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definición sencilla y neutra sobre el concepto. Es por ello que publico este documento que
elaboré en el año de 2005.
Zinnia Firmado digitalmente por Zinnia
Munoz
Nombre de reconocimiento (DN):
Para definir el capital social tomé la definición de Carlo Trigilia. Consideré que era la más
apropiada ya que es una definición sencilla, amplia y que describe claramente qué es el
capital social.
“El capital social puede entonces considerarse como el conjunto de las relaciones
sociales de las que en un determinado momento dispone un sujeto individual (por
ejemplo, un empresario o un trabajador) o un sujeto colectivo (privado o público)”
(Trigilia, 2003: 129)
Para que se pueda construir capital social es necesario que en las relaciones que se
establecen sea posible la existencia de una identidad más o menos duradera y que ésta sea
reconocida por quienes participan de la relación. Además, los participantes deben hipotetizar
formas de reciprocidad o de solidaridad (Pizzorno, 2003: 24). Para que esto se dé, es preciso
que exista un mayor o menor grado de confianza entre los participantes (Putnam, 2002: 14) y
unas normas sociales básicas de reciprocidad.
El capital social es el capital de las relaciones, pero no todas las relaciones construyen capital
social. Las relaciones de mero intercambio o encuentro entre individuos que no continúan con
esa relación no construyen capital social porque no es necesario que la relación sea
reconocida por la identidad del otro (Pizzorno, 2003: 23). Por ejemplo, tomar un taxi no
construye capital social entre el pasajero y el conductor o con el pasajero que se sienta al lado
de uno en un bus no se construye capital social. Las relaciones de hostilidad y explotación
tampoco construyen capital social ya que se trata de anular la identidad del otro.
1
Baena, C. 2003 “Hacia la formación de capital social en Bogotá”, en: “Bogotá, sistema político y cultura democrática”
se cometen gracias a esa red de relaciones pueden ser perjudiciales para el resto de la
sociedad2 y pueden generar dependencia política, clientelismo, corrupción y economía
criminal (Trigilia, 2003: 139).
La riqueza, en términos de capital social, está dada por el número de relaciones que posee un
individuo, una colectividad o una sociedad y por el nivel de dependencia entre unos y otros
(Piselli, 2003: 57). Entre más conectada esté una sociedad a través de mecanismos de
solidaridad y de reciprocidad, mayor será su reserva de capital social y serán mejores las
condiciones de bienestar para los sujetos que vivan en ella (Putnam, 2002: 28). Esto es
posible porque el capital social puede influir en la valoración y crecimiento del capital humano
y del capital financiero (Trigilia, 2003: 134)
No se debe olvidar que el capital social está mediado por la cultura ya que ésta determina los
principios de reciprocidad, confianza, solidaridad, cooperación, etc.
En algunas ocasiones surge como un subproducto de otras actividades (Trigilia, 2003: 137).
Por ejemplo, en actividades recreativas, académicas y deportivas, pueden generarse
relaciones que no estaban previstas pero que posteriormente pueden fundar las bases con las
cuales se construye capital social. Por ejemplo, un grupo de estudiantes universitarios
provenientes de la costa conforma un grupo de trabajo para mejorar su rendimiento
académico; se abre convocatoria para representante estudiantil y este grupo lanza su
candidato y gana las elecciones.
Cuando se va analizar la forma en que se construye el capital social se debe tener en cuenta
su orientación y su naturaleza. Las formas básicas del capital social son las siguientes: el
capital social como recurso individual y como recurso colectivo (Piselli, 2003), formal e
informal, público o privado, denso o diluido (Putnam, 2002).
2 Este es el caso de las llamadas mafias; en ningún momento podría afirmarse que estas organizaciones poseen un capital
social negativo, al contrario, tienen un sinnúmero de contactos y de relaciones las cuales las hace ser muy ricas al hablar de
capital social. Pero con sus acciones se beneficia particularmente a un sector de la sociedad (la mafia) y éstas pueden ser
perjudiciales para el resto de la colectividad.
tienen otras personas con los contactos directos del individuo), las cuales pueden ser usadas
en un momento determinado para lograr la consecución de un fin (Piselli, 2003)
El capital social colectivo tiene características de bien público ya que sus beneficios no sólo
repercuten sobre quienes ayudaron a crearlo sino que se extienden a otros (Piselli, 2003). Es
importante tener en cuenta que el beneficio del capital social siempre será limitado. Para
explicar estos dos elementos pondré el siguiente ejemplo:
A pesar de que la iniciativa la tomó el canal comunitario y los beneficiarios directos de esta
acción son los afiliados al sistema de televisión, el beneficio se extiende a todos los residentes
del sector al mejorar las condiciones de seguridad. Pero este beneficio será limitado en el
sentido en que sólo será efectivo para las personas que viven en el sector y para los que
transiten por él.
En las sociedades pequeñas el capital social beneficiará a todos sus miembros, pero dentro
de las lógicas del mercado el capital social colectivo se convierte en un bien selectivo que
favorece a grupos específicos con fines específicos (grupos étnicos, religiosos, políticos,
sociales, locales, etc).
El capital social de solidaridad de confianza interna se da cuando las dos personas que
hacen parte de la relación pertenecen al mismo grupo y actúan bajo las mismas obligaciones
de solidaridad (Pizzorno, 2003: 30). Por ejemplo: en una comunidad religiosa donde se
exaltan los valores de honestidad y generosidad, un individuo le pide a otro que le facilite un
dinero. El otro se lo entrega y tendrá confianza en que éste sea retribuido basándose en que
comparten el mismo principio de honestidad el cual ha sido impartido por el grupo al que
pertenecen. Además, en caso que el individuo incumpla la promesa de pagar su deuda, la
comunidad religiosa podrá hacer uso de sus recursos de poder (puede llamarlo para darle
consejo o en el peor de los casos puede expulsarlo), para poner en cintura esta situación.
El capital social de solidaridad de confianza externa se da cuando un individuo que participa
de la relación pertenece a un grupo cohesionado y el otro no hace parte del grupo pero sabe
que éste pertenece a ese grupo el cual puede presionarlo, premiarlo o castigarlo, material o
simbólicamente, para que cumpla con sus obligaciones.
Pizzorno hace una clasificación de capital social de reciprocidad basado en cinco formas
básicas:
a) Son capital social las relaciones que establecen una posible cooperación entre dos o más
personas con fines comunes.
b) Son capital social las relaciones a través de las cuales un empresario o una empresa
intenta ampliar o afianzar su clientela y para ello difunde información exaltando sus
cualidades.
c) Una forma típica de capital social es la relación en la que una persona presta su ayuda a
otra sin pedir o recibir nada a cambio. Esto es lo que llamamos en antropología reciprocidad
generalizada: “Hoy por ti mañana por mí”. Es una reciprocidad diferida, es decir que quien ha
dado espera recibir algo a cambio algún día, aunque no se fije algo preciso ni un tiempo
determinado. Para Putnam esta es la forma que más construye capital social: “Si no tenemos
que compensar cada intercambio al instante, podremos realizar muchas más cosas (...) La
interacción frecuente entre las personas tiende a generar una norma de reciprocidad
generalizada” (Putman, 2002: 18) De este tipo de relación surgen dichos como “tengo lo que
he dado” o “atado en gratitud”, con lo cual se expresa la esencia de esta forma de relación y la
implicación de control que conlleva.
d) Otra forma de movilización de capital social es aquella en la que una persona ayuda a otra
porque esto aumentará el prestigio de la unidad al cual pertenecen. Este grupo al cual
pertenecen es una comunidad de referencia que no es lo suficientemente cohesionado como
para premiar o castigar. Por ejemplo, un colombiano en Miami hospeda a otro colombiano que
acaba de llegar a la ciudad y no tiene dónde alojarse. El ser colombiano no es una referencia
fuerte del otro, pero al ayudarlo siente que está ayudando al país.
e) La última forma de capital social de reciprocidad es cuando una persona ayuda a otra o a
una institución, porque se siente obligado por un principio universalista: ayudar al prójimo, es
decir, actúa según su conciencia. No se prevé una recompensa directa ni indirecta, no actúan
mecanismos de solidaridad ni de reciprocidad y su identidad no es reconocible por el otro.
A esta clasificación planteada por Pizzorno, debemos suma los planteamientos de Putnam.
Este autor construye unos conceptos clave para mirar el capital social y se pueden cruzar con
lo expuesto por Pizzorno.
Bonding (que cementa) es el tipo de capital social que se genera entre dos sujetos
pertenecientes a un grupo. Tiende a crear y fortalecer los lazos al interior de un grupo.
Bridging (que puentea) es el tipo de capital social que se genera entre dos grupos y sus
relaciones son horizontales. Tiende a crear y fortalecer lazos hacia fuera del grupo.
Linking es el tipo de capital social que se construye cuando un grupo entra en relación con un
sujeto (individual o colectivo) que posee mucho poder. Esta es una subcategoría del Bridging.
Bibliografía
KLIKSBERG, B. (1999) “Capital Social y Cultura, claves esenciales del desarrollo”, en: Revista
de la CEPAL, 69: 85-102
PIZZORNO, A. (2003) “Por qué pagamos la nafta. Por una teoría del capital social”, en: C.
Trigilia, El capital social. Instrucciones de uso, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica de
Argentina: 19-51
TRIGILIA, C. (2003) “Introducción: retorno a las redes”, en: C. Trigilia, El capital social.
Instrucciones de uso, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica de Argentina: 7-18
TRIGILIA C. (2003) “Capital social y desarrollo local”, en: C. Trigilia, El capital social.
Instrucciones de uso, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica de Argentina: 123-155