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Hígado
Luis Martí-Bonmatí
Hospital Universitario Dr. Peset. Valencia
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ALTERACIONES INFECCIOSAS periférico y múltiples áreas de necrosis (hipoin-


DEL HÍGADO tensa en T1 e hiperintensa en T2) de distribución
agrupada y con tendencia a la confluencia, en oca-
Las hepatitis agudas se resuelven generalmente sin
siones dejando abscesos satélites (fig. 2). En las
necesidad de estudios de imagen. La hepatitis viral se
secuencias potenciadas en difusión la necrosis es
caracteriza por la inflamación y la necrosis. Las hepatitis
hiperintensa, frente a la necrosis de las metástasis
crónicas son muy prevalentes y presentan una progresión
que suele ser hipointensa. Excepcionalmente tie-
hacia la cirrosis hepática.
nen gas interno. Pueden asociarse a dilataciones
Los abscesos hepáticos son de origen bacteriano (con
biliares por colangitis (fig. 3) y presentarse como
frecuencia polimicrobiano), amebiano (Entamoeba histoly-
múltiples microabscesos, especialmente en pa-
tica) o causados por hongos (Candida albicans). Los abs-
cientes inmunosuprimidos.
cesos bacterianos se asocian frecuentemente a colangitis
Con los contrastes extracelulares inespecífi-
ascendentes y flebitis portal.
cos, la captación de los abscesos es muy intensa y

En las hepatitis víricas agudas puede observarse


hepatomegalia y edema periportal. Las secuencias
más sensibles al edema (TSE-STIR y TSE-T2 con
supresión grasa) demostrarán además una hiper-
intensidad global del parénquima (fig. 1). Esta
hiperintensidad es inespecífica y puede observarse
en numerosos procesos como las hepatitis de otra
naturaleza (autoinmunes, regenerativas) y en las
infiltraciones difusas del parénquima por células
tumorales (leucemia). Existen formas focales de
hepatitis aguda.
Las hepatitis crónicas no producen alteraciones
en la morfología del hígado. Cuando la inflama-
ción y la necrosis progresan, puede evidenciarse el
aumento del contenido de agua con las secuencias
apropiadas (TSE-STIR).
Los abscesos bacterianos se caracterizan por ser Figura 1. Paciente con hepatitis. Imagen STIR que demuestra el aumento del brillo
lesiones de márgenes bien definidos, con edema del parénquima hepático con respecto a la musculatura y la grasa. Este brillo es ines-
pecífico y se relaciona con el edema, el infiltrado inflamatorio y la necrosis.

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A B

Figura 2. Paciente con absceso bacteriano. A: la lesión presenta necrosis central con pared irregular en la imagen potenciada en T2. B: en la imagen T1 con supresión
grasa, obtenida a los 5 minutos tras la administración de Gd, se evidencia la captación prolongada de la pared con abscesos satélites periféricos y la captación en el parén-
quima adyacente por la inflamación.

precoz en las fases iniciales, manteniéndose el na variable (fig. 5). El contenido de los monovesi-
contraste debido al aumento del espacio intersti- culares es líquido. En los multivesiculares se evi-
cial. Conforme la necrosis progresa, se observa dencian las membranas ondulantes y las paredes
que múltiples focos avasculares coalescen en gran- de las vesículas hijas contrastando con la señal más
des áreas de formas anfractuosas. Con los contras- intensa de la matriz líquida hidatídica (fig. 6). Es
tes intracelulares, los abscesos presentan una cap- importante valorar la morfología e integridad de
tación en las áreas no necróticas dado que están la periquística (en las roturas contenidas el mate-
compuestas de hepatocitos y células de Kupffer. rial hidatídico se sitúa entre el hígado y la peri-
Los abscesos amebianos son lesiones de paredes quística) y la relación con la vía biliar (en la CPRM
gruesas y regulares y una captación periférica puede observarse el radical biliar dilatado incor-
inflamatoria reactiva que les da una apariencia de porado a la periquística y material hidatídico en el
capas (fig. 4). Los microabscesos por Candida sue- interior de la vía biliar de mayor calibre) (fig. 5B).
len tener un anillo hipointenso periférico. Con la cronicidad, el quiste hidatídico pierde
Los granulomas, principalmente tuberculosos, volumen e intensidad de señal, presentando un
se observan como pequeñas lesiones similares a las contenido heterogéneo con tractos hipointensos y
metástasis, presentando áreas hipointensas centrí- periquística muy calcificados.
fugas cuando se van cronificando y calcificando. La esquistosomiasis crónica genera una superfi-
Los quistes hidatídicos presentan una cápsula cie hepática irregular con un patrón en mosaico
periférica (periquística), hipointensa y con capta- originado por las bandas de fibrosis y calcifica-
ción lenta pero mantenida, y una estructura inter- ción, de señal variable en T1 y T2.

A B

Figura 3. Abscesos por colangitis evidenciada como una dilatación de la vía biliar intrahepática en proximidad a las lesiones hipointensas con anillo periférico tras admi-
nistrar Gd (A y B: pacientes diferentes). Esta apariencia es muy similar a la imagen del colangiocarcinoma.

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A B

Figura 4. Absceso amebiano evidenciado como una lesión grande de paredes gruesas y regulares (A: imagen T1). El Gd demuestra la captación de la pared y del parén-
quima hepático inflamado adyacente (B: imagen T1 tras Gd).

A B

Figura 5. Quiste hidatídico con periquística muy hipointensa por calcificación y contenido heterogéneo (A: imagen STIR). B: en la colangiografía por RM se eviden-
cian las vesículas hijas internas y la comunicación con un radical biliar dilatado.

A B

Figura 6. Quiste hidatídico con múltiples membranas colapsadas (A y B: imágenes T2 de diferentes pacientes). B: pueden coexistir quistes de diferentes apariencias.

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La hepatopatía crónica no modifica la arquitec-


tura macroscópica del hígado.
La cirrosis hepática produce, aunque de forma
tardía, cambios morfológicos hepáticos (fig. 7) con-
sistentes en un contorno nodular, hiperplasia del
lóbulo caudado (índice caudado-derecho > 0,9) y
del segmento lateral del lóbulo izquierdo, atrofia
del segmento medial izquierdo y del lóbulo dere-
cho, surco posterior derecho, prominencia de la
grasa hiliar periportal, dilatación de la vena porta y
sus tributarias extrahepáticas con circulación colate-
ral, esplenomegalia y ascitis. Las adenopatías hilia-
res son frecuentes en las cirrosis biliares y víricas.
La RM aporta información sobre el grado de
Figura 7. Cirrosis hepática. Imagen T1 en la que se evidencian los cambios mor- afectación necroinflamatoria del parénquima. En
fológicos con un hígado de contorno nodular, marcada hiperplasia del lóbulo la secuencia STIR el hígado normal presenta un
caudado y varices en el ligamento gastrohepático.
brillo igual o mínimamente superior al de la grasa
y la musculatura paraespinal cuando en TI se ajus-
ta (aproximadamente, TI de 100 ms para 0,5 T y
La afectación por Bartonella henselae causa angio- 160 ms para 1,5 T). Los infiltrados inflamatorios,
matosis bacilar en pacientes inmunodeprimidos y especialmente los periportales, y la necrosis, espe-
en enfermedad por arañazo de gato en inmuno- cialmente la periportal y lobular, aumentan la
competentes. Produce una proliferación vascular intensidad del parénquima en las imágenes STIR
con peliosis hepática y se presenta como pequeñas (fig. 8). La relación entre la afectación histológica
lesiones de distribución periportal arboriforme y y el brillo es muy significativa. Es de destacar que
algodonosa, discretamente hiperintensas en T1 y la fibrosis y la esteatosis no influyen en el brillo
T2 y con captación precoz de contraste. hepático de la secuencia STIR.
Los nódulos sideróticos, hipointensos en las
imágenes EG con TE largo, se relacionan con la
actividad inflamatoria de la cirrosis.
ALTERACIONES INFLAMATORIAS Los medios de contraste aportan una informa-
DEL HÍGADO ción muy relevante sobre el grado de inflamación,
necrosis y fibrosis. Así, los quelatos de gadolinio,
El cambio histológico más determinante de las hepa- distribuidos desde el espacio vascular al espacio
topatías inflamatorias crónicas es la fibrosis, en forma de extravascular-extracelular, pueden considerarse
matriz extracelular. La determinación del grado de marcadores del espacio intersticial. Mediante la
fibrosis indica el estadio y la actividad de la inflamación. obtención de imágenes paramétricas de perfusión
La cirrosis se define como una alteración difusa de la tisular tras estudios dinámicos (parámetros extraí-
arquitectura hepática por fibrosis y nódulos de regene- dos de las curvas de intensidad-tiempo), la capta-
ración.

A B

Figura 8. A y B: imágenes STIR de pacientes con cirrosis hepática. La hiperintensidad del parénquima y su apariencia en mosaico se relaciona con la actividad necroin-
flamatoria de la hepatopatía.

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A B

Figura 9. Captación de Gd en la cirrosis. La captación del parénquima es superior en la cirrosis, con mayor captación de los septos fibrosos que rodean a los nódulos
de regeneración (A y B) y de las áreas de necrosis confluente (A: cisura interlobar).

A B

Figura 10. La difusión hepática puede verse alterada por anomalías de la estructura y la fibrosis presentes en la cirrosis, especialmente en las formas macronodulares.
En las imágenes isotrópicas existe una diferencia entre la cirrosis inicial (A) y la macronodular más avanzada (B).

ción hepática se ha demostrado diferente en suje- El MnDPDP es un medio de contraste que se


tos sanos frente a pacientes con cirrosis hepática. incorpora activamente al interior de los hepatoci-
Así, tanto la captación promedio como la captación tos. La captación del parénquima hepático es
máxima son mayores en los hígados cirróticos, rela- inversamente proporcional a la cantidad de hepa-
cionándose con el índice de Child de insuficiencia tocitos necrosados (fig. 11). Por ello, la captación
hepática. El aumento en la captación se relaciona hepática es menor en hígados cirróticos compara-
probablemente con el mayor espacio intersticial (e dos con hígados sanos. Esta captación se relaciona
indirectamente, pues, con la necrosis de los hepa- con el índice de Child de afectación hepática y
tocitos) y también con el incremento de la perfu- con los niveles de GOT.
sión arterial del hígado. La captación tardía del Los hígados sanos captan el MnDPDP de forma
parénquima es mayor cuanto mayor sea el grado de uniforme, mientras que hasta un 37 % de hígados
fibrosis, dada la afinidad del gadolinio por la fibro- cirróticos presentan captación heterogénea. Esta
sis. En estas imágenes pueden observarse los septos heterogeneidad es debida al balance entre áreas
fibrosos hiperintensos contrastando con los nódu- de colapso fibrótico y necrosis (menor captación)
los de regeneración (fig. 9). y áreas de regeneración hepatocitaria (aumento
En la cirrosis se puede observar una alteración de la captación).
de la difusión molecular del agua relacionada con Otro medio de contraste que también se ha rela-
la presencia de nódulos de regeneración y la fibro- cionado con la cirrosis es el que proporcionan las
sis (fig. 10). partículas SPIO (fig. 12), cuya acumulación en el

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A B

Figura 11. Los contrastes celulares dirigidos al hepatocito demuestran con frecuencia la macrorregeneración y los colapsos de la cirrosis (A: sin contraste; B: tras
MnDPDP).

Los hemangiomas mayores de 10 cm se definen como


parénquima hepático se relaciona con la disminu- gigantes y suelen ser múltiples. Los adenomas se pueden
ción de las células de Kupffer que se observa en la asociar a la toma de estrógenos, esteroides anabolizantes
cirrosis. Esta disminución de contraste produce un y enfermedades del metabolismo como la glucogenosis.
aumento relativo de la señal esperada del parénqui- La degeneración maligna es infrecuente y cuando son
ma. Aunque las variaciones son poco acusadas, se más de cuatro lesiones en ambos lóbulos, la afección se
relacionan con el grado de disfunción hepática. denomina adenomatosis.
Ante lipomas y angiomiolipomas hay que descartar
una esclerosis tuberosa (10 %).
ALTERACIONES TUMORALES
BENIGNAS DEL HÍGADO
Quistes hepáticos simples: bien definidos, sin
Los quistes hepáticos son frecuentes (10 %) y las lesio- edema ni pared discernible, avasculares y de señal
nes hepáticas de tamaño subcentimétrico suelen ser quis- líquida homogénea. Cuando son numerosos pue-
tes biliares benignos, incluso si existe una neoplasia den formar parte de una enfermedad poliquística
conocida. (con frecuencia con quistes hemorrágicos hipe-
rintensos en T1), complejos de Von Meyemburg y
fibrosis hepática congénita (fig. 13). Cuando
comunican en la RM-colangiografía con la vía
biliar dilatada se conocen como enfermedad de
Caroli.
Cistoadenoma: quiste multilocular solitario y
encapsulado que suele ser hiperintenso en las
secuencias T1 y muy intenso en las T2. Presenta
captación de Gd por los septos (fig. 14).
Hemangiomas: muy hiperintensos en T2 y DP
(menos con turbo-SE que con SE convenciona-
les), e hipointensos en T1 (aunque menos que los
quistes); bien delimitados, con márgenes lisos o
lobulares y, en los de mayor tamaño, áreas hipoin-
tensas por fibrosis. Pueden tener lesiones satélites
próximas. Captan Gd de forma precoz (los peque-
ños) o retrasada (los mayores y los trombosados),
aunque siempre con acumulación progresiva del
Figura 12. Tras la administración de SPIO se evidencia la hiperintensidad de los contraste (fig. 15). La captación es nodular y muy
septos fibrosos periféricos a los nódulos de regeneración (imagen T2 tras SPIO).

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A B

Figura 13. Quistes simples. Estas lesiones pueden formar parte de los complejos
de Von Meyemburg (A: múltiples, sin comunicar con la vía biliar, pequeños) y de
la enfermedad de Caroli (B: múltiples, comunican con la vía biliar).

A B

Figura 14. Cistoadenomas. Apariencias típicas son el quiste encapsulado hiperintenso en T1 (A) y el polilobulado con captación en sus septos (B).

A B

Figura 15. Hemangiomas. La captación de Gd típica es periférica, nodular y precoz, con una velocidad de realce variable (A). Dado el componente intravascular de los
SPIO, los hemangiomas son hiperintensos en T1 tras su administración (flecha)(B).

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A B

Figura 16. HNF. Es típica su cicatriz central y la captación precoz, intensa, fugaz y homogénea de Gd (A) con lavado rápido (B).

intensa, progresando centrípetamente. Hasta 1/5, siva y marcada, permaneciendo alterada su intensi-
especialmente si son de pequeño tamaño, pueden dad durante varias horas (e incluso días).
tener una captación precoz, intensa y homogénea Adenoma hepatocelular: es de apariencia variable y
con lavado posterior lento, debido a la presencia usualmente isointenso en T1 con una cápsula
de grandes arterias aferentes con una alta veloci- periférica hipointensa. Con frecuencia es hetero-
dad en el interior de los sinusoides. Estas mismas géneo debido a la presencia de hemorragia intra-
lesiones pueden asociar shunts arterioportales tumoral y metamorfosis grasa intracelular. Su cap-
cuando son de pequeño tamaño. Dado que están tación de Gd es precoz, con un lavado progresivo.
constituidos por lagos vasculares, se vuelven hi- Acumula en menor medida que el hígado los con-
perintensos en secuencias T1 tras administrar con- trastes intracelulares, principalmente los dirigidos
trastes SPIO (fig. 15). Su brillo no se modifica con al hepatocito pero también, aunque poco, los del
los contrastes intracelulares hepatocitarios. SRE.
HNF: está formada por nódulos de hepatocitos Hiperplasia nodular regenerativa: es una respuesta
hiperplásicos con conductillos biliares. Es una nodular secundaria a una disminución del flujo
lesión bien delimitada y homogénea, excepto por portal, con ausencia de fibrosis. Los nódulos son de
una cicatriz central hiperintensa en T2. No presen- características similares al hígado, con bajo contras-
ta cápsula ni edema periférico y tiene una capta- te con el parénquima en todas las secuencias. Se
ción precoz, intensa, fugaz y homogénea del con- asocia a hipertensión portal y atrofia (fig. 17).
traste (fig. 16). La cicatriz central se observa en las Hamartoma mesenquimal: antes de los tres años, se
imágenes tardías por su captación mantenida. La presenta como una lesión quística multiseptada.
lesión capta los contrastes intracelulares, tanto diri- Lipomas y angiomiolipomas: lesiones bien delimi-
gidos al hepatocito como al SRE, de forma progre- tadas que contienen grasa homogénea (lipomas)

A B

Figura 17. Hiperplasia nodular regenerativa. A: múltiples nódulos confluentes con atrofia secundaria del segmento lateral izquierdo. B: en ocasiones son de captación
arterial dado que se producen como una respuesta del hígado a una hipoperfusión portal. Asocian esplenomegalia.

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A B

Figura 18. Lipoma hepático. Lesión grasa homogénea que presenta el artefacto de cancelación de fase (A: imagen T1 en fase; B: imagen T1 en fase opuesta).

cirrosis alcohólica y hemocromatosis y son multifocales


o entremezclada (angiomiolipomas). La grasa se en un 10 % de casos.
anula con secuencias especiales y presenta el arte- El colangiocarcinoma intrahepático es un adenocarci-
facto de cancelación de fase (fig. 18). Aunque los noma primario infrecuente que se origina en los con-
lipomas no captan, el componente fibrovascular ductos intrahepáticos con un crecimiento exofítico. La
de los angiomiolipomas lo hace de forma marcada colangitis es un factor predisponente.
y persistente. El angiosarcoma se desarrolla sobre hígados afectos
Hemangioendotelioma infantil: se presenta usual- por hemocromatosis o exposición previa al Thorotrast®,
mente antes de los seis meses de vida. Pueden ser cloruro de vinilo y arsénico.
múltiples. Su señal es heterogénea en T1 pero En la edad pediátrica, el hepatoblastoma suele detec-
muy intensa en T2, presentando áreas o septos tarse antes de los 3 años de vida en un paciente con
hipointensos por hemorragia y fibrosis (la calcifi- aumento de alfafetoproteína, mientras que el sarcoma
cación no suele verse). Son hipervasculares con mesenquimal indiferenciado se presenta entre los 5 y 15
relleno progresivo centrípeto con grandes venas años.
de drenaje. Conforme regresan pierden su brillo
en las imágenes T2.
Metástasis: lesión hipovascular, generalmente múl-
tiple, que tiene un brillo similar al bazo (fig. 19).
Pueden mostrar edema, necrosis central por licue-
ALTERACIONES TUMORALES facción y un contenido interno hiperintenso por
necrosis hemorrágica o melanina. Las lesiones
MALIGNAS DEL HÍGADO hipervasculares suelen ser homogéneas y de tamaño
Los hepatocarcinomas (CHC) suelen presentarse pequeño (neuroendocrinos). Las metástasis pueden
(> 90 %) sobre hígados con hepatopatía crónica viral,

A B

Figura 19. Metástasis. Suelen ser múltiples, de pequeño tamaño y con apariencia en diana. La secuencia TSE-STIR (A) es más sensible que las TSE-T2 (B).

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A B

Figura 20. Metástasis de melanoma melanótico. La lesión del segmento 2 es hiperintensa tanto en la imagen T1 fuera de fase (A) como en fase (B), sin artefacto de can-
celación de fase periférico que hubiera indicado un contenido graso.

presentar cápsula (leimiosarcoma). En su descrip- pequeño tamaño suelen ser reactivos) y hemáticas,
ción hay que constatar número, tamaño, localización presencia de hipertensión portal (varices, ascitis) y
y características específicas (hemorragia en las de estado del parénquima hepático (fig. 22).
hipernefroma, fibrosis hipointensa anular en las de CHC fibrolamelar: bien delimitado, sin cápsula,
adenocarcinoma, melanina en melanomas) (fig. 20). de crecimiento expansivo e hipervascular. Pre-
CHC: lesión de crecimiento usualmente expansi- senta calcificaciones intratumorales y una cicatriz
vo. De señal muy variable en T2, suelen ser hipo- radial, hipointensa en T2 (30 %).
isointensos en T1 (los hiperintensos en T1 pueden Colangiocarcinoma intrahepático: tumor solitario y
contener metamorfosis grasa en su interior y están grande, no encapsulado y de márgenes irregula-
bien diferenciados) (fig. 21). Con frecuencia está res. Son frecuentes los nódulos satélites, la inva-
encapsulado y su interior está organizado en mosai- sión venosa portal y la dilatación biliar perifé-
co (50 %). La necrosis es más frecuente cuando se rica, lo que genera atrofia secundaria del pa-
pierde la diferenciación. La captación es precoz, rénquima entre la lesión y la cápsula (50 %)
homogénea e intensa (80 %) con lavado rápido, en (fig. 23). Los escirros, más frecuentes, presentan
ocasiones con shunts arterioportales (fig. 22). Los áreas centrales o anulares hipointensas en T2
tumores bien diferenciados acumulan contrastes con captación prolongada del contraste. Esta
extracelulares dirigidos al hepatocito (de forma fibrosis se encuentra también en el adenocarci-
intensa) y al SRE (en grado discreto y proporcional noma metastático. A la captación anular perifé-
a la diferenciación tumoral). En su estadificación rica precoz hipervascular le sigue un realce cen-
hay que describir el tamaño, grado de diferencia- tral tardío.
ción, localización, nódulos satélites, invasión vascu- Linfoma: el tipo no Hodgkin es una lesión gran-
lar, metástasis locorregionales ganglionares (en las de y bien delimitada, de características similares a
cirrosis hepáticas los ganglios hepatoduodenales de las metástasis. Pueden tener fibrosis central y sue-

A B

Figura 21. Hepatocarcinoma bien diferenciado. La tumoración situada en la interfase entre el segmento 5 y el 4b presenta en las imágenes T1 en fase (A) y fase opues-
ta (B) una cápsula periférica, grasa en su interior y un abombamiento del contorno hepático. Hipertrofia del segmento lateral izquierdo por su cirrosis hepática.

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A B

Figura 22. Hepatocarcinoma. A: captación de Gd precoz en la fase arterial, homogénea e intensa, con un shunt arterioportal periférico. B: en la fase portal precoz
puede observarse la captación mal definida de los tumores indiferenciados de crecimiento infiltrativo con trombosis portal por invasión tumoral (otro paciente).

A B

Figura 23. Colangiocarcinoma. La variedad intrahepática se presenta como una lesión sin cápsula con áreas internas de captación prolongada de Gd por la fibrosis tumo-
ral (A y B: pacientes distintos). En su estadificación es importante definir las metástasis intrahepáticas, la invasión venosa y la dilatación biliar (B).

A B

Figura 24. Linfoma primario. Se presenta con más frecuencia en receptores de trasplantes como una lesión hipovascular (A), aunque también pueden formar masas
múltiples e incluso un patrón difuso (B).

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La sobrecarga de hierro puede predominar en el híga-


len ser hipovasculares (fig. 24). Pueden verse do (hemocromatosis primaria) o en el SRE (hemocro-
vasos no deformados a su través (al igual que en matosis secundaria). El control de la evolución de la
las metástasis y en las metamorfosis grasas). sobrecarga de hierro se realiza con RM dada la eficacia
Angiosarcoma: generalmente multifocal y de gran de esta técnica.
tamaño, muy hiperintenso en T2 y con hemorra- En la enfermedad de Wilson hay una reducción de la
gia intratumoral. Es hipervascular con captación excreción biliar de cobre, que se acumula en el hígado y
prolongada de contraste, a veces con una capta- en el cerebro. No existen cambios específicos, siendo fre-
ción similar a la de los hemangiomas. Cuando se cuente la esteatosis macrovesicular simple que progresa a
rompen producen hemoperitoneo. cirrosis hepática.
Hemangioendotelioma epiteloide: tumor vascular
infiltrante que, desde un nódulo inicial, infiltra los
sinusoides produciendo múltiples nódulos perifé-
En la esteatosis hepática, los estudios de RM con
ricos que coalescen. Ocasionan retracción capsu-
técnicas convencionales (TSE-T2, STIR, TSE-T1) no
lar y atrofia parenquimatosa periférica. Su apa-
demuestran generalmente ninguna anormalidad.
riencia en diana se produce por una periferia
El desplazamiento químico de las frecuencias
tumoral hiperintensa, un anillo interno hipoin-
del protón en el entorno del agua y en el de la
tenso avascular de necrosis coagulativa y un centro
grasa permite obtener imágenes EG en fase y fase
heterogéneo con captación tardía. La invasión
opuesta, que son clave para diagnosticar la coexis-
venosa es frecuente.
tencia de agua y grasa intravoxel: a 1,5 teslas, cada
Hepatoblastoma: tumor solitario bien delimitado
2,2 ms de TE la señal de la grasa y la del agua pasa-
que suele presentar hemorragia y septos fibrosos.
rán de fase opuesta (múltiplos pares) a en fase
Las calcificaciones (30 %) no suelen observarse en
(múltiplos impares). Aquellos voxels donde coe-
RM.
xista el agua y la grasa, como en el depósito de tri-
Sarcoma mesenquimal: tumor grande y único con
glicéridos en el interior del hepatocito, su señal
necrosis hemorrágica y degeneración quística
estará muy diminuida en los estudios de fase
mixoide. Hiperintenso en T1 y T2, es hipovascular.
opuesta respecto a en fase (fig. 25). En estas imá-
Puede estar encapsulado y sangrar.
genes EG doble eco potenciadas en T1, el TE más
corto debe corresponderse con la fase opuesta
para evitar el efecto T2 en la pérdida de señal. El
ALTERACIONES DE DEPÓSITO porcentaje de pérdida de señal en las imágenes
obtenidas en fase opuesta es directamente pro-
DEL HÍGADO porcional a la concentración de grasa intracelular.
La esteatosis hepática aislada, definida como la acumu- La espectroscopia de protón de volumen único
lación de triglicéridos en los hepatocitos, suele ser asin- es otra técnica incruenta muy eficaz para diagnos-
tomática. La esteatohepatitis, tanto si es de origen alco- ticar y graduar el depósito intracelular de triglicé-
hólico como si no lo es, asocia inflamación y puede pro- ridos.
gresar a cirrosis. Cuando la distribución es segmentaria o El depósito de grasa intracelular está relaciona-
los depósitos son de predominio focal y nodular puede do con el flujo portal, ya que la sangre portal es la
ser difícil diferenciar la esteatosis focal de lesiones tumo- que transporta los quilomicrones al hígado. En
rales hepáticas.

A B

Figura 25. Esteatosis difusa. El hígado es más intenso en la imagen T1 en fase (A) que en la de fase opuesta (B). Este mismo comportamiento lo presenta el adenoma
adrenal derecho, indicando benignidad.

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A B

Figura 26. Esteatosis focal. Imágenes T1 en fase opuesta. Con frecuencia el depósito graso es segmentario (A) o nodular (B), confluyendo con una apariencia geográ-
fica. Esta asimetría en el depósito se asocia a variaciones en la perfusión portal.

A B

Figura 27. Áreas respetadas de esteatosis. Éstas pueden adoptar apariencias nodulares en áreas con perfusión aberrante (A) o anulares periféricas en lesiones de creci-
miento expansivo (B), o muy vascularizadas. Este anillo respetado perilesional se observa principalmente en las metástasis (B) y en los hemangiomas.

A B

Figura 28. Sobrecarga de hierro. A: en la imagen EG T1 el hígado presenta una discreta hipointensidad regional. B: la hipointensidad por el hierro es muy manifiesta
en la imagen STIR. El bazo es muy hipointenso, indicando una sobrecarga secundaria.

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general, habrá un mayor depósito graso intracelu- cen las moléculas de hierro. En las imágenes
lar en las áreas de mayor aporte vascular portal o potenciadas en T2 la señal del parénquima será
de un aporte vascular aberrante (perivesicular, tanto más baja cuanto mayor sea la concentración
peribiliar, parafalciforme). Pueden observarse de hierro (figs. 28, 29 y 30).
tanto áreas de esteatosis de distribución focal Para la cuantificación se utiliza la relación entre
(nodular o geográfica) en un hígado sano (fig. la señal del hígado y la del músculo paraespinal, ya
26) como áreas respetadas en una esteatosis difu- que en la sobrecarga de hierro la señal del bazo, el
sa (fig. 27). páncreas y los riñones también puede verse altera-
La RM permite el diagnóstico diferencial de la da. Las imágenes EG con TE corto son menos sen-
esteatosis y la esteatohepatitis combinando la sibles pero más específicas que las T2.
información de las técnicas de desplazamiento En la sobrecarga de hierro, la distribución del
químico, sensibles a los triglicéridos intracelula- depósito (qué órganos han perdido intensidad de
res, y las imágenes STIR, sensibles al edema de la señal) es muy relevante para el diagnóstico etioló-
inflamación y la necrosis. gico. Así, además de estar disminuida la señal del
La RM es una prueba muy sensible y eficaz en el parénquima hepático (todas las sobrecargas),
diagnóstico y cuantificación del hierro hepático. puede observarse un aumento del hierro en el bazo
Las técnicas más útiles son las EG basadas en las (hemosiderosis), el páncreas (hemocromatosis) y
potenciaciones T2. Con estas imágenes la pérdida la cortical de los riñones (hemólisis intravascular).
de la señal es directamente proporcional a la hete- En la hemocromatosis primaria y en la anemia side-
rogeneidad del campo magnético local que indu- roacréstica la intensidad del bazo es normal.

A B

Figura 29. Hemocromatosis segmentaria. A: en las imágenes T1 fuera de fase no se observan alteraciones. B: al alargar el TE y pasar a T1 en fase se constata la pérdida
de señal por el hierro. En este paciente la pérdida es mayor en el lóbulo hepático derecho.

A B

Figura 30. Cirrosis hepática con sobrecarga de hierro. El hígado es menos hipointenso en la imagen T1 fuera de fase (A) que en fase (B). El hecho de que el páncreas
no tenga hierro establece el diagnóstico de cirrosis con sobrecarga de hierro, probablemente alcohólica. Si el páncreas fuera hipointenso, el diagnóstico sería hemo-
cromatosis con cirrosis secundaria. El hígado presenta un hepatocarcinoma bien diferenciado en el lóbulo derecho.

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La distribución hepática del hierro celular En la enfermedad de Wilson se observan los cam-
puede ser inhomogénea por alteraciones del flujo bios característicos de la esteatosis, apareciendo los
portal. La hemocromatosis induce el desarrollo de cambios de inflamación, fibrosis y regeneración de
hepatocarcinomas (fig. 30). la cirrosis a medida que progresa la enfermedad.

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