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PARTO EL
EN LA GESTANTE DIABÉTICA
Fernando Magdaleno Dans, Marta Sancha Naranjo,
Antonio González González
16
INTRODUCCIÓN

La diabetes es una de las patologías que con mayor fre- asistenciales prestados durante el embarazo, e incluso en
cuencia se puede encontrar asociada al embarazo. Com- el periodo preconcepcional, deben verse obligatoria-
plica entre el 2 y el 5% de las gestaciones, e incluso por- mente complementados con una correcta asistencia al
centajes superiores al 10%, en virtud de los criterios diag- parto.
nósticos utilizados. Por otra parte, hay que asumir que esta El parto de la gestante diabética, que ha de ser etique-
endocrinopatía es una causa fundamental tanto de morbi- tado como de riesgo, plantea diferentes interrogantes, y
mortalidad perinatal como de morbilidad materna. Como los principales son los que hacen referencia al momento
consecuencia de todo ello, el obstetra está obligado a cono- más idóneo para la finalización del embarazo, a la vía del
cer sus implicaciones, así como su adecuado tratamiento a parto más recomendable y al método de control materno-
lo largo de las diferentes etapas de la gestación y, como no fetal más adecuado. Todas estas cuestiones serán desarro-
podía ser de otra manera, en el momento del parto (1-3). lladas a continuación. Asimismo, el final del capítulo se
En los capítulos anteriores se ha profundizado en el con- dedicará a estudiar una serie de situaciones particulares,
cepto, diagnóstico y tratamiento de la diabetes gestacional, con connotaciones especiales en la embarazada diabética,
se ha analizado cómo influye el embarazo en la diabetes y como la prematuridad, la amenaza de parto pretérmino
viceversa, y se han estudiado las principales complicacio- (APP) y su tratamiento con tocolíticos y corticoides, y la
nes obstétricas de la enfermedad; ahora es el momento de problemática de la macrosomía fetal.
hacer una valoración del control obstétrico de la gestante En definitiva, el análisis del parto en la gestante diabé-
diabética y, en concreto, de la asistencia al parto de ésta. tica incluirá los siguientes apartados: a) finalización del
En este sentido, hay que destacar que para alcanzar un embarazo; b) vía del parto; c) control intraparto, y d) si-
resultado materno-fetal satisfactorio, todos los esfuerzos tuaciones especiales.

FINALIZACIÓN DEL EMBARAZO

El momento de la finalización del embarazo en la vertidas y en la que más han variado los criterios de
paciente diabética es una de las cuestiones más contro- actuación en los últimos tiempos.

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Hace varias décadas, la mortalidad fetal anteparto se Tabla 1. Causas que condicionan
concentraba en las 3 o 4 semanas finales de la gestación, la terminación del embarazo
sobre todo cuando el control metabólico era deficiente o
si la mujer presentaba cetoacidosis, vasculopatía, pre- • Circunstancias obstétricas generales
eclampsia u otras complicaciones graves (4-6). Por este • Causas maternas
motivo, era una actitud clásica acabar la gestación antes – Control metabólico inadecuado
del término de ésta. De hecho, en sus publicaciones ini- – Estados hipertensivos
ciales en 1953, Priscila White defendía que a las diabéti- • Causas fetales
cas de clase A se les podía permitir continuar el embara- – Crecimiento intrauterino retardado
zo hasta la semana 40 y a las de clases B y C, hasta la 38; – Macrosomía
en las clases D, E y F recomendaba la finalización del – Hidramnios
embarazo en la semana 35 (7). – Riesgo de pérdida de bienestar fetal
Estos criterios, sin embargo, fueron perdiendo vigencia – Malformaciones
a lo largo de los años siguientes, en paralelo a un mejor – Muerte fetal
conocimiento de los procesos fisiopatológicos implicados
en la enfermedad y en el desencadenamiento de la muer-
te intraútero, a los avances en el control y el tratamiento • Con un control metabólico correcto y con una vigilan-
de la gestante diabética y sus complicaciones, así como a cia adecuada del bienestar fetal se debe dejar evolucio-
la adecuada detección de los fetos comprometidos. Por nar la gestación hasta el inicio espontáneo del parto. A
tanto, hoy en día, la mayoría de autores y escuelas acon- partir de la semana 38, en mujeres con buenas condi-
sejan la finalización de la gestación a término, siempre y ciones obstétricas se puede plantear la inducción del
cuando los estados materno y fetal lo permitan y no se parto. Asimismo, si en la semana 40 el parto no ha
asocien complicaciones, esperando el comienzo espontá- comenzado espontáneamente, se valorará su induc-
neo del parto en las diabéticas gestacionales y procuran- ción.
do alcanzar la semana 37 en las diabéticas pregestaciona- • En las restantes situaciones, cuando no exista garantía
les (4, 5, 8-11). de un adecuado seguimiento y de unos correctos con-
De todos modos, cada caso ha de ser individualizado troles obstétricos y diabéticos, se procurará terminar el
y valorado minuciosamente, y no tienen cabida unos embarazo a partir de la semana 37, o antes si se consi-
criterios rígidos de actuación. Es más, en la práctica clí- derase preciso. Si fuera necesario finalizar la gestación
nica diaria, tanto el profesional sanitario como la por debajo de la semana 34, se recomienda la adminis-
paciente se decantan numerosas veces por una conduc- tración de corticoides, teniendo en cuenta la corres-
ta más activa. Así, hasta en las embarazadas con ade- pondiente adecuación del tratamiento insulínico.
cuado control metabólico y con bienestar fetal compro- • En caso de riesgo de pérdida de bienestar fetal, la fina-
bado es infrecuente la espera más allá de las semanas 38 lización de la gestación será inmediata.
o 39, en especial cuando las condiciones para la finali-
zación de la gestación son favorables. Esta conducta No obstante, aunque se intenten respetar estos criterios
soslaya posibles complicaciones metabólicas de la etapa de actuación, hay que tener presente que diferentes cir-
final del embarazo, reduce las tasas de macrosomía y cunstancias pueden condicionar la necesidad de la finali-
trauma obstétrico, supone una liberación para el obste- zación anticipada del embarazo, al igual que puede suce-
tra y provoca una enorme satisfacción en la paciente y der en la gestante sin esta patología. En resumen, existen
en su entorno, que perciben el parto como una meta y una serie de situaciones en la gestante diabética que pue-
una liberación de múltiples obligaciones (consultas, den obligar a la terminación del embarazo antes del tér-
perfiles, analíticas, pruebas de control del bienestar mino, y cuya frecuencia es directamente proporcional a
fetal, etc.) y temores. Por el contrario, entraña el ries- la gravedad de la diabetes, a los años de evolución de ésta
go de un significativo incremento de la tasa de cesá- y al grado de control glucémico (tabla 1).
reas (4).
En resumen, se puede concluir que existe consenso
general en la necesidad de hacer todo lo posible para que CONTROL GLUCÉMICO INADECUADO
el embarazo en la diabetes pregestacional alcance la
semana 38, aunque la actitud una vez conseguido este En las últimas semanas de gestación es importante rea-
propósito continúa siendo motivo de controversia. lizar los correspondientes ajustes terapéuticos, en rela-
Al respecto, el Grupo Español de Diabetes y Embarazo ción con las variaciones de las necesidades insulínicas.
(GEDE), en el año 2005, hizo las siguientes consideracio- En alguna rara ocasión puede resultar difícil alcanzar un
nes (12): adecuado control metabólico, especialmente en formas

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más graves de la enfermedad. Si este control no puede HIDRAMNIOS
conseguirse en régimen ambulatorio, por falta de colabo-
ración de la paciente, actitud negligente de ésta o cir- Es una complicación relativamente frecuente en las
cunstancias asociadas, estará indicado su ingreso hospita- gestantes diabéticas, con series publicadas que recogen
lario. En el caso de que aun así no se consiga una hasta un 30% de casos, y teniendo mayor presencia en
compensación metabólica adecuada, habrá que conside- la diabetes pregestacional que en la gestacional. Se
rar la necesidad de finalizar la gestación, por el alto ries- correlaciona con un inadecuado control metabólico,
go materno y fetal de la situación (13). sin que guarde relación con la presencia de vasculopa-
tía (21, 22).
El hidramnios, como tal, no incrementa la morbimor-
ESTADOS HIPERTENSIVOS
talidad perinatal de manera significativa y no suele obli-
Son, junto con el mal control metabólico, una de las gar a la terminación del embarazo, ya que en la mayoría
causas principales de la terminación anticipada del emba- de los casos no se trata de formas graves, salvo que se aso-
razo en estas pacientes, pues también conlleva un impor- cien malformaciones fetales. Ahora bien, puede ser causa
tante riesgo asociado. Aunque sea posible normalizar las de parto pretérmino, de manera directa, cuando provo-
cifras de la presión con cierta facilidad con los fármacos que una grave patología compresiva, o de modo indirec-
antihipertensivos que se emplean habitualmente, existe to, cuando se asocie a otras complicaciones, como macro-
un mayor riesgo de crisis hipertensivas, así como de des- somía, rotura prematura de membranas, prolapso de
prendimiento prematuro de placenta. Además, las lesio- cordón, abruptio placentae o las citadas malformaciones
nes placentarias preexistentes pueden verse agravadas, fetales (22).
con el consiguiente compromiso fetal (14, 15).
El riesgo de preeclampsia se ve incrementado en las RIESGO DE PÉRDIDA
mujeres con diabetes pregestacional y, en especial, en las
que se asocia un mal control glucémico o presentan DE BIENESTAR FETAL
lesión vascular o renal previa. En términos generales, se
puede esperar un 20% de preeclampsias en el global de las Como en cualquier embarazo, si se comprueba la pre-
gestantes con diabetes pregestacional, estando presente sencia de un compromiso fetal, la finalización de la ges-
en el 10% de las diabéticas tipo B y llegando al 35% en tación ha de ser inmediata y urgente. Además, en el caso
las diabéticas tipo F (16, 17). de la gestante diabética, es preciso hacer dos puntualiza-
ciones al respecto. En primer lugar, el feto de la embara-
zada diabética tiene un mayor riesgo de padecer un dete-
CRECIMIENTO INTRAUTERINO RETARDADO rioro súbito, incluso con controles previos normales y
muy en relación con diferentes alteraciones maternas
Es más frecuente en pacientes con diabetes pregestacio- (hipoglucemias, hiperglucemias, crisis hipertensivas,
nal y con complicaciones vasculares asociadas, traducien- etc.). Y, en segundo lugar, en estas pacientes, las pruebas
do en un compromiso fetal crónico. Suele conllevar la de bienestar fetal habituales tienen un menor valor pre-
necesidad de finalizar la gestación antes de alcanzarse el dictivo, y sus resultados pueden variar en breves periodos
término, si bien serán la gravedad del proceso y las prue- de tiempo (5, 23).
bas de control del estado fetal las que señalen el momen-
to más oportuno.
MALFORMACIONES FETALES
MACROSOMÍA FETAL El espectro de malformaciones congénitas que pueden
presentar los hijos de madres diabéticas es muy variado,
En la actualidad, y gracias al control prenatal, es raro
al margen del riesgo que tiene la población general. Cada
encontrar los grandes fetos macrosómicos que se podían
caso habrá de ser valorado individualmente y de acuerdo
observar hace unas décadas.
con el Servicio de Neonatología correspondiente, en
Una vez diagnosticada una macrosomía fetal, algunos
orden a decidir tanto el momento como la vía de termi-
autores consideran que se debe finalizar la gestación, si
nación del embarazo más adecuados (24).
bien otros no encuentran beneficio alguno con dicha
actitud. De todos modos, la macrosomía tiene una evi-
dente implicación en el desarrollo de traumatismos feta- MUERTE FETAL
les con ocasión de la finalización del embarazo, pudiendo
condicionar la vía del parto, tal como será analizado des- Aunque el pronóstico obstétrico ha mejorado muy sig-
pués (18-20). nificativamente en los últimos años, todavía la mortali-

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dad perinatal en la gestante diabética es superior a la de lico materno, al perfeccionamiento del control del bienestar
la población general. En la actualidad, oscila alrededor fetal, a una correcta planificación del momento y vía del
del 2-3% de nacidos, mientras que en la era preinsulíni- parto y, por último, a unos mejores cuidados neonatales (9).
ca alcanzaba el 65% de nacidos (25). Aun así, el pronóstico fetal empeora con los años de evolu-
La mortalidad perinatal se ha conseguido reducir gracias a ción de la enfermedad y ante la presencia de vasculopatía.
una mayor profundización en los mecanismos fisiopatológi- Además, el riesgo de muerte fetal inexplicable es, todavía, de
cos de la enfermedad, al adecuado y estricto control metabó- 7 a 9 veces mayor que en la población general (26).

VÍA DEL PARTO

La mayoría de autores consideran, y así lo recomienda Al hilo de lo anterior, cabe resaltar asimismo que la reti-
el GEDE (2005), que la vía del parto de elección en la nopatía diabética proliferativa justifica la práctica de una
gestante diabética es la vaginal, y las indicaciones de la cesárea o, como mínimo, de un parto instrumental, con el
cesárea son las mismas que para las embarazadas sin esta propósito de evitar las maniobras de Valsalva que pueden
patología (4, 5, 10, 12). propiciar el desarrollo de hemorragias retinianas (10, 12).
De forma clásica, la manera más habitual de finalizar la ges- Las técnicas de maduración cervical y de inducción o
tación en la paciente con diabetes, sobre todo si era pregesta- estimulación del parto no han de variar de las empleadas
cional, era mediante cesárea, con series que alcanzaban hasta en las gestantes no diabéticas (4, 5, 10, 12), por lo que se
el 83% de estas intervenciones (27). Sin embargo, gracias al deben seguir las pautas habituales de cada centro, si bien
seguimiento y al estricto control al que son sometidas estas hay que recalcar la necesidad de una exhaustiva vigilan-
mujeres actualmente y a los cambios en las actitudes obstétri- cia fetal durante su desarrollo. Igualmente, y aunque se
cas, esas tasas se han conseguido reducir, a pesar de que siguen procure un parto vaginal, los tiempos de espera validados
siendo significativamente superiores a las de la población para la población general deben quedar recortados en
general, en especial en la diabetes pregestacional, en la que estas pacientes, y está justificada una cierta libertad en las
estadísticas recientes reflejan unos porcentajes de cesáreas del indicaciones de la vía abdominal, en especial cuando se
orden del 50-75% (4, 5). En el Hospital Universitario La Paz, asocien factores desfavorables.
de Madrid, la tasa global de cesáreas en la población diabéti- En el caso de realizarse una cesárea, la técnica emplea-
ca entre los años 1977 y 1992 fue del 57%, llegando al 87% da será la propia de cada centro. Al respecto, cabe desta-
en las formas de diabetes gestacional F y FR (28). En los últi- car que en los últimos años ha ido tomando cada vez
mos años, estos porcentajes han disminuido de manera llama- mayor protagonismo la cesárea de Misgav Ladach, en
tiva, de tal modo que en el año 2006 los embarazos finaliza- detrimento de la cesárea convencional.
ban por vía abdominal en el 22,4% de las diabéticas La cesárea de Misgav Ladach, descrita por Stark en el
gestacionales y en el 46,2% de las pregestacionales. año 1983, y que debe su denominación al hospital en el
Los factores implicados en el incremento de las tasas de que fue desarrollada, se fundamenta en los principios de
cesáreas en las gestantes diabéticas son, fundamental- la cirugía mínimamente agresiva y soslaya una serie de
mente, los siguientes (5, 9): pasos innecesarios de la cesárea clásica, aportando tres
novedades básicas: la apertura de la pared abdominal
• Indicaciones más permisivas que en la población gene- mediante la incisión de Joel-Cohen modificada, el cierre
ral, en especial en la diabetes pregestacional, y aún más uterino con una sola sutura y la ausencia de peritoniza-
en las formas más graves o complicadas. ción. Sus ventajas, al compararla con la cesárea conven-
• Mayor proporción de inducciones del parto antes del cional, son múltiples. De hecho, aporta rapidez, sencillez
término y con cierta frecuencia con malas condiciones y seguridad, y reduce las complicaciones intraoperatorias
obstétricas. y posoperatorias. En consecuencia, la recuperación de la
• Mayor número de complicaciones maternas y fetales, y paciente se acelera, haciendo factible su alta hospitalaria
de historias obstétricas desfavorables. precoz, con el consiguiente ahorro económico.
• Mayor presencia de fetos macrosómicos, lo que condi- No obstante, en los últimos años, esta técnica ha sido
ciona más cesáreas programadas y un mayor número de cuestionada por numerosos autores, destacándose sobre
cesáreas por no progresión del parto, parto estacionado todo que los resultados de la incisión de Joel-Cohen son
o desproporción pélvico-cefálica. poco estéticos y que algunos de sus pasos quirúrgicos son

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de otros beneficios adicionales. En concreto, en el
Hospital Maternal La Paz se emplea actualmente una
variante de la cesárea de Misgav Ladach, que difiere de la
original en lo siguiente: apertura del abdomen mediante
incisión de Pfannenstiel modificada (fig. 1), no exteriori-
zación del útero para su sutura, no recubrimiento del
útero con epiplón, aproximación del peritoneo parietal y
músculos rectos, y sutura cutánea convencional (29).
A La analgesia reviste gran importancia en el parto de la
B embarazada diabética, tanto desde un punto de vista
C materno como fetal. La existencia de dolor durante el
periodo de dilatación y el periodo expulsivo repercute
muy negativamente sobre el control metabólico materno,
a expensas de una mayor liberación de catecolaminas, e
incrementa los riesgos de hipoxia y acidosis fetales; ries-
gos de por sí ya importantes en estos fetos. La técnica
analgésica de elección en estas pacientes, tanto para el
parto vaginal como para la cesárea, es la analgesia regio-
1 Modalidades de incisiones transversas en la cesárea.
nal. Aun así, hay que tener presente que el feto es más
sensible a las hipotensiones, que existe un mayor riesgo
A: línea interilíaca. B: incisión de Joel-Cohen. C: inci- de síndrome de hipotensión supina y que en estas pacien-
sión de Pfannenstiel.
tes la difusión del anestésico en el espacio epidural es
mayor (4, 30).
Por último, es importante haber establecido, con ante-
de dudosa utilidad. Por todo ello, diferentes escuelas han rioridad al parto, la conveniencia o no de esterilización
propuesto una serie de modificaciones en la técnica ori- tubárica, valorando los deseos de descendencia de la
ginal, que persiguen, sin reducir su eficacia, la obtención pareja y la patología materna asociada.

CONTROL INTRAPARTO

Durante el parto se hacen imprescindibles un adecuado mayor riesgo de acidosis y de compromiso fetales. De
control metabólico materno y una correcta evaluación igual manera, la hiperglucemia materna, incluso con un
del estado fetal. control metabólico previo óptimo, puede condicionar
una hiperinsulinemia en el recién nacido, con la consi-
guiente hipoglucemia neonatal.
CONTROL METABÓLICO MATERNO Por todo ello, en 1977, West y Lowy comenzaron a uti-
lizar perfusiones simultáneas de glucosa e insulina rápida,
Uno de los puntos fundamentales en la asistencia al parto obteniendo unos resultados muy satisfactorios (31).
de la paciente diabética es el control metabólico durante éste. Desde entonces, ésta ha sido la base del tratamiento
Es más, dicho control puede iniciarse antes, en los pródromos intraparto de la gestante diabética. Se emplea una dosis
de parto o mientras se lleva a cabo la maduración cervical. de glucosa de 6-8 g/hora, que cubre las necesidades caló-
Sus objetivos primordiales son, en primer lugar, alcanzar ricas del parto y evita la cetogénesis materna, mientras
y mantener la euglucemia materna, con unos valores de que los requerimientos de insulina son variables, oscilan-
glucemia capilar comprendidos entre 70 y 110 mg/dl (3,9- do entre 0 y 7 U/hora.
6,1 mmol/l) y, en segundo, evitar la cetonuria (4, 5, 12). En definitiva, y con pequeñas diferencias (todavía hay
Desde hace varias décadas se sabe que la hiperglucemia escuelas que administran insulina subcutánea durante el
materna durante el parto puede provocar hiperglucemia parto), la gran mayoría de los protocolos asistenciales
fetal. Ello origina un incremento en el metabolismo de la actuales persiguen el mantenimiento de la euglucemia
glucosa y un aumento del consumo de oxígeno, con un materna, combinando una perfusión única mixta de glu-

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cosa e insulina o mediante perfusiones separadas de glu- Una situación especialmente importante en estas
cosa y de insulina rápida, que se debe administrar pacientes (diabéticas pregestacionales y diabéticas gesta-
mediante bomba de infusión (fig. 2, v. p. 359), variando cionales que precisan insulina) es el periodo de preparto,
sus ritmos en virtud de las glucemias capilares y las ceto- debido a los riesgos de descompensación metabólica y de
nurias. En este sentido, hay que destacar que existen múl- hiperglucemia materna. En esta circunstancia, así como
tiples pautas terapéuticas, si bien es evidente que cada en el caso de realizarse una maduración cervical con pros-
hospital debe adoptar un protocolo individualizado, sen- taglandinas, parece aconsejable dejar a la paciente en
cillo de entender y fácil de aplicar por todo el personal ayunas, suspender la administración de insulina subcutá-
implicado en la asistencia a estas pacientes (11, 32-35). nea y comenzar una sistemática de control metabólico
Las indicaciones de un cuidadoso control metabólico similar a la que se expone a continuación y que es la que
materno intraparto son dos: a) todos los casos de diabe- se utiliza en el Hospital Maternal La Paz:
tes pregestacional, y b) las diabetes gestacionales que han
precisado insulina. 1. Administración de líquidos e insulina rápida según los
El tratamiento se instaurará cuando se induce el parto, niveles de glucemia, que se evaluará, mediante tiras
cuando se indica una cesárea electiva o cuando el parto reactivas, antes del paso de cada suero. En virtud de los
comienza espontáneamente, aunque en esta última cir- valores de ésta, la pauta de tratamiento será la siguiente:
cunstancia los requerimientos de insulina estarán dismi- • Si > 240 mg/dl: salino fisiológico (500 ml) y 18 U de
nuidos, al persistir los efectos de la insulina subcutánea. insulina rápida.
A título de ejemplo de «protocolo de control metabó- • Si 180-240 mg/dl: glucosado 5% (500 ml) y 13 U de
lico de la gestante diabética durante el parto», se presen- insulina rápida.
ta, a continuación, el empleado en el Hospital Maternal • Si 120-180 mg/dl: glucosado 5% (500 ml) y 8 U de
La Paz y que comprende los siguientes puntos: insulina rápida.
• Si 80-120 mg/dl: glucosado 5% (500 ml) y 5 U de
1. Suspensión de la ingesta oral de alimentos y la adminis- insulina rápida.
tración habitual de insulina subcutánea el día del parto. • Si < 80 mg/dl: solamente glucosado 5% (500 ml).
2. Determinación de glucemia capilar al comienzo del 2. Una vez que se inicia el parto espontáneamente o se
parto y después cada hora. Determinación de cetonuria decide la inducción de éste o la realización de una cesá-
al comienzo del parto y posteriormente cada 6 horas. rea, se comenzará el protocolo de control metabólico
3. Perfusión intravenosa de suero glucosado al 10% (500 ml), intraparto que ha sido descrito con anterioridad.
añadiéndose una ampolla de ClK (10 mEq), para pasar en
4 horas; este suero se puede conectar en Y en el catéter de Por último, y con respecto al control metabólico pos-
la bomba de infusión de insulina. parto, se ha de señalar que, inmediatamente después de
4. Administración de insulina rápida, mediante bomba de la finalización de la gestación, al desaparecer la placen-
infusión (500 ml de suero salino fisiológico + 50 U de ta y descender los niveles de hormonas hiperglucemian-
insulina rápida), según la siguiente pauta: tes, las necesidades de insulina disminuyen de manera
significativa. Al mismo tiempo, aumenta la sensibilidad
Glucemia Insulina a la insulina y hay tendencia a la hipoglucemia. Por
< 70 mg/dl Bomba parada tanto, es necesario ajustar el tratamiento a la nueva
70-100 mg/dl 1 U/h (10 ml/h) situación (4, 5). Si se realizó una cesárea se debe man-
101-130 mg/dl 2 U/h (20 ml/h) tener el control metabólico y la administración de insu-
131-160 mg/dl 3 U/h (30 ml/h) lina rápida intravenosa, de modo similar a como se
161-190 mg/dl 4 U/h (40 ml/h) hacía intraparto, hasta que se inicie la alimentación
> 190 mg/dl 5 U/h (50 ml/h) oral. Llegado este momento, lo que sucederá antes en
caso de tratarse de un parto vaginal, el reajuste insulíni-
5. Si precisa oxitocina, ésta se administrará en un tercer co será diferente según se trate de una diabetes gestacio-
suero (salino fisiológico) y por vía diferente. nal o pregestacional.
6. Las cetonurias iniciales no requieren medidas especia- En la diabetes gestacional, y en relación con la dosis
les, aunque es necesario observar su evolución. Por el de insulina que precisaba al final de la gestación, hay
contrario, las cetonurias persistentes o de aparición que diferenciar dos situaciones. Si para entonces la
ulterior serán subsidiarias de las siguientes actitudes paciente requería una dosis igual o inferior a las 20 U/
terapéuticas: cuando coincidan con una glucemia infe- día, su administración se suspenderá definitivamente
rior a 100 mg/dl se aumentará el ritmo de perfusión de después del parto. En caso de necesitar una dosis diaria
glucosa, mientras que si la glucemia se encuentra en un de insulina superior a las 20 U, en el posparto precisará
nivel superior a los 100 mg/dl se incrementará en un dos tercios de ésta, que se administrará, preferentemen-
escalón la dosificación de insulina. te, mediante 2 pinchazos subcutáneos de insulina inter-

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media (50% de la dosis total diaria en el desayuno y CONTROL OBSTÉTRICO
50% en la merienda o cena). Por ejemplo, si al final del
embarazo necesitaba 30 U de insulina, tras el parto Comprende tanto la dirección médica del parto como
necesitará 20 U (2/3 de la dosis previa), que serán de el estricto control del estado fetal. Como se ha referido
insulina NPH, repartidas en 10 U subcutáneas en el des- anteriormente, el parto de la gestante diabética se debe
ayuno y 10 U subcutáneas en la merienda o cena. considerar como de alto riesgo. De hecho, la hipergluce-
Si se trata de una diabetes pregestacional, siempre habrá mia y la hiperinsulinemia fetales incrementan el riesgo de
que utilizar insulinoterapia en el posparto, necesitándose acidosis láctica hipoxémica y, en general, el pH y la pO2
dos tercios de la dosis del final de la gestación. Al princi- en sangre de calota y de cordón umbilical tienden a ser
pio, se puede emplear insulina regular o análogo insulínico inferiores en los hijos de madres diabéticas.
de acción rápida (insulina lispro) en 3 o 4 pinchazos sub- Por todo ello, se recomienda la vigilancia continua de la
cutáneos, antes de cada comida, y una dosis de análogo dinámica uterina y de la frecuencia cardiaca fetal, prefe-
insulínico de acción retardada (insulina glargina) o bien rentemente mediante monitorización interna (fig. 3, v. p.
3 pinchazos subcutáneos, de mezcla de insulina regular o 359). Asimismo, es aconsejable complementar la monito-
análogo insulínico de acción rápida (insulina lispro) con rización biofísica con algún método de monitorización bio-
insulina NPH. Controles metabólicos ulteriores pueden química (pulsioximetría, tecnología STAN o estudio del
modificar el esquema terapéutico. equilibrio ácido-base) (figs. 4 y 5, v. p. 359) (4, 5, 10, 12).

SITUACIONES ESPECIALES

PARTO PRETÉRMINO son factores de riesgo conocidos para el desencadena-


miento de la dinámica uterina y el inicio del parto antes
La diabetes no se considera, de forma aislada, un factor de la semana 37 de gestación.
de riesgo para el parto pretérmino. Ahora bien, la inci-
dencia de prematuridad es mucho más alta en el grupo de Desde un punto de vista práctico, en la paciente diabé-
gestantes diabéticas, especialmente si se trata de diabéti- tica supone un serio problema el control de la amenaza de
cas pregestacionales, en comparación con la población parto prematuro (APP), entendiendo como tal la presen-
general (36). cia de contracciones uterinas, acompañadas o no de
Cuando se analiza más detenidamente el problema de modificaciones cervicales, entre las semanas 22 y 37, y
la asociación de parto pretérmino y diabetes, hay que que son capaces de desencadenar el parto antes de térmi-
diferenciar dos tipos de prematuridad: no. Por una parte, la madurez pulmonar fetal está retrasa-
da en los casos de gestantes diabéticas, respecto a las
• La prematuridad inducida es la que tiene lugar cuando mujeres no diabéticas, hecho que siempre hay que tener
el obstetra decide finalizar la gestación antes de la en cuenta a la hora de valorar el momento más idóneo
semana 37, por la aparición de complicaciones mater- del parto, con el fin de evitar la aparición de complica-
nas y/o fetales asociadas a la diabetes, como es el caso ciones pulmonares en el recién nacido (37). Por otra, el
de la preeclampsia, el retraso de crecimiento intraute- tratamiento farmacológico empleado en el control de la
rino o incluso el mal control metabólico. Esta prema- APP puede producir efectos adversos, con elevaciones de
turidad es la que se encuentra francamente incremen- la glucemia y difícil control metabólico. Dicho trata-
tada en el grupo de gestantes diabéticas, respecto a la miento abarca una doble vertiente: lentificación de la
población general. dinámica uterina y, en paralelo, aceleración de la madu-
• La prematuridad espontánea se asocia más a la existen- ración pulmonar fetal.
cia de antecedentes de partos pretérmino en embarazos
anteriores que a la propia diabetes. Sin embargo, cuando TOCOLÍTICOS PARA EL TRATAMIENTO
se analizan grandes series se observa una relación direc-
ta entre la prematuridad espontánea y un mal control DE LA APP
metabólico durante la gestación. Ello probablemente se
explica por la aparición de complicaciones en estas El objetivo básico del tratamiento de la APP consiste
pacientes, como infecciones urinarias o hidramnios, que en inhibir la dinámica uterina, con el fin de evitar que
DIABETES Y EMBARAZO
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estas contracciones conduzcan al parto en momentos en El empleo de otros fármacos tocolíticos debe quedar
los que el feto aún no presenta la madurez suficiente en reservado para situaciones especiales. Nifedipino, del
sus órganos para la adaptación a la vida extrauterina. En grupo de los antagonistas del calcio, tiene escasos efectos
España, los únicos fármacos tocolíticos aprobados para el secundarios, pero no está aprobado para el tratamiento de
tratamiento de la APP son atosibán y ritodrine. la APP y la mayoría de autores coinciden en que son
Atosibán es un fármaco recientemente autorizado para necesarios más estudios que verifiquen que se trata de un
dicho tratamiento. Se trata de un análogo estructural de fármaco con un perfil adecuado de eficacia-seguridad.
la molécula de oxitocina, que bloquea de forma selecti-
va los receptores de oxitocina en el miometrio, impi-
diendo que aquélla provoque la contracción uterina. Su MADURACIÓN PULMONAR
efecto selectivo sobre el miometrio hace que las acciones El síndrome de dificultad respiratoria es la complica-
sistémicas y, por tanto, los efectos secundarios no desea- ción relacionada con la prematuridad que tiene una
dos, sean mínimos. De esta manera, no modifica de mayor morbimortalidad. Ya se ha mencionado anterior-
forma significativa los niveles de glucemia durante su mente cómo la madurez pulmonar del feto está retrasa-
administración, hecho que tiene una gran trascendencia da en la gestante diabética, por lo que podría resultar
y que facilita un buen control metabólico durante el tra- útil el estudio del líquido amniótico para su valoración
tamiento uterolítico. El estudio CAP-001, de carácter en el recién nacido pretérmino. No obstante, la deter-
multicéntrico y llevado a cabo en Europa, Asia, Canadá minación del índice L/E (lecitina/esfingomielina) puede
e Israel, comparó el atosibán con 3 betamiméticos (ter- inducir a error en el caso de hijos de madres diabéticas,
butalina, salbutamol y ritodrine), apreciando que la efi- y no garantizar la existencia de madurez pulmonar, por
cacia a la hora de retrasar el parto era similar para los 4 lo que se debería comprobar siempre la existencia de
fármacos, mientras que los efectos secundarios cardio- fosfatidilglicerol (PG). Es más, algunos autores defien-
vasculares y metabólicos eran significativamente meno- den que en gestaciones de alto riesgo, como las asocia-
res en el grupo de pacientes tratadas con atosibán (38). das a la diabetes, el recuento de cuerpos laminares es el
De hecho, siempre que se disponga de este fármaco, la método de elección para evaluar y predecir la función
Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia y el pulmonar neonatal (40).
GEDE lo consideran de primera elección en el trata- Es conocido que los corticoides aceleran la madurez del
miento de la APP, sobre todo en pacientes de riesgo, pulmón fetal y estimulan la diferenciación celular de los
como son las gestantes diabéticas (12). neumocitos tipo 2. Además del incremento en la produc-
Ritodrine es un fármaco del grupo de los betamiméti- ción de surfactante, los corticoides aumentan la distensi-
cos que ejerce su efecto tocolítico al estimular los recep- bilidad y el volumen pulmonar máximo, reducen la pér-
tores ß2 existentes en la célula miometrial, además de los dida de proteínas hacia el espacio aéreo y, en definitiva,
existentes en la pared vascular, el diafragma y los bron- mejoran notablemente la adaptación respiratoria en el
quiolos. Pero aunque su acción preferente es en estos medio aéreo. La dexametasona y la betametasona son los
receptores ß2, tiene cierta actividad sobre los receptores corticoides de elección para el tratamiento antenatal, ya
ß1 presentes en el corazón, intestino delgado y tejido adi- que sus formas biológicamente activas cruzan fácilmente
poso. El tratamiento con betamiméticos produce tam- la placenta, su actividad inmunosupresora es muy débil y
bién un incremento de la glucemia, debido a la secreción carecen de efecto mineralcorticoide. No obstante, son
de glucagón, con las consiguientes glucogenólisis y gluco- fármacos que producen insulinorresistencia, lo cual
neogénesis. La elevación de la glucemia que se produce puede conducir a la descompensación metabólica, aun-
tras la administración de ritodrine por vía intravenosa, que el efecto sea transitorio. Por ello, es necesario reali-
intramuscular o subcutánea es máxima a las 3 horas, y zar un minucioso control de la glucemia y ajustar las dosis
suele normalizarse a las 24 horas. Se acompaña de un de insulina en las pacientes que ya la necesitaron previa-
aumento de los valores de insulina, que incluso precede a mente, recurriendo, si fuera necesario, a la utilización de
la hiperglucemia y que se debe a la estimulación de los una bomba continua de infusión de insulina.
receptores ß del páncreas. En definitiva, el empleo de El National Health Institute de Estados Unidos esta-
ritodrine en la gestante diabética es controvertido, por la bleció, en un documento de consenso del año 1994, que
posibilidad de desarrollar cetoacidosis. El grado de altera- los corticoides estaban indicados en un rango de edad
ción metabólica suele guardar relación con la gravedad gestacional comprendido entre las semanas 24 y 34.
de la diabetes y puede ser controlado con insulina i.v., Posteriormente, en el año 2000, concluyó que no se
pero existe un riesgo potencial en las pacientes en las que debían utilizar pautas de dosis repetidas ni de rescate.
no se haya diagnosticado la diabetes en el momento de Por tanto, en la gestante diabética, y dadas las peculia-
aparecer la APP, si se administran betamiméticos y no se ridades ya descritas de la maduración pulmonar fetal,
realizan controles adecuados de glucemia (39). parece que el beneficio de la administración de corticoi-

196 EL PARTO EN LA GESTANTE DIABÉTICA


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des se prolonga hasta la semana 35, aunque se reco- un incremento de peso, fundamentalmente a costa de los
mienda un ciclo único y con controles metabólicos muy perímetros torácico y abdominal, más relacionados con la
estrictos. distocia de hombros. Pero este problema se complica si se
tiene en cuenta que la estimación del peso fetal con los
medios actuales está sometida a un margen de error muy
MACROSOMÍA FETAL amplio, en torno al 10%. Se han descrito múltiples fór-
La macrosomía fetal es uno de los aspectos más contro- mulas y parámetros ecográficos para calcular con cierta
vertidos, sobre todo a la hora de decidir cuál es el mejor aproximación el peso fetal, aunque, por desgracia, no se
momento para finalizar la gestación, así como la vía del ha encontrado ninguna forma de predecir y evitar el trau-
parto. Puede considerarse una manifestación de afecta- ma obstétrico en función de dicho cálculo (41).
ción fetal intrauterina y se correlaciona con el grado de Ante esta situación, algunos autores proponen la fina-
control metabólico, aunque pueden existir otros factores lización del embarazo en los casos en los que se sospecha
que influyen en el peso final del recién nacido. Se asocia macrosomía con feto maduro, mediante la inducción del
a un incremento en la morbimortalidad materna y fetal, parto. Pero esta actitud incrementa la tasa de cesáreas y
a causa del traumatismo obstétrico que, por otra parte, no no evita el trauma obstétrico (42).
siempre es fácil de prever. Otro punto de controversia se refiere a si está justificada la
El primer problema surge cuando se quieren establecer realización de una cesárea con carácter profiláctico, cuando
los límites de peso fetal para definir la macrosomía y aun- se ha diagnosticado la macrosomía fetal. La mayoría de los
que clásicamente se consideraba macrosómico el feto autores coinciden en elegir la vía abdominal en este caso, si
cuyo peso al nacer era superior a los 4.500 g, la mayoría bien aceptando las limitaciones ya mencionadas en la esti-
de los autores, en la actualidad, reconocen como límite mación del peso fetal y asumiendo el riesgo que conlleva una
los 4000 g; estableciéndose en el hijo de madre diabética cesárea en pacientes que podrían tener un parto vaginal.

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198 EL PARTO EN LA GESTANTE DIABÉTICA


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Anexo
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CAPÍTULO 16

3 Monitorización continua de la frecuencia cardíaca fetal y


de la dinámica uterina mediante cardiotocógrafo.

2 Bomba de infusión.

4 Pulsioxímetro que registra, de manera continua, la satu-


ración de O2 fetal.
5 Autoanalizador de pH y gases.

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