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La Blasfemia Contra el Espíritu Santo

¿En qué consiste la blasfemia contra el Espíritu Santo? ¿Cómo sabemos que alguien a
blasfemado contra el Espíritu Santo?

“Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la
blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna
palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el
Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.” Mateo 12:31-32

De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y
las blasfemias cualesquiera que sean; pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu
Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno. Marcos 3:28-29

La blasfemia contra el Espíritu Santo es un “pecado imperdonable.” Este pecado se comete


verbalmente, En mateo 12:34, nuestro Señor Jesús aclara ¡Generación de víboras!
¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón
habla la boca.

Parecería que este pecado es cometido por la palabra proferida por un corazón que
desprecia al Espíritu Santo, pero en realidad se blasfema contra el Espíritu Santo, cuando se
le atribuye a Satanás la obra y la manifestación del Espíritu Santo. Cuando usted estudia
todo el contexto de lo que expresa Mateo 12:22-37, podemos notar que aquí hay una
advertencia solemne a todos los hombres para que tengan cuidado en la manera que juzgan
la manifestación del Espíritu Santo.

“Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le
dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de
muerte, por el cual yo no digo que se pida” (1 Juan 5:16). Que quede claro que para poder
cometer el pecado de la blasfemia la persona tiene que tener un conocimiento claro del
movimiento y la manifestación del Espíritu Santo.

Este pecado lo comenten con frecuencia personas convertidas que habiendo experimentado
el poder del Espíritu Santo, luego le atribuyen la manifestación del Espíritu Santo a la obra
de Satanás. ¡Cuidado!, Mucho, ¡Cuidado!. Ahora, a menudo surge la pregunta; ¿Puede un
pecador cometer el pecado imperdonable de blasfemar contra el Espíritu Santo? Todo
depende del conocimiento que tenga acerca del Espíritu Santo. La mayoría de los pecadores
que no conocen la Palabra de Dios, tampoco conocen sobre la obra y la manifestación del
Espíritu Santo, por lo tanto ellos no pueden cometer dicho pecado de blasfemar contra el
Espíritu Santo.

Por otro lado, tenemos a otro grupo de pecadores que si tienen mucho conocimiento de la
Palabra de Dios. Estos son los que tienen familiares, padres y hermanos cristianos. Aunque
nunca se han convertido a Cristo han recibido estudios bíblicos, han sido testigos en
muchas ocasiones del poder de Dios, hasta han asistido con frecuencia a la iglesia. Ellos si
pueden cometer el pecado imperdonable si le atribuyen la manifestación y la obra del
Espíritu Santo a la obra de Satanás. Es por esto, que Jesús le dice tanto a los saduceos como
a los fariseos tengan cuidado de atribuirle la obra y manifestación de Dios a Satanás
(Beelzebú príncipe de los demonios).

“Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú,
príncipe de los demonios.” Mateo 12:24, y Marcos 3:22-23; “Pero los escribas que
habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los
demonios echaba fuera los demonios. “Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas:
¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?”

El Apóstol Pablo antes de su conversión a Jesucristo nos dice que él era un blasfemo, pero
no cometió el pecado imperdonable, porque él blasfemó con ignorancia e incredulidad.

1ra de Timoteo 1:16 “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor,
porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo yo sido antes blasfemo,
perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia,
en incredulidad.”

Otros pecados que se pueden cometer contra el Espíritu Santo,


RECHAZANDO AL ESPÍRITU SANTO

Hechos 7:51 “Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así
también vosotros.”. Este es el pecado de rechazo y es cometido por el pecador cuando el
Espíritu Santo trata con él. Cuando esto sucede, ya no hay esperanza de salvación para él.
El Espíritu de Dios no contenderá con el hombre para siempre (Génesis 6:3).

La historia del pueblo de Israel nos enseña que en repetidas veces el pueblo rechazó y se
negó a obedecer a su Dios y a su Palabra revelada. En vez de someterse al Espíritu de Dios,
lo rechazaron, y sus corazones se volvieron a los caminos y costumbres de las naciones
impías alrededor de ellos. También mataron a los profetas que los llamaron al
arrepentimiento. Eso es lo que significa rechazar al Espíritu Santo. Nosotros como la iglesia
de Jesucristo bajo el nuevo pacto (Israel espiritual) tenemos que tener cuidado de no
cometer el mismo error de Israel bajo el antiguo pacto. Cuando los creyentes de la iglesia
de Jesucristo se alejan de Él y de Su Palabra, y ya no quieren escuchar Su Voz, es ahí
cuando se está rechazando al Espíritu Santo.

DESPRECIANDO AL ESPÍRITU SANTO

Hebreos 10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de
Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere
afrenta al Espíritu de gracia?

Hebreos capitulo 10, aclara que este pecado es cometido por el descarriado. El siente
desprecio por lo que Dios ha hecho por él. Este pecado se puede ilustrar con el de Esaú.
Despreció su primogenitura y por lo tanto no halló lugar de arrepentimiento (Hebreos
12:17).

El descarriado que ha cometido este pecado nunca podrá ser restaurado. Seguir pecando
deliberadamente después de recibir el conocimiento de la verdad, es despreciar la sangre,
vida y muerte de nuestro Señor Jesucristo.

AFLIGIENDO AL ESPÍRITU SANTO

Efesios 4:30 “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuiste sellados para
el día de la redención.”

El Afligir al Espíritu Santo se relaciona con la vida de santidad. El Espíritu Santo es


fácilmente afligido con cualquier vivir mundano y negligente. Cuando se aflige al Espíritu
Santo, se le entristece o se le apena. Los creyentes hacen que el Espíritu Santo se
entristezca o sufra cuando hacen caso omiso de su presencia, voz y dirección. El entristecer
al Espíritu lleva a resistir al Espíritu que a su vez, lleva a apagar el fuego del Espíritu y
finalmente a insultar al Espíritu de gracia. Esta última acción puede identificarse con la
blasfemia contra el Espíritu, para lo cual no hay perdón.

APAGANDO AL ESPÍRITU SANTO

1 Tesalonicenses 5:19 “No apaguéis el Espíritu.”

Esto de apagar al Espíritu Santo se relaciona con la acción de los dones del Espíritu, con el
ministerio y el servicio. “Apagar” significa extinguir el fuego. Esto se hace al no permitir
que el Espíritu Santo haga su voluntad en el ministerio, en el testimonio, y en los dones del
Espíritu.

Pablo compara el apagar al Espíritu con el desprecio y el rechazo de las manifestaciones


sobrenaturales del Espíritu Santo tales como la profecía. Reprimer y rechazar los dones del
espirituales dará como resultado la pérdida de toda manifestación del Espíritu entre los
creyentes.

MINTIENDO AL ESPÍRITU SANTO

Hechos 5:3 “¿Por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo?

Mentir al Espíritu Santo se relaciona con la consagración y la sumisión. Es fingir una


consagración que nosotros sabemos que no se está haciendo. Este pecado de fingir
consagración y santidad se está practicando mucho entre los creyentes de nuestra época
moderna.

Gálatas 6:7 dice: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el
hombre sembrare, eso también segará.”
Ananías murió no porque se quedara con parte del precio de la heredad que vendió, sino
porque dijo que lo había traído todo, mientras que se había quedado con parte del dinero. Se
dice que esto también tienta al Espíritu Santo (Hechos 5:9). La muerte de Ananías y Safira
tuvo la intensión de dar un ejemplo de la actitud de Dios hacia cualquier corazón engañoso
entre los que dicen haber nacido de nuevo y ser creyentes llenos del Espíritu Santo. Como
pueden ver además del pecado de la Blasfemia, hay otros pecados que se cometen contra el
Espíritu Santo.

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