La imaginería es una especialidad del arte de la escultura, dedicada a la
representación plástica de temas religiosos, por lo común realista y con
finalidad devocional, litúrgica, procesional o catequética. Se vincula a la Religión Católica debido al carácter icónico de la misma, por lo que la encontramos especialmente en países de cultura católica: España, Italia, Portugal, Iberoamérica y en menor medida Francia, Canadá, Países Bajos y Austria. Así como también en Filipinas.
HISTORIA DE LA IMAGINERÍA
Si bien la representación plástica de los misterios religiosos acompaña al
Cristianismo desde sus primeros siglos, será con el arte románico y gótico (S. XII - XV) donde comience la evolución de la escultura en madera o imaginería, con fin catequético. Hasta el Renacimiento tienen mucha importancia los maestros flamencos y franceses. Sin embargo a partir del Concilio de Trento (1545 - 1563) la Iglesia Católica, en respuesta a la reforma luterana, decide potenciar las artes plásticas como medio de alcanzar la atención de los fieles, desarrollándose extraordinariamente la imaginería durante el periodo barroco en el área mediterránea, Península Ibérica y América.
CRISTO DE LA VIGA
Las Danzas en honor al Santísimo
Cristo de la Viga son ejecutadas por ocho danzantes bajo el mando del porra o director de la danza, y acompañados del alforjero, cuya competencia es llevar los objetos necesarios para interpretar las danzas -los palos o el mástil con las cintas que deben entretejer. Los tres primeros días las danzas tienen lugar ante las puertas del Mayordomo, que sostiene en sus manos un cetro con el Cristo de la Viga, al cual hacen una reverencia arrodillados todos los danzantes, diciéndole a continuación todos los dichos o súplicas, unas composiciones poéticas que narran la Pasión de Cristo, compuestas en acción de gracias. ORIGEN DEL CRISTO DE LA VIGA
Se celebran desde hace más de 300 años. El
origen de la advocación data del siglo XVII, siendo la Cofradía aprobada en 1694. Según la leyenda un barco en alta mar estaba a punto de zozobrar y su capitán invitó a la tripulación a implorar a Cristo. De repente, en lo alto de la viga mayor se apareció un Cristo alrededor del cual bailaban ocho danzantes, haciendo el milagro de amainar el temporal y salvar a los tripulantes de la embarcación. A partir de ahí, hay dos versiones de cómo el culto al Cristo de la Viga llegó al pueblo. Unos cuentan que, al parecer, un vecino de Villacañas se encontraba allí; otros, que la tripulación procedía de Jerez de la Frontera y desde allí llegó la devoción a esta población gracias a los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén.
LA DANZA DEL CORDÓN AL CRISTO DE LA VIGA
Consiste en poner un palo clavado, o
sujeto en el suelo por un hombre, con ocho cintas de distinto color. Cada danzante, al compás de la melodía, coge una de ellas y se cruza con el siguiente, haciendo puente. Al terminar, como se han cruzado ya todos los danzantes, queda hecho en el palo un dibujo de la forma de un cordón, quedando cubierto el palo con todas las cintas.
Tras ella, los danzantes siguen
interpretando por las calles la Danza de la Carrera, hasta dejar el Cristo en la Parroquia, sin dejar de bailar, ante el altar mayor, la Danza del Paloteo. Esta danza consiste en ir brincando ante el Cristo, al compás de la música, con acompañamiento de la gaita y tamboril, durante la cual los danzantes siguen marcando el mismo ritmo con los palillos.