Sei sulla pagina 1di 33

¿Qué son los primeros auxilios?

Los primeros auxilios, son medidas terapéuticas urgentes que se aplican a las
víctimas de accidentes o enfermedades repentinas hasta disponer de tratamiento
especializado. El propósito de los primeros auxilios es aliviar el dolor y la ansiedad
del herido o enfermo y evitar el agravamiento de su estado.

Los primeros auxilios varían según las necesidades de la víctima y según los
conocimientos del socorrista. Saber lo que no se debe hacer es tan importante
como saber qué hacer, porque una medida terapéutica mal aplicada puede
producir complicaciones graves. Por ejemplo, en una apendicitis aguda un laxante
suave puede poner en peligro la vida del paciente.

¿Qué es la asfixia?
En la asfixia, el aire no puede entrar en los pulmones y el oxígeno no llega a la
sangre circulante.

Causas de asfixia:

Entre las causas de asfixia se encuentran el ahogamiento, el envenenamiento por


gases, la sobredosis de narcóticos, la electrocución, la obstrucción de las vías
respiratorias por cuerpos extraños y la estrangulación. Para evitar un daño
cerebral irreparable al detenerse la oxigenación tisular, se debe instaurar
inmediatamente algún tipo de respiración artificial. La mayoría de las personas
mueren cuatro a seis minutos después de la parada respiratoria si no se les ventila
de forma artificial.

Cómo actuar:

Se han diseñado muchas formas de respiración artificial. La más práctica para la


reanimación de urgencia es el procedimiento boca a boca: el reanimador sopla
aire a presión en la boca de la víctima para llenarle los pulmones. Antes de ello,
debe retirarse cualquier cuerpo extraño que obstruya las vías respiratorias.

La cabeza de la víctima debe ser inclinada hacia atrás para evitar que la caída de
la lengua obstruya la laringe; una mano mientras con la otra se empuja hacia atrás
la frente. El reanimador obtura los orificios nasales pinzándolos con los dedos,
inspira profundamente, aplica su boca a la de la víctima, y sopla con fuerza hasta
ver llenarse el tórax; después retira su boca y proceso debe repetirse 12 veces por
minuto en un adulto y 20 veces por minuto en un niño.

Si las vías respiratorias no están despejadas, debe comprobarse la posición de la


cabeza de la víctima. Si todavía no se consigue permeabilidad se rota el cuerpo
hacia la posición de decúbito lateral y se golpea entre los omóplatos para
desatascar los bronquios. Después se vuelve a la respiración boca a boca. Si
todavía no se consigue, se realiza la maniobra de Heimlich.

Ésta es una técnica que se ha desarrollado en los últimos años para tratar a los
médico estadounidense Henry Jay Heimlich, se llama maniobra de Heimlich o
“abrazo de oso”, y consiste en la aplicación súbita de una presión sobre el
abdomen de la víctima. El aumento de presión abdominal comprime el diafragma,
éste a los pulmones, que expulsan aire a alta velocidad y presión, despejando las
vías respiratorias. La maniobra se realiza situándose tras el paciente, rodeando su
cintura con los brazos y entrelazando las manos, situando éstas entre el ombligo y
la caja torácica, y presionando fuerte y de forma brusca hacia atrás y hacia arriba.
Si la víctima está en posición horizontal, se presiona sobre el abdomen con la
mano.
Debe evitarse presionar sobre las costillas, pues se pueden romper, sobre todo en
niños y ancianos.

Una vez iniciada, la respiración artificial no debe suspenderse hasta que el


enfermo empiece a respirar por sí solo o un médico diagnostique la muerte del
paciente. Cuando el paciente empieza a respirar espontáneamente no debe ser
desatendido: puede detenerse de nuevo la respiración de forma súbita o
presentarse irregularidades respiratorias. En casos de ahogamiento siempre hay
que intentar la respiración artificial, incluso aunque el paciente haya presentado
signos de muerte durante varios minutos.

Se han descrito varios casos de pacientes sumergidos durante más de media


hora, cianóticos y sin posibilidades de reanimación, que respondieron a los
primeros intentos del socorrista.

REANIMACION CARDIO PULMONAR:

¿En qué consiste la reanimación?


La reanimación del paciente con parada cardiaca está muy relacionada con la
reanimación respiratoria. Ha de aplicarse masaje cardiaco externo para mantener
el flujo sanguíneo y combinarlo con las técnicas de respiración artificial.

¿Cómo actuar?
Se sitúa a la víctima sobre una superficie firme y se confirma la permeabilidad de
las vías respiratorias. El reanimador sitúa sus manos sobre el esternón del
paciente; éste se deprime 5 cm, por lo que se comprime el corazón y se fuerza a
la sangre a salir por las arterias. Cuando se afloja la presión, el corazón se
expande y vuelve a llenarse de sangre procedente de las venas. El masaje se
aplica en forma de compresiones cortas y rítmicas de un segundo de duración. Se
aplica una respiración boca a boca cada cinco golpes cardiacos. Para esta
operación son ideales dos reanimadores. Si sólo hay uno se aplican dos
respiraciones boca a boca cada 15 compresiones cardiacas. El procedimiento
debe aplicarse, aunque no haya signos de vida, hasta conseguir ayuda médica.

La gravedad de la hemorragia:
El sangrado “en surtidor”, “a chorro” o “a golpes” es signo inequívoco de
hemorragia grave. La simple presencia de sangre sobre una superficie corporal
grande no es signo de hemorragia. Puede haber salido sangre de múltiples
heridas pequeñas, o puede haberse extendido. La cantidad de sangre que se
pierde por una herida depende del tamaño y clase de los vasos lesionados. La
lesión de una arteria produce sangre roja brillante que fluye a borbotones,
mientras que la lesión de una vena produce un flujo continuo de sangre roja
oscura. Si se rompe una arteria principal, el paciente puede morir desangrado en
un minuto. Las lesiones de arterias de calibre medio y las lesiones venosas son
menos críticas, pero si no se tratan también pueden ser fatales. Una complicación
grave de la hemorragia es el shock hipovolémico, que debe ser prevenido y
tratado lo antes posible.

Cómo actuar:
El procedimiento a utilizar para detener del tamaño de la herida y de la
disponibilidad de material sanitario.
Control de hemorragias:

El mejor método es la aplicación de presión calibre medio. Lo ideal es utilizar


compresas quirúrgicas estériles, o en su defecto ropas limpias, sobre la herida y
aplicar encima un vendaje compresivo. Cuando este apósito se empapa de sangre
no debe ser retirado: se aplican sobre él más compresas y más vendaje
compresivo. Si el sangrado de una extremidad es muy abundante se puede aplicar
presión sobre el tronco arterial principal para comprimirlo sobre el hueso y detener
la hemorragia.
Torniquetes

La arteria braquial, que irriga la extremidad superior, debe ser comprimida en una
zona intermedia entre el codo y la axila en la cara medial (interna) del brazo. La
arteria femoral, que irriga la extremidad inferior, puede ser comprimida en el centro
del pliegue inguinal, donde la arteria cruza sobre el hueso pélvico.

Sintomatología de un envenenamiento
Una sustancia venenosa por vía oral produce náuseas, vómitos y calambres
abdominales. Los venenos ingeridos por accidente o con fines suicidas incluyen:
medicaciones a dosis tóxicas, herbicidas, insecticidas, matarratas y productos
químicos o productos de limpieza.

Cómo actuar:

Para atender a una persona envenenada es primordial la identificación del tóxico


preguntando a la víctima o buscando indicios como, por ejemplo, envases vacíos,
que suelen mencionar la lista de antídotos en su etiqueta. Las quemaduras, las
manchas o un olor característico también pueden servir para identificar el veneno.

La primera medida es diluir la sustancia tóxica haciendo beber a la víctima una


gran cantidad de leche, agua o ambas. La dilución retrasa la absorción y la
difusión del veneno a los órganos vitales.

Excepto en los casos de ácidos o bases fuertes, estricnina o queroseno, la medida


siguiente es inducir el vómito para eliminar la mayor cantidad posible de tóxico
antes de que se absorba. Se puede inducir haciendo beber a la víctima una
mezcla de medio vaso de agua y varias cucharadas de bicarbonato de sodio o de
magnesia, o introduciendo los dedos o una cuchara hasta estimular el velo del
paladar y conseguir el vómito o la emesis. Se debe repetir este procedimiento
hasta vaciar el estómago. Después conviene administrar un laxante suave.

El veneno se debe contrarrestar con un antídoto. Algunos de ellos aíslan la


sustancia tóxica de las mucosas sensibles; otros reaccionan químicamente con el
veneno y lo transforman; otros estimulan al organismo a contrarrestar la acción del
tóxico. Si el antídoto específico no está disponible se utiliza uno universal que
contrarresta la mayoría de los venenos. Un antídoto universal sencillo se puede
obtener mezclando una parte de té fuerte, una parte de magnesia y dos partes de
polvillo de pan quemado. Este antídoto también está disponible en los comercios.

Cuando el veneno es un ácido corrosivo (clorhídrico, nítrico, sulfúrico), una base


fuerte (sosa cáustica) o amoníaco, no se debe estimular el vómito, pues se
dañarían más aún los tejidos de la boca, la faringe y el esófago. Para
intoxicaciones por ácidos se puede utilizar como antídoto una base débil, como la
magnesia o el bicarbonato de sodio. Para intoxicaciones por bases son útiles los
ácidos débiles, como el limón o el vinagre diluido. Tras su ingestión debe
administrarse aceite de oliva o clara de huevo. En intoxicaciones por estricnina o
queroseno se debe ingerir abundante agua o leche y después aceite de oliva o
clara de huevo, sin provocar el vómito.

¿Cuándo se producen las quemaduras?

Se producen por exposición al fuego, a metales calientes, a radiación, a


sustancias químicas cáusticas, a la electricidad o, en general, a cualquier fuente
de calor (por ejemplo el Sol).

Clasificación de las quemaduras:

Las quemaduras se clasifican según la profundidad del tejido dañado y según la


extensión del área afectada. Una quemadura de primer grado, que sólo afecta a la
capa superficial de la piel, se caracteriza por el enrojecimiento. Una quemadura de
segundo grado presenta formación de flictenas (ampollas), y una de tercer grado
afecta al tejido subcutáneo, músculo y hueso produciendo una necrosis. La
gravedad de una quemadura también depende de su extensión. Ésta se mide en
porcentajes de la superficie corporal. Las quemaduras graves producen shock y
gran pérdida de líquidos. Un paciente con quemaduras de tercer grado que
ocupen más del 10% de la superficie corporal debe ser hospitalizado lo antes
posible.

Cómo actuar:
La finalidad de los primeros auxilios en los quemados es prevenir el shock, la
contaminación de las zonas lesionadas y el dolor. La aplicación de bolsas de hielo
o la inmersión en agua helada disminuye el dolor. Después se ha de cubrir la zona
con un apósito grueso que evite la contaminación. No se deben utilizar curas
húmedas, pomadas o ungüentos, y hay que acudir al especialista médico
inmediatamente. Las quemaduras del Sol pueden ser de primer o de segundo
grado. Sus casos leves se pueden tratar con una crema fría o un aceite vegetal.
Los casos graves convienen que sean atendidos por un especialista. Las
quemaduras químicas deben ser lavadas inmediata y profusamente para diluir al
máximo la sustancia corrosiva. Las lesiones dérmicas de las quemaduras
eléctricas se tratan como las de exposición al fuego y, además, deben ser
controladas en un centro hospitalario para valorar posibles lesiones cardiacas o
nerviosas.
¿Cómo distinguir el golpe de calor de la deshidratación?
El golpe de calor y la deshidratación por el calor están causados por un exceso de
calor, pero sus síntomas son tan dispares que es muy difícil confundirlos. El golpe
de calor, producido por un mal funcionamiento de los centros reguladores del
calor, es una patología más grave que afecta principalmente a los ancianos. Sus
síntomas son la piel caliente y enrojecida, la ausencia de sudoración, el pulso
fuerte y contundente, la respiración dificultosa, las pupilas dilatadas y la
temperatura corporal extremadamente alta. El paciente se encuentra mareado y
puede perder la conciencia. La deshidratación por calor se debe a una pérdida
excesiva de líquidos y electrolitos en el organismo. La piel está pálida y húmeda,
la sudoración es profusa, el pulso débil y la respiración superficial, pero las pupilas
y la temperatura corporal son normales. Pueden producirse cefaleas y vómitos.

Cómo actuar:
Los primeros auxilios necesarios para el golpe de calor y para la deshidratación
por el calor también difieren. La víctima de un golpe de calor debe ser
transportada a un lugar fresco a la sombra, y allí debe guardar reposo con la
cabeza elevada. Se debe humedecer el cuerpo con alcohol o agua fría para bajar
la temperatura y el enfermo debe ser trasladado a un hospital de inmediato. El
paciente con deshidratación por el calor también debe guardar reposo, pero con la
cabeza más baja que el cuerpo; conviene proporcionarle abrigo o calor. Al
principio puede presentar náuseas, pero tras un tiempo de descanso puede ingerir
líquidos: se ha de beber cuatro vasos de agua con una tableta o media
cucharadita de sal diluida, a intervalos de 15 minutos. Después debería beber
zumos (jugos) de frutas para recuperar otros electrolitos. Si se produce una
postración importante conviene buscar ayuda médica.

Lipotomia y coma
La sudoración fría y la palidez son típicas de la lipotimia, desmayo o
desvanecimiento. Se produce por un aporte insuficiente de sangre al cerebro y es
temporal. Para restaurar la circulación cerebral se elevan los miembros inferiores o
se sitúa la cabeza más baja que el corazón. Es necesario evitar que la víctima se
enfríe.

El coma es un estado de falta de respuesta a estímulos externos. Viene provocado


por una enfermedad o un traumatismo. El paciente comatoso sólo responde a
determinados estímulos intensos; en el coma profundo no responde siquiera al
dolor. Puede ser debido a un fallo cardiaco, a una hemorragia cerebral, a una
epilepsia, a una descompensación diabética, a una fractura craneal, o a muchas
otras situaciones urgentes.

Los primeros auxilios se deben limitar a mantener tranquilo y cómodo al enfermo,


aflojándole sus vestimentas y buscando ayuda médica. Si la cara enrojece, se
pueden elevar ligeramente la cabeza y los hombros, y si palidece se pueden
elevar los miembros inferiores. En la epilepsia hay que evitar las autolesiones
(mordeduras de lengua) y los traumatismos. Si por cualquier motivo cesa la
respiración se debe aplicar respiración artificial. Los diabéticos a menudo portan
tarjetas de identificación que permiten identificar la posible causa del coma.

¿Cuándo se producen?
Tanto el esguince como la fractura se acompañan de gran dolor e inflamación,
pero la impotencia funcional (incapacidad para mover la zona afectada) y la
deformidad son propias de las lesiones óseas. Hasta que se descarte una fractura,
los esguinces graves se deben tratar como lesiones óseas; sólo la radiografía
puede confirmar el diagnóstico.

Esguinces

En el esguince el traumatismo es absorbido por una articulación, distendiéndose o


rompiéndose las fibras de un ligamento o la cápsula articular. Como un
movimiento muy leve produce dolor intenso, no se debe manipular la extremidad
afectada ni intentar “enderezarla” ni corregir la deformidad. Esto, además, puede
aumentar la lesión de partes blandas, producida por los e*** óseos fracturados al
moverse; este fenómeno cobra especial importancia en el caso de los vasos y los
nervios. La incorrecta manipulación de un miembro fracturado puede hacer que los
picos y biseles de la fractura desgarren arterias, venas o nervios. Sólo se debe
inmovilizar el miembro en la posición en que se encuentra, preferiblemente con
férulas. Éstas se pueden improvisar con tablas o cartón y afianzarlas al miembro
con tiras de tela.

Inmovilización y traslado:

Inmovilización de pierna

Si la cabeza o el tronco de la víctima se encuentran doblados o torsionados en


posición antinatural se debe sospechar inmediatamente de una fractura o luxación
de la columna vertebral.

De ningún modo se debe intentar corregir la deformidad o mover el tronco. Otros


síntomas de lesión vertebral son el dolor agudo en la espalda o el cuello y la
parálisis en las extremidades inferiores. Todo accidentado sospechoso de
presentar una lesión vertebral debe ser manejado en estricta inmovilidad,
transportado “en tabla”, preferiblemente por varios socorristas, y mejor aún sobre
una superficie dura y plana (una puerta, por ejemplo).

Inmovilización de antebrazo

Inmovilización de brazo
¿Que hacer ante mordeduras?

Las mordeduras más frecuentes son de perros, gatos, serpientes y pequeños


roedores como las ratas y las ardillas. También se ven en ocasiones mordeduras
humanas. Las mordeduras de serpientes no venenosas no requieren más que el
tratamiento habitual de las mordeduras: no suturarlas, limpieza e irrigación,
aplicación de antisépticos, profilaxis antitetánica y vigilancia de la herida. Como
cualquier mordedura puede infectarse, es recomendable en ellas la profilaxis
antibiótica. Las mordeduras de serpientes venenosas requieren primeros auxilios y
atención hospitalaria de la máxima urgencia.

Los síntomas de una mordedura de serpiente venenosa dependen de la especie


del reptil. Los crótalos, como la cabeza de cobre (Agkistrodon contortrix) y una
especie de mocasín (Agkistrodon piscivorus), inyectan un veneno que destruye los
vasos sanguíneos; la herida desarrolla inmediatamente un dolor intenso e
inflamación. Si la cantidad de veneno es grande la hinchazón llega a ser tan
pronunciada que rompe la piel. La decoloración de los tejidos circundantes es un
signo patognomónico de mordedura por estas serpientes. El paciente se siente
mareado y con náuseas y puede desarrollar un shock. La mordedura de las
serpientes del género Micrurus no causa dolor inmediato, pero su veneno ataca el
sistema nervioso central paralizando órganos vitales como los pulmones. La
identificación del tipo de serpiente es muy útil para administrar la antitoxina
correspondiente.

Una fractura es la rotura de un hueso y la luxación es cuando el


hueso se zafa de su articulación o coyuntura.

El esguince es una lesión en los tendones y músculos debido a un


movimiento brusco.

La fractura o rotura de un hueso puede ser de dos tipos:

1. Fractura cerrada que es cuando el hueso roto no desgarra la


piel.
2. Fractura abierta cuando el hueso roto produce una herida en
la piel y sale del cuerpo.
 Señales de fractura
 Formas de inmovilizar una fractura
 Esguince

Señales:    
 El accidentado no puede mover la parte fracturada.
 Dolor muy fuerte que aumenta al tocar la parte lesionada.
 No desaparece aunque pase el tiempo.
 Si es en brazos o piernas, el sitio de la fractura se ve  
deforme, hinchado y con moretón.
 Puede haber una herida en la piel, por donde sale el hueso.

Primeros auxilios para resolver la urgencia  

Lo más importante en cualquier fractura es que


mantenga en una posición fija y firme el hueso
quebrado, es decir, inmovilizar para evitar que se
mueva y lastime más.

Si el hueso está salido, no intente acomodarlo o


meterlo, sólo cubra la herida con un trapo e
inmovilice.

Si hay hemorragia haga presión a los lados para


controlarla, a fin de evitar que se desangre.
4

Si la fractura es en la cabeza: no la mueva y trate


de mantenerla un poco más alta que el resto del
cuerpo. Abrigue a la persona y evite que se
duerma.

Si hay hemorragia por la nariz, los oídos o la boca


no intenten detenerla. Si está sangrando el cuero
cabelludo póngale encima un trapo sin apretar.

Busque ayuda médica inmediatamente.

Formas de inmovilizar una fractura:

Fractura de hombro:

Ponga un paliacate o trapo en forma triangular y


amárrelo al cuello para que detenga el peso del
brazo, después sujete el brazo al cuerpo sin
apretar demasiado, vea que los dedos queden a
la misma altura del codo.

Fractura de hombro

Fractura en codo o antebrazo:

Acojine con mucho cuidado la parte afectada e


inmovilice el brazo con un lienzo triangular.
Fractura en codo o antebrazo
Fractura en algún dedo de la mano:

Ponga en el dedo una tablita y sujétela con una


venda o tira de trapo.

Fractura en algún dedo de la


mano
Fractura en pierna o rodilla:

Acojine la pierna, coloque una tabla a cada lado


de la pierna, desde las nalgas hasta el tobillo y
sujételas con unas cintas o coloque una
almohada entre las piernas y amárrelas juntas.

Fractura en pierna o rodilla


Fractura en pie o tobillo:

Acojine el pie y el tobillo con trapos o con una


almohada y sujételos con cintas, si puede
quítele los zapatos.

Fractura en pie o tobillo


Fractura de cráneo:

Evite que la persona mueva la cabeza, para ello


puede colocarle a los lados un suéter o camisa
enrollados. Si la persona traía casco puesto no
se lo quite, esto ayudará a inmovilizarlo.

Fractura de cráneo
Fractura en la columna vertebral o cuello:

Con ayuda de otras personas, coloque al


lesionado en una camilla dura, sin doblarle la
espina dorsal (columna), fíjele el cuello con ropa
o trapos y sujétenlo para evitar que se mueva o Fractura en la columna
se caiga. vertebral o cuello

Fractura de cadera:

Ponga entre los muslos del accidentado algo


grueso y acolchonado, puede ser una toalla o
trapo doblado. Amarre las dos piernas con
vendas, cinturones o tiras de trapo.
Fractura de cadera
Una vez resuelta la urgencia, haga lo siguiente:  
A  
Traslade a la persona con el médico
 
procurando moverlo lo menos posible.
B  
  No trate de acomodar el hueso roto.
C  
Dele una pastilla para el dolor como aspirina
o acetaminofén.
Luxación o zafadura:

Como dijimos anteriormente, es cuando un hueso se sale


de su articulación o coyuntura, como consecuencia de un
jalón o un movimiento brusco. Afecta sobre todo pies,
codos y brazos.
Señales:    
 Dolor intenso e hinchazón en las articulaciones o coyunturas, es decir, en donde
se unen los hueso

Primeros auxilios para resolver la urgencia  

Inmovilizar la parte zafada igual que si fuera una fractura.

Una vez inmovilizada la parte afectada:  


A  
Traslade a la persona con el médico procurando moverlo lo menos
 
posible.
B  
  Si tiene mucho dolor, dele una pastilla de aspirina o acetaminofén.

Esguince
Es una torcedura, lesiona los tendones o los músculos
debido a un movimiento brusco como una falseada.

Señales:    
 Produce dolor muy intenso y hay enrojecimiento e hinchazón en la parte
lastimada.

Primeros auxilios para resolver la urgencia

 1

Mantenga en alto el brazo o pierna lastimada.

 2
Evite el movimiento de la parte afectada.

Una vez resuelta la urgencia, haga lo siguiente:  


Para calmar el dolor y bajar la hinchazón:
A  
Ponga hielo envuelto en un trapo o plástico o trapos mojados fríos sobre la
  parte lastimada, durante media hora, retire media hora y vuelva a poner el
hielo otra media hora y así sucesivamente, hasta que baje la hinchazón.
B  
Ponga una venda o lienzo en la parte lastimada para evitar que se mueva y
  se vuelva a inflamar.

Para prevenir las fracturas, luxaciones y esguinces es necesario:


 Subir y bajar las escaleras sin correr y usar los
pasamanos.

 Evitar juegos bruscos en donde los brazos se


puedan zafar de sus coyunturas (articulaciones).

 Evitar que haya líquidos, objetos y cáscaras tirados


en el suelo.

 Al caminar tener cuidado si hay zanjas, agujeros o


coladeras destapadas.

 Evitar que los niños y los ancianos estén en lugares


altos sin protección.

 Poner barandales en las escaleras y revisar que los


escalones estén en buen estado.

 Lo más importante en las fracturas, luxaciones y


esguinces es inmovilizar la parte afectada.

   
 Los VENDAJES: son las envolturas o soportes hechos con tiras de lienzo u otros
materiales, con el fin de sujetar una extremidad u otras partes del cuerpo humano
lesionadas. En Primeros Auxilios se usan especialmente en caso de heridas,
hemorragias, fracturas, esguinces, luxaciones, sujetar apósitos, fijar entablillados,
fijar articulaciones.

Las VENDAS son  tiras de lienzo, estas varían en tamaño y en calidad del
material. Las más utilizadas son las siguientes: Venda de gasa orillada, venda de
gasa kling, venda de muselina, venda elástica. Por lo general vienen enrolladas y
en varias medidas.

Existen en diferentes materiales como algodón, elástico, semielástico, adherentes


y otros como la venda  enyesada. Una venda angosta se utilizaría para envolver
una mano o una muñeca, mediana para un brazo o tobillo, la ancha para la pierna.

VENDA TRIANGULAR

Como su nombre lo indica su forma es de triángulo, generalmente es de tela


resistente y su tamaño varía de acuerdo al sitio donde se vaya a vendar.
La venda triangular tiene múltiples usos, con ella se pueden realizar vendajes en
diferentes partes del cuerpo utilizándolo como cabestrillo, doblado o extendido.
CABESTRILLO

Se utiliza para sostener la mano, brazo o antebrazo en caso de heridas,


quemaduras, fracturas, esguinces y luxaciones.

Procedimiento:
Coloque el antebrazo de la víctima ligeramente oblicuo, es decir que la mano
quede más alta que el codo.
Ubíquese detrás de la víctima y coloque la venda triangular extendida. Lleve el
extremo inferior de la venda hacia el hombro del brazo lesionado.
Amarre los dos extremos de la venda con un nudo hacia un lado del cuello (del
lado del lesionado) NUNCA sobre los huesos de la columna vertebral.
Deje los dedos descubiertos para controlar el color y la temperatura.

Las Curitas, o Tiritas, son pequeños parches adhesivos.

Los Apósitos, son almohadillas usualmente llenas de gasa y algodón absorbente


que se colocan  directamente sobre la herida.

TIPOS DE VENDAJES

Hay distintas formas de superposición de la venda, las más utilizadas son :

VENDAJE CIRCULAR ENVOLVENTE 


Se usa para fijar el extremo inicial y final de una inmovilización o para fijar un
aposito, también para iniciar y/o finalizar un vendaje.
Indicada en superponer la venda de forma que tape completamente la anterior.
Este tipo de vendaje se utiliza para sujetar apósitos en la frente, miembros
superiores e inferiores y para controlar hemorragias.

VENDAJE ESPIRAL

Se utiliza generalmente en extremidades, en este caso la venda cubre el 2/3 de la


vuelta anterior y se sitúa algo oblicua al eje de la extremidad.
Se emplea una venda elástica o semielástica, porque puede adaptarse a la zona
que se va a vendar. Se usa para sujetar gasa, apósitos o férulas en brazo,
antebrazo, mano, muslo y pierna. Inicie el vendaje siempre en la parte más
distante del corazón en dirección a la circulación venosa.

Ejemplo:
Si el vendaje es en el brazo comience por la mano hasta llegar al codo o axila,
según sea necesario.

Evite vendar una articulación en extensión, porque al doblarlo dificulta su


movimiento. De ser posible no cubra los dedos de las manos o de los pies.

VENDAJE ESPIRAL O CON DOBLEZ


Se utiliza en el antebrazo o pierna, Se inicia con dos vueltas circulares para fijar el
vendaje. Se dirige la venda hacía arriba como si se tratara de un espiral. Se coloca
el pulgar encima de la venda, se doble ésta y se dirige hacia abajo y detrás. Se da
la vuelta al miembro y se repite la maniobra anterior, se termina el vendaje
mediante dos circulares.

VENDAJE EN OCHO O TORTUGA

Se utiliza en las articulaciones (tobillo, rodilla, hombro, codo, muñeca), ya que


permite a estas tener una cierta movilidad. Se coloca una articulación ligeramente
flexionada y se efectúa una vuelta circular en medio de la articulación. Se dirige la
venda de forma alternativa hacia arriba y después hacia abajo, de forma que en la
parte posterior la venda siempre pase y se cruce en el centro de la articulación.

VUELTA RECURRENTE

Se usa en las puntas de los dedos, manos o muñones de amputación. Después de


fijar el vendaje con una vuelta circular se lleva el rollo hacia el extremo del dedo o
muñón y se regresa hacía atrás. Se hace doblez y se vuelve hacia la parte distal.
Finalmente, se fija con una vuelta circular.

NORMAS GENERALES PARA LA REALIZACIÓN DE UN VENDAJE CLÁSICO


EN ESPIRAL

La ejecución de un vendaje perfecto exige un entrenamiento previo, a continuación


se indican una serie de puntos que debe regirse en una ejecución de un vendaje:

Se colocará la zona a vendar más cómoda para el socorrista, procurando que el


área afectada no esté en contacto con ninguna superficie evitando además
posiciones peligrosas para el accidentado. Siempre iniciará en vendaje por la parte
más distal, dirigiéndose hacia la raíz del miembro, con ello se pretende evitar la
acumulación de sangre en la zona separada por el vendaje. Se vendará de
izquierda a derecha, facilitando la labor del socorrista. El núcleo o rollo se
mantendrá en la parte más próxima al socorrista. No desenrollar de manera
excesiva la venda. El vendaje debe ser aplicado con una tensión homogénea, ni
muy intensa ni muy débil. El paciente bajo ninguna circunstancia después de
haber terminado el vendaje debe sentir hormigueo en los dedos, notarlo frío o
apreciar un cambio de coloración en los mismos. Se utilizarán vendas del tamaño
adecuado a la zona que debe vendarse. Antes de iniciar el vendaje, se colocará la
zona afectada en la posición en la que debe quedar una vez vendada. El vendaje
se iniciará con la venda ligeramente oblicua al eje de la extremidad, dando dos
vueltas circulares perpendiculares al eje, entre las cuales se introducirá el inicio de
la venda. El vendaje se termina también con 2 vueltas circulares perpendiculares
al eje del miembro. El extremo final de la venda se puede sujetar por distintos
sistemas:
 Con un alfiler de gancho o tela adhesiva.
 Cortando la venda por la mitad y uniendo los extremos mediante un nudo.
 Doblando la venda hacia atrás en dirección opuesta a la que se llevaba.
Cuando se llega al punto en el que se ha realizado el doblaje, se hace un
nudo con el cabo suelto de la venda.
 Utilizando un ganchito especial para este fin.

Durante la ejecución del vendaje se cubrirán con algodón los salientes óseos y las
cavidades naturales, como axilas o ingles. Sólo se darán las vueltas precisas; la
venda sobrante será desestimada.

VENDAJE PARA CODO O RODILLA

Con la articulación semiflexionada, se efectúan dos vueltas circulares en el centro


de esta, para posteriormente, proseguir con cruzados en 8, alternos sobre brazo y
antebrazo, o pierna y muslo. Este tipo de vendaje no se debe inmovilizar
totalmente la articulación.
VENDAJE PARA TOBILLO O PIE

Se comienza con dos circulares a nivel del tobillo. Luego se procede a efectuar
varias vueltas en 8 que abarquen alternativamente pie y tobillo, remontando de la
parte distal hacia la proximal, para terminar con dos vueltas circulares a la altura
del tobillo y la fijación de la venda.

    

VENDAJE PARA MANO Y DEDOS

Se inicia este vendaje haciendo dar dos vueltas circulares a nivel de la muñeca.
Se lleva la venda hacia el dedo, donde se efectúan 2 recurrentes, que son fijadas
con dos circulares a nivel del dedo. Para terminar la operación se siguen con
varias espirales en 8 entre el dedo y la muñeca, para finalmente acabar con dos
circulares de fijación a nivel de la muñeca.
VENDAJE PARA PIE

Recibe el nombre de zapatilla. No debe apretarse excesivamente pues, dado que


si no se dejan descubiertos los dedos, es imposible el control de circulación
sanguínea de los mismos. Se inicia en el talón dando dos vueltas circulares
siguiendo el reborde del pie. Al llegar al 5ª dedo, se dirige la venda hacia
abajo por debajo de los dedos para hacerla salir a nivel del 1ª. A partir de
aquí se lleva hacia el talón al que se rodea, para dirigirse de nuevo al 5º
dedo. De esta forma, se va ascendiendo por el pie a base de vueltas en 8. Se
termina mediante 2 vueltas circulares a nivel del tobillo.
VENDAJE PARA EL OJO

Proteger al ojo con un apósito. Dar dos vueltas circulares a nivel de frente
sujetando el borde superior del apósito. Descender la venda hacia el ojo afectado,
tapar este y pasarla por debajo de la oreja del mismo lado. Repetir esta maniobra
tantas veces como sea necesario para tapar completamente el ojo.

VENDAJE PARA LA CABEZA O CAPELINA

Para efectuarlo se precisan dos vendas. Se inicia efectuando una vuelta circular
en sentido horizontal alrededor de la cabeza. Se coloca el cabo proximal de la otra
venda a nivel de la frente y se dirige la venda hacía atrás, siguiendo la línea media
de la bóveda craneana hasta encontrarse a nivel de la otra venda, se vuelve a
efectuar una circular con esta venda de modo que quede aprisionando el cabo
inicial de la 2º venda, así como la venda que se ha deslizado hacia atrás.
De esta forma se van efectuando vueltas recurrentes con la 2º venda, que
son fijadas mediante vueltas circulares con la segunda. Se termina con dos
vueltas circulares.
VENDAJE EN FORMA DE CORBATA

Doble la punta hacia la base de la venda, vaya por la mitad en la misma dirección,
según el ancho deseado. Utilizado para vendar la muñeca, mano, rodilla y pie.
Primeros Auxilios
Traslado del Accidentado

Al trasladar un accidentado o un enfermo grave, se deberá garantizar que las


lesiones no aumentarán, ni se le ocasionarán nuevas lesiones o se complicará su
recuperación ya sea por movimientos innecesarios o transporte inadecuado.

Es mejor prestar la atención en el sitio del accidente, a menos que exista peligro
inminente para la vida de la víctima o del auxiliador como en un incendio, peligro
de explosión o derrumbe de un edificio.

Una vez que haya decidido cambiar de lugar a la víctima, considere tanto la
seguridad de la víctima como la suya. También tenga en cuenta su propia
capacidad, así como la presencia de otras personas que puedan ayudarle.

METODOS PARA LEVANTAR A UNA PERSONA

Arrastre

Se utilizan cuando es necesario retirar una víctima del área del


peligro, a una distancia no mayor de 10 metros y cuando el
auxiliador se encuentra solo. No debe utilizarse cuando el terreno
sea desigual o irregular (piedras, vidrios, escaleras).

  Coloque los brazos cruzados de la víctima sobre el tórax. Sitúese detrás de la


cabeza y colóquele sus brazos por debajo de los hombros sosteniéndole con ellos
el cuello y la cabeza.

  Arrástrela por el piso.

  Si la victima tiene un abrigo o chaqueta, desabroche y hale de él hacia atrás de


forma que la cabeza descanse sobre la prenda. Arrástrela por el piso, agarrando
los extremos de la prenda de vestir (abrigo, chaqueta o camisa).

Si en el recinto hay acumulación de gas o humo, haga lo siguiente:

  Si la víctima está consciente y no puede movilizarse, arrodíllese y pídale que


pase los brazos alrededor de su cuello, entrelazando las manos.

  Si está inconsciente, sujétele las manos con una venda a la altura de las
muñecas y realice el mismo procedimiento.
  Si la víctima es muy grande usted puede usar el arrastre de los pies,
asegurándose que la cabeza de la víctima no se lesione con un terreno desigual o
irregular.

Cargar con los brazos

  Cuando la víctima es de bajo peso.

  Pase un brazo por debajo de los muslos de la víctima.

  Colóquele el otro brazo alrededor del tronco, por encima de la cintura y


levántela.

Cargar con 2 auxiliadores

Cargar con 3 auxiliadores

Con ayuda de una cobija o frazada

Para levantar un lesionado o enfermo con ayuda de una cobija o frazada se


necesitan de 3 a 5 auxiliadores.

Se usa cuando no se cuenta con una camilla y la distancia a recorrer es corta. NO


se debe usar este método si se sospecha lesiones en la columna vertebral.
  Colocar la frazada o cobija doblada en acordeón a un lado de la víctima.

  Dos auxiliadores se colocan arrodillados junto a la víctima y la acomodan de


medio lado (uno de los auxiliadores la sostiene de la cadera y las piernas, el otro
de la espalda y la cabeza); el tercero acerca la cobija o frazada y la empuja de tal
manera que le quede cerca de la espalda.

  Coloquen nuevamente la víctima acostada sobre la espalda y ubíquense para


proceder a levantarla:

Forma correcta de subir un lesionado a una camilla

  Cuatro auxiliadores se colocan arrodillados al lado y lado de ésta:


dos en la parte superior, toman la cobija o frazada a la altura de los hombros y de
la cintura y de las piernas, y el quinto detrás de la cabeza.

  Halen los extremos de la cobija para evitar que quede enrollada debajo de su
cuerpo.
Enrollen los bordes de la cobija o frazada, rodeando el cuerpo de la víctima.

  A una orden, pónganse de pie y caminen lentamente de medio lado, iniciando la


marcha con el pie que queda más cerca de los pies del lesionado.
COMO TRANSPORTAR UN LESIONADO CON AYUDA DE ELEMENTOS

Un lesionado puede ser transportado utilizando diferentes elementos como:


silla, camilla y vehículo; su uso depende de las lesiones que presenta, de la
distancia y de los medios que se tengan para hacerlo.

Transporte en silla

Se usa cuando la persona está consciente y NO tiene lesiones severas,


especialmente si es necesario bajar o subir escaleras.
Debe tenerse la precaución de que el camino esté libre de obstáculos, para evitar
que los auxiliadores se resbalen. Para emplear este método de transporte se
necesitan 2 auxiliadores.

  Verificar que la silla sea fuerte.

  Sentar a la víctima en la silla. Si no puede sentarse sin ayuda, hagan lo


siguiente:

  Cruce las piernas de la víctima, un auxiliador se pone de rodillas a la cabeza de


la víctima.

  Meta una mano bajo la nuca, la otra mano bajo los omoplatos.

  En un solo movimiento siente la víctima, acercándose contra ella o


sosteniéndola con una pierna.

  Coloque un brazo por debajo de las axilas de la víctima cogiendo el brazo cerca
de la muñeca.

  Con su otra mano tome de igual forma el otro brazo y entrecrúcelos apoyando
la cabeza contra el auxiliador, sostenga el tronco de la víctima entre sus brazos.

  Póngase de pie con la espalda recta, haciendo el trabajo con las piernas,
mientras el otro auxiliador le sostiene las piernas a la víctima.

  A una orden, levántense simultáneamente y coloquen la víctima en la silla.

  Asegúrenla en la silla, inclinen la silla hacia atrás, para que la espalda de la


víctima quede contra el espaldar de la silla.

  A una orden, levanten simultáneamente la silla y caminen lentamente

TIPOS DE CAMILLA

Dentro de los tipos de camillas tenemos:


  Camillas de lona para transportar víctimas que no presentan lesiones de
gravedad.

  Camillas Rígidas para transporte lesionadas de columna; estas son de madera,


metálicas o acrílico.
  Camillas de vacío para transportar lesionados de la columna.

  Camilla para el transporte de lesionados en operaciones helicoportadas.

FORMAS DE IMPROVISAR UNA CAMILLA

Una camilla se puede improvisar de la siguiente manera:

  Consiga 2 o 3 Chaquetas o abrigos y 2 trozos de madera fuertes.

  Coloque las mangas de las prendas hacia adentro.

  Pase los trozos de madera a través de las mangas.

  Botone o cierre la cremallera de las prendas.

Otra forma de improvisar una camilla es la siguiente:

  Consiga una frazada o cobija y dos trozos de madera fuertes.

  Extienda la cobija o frazada en el suelo.

  Divida la cobija imaginariamente en tres partes, coloque un trozo de madera en


la primera división y doble la cobija.

  Coloque el otro trozo de madera a 15 cm del borde de la cobija y vuelva a


doblarla.

  PREVENCIÓN

Para evitar mayores lesiones en el traslado de las víctimas de un accidente se


debe:

  Asegurar que las vías respiratorias estén libres de secreciones.


  Controlar la hemorragia antes de moverla.

  Inmovilizar las fracturas.

  Verificar el estado de conciencia. Si se encuentra inconsciente, como resultado


de un traumatismo, considérela como lesionada de columna vertebral.

  Evite torcer o doblar el cuerpo de una víctima con posibles lesiones en la


cabeza o columna.

  Utilizar una camilla dura cuando sospecha fractura de columna vertebral. No


debe ser transportadas sentadas las personas con lesiones en la cabeza, espalda,
cadera o pierna.

  Seleccionar el método de transporte de acuerdo con la naturaleza de la lesión,


número de ayudantes, material disponible, contextura de la víctima y distancia a
recorrer.

  Dar órdenes claras cuando se utiliza un método de transporte que requiera más
de 2 auxiliadores. En estos casos uno de los auxiliadores debe hacerse cargo de
dirigir todo el procedimiento.

TOME PRECAUCIONES

  Para lograr una mayor estabilidad y equilibrio de su cuerpo, separe ligeramente


los pies y doble las rodillas, NUNCA la cintura. La fuerza debe hacerla en las
piernas y no en la espalda.

  Para levantar al lesionado, debe contraer los músculos de abdomen y pelvis,


manteniendo su cabeza y espalda recta.

  NO trate de mover solo un adulto demasiado pesado. Busque ayuda.


Republica bolivariana de Venezuela
Ministerio del poder popular para la educación
Universidad nacional experimental
“Francisco de Miranda”
Núcleo: El sabino-Punto fijo
Área: Cs de la educación
Profesor: Manuel Ospino
Unidad curricular: Turismo y recreación

Integrantes:
Primera Josmary
C.I: 19880311
González Jorge
C.I

Punto fijo; Marzo del 2010

Potrebbero piacerti anche