1995; 22: 833-836. and Swedish cohort data. Gut 1999; 44: 736-738.
8. Bardella MT, Valenti T, Pagliari C. Searching for coeliac 26. Bardella MT, Quatrini M, Zuin M. Screeening patients with
disease in patients with NAFLD. Dig Liv Disease 2004; 36: 333- celiac disease for primary biliary cirrosis and viceversa. Am J
336. Gastroenterol 1997; 92: 1524-1526.
9. Arcani L, Cerani P, Lorenzi A, Lazzarino M. A young woman 27. Schrumpf E, Abdelnoor M, Fausa O. Risk factors in pri-
with microcytic anemia and hypertransaminasemia. Hae- mary biliary sclerosing cholangitis. J Hepatol 1994; 21: 1061-
matologica 2001; 81: E24. 1066.
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
L. Crespo Pérez, L. Gil Grande y E. Martín Sáez 119

28. Cogos CA, Nikolopoulou V, Zolota V. Autoinmune cho- 48. Gobbi G. Coeliac disease, epilepsy and cerebral calcifi-
langitis in a patient with celiac disease: a case report and cations. Brain and Development 2005; 27: 189-200.
review of the literature. J Hepatol 1999; 30: 321-324. 49. Visakorpi J, Kuitunen P, Pelkonen P. Intestinal malabsor-
29. Volta U, De Franceschi L, Molinaro N. Frequency and sig- tion: a clinical study of 22 patients over 2 years of age. Acta
nificance of antigliadin and antiendomysial antibodies in Paediatric Scand 1970; 59: 273-280.
autoinmune hepatitis. Dig Dis Sci 1998; 43: 2190-2195. 50. Pratesi R, Modelli IC, Martins RC, y cols. Celiac disease
30. Kaukinen K, Halme L, Collin P. Celiac disease in patients and epilepsy: favourable outcome in a child with difficult to
with severe liver disease: GFD may reverse hepatic failure. control seizures. Acta Neurol Scand 2003; 108: 290-293.
Gastroenterology 2002; 122: 881-888. 51. Bermasconi A, Bermasconi N, Andermann F, y cols.
31. Sedlack RE, Smyrk TC, Czaja A, Talwalkar JA. Celiac dise- Celiac disease, bilateral calcifications and intractable epi-
ase-associated autoinmune cholangitis. Am J Gastroenterol lepsy: mechanisms of seizure origin. Epilepsia 1998; 39: 300-
2002; 97: 3196-3198. 306.
32. Pavone P, Gruttadauria S, Leonardi S, y cols. Liver trans- 52. Gabrielli M, Cremonini F, Flore G, y cols. Association bet-
plantation in a child with celiac disease. J Gastroenterol ween migraine and celiac disease: results from a preliminary
Hepatol 2005; 20: 956-960. case-control and therapeutic study. Am J Gastroenterol
33. Sollid LM, Thorsby E. HLA susceptibility genes in celiac 2003; 98: 625-629.
disease: genetic mapping in role in pathogenesis. Gastroen- 53. Cicarelli G, Della Rocca G, Amboni M, y cols. Clinical
terology 1993; 105: 910-922. and neurological abnormalities in adult celiac disease. Neu-
34. Ventura A, Magazzu G, Greco L. Duration of exposure to rol Sci 2003; 24: 311-317.
gluten and risk for autoinmune disorders in patients with 54. Ciacci C, Iavarone A, Mazzacca G, De Rosa A. Depres-
celiac disease. SIGEP Study Group for autoimmune disorders sive symptoms in adult coeliac disease. Scand J Gastroen-
in celiac disease. Gastroenterology 1999; 117: 297-303. terol 1998; 33: 247-250.
35. Sheik SH, Shaw-Stiffel TA. The gastrointestinal manifestations 55. Corvaglia L, Catamo R, Pepe G, y cols. Depression in
of Sjögren’s syndrome. Am J Gastroenterology 1997; 90: 9-14. adult untreated celiac subjects: diagnosis by the pediatri-
36. Pittman FE, Holub DA. Sjögren’s syndrome and adult cian. Am J Gastroenterol 1999; 94: 839-843.
celiac disease. Gastroenterology 1965; 48: 869-876. 56. Hallert C, Astrom J, Wallan A. Reversal of psychopatho-
37. Iltanen SI, Collin P, Korpela M, y cols. Celiac disease and logy in adult celiac disease with the aid of pyridoxine. Scand
markers of celiac disease latency in patients with primary J Gastroenterol 1983; 18: 299-304.
Sjögren’s syndrome. Am J Gastroenterol 1999; 94: 1042-1046. 57. Knivsberg AM, Reichelt KL, Holen T, Nodland M. A rando-
38. Luostarinen L, Pirtilla T, Collin P. Coeliac disease presen- mised controlled study of dietary intervention in autistic
ting with nuerological disorders. Eur Neurol 1999; 42: 132-135. syndromes. Nutr Neurosci 2002; 5: 251-261.
39. Cooke W, Smith W. Neurological disorders associated 58. Poon E, Nixon R. Cutaneous spectrum of celiac disease.
with adult celiac disease. Brain 1966; 89: 683-722. Aus J Dermatol 2001; 42: 136-138.
40. Abele M, Schols L, Schwartz S, Klockgether T. Prevalence 59. Zone JJ. Skin manifestations of celiac disease. Gastroen-
of antigliadin antibodies in ataxia patients. Neurology 2003; terology 2005; 128: S87-S91.
60: 1674-1675. 60. Zauli D, Grassi A, Granito A, y cols. Prevalence of silent
41. Bushara KO. Neurologic presentation of celiac disease. coeliac disease in atopics. Dig Liver Dis 2000; 32: 780-781.
Gastroenterology 2005; 128: S92-S97. 61. Meneghetti R, Gerarduzzi T, Barbiand E, Ventura A. Chro-
42. Pellecchia MT, Scala R, Peretti A, y cols. Cerebellar ata- nic urticaria and coeliac disease. Arch Dis Child 2004; 89:
xia associated with subclinical celiac disease responding to 293-295.
gluten free diet. Neurology 1999; 53: 1606-1608. 62. Corazza GR, Andreani ML, Venturo N, y cols. Celiac dis-
43. Cicarelli G, Della Rocca G, Amboni M, y cols. Clinical ease and alopecia areata: report of a new association.
and neurological abnormalities in adult celiac disease. Neu- Gastroenterology 1995; 109: 1333-1337.
rol Sci 2003; 24: 311-317. 63. Scully C, Porter SR, Eveson JW. Oral lichen planus and
44. Lawson A, West J, Aithal GP, Logan RFA. Autoinmune coeliac disease. Lancet 1993; 341: 1660.
cholestatic liver disease in people with coeliac disease: a 64. Ojetti V, y cols. High prevalence of celiac disease in pso-
population-based study of their association. Aliment Phar- riasis. Am J Gastroenterol 2003; 98: 2574-2575.
macol Ther 2005; 21: 421-425. 65. Trujillo L, Leo E. Pica y anemia ferropénica como primera
45. Chin RL, Sander HW, Brannagan TH, y cols. Celiac neuro- manifestación de la enfermedad celiaca. Med Clin 2002;
pathy. Neurology 2003; 60: 1581-1585. 119: 755.
46. Kaplan JG, Pack D, Horoupian D, y cols. Distal axono- 66. Bingley PJ, Williams AJK, Norcross AJ, y cols. Undiagnosed
pathy associated with chronic gluten enteropathy: a trea- celiac disease at age seven. Population based prospective
table disorder. Neurology 1988; 38: 642-645. birth cohort study. BMJ 2004; 328: 322-323.
47. Tietge UJ, Schmidt HH, Manns MP. Neurologic complica- 67. Marcos Alonso S, Bravo Mata M, Bautista Casanova A, y
tions in celiac disease. Am J Gastroenterol 1997; 92: 540. cols. Tricobezoar gástrico como forma de presentación atí-
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
120 Hipertransaminasemia mantenida en varón asintomático…

pica de enfermedad celiaca. An Pediatr (Barc) 2005; 62: 79. Van Gossum A, Cremer M. Macroamylasemia disappea-
591-604. rance after gluten withdrawl. Dig Dis Sci 1989; 34: 964-966.
68. Dickey W, McConnell B. Celiac disease presenting as the 80. Rabsztyn A, Green PH, Berti I, y cols. Macroamylasemia in
Paterson-Brown-Kelly (Plummer-Vinson) syndrome. Am J patients with celiac disease. Am J Gastroenterol 1999; 96:
Gastroenterol 1999; 94: 527-528. 1096-1100.
69. Echevarría L, García B, Campelo O, y cols. Escorbuto 81. Baixauli Rubio A, Calvo Catalá J, Campos Fernández C,
asociado a enfermedad celiaca. An Esp Pediatr 2002; 57: y cols. Osteoporosis en adulto joven como presentación de
5887-5888. cuadro de malabsorción intestinal. Reemo 2002; 11: 146-
70. Ciria de Pablo C, Tirado Errázquin A, Molina Bermejo S. 149.
Enfermedad celiaca e hipertiroidismo: descripción de un 82. Murray JA. Celiac disease in patients with an affected
caso. Semergen 2005; 31: 235-236. member, type 1 diabetes, iron-deficiency or osteoporosis?
71. Farkas H, Visy B, Fekete B, Karádi I. Association of celiac Gastroenterology 2005; 128: S52-S56.
disease and hereditary angioneurotic edema. Am J Gastro- 83. Ciacci C, Cirillo M, Giorgetti G, y cols. Low plasma cho-
enterol 2002; 97: 2682-2683. lesterol: a correlate of nondiagnosed celiac disease in
72. Hide DW, Burman D. An infant with both cystic fibrosis adults with hypochromic anemia. Am J Gastroenterol 1999;
and coeliac disease. Arch Dis Child 1969; 44: 533-535. 94: 1888-1891.
73. Lima RM, Rocha C, Álvarez S, y cols Enfermedad celiaca, 84. Rensh M, Szyjkowski R, Shaffer RT, y cols. The prevalence
fibrosis quística y miocardiopatía dilatada. An Pediatr (Barc) of celiac disease autoantibodies in patients with systemic
2004; 61: 185-186. lupus erythematous. Am J Gastroenterol 2001; 96: 1113-1115.
74. Calleja Rubio JL, Ortega N, Díez Ruiz A, y cols. Celiac 85. Cellier CH, Delabesse E, Helmer C. Coeliac disease Study
disease presenting as chronic anemia associated with heart Group. Lancet 2000; 356: 203-208.
block. Am J Gastroenterol 1998; 93: 1391-1392. 86. Kontureck PC, Karczewska E, Dieterich W, y cols. Increa-
75. Curione M, Barbato M, De Biase L, y cols. Prevalence of sed prevalence of Helicobacter pylori infection in patients
coeliac disease in idiopathic dilated cardiomyopathy. Lan- with celiac disease. Am J Gastroenterol 2000; 95: 3682-3683.
cet 1999; 354: 221-222. 87. Diamanti A, Maino C, Niveloni S. Characterization of gas-
76. Dewar DH, Ciclitira PJ. Clinical features and diagnosis of tric mucosal lesions in patients with celiac disease. Am J
celiac disease. Gastroenterology 2005; 128: S19-S24. Gastroenterol 1999; 94: 1313-1319.
77. Furse RM, See AS. Atypical presentation of celiac dis-
ease. BMJ 2005; 330: 773-774. Nota del editor: otra cita de interés
78. Wilding P, Cooke WT, Nicholson GI. Globulin-bound amy- Duggan JM, Duggan AE. Systematic review: the liver in coe-
lase. Ann Intern Med 1964; 60: 1053-1056. liac disease. Aliment Pharmacol Ther 2005; 21: 515-519.

Potrebbero piacerti anche