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ENTREVISTA

Joselito:
“Retirarse es como
lanzarse al vacío”
Se retiró hace cuatro años y asegura que le ha costado adaptarse a una vida tranquila, alejada del bullicio de una plaza
de toros. Una vida normal, como la del resto de la gente. Pero sucede que José no es un tipo corriente. Es enigmático y
contradictorio. Y además valiente, insobornable, vulnerable y provocador. Nos citamos en su casa de Talavera de la Reina
y, una vez metidos en faena, el maestro fumó con deleite y habló de toros con sensatez.

Texto: José Ignacio de la Serna


Fotos: Manolo Durán, Alberto Simón y David Cordero

Pregunta | ¿Siente nostalgia?


Respuesta | Mucho más de lo que esperaba. La
profesión de torero te llena tanto que, cuan-
do dejas de torear, te encuentras desubicado
en la vida y, lo que es peor, sin saber que ha-
cer. La emoción, el miedo y la duda que te ge-
nera el toreo te ayuda a vivir, te hace sentir de
la ostia.

P | Usted no anunció su retirada.


R |Eso nunca. Quería que hasta el último mo-
mento la gente tuviera la oportunidad de ca-
garse en mis muertos. Nada de anunciar re-
tiradas, ni cosas por el estilo. Un torero nun-
ca debe dar lástima, ni risa.

P | ¿Qué sintió a la mañana siguiente?


R |Tuve buenas sensaciones. Pensé que había
hecho lo correcto, que era mejor dejar de to-
rear antes de que llegara el declive. Sin em-
bargo, a los pocos días comenzó la desazón,
el vacío y la zozobra que sentimos los toreros
cuando nos retiramos. Este año he decidido
no torear festivales, porque cuando estoy
anunciado no soy capaz de pensar en otra
cosa.

P | Entonces, ¿le costó tomar aquella de-


cisión?
R |Bueno, lo que realmente me ha costado es
adaptarme a mi nueva vida. Una vida normal,
como la que hace todo el mundo. Es cierto que
ya entonces había formado mi propia familia,
tenía mi finca y mi ganadería pero, aún así,
resultó difícil llenar el espacio que había de-
jado el toro. Afortunadamente, mi mujer ha
sido muy comprensiva y ha sabido entender-
me. Pero confieso que lo he pasado muy mal
hasta encontrar de nuevo mi sitio. No estaba
a gusto conmigo mismo.

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P | Siempre he pensado lo difícil que tie- y esperar a que salga mi toro. Sería vivir un ro-
ne que ser para un torero ‘reinsertarse’ en mance bonito, pero no sirvo. Nunca fui un ga-
la sociedad. llo ‘capón’, sino de pelea. Recuerdo un toro cas-
R |Es que se trata de eso, de reinsertarse en taño en Madrid con el que no tuve cojones a
una sociedad en la que hemos vivido al mar- sobreponerme. Me hizo cavilar. Era de El To-
gen, metidos en un mundo maravilloso, pero rreón y, sin ser bueno de verdad, en otro mo-
muy absorbente. mento le hubiera cortado las orejas. No pude
con él y pasé un mal rato. Nadie lo advirtió,
P | Y, además, a una edad en la que otros aunque en mi fuero interno me hizo dudar.
empiezan a recoger sus frutos en otras La impotencia que sentí con ese toro no quie-
profesiones. ro volver a vivirla.
R |Claro, claro. Es que ese es el gran pro-
blema. Uno se retira como figura del toreo P | ‘Antoñete’ asegura que cuando reapa-
siendo joven, amando lo que hace y con toda reció en los años ochenta fue porque
una vida por delante. ¡A ver cómo digieres aquel toro ‘dejaba’ estar. El de hoy, ¿es más
eso! exigente que nunca?
R |Sin lugar a dudas. El toro de hoy luce una
P | Si este año ha decido no torear es por- movilidad y una fiereza que exige toreros muy
que en el fondo siente esa necesidad. preparados física y anímicamente. Si te reti-
R |He tomado esa decisión y, sin embargo, ras no te permite volver.
hace un par de días toreé una becerra en el

A

campo. ¡Ya ves! Yo soy el primero que se des-
concierta con estas cosas. Siempre fui un tipo

lo mejor me estoy ‘amariconando’,


raro y contradictorio.

pero me gusta el arte y el sentimiento, el


P | ¿Qué tal su experiencia como apode-
rado de César Jiménez?

aroma que desprenden los buenos toreros.”


R |Muy positiva, sobre todo porque con él he
aprendido muchas cosas.

P | ¿De verdad?
R |Cuando eres figura del toreo crees que lo mandar no creo que lo haya hecho nunca. P | Pues nos quedaremos sin paladear a los
sabes todo y los consejos te los pasas por la Aunque es cierto que durante algunas tem- más veteranos. Desde Rafael El Gallo, en
‘minga’. Pero ahora me doy cuenta de que al- poradas he tenido mucha fuerza en los des- adelante, siempre ha habido un sitio para
gunas de las cosas que me decían eran por pachos y en las taquillas y, por supuesto, me ellos en el toreo, pongo por casos los de
algo. Hasta el consejo de un ‘julai’ puede te- he permitido el lujo de pasarme muchas co- Antonio Bienvenida, Andrés Vázquez, Ra-
ner su lógica. sas por el ‘forro’. Pero, ¡ojo!, que quede claro fael Ortega, Manolo Vázquez…
que estoy muy satisfecho con todo lo que he R |Es una pena, pero así es. Aunque como esta
P | A eso se le llama humildad. conseguido. profesión es de ‘majaretas’, alguno saldrá. El co-
R |Yo soy como soy y no me puedo quejar, por- razón de un torero tiene que ser como el de un
que me ha ido bien en la vida y en mi profe- P | En alguna ocasión, y utilizo sus pro- niño. Los niños se mueven por impulsos, por
sión. Pero creo que si hubiera hecho más caso pias palabras, le he oído decir que ya no deseos y por ilusiones. No miden las conse-
habría conseguido más cosas. tiene ‘bragueta” para ponerse delante del cuencias de sus decisiones, las toman y ya está.
toro.
P | ¿Materiales? R |Delante de uno sí, y de dos también. P | En la actualidad la técnica se ha con-
R |No, no. No se trata de dinero, ni de cosas Cuando hablo de valor me refiero a una vertido en un requisito imprescindible
por el estilo. Se trata de torear mejor. Estoy con- entrega total y absoluta. Quiero decir apos- para torear. ¿La impone el toro?
vencido de que tengo una dimensión como to- tar. Tirar la moneda al aire y que sea lo que R |Sí y no. Delante del toro, una vez asimila-
rero mayor de la que he demostrado. Hay sen- Dios quiera. Entonces de poco sirve la expe- da la técnica, no hay que pensar tanto. Si tú
saciones que se me han quedado dentro, pe- riencia, porque para dejarte llegar un toro piensas, el público piensa, y el resultado es que
queños detalles, matices que me hubieran ayu- apenas se necesita técnica, pero sí una las faenas resultan frías y mecánicas. La gen-
dado a cuajar mejor algunos toros. entrega desmedida. Y, amigo, eso es lo real- te tiene que sentir, no analizar. La técnica es
mente difícil. Se trata de ofrecerle la necesaria para torear, para resolver los pro-
P | ¿Por ejemplo? posibilidad de cogerte, de darle a elegir entre blemas que plantea la lidia, pero el senti-
R |La colocación, el entrar y salir de las suer- el engaño o tú. Si eres capaz, el triunfo está miento, el alma y la personalidad, también lo
tes, el aliviar a los toros en determinados mo- asegurado y los toros se desengañan y embis- son. A lo mejor es que me estoy ‘amarico-
mentos... Yo era mucho de aplicar la ley del lá- ten mejor. nando’ como aficionado, pero me gusta el arte
tigo, que fuera el toro el que se amoldara a mi y el sentimiento, el sabor que desprenden los
concepto y no al contrario. Ahora me doy cuen- P | Entiendo que no quiera volver. buenos toreros.
ta de que en ocasiones hay que torear con R |Tengo los pies en la tierra. También valor
guante de seda. para hacerlo, pero alcanzar ese estado de men- P | ¿Lo suyo era la pureza?
talización, ya no lo veo posible. R |Al menos eso fue lo que intenté.
P | A ver si resulta que no estoy entrevis-
tando a una figura del toreo. P | A lo mejor el público no le exige tanto. P | ¿Había un hermanamiento entre lo
R |(Risas) Pues, mandar mandar, lo que se dice R |Pero yo sí. No sirvo para rellenar carteles que sentía y lo que expresaba?

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ENTREVISTA

R |No siempre. A veces me he sentido in- P | ¿Fue siempre así?


comprendido. R |Desde el día en que salí por la Puerta Gran-
de de Las Ventas en el festival a beneficio de
P | ¿Por ejemplo? los damnificados del volcán Nevado del Ruiz,
R |Cuando le pegaba a un toro quince mule- en 1986. Recuerdo que a los pocos días tomaba
tazos a gusto y no se enteraba nadie. En la alternativa y un grupo de empresarios nos
aquellos momentos me quería morir. Mostrar ofreció torear veinte novilladas en sus plazas
algo tan íntimo y personal como es tu senti- y la alternativa en Burgos en el mes de junio.
miento y ver que no llegas a los demás, es lo Dijeron: “No te preocupes por tu alternativa
peor que le puede ocurrir a un artista. Cuan- en Málaga, lo que está hecho, se deshace”. Les
do esto sucedía pensaba, ¿tan malo soy y tan dije que no.
mal me expreso? Me reventaba. El torero tie-
ne que transmitir su mensaje. P | ¿Pasaron factura?
R |No sé si tanto, pero la mañana de mi con-
P | Por qué atesorando un valor natural firmación, el 26 de mayo de ese mismo año,
había tardes que deambulaba por la pla- Enrique Martín Arranz, mi apoderado, me co-
za como un alma en pena. ¿No podía o no mentó que no teníamos firmada una sola co-
quería? rrida de toros. Sería pecado de juventud,
R |Un poco de todo. Además, cuando triunfaba pero le dije que no se preocupara y que pasa-
varios días seguidos me aburría. Necesitaba el ra lo que pasara, no firmara una sola corrida
estrés, la presión, la polémica. Sentir que era por menos de un millón de las antiguas pe-
como un ‘ave fénix’, que resurgía de sus ce- setas.
nizas.
P | Eso es tener fe en uno mismo.
R |No tenía nada en la vida. Estaba más tie-

”D
so que la mojama y, además, si no servía para
esto no iba a estar mucho tiempo. Sin em-

elante
bargo, tenía algo a mi favor: salía a la plaza
a jugarme la vida. El día de mi confirmación

del toro
corté una oreja de un toro de Murteira Gra-
ve. Eso, unido al triunfo del festival, me hizo

no hay que
subir como la espuma. Ese año toreé más de
cincuenta corridas de toros y ya no me bajé

pensar tanto.
del carro.

La gente
P | Le recuerdo en Valencia, con un vesti-
do blanco y oro, pegándole en el centro del

tiene que sentir,


ruedo un ‘pedresina’ escalofriante a un
toro de Peralta, con una muleta del ta-

no analizar”.
maño de un periódico.
R |Sí, sí, pero es que además tuve mucha das de toros, pero yo no estaba dispuesto a
suerte. Esa temporada me arrimé como un aceptar un trato semejante.
desesperado. Los toros me cogieron todas las
tardes y no me metieron el pitón. ¡No veas P | Sin embargo, al año siguiente…
P | Más de una vez se encaró con el ‘res- que ostias me pegaban! Me levantaba del R |Le corte dos orejas a un toro de Atanasio Fer-
petable’. suelo, me sacudía un poco el polvillo, y otra nández en San Isidro y me consagré como fi-
R |Me gustaba, me daba morbillo, y no vez a la batalla. gura del toreo. A partir de ese día decidí no
podía evitarlo. También al público. A veces anunciarme en ninguna de sus plazas sin sa-
escuchaba una voz desde el tendido, que P | ¿Que le ocurrió con la Casa Chopera, ber antes lo que iba a cobrar, qué iba a matar
podía o no tener razón, y me calentaba. Me allá por el año 88? y con quién iba a torear.
arrimaba hasta montarme en lo alto. Con R |Que después de triunfar en Madrid, en
gallardía de torero macho, como ha sido San Isidro y en Beneficencia, llegó la hora P | ¡Si todos hicieran lo mismo…!
toda la vida. de mi contratación para la feria de Bilbao y R |Cambiarían muchas cosas para mejor.
a don Manuel Chopera no se les ocurrió otra
P | Ha sido torero de pocas bromas. cosa que ofrecerme la corrida de Murteria P | Hubo un momento en el que tuvo una
R |He intentado defender lo mío y no me he Grave y otra de ese mismo estilo. Aunque en legión de partidarios.
casado con nadie. Cuando ha llegado el mo- un principio no me convenció la idea, le R |Pienso que el motivo residía en que no era
mento de exigir y defender mis intereses lo he dije que sí, pero con una condición, que caballo ganador. Tenía mis cosas, mis rare-
hecho asumiendo las consecuencias. también la mataran Rafi Camino y ‘Litri’ y, zas. Y eso hizo que me esperaran. Nunca
después, que la otra corrida fuera de Torres- oculté mis dudas ni mi inseguridad. Perci-
P | ¿Y eso implica? trella o de Jandilla. Por lo visto no le gustó bieron que todo aquello era auténtico y se
R |Pues en ocasiones quedarte sentado en casa mi propuesta y cortó por lo sano diciendo apuntaron a la causa.
y dejar de ganar mucho dinero. Pero eso no era que eran lentejas… Me advirtió que de no
lo importante. Lo importante era mi dignidad torear, ese año no pisaría ninguna de sus P | La duda es una constante en su vida.
y mi categoría como torero. plazas. Y así fue. Perdí más de quince corri- R |Todavía hoy sufro más de la cuenta. A ve-

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se metieron conmigo, y eso que no expuse
un alamar.

P | Reapareció en Castellón en abril de


2000.
R |Reaparecí para quitarme el mal sabor de
boca de la despedía. Durante esa etapa hubo
cosas buenas. La última tarde le corté dos
orejas a un pedazo de toro en Zaragoza y me
quité feliz. Lo que me reventó de verdad, y
puedes decirlo así en la entrevista, fue torear
tantas tardes con José Tomás. Ese cabrón es
el torero más valiente que he visto en toda
mi vida. Se ponía allí y no había forma de
quitarlo. Con el toro bueno, dentro de mi
concepto, sabía que yo podía marcar una

ces me siento tan inseguro y tan mal que… Sin P | En 1996 vivió su mejor temporada. Co- diferencia, pero es que a él le daba igual que
embargo, sin saber por qué, un día me levanto menzó cortándole un rabo a un toro de fuera bueno o malo. Hace poco mató un toro
y soy el tío más optimista del mundo. Pepe Garfias en México, luego llegaron las a puerta cerrada en mi casa y se lo dije: “Con
seis orejas en la histórica corrida del dos un pelo de un huevo tuyo, soy capaz de rea-
P | ¿Qué me dice de la televisión? de mayo y en San Isidro volvió a abrir la parecer ahora”.
R |Que la veo poco. Puerta Grande.
R |Y al año siguiente salí por la Puerta del Prín- P | Si no existiera, ¿volvería a torear?
P | En serio. cipe de Sevilla. R |Saber que hay uno que se arrima más que
R |Que no estaba de acuerdo con que me te- tú es jodido.
levisaran sin contar conmigo y lo impusieran P | Sin embargo, el 26 de septiembre de
a la fuerza. Y te aseguro que el problema no 1998 se despidió del toreo matando seis to- P | Tiene dos hijas maravillosas, Alba y
era económico, porque a veces he toreado gra- ros en esa plaza. Claudia ¿y si una sale diciendo, papá,
tis por hacer un favor a un amigo. Además, era R |Aquella decisión la venía rumiando desde quiero ser torero?
una época en la que se televisaban tantos fes- el año anterior. Lo que ocurre es que esa tar- R |Pues te aseguro que si tiene condiciones iba
tejos que la gente prefería quedarse en casa de ví que había llegado el momento. En el 97 a ser la mejor.
viendo la tele que ir a la plaza y pasar por ta- lo pase fatal, no era feliz en el ruedo y no so-
quilla. Eso tampoco era bueno para nadie. portaba la presión. P | ¿De arte o de valor?
R |¿La niña?, de arte, de arte. Pero con muchos
P | Lo entiendo, pero ¿qué hay de los mi- P | Esa tarde lo pasó mal de verdad. cojones.
les de aficionados que no podían asistir R |Y mira que fui ilusionado a la plaza, pero
a una feria importante o a una plaza de no me salía nada. Recuerdo que el cuarto P | ¿Eso es posible?
toros? toro me desarmó con el capote, y estaba tan R |Para torear de verdad hace falta valor.
R |No te creas que no me pesaba. Por eso ac- jodido y tenía tantas ganas de acabar, que no
cedí a cosas que no me gustaban, por esa gen- salté la barrera esperando que me partiera Y para hablar con el corazón, también.
te de la que me hablas. por la mitad. Ese día di pena, pero ni siquiera Gracias, maestro.

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