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Caso de Estudio: Comercio de Sri Lanka

Ilustración de la aplicación de las teorías del comercio a las políticas del Gobierno de
Sri Lanka

Sri Lanka, nombre que significa "tierra resplandeciente", es un país isleño de más de
16 millones de habitantes ubicado frente a la costa sureste de la India. Situada un poco por
encima del ecuador, la isla mide 435 kilómetros de largo por 225 de ancho en su punto
más amplio (véase mapa 1). Su clima es tropical cálido con dos periodos monzónicos,
aunque la región montañosa central es tan fría que alcanza temperaturas bajo cero.
Conocida como Ceilán desde principios del siglo XVI hasta 1972, Sri Lanka es
representativa en más de un sentido de la mayoría de los países en desarrollo. Sus ingresos
per cápita son bajos (de alrededor de 600 dólares anuales), depende en alto grado de unas
cuantas materias primas para la captación de ingresos en divisas, pero los que obtiene son
insuficientes para la compra de todas las importaciones de consumo e industriales
deseables; además, padece una elevada tasa de desempleo. En muchos otros aspectos, Sri
Lanka se distingue de los países en desarrollo. Sobre la base de diversas medidas
comparativas de la calidad de vida que impera en el mundo, ocupa lugares notoriamente
altos. Su índice de alfabetización, del 87 por ciento, es uno de los más elevados de Asia,
mientras que sus niveles de nutrición, atención a la salud y distribución del ingreso se
cuentan entre los más elevados del Tercer Mundo. La esperanza de vida de los varones es
de 68 años y la de las mujeres de 73, tasas entre las más altas del mundo en vías de
desarrollo; su reciente tasa de crecimiento demográfico, del 1.2 por ciento anual, es una de
las más bajas.
Aunque apenas en 1948 obtuvo su independencia de Inglaterra, su comercio
internacional se remonta a fechas muy antiguas. A mediados del siglo III
A.C.,"mercaderes jónicos" ocupaban secciones especiales de su capital. El Rey Salomón
envió sus galeras a Sri Lanka para la compra de piedras preciosas, elefantes y pavo reales
para seducir a la reina de Saba. Simbad y Marco Polo atracaron ahí. Sri Lanka envió
embajadores ante el César Claudio durante el Imperio Romano y más tarde estableció
lazos comerciales con China. Una tras otra, todas las potencias europeas dominaron la isla
con el propósito de adquirir productos de los que carecían en su territorio. Los
portugueses, por ejemplo, persiguieron ahí productos como canela, clavo y cardamomo,
mientras que los ingleses contribuyeron al desarrollo de la economía de la isla con la
explotación de té, caucho y copra, los que sustituyeron al arroz como principales cultivos
agrícolas.

Mapa 1. Sri Lanka La nación isleña de Sri Lanka se sitúa frente a la costa sudorienta! de la
India.

A partir de su independencia, Sri Lanka ha concebido su política comercial


internacional como medio para la resolución de problemas como I) escasez de divisas, 2)
excesiva dependencia de un producto o mercado y 3) insuficiente crecimiento de la
producción y el empleo. Las divisas son indispensables para la compra de importaciones.
Los adelantos conseguidos en las comunicaciones y el transporte internacional han
contribuido a elevar las expectativas económicas de los habitantes de Sri Lanka, lo que a
su vez se ha traducido en un deseo de productos extranjeros o de maquinaria extranjera
para fabricarlos. Este deseo ha crecido más rápidamente que los ingresos de divisas.
A Sri Lanka le ha preocupado también su excesiva dependencia de un solo producto
y mercado de exportación. Hasta 1975, más de la mitad de los ingresos de exportación del
país provenían del té. Esto lo hacia vulnerable en dos sentidos. En primer término, la
demanda mundial de té no se ha incrementado tan aceleradamente como la de muchos otros
productos, particularmente los manufacturados. En consecuencia, la viabilidad del té como
medio de fomento del crecimiento económico, el empleo y el ingreso de divisas ha
resultado inferior a la de otros productos. En segundo término, los precios del té pueden
fluctuar de manera importante a causa de cosechas abundantes o desastres naturales en
cualquier país exportador de té. Su precio de mayoreo, en efecto, ha llegado a variar en
hasta un 90 por ciento de un año a otro. Esto dificulta enormemente la planeación de
proyectos empresariales o gubernamentales de largo plazo. Puesto que Sri Lanka fue
colonia inglesa, a muchos de sus habitantes les inquieta también el riesgo de que el país no
sea en efecto independiente en lo político y económico en tanto su comercio se siga
centrando en forma casi exclusiva en el mercado inglés. Al momento de su independencia,
por ejemplo, la tercera parte de las exportaciones de Sri Lanka se destinaba a Inglaterra.
Así, el país era vulnerable a las demandas políticas y vuelcos económicos ingleses.
A causa de estos variados aunque interrelacionados problemas, Sri Lanka ha
intentado reducir su dependencia de sus tradicionales productos y mercados de exportación
y realizar modificaciones en su comercio exterior a fin de obtener divisas suficientes para
solventar sus necesidades de importación. A pesar de que estos intentos se iniciaron desde
el momento mismo en que la isla consiguió su independencia, a partir de 1960 ésta ha
aplicado tres políticas comerciales, las cuales son un reflejo tanto de la diversidad de
opiniones de los líderes políticos locales como de los cambios ocurridos en las condiciones
del país. Se trata de las siguientes:
 1960-1977 sustitución de importaciones (producción local de bienes y
servicios que de otra forma tendrían que importarse)
 1977-1988 política comercial estratégica (promoción gubernamental del
fomento de industrias (específicas con potencial de exportación) junto con
sustitución de importaciones.
 1988 a la fecha política comercial estratégica junto con apertura a las
importaciones.

Durante el periodo 1960-1977, Sri Lanka se propuso incrementar la exportación de


sus materias primas tradicionales —té, caucho y copra— y diversificar su producción
mediante la restricción de importaciones a fin de alentar la producción local, lo que le
permitiría ahorrar divisas. De 1977 a 1988 el país persistió en la sustancial restricción de las
importaciones, pero optó al mismo tiempo por la creación de nuevas industrias capaces de
exportar parte de su producción y de obtener por lo tanto más divisas. A partir de 1988 Sri
Lanka ha reducido considerablemente las restricciones a las importaciones y mantenido su
interés en la adopción de un activo papel en la propagación de sus exportaciones. A lo largo
de estos tres periodos comerciales, la isla ha conseguido depender menos del mercado del
té y de la realización de ventas en un solo mercado.
Una vez que, en 1977, el gobierno de Sri Lanka tomó la decisión de fomentar la
exportación de productos no tradicionales, asumió un papel más activo en la determinación
de cuáles debían ser esos productos y cómo conseguir que las compañías locales los
generaran con la mente puesta en mercados extranjeros. La división de fomento de
exportaciones del Ministerio de Industria intervino en la creación de una metodología para
la identificación de los productos que convenía producir y promover.
Un medio evidente para la selección de grupos de productos fue identificar aquellos
productos no tradicionales ya anteriormente exportados en pequeñas cantidades, dado que
tal factibilidad de exportación indicaba la existencia de potencial de crecimiento. La
división de fomento de exportaciones indagó asimismo sobre otros productos que pudieran
ofrecerle al país una ventaja potencial en la competencia en el exterior. De este modo, se
identificó primeramente a productos que implicaran el uso de mano de obra semicalificada
y calificada, en razón de los bajos costos laborales del país, el alto nivel educativo de su
mano de obra y las altas tasas de desempleo y subempleo. Ese grupo de productos se
depuró con el fin de que sólo incluyera aquellos para cuya elaboración y empacamiento se
dispusiera de materias primas propias. Esto se consideró como importante indicador
competitivo, ya que resultaría muy costoso importar materiales para luego procesarlos y
después reexportarlos. A final de cuentas, se examinaron los mercados que ofrecían a Sri
Lanka las mejores oportunidades de ventas. Este estudio se basó en un análisis de la
demanda de dos modelos de mercado: aquellos en los que el país ya disponía de
concesiones comerciales especiales —en los que experimentaría mínimas barreras
comerciales— y los más cercanos en términos geográficos, a los que se pudiera atender con
costos de transporte mínimos.
De este proceso surgieron diecisiete productos, que fueron clasificados en orden de
importancia de acuerdo con su potencial de exportación y beneficios esperados para el país.
Los principales fueron los siguientes:

 Té procesado (en bolsitas e instantáneo)


 Prendas de vestir (camisas, pijamas y vestidos)
 Derivados químicos del aceite de coco.
 Grasas comestibles
 Llantas y cámaras para bicicletas.
 Otros productos del caucho, como llantas y cámaras para
automóviles

Entre los artículos adicionales estaban calzado de lona, jugo de granadilla, pina
enlatada, vajillas, mariscos (langostas y camarones), artesanías y piedras preciosas.
La identificación de las industrias competitivas con mayores probabilidades alentó a
los empresarios a considerar inversiones en nuevas áreas. Además, el gobierno estableció
zonas de desarrollo industrial. Las compañías que se instalaran en ellas para efectos de
exportación de su producción se hacían acreedoras a exenciones fiscales durante 10 años y
a concesiones fiscales por otros 15, dependiendo de la magnitud de su inversión y de su
número de empleados. Asimismo, podían diferir el pago de impuestos sobre bienes y
componentes importados hasta una vez realizada la venta en el interior de los productos
resultantes. Si éstos se exportaban, se anulaban los impuestos de importación.
Los primeros productores en aprovechar estos incentivos fueron las compañías
textiles y de calzado con acceso especial a los mercados estadounidense y europeo. A partir
de entonces la base empresarial se ha vuelto más diversa y cuenta ya con compañías
fabricantes de películas fotográficas y alfombras de cloruro de polivinilo (polyvinyl
chloride, PVC por sus siglas en inglés) y con empresas especializadas en la inserción de
información en bancos de datos computarizados.
A partir de 1988, Sri Lanka ha persistido en el fomento de industrias con potencial
de exportación mediante, por ejemplo, el otorgamiento de incentivos fiscales y de inversión
a las industrias de la cerámica y de la ingeniería de iluminación, a compañías
desarrolladoras de software y a las empresas que emplean en exclusividad materias primas
locales. También ha alentado la exportación de servicios, en particular los ingresos de sus
trabajadores en el exterior y de los turistas extranjeros que visitan el país. Por ejemplo,
varios cientos de miles de nacionales de Sri Lanka trabajan en el extranjero y remiten parte
de sus ganancias a sus respectivas familias. El gobierno ha estimulado el turismo
extranjero. En 1993 anunció el incremento de habitaciones hoteleras en 40 por ciento, con
la puesta en marcha de 60 proyectos. Para alentar la ocupación de las nuevas habitaciones,
en 1996 legalizó casinos y centros de apuestas (exclusivos para extranjeros). Ese mismo
año autorizó a un consorcio inglés-chino la creación, del puerto De Galle, con el que les
ahorra a las compañías navieras internacionales alrededor de ocho horas de trayecto, puesto
que ya no tendrán que desviarse hacia Colombo, por haberse planeado como importante
centro de transbordo. La diferencia entre el periodo iniciado en 1988 y el anterior es la
mayor apertura de los mercados para determinar las posibilidades competitivas de las
compañías. El resultado de ello ha sido que muchas compañías e industrias que comenzaron
a operar cuando privaba la protección de la producción local ya han desaparecido. Sin
embargo, la apertura de la economía le ha permitido a Sri Lanka la obtención de mayores
facilidades para la importación de materiales, como caucho en bruto, a fin de que
compañías locales les agreguen valor mediante su procesamiento.
La Organización Mundial de Comercio elogió en 1995 las reformas comerciales de
Sri Lanka para la apertura de sus mercados. Además, el PIB real del país creció en 5 por
ciento anual durante el periodo 1990-1994, a pesar del estallido de una guerra civil y de la
consecuente necesidad de cuantiosos gastos militares.
Se han cumplido muchos de los objetivos de establecimiento de nuevas industrias de
exportación. La manufactura ha incrementado su presencia en las exportaciones totales, en
tanto que la del té se ha reducido en más de la mitad. En 1996 las prendas de vestir
representaron alrededor de la mitad de las exportaciones totales. A pesar de seguir siendo
una de las exportaciones más importantes, el té adopta cada vez más modalidades de valor
agregado, como el té instantáneo y en bolsitas, las cuales contribuyen a la generación de
empleos y no están sujetas a fluctuaciones de precios tan violentas como las del té en bruto.
Además, los mercados de exportación de Sri Lanka se hallan ahora más dispersos, ya que
países como Estados Unidos, Arabia Saudita, Alemania y la India han cobrado importancia
a este respecto. No obstante, la isla sigue siendo vulnerable a las condiciones económicas y
políticas imperantes en el exterior. La imposición por la Organización de las Naciones
Unidas de sanciones comerciales a Irak tras la invasión de Kuwait en 1991 significó para
Sri Lanka no sólo la pérdida del mercado iraquí, el cual absorbía 24 por ciento de sus
exportaciones de té, sino también el retorno del Medio Oriente de unos 100,000
trabajadores.
Las políticas comerciales de Sri Lanka han evolucionado en respuesta a diferentes
objetivos y condiciones, tanto internas como externas. No cabe duda de que seguirán
evolucionando en el futuro.

Daniels, John y Radebaugh, Lee. (2000). Negocios Internacionales. Massachussets, USA:


Prentice Hall. pp 190-193

Compilación con Fines Académicos y se respetan los Derechos de Autor

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