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FUTBOLISTAS PROFESIONALES

Y POLÍTICOS AFICIONADOS
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3. FUTBOLISTAS PROFESIONALES Y POLÍTICOS AFICIONADOS

El fútbol en tiempos dictatoriales

A estas alturas del campeonato es más o menos notorio que el fútbol es un hecho social total. En el

entendido de que pone en juego a la totalidad de la sociedad y sus instituciones porque los problemas

que plantea “son al mismo tiempo jurídicos, económicos, religiosos e incluso estéticos y morfológicos”

(Mauss, 1979:258). Sin embargo, la falsa conciencia, la petrificación ideológica del fútbol (Brohm) es un

fenómeno esencialmente religioso. Un conjunto de prácticas simbólico-rituales que trascienden la

facticidad de lo real. Asistir a un partido de fútbol (in situ, por televisión abierta, por cable, por la radio,

en tiempo real o diferido, en casa, en el bar, en el éter y las señales de humo) puede ser un mal

negocio en todos los sentidos; en términos productivos, un estímulo para los anatemas: despilfarro y

ocio. El aburrimiento se difiere o canaliza cuando (generalmente por equivocación) el individuo

sometido a la contemplación es parcial. Para los jugadores la contemplación también es parcial. Está

del lado de la mentira. Porque nadie sabe lo que significa el juego hasta que lo padece. ¿Eso le importa

a la patronal? Por eso Ricardo Teixeira, el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, adora

las carreras de caballos.

Como dijo un senador (Althoff) el fútbol brasileño es un rehén de los comportamientos

fisiológicos. Tiene los pies encadenados a una cadena de prácticas fundadas en relaciones de

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compadrazgo. Pero no sólo. El fútbol brasileño se convirtió en la argamasa atemporal sobre la que

descansa un sentimiento de comunidad compartido.

Ilha Grande, la isla de la tranqüilidade

La segunda incursión brasileña en una copa del mundo (1934) se dedicó más que nada a la promoción

del café. Los mejores jugadores del país estaban reunidos en la Federación Brasileña de Fútbol, como

se alquilaban para jugar fueron prohibidos de integrarse la selección nacional por los acérrimos

amateurs que eran los dirigentes de entonces, unos puristas olímpicos. La selección quedó en el lugar

catorce de dieciséis.

En 1935, Getúlio Vargas decretó estado de sitio en Rio, Natal y Recife. Aumentaron las

detenciones, las torturas, los juicios sumarios, los asesinatos. Graciliano Ramos, que aún no gustaba

del fútbol, fue encerrado en Ilha Grande.

A Ilha Grande se iba a morir. João Francisco dos Santos, Madame Satã, después de pasar

años en prisión continuó viviendo en la isla. Donde ahora está enterrado.

En tupí la llamaron de Ipaum Guaçu. La Isla Grande es doce veces mayor que la de Fernando

de Noronha. Forma parte del litoral fluminense, en la zona sur. Esta región fue considerada como

altamente vulnerable por el gobierno de la ciudad de Rio de Janeiro, por lo menos hasta principios del

siglo XIX. Diversas embarcaciones de corsarios gobernaban las aguas de la bahía de Ilha Grande y

Sepetiba (Vieira de Oliveira, 2000).

Ante el rápido crecimiento de la inmigración en la última fase del Brasil imperial, el gobierno

supuso necesaria la creación de un lazareto (hospital de leprosos). Un grupo de técnicos del imperio

recorrieron el litoral fluminense y paulista a fin de localizar la mejor ubicación entre los principales

destinos de los inmigrantes: Rio de Janeiro y São Paulo. Seleccionaron Ilha Grande para alejar y

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reducir el mal. En poco tiempo quedó construido el Lazareto do Abrão. Destinado al aislamiento de

enfermos contagiosos, sobre todo de cólera. El lazareto del abrigo funcionaba siguiendo el mismo

criterio adoptado por los navíos de pasajeros. Existían por lo tanto pabellones de primera, de segunda y

de tercera clase.

La belleza singular de la isla había encantado al emperador Dom Pedro II. En 1889 tendría

ocasión de visitarla por última vez pero en calidad de prisionero. Ahí aguardó el transporte que lo

llevaría al exilio.

Desde fines del siglo XIX se mezclaban en el lazareto enfermos y delincuentes. En 1913 el

lazareto se clausuró. Con la explosión de la revolución constitucionalista (1932), Getúlio lo reabrió

apenas como prisión. Para los presos de guerra. Después de la victoria getulista, el Lazareto volvió a

ser una prisión normal. En 1963 el Lazareto fue demolido. Solamente queda en pie un acueducto que

transportaba el agua de las montañas.

Desde 1903 se instaló oficialmente en la isla una colonia penal (Cándido Mendes) para presos

comunes. El objeto de la colonia era modificar a los presos a partir del trabajo. La colonia estaba

cercada por una villa donde habitaban guardias y destacamentos de la Policía Militar. Durante la

dictadura (1964-1985) los presos comunes ocupaban la planta baja, el primero y tercer pisos. Los

presos políticos vivían en el segundo. Aún así hubo contacto entre los diferentes presos. El fruto más

famoso de esa convivencia fue la fundación del Comando Vermelho en 1979. En 1985 uno de los

líderes del CV escapó del penal en helicóptero: el narcotraficante José Carlos dos Reis Encina que

después de la fuga fue conocido como Escadinha, Escalerita.

Graciliano vivió dos años en Ilha Grande. “Era un introspectivo y participaba poco de la vida de

los presos políticos. Tomó notas y observó. Su temperamento amargo y su tendencia al aislamiento no

le permitieron una observación más completa de los lances de la vida penitenciaria. Aún así reunió

datos para llenar las páginas de cuatro alentados volúmenes” (Pessatti, 2002). En un Autorretrato

Graciliano escribió de sí:

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Prefiere no andar. No le gustan los vecinos. Detesta radio, teléfono y campanillas. Tiene horror de las

personas que hablan alto. Usa anteojos. Medio calvo. No tiene preferencia por ninguna comida.

Indiferente a la música. No le gustan las frutas ni los dulces. No le da preferencia a ninguno de sus libros

publicados. Gusta de beber aguardiente. Es ateo. Indiferente a la Academia. Odia a la burguesía. Adora

a los niños. Gusta de las palabrotas escritas o habladas. Desea la muerte del capitalismo. Escribe sus

libros por la mañana. Fuma cigarros Selma (tres maços al día). A pesar de que lo encuentren pesimista,

disiente de todo. Rehace sus novelas varias veces. Por sentimentalismo o vergüenza se finge más

áspero de lo que es. Estuvo preso dos veces. Le es indiferente estar preso o libre. Por causa de sus

temas y personajes recurrentes (de tenor autobiográfico) se considera un escritor sin imaginación;

aunque hubiera dicho, en cartas, que el enredo no importaba puesto que lo fundamental eran los

descensos al subsuelo de la personalidad (1952).

1. Graciliano Ramos en la comodidad de su estudio.

Graciliano se fue muy joven a vivir a Rio pero tras un telegrama que anunciaba la muerte de

tres hermanos por la peste bubónica regresó al nordeste. Trabajó diecinueve años en la tienda de su

padre A Sincera, en Palmeira dos Índios, Alagoas. Llegó a ser alcalde de la ciudad y director de

Instrucción Pública del estado. En 1936 fue apartado del cargo bajo la acusación de proximidad con los

comunistas y su intentona fracasada. Cayó preso en Maceió sin orden de arresto. Pasó por varias

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prisiones. Desde Recife lo llevaron hacia Rio de Janeiro. Acabó en Ilha Grande. “Estoy resuelto a no

defenderme. ¿Defenderme de qué? Todo es una comedia y de cualquier manera yo sería un pésimo

actor.” La vida llega a ser injusta, pobre y violenta.

En la cárcel Graciliano experimentó cotidianamente el abuso de los castigos; quedó marcado

por la agonía de aquel preso enfermo que fue literalmente devorado por las moscas luego de una

operación. Se acostumbró a la comida podrida e infestada de heces.

En 1981 el gobierno federal brasileño creó una reserva biológica en Ilha Grande. Desde 1993 el

presidio fue desactivado. En 1994 el gobierno de Brizola lo semidemolió. En 2003 la gobernadora de

Rio de Janeiro, Rosinha Matheus, propuso la reconstrucción de la cárcel en el modelo de máxima

seguridad, teóricamente con el apoyo de los moradores isleños. El proyecto fue vetado.

2. Inscripción anónima de despedida fechada en 1994.

Después de un breve auge la industria pesquera de la isla entró en declive. Las antiguas

fábricas de salado de peces, de sardinas prensadas en lata, se transformaron en pousadas. En mayo

de 2003 estuve en la isla maldita. Es un must go dentro de cualquier guía turística el tema de una

comunidad que vivió de la privación en el paraíso. El predicador en la iglesia de la Assambléia de Deus

convocaba a su audiencia con un desaforado trance semejante al del dance-hall o el ragga. Los niños

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jugando por las calles y en la playa parecían felices aunque no hubiera una cámara cerca. Y claro,

patrullaban todo el día los muchachos de la PM las pocas calles del puerto de Abrão. Patrullaban

también el mar. Durante un paseo nocturno en la barca de un pescador hospitalario fuimos abordados

por un destacamento marino para una inspección que sembró la angustia en nuestro cicerone. Por

fortuna, el rigor militar de la policía no dio con un enorme paquete de maconha que también navegaba

en la embarcación.

Un marinero uruguayo que ha viajado por los mares del mundo en la compañía segura de su

perro –juraba que era la última vez que lo hacía- revelaba que era muy poco lo que se podía esperar de

la mezcla insana entre portugueses y negros. El muelle se cae cada año decía señalando con el dedo

acusador la endeble forma de esa civilización. Pero yo estaba en compañía de dos arquitectas

españolas (Lorena y Patricia) y habíamos pasado una noche de trekking sin equipo en la montaña.

Llegué a pensar que se llegaba a Ilha Grande para morir.

El Estado Novo

En 1937, a través de la radio, Getúlio anunció la implantación del Estado Novo y la disolución del

Congreso. El gobierno central creó un Conselho Nacional de Desportos que vinculaba la organización

de las actividades deportivas al Estadão. Desde el punto de vista de la organización del futebol, el CND

tenía el propósito de intervenir en el campo privado de los clubes, una más de las herencias incómodas

de la autonomía liberal de inicios del siglo XX. Estos clubes tenían su origen en el peligroso tema de la

asociación espontánea de individuos en entidades de derecho privado.

El movimiento disciplinante que gobernaba Brasil responsabilizó al republicanismo liberal

anterior a 1930 de toda crisis y toda inestabilidad; enfatizando la incapacidad paulista para fundar una

identidad nacional.

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El Estado Novo financió los gastos de Brasil en la copa del mundo de 1938; Alzira Vargas, por

supuesto, acompañó a la selección. El país entero siguió con euforia la participación en Francia,

encarada por la propaganda estadonovista como síntesis de la capacidad y originalidad nacionales. Los

grupos hegemónicos definieron su papel de constructores de un novo brasileiro. En la medida en que

los individuos no tienen derechos sino deberes, ya que los derechos pertenecen a la colectividad, el

estado intervencionista no reconocía ninguna lucha de clases puesto que sus leyes laboristas

afirmaban suficientemente la armonía social. Vargas en persona deseó suerte a un seleccionado

nacional vestido de carácter. Las victorias del equipo formarían parte del triunfo gubernamental. Tras la

partida contra los italianos en semifinales, Getúlio escribió en su diario: “el juego monopolizó las

atenciones. La derrota del team brasileño causó una gran decepción y tristeza en el espíritu público,

como si se tratase de una desgracia nacional” (Agostino, 2002:145). Con todo, el equipo fue recibido

como campeão moral. Todos estaban seguros de que habían sido víctimas de un arbitraje tendencioso.

Leônidas, cuyas habilidades acrobáticas le valieron el apodo de homem de borracha1 y quien

según los brasileños inventó la bicicleta2, hizo descalzo uno de los goles más lindos de la copa, marcó

siete goles en cuatro partidas, fue electo el mejor jugador del torneo y regresó a casa convertido en un

1Hombre de goma.
2En realidad inventada por el chileno Ramón Unzaga Asla en 1914 y por ello conocida como chilena. En Brasil la chilena es
un toque de talón, de taquito, derivado de un tipo de espuela chilena popular en el sur.

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héroe nacional, llamado por los franceses de diamant noir. Desde entonces, en Brasil, la dulcería

industrial Lacta usufructúa con el chocolate Diamante Negro que es la segunda barra más vendida del

país.

Electa a poetisa do Brasil por la revista Fon-fon en 1932, para 1938 Gilka Machado3 no era sólo

la madre de la portentosa Eros Volúsia ni nada más la creadora del verso Sinto pêlos no vento que

incendiara aquel 1919. En 1938, Gilka era, sobre todo, una patriota y como tal versaba: “Eu vos saúdo/

hérois do dia/ que vos fizestes compreender/ numa linguagem muda/ escrevendo com os pés

magnéticos e alados/ uma epopéia internacional/ ...../ Que os Leônidas e os Domingos/ fixem na retina

do estrangeiro/ a milagrosa realidade/ que é o homem brasileiro!/...../ Aos vossos pés geniais/ curvam-

se, reverentes/ os cerébros do Universo/ Em vossos pés heroicos/ depõe um beijo/ a alma do Brasil!”

(Bellos, 2002:44) Como sabemos, el Estado Novo del dictador Vargas también fue de la estirpe

corporativista.

5. Gilka.

3 Admiración de las celebridades; é a Volúpia que passa/ flexuosa, a se roçar por sobre as coisas todas/ como uma gata
errando em seu eterno cío; fue una amazona que nadó y remó en el Flamengo. En 1977, un grupo liderado por Jorge
Amado lanzó la candidatura de Gilka para que ella fuera la primera mujer en ocupar una silla de la Academia Brasileira de
las Letras, pero la poetisa rechazó la invitación.

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En 1933, el antropólogo pernambucano Gilberto Freyre publicó su estudio Casa-Grande &

Senzala. Una obra que sin duda sentó buena base para el entendimiento mestizo de la sociedad del

Brasil en coordenadas sin conflicto; Freyre fue el primer científico social de ese país realmente

convencido de que la mezcla de razas en el Brasil fue una contribución positiva para la humanidad.

Aseguraba que el alto grado de miscigenação se debía a la tradicional y muy comprensible atracción de

los portugueses por las negras. Propagó una idea de benignidad acerca de las relaciones entre

senhores y esclavos. Presentó al esclavo como civilizador; al mulato como un tipo eugénico; al indio

como un indolente. En un prefacio para O negro no futebol brasileiro4 de Mário Rodrigues Filho (1947),

una especie de Casa-Grande & Senzala urbana, Freyre revela:

El capoeiragem y la samba están presentes de tal forma en el estilo brasileño de jugar fútbol que de un

jugador tan álgido como Domingos, admirable en su forma de jugar mas casi sin floreos [...] Mário Filho

puede decir que él está para nuestro fútbol como Machado de Assis para nuestra literatura, esto es, en

la situación de una especie de inglés desgarrado entre tropicales. En moderno lenguaje sociológico, en

la situación de un apolíneo entre dionisíacos [...] Pero vaya alguien a estudiar el fondo de Domingos o

de la literatura de Machado que encontrará, por cierto, en las raíces de cada uno, dándoles autenticidad

brasileña, un poco de samba, un poco de molecagem baiana y hasta un poco de capoeiragem

pernambucana o de malandragem carioca. Con estos residuos es que el fútbol brasileño se alejó del

ordenado original británico para volverse la danza llena de sorpresas irracionales y de variaciones

dionisíacas que es. (12)

En este melting pot no aparecen mineiros, gaúchos, ni tipos regionales del Mato Grosso ni del

Amazonas o del centro y norte del país. Las referencias son litorales. Sin embargo, para Freyre, eran

los habitantes del árido nordeste “como los primeros paulistas, típicamente caboclos […] más telúrica y

tradicionalmente brasileños por el espíritu y la conducta que cualquier otro tipo regional” (1971:94).

4 Durante siete años, Mário Filho escribió la historia del futebol brasileño a partir del análisis de sus componentes sociales.
Trazó un panorama del fútbol en RJ en su paso del amadorismo a la profesionalización. Veía en el conflictivo proceso de
integración socio-racial en las canchas de futebol la clave para entender la nacionalización del deporte importado por las
elites. Según Mário Filho, el fútbol hizo brasileños a negros y mulatos.

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Los craques Domingos da Guia y Leônidas da Silva constituyeron la personificación consensual

del racialismo brasileiro que propalaba la especie de una democracia racial (de utilería, para inglês ver).

Domingos representa el zaguero más sólido de la historia del fútbol. Fue campeón en cuatro

ciudades: Rio, São Paulo, Montevideo, Buenos Aires. Robaba a gorduchina sin excesos de violencia y

salía jugando en la calma. Domingos consideraba: “ésta aquí, la bola, me ayudó mucho. Ella o las

hermanas de ella, ¿no es así? Es una familia y siento gratitud hacia ella. En mi pasaje por la tierra, ella

fue lo principal. Porque sin ella nadie juega. Comencé en la fábrica Bangu, trabajando, trabajando hasta

que encontré a mi amiga. Y fui muy feliz con ésa ahí. Conozco el mundo entero, viajé mucho, muchas

mujeres. Eso también es una delicia, ¿no es así?” (Galeano, 2002:83). Malandro es el gato que cae

siempre de pié.

Seguridad en las acciones

La emoción puede utilizarse para fines cognitivos. En la realidad (un transmisor cósmico momentáneo)

casi todo se puede utilizar. La educación sentimental es una noción de la hospitalidad en la excitación.

Todo se mueve (eso dijo Heráclito) y todo está quieto (eso dijo Parménides).

Las celebraciones periódicas tratan de reinventar el sentido de colectividad. Los dirigentes

burgueses del deporte durante la república de Weimar llamaron a la guerra “el más hermoso de los

deportes” (Vinnai, 1974:132).

A lo largo del Estado Novo los estadios deportivos se utilizaron para concentraciones

organizadas de las masas. Primero en São Januário, después en el Pacaembu, que es el estadio

municipal de São Paulo y fue construido como parte de una estrategia que intentaba incorporar al

trabajador a las actividades físicas debidamente organizadas y dirigidas; además de abrir espacios para

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las manifestaciones políticas con sentido cívico; ejercitando a la vez, músculos y ciudadanía; ubicando

la cultura física al mismo nivel que la educación intelectual y moral.

En 1941 el decreto regulador del deporte (ley nº 3.199/41) oficializó la interdependencia entre el

fútbol y el Estado brasileño. La intervención estatal en la gestión del deporte buscaba imponer orden y

disciplina en esa grey. En lugar de los intereses individuales (privados) de los clubes, el interés mayor

del Fútbol Brasileño (representante de una nación a respetar en el escenario internacional, la lucha por

la victoria como un sinónimo de poder y superioridad). Todos los niveles de gobierno se dispusieron a

capitalizar políticamente la creciente importancia del fútbol en el imaginario popular.

A su vez, el Departamento de Imprensa e Propaganda (DIP) del gobierno varguista mantenía

lazos estrechos con la samba; promoviendo concursos y festivales; incentivando que los sambistas

cantaran al orden y al trabajo en lugar de cantar la orgía y el malandragem.

El Estado Novo implicó la superposición de lo público en lo privado en nombre de la armonía

social. La ilegitimidad del conflicto como forma de convivencia derivó en la ilegitimidad del pluralismo

(Manhães, 1986).

Tras la segunda guerra mundial, o Gegê, Getúlio, padre de los pobres y madre de los ricos, fue

forzado a dejar la presidencia después de quince años cultivando su figura pública. Al funéreo Mariscal

Eurico Gaspar Dutra, un mineiro, lo impusieron como presidente en 1946. Abiertamente pro USA,

estableció la Escola Superior de Guerra (ESG) para combatir la guerra interna; cerró los casinos,

prohibió el Partido Comunista. Era conocido como el catedrático do silêncio y se decía que en su vida

mandaba la esposa, doña Santinha. A él tocó en suerte presidir el país de la tragedia del Maracanã. En

el Brasil de 1950 se realizó la primera copa el mundo después de la guerra. El gobierno se

comprometió a construir el estadio de mayor capacidad para esa clase de eventos (180 mil personas).

El monumento se encuentra ubicado en lo que fuera un Derby Club donde se disputaban carreras de

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caballos, en el barrio de Maracanã5. En menos de dos años, más de 10 mil trabajadores levantaron un

estadio que representaba no sólo la ambición deportiva sino la posición del país en el mundo moderno.

En el juego de inauguración Brasil venció 4-0 a México. Aprovechando el marco de la copa del mundo

se lanzaron en campaña los candidatos presidenciales de los tres principales partidos políticos (PTB,

UDN, PSD) creados tras el mutis de Vargas. Incluso el director técnico del equipo nacional, Flávio

Costa, era candidato a vereador por el PTB.

A medida que transcurría la copa quedaban menos dudas sobre el único campeón posible. La

Gazeta Dello Sport de Milán describía a Zizinho como un Leonardo Da Vinci que creaba obras

maestras con los pies en la inmensa tela verde del Maracanã. Ante España, 150 mil brasileños

cantaron la popular marchinha de carnaval: Touradas em Madri. Parecía que el coro de los torcedores

actuaba en contrapunto con las jugadas de los craques brasileños. Y todo era una fiesta.

6. Moacyr Barbosa.

5 El vereador (miembro de la Câmara Municipal) de la UDN, Carlos Frederico Lacerda se opuso; entre los argumentos
expuestos en la tribuna de la Gaiola de ouro (la Câmara) mencionó que era una vergüenza querer construir un estadio frente
a un hospital nunca terminado como el que estaba viendo el Derby y proponía la entonces campestre Jacarepaguá como el
sitio idóneo. Como sabemos, la tesis del Maracanã prevaleció. Fue impulsada principalmente por el director del Jornal dos
Sports, Mário Rodrigues Filho que cooptó para su causa al también vereador de la UDN, Ary Barroso (creador de Aquarela
do Brasil) y al ministro del Supremo Tribunal Federal (Castro, 2002).

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La tragedia de Barbosa

Brasil había ganado cuatro de los cinco juegos disputados en la copa (tras un empate ante Suiza la

selección no volvió a jugar en São Paulo porque la torcida los xingou severamente), tenían 21 goles a

favor por cuatro en contra. En la víspera de la decisión final, el alcalde del Distrito Federal (Rio de

Janeiro), Ângelo Mendes de Moraes, instigó con proféticas palabras a los jugadores que en pocas

horas serían aclamados campeones por millones de compatriotas. Brasil sólo precisaba sacarle un

empate a Uruguay. Ante la mayor multitud reunida para un partido de fútbol (200 mil personas), con el

marcador 1-1, al minuto treinta y tres del segundo tiempo, Ghiggia pasó por Bigode, entró al área y casi

sin ángulo tiró directo. Barbosa, el goleiro6, fue tomado de sorpresa y se comió el gol, pifia que en Brasil

se llama de frango (pollo).

El principal diario de la época, el Correio da Manhã, registró:

era una auténtica retirada la que emprendía aquella torcida exhausta, cubierta de polvo y de tristeza [...]

parecía la madrugada del miércoles de ceniza [...] nadie hablaba. Sólo en el tranvía, pasados los

primeros instantes, comenzaban los argumentos [...] fue el azar. ¿Azar de qué? De mucha cosa. ¿No

vieron que comenzamos hoy por el lado contrario? [...] y también por primera vez Ademir no abrió el

marcador [...] el mayor azar fue Mendes Morais [...] el prefeito nunca debe haber oído hablar de

psicología (Souto, 2000:61).

Los sobrevivientes de aquella cruel tarde supieron que nunca más podrían volver a ser felices.

La tragedia recibió ese epíteto por ser irreparable; intangible a la reproducción. “Es tal vez la mayor

tragedia de la historia contemporánea de Brasil. Primero, porque implicó una colectividad y trajo una

visión solidaria de pérdida de una oportunidad histórica. Segundo, porque ocurrió al inicio de una

década en la cual Brasil buscaba marcar su lugar como nación que tenía un gran destino a cumplir. El

resultado fue una búsqueda incansable de explicaciones y responsabilidades para esa vergonzosa

6 Portero. Como diría Armando Nogueira el goleiro vive triste, encerrado en la servidumbre de la pequeña área.

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derrota” (Da Matta, 1982:56). La decepción reforzó la creencia de que el brasileño es un pueblo

perseguido por la mezquindad del destino. “Tal vez lo más doloroso del recuerdo del 50 sea reconocer

que el futebol brasileño funcionó, pero el Brasil, este sí, en tanto proyecto de nación, fue el gran

derrotado.” (Agostino, 2002:150)

Obdulio Jacinto Varela

El Maracanazo, el Waterloo de los trópicos, se ha convertido, además de todo, en un género literario.

Por ejemplo, en el cuento O dia em que o Brasil perdeu a Copa, Paulo Perdigão pone un protagonista

que vuelve en el tiempo para intentar cambiar el resultado de aquella interminable derrota. El hombre

del futuro se ubica detrás de la portería de Barbosa durante el segundo tiempo. Cuando el Gol Fatídico

se aproxima alerta al arquero a los gritos pero con ello sólo consigue que este se distraiga y Ghiggia de

todas formas marca. El viajero sabe que además de fallar en su intento por corregir la historia, es ahora

el responsable único de la tragedia (2000). “Fue casualidad”, dijo el capitán uruguayo Obdulio Varela al

término del encuentro. En recompensa por la hazaña los dirigentes celestes se premiaron con medallas

de oro. Los jugadores recibieron algo de plata y un buen apretón de manos. El equipo uruguayo estaba

compuesto básicamente por cabezas carboneras del Peñarol.

Obdulio Varela nació en Montevideo y fue un mulato que nunca le dio la mano a un árbitro. Los

partidos se ganan con la punta de los huevos en los botines, acostumbraba decir. Después del

Maracanazo, el capitán evitó la cena de celebración de las falsas vanidades que ofrecía la embajada de

su país. En cambio, por más de una razón, invitó al masajista del equipo a salir rumbo a lo incierto. Rio

era entonces un vasto cementerio; no había un alma por las calles.

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7. Obdulio… 8. … festejó el maracanazo.

Según Armando Nogueira (un estilista de la crónica deportiva), los campeones entraron a un

bar de Copacabana. Como Obdulio había salido bien calibrado de la concentración y sólo quería un

chope... estaba sin un clavo. Preguntó al cantinero si tenía crédito. El propio dueño de la churrasquería

les sirvió dos canecas. Obdulio, aún de pié, bebió de un trago la suya. Estaba tomando la siguiente, ya

sentado, cuando vio entrar a un rapaz en el salón. El muchacho llevaba en sí la máscara de la tragedia.

Y los habitantes desconsolados de las pocas mesas ocupadas recordaron que todo estaba perdido. El

propio Obdulio no tardó en distinguirse como el verdugo de un pueblo. “El Obdulio derrotó al Brasil”,

lloraba el joven triste y Obdulio era un nudo atravesado de gargantas. El dueño de la churrasquería fue

a la mesa del campeón llevando por el brazo al rapaz, aún llorando. “¿Sabe quién es este? Este es

Obdulio Varela.” Entonces presentó uno al otro. “Por favor, Obdulio” dijo el joven, “¿se tomaría usted un

chope conmigo?” Obdulio aceptó y se mudó de mesa. Esa noche sombría de triunfo la pasó vaciando

canecas para reanimarse las almas en pena. Años después, confesaría al Gordo Soriano que si tuviera

que volver a jugar aquella partida del Maracanã, que nadie se asombre, porque él haría un gol en

contra. Un gol en contra, sí cómo no.

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Vira-latas

Nelson Rodrigues acuñó la expresión complejo de vira-lata7 para referirse a la inferioridad en que el

brasileño se coloca, voluntariamente, frente al resto del mundo.

Todos los diarios mencionaban una cierta falta de fibra. También se habló de una cierta falta de

conciencia nacional y de una cierta falta de conciencia política; pues ya había demasiada alienación en

el ambiente familiar. Los tres chivos expiatorios: Barbosa, Bigode y Juvenal eran negros (por naturaleza

emocionalmente inestables). No sorprende que se levantaran voces advirtiendo que era imposible para

una selección salir campeona con jugadores negros, porque estos siempre se acobardaban en la hora

de la verdad8. La postura moral de los jugadores carecía de garra, carácter, voluntad9.

Entre los tres chivos expiatorios, Barbosa fue el que más padeció el estigma; antes del 16 de

julio de 1950 era considerado el mejor goleiro de Brasil; en realidad también lo fue después, pero a

pesar de seguir acumulando títulos y grandes actuaciones con el Vasco, la imagen de la derrota

interminable nunca dejó de ser asociada a su carrera. En 1963 se retiró y tuvo que enfrentar una

situación opuesta a la que usualmente viven ex compañeros de profesión. Los colegas, en su mayoría,

reclaman el olvido en el que caen por parte de la torcida y la prensa. Barbosa, en cambio, nunca

consiguió que se olvidaran de él. Los medios de comunicación lo sacaban a cuento cada vez que Brasil

tenía que enfrentar en un juego decisivo al Uruguay10. Los juegos entre ambos son rituales que

celebran A tragédia.

En la concentración del escrete que preparaba la partida decisiva para clasificar a la copa del

mundo de 1994, precisamente contra los orientales, el entrenador Carlos Alberto Parreira, un ex

preparador físico, prohibió a sus empleados tener cualquier clase de contacto con Barbosa. A éste le

7 Can de raza indefinida o sujeto desclasificado.


8 Hasta 1999, con Dida (corinthiano) la selección brasileña no tuvo un arquero negro de titular. Para el mundial del 2002
prefirieron ubicar al palmeirense Marcos.
9 Para Shopenhauer, la voluntad es el ciego forzudo que lleva sobre sus hombros al tullido que ve (Connolly, 1994:21).
10 Los medios también lo habían matado ya. En 1979, Radio Globo reportó su deceso y anunció su entierro en el cementerio

São Joao Batista (Souto, 2000).

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fue negado el acceso a las instalaciones. Había sido llevado a Teresópolis por un ingenuo equipo de la

BBC. Después del bochorno, Barbosa anunció que no asistiría al juego de la selección y abandonó Rio.

Como debía ser, una de las solitarias manifestaciones de solidaridad llegó a través del principal

responsable por la relectura de su imagen pública, el verdugo: Alcides Gigghia. El Ñato protestó con

vehemencia por el trato que le fuera dispensado al ex goleiro; eran amigos. Invitó al proscrito a un

desayuno de reflectores que Barbosa en su gran escape amablemente rechazó. El ex arquero prefirió

exiliarse en el litoral paulista. Reapareció ante los medios (casi fines) de comunicación en 1997. Viudo y

con una jubilación de 86 reais por mes, no conseguía pagar la renta ni su alimentación11. En aquella

oportunidad diría: “Aqui neste país, a condenação máxima de um criminoso é de trinta anos. Eles estão

me cobrando há 47 anos” (Souto, 2000:69). A partir de entonces ya no solamente personificaba la

derrota de ´50, se convirtió asimismo en presencia recurrente de reportajes amarillos sobre el cenit de

los craques, que viven en el ostracismo el drama de quien ya lo tuvo todo y todo lo perdió. El 7 de abril

del 2000, en la Santa Casa de Misericórdia de Santos, un derrame cerebral terminó con la vida del

goleiro repudiado; los espacios mediáticos le cargan desde entonces, además de todo, el sambenito del

injustiçado a quien el país-inquisidor debe una reparación póstuma. Durante casi medio siglo ha sido

juzgado, condenado y ejecutado con minuciosidad. Su martirio renueva una catarsis colectiva

insondable.

A bola e o goleiro

En A bola e o goleiro (1984), Jorge Amado cuenta la historia de una bola goleadora (Fura-redes) que se

enamora perdidamente de un goleiro buen mozo que no tiene talento (Bilô-Bilô Mão Podre o Cerca-

frangos) y que se transforma en imbatible (el popularísimo Pega-tudo o Tranca-gol) gracias a que la

11En respuesta a ese llamado de auxilio, el Vasco elevó la jubilación a 128 reais y los amigos garantizaron, como cortesía,
sus inseparables batidas de cachaça con limón en alguna de las playas de Santos.

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bola va siempre a las manos de su adorado y se aprieta contra su corazón. A partir del amor fulminante

de la bola, el frangueiro se transforma en el mayor de los goleiros que haya existido. Un bello día,

Pega-tudo huye de un penal que no quiere defender puesto que no quiere defenderse nunca más,

entonces deja el gol abierto y la bola, sin duda, resuelve acompañarlo. Ellos se casan y viven felices

para siempre jamás. El milagro del amor no tiene explicación ni la necesita.

Impronta de Nelson Rodrigues

En 1953, A falecida, tragedia carioca de Nelson Rodrigues, se presentó en el Teatro Municipal de Rio

de Janeiro y escandalizó a la audiencia. El Municipal estaba para óperas, conciertos, oratorios sacros,

piezas serias, dramones. La elite se asesoraba y mandaba hacer el vestuario correcto para

frecuentarlo. Lo que menos esperaron esa vez de la fallecida fue una comedia en la que los personajes

desde los primeros diálogos hablaban de Carlayle, atacante del Fluminense; Pavão, zaguero del

Flamengo; Ademir, craque del Vasco; entre otros jugadores activos en aquel tiempo. Además, uno de

los personajes se atrevía a proclamar el secreto a voces de que la solución del Brasil es el jogo do

bicho. La pieza se entretiene en revelar a carcajadas la sufrida historia de una mujer de suburbio

carioca, la tísica Zulmira, para quien la única ambición en la vida resulta un verdadero entierro, uno de

lujo. Su marido, Tuninho, tricolor fanático, sólo pensaba en futebol. Zulmira, poco antes de morir,

encomienda a Tuninho la búsqueda del millonario Pimentel; pues asegura, él pagaría su entierro de

lujo. Así sucede; pero entonces Tuninho descubre que el millonario había sido amante de Zulmira, así

que toma el dinero, le da a la mujer un entierro indigente y parte reconciliado con la vida para apostarlo

todo por el Fluminense.

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9. Nelson Rodrigues.

Nelson, tricolor roxo,12 es probablemente el mayor dramaturgo del Brasil. Describió con humor

negro la hipocresía de la família brasileira; por ende, uno de sus preclaros portavoces, Carlos Frederico

Lacerda denunciaba por la radio Globo en 1953 que Nelson Rodrigues era uno de los instrumentos que

utilizaba el comunismo internacional para destruir a esa família. Entre 1959 y 1960, miles de lectores

acompañaron la saga de Engraçadinha, el personaje más erótico de la literatura brasileña. Asfalto

selvagem era el nombre del folletín y aparecía en el diario Última Hora al lado de los horóscopos.

Gracias al formato, Nelson tuvo la oportunidad de entretenerse con detalle en la cabeza de sus

personajes; principalmente en las desviaciones íntimas de los más virtuosos; extendiéndose en

comentarios sobre la época, el lugar y la condición humana. Era hermano de Mário Filho13. Sus otros

ocho hermanos también fueron periodistas. Todos eran hijos de Mário Rodrigues, un entusiasta

partidario de la prensa sensacionalista que fuera destruido por Getúlio Vargas. En 1955, dos de los

Rodrigues (Agustinho y Paulinho) fundaron la revista Manchete Esportiva e invitaron a Nelson a

participar. Sus columnas llevaron los textos sobre futebol a una nueva dimensión; la de su mundo

personal. Mezclaba cáusticamente la crítica, la épica y el insulto. Inventaba personajes y situaciones.

12 “Sou tricolor, sempre fui tricolor. Eu diria que já era Fluminense em vidas passadas, muito antes da presente encarnação”
(Castro, 2002:187).
13 A la sazón, no sólo el mayor cronista deportivo del Brasil; también su historiador, sociólogo; inventor de eventos, de

rivalidades; reunía multitudes; vendía muchos periódicos. “Papai me dizia que o jornal não debe limitar-se a dar a notícia.
Debe também produzir a notícia e, se preciso, ser a notícia.” (Castro, 2002:89) Tuvo a su lado a todos los presidentes hasta
su muerte: Dutra, Getúlio, Café Filho, Juscelino Kubitschek, João Goulart, Castello Branco. Como un homenaje póstumo el
estadio de Maracanã lleva su nombre. Fue responsable de la creación del desfile competitivo de escuelas de samba en Rio
de Janeiro. También creó competencias entre las torcidas uniformizadas. Incentivó a los torcedores para que llevaran al
juego: tambores, banderas, fuegos de artificio.

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No podía seguir con precisión los acontecimientos en el gramado14. Tenía una visión ruin15 y se negó a

usar anteojos hasta que lo alcanzó la vejez. Para explicar eventos fortuitos en la cancha decía que

todos eran obra del horrendo Sobrenatural de Almeida, un hombre de la edad media que todavía vive

en un cuartito de la zona norte de Rio. El Sobrenatural se convirtió en parte del léxico futbolístico.

Nelson fue el primero en llamar a Pelé de rei.

En 1966, escribió en su columna del Globo:

Amigos, una de las cosas más fascinantes de la televisión, en el momento, es el programa de Otto. Allá

aparece de todo. Del rajá al sociólogo, del profeta al ambulante, del psiquiatra al macumbeiro, del santo

al ventrílocuo. De esa irisada complejidad, tira Otto un encanto inimaginable. Aún no pierdo la

esperanza de ver, entre sus invitados, una foca amaestrada equilibrando naranjas en su hocico. […]

Ayer, mi fraterno colega entrevistó a una psicoanalista sobre uno de los problemas más agudos de

nuestro tiempo: la juventud. Y ahí comienza el equívoco ¿”de nuestro tiempo” por qué? El joven siempre

fue problemático y, si no es problemático, estemos ciertos: se trata de un débil mental que debe ser

amarrado a una pata de la mesa. […] Pero la psicoanalista comienza a hablar y luego entonces

percibimos su raro brillo y vasto saber. ¿Por qué el joven está inquieto, tenso, vibrante, explosivo,

perplejo y amenazador? La culpa es de la sociedad y de la familia. En cuanto al propio joven, la

entrevistada no hizo una tenue insinuación o una vaga referencia. Lo que importa es apenas la situación

familiar. […] Entonces súbitamente lo vi todo. Imaginé que delante de una prueba de natación, la

psicoanalista había de concluir: quien nada es la piscina y no el nadador. Quise llamar a TV Globo para

decir: señora mía, no se olvide del nadador. Si ustedes admitieran la comparación, diría que hay un

nadador en el problema de la juventud. Así es, lo que está por detrás de la familia, de la sociedad, de las

generaciones, es un viejo conocido nuestro: el hombre. […] Los sociólogos de Otto, los psicólogos de

Otto, los educadores de Otto, los profesores de Otto, aún no llegan al ser humano y lo ignoran con

obstinación bovina. Es preciso que alguien les escriba una carta anónima con la primicia sensacional:

14 Césped y campo de fútbol.


15 Sabía que em futebol, o pior cego é o que só vê a bola.

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¡El hombre existe! ¡El hombre existe! Y va a ser un susto, un pánico, un horror, cuando los citados

especialistas perciban que la bestia humana está inserta en nuestro paisaje. (2002:108-109)

Sólo los profetas distinguen lo obvio.

La batalla de Berna

En el mundial de 1954 los ecos del maracanazo ululaban agitando las ramas de los árboles. Después

de conocer al rival de cuartos de final, el pánico tomó cuenta de los dirigentes brasileños. Minutos antes

del partido reunieron a toda la delegación (el cocinero Laudelino incluido) y sometieron al grupo a un

lavado cívico-cerebral. Obligaron a los jugadores a besar una bandera. Los exhortaron a vengar a los

caídos en Pistóia, en Italia, durante la segunda guerra.

Brasil se enfrentó a Hungría16 en un partido violento conocido como la batalla de Berna. Antes

de entrar al campo algunos jugadores de Brasil presentaron diarreas súbitas y lesiones inesperadas,

que serían interpretadas por la crónica como prueba infalible del puro y simple miedo de medirse ante

los grandes favoritos; los húngaros llevaban treinta partidos invictos; habían derrotado por la primera

vez a Inglaterra en Wembley con un 6-3 categórico. En todas las partidas hicieron el 2-0 a los diez

minutos. A diferencia de los demás equipos, ellos calentaban antes de los juegos. El arquero circulaba

por el área grande con la desenvoltura de un zaguero; los laterales subían al ataque; la delantera era

implacable. Tenían jugadores como Puskas, Czibor, Kocsis, Boszik. Todos eran oficiales del ejército

húngaro y diez de ellos pertenecían al Honved. La bronca comenzó en la cancha; a los siete minutos

Brasil perdía 2-0 y sólo podían parar a los húngaros a las patadas, los rivales respondieron los ataques.

La bola prefirió pasar a un tercer plano. Hungría venció merecidamente 4-2 pero la animadversión

16 En el 2003, Chico Buarque publicó la novela Budapeste que narra la historia de un escritor que abandona a su familia en
Brasil y se instala en la capital de Hungría para comenzar un penoso proceso de integración a esa cultura mediante la
formación de un nuevo núcleo familiar. Buarque ha dicho que escogió ese país como un homenaje a la poderosa selección
húngara de los ´50.

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continuó en los vestidores, envolviendo jugadores, comisión técnica y periodistas. El árbitro inglés Ellis

había marcado un penal inexistente a favor de los húngaros y expulsó a dos jugadores brasileños; fue

acusado de actuar al servicio del Kremlin para que un país de la cortina de hierro llegara a la final.

También se echó mano de la rivalidad entre sudamericanos y europeos. Para los brasileños que

siguieron el juego a través de la radio, quedó la sensación de que Hungría17 robó el juego y que el

escrete se había tenido que defender de cualquier forma, brindando una muestra de garra. Para la

Confederación Brasileña de Deportes (CBD) las razones de la derrota se debían antes que nada al

expediente de las tres razas tristes. El Dossiê Ku Klux Klan (Porto, 2001:44) aconsejaba que en

adelante no fuesen convocados a la selección jugadores negros, mulatos o descendientes de indios;

una vez que históricamente su capacidad para lidiar las situaciones adversas era muy inferior a la de

los jugadores blancos.

El uniforme utilizado para la copa de 1950 (blanco y azul) había probado ser insuficientemente

nacionalista; se llegó a decir que carecía de simbolismo moral y psicológico. El Correio da Manhã y la

CBD lanzaron a concurso el diseño de un uniforme que reuniera todos los colores de la bandera. Tarea

de la mosca azul, blanca, amarilla, verde. La selección usa el proyecto vencedor desde 1953, época en

que comienza la mística da camisa amarela. Entre trescientos candidatos, algunos diseñadores gráficos

profesionales, ganó Aldyr Garcia Schlee, gaúcho de Jaguarão, Rio Grande do Sul, que entonces tenía

19 años. Jaguarão es una ciudad fronteriza. Está unida por un puente a Río Blanco, del lado uruguayo.

La cultura de la frontera riograndense está mucho más conectada con Uruguay y Argentina que con

Brasil; una línea artificial los divide. El territorio de Uruguay fue por algún tiempo una provincia de Brasil.

Aldyr es trico trolo; tuerce para el Nacional de Montevideo pero vive en Pelotas. Actualmente escribe

cuentos y novelas en español. Sus trabajos se publican con buenas ventas en Montevideo (es

reconocido como uno de esos raros autores uruguayos autoexiliados) y a veces, marginalmente, lo

17 Los húngaros fueron robados en el único partido que no podían perder. En la final contra Alemania, un gol fue anulado por

off-side inexistente. Luego de la derrota, los jugadores sufrieron castigos; incluso uno, el arquero Grosics, cayó preso.
Perdieron derechos y cargos políticos.

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publican en Brasil pero casi no lo leen. En su obra trata el conflicto entre la identidad personal y la

nacional (Bellos, 2003). Es por lo menos curioso que una parte (tal vez mínima) de la obra de Aldyr, el

mítico uniforme de la seleção canarinho, sea un símbolo de la ciudadanía brasileña. También llama la

atención que ese disfraz sea una marca registrada y que pertenezca, actualmente, a Nike. La empresa

de Phil Knight se encarga de reproducir la verde-amarela para su consumo mundial. Por lo general, en

el país sólo la usan cuando juega alguna selección. Pues vestir la camiseta nacional en el cotidiano se

considera demasiado brega.

Getúlio Vargas había vuelto al poder en 1951 a través de una candidatura representativa del

PTB. Esta vez fue elegido por el pueblo. Elevó el salario mínimo y para mayores señas creó la

Petrobrás con un fotogénico sentido de nación. A raíz de la caída abrupta de los precios internacionales

del café, la economía brasileña se precipitó en un declive. Militares y empresarios se movilizaron para

demandar la renuncia del presidente. Carlos Frederico Lacerda, el paladín de la família brasileira, fue

uno de los opositores más incisivos en sus declaraciones. El jefe de seguridad de Vargas planeó el

asesinato de Lacerda pero falló tanto que en vez de liquidar al civil fulminó a un oficial militar que se

había ofrecido voluntariamente para escoltarlo ante los temores de un atentado. Los militares estaban

por dar un golpe de estado. Pero Getúlio se adelantó, matándose de un tiro en el pecho que

conmocionó al país. En su nota suicida denunció una campaña contra Brasil por parte de grupos

nacionales e internacionales ligados a compañías petroleras.

Reconocimiento y amnistía racial

Desde 1956, el botafoguense Juscelino Kubitschek, Nonô, el presidente bossa nova, se decía

comprometido a promover el desarrollo de cincuenta años en cinco de gobierno. Prueba de ello, debía

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ser la creación ex nihilo de la nueva capital federal: Brasília18; encomendada a los arquitectos Oscar

Niemeyer y Lúcio Costa. Así como la organización de una red de caminos que ligó a las principales

ciudades brasileñas. La administración de JK se caracterizó por la instalación de industria pesada y de

bienes de consumo duraderos; para durar también quedaron las deudas por las que ése y sucesivos

gobiernos hipotecarían el país. Está a la vista que la modernización a la que se vio sujeto el Brasil

continua marcando una enorme desigualdad socioeconómica. Juscelino hizo su primera aparición

pública, luego de una toma de posesión muy agitada, en el estadio Maracanã, en la final de un

campeonato carioca.

Entre la selección y el club, el torcedor siempre se quedara con el club. En la horda se instala

nuestro horizonte de comprensión. A tres días de embarcarse rumbo a Suecia, la CBD rentó a la

selección brasileña para un partido de despedida en el Pacaembu frente al Corinthians. No se

recuerdan abucheos tan fuertes contra el representativo nacional en su propio territorio. Ari Clemente,

zaguero corinthiano, estuvo a punto de dejar fuera de la copa a Pelé. Con goles de Garrincha, Brasil

venció 5-0. El nuevo presidente de la CBD era el transportista Jean-Marie Faustin Godefroid de

Havelange.

“Está asegurado otro viaje de turismo del escrete brasileño al exterior”, según decretó Heron

Rodrigues, el locutor del Repórter Esso. Nadie tenía puesta mucha confianza en el equipo que

representaba al Brasil; comandado además por un tipo gordo, Vicente Feola, de quien se decía que

tomaba la siesta durante los entrenamientos19. El mundo asistía al triunfo del fútbol científico, el de la

18 En 1996 cinco jóvenes brasilienses prendieron fuego al pataxó-ha-ha-hae Galdino Jesús dos Santos que se encontraba
en Brasilia para tramitar los títulos de posesión de 54 mil hectáreas a las que tenía derecho su etnia. Hasta el momento el
gobierno federal ha otorgado 778. Los demás títulos en trámite se anularon. En 1936 una tropa de la policía militar de Bahía
ejecutó una masacre en la reserva pataxó que fue justificada como el aniquilamiento de una célula comunista. Cansado
luego de un día, Dia do Índio, participando en las manifestaciones en defensa de los derechos indígenas Galdino se había
quedado dormido mientras esperaba el autobús de vuelta a la casa donde se alojaba. En esa parada ocurrió el holocausto.
Un juez federal desestimó los cargos por asesinato al considerar que los garotos, hijos de jueces y magistrados, no tenían
intención de matar al hombre. Los jóvenes adujeron que lo habían confundido con un mendigo y que no lo habrían
maltratado si se hubieran dado cuenta de que era un indígena en su Dia. La quema de indigentes es una práctica frecuente
en Brasilia y en otras ciudades brasileñas. Ciudades que son el sueño de unos pocos y la pesadilla de tantos. O Brasil não
conhece O Brasil.
19 En realidad, sufría una angina de pecho y cuando el dolor se irradiaba por su brazo izquierdo Feola bajaba la cabeza y

cerraba los ojos hasta que éste pasara (Castro, 2002).

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URSS, que recién había conquistado los juegos olímpicos de Australia en el ´56. Parecía ser tarea de

los mismos cerebros electrónicos que se ocuparon en lanzar al satélite Sputnik, la producción de un

sistema inequívoco para vencer a cualquier rival en cualquier terreno. Se decía que los soviéticos

habían sido entrenados en Siberia. Diseñados para el comunismo ateo que suele devorar a los niños

desde pequeños. Para los directivos brasileños, la inestabilidad emocional de las razas inferiores era un

tema que se podía atajar. Por ello, en el primer juego de la copa, contra Austria, apenas un negro (Didi)

fue titular. Ni Pelé ni Garrincha entraron a la cancha. Conforme la selección fue venciendo adversarios y

el miedo de alinear negros y mulatos, la expectativa por conquistar la copa creció exponencialmente.

En un juego decisivo tuvieron que enfrentarse contra la URSS. Luíz Carlos Prestes, secretario general

del clandestino Partido Comunista Brasileño, mandó un mensaje a la selección en Suecia torciendo

para que derrotasen a los soviéticos (Agostino, 2002). Sin saber separar lo político de lo deportivo, el

Globo acusó a Prestes de demagogo; toda vez que en 1946, había declarado en el senado que en caso

de una guerra entre Brasil y la Unión Soviética, tomaría partido por los bolcheviques. Los primeros

minutos de ese juego fueron narrados por Ney Bianchi así:

Monsieur Guigue, gendarme de profesión, ordena el comienzo de la partida. Didi centra rápido para la

derecha: 15 segundos de juego. Garrincha recibe. Kuznetzov parte hacia él. Garrincha finge que va para

la izquierda, no va, sale por la derecha. Kuznetzov cae siendo el primer João20 de la copa del mundo.

Garrincha da otro drible sobre el recién levantado Kuztenzov. Uno más. Otro. Todo el estadio se pone

de pié. Kuznetzov está sentado, espantado: 32 segundos. Garrincha parte para la línea de fondo.

Heroico, Kuznetzov arremete otra vez, ahora ayudado por Voinov y Krijevski. Garrincha los encara y

sale de nuevo por la derecha. Los tres rusos están desparramados por la cancha, Voinov con el trasero

empinado hacia el cielo. El estadio estalla en risas. Garrincha chuta violentamente, cruzado, sin ángulo.

La bola explota en el poste izquierdo de la puerta de Yashin y sale por la línea de fondo. La platea

delira. Garrincha vuelve a medio campo algo desencajado. Ahora es aplaudido [...] La torcida está de pie

otra vez. Garrincha avanza con la bola. João Kuznetzov cae nuevamente. Didi pide la bola. Chuta de

20 Era el nombre que daba Garrincha a cualquiera de sus marcadores.

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curva con la parte interna del pié. La bola rodea a Igor Netto y cae a los pies de Pelé. Pelé da a Vavá.

Vavá a Didi, a Garrincha, otra vez a Pelé, Pelé chuta, la bola bate el travesaño y sube: 55 segundos. El

ritmo del time es alucinante. Es la cadencia de Garrincha. Yashin tiene la camisa empapada de sudor,

como si jugara hace muchas horas. La avalancha continúa. Segundo tras segundo, Garrincha diezma a

los rusos. La histeria domina el estadio. Y la explosión viene con el gol de Vavá, exactamente a los tres

minutos.

En Rio, luego de la victoria ante la URSS, las escuelas de samba descendieron de los morros y

desfilaron de Leblon a Leme. En São Paulo la gente se concentró en el valle de Anhangabaú. Cinco

días después, Brasil disputó el derecho a estar entre los cuatro mejores contra Gales. El padre de

Garrincha, seu Amaro, fue invitado a escuchar el juego con el presidente en el Palacio do Catete. Como

no le ofrecieron pinga21, Amaro regó el juego con cerveza. Al término del nuevo triunfo, Juscelino le dio

una propina de doscientos cruzeiros, agradeciendo todo lo que su hijo estaba haciendo por Brasil. Para

el siguiente partido, la semifinal, contra Francia, Juscelino prefirió invitar a la esposa de Didi, la cantante

baiana Guiomar. Luego de cada victoria cortejos, blocos y escuelas de samba hicieron carnaval.

Antes de encarar el duelo contra Suecia, la delegación brasileña –la única que llevaba un

psicólogo y un dentista payaso- entró en el circo de una crisis nerviosa cuando los jugadores fueron

informados que por reglamento no podían usar las camisas amarelas de Aldyr. Las supersticiones

empezaban por el jefe de la delegación, Paulo Machado de Carvalho, que traía consigo una imagen de

Nossa Senhora Aparecida a la cual se aferraba con fervor en los días de juego. La patrona de Brasil fue

promovida por el directivo a patrona del escrete (Heizer, 1997). El doctor Paulo decidió que Brasil

jugara ese último partido de azul, el color del manto de Nossa Senhora. Reforzando la idea, el tricolor

José de Almeida, administrador de la delegación, recordó que en las copas anteriores, cuatro habían

sido ganadas por equipos que jugaron de azul. No se habló más.

21 Cachaça.

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Contando con el respaldo de Nossa Senhora poco importó que Brasil comenzara mal la partida;

deshabituados, los jugadores daban pases a los suecos, de amarillo. Sin embargo, tras el primer gol en

contra, las cosas se pusieron en su lugar. Los brasileños contestaron con cinco anotaciones, hasta el

chato de Zagallo marcó. El capitán Bellini levantó la Jules Rimet encima de su cabeza con las dos

manos e inauguró un gesto que continúa siendo imitado. Mário Américo, el masajista22, fue responsable

de sacarle al árbitro el balón de las manos; para después correr con el trofeo bajo el brazo en dirección

de los vestidores.

Antes de su regreso al Brasil, la delegación hizo escalas en Londres y París, donde los

jugadores tomaban parte de cocktails y discursos. En Lisboa desfilaron. El utilero Assis fue levantado

en triunfo por los portugueses que lo confundieron con Pelé. Después de un largo viaje, llegaron por fin

a Recife donde los esperaba un nuevo desfile. La victoria fue celebrada en esas calles pernambucanas

por miles. En el Palacio das Princesas, con sus invitados de honor, el gobierno estatal lanzó la

candidatura del nuevo pernambucano pródigo: Vavá, para diputado federal. Las fiestas continuaron en

Rio. Los esperaban en el Palacio do Catete. En el entusiasmo de la recepción, Juscelino prometió casa

y empleo público para cada jugador. En realidad, el presidente fue el único que bebió champaña en la

copa de oro. Como bien sabía, su gobierno estaba apenas empezando. El aura eufórica de la victoria

del escrete coincidió con un clima de optimismo que se había encargado de inducir el discurso

gubernamental. En ese tono, Juscelino le confió a Havelange: “durante la Copa del Mundo en Suecia,

substituí varios ministros y no hubo una sola palabra al respecto en los diarios. Estoy pensando en

hacer nuevos cambios en un futuro próximo. ¿Cuál es la fecha de la siguiente Copa del Mundo?”

22 Por tradición los masajistas de los equipos de futebol en el Brasil han sido espertos en el culto a los orixás. Las religiones
afrobrasileiras manejan el axé. Axé es fuerza vital, energía, principio de la vida, fuerza sagrada de los orixás. Axé es el
nombre que se le da a las partes de los animales que contienen esas fuerzas de la naturaleza viva, que también está en las
hojas, semillas y en los frutos sagrados. Axé es bendición, saludo, voto de buena suerte, sinónimo de amén. Axé es poder.
Axé es el conjunto material de objetos que representan a los dioses cuando estos son fijados en sus altares para el culto.
Axé es carisma y sabiduría en las cosas de santo. Axé se tiene, se usa, se gasta, se repone, se acumula. Axé es el origen y
la raíz que viene de los antepasados, es la comunidad del terreiro. Axé se gana y se pierde. Es a través de la realización
humana que los dioses se hacen más fuertes y pueden así ayudarnos más. Las motivaciones básicas del culto pertenecen a
dimensiones encubiertas por los patrones de moralidad cristiana. Las religiones afrobrasilerias liberan la propia
personalidad, en un abordaje mágico y egoísta del mundo (Gonçalves da Silva, 1998).

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(Yallop, 1988:47) Como era de esperarse, Nelson se expresó de mejor forma: “dicen que el Brasil tiene

analfabetos de más. Y, no obstante, vean ustedes: la victoria final en la copa de Suecia operó el

milagro. Si existían analfabetos, ellos desaparecieron en el vértigo del triunfo. A partir del momento en

que el rey Gustavo vino a apretar las manos de los Pelés, los Didís, todo el mundo aquí sufrió una

alfabetización súbita. Sujetos que no sabían si gato se escribe con x iban a leer la victoria en el diario.

Sucedió esta cosa sublime: -analfabetos natos y hereditarios devoraron vespertinos, matutinos, revistas

y leían todo con una activa curiosidad que iba del lance en lance de la partida hasta los anuncios de

misa. Amigos, nunca se leyó y, digo más, nunca se releyó tanto en el Brasil” (1993:60).

La victoria del ´58 fue una sorpresa que desmentiría por algún tiempo los estereotipos racistas.

Antes de ese triunfo tanto torcedores como periodistas y jugadores compartían la idea de que el fútbol

brasileño era por naturaleza cobarde y que sólo serían campeones del mundo el día de São Nunca23.

Se pensaba que había demasiado arte y poca objetividad. De la noche a la mañana todos pasaron a

elogiar aquellos atributos que habían provocado desconfianza y temor. Se hizo apología del

individualismo desconcertante. La auto-evaluación positiva empujó a Mário Filho ha decir: “Obrigado

jogadores brasileiros. Vocês mostraram ao mundo um Brasil perfeito”. Brasil fue el primer equipo de

negros, mulatos y blancos que ganó un mundial en Europa. El Botafogo era la base del cuadro. En el

medio campo contaban con Didi, Waldir Pereira, un maestro del pase largo que sólo driblaba como

último recurso. Para cobrar las faltas fuera del área, Didi tiraba una folha seca que parecía ir en la

dirección del goleiro para luego mudar su trayectoria. Invariablemente los porteros salían a cazar

mariposas invisibles mientras la bola llegaba mansa a las redes. Sobre la bola, que siempre llamó de

menina, Didi aclara: “eu sempre tive muito carinho por ela. Porque se não a tratarmos como carinho, ela

não obedece” (Moura, 1994:13).

El mariscal de la victoria, Paulo Machado de Carvalho, definió la cuestión así: “Los jugadores

son muy simples, impresionables y más o menos fáciles de maniobrar psicológicamente. Pelé, por

23 En la misma tradición que el día de São Pagarão.

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ejemplo, es un hombre extraordinario, el más bello carácter que encontré en toda mi vida. Él era un

niño de 17 años en 1958. En Suecia, después de nuestras victorias, yo entregaba el bicho a todos los

jugadores menos a él. Él me perseguía por la concentración reclamando: `¿y el mío, Dr. Paulo?´ Y yo le

decía: `Tú todavía no sabes gastar el dinero, macaquito. Largo de aquí. Mañana, nosotros vamos a

pasear en Estocolmo y yo voy a ayudarte a gastar tu dinero.´ Él no aguantaba la impaciencia cuando al

día siguiente salíamos. Yo lo obligaba primero a comprar bellos presentes para su madre [...] Sólo

después de esto le entregaba el resto de la gratificación” (1966:29).

Francisco dos Santos

Los fulniôs vivieron desde el siglo XVIII en una reserva de la región de Águas Belas en Pernambuco. Su

lengua, el iatê es extraña a los principales troncos lingüísticos. No pertenecen a ninguno de los grandes

grupos indígenas del nordeste. En 1865, los fulniôs eran cerca de 700 individuos residiendo en Águas

Belas. Sus tierras fueron invadidas ese año. Los blancos salían de la noche prendiendo fuego en las

chozas. Entonces las familias de individuos fulniô, indígenas del nordeste, emigraban. Algunos fueron

reclutados para pelear contra cierto paraguayo. La diáspora fulniô dispersó descendientes mestizos un

poco por todas partes. Los bisabuelos paternos de Garrincha probablemente fueron capturados en la

União dos Palmares, en la Serra da Barriga, tierra de Zumbi; y llevados al engenho de un lugar vecino

llamado Quebrangulo. Los indios, además de alma católica, ganaban como apellido el nombre de su

captor, en este caso Francisco dos Santos. El abuelo de Garrincha, José, nació entre 1865-75 (Castro,

2002)

En 1893 el abuelo se casó con Antônia, la hija de un esclavo negro con una india (una cafuza).

El advenimiento de la República mantuvo la servidumbre pero no encontró cómo pagarla, por lo menos

en el nordeste. Era tanta la desesperación de los senhores que lanzaban a sus propios hijos a la rapiña

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de las profesiones liberales (como médicos, abogados, escritores). La esclavitud, la monarquía y el

azúcar ya no eran fuentes de riqueza. Una a una las fábricas y fazendas quebraban. Los ex esclavos

seguían sin futuro. Además, la región se había convertido en el territorio de bandas criminales que

amargaban la vida hasta de los perros. Así lo testimonia el libro Infância del quebrangulense pródigo

Graciliano Ramos.24

El padre de Garrincha, Amaro Francisco dos Santos también era de Quebrangulo y no tenía

ningún arraigo con su pasado fulniô, era cafuzo (medio negro e indio). El hermano mayor de Amaro se

llamaba Manuel y consiguió llegar a Rio de Janeiro como agregado de un pernambucano descendiente

de holandeses que finalmente no lo aceptó como yerno y desheredó a su hija. La nueva pareja

consiguió trabajo en una fábrica textil de Pau Grande, un company town a 70 km. de RJ. Los ingleses

llevaron ese tipo de fábricas a la región desde 1870.

La de Pau Grande se llamaba Companhia América Fabril. Cerca de mil obreros y sus familias

vivían allí. La fábrica controlaba prácticamente todos los aspectos de esas vidas. Si una pareja discutía,

eran convocados por el gerente para asegurar su reconciliación. Una copia del certificado de

nacimiento de cada niño iba al archivo de la administración.

A los 7 años, los niños entraban a la escuela; a los 14, comenzaban a trabajar en la fábrica; a

los 44, podían jubilarse. Los castigos, sin importar la edad, se aplicaban en las palmas de las manos.

Médico y medicamentos eran gratuitos; así como leche, merienda y material escolar. Todos dependían

de la fábrica.

El fútbol fue introducido en 1908. Fuera de las horas de trabajo, podían andar libremente por

los ríos, las cascadas y las matas. No existían cercas. Aunque realmente nadie quisiera escapar, la

puerta de entrada a Pau Grande se mantenía cerrada y vigilada por centinelas. Desde principios del

siglo XX, el capital de la fábrica fue brasileño; de cualquier forma continuaron siendo ingleses los

24 Su padre tenía una pequeña tienda de tejidos en la población.

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directores, gerentes, maestros; todos los cargos importantes. El espíritu inglés prevaleció hasta los

años cincuenta.

Manuel Francisco dos Santos, a principios de la década de 1920, se convirtió en el hombre de

confianza de los directores de la América Fabril. Ya establecido, llevó a sus hermanos a vivir y trabajar

con él. En homenaje, Amaro puso el nombre del hermano protector a uno de sus varios hijos nacidos

en Pau Grande. Este nuevo Manuel (nacido en 1933) fue muy pronto llamado de garrincha por su

parecido con un ave que adoraba matar (Castro, 2002). Gracias a sus dotes futbolísticas dribló la rutina

del trabajo en la fábrica.

10. Garrincha cercado por ocho mexicanos.

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Años después, Vinicius de Moraes lo llamaría de anjo das pernas tortas25. Fue el mejor boleiro

del Brasil. Se le asocia con Cantinflas en lugar de Chaplin. A Garrincha siempre le gustó volver a Pau

Grande. Además de visitar a la esposa, Nair, y a sus siete hijas; aprovechaba el tiempo bebiendo

cachaça en compañía de los hermanos Pincel y Swing. La fábrica original de Pau Grande aún existe

pero ahora produce refrescos.

Actualmente la aldea fulniô, en Alagoas, tiene 4 mil habitantes y tres equipos de fútbol:

Guarany, Palmeiras y Juventude. El Guarany fue fundado en 1952. Los fulniô tienen un décimo de la

población de Águas Belas, la ciudad más próxima que acaparó sus antiguas tierras (aunque tampoco

era para alegrarse, el municipio forma parte del llamado polígono de las secas).

Los equipos de los bugres, acentuadamente ofensivos, son mucho mejores que los de la

ciudad. Existía un torneo entre ellos, pero ya no se precisa; los indios siempre ganaban. El fútbol es un

instrumento político en cuanto a la rivalidad con la sociedad blanca. En la cancha los fulniô tienen la

oportunidad de probar que son mejores. Los caracterizan la velocidad y la resistencia. Todos crecieron

corriendo en el mato. Saben cazar camaleones. En la región se reconoce al jugador fulniô como bom

de bola y también como un consumidor voraz de cachaça. Los jugadores beben un poco antes y

bastante más después de las partidas.

A la final de los primeros Jogos Indígenas, la selección fulniô llegó con victorias de 11 a 0; 8 a

0; 3 a 1. En ese juego definitivo se enfrentaron a los xavantes y perdieron por 2 a 1. Sin embargo, los

xavantes habían descansado tres días; en tanto que los fulniô disputaron la semifinal en una tarde y el

juego por el título a la mañana siguiente. Los 16 guerreros fulniô estaban exhaustos, porque además

participaban simultáneamente en los torneos de volei, natación y atletismo. Para los siguientes juegos

ya no hubo invitación.

25Ángel de piernas torcidas. En su oportunidad, João Pedro Stédile del Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra
(MST) se refirió así al arquetipo: “Garrincha, obrero textil, pobre, que llenó de alegría a todos los brasileños con su
simplicidad y su arte futbolístico. Él fue la síntesis del brasileño: pobre, creativo y solidario” (Bellos, 2002:87).

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De todos modos los fulniô continúan practicando el fútbol asiduamente porque lo han

convertido en un aspecto de su identidad. Esta situación se reforzó a mediados de los noventa, a partir

de la biografía de Garrincha escrita por Ruy Castro. En ese libro (uno de los mejores que se hayan

escrito sobre fútbol brasileño), el periodista carioca afirma que Mané era primo de todos los fulniô. Su

actual cacique, para despejar las dudas, se llama João Francisco dos Santos Filho; además, un buen

número de los excelentes jugadores con que cuentan tienen las piernas torcidas, a veces para el mismo

lado que las de Garrincha.

En la superficie, los fulniô parecen completamente aculturados. Su aldea podría ser un barrio

pobre de la vecina Águas Belas. En el bairro hablan portugués con sotaque26 sertanejo27 y a veces

también hablan iatê; sobre todo cuando juegan contra equipos de blancos (para despistar). Están

integrados a las actividades productivas de Águas Belas. Son funcionarios, profesores, comerciantes,

artesanos, albañiles, policías militares. Muy cerca, a cinco kilómetros de la aldea se encuentra la

reserva fulniô; ahí hay más de 600 casas que se mantienen cerradas nueve meses al año. De

septiembre a noviembre, los fulniô reabren las habitaciones y celebran el Ouricouri, un ritual sagrado

que asegura la continuidad del grupo. La ceremonia está prohibida para los blancos, incluyendo los

hombres y mujeres casados con fulniôs. A la entrada de la reserva, una placa alerta: “Entrada Prohibida

– Peligro – Tribu de Indio” (Magalhães, 1998).

26 Pronunciación.
27 Propio del sertão.

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Jango y la dictadura (el mainá de Mané)

En las elecciones presidenciales brasileñas de 1960 (nadie podía imaginar que las últimas en 29 años),

Jânio Quadros fue electo presidente con 5 millones y medio de votos28. Había vencido al candidato de

Juscelino Kubitschek, el mariscal Lott. Jânio era un carismático profesor de portugués (dotado de una

exquisita cultura etílica) famoso por la vassoura29 que utilizó como un símbolo promocional durante su

campaña. Se suponía un guardián de la moralidad republicana. Prometía barrer con el orden político.

Por la constitución de 1946, las elecciones de presidente y vice no estaban vinculadas. De tal

suerte que fueron elegidos, al mismo tiempo, Jânio, volando en su vassoura y Jango (antiguo

colaborador de Getúlio Vargas) que personificaba la basura acumulada.

Jânio en el poder prohibió el lança-perfume30, los bikinis en la tele y aún en la playa, así como

las corridas de caballos. Además (en un fin de semana) condecoró al Che Guevara y rechazó un plan

de austeridad del FMI.

En agosto de 1961 renunció a la presidencia. Los comentaristas de la decisión (políticos

profesionales, académicos y periodistas) especularon que Jânio esperaba una negativa del congreso

que lo respaldara en la búsqueda del poder absoluto à la mode De Gaulle (habida cuenta el paralelo

sesgado entre ambos).

Los ministros militares de inmediato vetaron al vice, João Goulart, Jango, que había sido

Ministro del Trabajo con Getúlio y que también era gaúcho. Luego de una crisis que tuvo al país cerca

de la guerra civil, Jango asumió la presidencia aceptando la fabricación de un régimen parlamentarista

que redujo su poder. Del nuevo presidente se llegó a decir que era un primitivo sin carácter.

28 Para definir sucintamente las líneas del descontento, en las elecciones para diputados locales de 1958, los paulistanos
eligieron en masa al rinoceronte Cacareco que, tal vez un poco tarde, fue enviado por las autoridades al exilio en RJ. Los
cariocas, con un guiño, elegirían vereador al macaco Tião en 1996.
29 Escoba para escovar.
30 Tubo de vidrio o de metal que contiene éter perfumado, usada en el carnaval. Se inhala y produce una euforia pasajera.

Su versión casera recibe el nombre de cheirinho da loló.

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Unos días antes de partir rumbo a Chile para disputar el campeonato mundial, la selección fue

invitada al Palácio de Guanabara por el gobernador del estado, Carlos Frederico Lacerda. En los

jardines de palacio vivían muchos bichos. Al percibir que Garrincha estaba fascinado con un mainá de

su propiedad (al parecer no era un bien público), Carlos Frederico le propuso un trato al jugador: si

usted me trae el bi, el mainá será suyo. El ave podía imitar a un perro, un avión; entre otras cosas,

decía: É do palacio!, Já vai, hein?, O bicho vai pegar!, Gol!, Vasco!, Manel!, Gostosa!, Jânio Quadros!,

O pau vai comer!, Filho da puta! (Castro, 2002)

A toda costa, la selección de aquel año tenía que volver con el título. El equipo era

prácticamente el mismo que jugara la copa anterior; también lo eran la imagen de la Aparecida y el traje

que, vestido durante la aventura sueca, el Dr. Paulo (Machado de Carvalho) insistía en usar, así fuera

con las costuras rotas; nada podía fallar. Debido a sus problemas cardiacos, el gordo Feola fue

sustituido por Aymoré Moreyra, el Biscoito. A la postre, daba igual. Un desfile de políticos peregrinó

hacia la concentración de Friburgo (RJ) para ofrecer el conveniente estímulo al escrete d´ouro.

Previsor, Juscelino se regocijaba en mostrar la porcelana de su sonriente nueva candidatura

presidencial para el ´65. Pero apenas en la segunda partida del torneo, Pelé se lesionó. Parecía

predestinada una catástrofe de serias consecuencias.

Sin embargo, en la víspera del siguiente juego, contra España, llegó a Valparaíso Elza Soares y

Garrincha comenzó a dar de sí lo mejor; había prometido a la diva esa copa. En el balneario chileno se

programó una presentación de artistas que incluía al venerable Louis Armstrong con sus All Stars.

Satchmo, después de escucharla tras bastidores cantando la versión Edmundo de In the mood, tuvo un

arrebato y apenas pudo se le fue a los brazos y la llamó de my daughter, aunque Elza jura que la llamó

de doctor. La divina había saltado al peligroso tren de la fama en 1948, a partir de un programa radial

de aficionados a la chanchada31 que tuvo a bien organizar un fanático del Flamengo, Calouros32 em

desfile, el programa. En el que un patiño, Makalé, golpeaba con sorna su gong para descalificar al

31 Forma extrema del cabaret.


32 Los novatos de las novatadas.

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denigrado aspirante. Cuando Elza subió al escenario fue recibida por el respetable a las carcajadas.

¿De qué planeta viene usted, hija mía?, le preguntó Ary Barroso (aquél que Disney no pudo comprar), y

Elza respondió de inmediato que del Planeta Hambre, seu (Castro, 2002). Antes de comparecer a la

humillación del concurso, Elza ya cantaba con una voz propia que se piensa es una cruza entre Billie,

Ella, Nina y Satchmo. Como sabemos, Makalé todavía no la puede golpear en el sustituto metafórico de

ese gong que ha marcado el fin de tantas aventuras. Parece necesario advertir que aquella ocasión

precoz, ante el público del consagrado Ary, Elza cantó el samba Lama que nos dice: Se quiser fumar eu

fumo/ se quiser beber, eu bebo/ não interessa a ninguém.....

11. Elza y Mané.

Su alma gemela (Garrincha) fue expulsado de forma injusta en la semifinal contra Chile por el

árbitro peruano Arturo Yamasaki que después hizo huesos viejos en México. La medida no permitía a

Garrincha entrar en campo para la final. Además, al salir del juego expulsado, recibió con dedicatoria,

por parte de la afición anfitriona, una bonita pedrada (como las aves que él matara). Para absolver a su

mejor jugador la delegación brasileña movió cielo y tierra de forma totalmente institucional; el primer

ministro, Tancredo Neves, mandó un telegrama a la comisión disciplinaria de la FIFA en nombre de un

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pueblo que pedía clemencia. El presidente peruano Prado y Ugarteche ordenó a Yamasaki, por medio

del embajador en Chile, que no cargara la mano en la cédula arbitral. A nadie convenía que los

socialistas checoslovacos, representantes del amateurismo de la cortina de hierro, vencieran la final

demócrata y profesional de la copa del mundo. Con gripe y 39 grados de temperatura, Mané Garrincha

participó discretamente de aquel triunfo. Amarildo, Zito y Vavá se encargaron de marcar la diferencia.

En esa copa, los brasileños tuvieron la oportunidad de medirse contra Inglaterra, la selección

heredera de los inventores del juego. Contra su costumbre, Garrincha hizo el primer gol, de cabeza. Un

perro negro invadió la cancha y sólo Greaves en cuatro patas pudo ganar su confianza para atraparlo.

Nelson Rodrigues escribió sobre aquel y otros duelos: “luego se vio, entre nuestro craque y el inglés,

todo un abismo voraz. El inglés apenas juega fútbol, mientras que el brasileño vive cada lance y sufre

cada bola en la carne y en el alma. Lo mismo sucede fuera del fútbol, el europeo hace una imitación de

la vida, en tanto que el brasileño vive de verdad y ferozmente. Nadie comprenderá que fue nuestra

cualidad humana la que nos dio esta Copa. Y más: -fue el misterio de nuestros botecos33, y la gracia de

nuestras esquinas, y el fragor de nuestros cachaças, y la euforia de nuestros cafajestes34. Jugamos en

Chile con ardiente seriedad. Pero la última jugada de Mané, en el adiós a los Andes, fue una piada, tan

linda y tan plástica. En lo más patético de las batallas, el escrete, supo brincar. Ese toque de

molecagem brasileira es lo que dio a la victoria una inconcebible luz” (2002:82).

Garrincha aseguró haber ganado el mayor bicho de su vida, luego de recibir el mainá de

Lacerda. Unos días después, el diario Cruzeiro mandó traer de Chile al vira-lata que entrara en campo

contra los ingleses. Fue sorteado entre los jugadores. Ese bicho Garrincha también lo ganó, le dio el

nombre de Bi y lo llevó a Pau Grande.

Jango, el eterno vice-versa, recuperó momentáneamente los poderes presidenciales en 1963,

después de un plebiscito que reportó 9 millones y medio de votos a favor del Não al parlamentarismo.

33 Un botequim modesto. Pequeño establecimiento donde se venden tragos, de alcohol o café.


34 Individuo descalificado y de pésimo comportamiento.

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La pareja presidencial tenía su umbandista35 de cabecera, el pai-de-santo Jair Ribeiro de Souza; que

reveló: el protector de Jango era el caboclo Boiadeiro y de Maria Teresa, la cabocla Jurema. Sin

embargo, el de Goulart fue siempre un gobierno en crisis; su fuerza era producto y no prolongación de

la maquinaria de seguridad social y de una alianza con la izquierda que tenía el control de los

sindicatos. El declive económico polarizó las posiciones en el terreno político. A un multitudinario mítin

janguista frente la Central do Brasil, en el que el gobierno se comprometió a impulsar reformas de base;

siguió una igualmente enorme Marcha da Família com Deus pela Liberdade, promovida por los

conservadores paulistas. Desde fines del ´63, comenzaron a planearse dos golpes de estado. La

administración de Goulart estaba empezando a tomar un rumbo nacionalista que los Estados Unidos

identificaron como germen del comunismo. Junto con una fuerza naval preparada para cualquier

contingencia, USA envió al coronel Vernon Walters para supervisar el cambio de poderes. Ese

diplomático militar hablaba fluidamente en siete lenguas, pero como él mismo decía, no pensaba en

ninguna (Gaspari, 2003). La comedia de errores que se escenificó a partir del 31 de marzo, trasladó la

tutela del pueblo brasileño a una elite militar y empresarial, sin mediar ningún disparo. Ante lo definitivo

del golpe, la llamada Revolução Redentora36, el embajador Gordon se alegró en comentar “This is a

great day in the history of civilization” (Weschler, 1990:63). En 1972, Walters fue nombrado por Nixon,

director de la CIA. Con Reagan, se le hizo embajador en la ONU.

35 Umbanda es una de las más populares experiencias religiosas del Brasil. Como culto organizado según los patrones
actualmente predominantes tuvo su origen en la década de los veinte, cuando kardecistas de clase media de RJ, SP y RGS
empezaron a mezclar en sus prácticas elementos de las tradiciones religiosas afrobrasileñas y a defender públicamente tal
mistura. El kardecismo llegó a Brasil a mediados del siglo XIX, fue creado en Francia por Allan Kardec (León Hippolyte
Dénizart Rivail). Establece la existencia de un dios distante de los hombres. Los guías, los espíritus de los muertos, los
desencarnados tienen la misión de ayudar a la humanidad a evolucionar a través de la práctica de la caridad, el bien y el
amor a los semejantes. Los adeptos deben desarrollar la capacidad para entrar en contacto con los desencarnados. Los
misterios se explican científicamente. En Brasil el kardecismo fue practicado por un estrato medio de la población que
autodenominó la suya como una religión cristiana, legitimó la posesión de los espíritus, presentó un discurso racional sobre
los fenómenos mágicos y sirvió como mediador para la constitución de la umbanda. Entidades africanas e indígenas
presentes en la macumba se consideraron más competentes en la cura y tratamiento de una amplia gama de enfermedades
e imponderables. Caboclos y pretos-velhos, representando el espíritu de los indios brasileños y de los esclavos africanos, se
tornaron centrales para la nueva religión que proclamó la misión de hermanar todas las razas y clases sociales que forman
al pueblo del Brasil (Gonçalves da Silva, 1999).
36 Anticomunista, anticorrupción y demócrata.

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Elza había participado en varias campañas de Jango, a sugerencia del pelego Nobre de

Almeida, hombre de influencia en Radio Mauá, donde ella era la campeona de audiencia. Los servicios

inteligentes al servicio del nuevo régimen la ubicaron en el ala izquierda. Dos meses después del golpe,

un grupo de hombres armados irrumpió en la casa de Elza y Garrincha. La madre y los tres hijos de ella

también estaban en el lugar. Todos desnudos contra la pared, escucharon las amenazas del comando.

Para dejar más claro su punto, uno de los tipos duros sacó al subversivo mainá de su jaula y lo decapitó

(Castro, 2002).

Los años del plomo

12: Castello Branco en primer plano.

Como presidente, asumió el papel una de las más clásicas cabezas chatas de Ceará, el general

Humberto de Alencar Castello Branco. Este individuo de 1.64 cm. de estatura padeció diversas

anomalías en la columna que lo obligaban a usar una gruesa faja de aluminio. La prenda le dio cierta

apariencia rígida, óptima para su cargo. Por medio de un Acto Institucional se concedieron poderes

excepcionales al ejecutivo sobre los poderes legislativo y judicial. Se cancelaron las elecciones

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programadas para 1965. El presidente tenía la prerrogativa de cesar mandatos parlamentares y de

suspender derechos políticos por diez años. Deportó y encarceló a los enemigos de sus amigos y a los

amigos de sus enemigos. Introdujo medidas de austeridad para combatir la inflación y reducir el gasto

público. La nueva maquinaria del Estado percibió que no contaba con el apoyo de los partidos políticos

existentes y los eliminó para sustituirlos por el oficialista Aliança Renovadora Nacional (ARENA) y el

Movimento Democrático Brasileiro, que reunía en un frente a varios grupos opositores. El régimen

militar concentró la elección de presidentes, gobernadores, alcaldes de capitales y municipios; dejando

abiertas las elecciones parlamentarias, para el desempeño meramente ritual de la oposición en el

ámbito del Legislativo. Los conflictos más serios surgieron en el interior del propio aparato militar

brasileño. A partir de las disputas entre la Escola Superior de Guerra, nacionalista y liberal y la línea

dura del Clube MiIitar (Rizzo de Oliveira, 1994). El orden público era una obsesión del régimen que se

tradujo en manifestaciones rebeldes dentro de la institución militar. En los cuarteles.

A partir del ´64 y hasta el ´85, el Brasil sería presidido por Tamanco, Portugués, Milito, Alemão

y Figa. Todos ellos miembros de una corporación que ha respetado, casi siempre, la misma jerarquía y

donde la línea media es virtud. La hipótesis era que un gobierno militar podía ofrecer estabilidad. Por lo

menos, ni la subversión ni la corrupción acabaron.

Recién instaurado el nuevo régimen, fue dado al general Golbery de Couto e Silva37, el ministro

del silencio, la creación de un monstruo: el Serviço Nacional de Informações; un organismo que sólo

respondía al presidente de la república. Desde el inició funcionó como una asesoría política y aun como

plataforma electoral. El SNI se ligó a la red de los servicios occidentales de información (un eufemismo

que empleaba la CIA) sobre todo en asuntos relacionados a la subversión comunista en América

Latina. Durante los 21 años de régimen militar, la Doutrina de Segurança Nacional fue el conducto que

racionalizó la tortura como una política de estado. El SNI era un tribunal superior de justicia que

trabajaba para una sola causa bajo múltiples aspectos de su incumbencia. “Se envolvió en la

37 El Bruxo, Satã, Satánico Dr. Go, Corcunda, Dr. Gol, Corca, Hiena Caolha, Genedow...

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pacificación de conflictos de tierras en el nordeste y de tribus indígenas en Bahía. Dirigió y estructuró el

garimpo en los yacimientos auríferos de la Amazonia después del descubrimiento de la Serra Pelada.

Con oro en la mano, intentó, en 1983, captar divisas internacionales por medio de operaciones en el

mundo del contrabando y del mercado negro de dólares. Recabó fondos a través de exportaciones de

café y de pasta de uranio. Fue condómino de arsenales secretos que llegó a pensar en utilizar en una

megalómana tentativa de invasión de Portugal, en 1975 [tras la Revolução dos Cravos]. Distribuyó

canales de televisión y de radio. Financió periódicos y revistas. Sus cuadros participaron en panfletos

contra el gobierno en 1975 y en actos terroristas a partir del ‘77” (Gaspari, 2003:170).

Una de las primeras acciones (y providencias) de la Revolução Redentora en la búsqueda de

un estado de bienestar para el pueblo brasileño fue la cancelación de un amistoso de fútbol Brasil-

URSS, poniendo fin a los acercamientos insinuantes que se venían dando en gobiernos anteriores con

el bloque socialista; señalando, fuera de duda, el compromiso con el liderazgo de los Estados Unidos

(Agostino, 2002). La copa del mundo de 1966 en Inglaterra era una oportunidad para afirmar el nuevo

rumbo de las cosas (apuntalando la construcción de la identidad nacional brasileña). El escrete perdió

en octavos de final contra los portugueses que siempre habían jugado en tamancos38 con una pelota

cuadrada.

En 1966, el ministro de guerra, general Arthur da Costa e Silva, Português, se impuso como

sucesor de Castello (muerto en un avionazo). Durante un lapso de ecolalia el nuevo presidente habló

de humanizar al régimen. Era natural de Taquari en Rio Grande do Sul y se jactaba de leer solamente

crucigramas, aunque también era dado al oscurantismo de las depresiones. Lyndon Johnson fue

advertido por un asesor (parece que para eso le pagaban) de que: “él está ansioso de que lo entiendan

como un hombre bien calificado intelectualmente [...] En resumen, sugiero que lo trate menos como un

soldado y más como un hombre de Estado civil, su colega. A primera vista eso no será fácil, sobre todo

si estuviera usando anteojos oscuros” (Gaspari, 2002:268).

38 Zapatos de madera.

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13: Costa e Silva.

Con Costa e Silva el dispositivo terrorista militar ganó en autonomía para combatir

criminalmente un proceso anárquico de dominación de las masas. Ante lo cual, los representantes más

radicales de las masas dominadas anárquicamente contestaron con bombazos. Era una guerra y las

guerras son la salud de los gobiernos. El Português estimuló, hizo inevitable, el conflicto. No por nada,

gustaba de recordar a sus subalternos que: “el poder es como un salami; toda vez que usted lo usa

bien, corta sólo una rodaja, cuando lo usa mal, corta dos, pero si no lo usa, se cortan tres y, en

cualquier caso, él siempre se hace menor” (Netto, 2002:32).

A fines de 1968, 13 de diciembre, se anunció por la televisión el texto de un Acto Institucional –

5, que revocaba los privilegios democráticos. Los anos de chumbo que son los años de plomo, los más

cruentos, estaban por llegar (porque siempre han estado ahí). De nuevo, el presidente tenía

prerrogativas para clausurar el Congreso a la menor oposición. Fueron suspendidas las garantías

constitucionales de libertad de expresión y de reunión. El mandatario podía prohibir el ejercicio de

profesiones tan cívicas como el periodismo. Además se patrocinaba la confiscación de bienes.

Quedaba suspendido el habeas corpus en los casos de crímenes políticos contra la seguridad nacional.

Cualquier ciudadano podía ser aprehendido por sesenta días, con diez de incomunicabilidad. Contra la

patria no hay derechos que valgan. La maquinaria represiva se reivindicó. Cuarteles militares y

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delegaciones de policía continuaron la vieja práctica de la tortura como instrumento esencial de

investigación.

Esto vale para todo tipo de investigaciones.

La seguridad pública es la ley suprema

En agosto de 1969 Costa e Silva cayó gravemente enfermó; había perdido la movilidad del brazo

derecho y su cuerpo se estaba paralizando; el presidente general sufría una isquemia39. El triángulo

cercano a ese presidente ocultó la información al público, al ejército y a la propia familia presidencial

puesto que planeaba usurpar el poder en triunvirato. Querían impedir que el vicepresidente Aleixo

asumiera el cargo que constitucionalmente le correspondía. Tenían el precedente histórico de la

Regéncia Trina Provisória de 1831 (después de la abdicación de Dom Pedro I) que había gobernado el

Brasil hasta que el nuevo emperador cumplió catorce años.

14: Os três patetas.

39 Supresión o retención de un flujo de sangre habitual.

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La trinca de regentes para esta nueva etapa serían: Augusto Rademaker, Aurelio de Lyra

Tavares40 y Márcio de Souza e Mello. El 31 de agosto de 1969, un Acto Institucional –12, transfirió los

poderes a la Junta Militar; el anuncio se hizo el mismo día en que Brasil jugaba (en el Maracanã) un

partido eliminatorio para el mundial de México ´70. En el estadio corría el rumor de que Costa e Silva

había muerto. La Junta se constituyó en el entendido jurídico de una situación excepcional y muy pronto

tendría la oportunidad de quedar perpleja ante el secuestro del embajador estadounidense Elbrick.

La operación del secuestro fue planeada por integrantes de la Dissidência Universitária da

Guanabara41 en unión con la Ação Libertadora Nacional de Marighella42, aunque él no estuvo

directamente involucrado. Pidieron la liberación de 15 estudiantes presos y la divulgación de un panfleto

a través de las principales emisoras y periódicos. Sin oponer resistencia el gobierno trinitario –sin

presidente y sin congreso- cumplió las demandas ante la presión de Washington y la división interna.43

Al intentar capturar a los secuestradores quedó nuevamente en evidencia la falta de eficacia de la

tigrada (sobrenombre épico de la brutalidad convertida en aparato represivo). El episodio de humillación

de las fuerzas activas profundizó la mayor crisis de anarquía militar en la historia del país. La Junta

tenía sus días contados; el presidente (paralítico, mudo y paranoico), también.

El general Emilio Garrastazú Medici, Milito, ex jefe del SNI, fue elegido a través de un simulacro

de votación entre oficiales, maquinado por el Alto Comando do Exército que se pretendía un sacro

colegio. Milito era gaúcho, torcedor del Grêmio de Porto Alegre y admirador del Flamengo; un tipo de

apariencia taciturna. Sus aduladores dicen que era bom de bola. El nuevo presidente interrumpía

40 El infausto poeta Adelita (en anagrama). Otro de los miembros de la Academia Brasileña de Letras que nunca hizo las
paces con la gramática ni con la poética ni con la ética. Como ministro del ejército, publicó una antología de discursos y
artículos que contenían una entrevista concedida a la televisión francesa, transcrita en francés. En momentos de crisis
perdía la voz. Se decía que el poeta general gustaba de quedar bien sólo con la minoría (Gaspari, 2003).
41 Según Vera Sílvia Magalhães la Dissidência tenía cuarenta militantes y treinta simpatizantes (1997:62).
42 O Menezes. Se le atribuían todos los asaltos por dinero, armas, municiones. Él no desmentía nada. Fuera de Brasil se

constituyó en un mito revolucionario; se le llamaba de ideólogo, teórico, patrón de la guerrilla urbana, estratega del terror.
43 Un cierto número de oficiales del ejército rechazó participar de los desfiles tradicionales del 7 de septiembre (día de la

independencia). Oficiales de Marina y de Aeronáutica intentaron impedir que el avión que llevaría a los presos políticos al
exterior levantara el vuelo en el Galeão de RJ.

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reuniones ministeriales para conocer los resultados de la jornada; hablaba mucho de fútbol y, como

corresponde, nada de política. Pregonaba que Brasil era una Ilha de Tranqüilidade Mundial.

La Junta se despidió dejando una nueva Constitución, conocida como Enmienda –1 que sólo

fue modificada en 1988. Se vetaron las publicaciones y exteriorizaciones contrarias a la moral y las

buenas costumbres. Se permitió la prorrogación por tiempo indeterminado del estado de sitio, que

estaba limitado a sesenta días. Se transformó en prerrogativa exclusiva del presidente la iniciativa de

leyes que concediesen una amnistía relativa a los crímenes políticos. Se restringió la inmunidad

legislativa. Se hizo más riguroso el mecanismo de fidelidad partidaria, perdía el mandato aquel diputado

que se opusiera a las decisiones de los partidos. Se estableció la pena de muerte y la prisión perpetua

para casos de guerra psicológica adversa o revolucionaria o subversiva (Almeida Maciel, 2002).

Marighella encarnaba la práctica adversa que la dictadura tenía que liquidar. Su Manual do

guerrilhero urbano (1969) y su internacionalmente reconocida intención de transformar al Brasil en un

nuevo Vietnam eran credenciales suficientes para ser considerado el enemigo número uno del régimen.

El Manual parecía más un ejercicio de autopromoción que de didáctica. En todo caso, parece

complicado alcanzar la meta siguiendo sus instrucciones (tampoco dijo en ningún lugar que fuera fácil).

El guerrillero urbano de Marighella debía:

Ser capaz de largas marchas, de soportar la fatiga, el hambre, la lluvia, el calor. Saber esconderse y

saber ser vigilante. Conocer a fondo el arte del disfraz. No tener miedo del peligro. Actuar tan bien de

noche como de día [...] También debe aprender a practicar las diferentes especies de lucha de ataque y

de defensa personal [...] Otras formas de preparación física útil son las excursiones a pié, el camping y

los ejercicios de persecución en la floresta, escalar montañas, el remo, la natación, el entrenamiento de

hombre-rana, la pesca, la caza submarina, la caza de aves y animales grandes y pequeños. Es muy

importante aprender a conducir un automóvil, pilotear un avión, dirigir un barco a motor o a vela,

comprender la mecánica, el radio, el teléfono, la electricidad y poseer conocimientos de técnicas

electrónicas. Es igualmente muy importante tener conocimientos de topografía […] saber orientarse a

través de medios prácticos y de instrumentos, saber calcular según la escala, cronometrar, trabajar con

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un aparato de medida de ángulos y arcos, con una brújula, etc. Conocimientos de química y de

combinación de colores, fabricación de sellos, el perfecto conocimiento de caligrafía y de imitación de

escrituras [...] forman parte de la preparación técnica del guerrillero urbano, que está obligado a falsificar

documentos para vivir en una sociedad que pretende destruir (2003:56).

Manual de Marighella

El abogado Mercadante dijo sobre Marighella que éste fue un hombre risueño, emotivo, afable,

irreverente, “que gustaba de la cerveza, del fútbol, de la samba, del Jackson do Pandeiro, del Carnaval

y de los bailes del Cordão da Bola Preta”. Según Mercadante, Marighella fue uno de los raros dirigentes

comunistas de su generación con preocupaciones intelectuales. Apareció de incógnito en el velorio de

Graciliano Ramos, su amigo y escritor predilecto. En algún momento de la vida Marighella no se limitó a

los documentos partidarios ni a las certezas férreas delante de las fragilidades humanas.

Nació en la Baixa do Sapateiro en Salvador, 1911. Fue el hijo de Maria Rita do Nascimento

(negra baiana descendiente de esclavos sudaneses) y del mecánico Augusto Marighella (un inmigrante

italiano simpatizante del anarquismo). Carlos era craque en las peladas y en las matemáticas. Adoraba

escribir poemas. En la última serie del curso científico del Colégio Central da Bahia sacó una nota de

diez al responder una prueba de física con versos. En 1932 se adhirió a la Federação Vermelha dos

Estudantes vinculada al Partido Comunista Brasileño. Abandonó en el tercer año la carrera de

ingeniería por vivir en un país donde los niños son obligados a trabajar para comer. Se mudó a Rio de

Janeiro en 1936. Trabajó en el sector de prensa del pecebão (PCB). Al poco tiempo fue detenido por la

policía especial. Cumplió un año en prisión. Al salir partió para São Paulo no sólo a fin de reconstruir el

Partido sino también para combatir la disidencia trotskista. Cayó nuevamente preso en 1939. Fue

brutalmente torturado pero no cedió ante los verdugos. Sobre la libertad, en el solitario del Presidio

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Especial de SP, pensaría versando: “Não ficarei tão só no campo da arte/ e, ânimo firme, sobranceiro e

forte,/ tudo farei por ti para exaltar-te,/ serenamente, alheio à própria sorte” (Marighella, 1940).

El Estado Novo lo confinó en la isla de Fernando de Noronha. Ahí organizó cursos de formación

política entre los internos, cuidó de la hortaliza comunitaria y jugó fútbol. En 1942 lo transfirieron a la

temida colonia correccional de Ilha Grande. Participó en la creación de un taller colectivo de artesanías.

Los productos eran vendidos a parientes y amigos. Las ganancias servían para mejorar la alimentación,

comprar remedios y pagar los honorarios de los abogados. A Marighella lo liberaron en 1945. Fue

electo diputado federal por el PCB de Bahia. Defendió la reforma agraria, la libertad de culto religioso, la

enseñanza laica, el divorcio. En 1947 el registro del PCB fue suspendido. A pesar de estar con prisión

preventiva decretada, Marighella participó de luchas políticas y sociales. En 1958 apoyó una

Declaración Política que pugnaba por un gobierno nacionalista y democrático.

Durante los gobiernos de Kubistchek y Goulart, Marighella y su esposa, Clara Chauf, vivieron

legalmente, con dirección y teléfono conocido. Antes del golpe militar, Marighella ya criticaba la

moderación excesiva y las posiciones reformistas del PCB. Después del golpe, Marighella apuntaba

entre los equívocos graves del Partido la política de conciliación con la burguesía, su débil penetración

en el campo, su inapelable contribución al inmovilismo burocrático y convencional. Se desafilió y fue

expulsado. Carlos radicalizó su plataforma, abandonando la política de frente democrático por el

discurso de la lucha armada.

En 1968 se dejó de discusiones interminables y creó una organización para practicar la acción

revolucionaria, el Agrupamento Comunista de SP. Poco después surgió la Acción Liberadora Nacional

(ALN) que sería el embrión del ejército revolucionario. La acción es la vanguardia. En 1969 publicó el

Pequeno Manual do Guerrilheiro Urbano, una guía sobre técnicas de preparación. Marighella creía que

el gobierno no tenía condiciones históricas para ofrecer alternativas políticas al país y que las grandes

masas populares, desilusionadas, tenderían a posiciones más radicales de enfrentamiento armado. En

1969 fue asesinado. Lo enterraron como un indigente. Diez años después sus restos fueron trasladados

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al Cemitério das Quintas dos Lazaros en Salvador. Para el re-entierro Jorge Amado escribió sobre su

compañero de bancada comunista: “Aquí chegaste pela mão do povo. Mais vivo que nunca”.

La Orden de los Dominicos amparaba clandestinos de todas las denominaciones: ALN, VPR,

MR-8. Después del secuestro de Elbrick, los arrastões44 de la tigrada se intensificaron. En noviembre

del ´68 aprehendieron a siete frailes (entre ellos Frei Betto). A comienzos del siguiente año, Marighella

fue localizado y muerto por el delegado de la policía de São Paulo, Sérgio Fleury, que cobró la

dimensión de un Antonio das Mortes, matador de cangaceiros; la dictadura ganó con el delegado un

símbolo de la represión45. Las emisoras que trasmitían el juego Corinthians-Santos, uno de los clásicos

paulistas de mayor tradición, dieron la noticia. En el medio tiempo, el servicio de altoparlantes del

estadio de Pacaembu pidió la atención de las torcidas e informó la muerte del líder terrorista; un

pseudobrasileiro al servicio de otra patria46 (Agostino, 2002).

44 Redes de pesca que se arrastran en el fondo de las aguas. Temibles razias. En los ´90 el término se utilizó para designar
los asaltos multitudinarios que se hicieron frecuentes en las playas de Rio.
45 Símbolo de tenacidad, desprendimiento, alto espíritu de sacrificio, excepcional coraje. Fuerza autónoma de la policía

paulista. Líder impune de escuadrones de la muerte.


46 Al fin de cuentas, la cultura brasileira acabaría enriqueciéndose gracias al fogueo internacional que recibieron en el exilio

político numerosos artistas.

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Brasil, ame-o ou deixe-o

Preocupado por el futuro de su cabeza, el presidente de la CBD, João Havelange parecía estar

dispuesto a todo con tal de no sufrir un nuevo fracaso en la copa del mundo de México en 1970. En

medio de una gran controversia, contrató como técnico de la selección a un individuo contrario a los

valores revolucionarios, un elemento ligado a la izquierda. El gaúcho João Saldanha, había sido una de

los primeros craques de futebol de playa al lado de Heleno de Freitas (el ídolo furioso que murió de

parálisis progresiva). Como el padre de Saldanha era un rico fazendeiro no precisaba de trabajar; fue

militante del Partido Comunista y decía haber marchado en Manchuria al lado de Mao. Frecuentaba el

Botafogo como socio. A falta de otras opciones fue invitado a dirigir el departamento de fútbol del

Glorioso en 1957. Aceptó bajo la condición de no recibir un sueldo. Su labor al frente del equipo

sorprendió a todos; pero la suerte se le acabaría en 1960. A partir de entonces se convirtió,

naturalmente, en comentarista deportivo. Impregnó el género con el ambiente del botequim. Años

después y nuevamente a falta de otras opciones fue invitado a asumir el cargo de director técnico del

escrete, con goce de sueldo. Tenía a su cargo una generación privilegiada de jugadores; la selección

clasificó al mundial agradando a la torcida. Saldanha se hizo muy popular. El mismo Medici admiraba

sus esquemas de juego (Santos, 1981).

16. João Saldanha con pulgar izquierdo subliminal.

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La imagen del presidente fusionado con un radio de pilas a la oreja en estadios de fútbol

repletos fue muy socorrida por el régimen. La Assessoria Especial de Relações Públicas (AERP)

aprovechó el fanatismo presidencial como parte de una estrategia de propaganda que buscaba vincular

las victorias futbolísticas con el Brasil Potencia Mundial a través de su torcedor Número Uno (Agostino,

2002). A fines de 1969 la dictadura encontró un buen pretexto (un piloto) para celebrar la interacción

fútbol-poder político. Pelé, que en Brasil sólo jugó para el Santos, estaba por marcar su milésimo gol, al

régimen en busca de prestigio le interesaba que ese hecho histórico se conmemorase en una plaza

grande, digamos, el Maracanã. En un partido contra el Botafogo de Paraíba, Pelé anotó el 999 y para

que no sucediera una desgracia fue puesto de arquero al segundo tiempo. Cinco días después, contra

el Vasco da Gama, la expectativa monumental encontró en un penalti su catarsis. Pelé desfiló en

Brasilia, fue recibido por el torcedor Número Uno que le concedió la medalla del mérito nacional y el

título de comendador. También recibió una corona de oro imperial.

Después de la clasificación, el escrete de Saldanha cayó en un bache y empezó a perder

partidos amistosos. La prensa se le fue encima. Todo era motivo de cuestionamientos. Se decía que el

presidente estaba preocupado por que Saldanha no alineaba al delantero Dario (Dadá Maravilha), uno

de sus jugadores favoritos. Transmitiendo al técnico opiniones que los reporteros atribuían a Medici,

escucharon los medios como respuesta: “pois olha: o presidente escala o ministério dele que eu escalo

o meu time” (Máximo, 1996:130). Fue la gota. Además se temía que llegando a México, el entrenador

convocara a una conferencia de prensa con una lista de presos políticos en la mano, denunciando

violaciones a los derechos humanos; cosa que por lo demás pensaba hacer47. Tras su despido, João

Saldanha publicó en algunos diarios una carta abierta donde exhibió al monstruo que se había creado

47 Las suspicacias no acabaron allí. En 1975, un informe del SNI detallaba: “Durante la realización de los juegos en el
estadio Mário Filho, los comentarios agresivos y a veces ofensivos promovidos por el comentarista de arbitraje de la radio
Globo, sr. Mário Vianna [ex árbitro, instructor de la policía secreta de Getúlio Vargas], provocan en la masa de torcedores
reacciones descontroladas que normalmente culminan en disturbios de medianas proporciones, llegando a reacciones
indiscriminadas y a la destrucción de las instalaciones [...] consta que esa provocación subliminal tiene como creador y
orientador al comentarista deportivo João Saldanha, elemento ligado a las izquierdas y defensor de la ideología comunista,
el tal Saldanha utiliza al locutor Mário Vianna, elemento inculto, incapaz de comprender que está siendo utilizado por otros,
pero que en su lenguaje rudo y grosero, sin duda alcanza, a través de los radios de pilas de los torcedores, la fácil
comunicación con el blanco deseado, el público presente” (Folha de São Paulo, 1998).

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con los restos del fútbol brasileño. Apelaba al ministerio de educación para encargarse de lo que

denominó de serias anomalías. Criticó los altos salarios de los jugadores, la vanidad de los dirigentes,

así como las prácticas farristas de ambos. Sacumé? Sabe como es.

La dictadura quería ofrecer una imagen seria de sí misma ante el mundo. La comisión técnica

fue disuelta y se presentó a Zagallo como el sucesor de Saldanha. El jugador favorito del presidente

(Dario Beija Flor) fue incluido en la lista de seleccionados. Además, la delegación brasileña se

militarizó. Como jefe de la misma estuvo a cargo el mayor Jerônimo Bastos; en el área de seguridad, el

también mayor Ipiranga dos Guaranys. La preparación física estaba coordinada por otros oficiales

(Heizer, 1997). Fue en ese marco rígido que el escrete, preservando su autonomía, desarrolló en

campo lo que sería conocido como el paradigma malandro del futebol-arte48 (magia, ginga,

improvisación) para quedarse definitivamente con la copa Jules Rimet49.

Nelson Rodrigues escribió:

la copa de México desmontó una gigantesca impostura que la mayoría creara en torno del fútbol

europeo. Los virtuosos, los estilistas, éramos nosotros; nosotros, los goleadores; nosotros, los

inventores. ¿Y la famosa velocidad? Meu deus, ganamos caminando. Se preveía que los europeos no

nos dejarían jugar. Fueron ellos los que no vieron el color de la bola. Dejamos para alemanes e ingleses

las correrías irracionales. `Jugar de primera, siempre de primera´, recomendaba Di Stéfano. ¿Cómo es

que un jugador tan clarividente puede decir una estupidez así? El Brasil no jugó de primera, a no ser

que fuera eventualmente obligatorio [...] En cuanto a la superioridad física de los europeos, vamos a

llorar y reír. Yo mismo llegué a atribuirles una salud de vacas premiadas. En México, verificamos que las

vacas premiadas, con cinta y medalla en el pescuezo, éramos nosotros. Cuando entrábamos en campo,

la bola nos reconocía y venía a lamernos las botas como una perrita amaestrada. Pelé,

48 El futebol-arte (1930-1974) se considera una visión del mundo brasileña que no se restringe al fútbol puesto que se
caracteriza por aproximarse a las propuestas más íntimas sobre nacionalidad, utopía social y ciudadanía (Gil, 1994).
49 En esta vida, nada es definitivo. La copa de 1,8 kg de oro puro fue robada en 1983. Para proteger el premio, la CBF

mandó hacer una réplica y revistió el frente de una vitrina con vidrios a prueba de balas. La réplica estaba guardada en un
armario y la parte posterior de la vitrina no representaba ningún obstáculo para un simple martillo.

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maravillosamente negro, podría gritar: ¡Dios me dio sangre de Otelo para tener celos de mi patria! Y así,

blancos o negros, somos 90 millones de otelos incendiados de celo por la patria (2002:160).

Ésta fue la primera copa del mundo transmitida en vivo por la televisión. Después de cada

partido, multitudes victoriosas salían a las calles. Se cultivaba la ilusión de un Brasil Grande, un Brasil

Potencia. El gobierno, celoso de su patria, distribuyó adhesivos con la leyenda Brasil, ámelo o déjelo50.

El país vivía un ciclo de crecimiento económico sin precedentes. El Milagre Brasileiro. Un

periodo de prosperidad y pleno empleo, sobre todo en el rubro de los agentes de la tortura sistemática.

Escurriendo saliva, el ministerio de Minas y Energía reveló el descubrimiento de yacimientos de uranio

en el nordeste. Se inició la construcción de la carretera Transamazónica que uniría Acre y Maranhão;

todavía inconclusa. Se extendió a 200 millas de la costa el límite de las aguas territoriales. Se aceleró la

inauguración de los metros de Rio y São Paulo. La industria automovilística estaba en auge. Incluso la

industria editorial llegó a tirar 150 millones de libros por año. El crecimiento del PIB en 1970 fue de

10,4%. Beneficiadas por exenciones de impuestos, las bolsas de valores eran fábricas de falso dinero.

Según los cálculos macroeconómicos, el Brasil comportaba la décima economía del mundo (Singer,

1972). Por supuesto, la televisión a colores se constituyó en el icono de la dictadura. En 1969, la Rede

Globo estaba formada por tres emisoras, para el ´73, eran once. Las transmisiones nacionales

colocaron a las telenovelas, simulaciones oníricas de la vida social, como el más considerable de los

productos de la industria cultural brasileña.51 Las telenovelas, como dijo Fresán (2001), son noticieros

mutantes.

50 Lo cual levantaba de inmediato el coro popular “y el último en salir, apague la luz.”


51 En 1970 una de cada cuatro casas brasileñas tenía televisión. Para 1995, 81% de las casas tenía una. Un aparato por
cada cuatro ciudadanos (Power & Roberts, 2000). Actualmente 98% de las casas tienen tele. La dictadura promovió el
monopolio de la TV-Globo a cambio de una cobertura nacional favorable. Se generó un coronelismo eletrônico (Costa,
Brener, 1997). La televisión manda y pesa más que la prensa escrita. El televisor es el axis mundi de esta nueva Idade
Mídia. La programación televisiva invade consensualmente el espacio social. En las horas pico de audiencia son
transmitidos los mismos programas para todo el país. La gran mayoría son producidos en el eje SP-RJ. Se trata de
telenovelas, programas de variedades, humorísticos, talk-shows, noticiarios, reality-shows, juegos de futebol. Todos con alta
facturación publicitaria. Los de carácter religioso, evangélicos, también abundan. La televisión tiene un sentido mágico y
verifica criterios de verdad, justicia, bondad y amor; comparte objetos mentales. La vida cotidiana se iconiza.

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Dos semanas antes de las elecciones legislativas del 15 de noviembre de 1970, el año de la

euforia, el gobierno destruyó a la oposición parlamentaria del MDB tomando presas a más de mil

personas. Tras el juicio de las urnas, los opositores obtuvieron el 21% de los votos; 9 puntos

porcentuales menos que los votos anulados (Kinzo, 1988:63).

El mandato del torcedor Número Uno fue el más represivo y violento del régimen militar; había

prometido seguridad y desarrollo. Miles de brasileños fueron torturados y muertos. El Estado debía

velar porque todos cumplieran con sus obligaciones. El estudiante al estudio, el obrero al trabajo, el

campesino al olvido, el padre al rezo y el empresario a ganar dinero. Todo ello en un marco de miedo

que recuerda la máxima lacaniana: “te amo, pero inexplicablemente amo alguna cosa en ti más que a ti

mismo y, por lo tanto, te destruyo” (Cerqueira, 2003).

El representante brasileño ante el FMI, embajador en Washington de los ministros económicos,

pariente lejano del mejor escritor del siglo XX, Alexandre Kafka llegó a comentar con cierto embarazo:

“el gobierno brasileño no es consciente de su vulnerabilidad ante las críticas de la prensa y precisa

esclarecer su posición sobre la tortura” (Gaspari, 2003b:281). Por lo menos, en la prensa nacional, el

efecto de la tijera, dejaba más espacio para las recetas de cocina y la poesía52. Los censores tenían su

propio escritorio en las salas de redacción. Durante su gobierno, Milito sólo concedió una entrevista con

preguntas que él mismo había sugerido. “Sabe como se mede um burro?” “Médici dos pés a cabeça”

(Chaves, 1993:53).

52 El 7 de enero de 1969 el Correio da Manhã anunciaba en su primera plana: Abolida la censura a la prensa. La edición no
salió a las calles. Como de costumbre fueron arrestados el tiraje, el redactor en jefe y varios periodistas. La novedad en este
caso fue la intimidación física a un propietario de jornal. Niomar Moniz Sodré Bittencourt había sido la creadora del Museu
de Arte Moderna de RJ, o niomarium. Hasta 1963 pasó la mayor parte de su vida en Paris. Era dueña de un diario que
durante cincuenta años dio voz a la elite liberal carioca. Apenas dos meses antes de su arresto participó en la recepción que
la reina de Inglaterra ofreciera a bordo de su yate Britannia, anclado en la bahía de Guanabara. Niomar fue llevada al
depósito São Judas Tadeu, en la compañía de ladronas, toxicómanas, prostitutas. Perdió sus derechos políticos, entre ellos
la propaganda oficial (casi la mitad del mercado publicitario). Fue suspendida la circulación del Correio por cinco días.
Después, en prisión domiciliaria aceptó ceder el control del periódico. Se despidió con una nota en la que decía:
“Condenada o puesta en libertad no tengo más lugar en este país para continuar mi misión. Viramos máquinas, ¿qué
piensan? Sólo podemos transmitir lo que nos es permitido. De lo contrario hay que exponerse a torturas físicas o morales
como las que pasé” (Marconi, 1980:41). El que más indignado quedó con todo este asunto fue un insigne colaborador del
Correio, el poeta Carlos Drummond de Andrade, cuando descubrió que ganaba menos que la cocinera de Niomar (Castro,
2002:262).

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Como la esperanza es lo primero que muere, desde octubre de 1970, apareció en escena, en el

rol de recién nombrado arzobispo de São Paulo (la mayor arquidiócesis católica del mundo), el

franciscano y corintiano Paulo Evaristo Arns, o bispo dos pobres, figura clave de la lucha contra la

tortura. Fue el primer fraile de la Igreja Brasileira a quien el Vaticano, por medio del papa Paulo VI,

entregara una diócesis cardenalicia. Han tenido tiempo para arrepentirse de ello.

El mismo año en que copa, selección, dictadura y proyecto nacional estuvieron tan unidos;

Milito firmó un decreto que formalizó la lotería de pronósticos deportivos. La zanahoria de la movilidad

económica empezaron a enseñarla como una exclusiva en RJ y SP, pero muy pronto personas de otras

regiones empezaron a mandar sus fichas al eje simbólico de la modernidad brasileña para poder

apostar a enriquecerse. A partir de 1972 la lotería se extendió democráticamente a todos los estados. A

mediados de los setenta, el Brasil entero paraba al final de la tarde del domingo para saber el resultado

de los 13 juegos que tomaban parte del concurso. Se vendían siete millones de fichas a la semana. A

partir de los años ochenta, a raíz de un reportaje de Placar, la lotería esportiva cayó en el descrédito. La

revista evidenció una red de fabricación de resultados que envolvía dirigentes, árbitros, técnicos y

jugadores.

El fútbol brasileño continúa siendo controlado por una elite conservadora de escasa

transparencia y que se conduce con autoritarismo. También continúan los sobornos para arreglar

resultados, porque hay gente que sigue apostando a enriquecerse. La represión eficaz de

manifestaciones independientes de la prensa o de cualquier eslabón ligado al fútbol es un tema de vital

importancia para los organizadores del juego. El Estado simplemente interviene para garantizar ciertos

principios liberales de propiedad privada de la corrupción.

Pero esto no fue siempre así. Hay que reconocer que los gobiernos militares se inmiscuyeron

un poco más en el proceso (la gestión del fútbol brasileño). Desde un modelo de tutela estatal e

intereses personales estructuralmente corruptos. Subsidiaron clubes, construyeron estadios (el

Mineirão en Belo Horizonte, el Castelão en Fortaleza), controlaron federaciones y campeonatos. El

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poder local se privilegió. A través del mecanismo conocido como voto unitario, las unidades federativas

de menor expresión tenían el mismo peso electoral y político que las más fuertes. Con esa misma

fórmula descentralizada Havelange llegó a la presidencia de la FIFA en 1974 (como el representante de

una nación moderna). Para lanzar su candidatura, organizó en 1972 cierta copa que celebraría los 150

años de la independencia de Brasil. Havelange pagó bien a los países competidores de esa copa y

comprometió los votos de sus federaciones. Pelé se negó a participar en esa legitimación del régimen y

del candidato. Tampoco tomaría parte de la copa del mundo en el ´74. Estaba encaminado a vender su

imagen en sociedad con la Warner y la Coca Cola para convertirse en la marca más famosa del

planeta.

Desde 1971, haciendo patente su compromiso con la integración del país vía futebol, el

gobierno militar dio inicio a un verdadero campeonato brasileño, hasta entonces dividido en torneos

regionales. Además, como señal de la estatura triunfalista del país y como ya dije, el Estado financió la

construcción de grandes estadios. Inaugurados por todo el territorio con la presencia de autoridades de

peso. La bendición de un templo se tornó en factor de autoestima para los capos de las ciudades. Hacia

1978, Brasil contaba con 27 estadios con capacidad para más de 50 mil personas y cinco que podían

recibir más de 100 mil.

En 1975, por denuncias de corrupción nunca aclaradas Geisel apartó a Havelange53, ya para

entonces presidente de la FIFA, de los fondos de la Confederación Brasileña de Deportes y lo sustituyó

por el almirante Heleno Nunes, un político profesional, presidente de ARENA-Rio. La CBD se convirtió

en un estanquillo de favores especializado en organizar competencias según criterios de fidelidad

partidaria; la cuota de los aliados en estados de la república electoralmente fértiles y económicamente

empobrecidos (claro, porque la dictadura organizó elecciones de diputados que eran como plebiscitos

53 Havelange participó activamente del contrabando de armas. Representaba a Adidas en Brasil. Conocía el tamaño del
tesoro en el que estaba sentado. Asociado a los hermanos Dassler creó la agencia ISL para administrar los malos manejos
de la FIFA. Cuya sede está en un paraíso fiscal suizo. La Coca-Cola compró su tajada por 40 años. Havelange vendió la
imagen de un abnegado por el deporte que sólo vivía de las comisiones por los negocios que el fútbol posibilita. Participó en
dos juegos olímpicos, en 1936 como nadador y en 1952 como miembro del equipo de polo acuático. En los noventa cambió
a la Adidas por la Nike. La CBD de la que fuera alejado se convirtió en los ochenta en la CBF, dirigida desde 1989 por
Ricardo Teixeira, su yerno.

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de legitimación de su gobierno). Los campeonatos regionales y nacionales de fútbol fueron

configurados para atender intereses políticos y personales de los dirigentes (ni siquiera se hicieron en

función del espectáculo o del mero lucro).

Parecía que la principal misión de Heleno Nunes al frente del organismo rector del deporte

consistía en dar cabida al mayor número posible de asociaciones en el seno del Brasileirão (un

monoteísmo plural). En 1979, el campeonato nacional contaba con 94 competidores. La máxima de

Heleno fue: onde a ARENA vai mal, um time no Nacional (Agostino, 2002:163). Donde estuviera bien,

entraba otro también.

Entre 1971 y 2003 el formato de los campeonatos nacionales se ha modificado

constantemente. En 1974 el criterio de clasificación para las fases finales fue la recaudación en taquilla.

En 1975, se premiaba con un punto extra al equipo que ganara por más de dos goles de diferencia54.

En el 2003 se comenzó a utilizar en Brasil la fórmula de más puntos ganados con el que se juega en la

mayoría de las ligas europeas. Pero como que no se entiende un campeonato sin su dramática decisión

final. Sin embargo, la desorganización mafiosa que impera en el fútbol brasileño ha provocado que las

tribunas estén casi todo el año vacías, a excepción de ciertos clásicos locales. Desde principios de los

años ochenta se registró una caída de público en los estadios y la baja recaudación consecuente obliga

a la venta de jugadores para equilibrar las cuentas y atenuar la situación financiera. Los mejores

abandonan a sus equipos a mitad de temporada negociados con clubes del extranjero. La saturación

monotemática del fútbol es tanta que, usualmente, los grandes clubes llegan a participar en un año de

los torneos estatal, regional, brasileño, Copa de Brasil, Copa dos Campeões y dos copas

sudamericanas (Toyota y Nissan).

54 El sistema rector del torneo de 1978 es un bello ejemplo de la burocratización autoritaria del régimen. Divididos en 6
grupos (A-F) compitieron 74 equipos. Cuatro grupos tenían doce y dos tenían trece. Los times de cada grupo se enfrentaron
entre sí una sola vez. Para la segunda fase, los seis primeros de cada grupo formaron cuatro nuevos grupos (G-J) con 9
equipos cada uno. De nueva cuenta, los seis primeros de cada grupo pasaban a la siguiente fase. Los peores equipos (38
times) de cada grupo (A-F) de la primera fase formaron 6 grupos (K-P), dos de siete y cuatro de seis. Solamente los
vencedores de cada grupo se clasificaban para la tercera fase. A los 24 equipos de los grupos G-J y los seis de K-P se
sumaban los mejores eliminados de ambas series. Estos 32 equipos formaron cuatro nuevos grupos (Q-T) con ocho cada
uno. Los dos mejores de los cuatro grupos clasificaban a la siguiente fase donde se jugaron eliminatorias de cuartos de final,
semifinal y grand finale (Bellos, 2002).

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O Prezado Amigo Afonsinho

Cuando Afonso Celso Garcia Reis (un menino pobre que nació en el interior paulista, en Jaú) llegó al

Botafogo, Nilton Santos (la Enciclopédia do Futebol), el mayor símbolo de la estrella solitaria, estaba

rompiendo con el club. Afonsinho estudiaba medicina en la UERJ, jugaba de armador en el Botafogo y

era un guerrero bom de bola; también era abiertamente contrario al régimen de la dictadura. A partir de

1970 Afonsinho empezó a ser (también abiertamente) discriminado por usar barba y cabellos largos.

Sin éxito ante la exigencia de que mudara su visual, los dirigentes del Botafogo decidieron que el

desconsiderado comunista no podía siquiera entrenar. Tampoco admitían negociarlo a pesar del interés

de otros clubes grandes. La tentativa era imponer una medida de fuerza ejemplar. Como recientemente

ha dicho Afonsinho a una revista de psiquiatría: “Não vejo sentido na vida senão lutarmos juntos por um

mundo melhor. Tudo que permanece nesse sistema está apodrecido; é injusto, perverso” (2003). Junto

con su padre, un ex ferrocarrilero que se había formado en derecho, Afonsinho partió a la lucha para

garantizar su derecho al trabajo. Con la ayuda de otros dos abogados consiguió, después de mucho, la

liberación de su passe en el Tribunal Superior de Justicia Deportiva. Afonsinho fue el primer jugador del

fútbol brasileño que ganó su paso libre por el mundo de las quinielas (y el único que venció a la

dictadura). (Qué Sócrates ni qué nada.)

El pase fue un instrumento de los dueños del balón para asegurar un vínculo de sometimiento

sobre su inversión; actualmente, en el Brasil, la multa de rescisión de contrato equivale a 200 veces el

promedio anual del salario de un atleta: un jugador no puede cambiar de empleo sin la anuencia de su

patrón. Entre los empleados del fútbol brasileño hay un bajo nivel de organización y nadie se moviliza

para defender la quimera de los derechos. Los clubes funcionan de modo colonial (son el patrimonio de

unos caramurus) y las federaciones estatales son feudos que monopoliza la Rede Globo.

Afonsinho fue uno de los mejores jugadores del Brasil. Con su pase liberado actuó en el Vasco,

el Flamengo, el Santos (con Pelé), el Atlético Mineiro y el Fluminense, donde terminó su carrera en

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1982 a los treinta y cinco años. Jamás fue convocado a la selección. Por supuesto, los grandes clubes

para los que jugó tampoco lo invitaron a formar parte de su administración. Ni para las divisiones de

base ni para ejercer la profesión de médico del deporte. Sin embargo, Afonsinho continúa trabajando

con el fútbol. De campo en campo, terreno baldío y proyecto precario, pone a jugar a los excluidos.

Dependiendo de la buena voluntad de secretarías de gobierno y organizaciones no gubernamentales.

“Não dá para aceitar fome e menino da rua… a democracia que temos é muito sufocante”. Brincando

como macaco entre las lianas de la jungla presupuestal Afonsinho cuenta siempre con el auxilio de dos

ex compañeros del Botafogo: Nei Conceição y Osvaldo Vovô. Una de sus direcciones de trabajo los

relaciona con la escuela de la Tía Ciata55, entre el terreirão del samba y el edificio Balança mais não

cai. Otra, en el Hospital Pinel de Botafogo, los vincula con portadores de desequilibrio mental, como les

llaman a los locos internos. Afonsinho tiene su título de médico y oficialmente ejerce en el Pinel. La

recreación es un complemento del tratamiento psiquiátrico. Esos boleiros buscan debilitar el manicomio.

Atacan la estigmatización que sufren los usuarios de los servicios de salud mental. Los pacientes

rompen la barrera del turrón en la Praia Vermelha. Se unen a partidas con parientes, amigos y

desconocidos. Para regresar, todos desparramados por el campo, a la convivencia.

Afonsinho nunca dejó de ser un peladeiro. Confirma que el llano, la várzea, nunca murió. La

pelada continúa existiendo, solamente que se practica en campos disminuidos.

55 Un homenaje a la más influyente de las Tias baianas de Rio de Janeiro: Hilária Batista de Almeida; mãe-de-santo del
candomblé nagô bahiano, fiestera emérita, versadora, improvisadora, cantante, partideira, cocinera perfecta; tenía un
ejército de vendedoras ambulantes (quituteiras) a quienes vestía de baianas; también alquilaba vestidos a los grupos de
carnaval; festejaba a los orixás (en particular a Oxum, Nossa Senhora de Conceição); su casa era la capital de la Pequeña
África en el centro de la ciudad. En la sala se tocaba choro (admitido por la ley) y en el terreiro de las ceremonias religiosas,
la samba, que se consideraba una música subversiva o degenerada. La Tía Ciata bailaba la samba miudinho (casi sin
separar los pies). Por su casa pasaron: Donga, Pixinguinha, Heitor dos Prazeres, Sinhô… además de cantar y beber todos
comían moqueca. Cada año los ranchos carnavalescos desfilaban bajo la ventana de la Tía Ciata.

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El pase es solidario. Es el compañerismo de distribuir lo que se tiene. Es compartir la

posibilidad de la gloria, la realización. El pase es un lanzamiento mágico, es una donación práctica. Es

un acto de libertad en la servidumbre.

Don Elías

En 1971, el Internacional de Porto Alegre invirtió en un zaguero chileno que había actuado con éxito en

el Peñarol. Decían que era bajito y que no saltaba. Pero en poco tiempo la nueva contratación se

convirtió en un verdadero líder. Figueroa cerraba la zaga. Daba el último combate y orientaba a la

defensa. Robaba el balón y salía jugando. Se le reconoce como el introductor de la táctica del fuera de

lugar en un Brasil de escépticos. Además siempre tenía de qué hablar en las entrevistas. Llegaba a los

entrenamientos de traje y corbata, a la usanza europea. Una noche de 1971, a Elías lo convidaron junto

a otros dos jugadores del Inter a cenar en casa de los Veríssimo. Luis Fernando (el escritor más leído

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en Brasil) era el anfitrión. También estaban Ruy Carlos Ostermann y el viejo Érico. Todos engulleron un

strogonoff y mucho vino tinto. El zaguero gringo se convirtió en el alma de la fiesta. Ya de salida, al

contemplar que estaba alta la noche en el firmamento no se contuvo y declamó entre solemne y

taciturno: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche…../ Escribir, por ejemplo: la noche está

estrellada/ y tiritan, azules, los astros a lo lejos.” Todos se voltearon hacia él con desconcierto. Y la

payada continuó. Las damas tremían en sus escotes y los caballeros confusos eran imágenes

perplejas. Al día siguiente Ostermann y Luis Fernando consignaron el fenómeno en sus respectivas

columnas. Elías había declamado uno de los veinte poemas de amor de Neruda, “Tristeza a la orilla de

la noche”. Para algunos gremistas, eternos rivales de los alvirrubros, aquel poema era la única cosa

que sabía recitar (Rabisco, 2003).

Bajo el comando de la Flecha Negra, el Inter fue bicampeón brasileño (1975/76). Elías ganó

tres veces consecutivas el premio de mejor jugador de las Américas (74/76). Había conocido a Neruda

en 1966, en Leipzig. El poeta visitó la concentración y le recomendó fe y perseverancia. Figueroa decía

a sus colegas que el área era su casa y que ahí sólo entraban sus invitados. Sobre el campo se

convertía en un Mr. Hyde. Usaba el codo; el cotovelo era como su sinónimo. En incontables ocasiones

detuvo los ataques con lujo de violencia. Los delanteros insistían en darse de narices contra su codo.

Luis Fernando Veríssimo dijo sobre Don Elías que éste acabó siendo responsable por la

popularización de la obra de Neftalí Reyes entre los gaúchos del Inter y dejó como gran lección

humanista que la poesía es una manera de interferir en la realidad social y política. Actualmente (2005),

el zaguero analiza su posible postulación como diputado de la democracia cristiana por Quilpué (el

mismo lugar donde Bolaño –que se cagó en Neruda- detuvo un penalti ejecutado por Vavá). Como

Roberto decía Dios, Rey y Patria son el miedo, el amo y la jaula.

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Fin de una era

El general Ernesto Geisel tenía una pasión secreta, amaba las películas de kung-fu que el régimen para

el que trabajaba había censurado por tratarse de productos derivados del maoísmo. El general tomó

posesión como presidente en 1974. Era el hijo menor de una pareja de alemanes protestantes, de ahí

el sobrenombre de Pastor Alemão. De trato difícil y carácter explosivo, ese bizco, ese bisojo defensor

de la institución militar y del ejecutivo fuerte era contrario al sufragio universal y acérrimo crítico del

parlamento como instrumento eficaz; transformó una dictadura acéfala, imponderable e impredecible en

un régimen de poder personal. Reunió en la misma figura al jefe de Estado, al jefe de Gobierno y al

comandante de las Fuerzas Armadas. El Pastor fue guiado por la hiena tuerta, Golbery, en un proceso

de apertura política lenta, gradual y controlada que culminó con la farsa de transferencia de poderes de

1985. A la mitad de su gobierno, en el ´77, el orden de Geisel nulificó un intento de golpe que tenía al

ministro del ejército, Sylvio Frota, como portavoz. Geisel se alegraba en recordar: “Esse negócio de

golpe é muito difícil. Vi sete, posso falar” (Gaspari, 2003:25). Había participado de cuatro golpes

victoriosos: ´30, ´37, ´45, ´64; también participó de la derrota en ´55, ´61 y ´65.

18. Golbery y Geisel.

Para el campeonato mundial de 1974, las ciegas expectativas en un escrete invencible se

toparon con la victoria de la Alemania de Beckenbauer en su propio terreno dividido. Fue muy ruin el

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proceso por el cual todo un país tuvo que tragarse sus palabras. Además, porque siempre llueve sobre

mojado, el Milagre Brasileiro, instrumento de legitimación del régimen, daba señales clarísimas de

agotamiento (Vizentini, 2002).

Antes de que el descontento popular se radicalizara para explotar a través de proyectos

articulados, Golbery recetó una descompresión política56. Finalmente, la Revolução de ´64 no había

pretendido imponer el autoritarismo al país. Geisel sustituyó el desarrollo y seguridad que hasta

entonces había sido divisa de gobierno por la fórmula de máximo de desarrollo posible con el mínimo

de seguridad indispensable (Rizzo de Oliveira, 1994). Las relaciones exteriores también se alteraron. El

Pragmatismo Responsável e Ecumênico del canciller Azeredo aproximó al Brasil con los países

árabes57 a través del voto antisionista en la ONU y la adopción de una política exportadora de

productos primarios, industriales y servicios a cambio de petróleo. También se restablecieron relaciones

diplomáticas y comerciales con China. Brasil fue el primer país en reconocer al gobierno marxista de

Angola. La actuación brasileña en la ONU se planteó un protagonismo en convergencia con el Tercer

Mundo. En el ámbito de las potencias capitalistas, el gobierno de Geisel estrechó lazos con Europa

Occidental y Japón. Cuando Washington rechazó colaborar en el proyecto nuclear brasileño, Alemão no

dudó en firmar un acuerdo nuclear con Alemania Occidental y además rompió un acuerdo militar con

los Estados Unidos que databa de 1952. El desarrollo del programa espacial brasileño se vinculó a la

cooperación de la China Popular. Cuando en la segunda mitad de los ´70 crecieron los rumores de una

internacionalización de la Amazonia, Brasil reunió a los gobiernos de los países vecinos y con ellos

lanzó una Iniciativa Amazónica que establecía una estrategia común de explotación regional y

reafirmación de soberanías nacionales.

En las elecciones para diputados y senadores de 1974, el MDB venció en los grandes centros

urbanos. Fueron las primeras votaciones que demostraron el repudio al sistema militar, de forma nítida,

56 Era un convencido de que el Brasil está sometido a crisis cíclicas de autoritarismo y exceso de tolerancia, sístoles e
diástoles do coração do Estado (Vélez Rodríguez, 2004).
57 Especialmente con Argelia, Libia, Irak y Arabia Saudita. A través de la prospección petrolera en el Medio Oriente y el

desarrollo tecnológico de la industria militar (venta de armas brasileñas y proyectos en común en el campo de los misiles).

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desde la instauración del régimen. Las elecciones representaban para el MDB uno de sus raros

momentos de unidad posible, habida cuenta de los pocos elementos en común que los grupos internos

tuvieron. Los resultados obtenidos en el ´74 indicaban que el frente desarticulado tenía condiciones

para ganar el gobierno de varios estados; por lo tanto, las elecciones para gobernador se hicieron

indirectas.

Hacia 1975, São Paulo albergaba el principal núcleo represivo del país: el Destacamento de

Operações e Informações – Centro de Operações de Defesa Interna (DOI –duele en portugués- CODI).

Su base de operaciones fue el cuartel general del II Ejército. Uno de sus operativos incluyó entre los

afectados a Vladimir Herzog, director del departamento de noticias de TV Cultura.

19. Vlado antes... 20. … y después.

Después de un período de intimidación, Vlado compareció voluntariamente en el DOI-CODI

para esclarecer sus actividades políticas (el 24 de octubre de 1975) y murió esa misma tarde. El

comando del II Ejército informó que Herzog, previa confesión de su condición comunista, se había

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suicidado en la celda con su propia corbata. Cuando los integrantes del Shevra Kadisha (el comité

funerario judío) fueron a preparar el cuerpo para el entierro, todos notaron las señales de tortura58.

El cadáver fue enviado a la viuda en un féretro sellado con la orden de no abrirlo. La sepultura

se realizó bajo control militar. Herzog era un inmigrante yugoslavo de 38 años de edad, graduado en la

USP. Profesor de la escuela de comunicaciones. El cardenal corintiano Paulo Evaristo Arns (quien

reveló que siempre oficiaba con una camiseta del Corinthians debajo de la sotana) organizó un servicio

fúnebre ecuménico para Vlado en la Catedral da Sé que concelebró junto a dos rabinos y un pastor

protestante. A pesar de la ocupación militar de la ciudad y el operativo de aislamiento del lugar miles de

personas abarrotaron la catedral y su plaza. Paulo Evaristo apeló a la esperanza que reside en la

solidaridad.

21. Servicio ecuménico.

Dos años después, los estudiantes de la PUC-SP efectuaron una asamblea clandestina para

elegir representantes ante la comisión que reorganizaría la União Nacional de Estudantes (UNE).

Durante la conmemoración nocturna (abierta a todo el público), la Policía Militar destrozó las

instalaciones y detuvo a tres mil personas. Cinco estudiantes quedaron gravemente heridos al ser

58
El 17 de octubre de 2004, el Correio Brasiliense publicó supuestas fotos inéditas del periodista. Molestos, los militares
mandaron publicar una nota diciendo que las medidas tomadas por las fuerzas legales fueron una legítima respuesta a la
violencia de los que rechazaron el diálogo. Lula exigió la retractación pública del comandante del Ejército. En la segunda
nota, el ejército lamentaba la muerte de Herzog y afirmó no querer reavivar hechos de un pasado trágico.

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alcanzados por bombas de napalm. Cuarenta y cinco fueron procesados por desobediencia colectiva.

El cardenal Arns no pudo interceder por que se encontraba en Roma.

En 1977, ante los crecientes obstáculos que los parlamentarios opositores ponían a sus

proyectos de gobierno, Geisel cerró el congreso e implementó una serie de reformas, entre las cuales

destacaba una cuota de senadores elegida por el régimen y que en la cotidianidad se llamaron de

biónicos. Gracias a ese mecanismo la oposición continuó siendo minoría. Además se acentuó la

sobrerrepresentación electoral de los estados del norte y nordeste, los menos poblados y los más

dependientes del gobierno federal (Arturi, 1996). Después de todo, la transición gradual suponía una

democracia relativa, limitada.

El proceso de apertura contó con una férrea oposición conservadora. Los órganos de represión

e inteligencia continuaron disponiendo de la suficiente autonomía para secuestrar, torturar y asesinar a

los elementos contrarios al régimen. La Aliança Anticomunista Brasileira detonó bombas. En 1977, las

manifestaciones estudiantiles volvieron a ganar la calle. Al año siguiente miles de trabajadores hicieron

huelgas, sobre todo en el ABCD paulista, centro de la industria automotriz59. La Confederación Nacional

de Obispos de Brasil denunciaba las violaciones a los derechos humanos. El gobierno intervino en los

sindicatos, decretó la ilegalidad de la huelga en sectores esenciales y las manifestaciones en vía

pública. Arrestó a líderes estudiantiles y obreros; además de centenas de militantes. Sin embargo, las

manifestaciones sólo crecieron progresivamente; así como el empobrecimiento de la gente que ya de

por sí era pobre.

Hacia 1976, los más ricos controlaban el 60% de la riqueza nacional; mientras que la mitad de

la población, los más pobres, tenía acceso al 13.5% Las migajas, que no eran pocas, fortalecieron el

conservadurismo de las clases medias. Para 1980, un 25% de la población no tenía ingreso alguno;

59Con las letras ABCD se conoce la región formada por los municipios de Santo André, São Bernardo do Campo, São
Caetano y Diadema. Los líderes emergentes del ABCD, a principios de los ´70, empezaron hablando de negociación libre,
defendiendo la separación entre sindicalismo y lucha política. Menospreciando la importancia de esta última en la solución
de los problemas de los trabajadores tal como sucedió con el sindicalismo norteamericano. Con el fin del Milagre, las cosas
cambiaron (Boito, 1999).

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otro 25% percibía menos de un salario mínimo (Power, 2000). Entre 1977 y 1978, el Movimento Contra

o Custo da Vida recogió un millón y medio de firmas a favor de un congelamiento de precios de los

alimentos básicos.

Para la copa del mundo de 1978, el universo futbolístico brasileño60 estaba enfocado en el

imperativo político de dar una alegría al Brasil Grande, fingiendo olvidar que la Argentina tenía su propia

dictadura. Después del fracaso alemán, los setentas fueron momento para la redefinición de las

metáforas y las representaciones colectivas que constituyen el código del extrañamiento de la

pertenencia. A través de un nuevo espejo, el estilo anárquico e individualista era simplemente lento61.

Parece que el futebol-arte tenía que empezar a ser visto como un sinónimo de la improvisación

desorganizada, portadora del solipsismo, hasta estos nuestros neoclásicos días de pura potencia. La

levedad del mulatismo, del malandragem, se convirtió, otra vez, en obstáculo para una completa

inserción en el mundo moderno. El espacio estaba abierto a la madurez, la racionalidad, la

organización, el progreso, la evolución de los seres, de las sociedades, de la vida en general. General

Pastor Alemão, claro.

En el comando técnico de la tropa boleira que asisitió al mundial del ´78 estaba el capitán

Cláudio Coutinho a quien le gustaba recordar que: “el Ejército es un gran lavado de cerebro, allí usted

es preparado para convertirse en un líder […] usamos técnicas que [aprehendimos] en el Ejército, pues

entre comandar un time de fútbol, un pelotón o un regimiento existen muchas semejanzas en cuanto a

organización, disciplina, entendimiento y cooperación” (Ribeiro, 2002). Brasil se quedó con el cuarto

lugar. A pesar del trago amargo, los brasileños podían celebrar la revocación del AI-5, instrumento

voraz del autoritarismo. Y desde fines del ’77 otra victoria histórica con la aprobación del divorcio que

costara tantos años de lucha al senador Nelson Carneiro.

60 Desde 1976, la profesión de atleta se había reglamentado a través de la ley 6354 y los atletas ganaron el derecho a unas
merecidas vacaciones.
61 ”Cuando a mediados de los años noventa, la TV Bandeirantes exhibió nuevamente los juegos del mundial del ´70, muchos

de los mitos construidos en aquel tiempo fueron cuestionados. El choque era natural. Acostumbrados a partidas más
corridas, gracias al perfeccionamiento de la preparación física de los jugadores, los torcedores –incluso los que asistieron al
mundial en aquella época- vivieron un proceso de extrañamiento al toparse con el ritmo cadencioso de la selección
tricampeona” (Souto, 1998:75).

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En 1979, el régimen decretó una descentralización deportiva que desmembró a la

Confederación Brasileña de Deportes en confederaciones por modalidad deportiva. Así pues, se creó la

Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).

Geisel y Golbery articularon la candidatura del jefe del SNI62, general João Batista de

Figuereido, para la presidencia. En 1979, tomo posesión el quinto y último militar de la Revolução, o

Figa, o presidente da abertura. Sincero, pero rudo en el trato. Solía echar mano de frases

desconcertantes y actitudes inesperadas. En el lanzamiento de un programa alimenticio para los más

pobres, confesó a viva voz al probar la leche de soya: “Mas é horrível!” (Chaves, 1993:53) Poco

después, no dudó en abofetear a un estudiante que lo desafiaba. “Bato y reviento” se convirtió en su

marca registrada y lema de gobierno. No estaba para dar buenas noticias.

Durante los ´70 la economía mundial se reorganizó a través de una reestructuración de las

formas productivas, del establecimiento de una nueva división internacional de la producción y de una

revolución científica y tecnológica que volvió a ampliar la distancia entre los países capitalistas

avanzados y los que están en perpetuo desarrollo. Para coronar la estrategia, en 1981, Reagan

promovió una elevación de las tasas de interés que aumentó considerablemente las deudas externas

de los países del sur (Vizentini, 2000:62). La deuda externa del Brasil, que era de 3 billones de dólares

al inicio de la dictadura, pasó a 100 billones para 1985. La única industria que consiguió incrementar

sus exportaciones fue una estatal, la armamentista, tanto para países árabes como africanos y de

Centroamérica. La severa recesión del 82-83 provocó que Brasil declarara una moratoria. Los

movimientos huelguistas se extendieron del ABC paulista a RJ y MG y fueron fundamentales para

acelerar el proceso de apertura (Boito, 1991). En 1979, el sindicato de metalúrgicos de São Bernardo

organizó su primera huelga. La dictadura reaccionó con una represión dura, violenta. La huelga se

mantuvo gracias al apoyo de los movimientos más diversos: contra la carestía, por el barrio, por la

62 Aún con la desaparición del SNI en 1992, el Estado no dejó de ejercer actividades de control sobre los movimientos
populares y sociales y continúa fichando personas que puedan ser consideradas nocivas al orden social, aquéllos los viejos
y difamados subversivos.

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amnistía. La idea de actuar dispensando alianzas se reveló inviable. Curándose en salud ante los

fúnebres pronósticos económicos, Figuereido había firmado, al final de su primer año de gobierno, una

Ley de Amnistía que restauraba derechos políticos, permitiendo el regreso de exiliados, para

contrarrestar la recurrente fuga de cerebros63. En noviembre de 1979, una reforma partidista extinguió

la Alianza Renovadora Nacional (ARENA) y el Movimiento Democrático Brasileño (MDB) bajo la lógica

de la división vencedora64. El carácter plebiscitario del bipartidismo se había mostrado crecientemente

desfavorable. El Partido Democrático-Social fue organizado por el gobierno con los granitos de ARENA

y el resultado movió al régimen a declararlo con ingenuidad “el mayor partido de occidente”. El MDB,

ahora que era obligatorio, pudo llamarse Partido65. El Popular cobijó las disidencias de las dos extintas

asociaciones políticas de la dictadura. Resucitaron el PTB y el PDT. También surgió el PT, oriundo del

movimiento huelguista del ABC y que encontró sus bases más sólidas justamente en las Comunidades

Eclesiais de Base da Igreja Católica66; con un programa de izquierda ampliamente vago67. El aumento

de siglas derivó en un aumento del número de candidatos y de proclamaciones68. La apertura

transcurrió en un clima chantajista; los militares se llenaban la boca con amenazas de retroceso. La

desviación de la opinión pública se cebó en algunos episodios de corrupción, escándalos financieros.

Con sumo cuidado, fue generalizada la publicación de revistas pornográficas poniendo a debate la

conveniencia del desnudo frontal. La mayoría de los militares prefería abandonar, de una buena vez, el

desgaste provocado por el ejercicio directo del salami del poder. Las elites brasileñas y el capital

63 Por ejemplo, en agosto de 1979 regresó Paulo Freire al Brasil, luego de 15 años de exilio. Fue especialmente influyente
levantando conciencias durante los cincuentas y sesentas del siglo pasado en Pernambuco.
64 Esto dio lugar a uno de los más permisivos sistemas en términos de creación de partidos. Hacia 1990 existían en el Brasil

40 partidos, 17 de ellos representados en el Congreso.


65 Los adversarios de la apertura detonaron bombas en el acto de fundación del PMDB con víctimas fatales. También fue

atacada la Ordem dos Advogados do Brasil. Un atentado en el centro de Rio generó una crisis profunda en el gobierno dado
que la bomba explotó en las manos de dos militares sin uniforme. Frecuentemente se incendiaban los kioskos que se
atrevían a vender diarios de la oposición.
66 El activismo político de la Igreja respondía, entre otros actos de fe, a la pérdida de influencia inversamente proporcional a

la expansión evangélica entre la población pobre. El activismo de la Teologia da Libertação, dentro y fuera del PT, motivó la
visita del Papa Juan Pablo II a Brasil en 1980.
67 El PT en el poder ha demostrado que se mantiene pendiente el control de las clases populares en el proceso de mudanza

de su propio destino.
68 Como aquél de Ceará que en un entusiasmo inspirado por el canalla Fontanarrosa declaró que su lema era C.C.O.

(ceguridad, ceriedad y onestidad).

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internacional estaban ansiosos por tomarlo, dentro de estructuras diversificadas que diluyeran el

radicalismo de la movilización popular. De cualquier manera, el régimen militar ya se había encargado

de fomentar la desesperanza y la resignación fatal de que Brasil es sobre todo el campeón mundial de

la desigualdad y sede vitalicia de la peor distribución de renta.

El movimiento por elecciones directas, que alcanzó su auge en 1984, movilizó a millones de

personas por todo el país. Constituyó la reivindicación más fuerte y concreta por la democratización del

Brasil. Debido al evidente apoyo popular del que gozaba el proyecto de enmienda constitucional que

ampliaría la participación electoral, éste fue rechazado por los diputados biónicos (elegidos por los

militares). La estrategia voluntarista del régimen consideraba la implantación de la democracia, no su

consolidación. Las reglas impuestas se deben respetar. Fueron celebradas elecciones indirectas. En la

primera ronda el corrupto Paulo Salim Maluf obtuvo la mayoría. A la siguiente semana, doscientos

diputados cambiaron de opinión y apoyaron al mineiro Tancredo Neves, popularmente conocido como

Tranquedo. Se comentaba tras bastidores que Maluf había sido derrotado por una diferencia de apenas

600 millones de dólares en las urnas. La farsa culminó con la elección indirecta del habitualmente

moderado Tranquedo que víctima de una enfermedad súbita murió antes de asumir la presidencia de la

Nova República. El cargo llegó de rebote al vice, José Sarney, el Clark Gable de Maranhão. Sir Ney se

apoyó en los militares, utilizó prácticas clientelistas, articuló alianzas con los gobernadores. Además se

dio tiempo para continuar la tradición vicepresidencialista brasileña, obteniendo con el mandato la

autorización para realizar unilateralmente reformas y planes económicos. Hizo uso del PÚDÊR, como él

lo pronunciaba. Su programa demagógico tudo pelo social se transformaba en la boca de la sociedad

en tudo pelo sexual. “O governo tira o que o povo sonha/ quanta mentira, quanta vergonha” (Chaves,

1993:81). Así concluyó el ciclo militar. Los miembros rasos de esa corporación gozan aún del privilegio

cada vez más dudoso de asistir sin pagar a los estadios de fútbol (los generales, esos sí, continúan

controlando algunas industrias clave: armamento, energía nuclear, cibernética, drogas).

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Fin de otra era

A fines de los setenta, en los terrenos del fútbol poco quedaba de las viejas glorias y del esmero

artificial con que se mistificaron (la victoria como sinónimo de superioridad inapelable). Para el discurso

militante y cientificista que imperó en los círculos académicos brasileños en esa misma época, el fútbol

había entregado el alma nacional y popular al mismísimo diablo. “El fútbol es un bello ejemplo de

hegemonía cultural. La clase dominante lo empuja por el gaznate del proletariado como una opción

cerrada [...] que asume un valor cultural popular. Sin embargo, representa apenas un agente populista

conservador de despolitización” (Ramos, 1984:22). Así pues, lo que son las cosas, el fútbol refuerza el

status quo; es un instrumento de manipulación y control político y social, cuyos adeptos se diluyen en la

irracionalidad de un fanatismo colectivo; sometidos a la condición de masa inconsecuente. Desde otra

suficiencia, el fenómeno se abordó como manifestación del modo de vivir del brasileño: apolitizado,

fanfarrão e alegre; en virtud de mantener las formas de organización del povo como algo folclórico, sin

valor social. “El Brasil se redemocratiza en los años ´80, no obstante su fútbol no gana casi nada. El

alma nacional se fragmenta: sin proyectos, sin destino, sin futebol. Surgen otras modalidades

deportivas con fuerte convocatoria popular en los medios: el volei y la consolidación de la fórmula 1 con

Nelson Piquet y Ayrton Senna [69]” (Toledo, 1994:14).

En el campeonato del ´82, al escrete por lo menos se le volvió a considerar campeón moral;

además, el árbitro israelí Klein no marcó una falta de Maldini sobre Zico dentro del área en el juego

definitivo. Ese equipo, hasta ahora glorificado fuera de Brasil, estaba constituido mayoritariamente por

jugadores blancos de clase media (según ciertos análisis): Sócrates, Zico, Leandro, Valdir, Falcão,

Oscar, Eder; faltaba ginga preta, malandragem. La derrota también merecía otra explicación, podía

tratarse de la falta de sustitutos en la banca; como cuenta João Saldanha: “Após o tercer gol de Italia

todo mundo ficou com cara de besta… não tinhamos banco… sim, foi o banco… o banco. Botaram

69Ante la orfandad de campeonatos mundiales en el fútbol, el cronista deportivo Galvão Bueno llegó a decir que Ayrton do
Brasil driblaba con garra a sus adversarios en las pistas, evocando la auténtica ginga brasileira.

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culpa no banco”. Otro culpable acabó siendo el arquero de Camerún, N´Kono, quien a pesar de sus

brillantes actuaciones se comió un gol en el momento menos deseado. El frango se lo llevó en el juego

contra los italianos y permitió a Italia clasificar a la siguiente ronda, donde se enfrentaría a Brasil.

Camerún empató con la squadra azurra en puntos pero fue descalificado por tener un gol menos.

Sócrates siempre ha dicho que aquel equipo brasileño de 1982 es el mejor que ha visto en su vida. Y

debe llevar algo de razón (yo pensé lo mismo cuando era niño).

22. Frankenstein.

En el ´86 los brasis serían nuevamente abatidos por el destino, Zico falló un penal. Telê

Santana fue el técnico en los dos campeonatos; en la prensa nadie lo llegó a calificar de incompetente.

Sus equipos perdieron jugando bonito y los fracasos se justificaron en función del azar y no por razones

de orden técnico, de preparación física o de profesionalismo. El ´90 se recuerda como la ridícula

tentativa europeizada de jugar con un líbero, bajo las órdenes de un ex preparador físico, Lazaroni.

Para la crónica deportiva, la llamada seleção multinacional fue formada por jugadores sin espíritu patrio,

cosmopolitas, mercenarios. En su regreso a Brasil sólo un jugador, como hubiera hecho años antes el

general Figuereido, pidió que lo olvidaran. Claro que no fue tan fácil. Dunga levantaría una copa cuatro

años después, luego de recibirla de manos del anticlimático Al Gore. Por muchos años, el gaúcho

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Dunga70 encarnó una novedosa fidelidad a las orientaciones tácticas; violento não, pegador. El jugador

era objeto de culto en el sur y criticado por la mayoría de los cronistas deportivos del resto del país. El

futebol gaúcho es más porteño que brazuka; grosso não, tradicionalista (Damo, 1999).

23. Dunga no entiende nada.

El alma ancestral de la bravura gaúcha se expresa en las canchas con fuerza, garra,

combatividad. Los gaúchos tienen una tradición política de enfrentamiento al poder central y convivieron

con levantamientos armados, siempre altivos y libertinos. Con todo y sus logros de los años noventa, el

Grêmio de Porto Alegre, genuinamente gaúcho, era conminado a inscribirse en el campeonato alemán

porque nadie lo consideraba un time brasileño de verdad. En el Brasil hay diferentes estilos de jugar,

torcer y pensar el futebol, la política, la economía, la autonomía federal.

Como corresponde, en el mundial de Estados Unidos ´94 el escrete salió campeón por medio

de unos insípidos penales; con otro ex preparador físico en la dirección técnica y gracias, sobre todo, a

la gerencia del fútbol mundial en manos de un brasileño notorio. El yerno de Havelange necesitaba de

Es el valentão, el hombre que no le tiene miedo a nada ni a nadie. El jefe de la banda, la galera. El jefe político local, el
70

mandão, que todo resuelve y a quien todos obedecen.

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una victoria verde-amarela para legitimar su continuidad en la presidencia de la CBF. El mundial se

armó para que la seleção canarinho llegara a la final. En cuartos se enfrentaron contra Holanda y el

árbitro permitió dos goles anulables. El único equipo que podría ganarle a Brasil, según las

consideraciones de la FIFA y de su opinión pública, era Argentina. Con Maradona, Caniggia y Batistuta

adelante. Entonces Havelange tiró a Maradona de la copa y cortó las piernas de la albiceleste71. El

fútbol de resultados suplanta con la defensa, el ataque. Magnánimo, Romario comentaba antes de

iniciar el torneo: “acho que depois de tanta coisa ruim e triste que aconteceu este ano [...] o Brasil

merece a copa. Eu posso colocar a copa do mundo para o Brasil como se fosse um prato de comida.

Se a gente ganhar esta copa, estará dando um prato de comida para esse povo que está com fome”72

(Guedes, 1995:22).

Después del mundial del ´70 el fútbol brasileño se ha mercantilizado en la medida que marcan

los nuevos tiempos, tiempos privados. El nivel de los salarios en los grandes clubes aumentó, aunque

rara vez se pagaran en tiempo y forma. Los mejores jugadores comenzaron a emigrar al fútbol europeo,

luego al japonés, dejando cada vez más dinero en los bolsillos de los dirigentes y de los intermediarios.

En 1977 se introdujo la publicidad estática a las canchas; seis años después se permitió en las

camisetas. La crisis económica en los ´80 orilló a los clubes a compartir el negocio con empresas de

fines exclusivamente venales, dando paso al surgimiento de sociedades anónimas. El mercado y sus

medios se han encargado desde entonces de dinamizar ese aspecto lucrativo del fútbol en el marco de

un estado mínimo. La mudanza en la estructura administrativa de los clubes (apertura a su privatización

y a la mercadotecnia deportiva) estuvo marcada por el rechazo a la intervención estatal y tomó la forma

de un movimiento de desafío al poder de la CBF. En 1987 el organismo rector alegó no tener

71 Al asumir la dirección técnica del seleccionado argentino para el mundial del ´98 el amargo Pasarella declaró una guerra
contra las drogas, los cabellos largos y los aretes, símbolos de la era Maradona. Exigía una obediencia total por parte de sus
jugadores. Caniggia y Redondo quedaron fuera del mundial; no así Batistuta, un buen mozo argentino que sólo sigue
órdenes. En el universo del fútbol, el modelo que rige las relaciones entre técnico y jugador aún es el de la disciplina militar.
Cualquier cuestionamiento al ejercicio de poder del técnico hace que el jugador caiga automáticamente en desgracia.
72 Cuando el escrete volvió de Estados Unidos el avión en que viajaron cargaba más de 15 toneladas de equipaje. La mayor

parte electrodomésticos comprados por jugadores y CBF. Teixeira ordenó a los aduaneros que los productos pasaran sin
inspección, evitando así el pago de impuestos. Amenazó con la cancelación del desfile y recibió una respuesta positiva
desde Brasília.

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condiciones financieras para realizar el campeonato nacional. Los grandes clubes, los de mayor torcida

en el país, se unieron en el club de los trece73 y exigieron una profesionalización del fútbol. Esto es: la

organización de campeonatos más rentables, con un menor número de participantes y fórmulas más

simples de disputa. La CBF los amenazó con la desafiliación. Pero los Treze fueron respaldados por la

FIFA. Con el patrocinio de Coca-Cola, Varig y TV-Globo los grandes clubes organizaron una Copa

União e inauguraron la era de las transmisiones en vivo (dando pié también a la llegada de Ricardo

Teixeira, yerno de Havelange, a la presidencia de la CBF). Sin embargo los profesionalizados dirigentes

del fútbol, incapaces de generar rentas en los estadios o a partir de la administración de sus marcas,

son ahora rehenes de la venta de derechos de exhibición televisiva.

Actualmente hay 510 clubes profesionales registrados en la CBF. Apenas dieciséis de esos

clubes concentran al 86% de los torcedores en el país. El poder económico es desigual entre los

equipos. En Brasil (308 estadios con capacidad para 5 millones de asistentes) se venden 10 millones

de ingresos anuales. (En Inglaterra, 92 clubes venden 45 millones de ingresos.)

Además, la urbanización acelerada y descontrolada que impulsó el régimen militar a partir de

los setentas contribuyó a que desaparecieran paulatinamente los terrenos baldíos y várzeas para la

práctica espontánea del fútbol. Su práctica codificada se privilegió. Las escolinhas de futebol74 se

multiplicaron en todas las grandes ciudades. Vendiendo la idea de que el fútbol es un sano vehículo de

movilidad socioeconómica. Por tanto, aumentó el número de jugadores profesionales que provienen de

las clases medias. “Sólo 10% de los atletas salen del llano, pues la mayoría está formada en las

escolinhas [...] La clase media pasó a considerar el futebol como un medio de vida para sus hijos,

73 El Clube dos Treze está compuesto por el Flamengo, el Corinthians, Santos, Palmeiras, São Paulo, Vasco da Gama,
Fluminense, Botafogo, Cruzeiro, Atlético Mineiro, Grêmio, Internacional y Bahia. El Santos de la família Teixeira, el
Palmeiras de Mustafá, el Cruzeiro de la familia dos Perrelas, el Vasco de Eurico Miranda, el Corinthians de Dualib...
74 Un diálogo del documental Boleiros esclarece la naturaleza de la profesión y también de las escolinhas. “Ex jugador: `Ary,

vamos a hablar claro: no es que la gente esté nadando en dinero o no, ¡la gente está en la mierda!´ Entrenador profesional:
`Si, te voy a contar, en general, o continúas en el fútbol o no haces nada más´. Juez: `Pero hasta está mejorando, usted
puede convertirse en periodista que ni el Mário Sérgio*, también tiene las escolinhas de futebol´. Entrenador de `escolinha´:
`¡No hable de «escolinhas de futebol», juez! ¡No hable de escolinha… porra! Esos chavos van a entrenar en auto y
acompañados por la madre. ¿Qué es? ¡Miss!´” (Giorgetti, 1998) *Mário Sérgio fue uno de los jugadores símbolo del tricolor
SP. Viró comentarista deportivo. En sus tiempos de jugador se ganó el sobrenombre de Pistoleiro cuando tras una partida
entre Esporte Clube São José y el São Paulo FC sacó un arma de fuego y disparó contra los torcedores tricolores,
encolerizados por la mala actuación de su time.

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invirtiendo en las escolinhas como quien invierte en una escuela de idiomas” (Gama, 1994). En los ´90,

lo que había sido un proceso espontáneo (la pelada, racha, baba) se convirtió en una estrategia

educativa para alejar a los niños y adolescentes de ciertas actividades ilegales incorporadas

abiertamente al sistema productivo.

Los jugadores de la periferia, de las calles y playas, gozan nuevamente de un acceso

restringido al máximo circuito. Deben pasar varios filtros. Los clubes utilizan un sistema de selección de

prospectos para sus categorías base que se denomina peneira. Cada una puede llegar a reunir a más

de mil aspirantes que no tienen el privilegio de la recomendación de una escolinha. Los garotos cuentan

con media hora para demostrar sus habilidades. De cada mil se reclutan máximo tres y a veces

ninguno75. Los iniciados deben enfrentarse a muchos obstáculos para incluirse en el grupo de los happy

few. Dependen de la suerte, del humor del entrenador, de contar con un representante de prestigio, de

ser apadrinados por el club, de superar las rachas infelices, de no sufrir lesiones; pero, por sobre todas

las cosas, precisan subordinarse y perseverar. “El mundo del fútbol, aunque aparente ser una

institución apartada de la realidad, es un agregado de ideas, valores, ambiciones, frustraciones, tabúes,

reglas, normas, sublimaciones, memorias [...] que motivan y envuelven proyectos individuales y

colectivos” (Pimenta, 2000:76).

El poder de la disciplina en la formación de jugadores de pelota se hace patente a través de las

técnicas, dispositivos, métodos de control del cuerpo y de los actos individuales. El objetivo de la

disciplina es la obediencia. El cuerpo, útil y dócil como una máquina, se manipula. La producción social

del jugador de fútbol es considerada un proceso de civilización. El individuo se concentra, renuncia a su

vida personal y está constantemente entrenando. Desde los ´80, se maneja la tentativa de formar a los

nuevos jugadores del Brasil bajo patrones de formación del fútbol europeo. Junto a la sociedad entre

clubes y empresas surgieron los Centros de Treinamentos; laboratorios de atletas para satisfacer la

75En el primer programa de la trilogía Futebol el aún desconocido Jeosmar, uno entre miles de aspirantes al poder, la gloria
y el dinero deportivos, declaraba: “No ano 2000 eu vô ta bem, vô ta bem com a vida, vô ta jogando, vô ta de carro, vô ta de
celular, vô ta de menina bonita do meu lado [...] e vocês estão convidados porque eu vou fazer um churrasco lá em casa no
ano 2000. Tudo mundo vai ta lá! Promessa é dívida. Eu to prometendo e eu vô cumprir” (Fontes & Salles, 1998).

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creciente demanda internacional. El mercado exige un fútbol competitivo de funciones diversificadas en

el que ganan la mayor relevancia los aspectos físicos y tácticos. A partir de los noventa (después de las

primeras elecciones presidenciales en Brasil después de casi treinta años) se establece una fase

punitiva en el modelo de la empresa militarizada. Se imponen manuales de conducta que limitan el

hedonismo. Un ejemplo:

El jugador del São Paulo está prohibido de practicar actividades deportivas que no sean el fútbol. Están

prohibidos los juegos de cartas o cualquier otro juego de azar dentro de las instalaciones del club. Está

prohibido frecuentar boates o dancings en las horas de descanso. Está prohibido comer en la sala de la

televisión. Está prohibido entrar al CT después de la media noche. Está prohibida la práctica de cultos

religiosos en el club. El atleta del São Paulo no puede ingerir bebidas alcohólicas. (Diário Popular,

09/01/96)

Los jugadores de fútbol son un importante vehículo publicitario en la divulgación de la imagen y

el prestigio de las empresas.

El fútbol se erige como una institución disciplinante dotada de positivismo científico. El

desempeño es la dimensión básica. Se trata de que la vida del atleta, un asceta profesional, sea

dictada por el club y sus patrocinadores. Ronaldo, el Fenómeno, ejemplificaba con su aumento de masa

muscular y de estatura este otro fenómeno76. El anhelo es fabricar un tipo de trabajador que sea capaz

de interiorizar los nuevos comportamientos en el marco de doctrinas benéficas –productivas- para el

club.

El fútbol hecho a mano, artesanal, se intenta sustituir por la mecánica y la cibernética. Porque

importa más el trabajo, la ciencia del juego colectivo y el aguante. Con todo, el ritual del fútbol

permanece en lo fatal del suceso inquietante (feliz o infeliz según la parcialidad) del error y del logro

imponderable (un oasis, el horror del Sobrenatural de Almeida) que sigue celebrando en los altares

domésticos su naturaleza de espectáculo amplificado, fragmentado, repetitivo. Como un médium que

76 El pie de atleta tiene cura, la cabeza no.

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construye utopías evasivas, inmerso en la excepción de la justicia poética. Y a intervalos regulares

(puesta de antemano la atención), en horarios fijos, asistimos a una catarsis que linda eventualmente

con el drama y el asombro.

Esta clase de principios arbitrarios ordenando la transmisión de lo real pueden aún predisponer

a la simpatía y la confianza mutuas entre los torcedores como individuos; de la misma forma que

mantienen viva una rivalidad violenta entre clanes enemigos de hinchas77.

A partir de 1994, la mercantilización mafiosa del fútbol brasileño disfruta compulsivamente los

beneficios de transferencias estratosféricas por la propiedad de garotos surgidos todavía de la

escolinha de la pobreza. Lo que dan a entender tantas sonrisas ¿fotogénicas? es la perfecta salud de la

promiscuidad lucrativa entre clubes, patrocinadores y medios. Sin embargo, según la Confederação

Brasileira de Futebol (CBF), el mismo año del tetra (1994) , 70,6% de los jugadores registrados en la

entidad (17 mil) recibían de uno a dos salarios mínimos; 19,6% ganaban entre dos y cinco; 6,7% entre

cinco y diez y 3% obtenían una remuneración superior a los diez salarios. Siendo apenas unos doce

jugadores quienes gozaban de un sueldo equivalente al de los astros de medio pelo de la liga mexicana

(Souto, 2000). Diez años después, la situación sólo empeoró. La supuesta movilidad socioeconómica

que confería el fútbol se queda en unos deseos siempre pospuestos en su impostura. (El automóvil

último modelo, las marias-chuteiras entre el público femenino y una casa para la madre.) Yogui Berra lo

dijo, el futuro ya no es como antes.

77El mismo rencor destructivo “que apenas en casos agudos es canalizado para formas toleradas socialmente como la
obsesión por los automóviles, comida y trabajo, alcoholismo, avaricia, racismo y violencia en la familia” (Enzensberger,
1990:38).

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Fernando Henrique

El sociólogo78 que fuera ministro de Hacienda con Itamar Franco (el sustituto interino del corrupto

Collor, un desaforado), Fernando Henrique Cardoso asumió la presidencia en 1995, precedido de un

aura eficiente en el cuerpo financiero de los grandes capitales. Como candidato prometió reconstruir el

Estado en orden de combatir al apartheid social. Para ello debía aumentar el coeficiente de masa gris

en su modelo económico; población más educada, mayores inversiones en los campos de la ciencia y

la tecnología, sentido de la prioridad como exigencia moral. La burbuja mediática sobre la clarividencia

del plan económico que todavía defiende explotó en los bolsillos rotos del ciudadano brasileño apenas

después de que una mayoría de ellos reelegieran al sabio79. Habida cuenta una docta ignorancia sobre

el país en el que habitaba no resulta extraño que perdiera el poder ante el proyecto de Lula. Durante el

gobierno Cardoso se abrió una Comissão Parlamentar de Inquérito para resolver el misterio de la crisis

de Ronaldo (que amarelou) y la consecuente derrota del escrete más pasivo de la historia en la final del

campeonato de Francia ´98. Con golpes de pecho, Fernando Henrique dijo que la selección brasileña

precisaba de un sueño para vencer pero que él no había sido capaz de vender un sueño para el Brasil.

Cuando vende, la Nike tiene en mente al mundo. Así es que para el mundial del 200280 utilizando su

marca registrada: el escrete d´ouro, nos vendieron el penta81.

78 Como académico contribuyó al desarrollo de la Teoría de la Dependencia. Tenía premoniciones sobre una eventual
interdependencia; solidaridad entre intereses. Se le comparó con Julio César y con el gobernante ideal de Platón. Anthony
Giddens reveló que había estado engañado, entre otras cosas, sosteniendo la falacia de que un académico famoso no
podría llegar a ser un líder político relevante. Tal vez el más altamente eficaz que el Brasil ya tuviera (Mance, 1999:42). En el
gobierno defendió tesis realistas sobre la inevitabilidad de la exclusión. Todo signo representa de modo apenas parcial su
objeto dinámico y puede representarlo falsamente.
79 Llamó siempre a la oposición de bobos, impostores, falsa esquerda, burra, fracassomaníaca, direita carcomida. El

gobierno de Cardoso compró votos en el congreso para aprobar la reelección presidencial.


80 En la dirección técnica de la seleção canarinho estuvo el obtuso Felipêta, Felipão.
81 La victoria mundialista en Japón-Corea fortaleció las ambiciones de Teixeira para suceder a Blatter en la presidencia de la

FIFA. Además lo ayudó a frenar las críticas y las órdenes judiciales en su contra. Una Comissão Parlamentar de Inquérito lo
había encontrado culpable de 13 crímenes, entre ellos el uso de los fondos de la CBF, los pagos de la Nike y la AMBEV
(570 millones de dólares), para su propio beneficio. La CBF financia campañas políticas. La llamada bancada da bola es el
grupo más reaccionario del parlamento. Teixeira no tolera el futebol, el hombre gusta de los caballos, es un apasionado del
turfe.

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Familia Scolari

Felipão es un técnico extremadamente supersticioso que se considera predestinado al éxito e ironiza

sobre las contribuciones científicas al deporte. El general Scolari es un admirador declarado de

Pinochet. Para las concentraciones de la selección brasileña acostumbraba prohibir a sus jugadores

(como un buen padre que se precie de serlo): teléfono, internet, sexo y visitas. “Quando eu te convido

para ir a minha casa é sinal de que eu tenho confiança”. Felipêta es un hombre definido por la primacía

de las relaciones personales. Transforma la conducción de los intereses públicos en una red que

favorece a los amigos y reserva para los enemigos la ley. En Os donos do poder (1956) Raymundo

Faoro denunció la estructura de organizaciones como la Confederação Brasileira de Futebol. Por medio

de un patrimonialismo exacerbado los dueños del poder administran los bienes públicos como si fuesen

propiedades individuales. Controlan los cargos y los distribuyen a fin de cooptar a eventuales disidentes

y de preservar a los innumerables aliados.

Así pues, la arbitrariedad del técnico de la CBF dejó fuera del mundial a Romário, o gênio da

pequena área.

Deixa que eu chuto

Para Platón la mujer era la reencarnación del alma de un hombre disoluto. Ya Rousseau pensaba que

la mujer era una esquizofrénica dentro de la dicotomía santa/tentadora. En el Brasil un proverbio sobre

el género femenino en la fábula de las tres razas reza: “mulher negra é pra trabalhar, mulata pra

fornicar e branca pra casar”. Odudua es el principio femenino donde todo se recrea. La tradición de un

pueblo está ligada a la posibilidad de lidiar con el cotidiano.

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24. Kátia Cilene.

El movimiento de la higiene se apoyó en un discurso médico que recomendaba la práctica de

los deportes. Había que salir de los lugares sombríos para tomar el sol. Las mujeres de la burguesía

participaron intensamente en la organización de eventos saludables y de beneficencia. Como la partida

de 1913 (el primer juego oficial de fútbol entre mujeres registrado en el Brasil). Se trataba en realidad

de una mezcla de hombres trasvestidos (usando peluca, falda, maquillaje) que eran jugadores del

Americano, entonces campeón paulista y algunas genuinas damas de la sociedade. Años más tarde, la

Gazeta informó sobre una partida entre señoritas del Tremembé y de la Cantareira, barrios de la zona

norte paulistana, como atracción cómica y curiosa de las actividades en honor a San Juan. No se sabe

si en esa ocasión participaron en la cancha señoritas de verdad. Durante los años veinte el fútbol

femenino llegó a ser exhibido en circos.

En los años treinta el movimiento higienista abrió paso a la eugenia. Los médicos defendían la

práctica femenina de la natación, el tenis, el volley, el atletismo y condenaban la práctica de deportes

de contacto. Tenían preocupaciones científicas (e higiénicas). La actividad física debía contribuir para la

función materna de generar no productos raquíticos sino los hombres fuertes que engrandecerían a la

raza brasileña.

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Entre abril y junio de 1940, un empresario del calzado organizó torneos de fútbol femenino en

un suburbio de RJ. Llevó multitudes a los estadios y premió a las jugadoras con zapatos. Estas mujeres

de los suburbios formaron equipos con nombres como Cassino Realengo o Eva Futebol Clube.

Encontraron un divertimento donde competir. Pero pronto surgió el prejuicio contra la mulherada

suburbana. Porque jugaban muy bien o porque escupían en el campo. Contrariaban conceptos de

higiene y buenas maneras. Se les acusaba de ser demasiado masculinas.

La siguiente es la carta que un ciudadano (José Fuzeira) envió a Getúlio Vargas y que fue

ampliamente difundida por la prensa. “Vengo a solicitar la clarividente atención de su excelencia para

que sea conjurada la calamidad que está presta a abatirse sobre la juventud femenina del Brasil. Me

refiero, señor Presidente, al movimiento entusiasta que está seduciendo a centenas de mozas,

atrayéndolas para que se transformen en jugadoras de fútbol, sin tomar en cuenta que la mujer no

podrá practicar ese deporte violento, sin afectar, seriamente, el equilibrio fisiológico de sus funciones

orgánicas, debido a la naturaleza que la dispuso a ser madre (…) Por lo que dicen los periódicos, en

Rio ya están formados nada menos que diez cuadros femeninos. En São Paulo y en Belo Horizonte

también se están constituyendo otros. Y, en este crescendo, dentro de un año es probable que en todo

el Brasil estén organizados unos 200 clubes femeninos de fútbol, o sea: doscientos núcleos

destrozadores de la salud de dos mil doscientas futuras madres que, además de todo, quedarán presas

de una mentalidad depresiva y propensa a los exhibicionismos rudos y extravagantes” (Jornal da

Campinas, 2003). Los médicos, poseedores del cientificismo de la educación física, argumentaban que

la práctica del fútbol era perjudicial para los órganos reproductivos y la belleza de las formas. Hablaron

de excentricidad, de rigidez de las caderas y de los músculos.

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El Estado Novo de Getúlio Vargas asumió el control del área deportiva a través de la

formulación de leyes definitivas y únicas para todo el país. En 1941 el decreto de ley 3.199 del

Ministerio de Educación establecía en su artículo 54: “Las mujeres no se permitirán la práctica de

deportes incompatibles con las condiciones de su naturaleza”. Hasta los años sesenta el fútbol

femenino sólo ganó espacio en los estadios cuando jugaban vedettes (las vedettes en el fútbol

masculino se llaman craques). No fue sino hasta 1982 que el Conselho Nacional de Desportes decidió

liberar la práctica femenina del fútbol. Pero ésta todavía genera desconfianza. La torcida llama a las

jugadoras de sapatões, tortilleras. Su postura en campo se lee masculinizada. Parecem homens! Existe

una clara dificultad para asociar a las mujeres con el fútbol. Considerado un territorio natural para la

manifestación de la virilidad. Cuando alguna falla un tiro, es común escuchar al espontáneo que las

manda regresar a la cocina, al fogão. Parecem um bando de mulherzinhas!

El papel de espectadoras ha devenido un poco más legítimo. En las transmisiones televisadas

de fútbol privilegian la captación de rostros femeninos en las tribunas. En el campeonato paulista de la

especialidad (asesorado por Pelé Sports & Marketing) el principal criterio que se utiliza en la

contratación de las jugadoras es la belleza, para atraer al público masculino.

Ante la falta de apoyo local las boleiras tienen que emigrar. Kátia Cilene, Pretinha, Marta…

trabajan en los Estados Unidos y reciben buenas remuneraciones sin ser cuestionadas

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permanentemente. Al fin de cuentas, en el gabacho el soccer se considera un deporte en esencia

femenino.

26. Selección iraní de fútbol.

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