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Illwatana - Boletín del Hogar de Niños Especiales "San Benito Cottolengo" dirigido por las hermanas del Instituto Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará. Arequipa - Perú.
Illwatana - Boletín del Hogar de Niños Especiales "San Benito Cottolengo" dirigido por las hermanas del Instituto Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará. Arequipa - Perú.
Illwatana - Boletín del Hogar de Niños Especiales "San Benito Cottolengo" dirigido por las hermanas del Instituto Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará. Arequipa - Perú.
Llawatana
LUGAR DONDE SE AMARRAN LOS RAYOS DE LA IRA DIVNA
(Gal 6,9)
“NO NOS CANSEMOS
BIEN...”
GPM] colaboracion de la Prof.
<<<" Heyllen Obando y de un
TH) gnipo de voluntarias
aj ‘crapistas que nos apoyan
diaiamente con su
voluntariado hemos podido
extender el bien con
reparticin de vestimentas,
regalos, juguetes, etc,
Niche Nuestros nitios y jévenes,
\o gf agradecidos y conscientes
Le 4 también del sufrimiento de
‘otros hermanos suyos han
amos gracias a todos navidefias pasadas, ya que uetido, compartir. con
Rue s t 0's sus colaboraciones han ellos desde | su_ misma
benefactores, amigos, redundado no sdlo en bien _Pobreza, pobreza que nos
trabajadores, voluntarios y' de nuestro Hogar, sino 4 la ocasién de
todas las personas que también en algunos pueblos Compadecernos y de vivir
visitaron por primera vez la jévenes mas necesitados de °St@S _alegrias' dela
obra _en_ estas fiestas la zona, Con _ la_Solidaridad cristiana.
MADRE TERESA DE CALCUTA:
si es que San José nos regalé un nuevo
integrate del hogar, con él ya son 42; en su
honor devdimos sgreganecl nombre de “Jose”
Foimos a recogerto al Hospital el dia que le
Giron el alt. las parndojas Slavia.
Sslimos de materadad (donde estaba intemado)
Bis temas de) on Martin abrazo La enemy igen
Febrero no an encontado UB) nos saludaban, nos paraban para miraral bebe y
bebe de un ens en la viapibliea gbnnos flicitaban. La imagen cra entre graiosa y
Fracture de Tastimado, Ante-est@ ara, dos relgionas saliendo de materidad, con
situacion nos offecimos alas autoridades para un bché en trazon ene salads yfeitacones.
de 8a de
Ee Madre de Dios,
yl ebay
atin de tes meses
'y por ultimo
ctidaro, Son slegrias que’ da. Dios, El tambien he
Porel estado de salad y de peligro en que se __prometido el ciento por uno cn eta vida. 10
‘encontraba, enviaron al bebe alfospital de da en estas cosas tambien. solo El pueds
‘Arequipa para tratalo hacer.
‘Todos los nifios y hermanas rezabamos para =
tener la gracia de recibir en el Hogar. ec
El bebe pas6 cerca de un mes y medio en el =
Hospital porque su estado de salud era delicado,
lo visitabamos frecuentemente es)
El dia 19 de marzo solemnidad de San José y
sniversario de fundacion de nuestro Instituto
Religioso nos avisaron que entregaban a Martin
’
rombre que le deron en el Hospital) al Hogar
serioet Beno Conolengo, t a ¢ Se gp.
‘Hogar de Nios Especiales: San José Benito Cottolengo
Av. Victor Andrés Belaunde 287 -Tiabaya (Arequipa) Telf: 439035)
Ao
e-mail: c.benitocottolengo@servidoras.org Web: www.iveperu.orgneestas paginas oftezco un
traduecién de la admirable
‘obra del saverdote italiano Carlo
Gnocchi. “Pedagogia del dolor
inocente”.
En esta obra Don Carlo Gnocchi
‘examina cl insondable misterio
del dolor del inocente y del justo
ala luz del dolor de Cristo y del
inestimable valor redentor del
sacrificio de una vietima pura. Su
tesis puede sintetizarse diciendo
que los nifios son capaces de
percibir, con una pureza sin
‘igual, el sentido altisimo de sus
sufrimientos cuando se unen a
os de Jesueristo, y que al
‘comprender este honda sentido,
el sultimiento cobra para ellos
‘una incalculable valia y canaliza
hacia la Iglesia y al mundo entero
un rio de gracias
sobreabundantes.
Pero ordinariamente los nitios no
son eapaces de descubtir por si
solos este misterio; es necesario,
por tanto, educarlos en el sentido
del dolor, de ahi su titulo:
“pedagogia del dolor inocente”;
censefiara los nfios que sufren la
finalidad de sus penas y modo de
injertarlas en Cristo.
Considero de providencial
actualidad este magnifico
escrito, para ésta sociedad
nuestra que somete a un difuso
‘martirio. a tantos inocentes,
particularmente nifios, no s6lo
golpedndolos con el escandaloso
horror de las guerras, sino con
otros _fendmenos no menos
aniquiladores: el divorcio, la
destruecién de las familias, la
deformacién de las conciencias,
el abandono por parte de los
padres (jlos “hijos de nadie”!),
Infantil, ete. Nuestra soc
actual es una gigantesca filbrica
de hijos de padres o madres
9s sin hermanos,
alunos sin maestros ‘de
‘vocacién, seres _indefensos
“eriados” en el aislamiento y la
soledad, criaturas consideradas
s6lo como “clientes” de una
sociedad edificada sobre el
interés y el consumo. En fin,
corazones _espiritualmente
ahogados y deprimidos. (P.
Miguel Angel Fuentes IVE)
-EL DOLOR INOCENTE
En la economfa de la redencién
cristiana, el dolor del hombre es
‘complemento necesario del
dolor y de la muerte redentora de
Cristo: “Cumplo en mi cuerpo lo
‘que faltaa la Pasion de Cristo”
(Col 1,24) y puesto que la
redencidn de Cristo es total, cada
cristiano debe aportar” a
contribucion de su. propio
sufrimiento personal.
Para la remisién total de los
pecados del mundo —segin
Santo Tomas— era necesaria en
la victima una pureza que solo
Dios podia poseer, y por eso el
Padre envio a la tierra a su propio
para morir sobre la Cruz:
peto para completar tal sacrificio
Y para su aplicacién inmediata a
las culpas diarias, la mas alta
contribucién es, ciertamente, la
offecida por las almas que suffen
sin el peso de las propias culpas
personales.
‘Asi como en el cuerpo fisico hay
Grganos destinados a la
proteccién y ala purificacién de
todo el organismo, érganos que a
menudo se enferman por la
dfensa y salvacién de todo el
el Cuerpo mistico de ta
Telesia, almas destinadas a
soportar el suftimiento en virtud
de su capacidad purificadora de
todo el cuerpo social.
Y entre estas almas se encuentran
ciertamente los nifios, lamados
tanto mds precozmente al
sufrimiento cuanto mas limpia
std su alma de culpas personales
¥ por tanto mis similar es su
Sactificio a aquel del Cordero de
Dios que quita el pecado del
mundo,
Cuantas veces junto al lecho de
tun adulto suffiente hemos dicho
una frase con la cual sus
tormentos han encontrado
suficiente razon para la
resignacién: “ten paciencia,
sufi por tus pecados”! ,Y por
qué entonces estas mismas
palabras se nos mueren en los.
labios, mas aun, nos parecen
vvanas ¢ incluso ofensivas ante la
cuna de un nifto sufriente? {Qué
otras razones podrian valer para
aplacar su dolor y el nuestro?
No otras que aquellas que se
bboben en la concepcién cristiana
del dolor, conocidas incluso para
cl ladrén crucificado con Jestis
en el Calvario, que invitaba a su
compafiero de suplicio a no
insultar ni ofender Cristo porque
“lo que nos sucede a nosotros
—decia— cs justo pues somos
tratados segin nuestras obras:
ppero él en cambio no ha hecho
rnada malo” (Le 23,41).
-DIGNDAD DEL NINO
SUFRIENTE
De todo esto puede colegirse,
ante todo, la eminente dignidad
del nifto sufriente,
Siel dolor, segiin el Evangelio,
en nadie
transparencia se hace mis clara,
evidente e inmediata que en el
nifio, ¥ por esto dijo Jess: “Yodo
lo que hagais a alguno de estos
ppeqetios, a Mi me lo haceis”
(Mt 10,42).
Por tanto nuestra actitud interna
‘ extema frente aun nifio que
suffe por invalidez, por
deficiencia, por mutilacibn, por
pobreza, por enfermedad, por
ignorancia, por abandono, o por
‘cualquier otra causa, debe estar
dominada por un profundo
sentido de respeto, de
veneracion; casi dira, de eulto
En cada nifio sufriente, debemos
ver, no s6lo al hombre Hlamado
precozmente a participar en la
hhumana solidaridad del dolor,
segtin la funesta ley de Adin,
sino un pequefio cordero que
purifica y redime, segin la
amorosa ley de Cristo, un
“sacrificioviviente do la
hhumanidad inocente por la
hhumanidad pecadora
Pero hay més todavia. No s6lo
debemos ver un pequefio
redentor humano con Cristo y en
Cristo, sino un intereesor_y
mediador de gracia, en fuerza del
irresistible poder de aplacacion ¢
impetrcion que el dolor
inocente tiene sobre el corazén
de Dios.
De hecho no es casualidad que
algunas religiones antiguas, por
Ja profunda intuiciOn de esta
arcana ley, recurrian al sacrficio
de virgenes y nifios para aplacar
la divinidad en los momentos
supremos 0 para implorarle las
dificiles gracias que necesitaban,
Cada nifio que suf es por tanto
como una pequefia preciosa
reliquia de la redencion cristiana,