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El Reiki a distancia se aprende en el segundo nivel de Reiki. Este método consiste en enviar la
energía a una persona que no tenemos físicamente delante.
En Reiki, sólo contemplaremos la versión positiva, ya que Reiki no se puede utilizar para hacer el
mal. Los guías no lo permitirían. Por medio del símbolo de la distancia, es decir, el Hon-Sha-Ze-
Sho-Nen, podemos enviar energía a la persona que queramos. La clave está en enfocar nuestra
atención y pensamientos en la persona a la cual hacemos la sesión.
A continuación explicaré una versión genérica de realizar este tipo de sesiones. Pero te corresponde
a ti crear tu propio sistema, probando diferentes formas y averiguando cuál te va mejor. Es posible
que tengas algunas dudas al principio, pero con la práctica verás que una sesión a distancia es muy
sencilla y efectiva.
• Preparativo. En primer lugar, y como es lógico, tenemos que escoger a la persona, grupo o
situación a la que queremos hacer Reiki. Entonces proseguiremos preparándonos a nosotros
mismos para empezar la sesión en un estado óptimo. Sería bueno hacer unos instantes de
meditación antes de realizar la sesión, sobretodo si escogemos la técnica de la visualización.
Por ejemplo, podemos realizar la meditación del Cuerpo Interior y llenarnos de luz, o
podemos hace la conexión Cielo-Tierra. No olvides de pedir ayuda a tus guías.
• El permiso. Es necesario que contemos con el permiso de la persona a la cual vamos a hacer
el tratamiento. De no ser así, tendríamos consecuencias Kármicas para nosotros por
meternos donde no nos llaman. Existen diferentes formas de pedir permiso. La primera, es
obvia, pedir el permiso directamente a la persona en cuestión. La segunda es pedir el
permiso a su Ser Interior por medio de una visualización. Para hacerlo, cerraremos los ojos y
pensaremos en la otra persona, intentando imaginárnosla y sentirla como si estuviera con
nosotros. Cuando lo sintamos así, le preguntaremos si quiere que le hagamos Reiki. La
respuesta no tiene porqué venir con palabras, puede que diga Si o No, o podemos notar algo
que nos diga Si o No, o puede darse el caso que la persona se vaya, etc. Si no estamos
seguros de la respuesta, podemos ofrecer la energía a su Ser Interior, ya que éste tiene la
capacidad de aceptarla o no. Muchas veces yo digo lo siguiente: “Ofrezco esta energía al Ser
Interior de (nombre de la persona) si éste no la acepta que la energía se dirija a la Madre
Tierra ”. También, si al empezar a enviar energía, notamos que esta no va fluida o que la
otra persona pone algún tipo de resistencia a recibir la energía, interrumpiremos la sesión.
Tenemos que tener claro que si alguien no quiere recibir Reiki está en su derecho y nosotros
no podemos violar este derecho.
• La técnica. Existen diferentes técnicas para realizar Reiki a distancia. A continuación
explicaré unas cuantas, pero puedes inventarte alguna, ir probando y experimentando tanto
como quieras.
o Técnica del sustituto. Esta técnica consiste en utilizar un muñeco o una muñeca, un
cojín o cualquier cosa que se te ocurra, incluso a nosotros mismos, y hacerle Reiki
normalmente proyectando Reiki a la persona receptora por medio del cojín o del
objeto escogido. Es decir, siempre siendo conscientes de a quien le estamos enviando
la energía.
o Técnica de los muslos. Otra técnica es la de utilizar nuestros muslos. Nos podemos
imaginar que nuestro muslo derecho es la parte frontal de la otra persona y el
izquierdo es la parte trasera, y hacerle Reiki normalmente.
o Técnica de la fotografía. Esta técnica consiste en hacerle Reiki a la otra persona por
medio de una foto suya. Podemos tener la foto entre las manos y insertarle los
símbolos, o dibujarlos detrás de la foto junto con el nombre de la persona. Después
le hacemos Reiki a la foto.
o Técnica de la reducción. Otra técnica es la de imaginarnos que la otra persona se
hace pequeña, tan pequeña que la podemos meter entre nuestras manos. Nos
imaginamos que la metemos dentro de una bola de luz y le proyectamos Reiki.
o Técnica de visualizar en la realidad. Esta técnica consiste en imaginarnos que la
persona se encuentra en nuestra presencia y le hacemos Reiki normalmente.
o Técnica de la visualización. Por último, a través de una meditación, podemos
realizar una visualización para mandar Reiki. Esta técnica está más abierta a nuestra
imaginación, creatividad e intuición. Yo te aconsejo que no intentes controlar
totalmente la visualización, que dejes que cobre vida propia, ya que te puedes
sorprender mucho de las cosas que te pueden llegar a salir. La idea es imaginarnos a
nosotros mismos y a la otra persona y hacer Reiki normalmente. También nos
podemos imaginar que nos encontramos delante de la persona, a cierta distancia, y
que le proyectamos la energía, ésta empieza a entrar por las primeras capas del aura,
y se va distribuyendo por su sistema energético allí donde más lo necesita. También
podemos establecer una conexión de Corazón a Corazón, visualizando un tubo de luz
que nos conecta con la otra persona y mandarle el Reiki directamente por ese canal.
Como he dicho antes, esta última técnica ofrece innumerables posibilidades. Y
cuanto más practiques más fácil te será y más cómodo te sentirás.
• Los símbolos. Una vez hemos hecho los preparativos, hemos escogido la técnica y hemos
pedido el permiso, empezaremos la sesión de Reiki. Para hacerlo, trazaremos primero un
Hon-Sha-Ze-Sho-Nen, lo podemos visualizar o dibujarlo en el aire repitiendo tres veces su
mantra para activarlo. A partir de este momento empieza la sesión y empezamos el envío de
energía. Si queremos que la energía se manifieste en un momento determinado, después de
trazar el Hon-Sha-Ze-Sho-Nen podemos añadir una afirmación indicando el momento y el
lugar. O también al terminar la sesión podemos volver a trazar el Hon-Sha-Ze-Sho-Nen y
añadirle la afirmación. Como te puedes imaginar, también podemos utilizar los otros
símbolos que tenemos a nuestro alcance para potenciar la sesión. Utiliza tu criterio e
intuición a la hora de usarlos.
Consideraciones
Es frecuente que en las sesiones de Reiki a distancia veamos a nuestros guías como nos ayudan.
Podemos aprovechar para preguntarles algo, también podemos obtener información de la otra
persona. Como, por ejemplo, donde le hace más falta recibir la energía, preguntándoselo
directamente a la persona en la visualización. También podemos notar cosas sobre la persona, su
estado de ánimo, como se encuentra, si le preocupa alguna cosa o puede que su Ser Interior nos dé
algún mensaje para ella o alguna cosa de la que quiere que sea consciente. También, y
aprovechando este estado, es posible hacerle llegar algún mensaje nuestro a la otra persona.
Dependerá de su nivel de consciencia que se dé cuenta o no. Es posible que en el futuro esto sea la
ruina de las compañías de telefonía móvil.
Sería interesante que incorporaras el Reiki a distancia en tu vida. Que busques un espacio en tu día
a día y lo dediques a realizar sesiones de Reiki a distancia. Lo puedes hacer todos los días, una vez a
la semana, etc. pero intenta que sea regularmente. La práctica hace al Maestro. Si no sabes a quien
hacer Reiki a distancia, se lo puedes hacer a tus guías, te lo agradecerán.
También puedes enviar energía a distancia a la Madre Tierra , pues le hace mucha falta, a un país
que tenga muchos conflictos, etc. Escucha a tu corazón y él te indicará donde hace falta energía o a
quien. El mundo está cambiando, nos estamos abriendo a una época más espiritual y menos
material. Y las épocas de transición son siempre difíciles. Hará falta toda la energía que podamos
mandar. Es muy importante que hagamos este cambio, ya que la otra alternativa es la
autodestrucción. Y el hecho que tu ya estés cambiando, ya es un pequeño paso, pero muy
importante. Como dice un refrán oriental, para hacer un viaje de 10.000 kilómetros tenemos que
empezar haciendo un paso.
La cajita de Reiki
La técnica de la cajita Reiki o el cuaderno de Reiki es una de las prácticas más simples y más
eficaces que nos podemos encontrar. Es una práctica orientada hacia nosotros mismos, una
herramienta que nos ayudará a crecer como personas, pero que también conlleva una gran
responsabilidad. Esta técnica consiste en pedir al Universo todo aquello que deseamos por medio de
la energía Reiki. Es habitual en muchas culturas pedir cosas o favores a la divinidad, ya sea
mediante plegarias, rituales u ofrendas. Aquí haremos lo mismo pero utilizando un cuaderno o una
cajita, los símbolos de Reiki y la imposición de manos.
Esta técnica funciona más allá de nuestras creencias. Da lo mismo si somos cristianos o
musulmanes, o no creemos en nada. Sin embargo, lo único necesario es tener la certeza que aquello
que pedimos ya se nos ha concedido. La mejor manera de pedir es utilizando la acción de gracias, es
decir dando las gracias por adelantado. Para hacer la técnica de la cajita Reiki utilizaremos esta
forma de petición. Consiste en escribir en un cuaderno o en una hoja de papel todo aquello que
queramos pedir. Ya sea curación, algo material, comprensión, sabiduría, libertad, trabajo, etc.
Cuanto más concreta sea nuestra petición más efectiva será. Pero hay que tener en cuenta que no le
podemos quitar nada a nadie. No podemos pedir una cosa que ya es de otra persona. El hacerlo nos
traería graves consecuencias a nivel kármico para nosotros, que se pueden manifestar incluso ya en
esta vida. Sé cuidadoso y piensa bien aquello que pidas. Intenta que tus peticiones sean para el bien
de todos los implicados y no sólo para el tuyo.
La Cajita Reiki
Esta técnica consiste en introducir en una cajita nuestras peticiones junto con los símbolos.
Necesitaremos una cajita de unos 10x10 cm aprox. Tres papelitos cortados o doblados para que
quepan dentro de la caja y la hoja de peticiones. A cada uno de los papelitos que hemos recortado,
le dibujaremos un símbolo junto con su nombre. De este modo al final tendremos tres papelitos que
contendrán dibujados el Cho-Ku-Rei, el Sei-He-Ki y el Hon-Sha-Ze-Sho-Nen. Seguidamente los
colocaremos boca abajo y los pondremos en la cajita, poniendo primero el Hon-Sha-Ze-Sho-Nen,
después el Sei-He-Ki y finalmente el Cho-Ku-Rei. Encima de los símbolos le colocaremos la hoja
con las peticiones, doblándola si es preciso hasta que quepa en la cajita. Cerraremos la cajita y le
introduciremos los símbolos energéticamente, es decir visualizándolos e introduciéndolos, y le
haremos 5 minutos de Reiki. A partir de este momento la cajita ya está activada, ahora tan solo nos
falta hacerle Reiki con regularidad para que nuestras peticiones se cumplan.
El cuaderno Reiki
La mecánica es muy parecida a la de la cajita, pero aquí lo haremos utilizando un cuaderno.
Necesitaremos un cuaderno que sea más o menos manejable, es decir, pequeño, de tapas duras
preferiblemente y que tenga al menos unas 50 hojas. A la primera hoja le dibujaremos el Hon-Sha-
Ze-Sho-Nen junto con su nombre, a la siguiente hoja el Sei-He-Ki y a la siguiente el Cho-Ku-Rei,
siempre acompañando el símbolo con el nombre. Dentro escribiremos nuestras peticiones. Como
tenemos varias hojas, podemos aprovechar y a cada hoja ponerle una temática, como por ejemplo:
peticiones espirituales, materiales, de familia, trabajo, etc. En la última pagina del cuaderno
dibujamos el Hon-Sha-Ze-Sho-Nen junto con su nombre, en la penúltima hoja el Sei-He-Ki y en la
anterior a ésta el Cho-Ku-Rei, siempre poniendo el nombre junto al símbolo. A continuación
dibujaremos con la mano los tres símbolos y los activaremos para finalmente insertarlos en el
cuadernos. Haremos 5 minutos de Reiki al cuaderno y ¡ya está! Ya tenemos el cuaderno activado y
operativo, ahora sólo es cuestión de hacerle Reiki de forma regular.
Afirmaciones Positivas
Las afirmaciones son frases positivas que tienen como propósito cambiar nuestras creencias,
patrones de pensamiento, etc. La manera que tenemos de considerarnos a nosotros mismos, o el tipo
de pensamientos que tenemos hacia otras personas, situaciones, etc. determinan la forma en que
vivimos. Por medio de las afirmaciones podemos cambiar estos aspectos de nuestra vida de una
manera fácil y eficaz. Utilizando Reiki y las afirmaciones positivas podemos borrar un patrón
mental destructivo e introducir otro constructivo. Las posibilidades de las afirmaciones son muchas.
Siempre que trabajamos con afirmaciones, tenemos que procurar que éstas sean positivas y que
estén en tiempo presente. Para el inconsciente no existe el “No”. Todo lo entiende de forma
positiva, por tanto tenemos que intentar evitar las afirmaciones del tipo: “yo no fumo”. En este caso
podríamos utilizar la afirmación: “yo soy libre del tabaco”.
Como hemos hablado en otros apartados de la web, el pasado y el futuro son una ilusión de la
mente, sólo existe el presente. Por tanto, es importante que nuestras afirmaciones estén en tiempo
presente para que tengan una mayor eficacia. Las afirmaciones se tienen que repetir un mínimo de
tres veces para que funcionen. Pero cuantas más veces las repitamos, mejor. Y si además, las
acompañamos con una visualización creativa, su resultado será mucho más efectivo. Nosotros que
practicamos Reiki todavía podemos potenciarlas más con el uso de la energía y los símbolos.
• Identificar el problema. Antes que nada, tenemos que saber el aspecto que deseamos
cambiar de nosotros mismos. La autobservación es muy importante en el camino de
crecimiento personal, pero tenemos que procurar que sea una observación constructiva,
alegre y comprensiva. En cada momento actuamos según nuestro nivel evolutivo.
• Escoger la afirmación. Una vez hayamos identificado el problema o aspecto que queremos
cambiar, procederemos a escoger una afirmación apropiada para el tipo de problema que
sea. Esta es una parte muy importante, ya que tenemos que ser muy precisos. Si yo soy una
persona iracunda y hago una afirmación del tipo “quiero ser una persona más amable”. Lo
que estoy introduciendo es eso literalmente, es decir, que estamos pidiendo “querer ser” y el
resultado que obtendremos es el de desear ser más amables, pero no el de ser más amables.
En este caso podríamos utilizar una afirmación del tipo: “Yo soy una persona amable”. Las
afirmaciones que contienen las palabras “Yo soy…” son muy poderosas, ya que hacen una
llamada a nuestra parte más espiritual para que se manifieste.
Ejemplos de Afirmaciones
Soy libre del tabaco.
Escucho mi interior.
Un símbolo es en si mismo una entidad que posee una vibración propia y unas características
concretas. Al recibir una iniciación de Reiki el maestro introduce los símbolos en nuestra aura
conectándonos así con la esencia del símbolo. Desde ese momento, cada vez que utilicemos un
símbolo éste enviará sus propiedades y virtudes a través de nosotros utilizando la energía. Si una
persona que no ha sido iniciada en un símbolo lo utiliza, de este uso puede que saque un 1 por ciento
de la capacidad el propio símbolo. Si lo utiliza una persona que ha sido iniciada la proporción puede
subir hasta el 70 por ciento. Y si utiliza el símbolo una persona que ha sido iniciada y que además ha
trabajado con el símbolo con meditaciones, etc. alcanzará un rendimiento máximo.
Existen distintas maneras de invocar los símbolos, pero en todas ellas la mecánica es parecida.
Primero hay que dibujar el símbolo o yantra y después repetir tres veces su nombre o mantra para
activarlo. Una manera, es trazar el símbolo al aire con la mano. Con la mano abierta, teniendo en
cuenta que el punto energético o Lao-gong se encuentra situado más o menos en el centro de la
mano. También podemos utilizar el dedo índice o varios dedos. Una vez dibujado, repetimos tres
veces su nombre o mantra y después le damos un pequeño golpe, como empujándolo hacia el
paciente (en este punto nos podemos imaginar cómo el símbolo entra dentro de la persona). Otra
manera de hacerlo es cerrar los ojos y dibujar el símbolo mentalmente, es decir, visualizarlo.
Seguidamente repite tres veces su mantra. Otro sistema es dibujarlos con la lengua en el paladar y
repetir tres veces su nombre o mantra. Es importante que a la hora de trazarlos, lo hagamos en el
correcto orden en que se explica, sin dejarnos ninguno de sus trazos. Y si nos equivocamos o nos
dejamos un trazo, volvemos a empezar hasta que nos salga bien.
Es importante que notemos qué es lo que cambia cuando dibujamos un símbolo. En Reiki siempre es
necesario que estemos muy alerta a las sensaciones, ya que éstas, muchas veces, nos darán la llave
que nos indicará qué símbolo debemos usar. Se puede dar el caso de que al principio no notes la
diferencia entre usar un símbolo o no usarlo. Recuerda que no son un juguete, y aunque tú no lo
notes, la persona que recibe el tratamiento sí notará sus efectos. Así que es mejor tener cuidado y no
poner los símbolos porque sí. Si te cuesta sentir los símbolos, puedes realizar todo tipo de pruebas
contigo mismo, hacer meditaciones centradas en un símbolo, etc. Pero ten cuidado porque
¡funcionan!
Aunque los símbolos son unas herramientas muy útiles, se puede dar el caso que en un tratamiento
de Reiki no sintamos la necesidad de usar ningún símbolo. Que hayamos sido iniciados en algún
símbolo no significa que estemos obligados a utilizarlo. Tenemos dos formas de decidir que símbolo
tenemos que usar en cada caso: de forma racional o de forma intuitiva. Hay casos para poder hacerlo
de las dos maneras. En el primer caso, la forma racional, tendremos en consideración todo aquello
que hayamos aprendido sobre cada símbolo. Es decir, para qué sirve, en qué casos podemos
utilizarlo y en cuáles no, etc. En el segundo caso, la forma intuitiva, nos dejaremos guiar por nuestra
intuición o por nuestros guías, para saber cuándo y qué símbolos tenemos que utilizar. No se trata de
que una forma esté mejor que la otra, pero es bueno conocer bien la teoría para después poder
dejarnos llevar.
Cho-Ku-Rei
El Cho-Ku-Rei es el símbolo de la energía, es conocido como “el interruptor” porque abre el paso al
flujo de la energía. Su misión es la de multiplicar el caudal de energía que canalizamos. De tal
forma que cuando dibujamos un Cho-Ku-Rei, pasamos a trasmitir muchísima más energía que
antes. También es el símbolo de la protección, el símbolo de la potenciación y el símbolo
antifugas energéticas . Su nombre significa: “el poder está aquí”, “llamo a la energía divina aquí y
ahora”, “ la Energía está aquí”, “ven Energía” y “deposita la energía aquí”. Cuando trazamos Cho-
Ku-Rei, lo que hacemos es enviar la energía al plano físico, es decir, al cuerpo físico del paciente.
Este símbolo actúa especialmente sobre los tres primeros Chakras, activándolos y potenciando su
armonización. Cuando tratamos con Chakras, nos podemos imaginar el Cho-Ku-Rei con el color de
cada Chakra. Su color es el dorado preferentemente, ya que éste es el color de la proteción. Si
realizamos curaciones emocionales, podemos dibujar el Cho-Ku-Rei en el Chakra del Corazón de
color rosa. Para meditaciones o procesos espirituales lo visualizaremos de color blanco o violeta.
Es un símbolo que deberíamos de utilizar al principio y al final de cada sesión. Al principio, nos
podemos hacer un Cho-Ku-Rei a cada mano, para potenciar la energía que canalizamos. También
podemos hacer un Cho-Ku-Rei gigante sobre el paciente. O trazar un Cho-Ku-Rei en el Chakra
Corona del paciente e imaginarnos como éste entra por el Canal Central, potenciando así la sesión.
Una vez hemos terminado la sesión, dibujaremos un Cho-Ku-Rei muy grande sobre el paciente. De
esta forma, estaremos concentrando la energía que hemos canalizado sobre el paciente e impidiendo
que ésta se disipe o que se produzca algún tipo de fuga energética.
Para protegernos de las energías negativas que se pueden desprender de un tratamiento a otras
personas, nos podemos dibujar un Cho-Ku-Rei grande en nosotros mismos, o dibujarnos un Cho-
Ku-Rei en cada uno de nuestros Chakras. De esta manera el Cho-Ku-Rei hará de escudo delante de
estas energías. Otro uso del Cho-Ku-Rei es el de potenciar a los otros símbolos. Trazado después de
un símbolo actúa potenciando el símbolo y protegiéndolo, de esta manera el otro símbolo aumenta
su eficacia.
El Cho-Ku-Rei se puede dibujar en los dos sentidos. Haciendo la espiral en sentido horario o
antihorario.
Sei-He-Ki
El Sei-He-Ki es el símbolo mental-emocional. Su misión es la de enviar o dirigir la energía a las
capas emocionales y mentales del aura, así como a los Chakras que regulan las funciones
mentales-emocionales y también a la mente. Más concretamente, actúa sobre el cuerpo
emocional y la mente inconsciente. Su nombre significa: “Todo lo que está arriba está abajo”, “El
hombre y Dios se hacen Uno” y “La tierra y el cielo se reúnen”. También es el símbolo de la
purificación, el símbolo del equilibrio entre fuerzas contrarias y el símbolo de la armonía .
Este símbolo actúa especialmente sobre los cuatro Chakras superiores, alineándolos con la energía
de altísima vibración del amor y potenciando su armonización. Actúa armonizando los dos
hemisferios cerebrales. Nuestro cerebro esta dividido en dos hemisferios. El derecho es el que
regula la intuición, la imaginación, los sueños, los sentimientos, etc. El hemisferio izquierdo es el
que regula la racionalidad, el razonamiento deductivo y lógico. El Sei-He-Ki nos equilibrará estos
dos hemisferios, porque ni es bueno vivir en un mundo imaginario ni en un mundo puramente
racional. Toda existencia se basa en el juego o danza de los contrarios, el equilibrio y la armonía en
la vida dependen de que estas fuerzas estén igualadas.
Como comentaba en la sección Reiki y la Enfermedad, los dolores físicos son la última
manifestación de un problema mental-emocional o también espiritual. Eso nos ha de poner en
alerta cuando tengamos a un paciente con cualquier problema físico. Porque al aplicar Sei-He-Ki
podemos liberar emociones o patrones mentales que le han causado ese problema. Así pues, no nos
tenemos que extrañar si se nos pone a llorar una persona que nos ha venido por un dolor de cuello y
ha terminado por decirnos que odia sus circunstancias pero que no se atreve a expresarlo. También
se utiliza para tratar adicciones, fobias, patrones de comportamiento, etc. Este símbolo lo podemos
dibujar acompañado por un Cho-Ku-Rei. De esta manera lo protegeremos y aumentaremos su
vibración y su eficacia.
Hon-Sha-Ze-Sho-Nen
El Hon-Sha-Ze-Sho-Nen es el símbolo del tiempo y del espacio. Su misión es la de unir a
paciente y terapeuta en el aquí y ahora. Es decir, utilizando este símbolo podemos hacer Reiki a
una persona que se encuentra en la otra punta del planeta. Pero también nos permite hacer Reiki al
pasado y al futuro. Su nombre significa: “Ni pasado, ni presente, ni futuro”, “El Dios que hay en
mi saluda y reconoce al Dios que hay en ti”. También es un símbolo que potencia la cantidad de
energía que canalizamos, descubrirás que las sesiones a distancia son bastante rápidas. Aunque
seguiremos utilizando el Cho-Ku-Rei para potenciar nuestras sesiones y este símbolo lo
reservaremos para el Reiki a distancia.
En últimas el tiempo y el espacio son una ilusión de la mente. Existe el vacío y el ahora. “El vacío
es forma y la forma es vacío” como se dice en el Libro del Tao. Cuando dibujamos este símbolo, le
estamos diciendo a nuestro Ser Interior que somos conscientes de esta realidad. Y por tanto, que
somos capaces de enviar energía donde sea y cuando sea. Es decir, este símbolo actúa traspasando
los esquemas de nuestra mente que nos dice que hacer esto es imposible. Y establece un puente
entre nuestro Ser Interior y la Energía Universal. Normalmente, tenemos tendencia a pensar que el
tiempo es lineal. Es decir, que existió un pasado, que existe un presente y que existirá un futuro.
Pero eso no es exactamente así. En el fondo sólo existe el presente, y tanto el pasado como el futuro
son en realidad el presente. Esto significa que todo está pasando ahora. La realidad temporal es
vertical. Imagínate una película. Coge todas las escenas de la película y proyéctalas juntas
verticalmente. Estarás viendo en el mismo instante el pasado, el presente y el futuro. Pero todo
estará proyectándose ahora. Este ejemplo se aproxima un poco a como es la realidad, aunque su
complejiad es inconcebible para nuestra mente.
Este símbolo actúa especialmente en los Chakras 5º y 6º, potenciando su equilibro. También,
podemos utilizar el Hon-Sha-Ze-Sho-Nen para eliminarnos Karma. Y también se utiliza para
acceder a los Registros Akáshicos. Los Registros Akáshicos son como una especie de disco duro
espiritual donde se almacena toda la sabiduría adquirida a través de las distintas encarnaciones.
Visualizaremos el Hon-Sha-Ze-Sho-Nen con los colores blanco y violeta preferentemente.
Afinidad y símbolos
Una vez que llegas a cierto nivel en el camino del Reiki, donde te encuentras con un montón de
símbolos, diferentes versiones, diferentes utilidades y aplicaciones, se hace necesario dar algún tipo
de guía para poder utilizar correctamente esta información, al mismo tiempo que clarificarla.
Intentaré a través de mi vivencia personal dar un poco de luz a todos estos aspectos.
A medida que fui cursando los diferentes niveles de Reiki y practicando con los diferentes
símbolos, me di cuenta de que algunos me funcionaban mejor que otros. Que había símbolos que no
me decían nada en absoluto y que otros, en cambio, me salían solos si dejaba la mano muerta. Al
principio pensaba que algunos símbolos no me funcionaban, al activarlos no notaba ningún cambio
ni nada que me indicara que ese símbolo había funcionado. Sin embargo al ir avanzando por los
diferentes niveles mi sensibilidad fue aumentando y empecé a notar más sensaciones. Aun así,
algunos símbolos eran muy intensos y otros parecían no funcionar. Yo, lleno de fe, los utilizaba
igualmente si creía necesario hacerlo, siguiendo las indicaciones que me habían dado mis maestros.
Al cabo de unos años de experimentación con los diferentes símbolos, llegué a la conclusión de que
era una cuestión de afinidad. Afinidad en un sentido vibratorio, que tiene que ver con el momento
evolutivo en el que uno se encuentra, y también afinidad relacionada con vidas pasadas u orígenes
remotos.
Poco a poco empecé a notar una diferencia abismal entre algunos símbolos. No es que los símbolos
no funcionasen, al activarlos percibía un cambio en la energía que canalizaba. Pero en algunos
símbolos en especial el cambio era muy significativo. Y no sólo yo, sino que las personas que
recibían el tratamiento también lo notaban.
Finalmente encontré mi símbolo Maestro. Un símbolo especialmente afín con el cual poder meditar,
trabajar el autoreiki e incorporarlo a mi vibración. En mi caso este símbolo fue el Dai-Ko-Myo
Tibetano. Después de pasar dos años trabajando con él intensamente, llegó un punto en el que ya no
lo notaba como antes. Al principio me preocupé porque pensé que algo iba mal o que yo hacía
alguna cosa mal. Un buen día mis guías me enseñaron otro símbolo, lo noté con mucha intensidad
desde el principio y parecía mucho más potente que el Dai-Ko-Myo. A partir de ese momento
empecé a utilizar el nuevo símbolo maestro y el antiguo dejó de atraerme.
Es importante hacer un trabajo interno para descubrir nuestros símbolos más afines. El trabajo con
símbolos no es sólo una cuestión terapéutica, es decir, una herramienta que nos ayuda en las
terapias. Para mí, los símbolos son sobretodo herramientas de crecimiento. A través del
autotratamiento y sobre todo de la meditación con símbolos, podemos llegar a impregnarnos
verdaderamente de la vibración de cada símbolo y llevar a nuestras vidas la sanación de los
diferentes aspectos que trabaja cada símbolo.
A la hora de encontrar nuestro símbolo más afín, hay que desprenderse de la parte mental y las
ideas preconcebidas. No te dejes engañar por trampas de la mente como: “Este es el símbolo
original de Usui, seguro que es mejor que los otros” o “Me gusta más esta versión porque me la
transmitió aquel maestro de Reiki que me cae muy bien y con el que confío plenamente”, etc.
Prueba, medita y respira con cada símbolo con total sinceridad. La afinidad se manifestará por sí
sola y de forma muy evidente.
Hay que hacer un especial énfasis en el símbolo Maestro. Según lo que he ido experimentando,
siempre ha habido un símbolo con el cual he hecho un trabajo más intenso, sobretodo en mí.
Seguramente en alguna de las versiones del Dai-Koo-Myo encontrarás un símbolo afín que te
ayudará a ir mucho más allá.
Y por último, ten en cuenta que la afinidad a este símbolo puede cambiar. Una vez que hemos
hecho todo el trabajo que teníamos que hacer con un símbolo, este puede dejar de tener la misma
fuerza para nosotros, ya no lo sentiremos con la misma intensidad de antes. Después de esto
aparecerá otro símbolo con el que tendremos afinidad y el cual nos llevará un poco más allá que el
anterior. Te corresponde a ti probar, meditar y trabajar con la totalidad de símbolos que hayas
recibido. Averiguar cuáles te son más afines y te funcionan mejor. Todo esto te ayudará a conseguir
una auténtica maestría en Reiki.
También tenemos que tener en cuenta que, no nos enfrentaremos nunca con una curación
mental-emocional hasta que no estemos preparados para llevarla a cabo. Nuestros guías no
permitirán que se produzca una situación que no seamos capaces de afrontar. Por lo tanto, el día que
se te presente una curación de este tipo, tienes que saber que ya estás preparado para ello y ser
valiente para seguir adelante. Tus guías te ayudarán con lo que haga falta.
Utilizando las posiciones de las manos que aprendemos en el primer nivel de Reiki, haremos un
tratamiento utilizando los símbolos del segundo nivel. Empezaremos alisando el aura tal y como lo
hacíamos hasta ahora. Después trazaremos un Cho-Ku-Rei gigante que cubra todo el cuerpo del
paciente. A continuación empezaremos con las posiciones de las manos. En cada posición
introduciremos un Cho-Ku-Rei, seguido de un Sei-He-Ki y seguido de otro Cho-Ku-Rei.
Utilizaremos esta mecánica hasta haber acabado con todas las posiciones de las manos. Si durante la
sesión nos apetece estar más rato en un lugar o introducir algun símbolo en alguna parte del cuerpo,
etc. procederemos según nuestro criterio. Para terminar, alisaremos el aura y trazaremos otro Cho-
Ku-Rei gigante sobre el paciente para que la energía se quede allí concentrada y no se disperse o se
produzca algún tipo de fuga energética.
Es posible que durante el curso de un tratamiento de Reiki, el paciente, en un momento dado, reviva
alguna parte de su vida. Normalmente algún trauma o situación que se le ha quedado marcada. Si
nos encontramos en esta caso, dejaremos que la persona se desahogue y entretanto le enviaremos
Hon-Sha-Ze-Sho-Nen, Sei-He-Ki y Cho-Ku-Rei, dejando que la energía haga su trabajo. En ningún
caso interrumpiremos el tratamiento para abrazar o consolar a la persona, ya habrá tiempo para eso
al terminar la sesión. Nos tenemos que mantener tranquilos y relajados, y no implicarnos
emocionalmente con la persona. Por mucho que sufra, no es nuestro dolor, nosotros sólo somos
canales por donde pasa la Energía Universal que es la que realmente cura. Una buena manera de no
implicarnos, es mantenernos atentos a nuestra respiración, dejando que ésta se vuelva tranquila y
calmada.
Chakras y símbolos
Existen diferentes maneras de trabajar los chakras utilizando símbolos. En general, un símbolo lo
podemos utilizar encima de cualquier chakra si así lo sentimos. A nivel teórico podemos encontrar
diferentes ideas o métodos de trabajo. La primera es la afinidad vibracional de cada símbolo:
• Empezaremos situando las manos encima de un Chakra y haciéndole Reiki unos instantes.
• Después, con la mano derecha haremos un giro en el sentido contrario de las agujas del reloj
encima del Chakra. Repetiremos este movimiento unas cuantas veces, las que sintamos, y
seguidamente le introduciremos el Cho-Ku-Rei. También, para potenciar la curación
emocional le introduciremos el Sei-He-Ki. Y finalmente, introduciremos el Hon-Sha-Ze-
Sho-Nen, para potenciar el desbloqueo de estructuras mentales en la mente consciente, que
afectan o están en relación con ese Chakra. Al dibujar el símbolo encima del Chakra, lo
podemos acompañar con un gesto, de modo que parezca que estamos metiendo el símbolo
dentro del Chakra. Y a la vez podemos visualizar como ocurre esta operación. También
podemos dibujar los símbolos utilizando el color de cada Chakra.
• Una vez hayamos introducido los tres símbolos, pondremos las dos manos encima del
Chakra y le daremos Reiki el tiempo que creamos oportuno (mínimo 5 minutos).
• Una vez hecho esto, al igual que hicimos al principio, con la mano derecha haremos un
movimiento de giro, pero esta vez en el sentido de las agujas del reloj. Pondremos las manos
encima del Chakra unos instantes y pasaremos a hacer otro Chakra. Cuando hayamos
terminado haremos un Cho-Ku-Rei gigante encima de la persona y un alisado de aura.
Estos son algunos modelos de equilibrados, aplicaremos la metodología anterior junto con alguna
de estas disposiciones:
• Equilibrado según las relaciones. Haremos Reiki siguiendo el procedimiento que hemos
visto empezando por el 1er Chakra, después el 7º, 2º,5º,3º,6º y finalmente terminaremos en
el 4º.
• Equilibrado de centrar la energía. Igual que el anterior pero cambia un poco el orden.
Empezaremos por el 1º, después el 7º, 2º, 6º, 3º, 5º, y finalmente acabaremos en el 4º.
• Subir la energía. Empezaremos por el 1er Chakra e iremos subiendo hasta llegar al 7º.
• Bajar la energía. Empezaremos por el 7º Chakra e iremos bajando hasta llegar al 1º.