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LAS CONSECUENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

1. LITERATURA ABORIGEN

Antiguas tradiciones orales, durante la etapa prehispánica floreció en el


territorio del actual Ecuador, una poesía indígena de la mano de amautas
-sabios o filósofos indígenas- y árameos -bardos nativos-, que entonaban
versos al compás del yaraví

El Atahualpa huañui
Se ha establecido que la obra más notable de tradición quichua, dentro de lo
que sería Rucu cuscungu un género lírico, es el Jatum pacaipi Atahualpa
huañui (Rucu cuscungo), o «Elegía a la Huañui Huacaihuan muerte de
Atahualpa», del que Huacacurcamí; En el gran viejo huabo se cree autor a
Jacinto El cárabo viejo Collahuazo un cacique de Con llanto de sangre
Alangasí, pueblo cercano a Quito.

En el siglo XVIII, en la obra histórica de Juan de Velasco se registran varias


ideas acerca de la vida cultural de lo que él llamó «Reino de Quito», anexado al
imperio inca tras duras luchas. Los indígenas celebraban numerosas fiestas
cargadas de intenso espíritu ritual, que incluían la música, los bailes, las
gesticulaciones y el canto. Las celebraciones guardaban relación con el Sol y la
Luna , el maíz, los difuntos, las hazañas y las proezas de los antepasados de
las comunidades.
CONSECUENCIAS:
En términos culturales podemos hablar de una negación de las costumbres
indígenas consideradas como rasgos de barbarie que inevitablemente
llevaron a la esclavización de estas poblaciones como sucedió en otras
regiones del continente.

1. Con la llegada de los españoles se produjo el sincretismo que ha dado


origen a la cultura del actual Ecuador: las expresiones culturales aborígenes
se cubrieron de las formas europeas.

2. Con el mestizaje desapareció la religión aborigen, pero elementos como


la concepción del tiempo, ciertas formas idiomáticas, tradiciones culinarias,
etc., se conservan, dando evidencia de la importancia de su presencia.

Aunque hay muchas mas, creo que estas son las principales cuando se
produjo la interacción entre estos dos mundos y formas de pensamiento tan
diferentes..... Sin embargo tengo que aclararte que soy Colombiano y no
puedo darte una visión mas amplia de las repercusiones políticas,
económicas, sociales y culturales que trajo este choque y que posiblemente
a construido la sociedad ecuatoriana en la actualidad.
2. LITERATURA COLONIAL

Inicios de la Colonia
La literatura en los inicios de la Colonia A partir de 1594, con la fundación del
Colegio Seminario de San Luis, confiado a los jesuitas, Quito paso a
convertirse en una ciudad universitaria: en 1606 se fundó la universidad de San
Gregorio de Quito, y en 1688, la de Santo Tomás; en ella se enseñaba
latinidad, teología moral, teología escolástica, filosofía.

El esplendor del barroco


La poesía del jesuita Juan Bautista Aguirre (1725- 1786) cima de la lírica
barroca americana, constituye un hito decisivo en este proceso. De un
culteranismo moderado, con gran capacidad para, dentro de un espíritu festivo,
incidir en lo burlesco y lo satírico, su poética también incluye composiciones de
tono épico y filosófico.

Literatura y paisaje
Breve diseño de las ciudades de Guayaquil y Quito, en las que Aguirre dedica
una serie de exagerados elogios al puerto e Guayaquil y críticas burlescas a la
ciudad de Quito. Este poema puede ser entendido como el arranque de una
búsqueda en la cual la poesía escrita en tierras americanas empieza a incluir
elementos del paisaje nativo como parte de una necesidad de afirmación de la
pertenencia a un territorio geográfica y culturalmente determinado.

Espejo las letras a finales de la colonia


El desarrollo e las ideas se vio impulsado por la llegada de la imprenta en 1754,
hecho que propició la aparición de los periódicos en los que se juntaron las
ideas y las letras. el mas notable acontecimiento de esta etapa fue la a parición
de Primicias de la Cultura de Quito- dirigido por Francisco Eugenio de Santa
Cruz y Espejo (1747-1795). Desempeño el magisterio de una literatura política
que combinaba múltiples facetas: la de filósofo, economista, sociólogo médico
crítico literario, periodista y panfletario, siempre bajo una óptica de ardiente
luchador social.

CONSECUENCIAS:
La pirámide social de las colonias ibéricas era bastante fija, y estaba basada
en una clara distribución desigual de la riqueza, el trabajo y la raza. En la
cima de la pirámide, con el mayor poder político y económico, estaban los
españoles venidos de Europa. Junto a ellos, pero con menor influencia
política, estaban los criollos: americanos de "pura sangre" española que
generalmente eran latifundistas y tenían pleno acceso a la educación. En el
estrato medio, casi siempre artesanos o pequeños propietarios de tierras,
estaban los mestizos: estos eran una mezcla de indígena y español. En
escala descendiente había un gran número de otras "castas" o mezclas
raciales: mulatos (negro y español), zambos (negro e indígena), etc. Por fin,
en la base de la pirámide y destinados a los trabajos más duros en las minas
y la agricultura, estaban los indígenas y los esclavos africanos.
adinerado: con mucho dinero Estas estructuras políticas y sociales también
se expresaban en el desarrollo urbanístico. Las ciudades se organizaban
alrededor de una plaza mayor central, donde se hacía el mercado semanal,
y donde se encontraba el palacio de gobierno y la iglesia principal o
catedral. Cerca de la plaza vivían las personalidades más influyentes –
autoridades, familias adineradas de españoles o de criollos–, y estaban los
conventos y las universidades. En la periferia vivían los ciudadanos de
menor categoría: mestizos, mulatos, indígenas. Así, las ciudades reflejaban
la estratificación de la colonia, basada en la “pureza” de sangre española, y
con muy pocas posibilidades para ascender en la escala social. Pero esta
estructura expresa también el continuo contacto entre clases y grupos
diferentes en la plaza mayor, para el mercado, las Audiencias, y las
festividades religiosas que, además del contacto sexual entre las distintas
castas, creó el sincretismo cultural y racial que hoy caracteriza a América
Latina.

3. LITERATURA REVOLUCIONARIA

La lírica de Olmedo y la Independencia


José Joaquín Olmedo (1780-1847) fue la figura principal de las letras en la
época de la independencia; La victoria de Junín: Canto a Bolívar 1826, su texto
mas famoso, celebra las batallas del Libertador. A los valores intrínsicamente
literarios del poema debe añadirse otro e carácter distinto: el relato de la
victoria de las tropas independentistas sobre un ejercito español en principio
muy superior, lo que despertó el entusiasmo de los lectores de aquel tiempo. El
poema, construido mediante recursos clásicos, hace de Bolívar el máximo
exponente de la cultura hispanoamericana.

"El trueno horrendo que el fragor revienta


Y sordo retumbando se dilata
Por la inflamada esfera,
al Dios anuncia que en cielo impera
Y el rayo que en Junín rompe y ahuyenta
La hispana muchedumbre
Que, más feroz que nunca, amenazaba,
A sangre y fuego, eterna servidumbre,
Y el canto de victoria
Que el eco mil discurre, ensordeciendo
El hondo valle y enriscada cumbre,
Proclama a Bolívar en la tierra
Arbitro de la paz y de la guerra."

La Emancipada, primera novela ecuatoriana


La publicación de la novela La emancipada , de Miguel Riofrío ( 1822-1879) La
emancipada relata la vida de una mujer, Rosaura, que renuncia a la condición
de esposa sometida por el marido, con l propósito de llevar una vida mas libre y
mas humana. Para lograrlo tiene que llevar una existencia marginal, lo que le
aproxima a la cultura aborigen, convirtiéndose, de ese modo en una defensora
de la tradición indígena autóctona en la joven República del Ecuador.
Una voz femenina
Dolores Veintimilla de Galindo 1829-1857, que afirmó una perspectiva
femenina en el contexto masculinista del mundo literario de la época. De la
corta obra de Veintimilla se citan preferentemente dos poemas ¡Quejas¡ y a mis
enemigos, precursores de un tono femenino plasmado en el lamento, en el
reclamo y en la confidencia siempre de intensa emotividad lírica.

"Y amarle pude al sol de la existencia


Se abrió apenas soñadora el alma
Perdió mi pobre corazón la calma
Desde el fatal instante en que le halle"

Juan León Mera


Juan León Mera 1832-1834 es conocido sobre todo por su novela Cumandá o
un drama entre salvajes 1879, en la que al estilo de Atala y René, obras del
escritor francés Francois René de Chateuabriand se describe el amor imposible
de dos jóvenes en las florestas vírgenes del Ecuador. En el marco exótico por
el que discurre el relato, el autor muestra a los pueblos indígenas orientales
como bárbaros y salvajes.

CONSECUENCIAS:
El sistema colonial impuesto por el rey de España originó tensiones que se tradujeron en
disturbios contra los impuestos, o contra ciertos obstáculos comerciales (alcabalas:
1592-93; estancos: 1765).
A comienzos del siglo XIX las insurrecciones acogieron las prédicas de Eugenio Espejo
de la década anterior. Los primeros movimientos empezaron en 1809 con la rebelión de
los criollos contra el gobierno español de naturaleza napoleónica. Los sublevados
formaron una Junta de Gobierno provisional el 10 de agosto de 1809 en Quito, pero los
participantes fueron vencidos por tropas enviadas desde el Virreinato del Perú y el
Virreinato de Nueva Granada. En esa fecha los sublevados no propugnaban la
independencia, sino cambiar las autoridades "afrancesadas" en Quito, manteniendo
fidelidad al cautivo rey Fernando VII. Como indica el acta, el presidente de esta Junta
"Prestará juramento solemne de obediencia y fidelidad al Rey...Sostendrá la pureza de
la religión, los derechos del Rey, y los de la patria y hará guerra mortal a todos sus
enemigos, principalmente franceses".[1] En Ecuador se conoce este suceso como el
Primer Grito de Independencia Hispanoamericana. Muchos de los comprometidos
perecieron durante la matanza del 2 de agosto de 1810. Una segunda Junta duró algo
más, pero sucesivos fracasos militares la desintegraron en 1812.
Los movimientos independentistas iniciaron el 9 de octubre de 1820 donde criollos e
individuos de la guarnición de Guayaquil dirigidos por José Joaquín de Olmedo se
rebelaron y expulsaron a las autoridades fieles al rey, creando una nueva nación llamada
Provincia Libre de Guayaquil. La junta revolucionaria que se formó en seguida pidió
ayuda a Simón Bolívar, quien envió a Antonio José de Sucre y algunos centenares de
soldados; la campaña sobre la Sierra avanzó trabajosamente hasta que Sucre se impuso
en la batalla de Pichincha, librada sobre las estribaciones de este volcán, hacia la parte
occidental de Quito, el 24 de mayo de 1822, fecha que es reconocida por los
ecuatorianos como la de su independencia de España. Poco después la antigua
Audiencia se unió a la Gran Colombia, dirigida por Bolívar, al cabo de un tiempo
también Guayaquil, pero cuando fracasó el vasto proyecto del Libertador un grupo de
notables reunido en Quito decidió organizar el nuevo país como Estado independiente
(13 de mayo de 1830) y entregó el poder al general venezolano Juan José Flores.

4. LITERATURA REPUBLICANA

Juan Montalvo
Juan Montalvo 1832 1889 da cuenta de otra faceta asumida por los escritores
de la época: en el se dio una tensión entre lo romántico y lo clásico, y entre lo
ensayístico y lo panfletario. Convertido actualmente en un símbolo nacional,
Montalvo combatió a la aristocracia terrateniente.

Veintimilla entre la biografía y la novela finales del siglo XIX llama la atención el
libro Páginas del Ecuador 1890 escrito por Marieta de Veintimilla, 1858-1907,
un relato autobiográfico y polémico considerado hasta cierto punto como
novelesco. Sobrina del dictador Ignacio de Veintimilla, la autora de este
volumen luchó como un soldado cualquiera en el bando de su tío durante la
guerra civil que concluyó con el derrocamiento del dictador.

Cuatro Poetas Trágicos

Cuatro poetas trágicos irrumpen con sus cantos donde se huele la huella
dolorosa de Baudelaire y Verlaine. Los cuatro terminarían con su vida por su
propia mano, razón por la que fueron bautizados por un escritor ecuatoriano,
Raúl Andrade, como la Generación Perdida o Decapitada. Magníficos poetas,
sus obras son perlas de tristeza, exactas, puras, de donde no emerge nada que
no sea melancolía. Sus nombres: Medardo Ángel Silva, Humberto Fierro,
Ernesto Noboa y Caamaño, y Arturo Borja.

El Alma en los Labios


Para mi amada

"Cuando de nuestro amor la llama apasionada


dentro tu pecho amante contemples extinguida,
ya que sólo por tí la vida me es amada,
el día en que me faltes me arrancaré la vida.

Porque mi pensamiento, lleno de este cariño


que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo,
Lejos de tus pupilas es triste como un niño
que se duerme soñando en tu acento de arrullo.

Para envolverte en besos quisiera ser el viento


y quisiera ser todo lo que tu mano toca;
ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento,
y así poder estar más cerca de tu boca.

Vivo de tu palabra, y eternamente espero


llamarte mía, como quien espera un tesoro.
lejos de tí comprendo lo mucho que te quiero
y, besando tus cartas, ingenuamente lloro.

Perdona que no tenga palabras con que pueda


decirte la inefable pasión que me devora;
para expresar mi amor solamente me queda
rasgarme el pecho, amada, y en tus manos de seda
dejar mi palpitante corazón que te adora!"

El Paisajismo, de Luis A. Martinez


El liberalismo asume el poder en 1895 y allí mismo aparece la novela de ese
movimiento: A la costa, de Luis A. Martínez (1906). Donde se cuenta el drama
de un hombre que migra por una nueva forma de vida hacia la parte mas
productiva del ecuador la costa, siguiendo con las divisiones historicas de las
dos regiones.

Los cuentistas
La generación de los 30 Alfredo Pareja, Enrique Gil, José De la Cuadra,
Demetrio Aguilera, Joaquín Gallegos, Pablo Palacio y Jorge Icaza se fortaleció
dentro de un proceso y una coyuntura social específica, porque todo hecho
artístico recibe de su contexto social la savia que lo nutre. Enrique Gil Gilbert,
escribe su mejor obra en 1940, Nuestro pan, que recibe el segundo premio en
el concurso que ganó El mundo es ancho y ajeno, de Ciro Alegría. Demetrio
Aguilera Malta es el alter ego del cholo de la Costa y en sus novelas Don Goyo
y La isla virgen, sus cualidades sociológicas son impresionantes. José De la
Cuadra fue quizás el mejor escritor de cuentos de su época, tanto en Ecuador
como en América Latina. Sagaz, lúcido, de un poder de síntesis altísimo, el
realismo mágico nace de su pluma con Los Sangurimas, novela corta que se
adelanta con varios años a Cien años de soledad.

Los dos realismos


Nos encontramos en los años cincuenta, hasta cierto punto estériles y de una
calma bonachona, década, empero, que se abre con una gran novela: El éxodo
de Yangana de Ángel Felicísimo Rojas, uno de los textos literarios más
novedosos, atrayentes, denunciativos y bellos de la historia literaria
ecuatoriana. Todavía la bronca literaria se da entre los dos realismos. En el uno
supervive Jorge Icaza, creador de la novela que mayor fama ha tenido en el
Ecuador y en el mundo entero -Huasipungo, algunos cuentos de Gallegos Lara,
Pedro Jorge Vera, Alfredo Pareja, Adalberto Ortiz, con su deslumbrante novela
Juyungo -\"historia de un negro, una isla y otros negros\", y en el otro, en el
realismo sicológico, empiezan a aparecer muchos escritores que en la
actualidad tienen ya una obra de consideración: César Dávila, Rafael Díaz
Icaza, Jorge Enrique Adoum, etc.

Nueva ideas de la ciudad la necesidad de sentir la ciudad, de redescubrir y


amarla, de ahondar en nuestras raíces históricas, de dónde venimos, a dónde
vamos, era otro síntoma de nuestra literatura joven. Veremos a Iván Egüez (La
Linares - Pájara la memoria) fantaseando irónicamente en sus conventos y
cúpulas, dándole al personaje cotidiano un carácter épico, atacando el
lenguaje, llenándolo de aliento, volviendo a crearlo, encarnándolo; a Abdón
Ubidia (Ciudad de invierno) en uno de sus cuentos, rastreando la ciudad,
acometiéndola, buscándola desde diferentes aristas, tratando de provocarla, de
quitarle sus velos, de explicarla y por su medio explicarse, pensando quizá en
que es su clima delicado el que nos tiene melancólicos, o que es su
arquitectura la que nos brinda los chispazos barrocos de nuestro lenguaje.
CONSECUENCIAS:
En el inicio del Ecuador, existía un predomino del regionalismo con la consolidación
del latifundio, sectores artesanos y comerciantes; en las regiones se divergen las
relaciones entre sí a partir de las batallas de la independencia.
La independencia fue para el Ecuador un gran cambio político, sin embargo
subsistieron después de ésta características que se mantuvieron a lo largo de la Época
Republicana del Ecuador, así como: el racismo, la exclusión de la mujer en la política y
el poder político e ideológico de la Iglesia que intervenía en el Estado.
El Ecuador se desarrollo en una perspectiva latifundista donde la mayoría de la
población era campesina ligada a la hacienda.
Para ese entonces existía una cierta inestabilidad administrativa que poco a poco se iría
reemplazando por la autoridad terrateniente
Durante el establecimiento del País, el pueblo quedó fuera de una igualdad cultural y
política, quedando estratificado por la Iglesia Católica que ejercía su poder como única
con derecho para hacerlo y para existir en el nuevo país.
La Nueva República, nace de la explotación económica, social y étnica del indígena;
mas las permutaciones de la democracia fueron de gran importancia; en cuanto el
Ecuador no ha establecido su diversidad social en un mismo plano.
Es por ello, que ha surgido la inconformidad social y las nuevas ideologías en personas,
que a través del desarrollo Republicano, en cierta forma pretendieron justificar sus actos
represivos contra el conservadorismo especialmente clerical y el abuso oligárquico
cuyas consecuencias se vio reflejado en el malestar del pueblo.

5. LITERATURA CONTEMPORÁNEA

La mayor contribución del Ecuador a la poesía hispanoamericana


contemporánea se da a través de la obra de Jorge Carrera Andrade (1902),
cuya mejor lírica, que a menudo acoge un tono impresionista, está presente en
El estanque inefable (1922), El tiempo manual (1935), Biografía para uso de
los pájaros (1937), Registro del mundo (1940), Hombre planetario (1959) y
Poesía última (1968).
En los años treinta la narrativa ecuatoriana atravesó una fase de espléndida
creación gracias a la obra del Grupo de Guayaquil, que se caracteriza por su
inquietud social, cabe destacar entre otros a los escritores Joaquín Gallegos
Lara (1911–1947), Enrique Gil Gilbert (1912–1973) y José de la Cuadra
(1903–1941), este último autor de varios volúmenes de cuentos, Repisas
(1931), Horno (1932), Guásinton (1938) y de la novela Los sangurimas (1934).
Pero el escritor más célebre de esta época es Jorge Icaza (1906), cuya obra
se encuadra en la narrativa indigenista. Su novela Huasipungo (1934), que
trata de la explotación a que el blanco somete al indio, es mundialmente
conocida. Una temática indigenista es la que inspira igualmente las novelas
Huairapamuchcas (1948) y Seis veces la muerte (1953). La narrativa posterior
sigue bajo la influencia de Jorge Icaza y el Grupo de Guayaquil. Más allá de
esta influencia cabe citar a Adalberto Ortiz (1914), quien describe los
problemas del negro y del mestizo en Juyungo. Historia de un negro (1943), La
mala espalda (1952) y El espejo y la ventana (1967), y a Pedro Jorge Vera
(1915), autor de novelas, Los animales puros (1946) y cuentos, Luto eterno y
otros relatos.
CONSECUENCIAS:

Las alternativas surgen de las experiencias reales y del


análisis de una realidad concreta. Las utopías son el opio de
los intelectuales. Lo que es fundamental a cualquier
alternativa es la cuestión del Estado. A pesar de lo que los
neoliberales arguyen, el Estado es central a la promoción y
defensa de las políticas neoliberales y a la perpetuación de las
desigualdades. La cuestión básica es la relación entre los
movimientos revolucionarios y el Estado. La tarea estratégica
fundamental es establecer un Estado democrático y socialista,
que responda a los movimientos populares democráticos. Esta
meta estratégica, sin embargo, es el producto de una lucha
prolongada y acompañada por luchas que dan soluciones de
corto a mediano plazo a los problemas básicos que existen.
Los revolucionarios tienen que centrar su esfuerzo, en ganar
el control de los medios de producción, de comunicación y de
distribución, a nivel local, regional y nacional. Los
movimientos deben describir sus papeles en relación al
sistema económico, como clases y no en términos de la
distinción legal de ciudadanos en el sistema electoral. Son
ciudadanos-campesinos, ciudadanos-obreros. En segundo
lugar, los movimientos deben identificar las divisiones de
clases y la explotación que definen la "sociedad civil" y
rechazar la ideología que homogeiniza todas las clases como
miembros de la llamada sociedad civil. En breve, deberemos
profundizar nuestra comprensión de clase, del Estado y de la
sociedad. En tercer lugar, debemos comprender que las
clases no son homogéneas, que son diferenciadas
internamente, que debemos luchar por la igualdad de género,
de raza y de etnia dentro de la clase y por las exigencias
culturales de grupos étnicos específicos dentro de la clase.
Ese reconocimiento, no obstante, debe tomar lugar dentro de
la unidad de la clase, dentro del marco de la perspectiva de
lucha de la clase.

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