DESCANSO DE CAMINANTES
16 septiembre 1983. Cuando concluye el dia hago el balance. Si
escribf algo no demasiado estiipido, si lef, si fui al cine, si estuve en
Jama con una mujer, si jugué al tenis, si anduve recorriendo campo
, caballo, si inventé una historia o parte de una historia, si reflexio-
Ixé apropiadamente sobre hechos o dichos, aun si conseguf un
Mstico, probablemente sienta justificado el dia, Cuando todo eso
falta, me parece que el dia no justifica mi permanencia en el mun-
ido. Quiero decir, “no la justifica ante las parcas”. Ante mf, basta el
més sonambiilico funcionamiento de la mente. En realidad siento
lo que no significa que sea asf) que la natural y permanente re-
flexién (aun cuando no descubra nada) basta para justificar ante
mi el dia y la continuacién de un infinito futuro de dias parecidos.
En cuanto al tenis y al caballo, corresponden al hombre que fui
antes de 1972. Desde entonces me prohtbo tales actividades.
Los sueftos, frecuent{simos en mé, justifican holgadamente mis
noches,
Tal vez los hombres tengamos diferentes clases de corajes y de co-
bards, como uno que padece de vertigo a lo mejor no se asusta si lo
llevan répidamente en ua automévil. Yo no tuve miedo en la posible
dad de un naufragio, en alta may, ni ante cada una de las operaciones
guirdegicas que padect, ni de montar un potro... Quizé la imagina-
cién me conteaiga ante la posibilidad de que me lleven preso. La hos-
— 273 —tilidad debe de asustarme. Ni siquiera el maltrato; la hostilidad. Fui
del lugar piense mal de mf, por culpa de mis perros. En esos perros se
un boxeador vaiente.
abfan convertido mis hijos de la primera parte del suefio.
Referencias sobre lo que acabo de decis: Operaciones: amfgdalas, ,
en 1949; tiroides y préstata, en 1978.
Naufragio: Amén de las muchas tormentas que pasé embarcado}
en el Essequibo, en el Pactfico, en una noche de 1930, llamaron al
Advierto que soy frecusntemente superficial. Por ejemplo, si se
blaba del libro del Barrio de a Recoleta, que escribié Lafuente
Machain y que lleva fotografias m{as, siempre dejé entender que el
pasaje y a la tripulacién, para que se reuniera junto a los botes corres-MMMMMtexto no valia demasiado. Ayer lo relet. No s6 si es posible escribir
pondientes y con el salvavidas.puesto, porque el barco se hunda... sucho mejor sobre un barrio; en particular, sobre un barrio que no es
Después nada pasé, pero salvo los pasajeros argentinos (Andrada, los Je los més viejos y que durante mucho tiempo fue suburbano. En las
Reynal, Harzington, nosotros) hombres, mujeres y nifios rezaban y paginas de Lafuente Machain hay anécdotas, hay personajes intere-
santes. El libro es modesto, pero excelente (J am not damning with
faint praise)
loraban en cubierta 4
La doma:.en Pardo, en 1985. El box, en 1932 0 33, después de
aprendizajes con Willie Gould, que fue campeén argentino, No, no
pierdo la cabeza ante peligros.
23 septiembre 1983. Muri6 Garcia Venturini, Tal vez con él tam-
bien fui superficial. Habia algo campechano y brusco en su trato, que
Acdlas: Mi modelo es Luis XV, porque dijo: “Después de mi, el
‘me repelia. Nunca penaé que se debiera a la timidez. Yo que soy tiri-
diluvio", La vida del hombre comprende dos periodos o tramos suce-
do, que para sobreponerme a las consiguientes trabas, tantas veces
sivos; de diversaextensién, cada tuno con su tarea esencial, En el pri- ll aventuro un humorismo impreciso y hasta vulgar, Spor qué no le con-
cedt la posibilidad de que mas alls dela primera impresién hubiera un
hombre de alguna valia? Por de pronto era liberal. Olvidé que a los
Wiberales nos odian y quizé me hice eco de rarcasmos de los
mero, la tarea es vivir; en el segundo, morir. A veces, en este sogundo |
periodo, ccurren penosas confusiones. Contra toda Logica, el hombre
quiere vivir, Por fortuna no faltan a su alrededor mujeres enamoradas, }
para recordarle que el fin esté corca y que sin pérdida de tiempo debe antiliberales, siempre altivos y numeroeos.
ordenar las cosas, para compensarlas de haberle entrogado, y, épor
qué no?, sacrificado, la juventud, los mejores afios de la vida. No creo ser injusto con el librito de Graciela Scheines sobre mf:
no es excesivamente atinado. EDe nuevo recaigo en la superficiali-
dad? ‘Tal vez: hablo por una primera impresin que me lleva a poster-
for para ocasiones més animosas la lectura. Abro el libro. El primer
El fir de os suatos. Junto al automévil, ya cargado el equipo,
espero con mis tres hijos a mii mujer, morosa como siempre, y pienso
que la buena educacién de los chicos ha de merecer la aprobacicn MMF capitulo, titulado “Una puerta se abre”, empieza con la frase “Quinto
general. Todavta estoy congratuléndome cuando advierto que el més ®MMNME piso en la elegante Recoleta”. Cierro el libro
chico de mis perros, el més revoltoso, persigue a las gallinas y provoca
el pandemonio en el que participan los otros dos. Temo que la gente 24 septiembre 1983. Ayer lef en el diario que un tal Roux (corre-
— 24 — — 215 —ADOLFO BIOY cAsaRES
10 me equivoco) tenfa una inflamacién en lag
DESCANSO DE CAMINANTES
dor de automéviles
fo vamos", pero la anfitriona, impaciente siempre, quiere saber des-
B-la mafiana que sf iremos
vias urinarias. Pen: 1ué clavo pasarle eso a uno”. Hoy, cruz diablof
tengo sintomas de que eso mismo esté paséndome. Paso el teléfono a Silvina, Para uma duefia de casa, por més que
6 preocupada por tu salud, cuando invita a comer, la exigencia mf-
Bina es que no seas un desertor, aunque en ello te juegues la vida
Bo, la Victovita, no era tan excepcional. Es claro que parecfa un tan.
fie, un caiién Grosse Bertha; ésta, en cambio, es flacucha, nerviosa,
no menos dominante. Cuando Ilegamos ya estaban todos los
Britados: Tabbia, Andsés, Florin, Pezzoni y un matrimonio. Me pre-
into si alguna vez vi a ese hombre. dAcaso un Di Tella? EUn
Billrich, que se me extravis? No creo. La mujer no es tonta ni linda,
Ayer (24 de septiembre) me erucé en la calle Posadas con una im
chacha lindisima. La miré con esponténeo interés y me preccupé et
grabar su rostro en la memoria, porque no me resignaha a olvidarol
TTodavia hoy lo recuerdo do creo recordarlo? Subsisten facciones, qi
24 no el conjunto sino fugazmente, No hay duda de que la muchac
linda es una expresién de belleza a la que nunca fui indiferente
Cuando me acostaba con una amiga, al ver su cara, rta de aleyita
cuando la ofe proferiesandeces, me rebelaba con una desilusion q
hordeaba en la incredulidad. EComo tanta helleza no ae extend al
alma y al intelecto? £Cémo una cara prodigiosa podia convivir cod
tana mente vulgar?
Bero muy simpética. A lo largo de la noche marca puntos en intel
Gecia, puntos a su favor, que me conquistan. Con el matido soy cor.
,PerO un poco distante, porque no sé si lo conozco. Cuando em.
Brendemos el xegreso, me entero de que el marido es Fischerman, el
Hrector de cine, de quien me senti muy amigo en dos o tres entrevi-
que tuvimos; dl deseaba filmar Los que aman, adian (escribis el
ién) y creo que también El serio de los hiroos. Temo que haya pene
Si hace unos aftos me hubiera eruzado con la chica de ayer, con la
fe de quien hace lo que debe, hubiera hecho lo posible para traba
relacién con ella. Ahora, porque sé que soy viejo y que en la vision de
la gente he de ser viesimo, con el corazén destrozado la dejo pasar
2Qué me coment6 el viejo holetero del Santa Fe 1 (0 2), cuando yal
salia de la sala, después de ver Insdlto destino de la Weetmiller? “Una
historia de amor, No es para nosotros”
do que lo traté ast para demostrarle mi disgusto porque esos proyec-
p# no se cumplieron. Tampoco puedo decirle la verdad, porque pare-
Fis que lo olvidé tan completamente porque le doy poca importan-
Gio. Es diffcil llegar a la verdad sobre la conducta social, y Freud fo-
Bienta nuestros desconciertos.
Cudntos suenos. De Croisilles dice Tallemant des Réaux que sus
escritos eran “un franco galimatias” y
ecuecda, a modo de ejemplo, lag
No me embe
lesa la observacidn, pero tampoco me parece inepta ni oscura,
f Para una lista de objatos desaparecidos a l largo de mi vida
Lentes. Llamghamos asa los “quevedes', en francés pince nee: an-
ojos sin “patas”, que se sostenfan por un resorte que apretaba el filo
Hela nariz, Yo eva partdario de los lentes, contra los anteojos; come
tas veces (y siempre en politica) mis candidatos fueron vencidos:
bs lentes desaparecieron, sélo quedan los anteojos. Creo que la gente
observacién de que las flores son “suporfices doub
Domingo, 25 septiembre 1983. Esta noche es la comida en casa
de mis amigos. Silvina, que piensa no ir (no ix, olla y yo), poster
hasta el altimo momento la desagradable conversacién en que diré: los necesitaba (0 unos u otros) pata leer, preferia los lentes: la
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